Ahora. Por estas fechas se cumple un año. Anunciaron una quedada para conocerse en una web de internet de mi ciudad. Yo, al principio, sentía el pudor y el apuro propios de quien no conoce estos lugares de encuentro. Pero tuve la decisión social y conquista personal de atreverme a acudir.
Cuatro gatos despistados y muy diferentes encontré. Gente en general más joven que yo, pero con idéntico deseo de salir de la atrapadora soledad.
Conocerse. Verbo esencial. Para mí, conocerse ingenuamente era hacer amigas y amigos de verdad. Pero el mundo para mí casi inédito, es muchísimo más complejo y diverso que esa afirmación de romanticismo y hasta simpleza.
¿Amigos a mis cincuenta años? ... Comenzaron las cenas, y todo me sobrepasó. Aquella industria de la soledad parecía necesitar de los efectos especiales. Cerveza al canto y ruidazos por doquier, juerga y más juerga intrascendente para olvidarse de sí mism@s, y hasta la nueva convocatoria. ¡Ah! Y un regalo: te metían en un grupo de waatsap si hacías meritoriaje, caías bien, y si tu móvil anticuado tenía el wifi necesario. Entre otras cosas ...
Vi gente muy quemada, y algo peor: habían vivido todo lo del mundo y habían roto con sus parejas, o se habían separado, o no se llevaban bien con sus ex, o todo menos acercamientos, asunciones de responsabilidades, o deseos reales de cercanía. Cometían muchas faltas de ortografía por el waatsap ...
Yo siempre pensé erradamente que hacer amigos sería una cosa muy sencilla. Pero me hallé en mi caminar con caparazones y escudos por todos los sitios. Que alguien te dijera la verdad desnuda y la intimidad de las cosas, era milagroso. Yo, les sonsacaba cuanto podía, pero pronto se daban cuenta de mi periodismo, se ponían seri@s, se alejaban, y establecían una pared infranqueable.
Los más afines decidían hábilmente tantearse de otra manera. Hablar de cosas menores, y cuidar sus poses y sus estrategias. La idea era no llegar a casa igual de solos que antes y encima peleados.
Me costó mucha ayuda asumir esas dificultades de las diferencias. Yo era un tío que porfiaba y desnudaba demasiado. Finalmente, sacaba mi sentido del humor y les desarmaba. Ya no me veían tan peligroso ...
El buen rollo se extendió y pasó de boca a oreja. Venían y venían. Y además tuve suerte y empezó a llegar más gente de mi edad y se fue esfumando la grey jovencita. El grupo de "todas las edades" cogió cordura y las cosas fueron encajando mejor. Por cierto, que, meses después, el fundador del grupo se cansó y se largó sin dar explicaciones. Afortunadamente, la cosa se salvó por el intercambio previo de los teléfonos entre los componentes del citado grupo.
Hace ahora un año de todo aquello. De los pioneros, quedamos una mujer con la que nunca he sintonizado bien, una chica oriental que está aquí de paso para aprender español y poco más, y este modesto servidor que os escribe.
Lo mejor ha sido la viva continuidad. En cada cena aparecía gente nueva, y entre semana nos repasábamos los unos a los otros. Mi escaso tiempo, mi nulo dinero, y mi no coche estropearon las cosas. Mi escasa libertad que no me ofrecen mis delicadas rodillas hace todo lo demás. Me suelo descolgar de las quedadas pues sacrifico mi tiempo para mi mamá senecta.
Pero, sí, lo mejor es la viveza y la continuidad. Voy haciendo de algunos conocid@s aspirantes a amig@s. Pero ni la noche está hecha para mí, ni me gusta la risotada vacua o el verse por verse. Quiero aspirar a bastante más. Es muy difícil. Solo el tiempo me dirá el éxito o el rumbo de mis objetivos. Ni voy a cambiar yo a mi edad, ni cambiarán ellas ni ellos. ¡Faltaría plus! Pero en el día a día y en el transcurrir del tiempo, están las soluciones de mi ubicación ahí.
-TODO SE VERÁ-
2 comentarios:
Amigo Vicente.Te conozco desde aquel entrañable «charlas del mundo».Seccion« Agua» mas concretamente.Desaparecio,un buen dia,de repente...y nos quedamos colgados, sin poder despedirnos.Quedaron atras horas de compañia.Amigos virtuales sin posibilidad ya de pasar a reales.Hemos crecido pero yo no olvido gente way.Tu,Ics,loca sartenes,Fresita,Boheme..
Un abrazo muy gordo,desde Bilbao,vuestro amigo Dmilu.
Un entrañable abrazo, Dmilu!
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