miércoles, 10 de marzo de 2021

- IBAI LLANOS Y SUS CONEXIONES INMEDIATAS. -



Veinticinco años. Simpaticote, gordo y con barba. Me interesó su mundo, porque es el futuro. O, el futuro presente. Y su juventud me ayuda a adentrarme en la sociología y modo de ver las cosas de las personas de estas edades. Adolescentes, jóvenes y con el idioma y la tecnología internet como proyecto casi inesperado de conexión muy rápida con el dinero.

Esto dependerá de franja de edad y de mundos. Nada que ver con el mundo de los adultos o carrozas. Ibai Llanos no tiene estudios, pero gana pasta por un tubo. Si tú preguntas a jóvenes chicos y chicas, te dirán que Ibai es genial.

Ni es actor, ni es periodista, ni tiene treinta años, ni parece soñar con cosas imposibles. Y vive el presente de indicativo. Lo mejor es que se desnuda con desparpajo y naturalidad. Y construye su personaje casi sin querer, como improvisando, como haciéndose autodidacta, y dándose cuenta de que el mundo que le propone el capitalismo no vale un carajo.

Mierda. Utiliza mucho la palabra mierda, y lanza tics en frases con las que conecta bien su ser con otros. Lo que hace, tiene que ver con su yo mismo y con su dominio del internet, y con echarse hacia adelante parece que sin mayor miedo a hacer el ridículo.

Ibai, juega a vivir. Y en ese juego inicial se encuentra con trabas y malos rollos. Y entonces descubre a otros "influencers" petardillos como "el Rubius", y entonces Ibai flipa. Y en colores.

La juventud busca sus referentes. Y quiere comerse a cachos el mundo virtual. Por eso Ibai decidió irse a Barcelona. Necesitaba colegas para montar desde una casa espaciosa un proyecto de futuro. La idea puede pasar por negociar con empresas los anuncios de videojuegos y su desarrollo comentado, o hasta narrar partidos de fútbol al igual que Lama, o twitear con más fuerza e inmediatez que un Évole, o inventarse una ocurrencia que tendrá en seguida cientos de favoritos o likes en las plataformas del universo juvenil en las que parece moverse como más facilidad que un pez en el agua.

Si Ibai es el desorden o la velocidad, es porque la juventud es así. Y no les llama mucho el periodismo o la información densa y oficialista.

Ibai parece un buen chaval. No sé muy bien lo que dice, pero no se arruga y va creando una cosa que funciona. No dirá que "el balón ha golpeado con contundencia la base del poste", sino que exclamará " ¡Que hostiazo! ... Y no se detendrá en la corrección de la ortografía, y sus apoyos serán igualmente juveniles y poco escrupulosos con el purismo académico de los mayores. Es ocurrente.

Ibai parece un hermano mayor o un colega simpático que se lo monta bien. Y que se lo pasa bien. Y que es individualista como tantos jóvenes, y además no quiere ser el icono representativo de algunos Bancos o productos que le van tentando  para hacerlo famoso. 

Es como si Ibai quisiera vampirizarse sin que nadie le ayude. Perdiendo o ganando. Y dice entender qué son las respuestas a sus conexiones: "Es gente que ve un futuro de mierda y se caga en lo que sea para desahogarse ..." Sí. Ibai también es como los otros jóvenes. Y no se complica la vida. Es vasco, y presume de su raíz. Pero el dinero es global. Ibai tiene su lógica, y tranquilo que no se va a poner de mala sangre por discutir contigo. Dicen que puede ganar al mes, nada menos que 120.000  dólares ...

Ibai trata de avanzar en lo suyo porque los negocios le suman bien. ¿Será en el futuro un mecenas o un millonario? Él, no lo sabe. Quizás percibe que ésto son modas. Que todo es fugaz. O, que lo atractivo de hoy será otra mierda cuando pasen dos o tres años.

Internet avanzará y evolucionará. Ibai ahora va el 3 con esas cosas de los premios del streaming, del "influencer", y del libertario naturalote que solo aspira a hacer sonreír y a consumir todos los favoritos y likes posibles para así poder rentabilizar. A Ibai ya le llaman el Presidente Sánchez y el ex ministro Illa, al ver que hace cosas sensatas para evitar que la panda no se vaya por ahí a la fiesta furtiva, pandémica, peligrosa e ilegal.

E Ibai muestra su sorpresa porque no quiere ser el ídolo de nadie. Eso dice. Que él, ve las cosas así y no le demos tantas vueltas. Que, es la hostia que le llame el Presidente y todo lo que quieras. Flipante. Pero él lo que quiere es estar en acción y a sus cosas. Superarse. Y si se cambia un poco el estilo de comunicación, pues oye, casi mejor ...

-NO PARECE SU OBJETIVO-

 

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