sábado, 6 de marzo de 2021

- VILLAREJO "SUPERSTAR". -



Es toda una estrella de la televisión y los medios. El comisario jubilado Villarejo nunca duerme. Como los pícaros tradicionales, los cuales le ponen la sal de la intriga a las tripas o cloacas del Poder.

Villarejo es el chico bueno que se les fue de las manos a todos. Al PP, al Pesoe, y a los diferentes poderes económicos, mediáticos o fácticos.

El poli bueno, era en realidad un urdidor de autoaventuras. Salió de un pueblico de Córdoba, en donde cerca está la carretera que lleva a Madrid.

Absolutamente tentador. Porque en Madrid se asienta la capitalidad y la institucionalidad. Y en esas alturas se pueden esconder las mismas debilidades humanas que en cualquier barrio patrio, pero con la diferencia de que Madrid es una carretera por donde va y viene el dinero. En donde se piensa y se dispone el centro del deseo del dinero. Y de la atención.

La voz de Villarejo ya le delata. Parece un paleto redomado que gusta como los colegas, de denominar con un alias a sus amiguetes y objetivos. Es un colegueo que le hace definido y especial. Es un tipo listo y carece de ética. Y los pícaros son cabrones, pero nunca gilipollas. Y el cordobés Villarejo pensó que eso de ser poli está bien. Y lo de comisario, pues también. Pero él quería más. Mucho más.

Supongo que de niño se debería sentir bastante desplazado y con la sensación de que no le escuchaban. O de que no se quedaba su relato en los demás. Y decidió sutiles venganzas. Y tiene la manía económica de grabarlo todo, con muchos fines pero ninguno bueno. Supongo, que el que graba, lo que en el fondo busca es notoriedad y recorrido. Que la prueba sea larga, mediática, que conecte, y que tenga fuerza. Que sus conversaciones en la sombra aparentemente buena y neutra, puedan generar mucha atención. Y todos los réditos posibles.

Villarejo es un tipo infeliz. Un desgraciado al que parece que lo de los demás,-incluída la credibilidad del Poder Estatal-, le importa una higa.

Aventuras, sorpresas, corinas, eméritos, piratas, lolas, floreros con trampa, bolígrafos, espionaje al por mayor, que le pague quien sea y tendrá el encargo. Da igual realidad que inventos, cordones, souvenirs, caramelos de piedras de rubíes, ratas de cloaca, o verdades trufadas de fantasía obscena. Y así mil etcéteras.

Este mafioso, construye alrededor de sí, una suerte de sociedad paralela. Es capaz de todo. De todo, si le pagan. De todo, si le permiten relacionarse y medrar, de todo si le dejan codearse con jueces, políticos, empresarios, y gente de nivel. Villarejo juega tanto al todo vale, que ya nadie puede tirarle el guante y ha ganado la partida. Lo único que se puede hacer con un pillo como éste, es no darle cancha ni voz. Y dejarle que diga. Ya la ha liado. Y la gente se ha dado cuenta de que no es de nadie, porque es fatalmente neutro.

Se ha colado, porque le han dejado colarse. Porque han aceptado sus métodos y su compañía. Porque los pícaros son astutos y suelen sobrevivir como pocos.

Villarejo, no se conforma. Porque lo suyo es la tele y la notoriedad. El tonto y el lápiz. Y últimamente dice que no le toquen las narices o sacará todas las bombas que tiene preparadas para todos los que le quieran defraudar y llamarle malo y decepcionante. ¡No! Villarejo no ha de ser decepcionante porque es un producto social, el cual tomó carrerilla y se coló en muchos comedores y catres. Sí. Le fascina el fofo encanto de lo visual e impactante.

El fracaso de este país en el Poder, ha sido el caldo de cultivo de este pajarraco de largo recorrido. Por eso su neutralización se halla en el pacto de consensos y en no darle palique. Y es un síntoma evidente de una moral general canallesca y significativa de mi mundo del Poder. Y de todos los poderes.

-DE MI SOCIEDAD-


 

0 comentarios:

Publicar un comentario