lunes, 6 de abril de 2015

- ALBERT RIVERA, EL POLÍTICO DE MODA EN ESPAÑA CON "CIUTADANS". -



Joven, con pinta de arrollador y bien vestido, con modales educadamente enérgicos y mediáticos, surge y sorprende irrumpiendo desde la nueva generación de políticos españoles sin apenas arrugas ni pasado.
De derechas, vehemente, que parece tener mucha decisión en lo que apunta, y que acaba de hacer un excelente éxito autonómico y municipal en las Elecciones de Andalucía.
Es catalán y se llama Albert Rivera, y su partido se denomina "Ciutadans" y se expande en simpatía y oportunismo seguidista al resto de España llamándose igualmente "Ciudadanos".
Dicen que es su partido un PP emergente y que nace y crece a una velocidad casi excesiva y deslumbrante. En una España en donde hacen agua los dos grandes partidos políticos clásicos de la reciente Democracia, es bastante sencillo el descontento que se concreta en la aparición de nuevas formas y aparentemente exitosas de penetración y agudeza dentro de las grandes fisuras estructurales que parecen vejestorias a unos ritmos enloquecidos y propiciadores de gente echada para adelante.
Albert Rivera te dice que él nunca va a robar, ni a ser un corrupto, que tiene una buena colonia con olor a clase media/alta sostenible, y que otro mejor mundo ha de ser posible haciendo las correcciones oportunas. Lo que pasa es que en realidad se sabe muy poco de Ciudadanos y de este Partido que parece salir de la sorpresa para intentar mandar a los de Rajoy al Hogar político del Jubilado.
Es fácil y sencillo que te digan que eres joven y además le crean a uno. Lo que pasa es que en este país la nueva estética no es bueno que venga desde muchas defensas de lo ya establecido aunque se nos diga que haciendo muchísimas enmiendas y correcciones.
Del funeral pestilente y extraño del PP actual no pueden salir pececitos con hambre y con bastante prisa que engatusen y seduzcan a personas indecisas y desesperadas que actúen desde la buena fe. Para eso ya está el mágico y necesario "Podemos" de Pablo Iglesias y Echenique entre otros.
Albert Rivera significa la nueva derecha postmoderna que cree fundamentalmente en la idea unida de España más que en el hecho diferencial catalán. Y que salga un chaval apuestote de las tierras catalanas y que suelte que él es español por encima de todo, y que España por aquí y que España por allá, y que apuesta por la corriente económica que marca Bruselas y que es esa y ninguna otra más la idea de mejora y progreso, tiene la suficiente capacidad de misterio y de seducción para atrapar votos y más votos.
De seguir subiendo en las encuestas, "Ciutadans" de Albert Rivera, tendrá un enemigo más que claro y del que nada bueno o no lesivo habrá de poder esperar. Un PP herido puede ser una máquina de triturar adversarios afines y que puedan oler a traición. Un Partido gigante a las desesperada se lanzará sobre la yugular de Rivera como ya ha hecho con "Podemos" y por tierra, mar y aire.
Estorba bastante Rivera a todos y no digamos a los partidos situados a la derecha ideológica. Metidos en los más exóticos y variopintos fangos judiciales y de credibilidad, a Rivera le van a vigilar hasta el ADN.
Pero mientras tanto, casi de la nada, de una chistera que nace en Cataluña, desde los ojos y voz mediática y presencial de Albert Rivera, que le vayan quitando lo bailado y aguándole el presente de indicativo. Que es lo que es el dinámico y rápido Rivera: un velocista de la política que sabe que sus rivales directos tienen muchas lesiones y bien poquitas estrellas.
-MOMENTOS DE TRANSICIÓN-

0 comentarios:

Publicar un comentario