Se va. Con toda la sorpresa inesperada, la Presidenta de la autonomía de Madrid, ha anunciado con quiebro de voz y con lágrimas en los ojos, que presenta su dimisión y por razones personales. Socorrido argumento.
Esperanza Aguirre, se ha ido casi sin avisar. Lo que pasa es que esta componente del núcleo duro del Partido Popular, nunca ha tenido grandes rumores o remilgos. No diré que siempre ha hecho lo que le ha querido, pero casi. A esta mujer, que le dijeran que no, le dolía demasiado.
Aguirre, tiene pinta de señora con tremenda sonrisa enigmática y aparentemente frágil, pero con un látigo de hierro como gran respuesta. Seguramente, ha sido la gran dama de hierro de la derecha de este país y de toda la historia de nuestra democracia. Nuestra Thatcher.
Esperanza ha sido ambiciosa, de corte populista, y de ideas absolutamente entregadas a los tipos del poder y de la cumbre. Ha sido una gran boxeadora. Ha luchado como una leona sin escrúpulos, y ha defendido todo lo tradicional como pocas personas.
Nunca nadie esperaba al principio de su rutilante carrera, sus garras temibles. Se equivocaban. Esperanza ha sido la verdadera gran cara visible y femenina de la derecha de este país, se ha enfrentado a todos los que ha querido, les ha soltado estopa con micrófonos delante o sin ellos, y hasta en cierta ocasión encaró como una hoolingan a una mujer que la criticaba y la mostraba rechazo. Tremenda ...
Esperanza Aguirre ha tomado como sacra la idea de la España de la Iglesia, y contra los rojos. Ha odiado a los sindicatos, al Psoe, a los movimientos independentistas, y a todo aquello que pudiera representar para ella un desorden inaceptable. Sí. La Aguirre ha sido intolerante y sin concesiones con sus enemigos, algunos de ellos en su propio partido sitos. Todo el mundo supo de su mal rollo con Alberto Ruíz Gallardón.
De derechas a tope, Esperanza ha representado a lo más radical del partido que ahora dirige Mariano Rajoy. Ha defendido su posición con todas las consecuencias. Afectada de cáncer, ha sufrido sus rigores y al parecer afortunadamente con mucho éxito. Pero la política, es el día a día. Y el tiempo político está ahora muy jodido y delicadamente abrupto.
El otro día dijo que estaría en contra de la cadena perpetua, exceptuando al ex torturador vasco, Bolinaga, afectado por un cáncer parece que definitivo. Cuando los jueces han dicho que el ex etarra salga de la cárcel y muera junto a los suyos, la ira se la ha comido. Y se lo ha debido decir al Presidente.
Rajoy, no quiere líos. Bastante tiene ya con el rescate, las protestas en la calle, el enfado de los nacionalismos, o la prima de riesgo y los alemanes, como para que le venga la Aguirre con cuentos u opiniones personales y sin miramientos.
Esperanza, no ha querido aguantarle. Cuando ha visto que el Presidente no la hacía el caso debido, no se lo ha pensado y a todos ha sorprendido. Ha cogido sus bártulos, y a otra cosa, mariposa. A élla, no la para ni Rajoy ni nadie. No ha nacido para soportar ser segunda fila, y si las circunstancias la han llevado ahí, ella se quita de en medio aunque sea dando la espantada como hacen los informales toreros. Esperanza se va, y la izquierda española se pone alegre y respira. Menudo hueso acaba de desaparecer del primer plano.
-SENCILLAMENTE, TEMIBLE-
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