Y no me limito a hablar de su calidad como tenista. Y éso, que hoy por hoy es el mejor que hay. Esta misma noche, nos ha maravillado, ganando el Open USA de tenis. Pero yo quiero hablar de más cosas que eso.
Tiene ahora veinticuatro años. De jovencillo iba lanzado a por todo. Lo ganaba todo. Imparable. Todos los grandes torneos, se derrumbaban hacia él, enamorados. La máquina. Un chiquillo máquina, que te dejaba con la boca abierta. ¡Este tío es de otro planeta! ¿Será posible lo que hace?...
Hasta que un día, se pasó de rosca. Y sus rodillas, empezaron a darle por saco. El exceso de partidos derivado de una planificación demencial, le pasaron factura.
Su dolor en dichas rodillas era tal, que apenas podía siquiera entrenarse con normalidad. Y por si fuera poco revés la precoz lesión de una estrella rutilante, sus padres se separaron. Lo que faltaba.
Nadal se quedó sin rodillas fuertes, y tuvo que soportar una experiencia dura como es el muchacho que ve cómo las personas que le han traído a este mundo, cortan y deciden seguir rumbos distintos.
Y ahí empieza la maravilla Nadal. Al principio todo es belleza y estrellas. Luego, se sorprende y no comprende a sus padres. Le cuesta concentrarse en los partidos. No puede sonreír, aunque gane de calle. Y va y encima, cuando se pone a entrenar, se le cascan las rodillas y debe dejarlo.
Rafa Nadal esconde algo que pocos esperábamos. Una fuerza mental y una madurez, impropias de su edad.
Rafa, reflexiona sereno. Y toma decisiones. Si papá y mamá se han separado, ha sido en libertad y porque será mejor para los dos. Sé que me querrán siempre. Si me duelen las rodillas, me iré a un médico y que me diga qué debo hacer...
Sin apenas bajarse del Olimpo de su naturalidad, Rafa se toma un tiempo de descanso después de sus constantes derrotas, aumenta el tiempo de sus descansos de recuperación, y se levanta.
Sin alardes ni estridencias, Rafa se pone de pie. Va a las pistas, y apenas le duelen las rodillas. Y anímicamente, se ve mucho más recuperado del palo vital.
Gana el único torneo de tenis que le quedaba por ganar, y nos dice que dicho tenis no es lo más importante del mundo. Que lo único importante del mundo, es seguir siendo feliz y disfrutando de las cosas cotidianas. Quen seguirá en el deporte, porque disfruta con el deporte. Y que cuando deje de disfrutar, se dedicará a otra cosa. ¡¡ Maravilloso !!
Tiene veinticuatro años y la sencillez de un hombre maduro y sabio. Es el mejor, y nos hace felices a todos. Pero Rafa tiene siempre los pies en el suelo: "Oigan, no exageren. Que esto es solo tenis, ¿eh?...
- ¡SOMBRERAZO, CHAVAL! -
2 comentarios:
Rafa Nadal es el más grande¡¡¡¡¡ Gran deportista, caballero, buena persona, lo tiene todo, un gran ejemplo para nuestros niños.
besos
Ejemplo para los niños. Hago mía tu frase certera, Honey!
Remuakss!
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