La valenciana Mª Teresa Fernández de la Vega, ha logrado llegar a ser la primera mujer de la España de la democracia en alcanzar nada menos que la Vicepresidencia del Gobierno. Aún parece lejos, que una mujer pueda optar a ser Presidenta de este país. Pero, con su presencia que ahora termina tras el relevo un tanto inesperado de Zapatero, el camino de una mujer hacia la Presidencia, se allana y aclara.
De la Vega ha demostrado ante todo, laboriosidad, contención y firmeza. Y ha impuesto,-como todas las pioneras-, un tamiz a la esfera de lo gubernamental, que chocaba contra lo antes no visto.
Teresa no ha renunciado a su naturalidad y libertad de mujer coqueta y actual, por el hecho del cargo. Y aprovechando su delgada y excelente madura figura, se ha puesto unos tacones y una ropa con colores y ceñida. Y nunca ha perdido los papeles en los debates, y jamás le ha perdido la cara al toro, y ha marchado con brillantez y hasta alguna audacia por los despachos del poder político.
Pero, su presencia en el alto estrado político, iba sin duda, a sacar el machismo ese que impregna toda nuestra cultura y ancestro. A De la Vega se llamó "bollera" con afán agresivo y despreciador, se le atribuyó lesbianismo cual pecado que ella siempre negó, y hasta romances con alguna que otro periodista. Y se le criticó la ropa, su forma de vestir, se confunció su dignidad política con altanería inaudita, y sobre todo, se le cuestionó que fuese mujer del Poder. Coto cerrado.
Ahora que acaba de salir del Gobierno, a consecuencia de una remodelación de Zapatero , escucho con asombro pero no con demasiada sorpresa, que otra política mujer, también sufre ataques machistas y además flagrantemente sexuales por el mismísimo alcalde de Valladolid. El tal señor, afirmó que cuando ve los morritos de Leyre Pajín, piensa en "cosas"... Este pensar golfo y machista, lo suelta el alcalde de una capital española en un medio, y se queda tan ancho. Luego y risiblemente, rectifica públicamente.
Esa es la idea que me queda de la ex Vicepresidenta del Gobierno de España. Que nos fijamos en su maquillaje, en su forma de vestir y peinar, y que su ejercicio del poder siempre fue y es juzgado por el varón y no solo por el varón, como intrusismo y lugar no para ella. Como si todavía estuviéramos en los tiempos de Franco, en los que la mujer solo servía para estar en casa y con la pata quebrada. Sus labores.
Yo quiero, modestamente, y desde las líneas breves de este escrito, felicitar a la señora De la Vega por su trabajo, por su contención, por su firmeza de mujer, y por no entrar al trapo de sus cavernícolas acusadores con el dedo.
-HASTA SIEMPRE-
6 comentarios:
Tranquilo, mago.
A de la Vega ya le han reservado en la sección dedicada a Egipto, subsección momias, del museo del Louvre un bonito lugar para que siga luciendo su estilizada figura y su mejor talante.
Arrea pa casa¡ ajajajaj
Que guasón eres,,lordmembrillo!
GRRRRR!
Su parecido con Ramses II es asombroso... Y una socialista que no ha salido una sola vez en la tele con el mismo vestido no deja de ser paradójico. No la echaremos de menos, no...
Aysss, cómo sóis!
GRRRRRR!
Mago, te recuerdo que en tiempos de Aznar fueron dos mujeres quienes presidieron el Congreso y el Senado, una Luisa Fernanda Rudi y otra Esperanza Aguirre (fue ministra y ahora preside una comunidad) y no por chorradas de pariedad, fue por sus méritos. Que la mujeres tenemos valía, no lo dudes porque es así y no por nuestra condición de ser mujer. Te digo que no siento en nada su marcha, siento más las de otras mujeres, y te voy a decir dos, una de cada partido para que exista pariedad en mi opinión, una María San Gil y otra Rosa Díez.
Besos, Mago. Obexa
Dicho queda, Obexa.
No obstante, me refería al mayor alto cargo logrado por una mujer en el seno y ejercicio del Poder Ejecutivo que es el Gobierno de una nación.
Gracias por tu amable opinión como siempre.
Y mil Esmuaksss!
Publicar un comentario