Menos de un mes para la maravillosa locura. Todo parece empezar con el acto de llamamiento de la Fallera Mayor a los valencianos y demás seres humanos del mundo mundial para que se sumen a este evento espectacular ruidoso y barroco-,con ridículo de la alcaldesa incluído-. Rita Barberá tuvo una tarde aciaga y de calor inesperado.
Pero las calles de Valencia están a un mes de ser otra cosa, y los coches se quedarán estacionados y el sedentarismo se joderá. Ahora, los electrecistas y entusiastas con tiempo libre ya se están encargando de colocar las bombillas que decoran las calles de las Comisiones Falleras. Nuestro carnaval valenciano va cogiendo paulatinamente carrerilla.
A partir del día 1 de Marzo, y todos los días, habrá ruído y mascletá en la Plaza del Ayuntamiento, en donde una muchedumbre de personas se concentrará para disfrutar de la ensordecedora exhibición pirotécnica. La ciudad se llamará Fallas, y todo será fallero, y bien pronto comenzarán los cortes de las calles, y los espacios habituales será tomados por ese gobierno festero y de excesos que se llama Junta Central Fallera.
Los petardos. El ruído. En menos de un mes Valencia será una música de fondo de explosiones festivas que durarán veinticinco horas al día. Eso coincidirá cuando lleguen las vacaciones escolares y los niños recuperen el ágora hurtada durante el resto del año a causa del imperio del coche y de las nuevas costumbres.
Las Fallas, son la calle. Salir a la calle. Pasear por la ciudad aprovechando que tenemos el mejor clima del mundo superando que ya es decir a las mismas Islas Canarias. Las Fallas son la repanocha, la sátira casi siempre conservadora pero valenciana, el monumento fallero y su creatividad artística, la monumentalidad y el barroquismo, el "pensat y fet", lo inmediato, lo huertano que comulga con lo urbano y capitalismo, y el poder potentísimo y casi inamovible de la tradición.
Las Fallas son como los sanfermines valencianos e internacionales, todo como siempre y sin miramientos, y al que no le gusten las muchedumbres o la alagarabía trepidante lo lleva claro y es mejor que coja el primer tren o autobús y ponga kilómetros de distancia. Si se queda, que asuma el tsunami que pronto llegará. Y si se queja, peor para él.
Japoneses, buñuelos, desorden, horchata, paellas, australianos, globalización, cocacolas, blusones falleros, y peinetas de falleras, y trajes barrocos de valenciana fallera, y cenas de hermandad, y la sensación de que todo es transgresión y pernada, y que es un tiempo distinto, y las fotos inolvidables para subirlas al Face, y el gran patio de recreo urbano de los niños, y que parece todo más al alcance.
Y el calorcillo de Marzo que envuelve y marea, y la Playa de la Malvarrosa, y las naranjas, y de nuevo la gran ciudad, y los castillos de fuegos artificiales nocturnos en las noches de estrellas y siempre el amor y la amistad.
Convento Jerusalén, Nou Campanar, Na Jornada, Exposición, La Merced, El Mercado, El Pilar, Sueca, Cuba, Denia, Ruzafa, y tantas y tantas fallas que se disputarán la Champions a la mejor Falla de la Sección Especial. Y del 15 al 19 de Marzo todo será exceso y exageración, homenaje y Ofrenda a la Virgen de los Desamparados, y la espera de la gran noche del Patrón San José.
En esa misma noche arderán todas las Fallas de Valencia, y solo algún muñeco quedará indultado. Y los falleros y Valencia se renovarán ante el asombro de los turistas que por vez primera vez nos visitarán. Pero sabemos que el próximo año habrá una nueva primavera, y nuevas Fallas, y arte renacido, y más monumentalidad y todo el ruído. Más aún.
-VALENCIA ES ASÍ-
0 comentarios:
Publicar un comentario