martes, 4 de agosto de 2015

- DE MI BALCÓN LAS PLANTAS -



Soportando y resistiendo un verano de espanto. Protegidas casi tímidamente ante su adverso y excesivo clima por una persiana antigua y tradicional, mis plantas se tornan hasta exhuberantes y el balcón parece lleno y hecho. Mis plantas se alzan audaces y hasta desafiantes. Mi riego casi diario en forma de humedad continua les da desmesura pero también aliento para su sed y sequedad. Mis plantas son siempre un reflejo de mí.
Lo mejor es cuando llego a casa a eso de las séis de la tarde y marcho presuroso camino de una vieja botella de plástico que lleno de agua del grifo. Y entonces, suavemente, el agua cae  en gotas acariciando lo más posible las hojas y las plantas que un solo día ya es capaz de secar.
He introducido modificaciones entre las plantas de mi balcón. Ya no solo están las de toda la vida, sino que he ido eligiendo nuevas especies que yo he escogido a mi medida y gusto, y a las que no conozco todavía bien porque no estoy familiarizado con ellas. De modo que me limito a seguirlas y observarlas en su evolución y actividad.
Estoy ilusionado ante el devenir y futuro de mis nuevas plantas adquiridas. Son la sorpresa y hasta la apuesta renovada en mi coqueto balcón centenario y propio. y entre esa novedad que representan mis nuevas apuestas, se desarrolla una nueva y hasta inevitable forma de decorar mi balcón que es mi vida.
Respeto esos pequeños ejemplares que aún son minoría, y me alegro de que la diversidad de su valentía me haya superado corsés anteriores y haya apostado por la modernización y personalización. El balcón, en pruebas experimentales, es más mío, y no me nutro ya únicamente del seguimiento o continuidad de unas plantas que legué de mi madre, y que gracias a la costumbre también heredé la afición a la jardinería ornamental.
Resuelto, descubro mi balcón progresivo. Mi evolución y mi presente, las flores de un día previsibles y que nunca me sorprenden. Los geranios y su potencia de resistencia, a los que trato en lo posible de proteger estratégicamente del sol directo y sin que me pierdan la luz al exponerlas.
La begonia parece replegada en un rincón. Reacciona copando toda la maceta pero está tímida en flores. Están ahí pero no quieren destacar y brillar. Seguramente están compitiendo entre sí y por eso no se alzan con el brillo rojo habitual y llamativo. Tendré que probar suavemente a ir podando progresiva y levemente. Con cuidado de no desproteger.
Mis geranios franceses o murcianas, estaban negativos y a la defensiva, pero creo que he dado con la clave de su timidez. No deseaban un riego potente y duro sino una caricia lateral que les doy con la vida del agua. Una suerte de humedad geoestrátegica que veo que me agradecen. Crecen en verano, y esta es la mejor defensa para su calor infernal que podría secarlos. Lo estoy logrando y me congratula ese descubrir.
Sí. Hay mucho bosque en mi balcón. Mucha planta que se defiende y hasta lucha entre sí buscando identificarse y hacerse magna sobre los espacios y para que su contacto resultase protector y conjunto. No fue mi intención. Solo las junté para aprovechar los centímetros y para que su contacto resultase piña protectora y de conjunto. Pero esa idea parece un tanto discutible. Las plantas parecen ir a la suya y la vida es como es y como se me descubre. Sé que habrá mucha poda cuando el otoño me diga que ya, y que el exceso será desorden.
Mi balcón y yo. Estamos defensivos y presentes. Siempre expectantes y resistiendo un clima desfavorable sin perder la ilusión jamás.
-PORQUE MIS PLANTAS SON LA VIDA-

2 comentarios:

Tenemos unos jovenes extraordinariamente preparados.Nuestros ingenieros,medicos,arquitectos,educadores...,costosamente y concienzudamente preparados estan listos.para emigrar a Alemania,Suiza...
España va bien.

Por si no encuentras la relacion...
Nuestros universitarios son nuestras plantas mas mimadas para que nos den sombra y bienestar futuras.

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