sábado, 24 de octubre de 2020

- EL OFICIO DEL MADRID VAPULEA A LA INTENSIDAD DEL BARÇA= 1-3. -



Cuando en las postrimerías del partido, Luka Modric sentenciaba el clásico, Leo Messi debió pensar en ese delantero centro que se fue y en los que no llegan, y en la falta de defensas contundentes y de talento. Debió sentirse un tanto timado.

El Real Madrid sabe jugar con el riesgo encima, pero en cambio esto mismo al Barça le acojona y yerra. Zidane plantó a sus jugadores con el orgullo de su blanca identidad. Y el Madrid se sintió bien y plácido casi todo el tiempo del partido. Se anticipó pronto en el marcador, y la respuesta inmediata de Ansu Fati no afectó a su fe.

El Barça apela con Koeman a la intensidad. Y está muy bien la intensidad. Porque eso significa que corren y que están atentos los noventa minutos. Que hacen dignidad y sudor toreros. Se agradece. Pero dicha intensidad y sus "amperios" nunca lo son todo.

El partido fue demasiado deducible como para que hubiesen sorpresas. Y el Barça las necesita para alegrarse. Y para ello precisa buenos jugadores que sean capaces de introducir esos pequeños detalles que les hagan grandes.

Yo he visto a un Barcelona muy parecido al de otros años. Y encima sin Luis Suárez. Sin un nueve capaz de generar inquietudes y zarpazos en el área. No se debe permitir que un niño como Ansu Fati sea el talismán que abra y rompa los cerrojos. Hay que ser más serios.

Coutinho falló un gol terrible con empate a uno. Si lo llega a meter, a lo mejor el guión de esta crónica habría variado sustancialmente. Este gol que ha fallado Coutinho, es lo que hace que este excelente y técnico jugador siempre suscite polémicas y hasta rechazos. Es una lástima que falle estas cosas. Se pierde un salto de calidad.

El Madrid hizo su partido con su Benzema y tal. Sabe que si juega en campo de su rival y azulgrana, su enemigo se pone mosca, inseguro y fallón. Fue un Real astuto y casi psicológico, al cual se le apareció un V.A.R. de la Champions en forma de Sergio Ramos cuyo penalty puso por delante a los de Zizou. El V.A.R. también juega y a veces es otra flor necesaria.

Sí. Messi está tenso como un junco. A la que salta. Está orgullosón. Y sus genialidades no culminan porque está triste y porque se siente un poco bastante preso en Can Barça. Se quería ir. Y a este paso, supongo que seguirá más tenso.

El juego del mejor jugador del planeta está deslavazado, precipitado, y al final siempre hay un inoportuno pie que le rebaña su olimpo de nomber one. Cronos le mira con el dedo, pero yo creo que el peor enemigo de Leo es él mismo. Y si no se relaja o le relajan con fichajes, el sucesor del "Pelusa" seguirá tenso y muy tenso. Y encima llega el Real y le casca un 1-3 en su campo vacío. Como para ser optimistas en la nueva Liga del virus...

Zidane sonreía a gusto. Es pragmático y no gusta de las sorpresas desconocidas. Sigue haciendo grande a Valverde y confiando en el discutible Varanne. Sabe sacar lo mejor de los suyos. Adormecer las aspiraciones rivales. Parecía mentira que hubiera perdido ante el Cádiz o el Shakhtar en su Bernabéu. Son las grandes cosas de un equipo digno como el Real Madrid. Algo especial en el planeta fútbol ganador.

Koeman la ha pifiado bien. Tenía cara de resignado cuando sacó a dos o tres delanteros más, casi sin tiempo para épicas o remontadas por ahora imposibles. La buena emoción es que ninguno de los dos clubes, está para tirar cohetes. Y la competición liguera impulsa también al Sevilla o al Atlético de Madrid hacia la sonrisa final.

-QUE NO ESTARÍA NADA MAL-
 

0 comentarios:

Publicar un comentario