jueves, 3 de noviembre de 2011

- CAMINO AL ÉXITO -



Antonio "Driver" Burns, salió de su gimnasio habitual de Boston,Massachusetts, con una mueca de tedio en su rostro. De raza blanca, aspirante a estrella del boxeo, y con un golpe de derecha demoledor y absolutamente incontestable. Pero, ¿de qué le valía tanta magna   y destacada condición de atleta, sin proyección? Sí. Porque nadie le proponía combates. Pasaban de él. Y su moral, se desvanecía paulatinamente.
Poco a poco, "Driver" Burns empezó a faltar a las sesiones de entrenamientos. A alejarse de su ring de gladiador. A envidiar hasta niveles insospechados a sus compañeros, a los que sí se les daba proyección, empuje y combates de curtimiento. ¡Injusto!
Un día, decidió que no volvía más. Y llenó lo más posible su cartera, y se marchó a un lugar de ocio en el que había licor, y unas mujeres bellísimas, las cuales hacían  el mejor streep tees de Boston.
Antonio "Driver" Burns, se sentó cerca de una mujer extremadamente bella, la cual   iba paulatinamente quedándose sin ropa, y alegrando su vista. "Menuda mujer", pensó Burns.
Hasta que, de repente, alguien con demasiado alcohol en las venas y con una estatura cercana a los dos metros, se avalanzó sobre la striper, y comenzó a sobetearle el trasero y los senos, de un modo obsceno e impropio.
Los guardaespaldas y porteros del lugar, trataban  de reducir con los brazos al osado sobón, pero el gigante les derribaba uno tras otro con un hercúlea fuerza. La striper, observaba todo con una mirada entre asustadiza y asombrada. ¡Menudo animal!
Antonio "Driver" Burns, pensó que había llegado su momento, y se metió por el medio.Golpeó al sobón con su mano derecha de golpe pétreo, y el gigante cayó al suelo casi inconsciente. Y los guardaespaldas, le felicitaron y le agradecieron su colaboración y ayuda.
La striper, se llamaba Candice Vimmer. Le agradeció a "Driver" igualmente su ayuda, y le invitó a tomar un café. Y le habló. Y le terminando confesando, que su padre era promotor de boxeo, y que tenía dinero. Mucho. Y que a ella le gustaba su trabajo, lucir su cuerpo, sentir el deseo en los ojos de los hombres, ser tremendamente libre, y sobre todo, ser rebelde frente a su progenitor enormemente conservador y puritano, el cual nunca jamás aceptaría      que  trabajase en tal lugar de ocio masculino.
Candice y "Driver" Burns, simpatizaron. O, éso pareció. El aspirante a boxeador, sabía lo que hacía. Fingía atracción. Y dos semanas más tarde, Candice le presentó    a    su    padre    las credenciales de su más que amigo Antonio Burns. ¡"Driver"!
Todo un camino de éxito, se abría ante la fuerza de los puños del boxeador. El promotor Andrew Vimmer, padre de Candice, le presentaba en los medios, anunciando su primera pelea. El acuerdo entre los hombres, consistía en que "Driver" nunca más debería volver a ver a Candice. Cosa que "Driver" cumplió a rajatabla.
-Y CANDICE SIEMPRE LE ODIÓ-

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