domingo, 17 de junio de 2018

- EL EJEMPLO DEL "AQUARIUS". -




Iban a morir. Como tantos negros desesperados cuyo presente y futuro se desvanece hasta caer al mar. El Mediterráneo es una brutal y gigantesca fosa común de seres humanos. Un drama vergonzoso y más que actual. África y sus angustias nos suelen preocupar un pimiento.
Leyes. Leyes y fronteras, leyes de extranjería, e intereses, y calor, y sed,y hambre, y guerras, y maffias, y esperanzas e ilusiones. Muertes, pateras, barcos a la deriva y todo el dolor.
Los Estados habían fracasado nuevamente. También los más de seiscientos seres humanos que iban en el "Aquarius" iban a morir. Pero esta vez fue histórico. Alguien poderoso tuvo piedad. Y acabó cediendo a las organizaciones no gubernamentales y al Gobierno español los destinos de estas personas.
¡Mi Valencia! Y ya están aquí. Os confieso que hoy me siento orgulloso de que el entrañable Puerto de Valencia admita el amarre del barco heróico y de los otros de la flotilla ya ordenada y administrada con noble fin. Pero, sobre todo, me reafirmo en la alegre idea de que otro mundo es posible si realmente hacemos un consenso para que en efecto pueda ser posible.
Hemos hecho una hazaña necesaria de alegría. Hemos salvado la vida de centenares de personas. Hay alegría interior. No es una alegría mediática de aplausos hipocritoides inducidos o de efectos especiales. No. Estamos contentos por adentro. Porque se ha hecho bien una cosa. Y esta cosa se llama ser más humanos y mostrar nuestros positivos sentimientos.
Sin razas ni leches. Son exactamente como nosotros. Tienen el mismo derecho a ser felices que cualquiera. Entonces, alguna reflexión sale disparada: si esto es alegría y justicia, ¿por qué tenemos unas leyes y unas actitudes que parecen poner de manifiesto todo lo contrario? ...
No. No era una cosa de los medios. Las televisiones solo captan la imagen para la audiencia. Pero la verdad es otra. Es, la acción. Estas personas estaban agotadas y para poca fiesta. Alegres y esperanzados por la actitud española,pero aturdidos, en shock, desorientados, desubicados y temblando de incertidumbre.
Este asunto que afecta a todos, lo suelen abordar seres especiales. Ni políticos, ni legisladores, ni consensos como sería lo más deseable. Sí. Desgraciada y afortunadamente hay gente que se salta el Sistema, que va al mar y que se moja el culo.
Son nuestros maravillosos rebeldes que forman parte de las ONG. ¡Enhorabuena a todas ellas y ellos! A estas gentes les da un comino lo que diga la ley. Porque se alimentan de una ética humana y de un lema lógico. Su máxima solo entiende de una idea que lleva a un propósito: ¡salvar vidas! ...
Sabedores del desorden, del racismo, de la ineficacia y de la incapacidad de los Estados en resolver estas humanas cuestiones alarmantes y límites, estas mujeres y estos hombres de las ONG, deciden que las cosas no pueden llegar tan lejos y deciden actuar. Son los grandes y verdaderos policías éticos.
Sencillamente, admirables. Hermosos. Porque salvar vidas es un deber esencial y muy arriesgado cuando el único aliado y apoyo y no de todos, parece limitarse a la simpatía. Y solo con la simpatía no se puede serse eficaz al actuar.
Por eso mismo, estos valientes seres tienen mucho más mérito del que creemos. Han dejado a un lado la comodidad y el sofá, y han decidido hacer política social por su cuenta. Y tras ell@s, los oportunistas todos se unen a la causa general o mayoritaria de la alegría.
Sí. Son jóvenes y fuertes, universitarios, valientes, de vuelta de todo, sanitarios, atletas, alternativos y siempre rebeldes. Ell@s son los generadores reales de la gesta del "Aquarius",y de tantas  y tantas embarcaciones que se aventuran con muy desigual éxito hacia el Mare Nostrum buscando esperanza. Para estos ángeles del mar, lo del "Aquarius" es su ética de todos los días. Su deber y su obligación inexcusables. Lo que les nace hacer.
-MI HOMENAJE ALEGRE HACIA ELL@S-

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