miércoles, 2 de noviembre de 2011

- MIS CHARLAS CON ... ¡LA DESESPERACIÓN! -




EL MAGO: Hola, "Desesperación". Gracias por dejarme charlar contigo unos minutos ...
DESESPERACIÓN: Ni sé por qué lo he hecho, Mago. Sinceramente te lo digo ...
EL MAGO: Bueno, ¿sabes? Pienso que charlar contigo   no       ha      de     ser  nada   fácil,  "Desesperación" ...
DESESPERACIÓN: Pues te aguantas, Mago. Éso, deberías haberlo pensado antes, ¿no crees?...
M: Lo creo. Tienes razón. Y créeme que he meditado bastante antes de hacerlo. Pero como soy un curiosón sin remedio, me he dicho a mí mismo que charlar contigo podría   ser  interesante, "Desesperación" ...
D: Allá tú, Mago. Tú sabrás lo que haces ...
M: Yo pienso, que la desesperación ha de ser como un caballo desbocado entrando en  una  cacharrería. Pero, ¿quieres definirte tú misma? ...
D: ¡No sé si podré, Poeta! Lo que sé es que no me gusta demasiado pensar, y que los nervios actúan ante mis emociones. Seguramente,-y no se lo digas a nadie-, hago las cosas siempre al revés, amigo ...
M: "Desesperación", veamos. ¿Cómo naciste tú?, ¿lo recuerdas? ...
D: ¡Ah, Mago! Éso, sí lo tengo bien claro. Yo nací y nazco, cuando      no      hay     amor   ni comprensión. Cuando todo es dificultoso, tenaz y puntiagudo. Yo nací cuando sentía peligro, y cuando no tenía respuestas para los retos cotidianos ...
M: ¿Eres mala, "Desesperación"? ...
D: No lo sé, Mago. Lo que sí sé es que salgo a intentar resolver las cosas, como sea. Por el camino de en medio, muchacho. Para mí, el fin justifica los medios. Todo, vale ...
M: Pero, todo no vale, "Desesperación". Hay unas reglas de consenso social que hemos de cumplir, ¿no te parece? ...
D: Mira, Mago. Todo eso que dices, suena y está muy bien. Pero yo hablo de cosas cotidianas y concretas. Hablo de la asfixia social y personal, hablo de cuando te pegan y te excluyen por ley y por norma. Entonces, ¡hay que hacer algo! ...
M: Ya, "Desesperación". Pero el problema surje cuando no tienes en la cabeza nada claro lo que debes hacer ...
D: Aciertas de pleno, Poeta. Esa es la cuestión. El que no se ve salida a las cosas. Y entonces, se vocea, se grita, se agarra uno a clavos ardiendo, y se olvida inesperadamente de las normas de la convivencia ...
M: ¿Tienes la conciencia tranquila, "Desesperación"?, ¿duermes bien por las noches? ...
D: Yo no sé lo que es la tranquilidad, Mago. Ni, la calma, ni el sosiego, ni el descanso ...
M: ¿Entonces? ...
D: Pues entonces, lo que yo hago es limitarme a sobrevivir. ¿Te parece poco? ...
M: Lo que me parece, es que te mueves desde situaciones ciertamente     penosas     y   lamentables, "Desesperación". Incluso en esta charla contigo, te noto nerviosa    y      hasta  desencajada ...
D: Y yo, Mago, no sé muy bien qué hago hablando contigo ...
M: ¿Qué me harías si te dejaras llevar por lo más dentro de tí si pudieras, "Desesperación"?...
D: ¡Me niego a pensar nada, Mago! Pero si me apuras, voy a intentar decirte algo. Verás. Si se te ocurre empujarme, atacarme, hacerme daño o despreciarme, te aseguro que   toda   mi violencia e ira caería sobre tí. De modo, que no se te ocurra colocarte en medio de mi camino...
M: Sí, "Desesperación". Tu discurso está ausente de jugo. No son argumentos. Eres testaruda y plenamente desconfiada. Y, además, eres fuerte y temible ...
D: Me da igual, Mago. Me es indiferente lo que los demás piensen. Yo solo salgo a impulsos, desde mi camino defensivo. Solo quiero que se me deje en paz. Que me dejen que haga lo que considere, y...
M: ¡Ni hablar, "Desesperación"! Estoy en total desacuerdo. Y te diré porqué. Porque no todo el mundo es malo o agresivo. Hay mucha gente válida y que tiene méritos. Tú lo que estás, es muy sola y resabiada. Estás desconfiada de todos ...
D: Cuidado con tus palabras, Mago. Mídelas. A los seres heridos como yo, siempre hay  que temerles ...
M: ¿Nunca tuviste un amor, "Desesperación"? ...
D: Éso, no te importa, Mago. ¿El amor? Ja, ja, ja, ja, ja. No digas tonterías. El amor solo es un cuento de gente feliz. Y yo estoy más que harta de la gente feliz, ¿sabes? ...
M: Ya ...
D: Por cierto, ¿tú eres feliz, Poeta? ...
M: No sé muy bien lo de la felicidad, "Desesperación". Yo creo, que es el equilibrio    y     la  capacidad de encaje en las adversidades. Lo que no soy es, desesperado... Éso, es lo último que haría. El dejarme llevar en la derrota ...
D: Ja, ja, ja, ja, ja, Mago. Eres un ingenuo. Aquí, pocos se libran de caer en mis redes. Algún día te cazaré, y entonces saborearás mejor mi esencia. Ja, ja, ja, ja, ja ...
M: Trataré por todos los medios que no sea nunca así, "Desesperación". Y para éllo, haré  los deberes bien hechos y por el principio. ¡Alejándome de tí! ...
D: Ya te dije, Mago, que tus pensamientos y los del mundo, me resbalan. Me dan igual. Así, que haz o piensa lo que quieras ...
M: ¡Hasta nunca, "Desesperación"! Y siento despedirme con esta brusquedad ...
DESESPERACIÓN: Ja, ja, ja, ja, ja, ja ...
EL MAGO: Adiós, o me pondrás nervioso. ¡Ciao!

0 comentarios:

Publicar un comentario