Que, dicho de otra manera, podría significar: Dejen al Profeta Mahoma en paz. Siempre santa, la palabra paz. Siempre necesaria, alimenticia, profiláctica y sanitaria. La salud del respeto entre todos.
Sí. Las religiones tienen todas el derecho del respeto. Cada ser humano tiene o puede tener, el deseo de creer en quien quiera. Respetuoso será el judaísmo, el catolicismo, el islamismo, el budismo, el sintoísmo, y absolutamente todos los credos.
Barack Obama debe ser severo con quien no tenga ese consenso de respeto. Uno de los suyos, ha ridiculizado al Profeta musulmán Mahoma, y el pueblo árabe creyente ha montado en cólera. El odio casi atávico, salta como los incendios asolando verdades y mentiras, y dejando únicamente al instinto primario y al radicalismo como eje de toda verdad. Por eso hay que extremar las sensateces.
En muchos países de mayoría musulmana, hay mucha pobreza. Demasiada pobreza. Y en esos contextos de necesidad y de fragilidad, la idea de lo religioso se vuelve imperiosa y necesaria como identidad y como verdad. Hay que tener mucho cuidado con las excentricidades y las bromas que pueden sonar a pesadas.
El embajador estadounidense en la Libia post-Gaddafi, ha sido una de las víctimas del majadero insensato que no tuvo otra ocurrencia que hacer un film demasiado arriesgado y bien poco calculado. Monumental e inaceptable pifia.
No. El creador ha de ser sensible e inteligente, y ver y darse cuenta de las características de los contextos. Las intensidades emocionales, suelen ser muy distintas en función de las circunstancias. Y, a veces, seguramente sin desearlo, hacemos daño en la piel vulnerable.
Ahora toca pasar la manguera humana y reflexiva, que detenga el fuego izado. Hay que pedir disculpas, no hacer ni entrar en absurdas provocaciones, y devolver al esperanzado y ya en algunos casos democrático pueblo árabe, que se relaje y descanse reposado el dolor y la sensación de falta de respeto a uno de sus símbolos más queridos y destacados.
Es el momento de la calma, de la diplomacia, de separar el grano de la paja, y de no intentar afianzar irresponsabilidades. Obama lo acaba de destacar: "Absolutamente todas las religiones, y por supuesto el Islam, han de tener y tendrán todo nuestro respeto y nuestra consideración".
No se puede consentir que a causa de un petimetre inoportuno, los equilibrios de la paz sufran convulsiones. Echar leña al fuego, es de monos. Si ya existe una pugna y hasta segmentos claros de rivalidades y de odios larvados, debe imponerse el canto mágico de la sensatez.
Yo, soy ateo. Pero respeto naturalmente a todos los seres humanos que creen, y no me hace maldita la gracia del cineasta inoportuno. A nadie le puede agradar que le metan el dedo en un ojo. Nunca es agradable, sino doloroso.
Sí. Los odios deben ceder. Solo así pueden acercarse los pueblos entre sí, y toda la tolerancia y la mejor confianza. Vaya desde aquí mi respeto a todos los seres humanos de cualquier religión, aunque yo no profese ninguna. Pero, para mí, las sensibilidades de las personas son realmente las que cuentan.
-CALMA Y PAZ-
0 comentarios:
Publicar un comentario