miércoles, 15 de diciembre de 2010

- RODRÍGUEZ MENÉNDEZ -

Sí. El abogado. El de la Noria de Tele 5. El de la tele. El hombre feo de la barba cerrada. Rodríguez Menéndez. El mismo.
Pícaro de Lázaro de Tormes, la abogacía es realmente a veces un coñazo. Es importante el destaque y la presencia,¿vale? Oh, Rodríguez Menéndez. Un día quiso ser algo más;mucho más. Acción. Eso es. deben de gustarle las películas de acción. Las de James Bond o las de Ronald Biggs. De acción y muchas aventuras. Qué guapas son las mujeres. Y están, para amarlas y para ser amado. Como dicen que dijeron los grandes profetas y poetas del amor eterno e inevitable.
Fantasma de la nada y galán de todos los charcos. Bullidor y prófugo. Víctima del mal de todos que son muchos , los cuales se confabulan contra él. Hay que medrar, se dijo cerca del Tormes. Pero, sobre todo, hay que salir siempre y aunque sea arrastras, de brillos y esperanzas.
Oye, mira, si la vida es money, a mí dame money y no me vengas con cuentos porque soy muy listo y te lo puedo demostrar. ¿Un fantasma y con papeles yo?, ¿el hombre del saco? No lo descartéis, porque si lo descartáis, ¿qué será de mí?...
Rodríguez tiene apellido de soltero, y ama la vida de los velocistas descarriados del placer y del poder. Para Rodríguez Menéndez, el mundo es una enorme película estratégica en donde no ganan los buenos por ser guapos, sino porque están preparados militar y talentosamente para salir airosos de sus confrontaciones con los taimados y dribladores malos de patrañas.
¿Malo o bueno Rodríguez Menéndez? Depende. Depende de muchas cosas. Es prófugo según unas leyes, y según otras mucho menos prófugo. Quizás sea en realidad, y sin quizás, un prófugo de sí mismo y de acción constante. Listo y bien bullidor.
Una mujer es la consecuencia de la belleza del dinero. A Rodríguez no han de faltarle las mujeres excitantes y jóvenes a su alrededor, ni sus dotes de mando, ni su participación estelar en las grandes películas de promoción. Él ha de ser el ganador de los films vitaes, el temible anónimo "fumanchú" que ataca en la noche oscura pero posible.
Sí. Toda la acción. ¡Que pasen muchas cosas! Que la ficción supere a la realidad. A veces, se puede. Es importante que el tren se mueva aunque sea de juguete, o que los caballos blancos te dejen con la boca abierta a causa de la admiración, a pesar de que sean de plástico.
Si no hay sol, es que me lo invento y es que voy ahí, ¿eh? Nada que temer, que soy el chico de la peli. Y a mí no me vengas con cuentos, quiero nombres y números, cosas concretas, "oye Mimí tráeme esto, pero no me traigas aquello". Mas, sobre todo, ni se te ocurra ser como yo.
-QUE YO, SOY YO-

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