El dolor. Caminando sobre ese drama real. Todo auténtico. Nada al azar. El Sistema se ha puesto crítico. Muchísima gente se cae y todo se destruye. Y entonces "Fern" decide caminar. Convivir y coser inevitablemente la tristeza con la dinámica, y siempre apartarse de los interiores. Al revés. "Fern", exterioriza. Con su cara feúcha y sin concesiones. Con su mirada llena de tristeza, dolor, y también resolución.
A veces te pasa que cuando estás jodido votas a Trump y te pones a correr. O coges la moto y creas el ruido que disimula tu dolor interior, o te pones una sudadera y corres, y corres más, y avanzas en el drama, y sigues caminando, y decides tragarte aparentemente los vacíos y las neuras, y entonces tomas tu caravana y tu tradición del western, y asocias la libertad a la curva de la carretera, a la piedra o al paraje rocoso, nevado y abrupto.
"Fern" ha de ser piedra. Y piedra noble, de raíz, y hermosura y deseo, y nieve a cachos inevitables, y sangre de acero y humanidad. Pero "Fern" no es como otras y otros. Es un ser que se mueve bien en la enorme dureza y en la situación desesperada. Y su zen le lleva a suavizar sus facciones y escuchar a quienes pasan por su parecida situación. Y se une a las caravanas de la miseria y de la precariedad.
Fascina la acción, y agorafóbico se muestra el interior de las casas de los otros o el recuerdo del duro pasado. Lo mejor parece que es salir ahí afuera y dejarse probar por el fuerte viento individual, personal y especial. Es como si ese frío en la sangre se calentara o paliase camino de algún sitio. Itinerante. De un sitio para otro. Infatigable e irreductible "Fern".
El silencio y la quietud pueden ser demoledores. Nada de nostalgias ni leches anhelando el pasado. Terrible pasado varado. Durísimas perspectivas. La caravana solitaria es el refugio vital y atávico del mito cowboy.
El mito de "Fern" llevado a la práctica y a nuestros días. Cuando la sonrisa de Frances se torna tan desnuda como amable con los putos infiernos. Es dulce finalmente ante su destino. Y en cuanto puede, ya no espera más. No irá al grupo más que lo cortés, y con ganas de sobrevivir y de aprender. Y es educada "Fern", y está un tiempo con sus excluidos por el dinero y las cosas inhumanas e irremediables del Poder.
"Fern" siempre será rara y caminará sola con su convicción. Quienes la conocen ya saben que nunca va a cambiar. "Fern" es eterna mujer de acción. Vuelve una y otra vez a dicha acción huyendo de abrirse al llanto. Es valiente como una pantera silvestre, inteligente, vivida, y que sabe resignarse a hacer lo que mejor le va a tocar. No perderá el tiempo en discusiones fatuas. ¿Para qué? ...
No es que "Fern" no crea en el amor, y más cuando se le fue su marido y parece que ya no habrá más hombres. Pero es torbellino e instinto de movilidad que la lleva.
Y claro que "Fern" es humana. Como todas y todos. Y nunca se rinde. Y después de un sitio vendrá el otro, pero siempre lugares exigentes y abiertos. Al aire libre de su corazón leso. Herida y fuerte como una Tyson, hermética y habilidosa. Siempre muro de supervivencia.
Porque "Fern" nunca desfallecerá. No se rinde aunque camine y huela la derrota y el desalojo social. Tiene su propia convicción. Le atrae y le complace la adversidad. Se crió en ella. Nunca hizo demasiado caso a las referencias. Y así sigue "Fern". Hasta todos los momentos vitales. Siempre ha de poderse aunque no se pueda. Nunca se sentirá perdedora pues eso es indigno. Y este personaje pétreo y a la vez tierno, abarca todo el film y todo lo que viene y está por venir. Quiere ser ejemplo de ella misma. Guste o deje de gustar.
¡ESPLÉNDIDO FILM!
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