Tienes treinta y cinco años y una criatura en tu vientre. Vas a ser mamá. Has sido el mejor ejemplo en este país para todas las chicas que desean hacer deporte y lograr triunfos...¿Y ahora, qué, Marta?
Por no saber envejecer para el deporte, por no querer aferrarte a la mentira de la eterna juventud, por asumir ese cáncer de la mierda de substancias que se meten en el cuerpo los bobos y tramposos, por ganar unas perras, o por no tener escrúpulos, va y llega la policía y te mete en el calabozo. ¿Valía la pena todo esto, Marta Domínguez? La respuesta es bien clara: NO.
El deporte es un gran negocio. Y aprovechando ese Pisuerga de las emociones, muchos golfos con titulaciones de médicos, hacen delincuencia boba, agazapados entre gente ilusa que busca como sea todos los triunfos habidos y por haber.
Incluso hay nombres de "referencia" como Eufemiano Fuentes, Pascua Piqueras, y algunos más. Sí. En España, -y en otros muchos países-, hay un cáncer de tramposos. Y de ese deseo idiota de ganar como sea, se ha constituído toda una red de jetas paralela al deporte sano y real, los cuales se están forrando y ganando prestigio y notoriedad en el lumpen del substrato, a costa de incautos ambiciosos que nunca podrán saber qué es realmente el deporte y lo deportivo.
La has cagado, Marta. Era mentira, o lo será, cuando te veía codearte en el tres mil obstáculos y tantas otras carreras,con las etíopes o kenyatas. La has cagado hasta el corvejón. Empieza a soplármela, tu mágica y femenina cinta rosa con la cual coqueteabas siempre y hacia el seguro Olimpo de los Sars. Todo era mentira. Eres una mentirosa, Marta. Pero, sobre todo, una mentira para tu propia conciencia. Intenta dormir si puedes. Pero, y por favor, y sobre todo, pídenos perdón. Y llegaste a ser vicepresidenta de la Federación de Atletismo... ¡Increíble!
No, amigas y amigos atletas. El deporte no es el dóping. Ni las substancias ayudadoras, ni las zarandajas de la industria de la trampa. ¡No nos las váis a colar!
Cuando a uno le duele algo, al médico. Cuando uno tiene anemia férrica, al médico. Cuando uno está extrañamente bajo de forma, al médico. Y si el médico te dice que debes guardar reposo, o quitar carga a los entrenos, o comer más, o lo que sea, hay que hacer lo que el médico os diga. Esto sí que es deporte. Ésto, es ser leal y deportivo, y bueno, y grande, y atleta maravillos@.
El gran atleta es el que sabe que se cansa y que le pueden ganar, pero se aguanta y no llora ni protesta por ello. Y en ese momento, la gran industria de la trampa del dóping, se va al carajo.
Tengo que volver a Marta. Tú eras un mito. Una superwoman, un icono; algo a adorar. Y todo lo has arruinado por boba. La gran dama, la ha cagado. Pide perdón, y volveré a creer en tí.
- ¡TOLERANCIA CERO! -
2 comentarios:
¿Y ahora qué? Qué tienes que decir. A ver si te enteras de que en un Estado de Derecho, TODOS, repito, TODOS somos inocentes mientras no se demuestre, judicialmente, lo contrario. Marta sigue, no ha dejado de serlo, siendo un mito y una estupenda mujer y atleta.
¿Quién dices que tiene que pedir perdón?
Hola, amigo Nacho Arias y gracias por leer mi blog.
En efecto, leo en la prensa, que la jueza ha desvinculado a Marta de la trama de dopaje, pero la mantiene como imputada por delitos contra Hacienda y dopaje deportivo.
Leído en el diario El País de hoy.
Cuando y ojalá, la señora jueza desvincule a Marta de esto último, entonces no me dolerán prendas de rectificar mi artículo crítico.
Esperemos pues acontecimientos.
Abrazos, amigo!
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