Eran las tres y media de la tarde. Del jueves pasado. Como de habitual, alguien se había dejado la puerta de la calle parcial o totalmente abierta. Y me alegra decir que esta vez la sensación de fastidio y rechazo, se vio complementada por una idea absolutamente necesaria y oportuna, y que en otro momento de mi vida pasaba desapercibida y sin la adecuada reflexión. Había cosas de mi finca, vecindario y barriada, que me eran realmente casi imposibles de comprender.
Pero este jueves pasado, se me encendió finalmente la oportuna y apagada bombilla. Ahora podía ver mucho mejor. La perspectiva empezaba a ser copulativa con la lógica. Empezaba a entender ...
¿Era lógico que la puerta exterior estuviese abierta y a merced de los ladrones o facinerosos a las tres de la tarde y sin mayores protestas de nadie? La respuesta no era no. La verdadera puntería de ecuación resuelta tenía que ver con el contexto. Porque mi finca no es ni puede ser convencional sino distinta. Aquí se hegemoniza desde ha mucho,-que es cuando los propietarios de toda la vida se marcharon a casas más nuevas y confortables-, la idea del ratio de edad de los treinteañeros de familia bien que se afincan fugaz o definitivamente en mi barriada.
Al no haber ascensores aquí, la gente mayor o de una edad más madura declina venirse a este barrio. La barriada, tal y como yo siempre quise concebirla, ya se murió y no puede por lo tanto existir. Esto es semejante a un Colegio Mayor sin bedel o vigilante. Y desde esta idea debe partir absolutamente todo mi desagrado. Y solo desde este contexto especial y determinado.
Ahora ya entiendo mejor lo que pasó, está pasando y pasará. Aquí ladrarán los perros a cualquier hora del día y de la noche sin que nadie diga nada en contrario, olerá a porro, me quedaré a oscuras mientras subo las escaleras porque el temporizador no está regulado pensando en los ritmos de los mayores, habrá una utilización sui géneris de las terracitas de la fachada posterior construídas desde el desierto del franquismo y llevadas a legalidad desde los derechos adquiridos con motivo del tiempo transcurrido desde su construcción, la puerta de la calle será un azar imposible en su cerrado, y las ideas de los jovencitos que viven su mundo con generosa impunidad, serán francas y evidentes. Individualismos, necesidad de autoafirmarse camino de la adultez, la calle llena de bares de oportunistas aprovechando la desaparición del pequeño comercio, y la astucia de los viejos propietarios a los que el afronte de los problemas reales de sus todavía viviendas se la trae al pairo.
Conclusión: el que está de más aquí, soy yo. Estos muchachos que me rodean no pueden pensar que no sea en su mundo y en cómo salir airosos de sus situaciones personales. Nunca les hables demasiado de lo colectivo o de las normas éticas. A estas personas hay que dejarlas estar, hacerse a un lado, evitar en lo posible meterse en charcos de inconsecuencias y hormonas, y mostrarse conservador en extremo.
Sí. Me alegré mucho el otro día. Porque hubo un antes y un después. Es verdad que me duele mi finca y mi barriada porque aquí nací y nunca me he movido de este sitio. Pero ese dolor y esa decepción debe dejar paso a una prioridad mayor. La única realidad es que mi barrio ya no es un lugar apropiado para que siga viviendo la gente carroza como yo.
Y sobre todo, la mágica enseñanza, es intentar asumir que en este lugar puede pasar absolutamente todo lo imaginable y sin una supervisión adulta necesaria que equilibre conductas y posiciones. Aquí no hay nada que hacer.
Lo jodido era cuando yo no podía concebir que mi barriada había cambiado de modo abismal y que todo había pasado a mejor vida. Por eso me siento ahora potentemente alegre y asumido. Porque ahora mi camino sale del esoterismo y se adentra en la lógica situacional y real. En 2016, mi barriada es la que es. La que puede ser y la que no hay más remedio que haya. No puede ser de otra manera.
¡ALBRICIAS!
3 comentarios:
Portales abiertos.El control lo establecian las normas no escritas y la absoluta confianza.Podian picar en tu aldaba,recuerdas?,o,excepcionalmente,en tu moderno timbre.Quizas para visitar a tu niňo enfermo,o interesarse por tu propia salud o,quizas,para pedirte un pico de sal o de aceite.No habia malas gentes.Hoy dia hemos progresado.No se conoce a los vecinos.Unos por nuevos y los otros por viejos.Vida de puertas adentro y refugio seguro con cerraduras y puertas blindadas especiales.Asi se evitan sorpresas.Las sorpresas vienen,ahora,vestidas de cartero.Giros,citaciones,membretes de hacienda o ayuntamientos...
El enemigo acecha desde lejanos despachos o atrincherados en la legalidad de"elegidos por el pueblo".Es la Espaňa moderna,mago.Los ladrones de verdad los eligen,elegimos,perdon,en las urnas.Deja las puertas abiertas,mago.Los ladrones acechan tras despachos.Abre las puertas,esos son los que menos roban.
Mago,no te preocupes por los ladrones que ves.Los de verdad estan robando la caja de pensiones,por ejemplo.Tus ahorros,para que me entiendas.El PP ha saqueado ya 40000 millones de euros.Si siguen,en otros 2 aňos se la fuman.Ladrones invisibles.Es como la burbuja inmobiliaria de la Espaňa va bien de Aznar.Anota esto.En Dos aňos se cargan las extras.Si gana el PP oiremos lo de la herencia recibida y si gana el PSoe lo mismo.Tomad nota.
Pues eso es totalmente cierto.Pero lo que desconocen PP y PSOE es que estan cavando su tumba definitiva.La desconfianza que se esta gestando timidamente se va a convertir en ira.Van a desaparecer como partidos y crecera Podenos y otro partido que surja de derechas.Pp,psoe y ciudadanos van a quedar retratados en la misma fotografia.
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