jueves, 17 de noviembre de 2011

- LA EXTRAÑA FURIA DE LI ZHEN -



Chino. Trabajador infatigable en un bazar de esclavitud en Madrid. Li Zhen no   parece    un  hombre como los demás. No le gusta nada de lo que ve. Tiene orgullo. Ha ido comprendiendo. Ya sabe que vino a España, engañado. Buscando la libertad que no podía tener en su país  de origen. Y ya  ha asumido que nuestro país no puede ser El Dorado. El oro de su felicidad.
Sus compañeros, le temen. Saben, que la mirada hosca que pone Li Zhen está cargada    de  audacia. Sí. Li, mira con odio a todo lo que se mueve. Y, atención, que en el día de hoy,  sus  jefes le acaban de llamar la atención. Le están diciendo que no sea bobo, y que sonría a   la gente. Y que, si no, le tirarán a la calle.
Li Zhen levanta su cabeza. Mira desafiante a sus jefes. Y les dice que son unos putos esclavos y delincuentes. Que, le han engañado. La tensión se masca en el ambiente. Los compañeros de Li, se esconden y apartan aterrorizados.
Los jefes deciden llamar por teléfono a ese ser anónimo y superior que manda sobre éllos. Se llama, Wong Zha. Y Wong Zha, ordena que lo tiren a la calle, y que posteriormente le den una paliza de muerte.
- "Vamos a matarte, Li. ¡Prepárate!, le espetan sus superiores ...
Pero, Li Zhen, no tiembla. Domina las artes marciales como pocos. Le da igual todo. Prefiere vivir de pie, a ser bufón de reyes. Y esboza una sonrisa mientras dice: - "Intentad matarme, canallas. ¡Si es que podéis! ...
Comienza la batalla. A los jefes, se les unen sus compañeros aterrorizados. Todos contra Li. Pero el chino Zhen se defiende con la maestría de un atleta militar. Uno tras otro, sus rivales van cayendo al suelo, derrotados. Y finalmente, y con orgullo, Li Zhen abandona el bazar.
¿Y ahora, qué? No tiene papeles, su familia puede morir, no tiene derechos, es un esclavo, está en España, nadie parece quererle, no tiene domicilio ni estancia en la que guarecerse, y ni un solo euro en el bolsillo ...
Pero, Li Zhen no piensa en el suicidio ni en la derrota. No. Acaba de localizar al superjefe Whon Zha. Anota la dirección en la que vive Zha. Y, a continuación, saca un móvil robado a un compañero del bazar, y llama a la policía. Desea denunciarlo, por esclavitud e    intento   de asesinato.
Llega la policía, y Li Zhen presenta la correspondencia denuncia. Whon Zha, está perplejo. Ese mierda y escoria de Li, le acaba de meter en un buen lío.
El juez, admite a trámite la denuncia. Y el día del juicio, condena a Li Zhen a   abandonar  España al carecer de papeles. A Whon Zha, le exculpa por falta de pruebas. Pero Li Zhen está satisfecho. Ha recuperado el honor. Volverá a China. Y una vez allí, deberá temblar quien ose hacerle el más mínimo daño.
-EL TRIUNFO DE SU ORGULLO-

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