Ahí está Arnaldo Otegi. El gran líder de los abertzales que desean la independencia y tomar su propio rumbo camino a su autodeterminación.
Un héroe en Euzkadi que aparece como un joven Arzalluz lleno de vitalidad y energía renovada diciendo lo que en su tierra se desea oír.
Otegi es la voz potente de un gran desencuentro. Huele a tiempos nuevos que miran con decisión el camino hacia adelante. A Otegi le adoran allí. En aquellos pueblos agrestes y también modernos, con caseríos, cooperativas, ilkurriñas y lucha. Otegi representa a la actualidad que deja atrás un tiempo terrible que también le afecta a él en el resto del Estado. El olor a una ETA que ya no está, seguirá ahí en el inconsciente colectivo. Porque fue mucho el horror y el dolor. Porque hubo una guerra larvada entre predemocráticos y brotes de reinvindicación que deseaban un halo de libertad y de barreras rotas y propias.
Arnaldo es loado allí en su tierra con su cara de carismático niño eterno que sigue su rumbo hacia un futuro decidido. Y en el resto del Estado español, España, le miran con mal rollo y con la sensación de bandido osado y casi impune.
Para Otegi todo el atrás fue guerra, y reivindicación, y represión, y lucha armada, y algo que gestó Franco y que contraatacaron sectores democráticos para poner trabas y pedruscos en la batalla sangrienta del sobresalto y la muerte. Gudaris y terroristas, presos políticos o asesinos con sangre en las manos. En cada sitio ven las cosas de un modo radicalmente diferente. La única noticia relajada es que no hay ni muertos, ni heridos, ni anuncios de que algo gordo se gesta o pueda pasar.
Otegi ya va de civil por la vida y se pone el traje de político y de leader dispuesto a abarrotar plazas y valles de sus zonas euzkaldunas en medio de sonrisas y vítores.
En las batallas siempre hay dos bandos y nunca maniqueos. Lo que pasó en Euzkadi fue culpa de todos. Del miedo y de la falta de comunicación. La guerra larvada fue un terrible fracaso en la que fallecieron personas. Muchas personas y muchos heridos. Y también en el franquismo y en la predemocracia e incluso en la Democracia actual sucedió. Un espanto a rechazar siempre.
Arnaldo sale en loor de multitudes y abraza su bandera ikurriña mientras esboza su sonrisa atractiva de muchacho eterno y con feeling. Es el gran caudillo de la causa vasca. El que hay hoy, el que no se arrepiente de casi nada, y el que da carpetazo y pasa todas las páginas con su orgullo debatido de conciencia limpia y hasta impoluta.
Euzkadi, sigue. Como Cronos y la cotidianeidad. La vida nunca se detiene y allí le adoran. Le quieren, se identifican con él, el que representa la voz de los que sienten la idea de España como algo impuesto o a rechazar. Los que solo son vascos y nada más que vascos. Los que quieren tener terruño propio y autogobernado. Los que no se consideran sino una aspiración de su propio futuro.
Arnaldo Otegi huele a tiempos de ETA. Solo que la organización armada decidió disolverse y constituírse en un tiempo cerrado. Ahora hay otra realidad un poco más grata en el País Vasco. No muere nadie, no hay gritos desgarradores clamando la injusticia de la ausencia por la sangre inmediata derramada e inocente.
Otegi es un punto de inicio que chirría y que indigna. Es el gran diablo, y el gran héroe, el gran cabrón y el gran deseado, el gran hideputa y el gran chico de la película de la indiferencia. La gran discusión en el resto de este país, y la indiscutible maravilla en Euskal Herría.
-ACTUALIDAD-
3 comentarios:
Estimado Vicente.Un poco errado andas.Otegui no es para nada un heroe en el pais vasco.Tampoco lo contrario.Aqui se le considera un «pagano»,quizas injustamente de la soberbia centralista,un pagano,sin mas.Aclamaciones en escasos circulos muy determinados.Nunca tuvieron gran representacion en estas tierras.Una cierta admiracion general,quizas,si.Por su testarudez y,desdeluego,simpatia por resultar el pagano,para la mayoria injusto,de logros inconfesables de votos.De ahí a ser un heroe en estas tierras va un trecho enorme.
Queda reflejado tu comentario, amigo. Gracias!
La Herri Batasuna de Arnaldo Otegui,en su cima mas alta de votantes,consiguio un tope de 300000 votos.Una poblacion como Baracaldo,por poner un ejemplo.No confunda ver un pabellon con 5000 personas de aforo abarrotado.300000 de 3000000 fue un 10% a lo sumo y antes de las sucesivas y continuas bajadas de votantes.Eso si,ruido mucho.
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