domingo, 21 de junio de 2015

- UNA PENA LO DE JAVI -



Hará un año que supe de él. Tímido y raro. Treinteañero y orgulloso. Se incorporaba a nuestro grupo de amistades que nacía, y entonces el bueno de Javi recibía algunas sonrisas y corteses. Toda una incógnita en él. Quizá pronto supiésemos por dónde iba.
Javi se enrocaba bastante. Enmudecía y solo se dirigía a unos pocos para enseñarles sus proyectos de grabaciones musicales. Me di cuenta de que Javi tenía un tremendo vacío en su interior pero lo interpreté como el fruto de la ruptura con una chica que decía que le gustaba y que ya todo había concluído.
Nunca vi maldad en Javi. Le observé necesitado, incomprendido, embustero, manipulador y rápido. Pero siempre me pareció su pose defensiva un acto de reafirmación y de reinvindicación.
La gente pasaba de él, pero yo valoraba los esfuerzos que hacía por venir al grupo porque me daba cuenta de lo que debería costarle tomar tan sanas decisiones. Javi estaba luchando por abrirse, por hacer camino, por socializarse, por portarse bien, y su fragilidad me impresionaba y no me gustaba mojarme demasiado cuando me pedían opinión sobre él.
Pero el tiempo corría demasiado rápido y desnudo. El grupo de amigos comenzó a hacerle distancia, y yo me di cuenta de que le llovían los sambenitos y las sentencias. Javi ya no era grato en el ambiente, y ...
Y Javi comenzó con sus rabietas de inmaduro y recordó a esa novia que ya no lo es, y su machismo de vendetta le llamó a faltar al respeto a las mujeres del grupo, y la cosa comenzó a salirse demasiado de madre.
Javi hacía amagos de seguir viniendo al grupo, pero era llegar y salir disparado. Debía sentirse demasiado miedo en los adentros. Hasta que un día,-tras dar la nota de nuevo-, ya dejó definitivamente de venir a las citas.
Debía tener problemas de drogas, o mentales, o de alcohol, o de autodefinición personal. ¡Y toda la rabia! ...
Dimitió y no vino más a nuestro grupo. Desde ese momento temí lo peor. Y pasaron muchos meses sin verle. Como si le hubiese tragado la Tierra ...
El otro día no me gustó lo que le vi por la Plaza del Ayuntamiento. Andaba desesperado, pedía tabaco a la gente, o dinero, o lo que se le antojado. Iba como un zombie desesperado de unos a otros en un día de potente calor.
Le vi muy excitado y derrotado a Javi. Y pensé en los selectivos y hasta crueles e impacientes que pudimos ser en aquel grupo de amig@s que empezaba. Somos en extremo exigentes con los seres frágiles y bien vulnerables. No le tuvimos paciencia a aquel extraño y hasta carismático muchacho.
Se fue, porque entre todos decidimos que se había pasado séis pueblos y que ya estaba bien. Y yo me sentí con la conciencia intranquila por haberle tirado como todos de aquel grupo. ¿Estaba ahora Javi más arropado desde su soledad tan descarnada y atropellada? ...
Javi pareció respetarme bastante. El día que le vi se hizo el sueco y no se acercó a mí porque mi presencia le producía apuro y vergüenza. Dolor. Yo era para él un tiempo que se le fue de las manos y que perdió. Mi ser suponía para Javi  la imagen del ganador, y él me parece que está ahora para adular bien poco a los hipotéticos ganadores.
Javi va mal. Y si no tiene suerte, irá a peor. Como siga su deriva actual, pronto sus problemas podrían hacerse irresolubles o caminar hacia la cronificación o el condicionamiento definitivo. Puede Javi estar transitando por sus últimas batallas que le lleven a ser un chico normal.
-QUE ES EN EL FONDO LO QUE ES-

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