sábado, 26 de febrero de 2022

- PUTIN Y SU HUIDA HACIA ADELANTE. -



¡Muertos! ¡Heridos! ¡Desplazados! ¡Huracán de terror en el alma! Putin ha hecho lo que anunció. Invadir Ucrania. Ha fallado y muerto la verdad diplomática. Ahora habrá que esperar, hasta que la paz se vuelva a hacer Justicia y cese la puta guerra.

Sí. La normalidad siempre es la paz. Por eso yo desde bien pequeño aposté por el pacifismo como auténtico y real progreso. No entiendo otra forma de crecimiento personal, y general, y universal.

Dicen los cínicos que la mejor defensa es un buen ataque. Maldita conclusión. La mejor defensa es un diálogo y un afecto. Lo otro, es barbarie.

Vladimir Putin ha echado por tierra en unas horas todo el prestigio o respeto político que pudo tener. Rusia se encontró con una gran encrucijada tras la caída del Muro y de la apertura democrática a otras Repúblicas y lugares del antiguo Imperio.

- "Ucrania también es Rusia", exclamó ufano el nuevo Zar y ex espía de la KGB ...

¡Da igual lo que sea! Pro rusos y no pro rusos, convivían en una Nación llamada Ucrania. Convivir. Con escaramuzas como en Crimea o el Dombás, pero era posible que la gente de Kiev y de todas las ciudades ucranianas, hicieran su vida normal y corriente. Hacer lo que todos queremos y anhelamos. ¡Vivir en paz!

La bravuconada de Putin, además de muertos y heridos, genera millones de exiliados que huyen de la barbarie. Pero Vladimir solo piensa en seguir siendo el gran capo del Kremlin. De reforzar sus votos de cara a los suyos. Hacer de sus sobradas, que la gente crea que Rusia es la gran temible potencia militar y económica que siempre ha sido. ¡La gran Rusia! ...

A Putin no le gusta que algunas Repúblicas de la extinta URSS, estén en la OTAN. Y como geográficamente las tiene al lado, le toca las narices y le da sensación de vulnerabilidad o de riesgo para su país. Lo que ocurre es que el riesgo de Vladimir no es otro que su propio temor.

Putin no quiere quedarse atrás ante la velocidad tecnológica y económica de Estados Unidos y de China. Pero éso, es problema de él.

Si váis por la calle, veréis cómo todo está lleno de bares y bazares chinos, y la influencia de Estados Unidos es siempre y desde ha mucho, un modelo cultural copiado. Es el país más carismático e influyente a pesar de algunos de sus ex mandatarios.

El fracaso de Putin es no intentar abrir mercados, para de este modo hacerse simpático y atractivo en el resto del mundo. O simplemente, eficaz. ¿Véis supermercados o Grandes Superficies comerciales rusas por ahí? Yo, os aseguro que no. Y hoy en día el poder económico no lo marcan los tanques ni los misiles, sino la apertura atractiva al mundo global. Y eso Putin no logra entenderlo.

Cree, que su fuerza está en la nefanda y letal guerra, que con su poderoso Ejército ya lo tiene todo en su Olimpo, y que acojonando y sacando músculo Rusia prosperará.

Y, ¡no es así! El mundo vive otros tiempos y otra realidad. Y Rusia debe poner los pies en el suelo y aceptar y asimilar esa nueva realidad.

Lo de Putin es pan para hoy y hambre para mañana. Ese hombre no tiene suficiente cabeza para situar adecuadamente a su País en el Mundo de hoy. Perderá muy pronto las siguientes Elecciones. Salvo que las amañe ...

Rusia precisa de una reconversión real y profundamente democrática. Aterrizar, en el año 2022. Y darse cuenta de que amenazando, nunca logrará ser un Imperio sino una caricatura. Y la solución está en las nuevas generaciones de chicas y chicos rusos. Los que ya saben en dónde y cómo es la verdadera libertad y el modo de administrarla y de relacionarse entre sí y con el Mundo que ya está y estará.

¡NUNCA LA GUERRA!
 

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