Pues os confieso que hoy me siento más feliz que otros días. Sí. Hoy, 29 de Septiembre de 2010. El día de la Huelga General de los trabajadores en España.
A diferencia de otros días del año, hoy veo vida en las calles, en las acciones, y en los rostros. Sí. Vida. Y además, vida real y protagonizada por aquellos que nunca apenas cuentan: las clases desfavorecidas.
Es casi como un carnaval coyuntural y romántico, en el que casi de repente el pueblo llano toma la calle. Sí. Literalmente. Por unas horas los trabajadores también cuentan. La lucha del movimiento sindical y obrero, sigue teniendo fruto y derechos. Por mucho que se empeñen en aplastarles, descalificarles y hacerles la puñeta, la clase obrera sigue con dignidad en la lucha por sus cosas y por sus intereses. Por la justicia social. Por seguir ahí.
Yo, me alegro. Me alegro de que sigan batallando. Me alegra mucho más su decisión, que si finalmente logran ser prácticos. Porque, en días como los actuales, ser obrero es ser una heroicidad. En tiempos de mansos y de resignados, es un verdadero placer ver a gente irreductible e inconformista. En el fondo, son un ejemplo para todos.
Verles pugnar con las fuerzas del orden, luchar en desventaja contra causas aparentemente imposibles, y estar ahí al pie del cañón desde las últimas horas anteriores a la gran jornada de lucha y aguantando estopa, tiene en los comodones tiempos actuales un gran mérito.
Sí, amigas y amigos. El pueblo con menos recursos, las clases más oprimidas, siguen en el tajo y apretando. Y éso, es vital. La vida no solo la marcan los referentes económicos del sacrosanto capitalismo o del consumismo de las clases medias, sino que hay más gente. Mucha más gente vital de la que creemos.
Más allá de banqueros, financieros o políticos, hay un mundo real ahí debajo que respira, late y siente. Y que no está dispuesto a que las cosas se cierren con corsés, a que sus derechos se esquilmen en beneficio de los que tienen la sartén por el mango, o que sus esperanzas deban pasar al limbo llamado mera supervivencia.
Insisto. Me da igual si el Gobierno hace caso a las protestas y al descontento de cerca de cinco millones de parados. Lo que más me importa es que hay gente con bemoles que se parte la cara con quien haga falta, y que tiene la personalidad de tomar las decisiones por su cuenta y sin que se las marquen ni los patrones, ni la tele, ni los superiores, ni nadie... Coraje cívico.
Me enamora la personalidad y el arrojo de las clases de abajo. De la gente llana, que pelea por su dignidad. ¡Enhorabuena a todas y a todos vosotr@s!
-Y QUE OS CRITIQUEN LO QUE QUIERAN-
6 comentarios:
Y yo me pregunto?..donde está mi libertad para decidir lo que quiero hacer?.. Es justo que me insulten por hacer uso de esa libertad que me otorga el vivir en una Democrácia?..Es justo que me agredan no solo verbalmente?..es justo que al comerciante de enfrente de mi trabajo le rompan los cristales?..pues eso.. Huelga si.. pero mi libertad de decidir y la libertad de otros también... y que no me digan que los que agreden no son componentes de los Sindicatos convocantes...algunos si.
No intento con este comentario polemizar con nadie.. simplemente uso mi libertad de expresión.
Besos maguito...
Dulce
Mago, esa diferencia que planteas, considero que ya está pasada de moda, pero siendo así, el derecho a la huelga, es un derecho fundamental que tenemos las personas, pero también lo tiene quién no quiere ejercerlo. ¿Dónde termina la libertad de uno y empieza la del otro?. Coincido contigo Dulce.
Besos. Obexa
Tu libertad, Dulce, es decidir que no quieres hacer dicha Huelga.
Toda la violencia de la que me hablas es absolutamente intolerable, amiga.
La Democracia es un enorme tesoro que hemos de conservar.
No es cuestión de polemizar sino de mostrar abiertamente tu opinión con absoluta libertad, amiga.
Me halaga dicha confianza en mostrar tal opinión, y con tu permiso te doy mil besos bien mágicos.
Esmuaksss, Dulce!
Te leo, coincida o no, con sumo placer, OBEXA.
Ah, el gran placer de la discrepancia,amiga!
Expresada queda tu opinión.
Más besos!!!
Coraje llamas tu a delinquir, mago?
Romper lunas, escaparates, cristales, incendiar autobuses....eso es coraje?
Eso simple y llanamente es un delito.
Ah, y otra cosa, la gente llana que tu dices no tiene bemoles; si los tuviera otro gallo les cantaría.
Es así, maguito...la vida es así y no como nos gustaría que fuera.
Lord canciller
Coraje no llamo yo a romper nada, Lord.Y además ya sabes que en Barcelona algunos grupos que no tenían que ver con la pacífica huelga, llamados antisistema fueron los que la liaron. En general fue una jornada sin incidentes, amigo.
Esmuaks, careta!
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