miércoles, 22 de noviembre de 2023

- DJOKOVIC, ¡EL CHACAL QUE SIEMPRE RUGE!. -




"Nole" resiste majestuoso el paso de los años y con renovado hambre de tenis. Federer se fue, y Nadal se mueve entre sus esperanzas de su último año.

Italia. El Torneo de Maestros. Novak Djokovic se cuida y madura cincelando sus pasiones de ira. ¡Majestuoso! El "chacal" serbio se ve fuerte y orgulloso. A sus treinta y seis años, sigue sacando como un martillo pilón y restando como nadie. Lo había pasado decepcionado con su derrota con el italiano Sinner, y aguardaba confiado vengar tal batalla parcial. "Nole" y su orgullo. Su resistencia física y su  impronta de campeón, el cual sigue sin techo de récords.

Gestos suaves y confiados, físico que no quiere perfilarse al de veterano en formas, una roca inédita, un tenis de fábula y toda la experiencia del mundo.

Djokovic se sigue divirtiendo en los momentos terribles del funambulismo mental. Cuando la mente se erosiona y sale el no de la frustración, en el serbio se abre una magia de confianza y contraataque que mata.

Insisto en que parece haber domado todo caballo, el grito adverso, el juez erróneo, o todos los elementos de la negatividad tenística. Sí. "Nole", sonríe. Es una sonrisa contenida, de placer personal, con esos ojos históricos y picaruelos. Como ese padre protector del Olimpo en el que debes confiar, porque sus rivales le han cogido yuyu. Nunca te sientas ganador si juegas contra este titán de la naturaleza que siempre quiere más.

Es, Italia. Recientemente. En donde estaban los veteranos, las promesas y la proyección de grandes jóvenes estrellas. Ahí Djokovic miró a su alrededor. Era importante ganar al local Sinner, pero finalmente no lo logró. Pero el Masters 2023 aún no había terminado.

Alcaraz confirmó que ahora no cree demasiado en su juego, y el "chacal" olió la sangre. El ruso Medvedev volvió a defraudar. Y Novak se dijo a sí mismo que en este Torneo de los mejores, no dejaría lugar a las dudas.

Y comenzó la gran final. "Nole" mantenía los saques y los movimientos serenos. No le gustaban las decisiones arbitrales, pero protestaba con mesura y sin estrépitos. Porque por encima de todo, quería jugar al tenis. A su tenis. A ese saque. A ese dominio del juego que te derrota mucho antes de lo que puedas pensar.

Lo que ha hecho de nuevo en la Final de Maestros, ha sido un verdadero clinic de portentosa sabiduría. Tomó el mando desde los primeros juegos, y decidió hacerse un pulso a sí mismo. Y su cabeza emuló a la de la Rafa Nadal. Y se dijo para sí que la clave era seguir y seguir. Sin miedos.

Sinner es ahora el mejor tenista tras Djokovic. Pero eso a veces es un reto tan amplio como ser el quinto o el décimo. El "chacal" tiene ganas y le dio una patada elegante a las dudas. ¡No! El Masters no podía tener otro dueño que él.

Y ante algunas pelotas adversas y negativas, el as de Belgrado decidió y consiguió que su rostro se serenara casi sin esfuerzo a pesar de las presiones que este duro deporte propone.

Jugar una final tranquilo y relajado. Sabiéndose ganador de principio a fin. Mandando al Damocles de su edad al infierno del futuro. Coqueteando con el dios Cronos. Sin descomponer la figura. Como un cowboy o un torero. Como quien sabe que gana. Con la grandeza de no bajar nunca excesivamente la guardia. Acompañando a sus golpes colosales con la deportividad de quien se sabe pletórico y feliz. Hasta el último punto del último juego de su victoria. Y, ¡olé! ...

El año empezará en Australia ya con un favorito. Un nuevo año en el gran podio. Novak ha sido el mejor con diferencia en 2.023. Siempre será genio y figura. Nunca un embajador que atraiga diplomacias. Pero todo el mundo sabe, que es uno de los tenistas más maravillosos de la Historia. Unos discreparán acerca de si es el mejor, y otros no. Pero "Nole" seguirá convencido de su orgullo de campeón.

¡QUÉ GRANDE ES!

 

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