
Alto y fuerte. Como una roca descuidada y confiada. Independiente, raro y solitario. Como otros miles de personas en el mundo. Se llama Jaime y su soledad es orgullosa y audaz. Temeraria y libre. Pero el dios del tiempo no solo es libre, sino que mandará y dominará, y ahí Jaime solo puede disimular que pasa por su lado.A Jaime le falta un ojo por dejadez. Lo primero fue siempre su trabajo exuberante de peluquero, que más cornás da el hambre. Y además, esa precariedad e inmediatez le hace a uno,...