El estereotipo del conocido y apenado hombre de la silla de ruedas se hizo añicos mediáticos cuando Steven Hawkings asombró al mundo por su inteligencia en la Física, considerándosele prácticamente un gurú de la modernidad y hasta un genio de nuestro tiempo.
Pablo Echenique es pequeñito y feo, tiene muchas dificultades, y ha de utilizar una silla de ruedas. Y demuestra socialmente al mundo político su valentía y su profunda convicción.
Ir en silla sigue siendo un estigma entre una sociedad de hedonistas y egoístas, y la imagen el traje que nos ponemos los domingos y también los días de labor. Y a pesar de todos los peses, este cerebro científico que pertenece al CSIC, hace una apuesta de corte de mangas a las convenciones y nos sorprende con su arrojo. Es político, de la fuerza "Podemos", y además uno de los tipos más brillantes de su formación.
Es calmo y sereno, y encara las situaciones con un sentido del humor fino y como un estilete. Te hace reír y toda su ternura es un arma letal para lograr votos. Echenique es un tipo realmente claro y singular. Su mundo es un reto para nuestra sensibilidad.
Frente al periodismo muestra la retórica necesaria, hasta que cuando poco te lo esperas te lanza una concreción al hígado que anula rivales y despierta entusiasmos. Su vida es totalmente una película americana. Es argentino y de Rosario, lleva muchos años en Zaragoza, sufre una atrofia muscular espinal, hereditaria y degenerativa, puede ser Presidente de Aragón, y sigue de vez en vez mostrando desde su talento especial una carga adicional de ese humor sin proponérselo que te caza. Es su sello.
En realidad, es sensible. Por eso se dejó el laboratorio científico y se echó al monte de lava de la política. Es más listo que el hambre y doctor cum laude. Demostrado. Llegó a enfrentarse levemente a Pablo Iglesias ante unas discrepancias en el modo de elección de los candidatos. Pero Echenique parece asumir que hoy por hoy a los discapacitados no les son posibles las Presidencias de los Gobiernos. No hay en el mundo y en el Poder gente de esta condición. Se prefiere un tipo con vitalidad y dinámica propia, y que camine, y que haga senderismo, y que mida casi dos metros, y que sea guapísimo, y que cumpla todas las expectativas del star system. No es lógicamente, su caso. Pero, ojo ...
Está ahí. Y quien quiera pasarle a Echenique deberá medir bien la fuerza de sus argumentos. Porque el hispano-argentino tiene el sexy en su capacidad de elaborar y pensar demasiado deprisa para algunos. El cerebro. Ese tierno "diablo sobre ruedas" que dicen que le llaman sus verdaderos amigos.
No. Echenique no quiere amiguismos que le hagan la pelota y prefiere vivir desde la calma avanzando hacia las realidades y los retos que en su cabeza tiene. Es osado, actual, de izquierdas, pragmático a su manera, astuto, y profundamente contundente. Demoledor. Si logra llevarte a su terreno, te desmadeja y neutraliza y no necesariamente con vehemencia sino con elementos ricos y sutiles. Sabe cuándo es. Y desde un plano humano ves en él a un tipo con más bemoles que un héroe. Es la autenticidad frente al gimnasio.
Dice que no debe quedarse en este país nadie tirado o al margen. Que su Partido "Podemos" es el más popular y democrático, el que ha salido realmente de las listas abiertas y de las emociones más espontáneas. Y que van a ganar dentro de un año.
Y cuando termina la entrevista te quedas metido entre mil planos y sensaciones. Echenique nunca podrá dejar a nadie indiferente ni aburrido. Porque como el científico se dé cuenta de que vas a bostezar, se afanará y empezará a contarte unas cosas que convertirán a Morfeo en un esclavo de su humor de carcajada. Parece estar en todo.
¡BRAVO!
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