martes, 26 de diciembre de 2017

- CINE DE ESTRENO= "WONDER". -




Una aparente historia infantil sin más y basada en un libro de Raquel Jaramillo Palacio, acaba siendo reflexiva y oportuna. No es navideña ni de relleno, y puede suscitar un debate fructífero. Sobre el preocupante acoso escolar o bullying. Es más que eso.
Un niño físicamente feo a consecuencia de un tema genético. El no guetto y la audacia. Los diferentes. Finalmente, los padres del niño deciden sacarlo de un defensivo escondrijo y juntarlo con la sociedad. El cole, la socialización y todo lo demás.
El universo es infantil, y la sociedad en la que vivimos se potencia igualmente en su conjunto las perfecciones y bellezas estéticas. Lo que pasa es que el mundo también es diverso y plural. ¿Un distinto es alguien que va a fracasar porque nos molesta y porque no le vamos a dejar que esté con nosotros?...
El hedonismo y la belleza. El culto a lo impecable. Todo el mundo ha de ser guapo; musculado, atractiva, alto, cuerpo diez, gimnasio y previsibilidad.
Los feos. El mundo de los que no serán guapos. ¿Un feo es menor porque no es atractivo? Una presentadora del telediario, ¿la dejaríamos que fuera muy poco guapa?, ¿que no lo fuera en absoluto? ...
En "Wonder", son bonitas las formas y alto el nivel social infantil. Una cosa es la pedagogía y otra la realidad del rechazo. El defecto físico se puede ver como una carga o un lastre imposible, y en la sociedad de los previsibles los raros dan miedo o pueden ser inquietantes.
Otra visión. Otras visiones no físicas. Este niño de la peli no imposta nada ni lo pretende. Tiene sentimientos como los demás niños del cole, está bien educado y tiene una familia que está ahí. El niño protagonista lo que rechaza es la lástima o la compasión. ¿De qué la lástima?, ¿por qué han de tenerle lástima y distancia?, ¿por tener la enfermedad que desfigura su rostro? ... No parece ni es motivo de postergamiento.
El niño es además inteligente, claro, y niño niño como los otros niños. No hay diferencia de sentimientos. Sufre igual, anhela lo mismo, desea lo mejor, y además tiene derecho. ¿Quién va a pararle y por qué? ...
Su hermana mayor en el film obtiene también otra diferencia. Se está enamorando de un chico de color. Ella es blanca y él es negro. La película se pone divulgativa y real. Se adentra en el medio de los tabúes temidos, y la historia es fresca y tierna. Muy natural que no sabe mentir. Como los niños.
El cariño tampoco suele mentir. Los sentimientos reales son puros, y los que no son auténticos se rompen y se desvanecerán. La vida tiene una génesis con guión, y una continuidad y un desenlace que depende de nosotros y que tendrá el final que deseemos cada uno que tenga.
La familia es bien, holgada, pija, comprensiva y arropada. Hay celos, extrañezas, aranas, normalidades y la hipocresía definitoria de nuestro tiempo. Es interesante la aproximación del director americano Stephen Chbosky al mundo de los y de las situaciones inesperadas.
Los niños tienen sus lógicas y sus condicionantes, pero no todos se dejan llevar por sus atmósferas o por lo que les cuentan en moralina. Depende. Los niños, al igual que los adultos, tienen su tendencia y su personalidad definida de la idea de libertad.
Es la vida contradictoria, esperada, de reveses, de sonrisas, de avatares, de cosas y valores que nos gustarán o dejarán de gustarnos. Pero es la vida.
El final de "Wonder" puede ser muy bonito, emotivo y justo. Muy premiado y exitoso del tema del rechazo y de la diversidad. Son un reto las películas que transitan por los límites frescos y pizpiretos de las audacias. Solo por eso este film tiene el interés y ha de verse.
¡BESOS, "AUGUST"!

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