Permitidme ahora, y en el momento en que me dispongo a escribiros mi relato diario, que me detenga a evocar el escribir y mi modesto paso por este mundo mágico. Apasionante y de veras para mí ...
Sí. Veréis, amigas y amigos que me leéis. Desde pequeño me gustó escribir. No me preguntéis la razón, aunque supongo que eso de plasmar mis sentimientos con tanto gusto sobre un papel, debió ser como una forma inmediata de reafirmarme el yo, y de hacerme llegar a mí mismo y a tod@s con más claridad y capacidad la visión de mi realidad sobre las cosas propias.
Siempre escribí. Recuerdo que antes de la aventura del Internet, siempre cogía una libreta y un cuaderno, y escribía aquello que se me ocurría. Todo. Todo, puede llamarse también una libertad.
La primera vez que se publicó algo de mí, fueron unos relatos y poesías en una modesta gaceta deportiva. Fue en el boletín del club de atletismo de Valencia, Sociedad Deportiva Correcaminos, y yo era un corredor entusiasta del marathón. También se me pudo leer y ver en la revista "Píndaro", de la misma vertiente deportiva y de la valenciana sangre del atletismo popular.
Seguí escribiendo, pero hubo un tiempo en el que me limité a mandar cuentos y poesías para distintos concursos literarios. Fui seleccionado en una ocasión entre los relatos finalistas de uno de dichos certámenes, pero ahí terminó por entonces mi suerte.
Y me llegó el tiempo del ordenador y del Internet, de modo casual y como resultado de una amistad de vicisitud que ya se esfumó. Un senderista de un grupo de mi Valencia, me propuso con generosidad escribir relatos y poesías. La web, que ya no existe, se llamaba algo así como "La Bitácora de Farrio". En esta web, pude incluír crónicas versadas y prosísticas acerca de mis excursiones por las montañas. Recuerdo que tuve una excelente respuesta, y que gustó mucho mi aportación. Me volqué en los escritos, y di como siempre mi corazón en cada letra y en cada mueca o giro literario. De éllo, publiqué a papel, algunos cuadernitos.
Aquéllo, cedió. Por aquel entonces, alguien me mandó,-tras un desencuentro-, una planilla de blog para que yo la confeccionara, y no encontré la manera libre de canalizar todo mi exhuberante ingenio. Y la dueña de la plantilla, me cerró aquel blog sin siquiera avisarme, y recuerdo que me llevé un gran disgusto.
Pero mi deseo de escribir, no lo iba a parar el contratiempo de un infortunio extraño, y pronto se me pudo leer nuevamente. Me fui hacia un anuncio de un joven profesor de informática, y el muchacho me preparó todo lo necesario para que yo solo tuviese que sentarme frente a la pantalla y llenar mi blog de lo que me diese la gana. Exactamente, este mismo blog, y que como sabéis se llama "Rincón del Mago y Poeta". Mi blog de mí.
Mi agrado fue mayúsculo, cuando vi el éxito de mis relatos en Méjico y en España fundamentalmente. Lo que faltaba: hacía lo que más me agradaba, y encima gustaba y mucho a gentes de otros lares. Qué bello y mágico ...
Y, aquí seguimos. Aquí, sigo. Con la misma ilusión de siempre. Ahora, veo que mis lectores son menos. Supongo que son cosas de la crisis y de los cambios en los navegadores y en los nuevas formas de la intercomunicación en la Red de redes. Pero, por todo lo contrario, para mí es un reto. Me gusta la adversidad. Ahora mi objetivo es recuperar mi share personal. Y lo voy a lograr de nuevo a base de mi ilusión y de la vuestra. Os quiero a tod@s.
¡Ah!, y antes dejaros hasta mañana, advertiros a mis fieles seguidores con fotografía en mi blog, que si no os véis en el navegador Internet Explorer, no os preocupéis. Seguís estando tod@s en mi blog. Nadie os ha borrado. Si os descargáis el navegador Google Chrome, o bien el Mozilla Firefox, veréis cómo seguís tod@s ahí.
-Y YO, CON VOSOTR@S-
0 comentarios:
Publicar un comentario