sábado, 19 de febrero de 2022

- AYUSO, EN VIVO Y EN DIRECTAZO. -



La tele. El Poder. Los pasillos de palacio en directo. La aparición de Isabel Díaz Ayuso, reina del pueblo de Madrid. Frescura sin pudor. Le podía el alma. Nombró a su jefe Casado, con todos los apellidos y consecuencias. la lió parada. Ayuso no quiere nunca pasar desapercibida. Músculos femeninos de acero, y siempre verso libre. Desafió hasta a las mismas estructuras. Le jodió que la espiaran.

¿Espiarla a ella? ¡Jamás! Nunca perdona y siempre castiga. I.D.A., hay cosas que nunca consiente. Su burbuja es rica y extremadamente mediática como una modelo con una gran pose creíble. Es chica y atractiva, y familiar, y amiga de su hermano, y muchísimo de sí misma. Ella es un yo inesperadamente superlativo.

Soltó encima de un micrófono y delante de una cámara, todo su temperamento cañí y postmoderno a un tiempo. Llamó crueles a sus enemigos de Partido. Ahora hay, amigos, enemigos, compañeros de Partido y gente "cruel".

Arrasó en las últimas elecciones madrileñas. Ayuso exhibió fuerza y se lanzó al ruedo y al reto contra sus crueles. Estalló la bomba. Los corazones de los periodistas latían descontrolados ante la brava mujer.

¡Oh, qué tremendo morbazo en vivo y en directo! Barro, que salpicaba en todas direcciones y sensibilidades. Los platós se convirtieron en una muchedumbre de tertulianos buscando las claves de la ira y de la gresca televisada. Fue una comparecencia top, de máxima audiencia, para enmarcar en la hemeroteca, que costará olvidar y siempre tendrá vigencia y atracción.

Tres de la tarde. Y algunos minutos. El murciano Teodoro García Egea compareció para replicar al ataque picudo e iracundo de la doncella carismática.

Teo dio la cara. Estaba profundamente serio, muy serio, excesivamente serio, tenso, cortante y sonante, trascendente y decisivo. Y giró su dedo pulgar hacia abajo. ¡No! Expediente al canto y sanseacabó. Y a la próxima, ¡tarjeta roja!

Habían hablado todos los de núcleo duro que apoyan a Pablo Casado. Piña. Mayoritariamente, piña. Algunos silencios, críticas, y desmarques, pero por encima de todo, piña. Sostén del Poder del PP. Aguantar los carros y las carretas. Firmes en una sola dirección.

Pablo Montesinos no resolvió nada. No contestó cosas decisivas. Por lo tanto es un tema personal entre el jefe y la menos jefa. Ayuso se convertía en menos jefa, en menos influyente, en una más, con un soplamocos bien pegado, y un cállate ya y déjanos en paz.

No ha dado tiempo a nada. El ruido de división es un hecho más que reciente. Los próximos días y horas se seguirá hablando en la televisión que quieras del Ayusazo un tanto inesperado. El tiempo hará de las suyas. Colocará las cosas en su sitio. Moverá deseos y motivos, disipará dudas y creará consensos. Fue la semana de San Valentín, recordado por el amor y por los desamores entres las familias de gángsters de antaño. Amistades implacables.

La tele es el refugio de los que no son tímidos; el momento de las audiencias que están al acecho. La política se hace show, arena de luna, ring de Frazier, taberna de pueblo, y luxe de intocable. Díaz Ayuso no pudo con Goliath, pero la vida sigue. Y la vida política es de nervios fríos, de serenarse, de dejarse de ruidos, de búsqueda de mejores momentos y de una bendita rutina.

-RUTINAE-

 

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