martes, 10 de marzo de 2015

- EL BARÇA SE PONE LEADER DE LA LIGA -



El Barcelona le pone sexy y emoción a la Liga a punto de llegar a la decisiva primavera del fútbol español. Y eso lo agradece el espectador medio. La dictadura incontestable del férreo y boxeador Real Madrid encuentra una respuesta casi inesperada por parte de los de Luis Enrique. La igualdad ha llegado otra vez. Y los dos aspirantes al título se han puesto guapos y estrellas. Quieren toda la rivalidad y la atención. Los sucesivos combates están servidos.
Pocos lo esperaban este año. La máquina de Florentino navegaba rutilante y hasta sin oposición en toda la primera parte de la Liga. El Atlético de Madrid no es el de otros años, y el Barça andaba entre la inconsistencia de mil guerras internas negativistas.
Pero, cosas del fútbol, la situación se ha modificado. El Real parece tocado físicamente, han llegado las lesiones y la baja forma, y su estela de inabordable se ha refugiado en la oscura duda.
El Barça es mucho las exhibiciones de Messi y su ofensiva letal goleadora con excelsa calidad. El centrocampista Rakitic da músculo y relevo al talento de los consagrados, mientras Piqué vuelve a mostrar su grandeza agazapada tras sus veleidades juveniles. Finalmente, Luis Suárez tira el infortunio al saco y mete el balón entre los tres postes. Otro factor de crecimiento azulgrana.
El Barcelona, pelea cada balón. Ha recuperado honradez futbolística y competitiva. Hacen pressing y se quitan las moscas de la rutina de encima. Sudan la camiseta y siguen mirando hacia adelante. Y se dejan de mitologías y buscan el camino de su alto destino. Han de ganar, y ganan. No es ni será aquel fútbol de orfebrería, pero ahora el grupo se arremanga y es efectivo. De eso se trata.
El Madrid tampoco esperaba no ser leader ahora. Seguramente hay demasiada confianza y oropel. Será transitorio, y no solo porque las bajas se irán de nuevo incorporando. Sino porque el orgullo blanco sabe salir airoso de las heridas y muy pronto se recuperará y mostrará garras de ganador y de campeón. Pero en el fútbol un segundo en la impaciencia es un siglo mediático, y cualquier incidencia lógica se estira hasta el esperpento. La pasión nunca es lógica ni razonable.
Es lo mejor que podía pasarle a la Liga. Que vuelva la rivalidad y la confrontación directa. Que los dos grandes vuelvan al ring de las posibilidades y del éxito. Que el fútbol español presuma en la cumbre de tener esa gracia y ese atractivo tan necesario como esencial.
Ahora el Barça es el líder de la Liga. Y eso siempre espolea y gratifica, pero a la vez mete presión. Ir de tapado parece ser más cómodo e indirecto, más desahogado y anónimo. Ahora el equipo azulgrana es quien manda aquí. El sheriff del condado patrio. Y el Real es el segundo y hay que aguantarse y apretar los dientes.
Mas la diferencia cronológica en fútbol del alto quilate, es fugacidad y hasta publicidad. Los ataques entre ambas escuadras serán constantes, y los demarrages demoledores en medio de los míticos puntos y picos de la primavera atractiva que pronto llegará.
Todo está más abierto y en el aire. Todo es más discutible y cercano, enemigo y carnoso, evidente y paulatino, demostrativo y retador. La igualdad es buen síntoma, los caballos están lozanos, y sus jinetes con el alta de competidores en la mano. En poco tiempo todo puede cambiar o permanecer. Es ese vértigo necesario y conveniente para el aficionado.
-PARTIDO A PARTIDO-

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