miércoles, 7 de abril de 2021

- CINE SOCIAL U.S.A. = "NOMADLAND". -



Desde la dirección magistral de Chloé Zhao, Frances McDormand con su personaje "Fern" realizando una más de sus ya habituales exhibiciones de talento.

El dolor. Caminando sobre ese drama real. Todo auténtico. Nada al azar. El Sistema se ha puesto crítico. Muchísima gente se cae y todo se destruye. Y entonces "Fern" decide caminar. Convivir y coser inevitablemente la tristeza con la dinámica, y siempre apartarse de los interiores. Al revés. "Fern", exterioriza. Con su cara feúcha y sin concesiones. Con su mirada llena de tristeza, dolor, y también resolución.

A veces te pasa que cuando estás jodido votas a Trump y te pones a correr. O coges la moto y creas el ruido que disimula tu dolor interior, o te pones una sudadera y corres, y corres más, y avanzas en el drama, y sigues caminando, y decides tragarte aparentemente los vacíos y las neuras, y entonces tomas tu caravana y tu tradición del western, y asocias la libertad a la curva de la carretera, a la piedra o al paraje rocoso, nevado y abrupto.

"Fern" ha de ser piedra. Y piedra noble, de raíz, y hermosura y deseo, y nieve a cachos inevitables, y sangre de acero y humanidad. Pero "Fern" no es como otras y otros. Es un ser que se mueve bien en la enorme dureza y en la situación desesperada. Y su zen le lleva a suavizar sus facciones y escuchar a quienes pasan por su parecida situación. Y se une a las caravanas de la miseria y de la precariedad.

Fascina la acción, y agorafóbico se muestra el interior de las casas de los otros o el recuerdo del duro pasado. Lo mejor parece que es salir ahí afuera y dejarse probar por el fuerte viento individual, personal y especial. Es como si ese frío en la sangre se calentara o paliase camino de algún sitio. Itinerante. De un sitio para otro. Infatigable e irreductible "Fern".

El silencio y la quietud pueden ser demoledores. Nada de nostalgias ni leches anhelando el pasado. Terrible pasado varado. Durísimas perspectivas. La caravana solitaria es el refugio vital y atávico del mito cowboy.

El mito de "Fern" llevado a la práctica y a nuestros días. Cuando la sonrisa de Frances se torna tan desnuda como amable con los putos infiernos. Es dulce finalmente ante su destino. Y en cuanto puede, ya no espera más. No irá al grupo más que lo cortés, y con ganas de sobrevivir y de aprender. Y es educada "Fern", y está un tiempo con sus excluidos por el dinero y las cosas inhumanas e irremediables del Poder.

"Fern" siempre será rara y caminará sola con su convicción. Quienes la conocen ya saben que nunca va a cambiar. "Fern" es eterna mujer de acción. Vuelve una y otra vez a dicha acción huyendo de abrirse al llanto. Es valiente como una pantera silvestre, inteligente, vivida, y que sabe resignarse a hacer lo que mejor le va a tocar. No perderá el tiempo en discusiones fatuas. ¿Para qué? ...

No es que "Fern" no crea en el amor, y más cuando se le fue su marido y parece que ya no habrá más hombres. Pero es torbellino e instinto de movilidad que la lleva.

Y claro que "Fern" es humana. Como todas y todos. Y nunca se rinde. Y después de un sitio vendrá el otro, pero siempre lugares exigentes y abiertos. Al aire libre de su corazón leso. Herida y fuerte como una Tyson, hermética y habilidosa. Siempre muro de supervivencia.

Porque "Fern" nunca desfallecerá. No se rinde aunque camine y huela la derrota y el desalojo social. Tiene su propia convicción. Le atrae y le complace la adversidad. Se crió en ella. Nunca hizo demasiado caso a las referencias. Y así sigue "Fern". Hasta todos los momentos vitales. Siempre ha de poderse aunque no se pueda. Nunca se sentirá perdedora pues eso es indigno. Y este personaje pétreo y a la vez tierno, abarca todo el film y todo lo que viene y está por venir. Quiere ser ejemplo de ella misma. Guste o deje de gustar.

¡ESPLÉNDIDO FILM!


 

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