sábado, 15 de septiembre de 2018

- WILLY TOLEDO, "EL MALDITO". -




Las sociedades se mueven por consensos, por generalidades que limitan con unas líneas de libertad impasables. Hoy hablo del actor Willy Toledo, porque su persona representa el viejo choque de verdades entre individuo y sociedad. Eterna lid.
No se puede decir todo lo que se piensa. No tirar por la calle de en medio... ¿O, sí? ...
¡No! Y más cuando se trata de censurar abiertamente a las trascendencias de dioses y creencias de infinito futuro. Willy suelta los malsonantes y tabúes: "me cago en Dios", y "me cago en la Virgen", y no solo se queda tan ancho sino que reivindica incluso apoyos y hasta adhesiones.
El mundo es miedoso y atávico; tradicional. Y tiene mil asignaturas pendientes en la Tierra, para que encima un "titiritero" del cine ponga en solfa mediática y brame con escatología contra todos los seres del Cielo. Y contra los más presentes y representativos agentes del imaginario general y colectivo. ¿Está loco, o es un héroe de la libre expresión en tiempos de un capitalismo neoliberal que desune y desequilibra, aunque de mala gana se acepte? ...
Willy es un romántico y un ingenuo. Como yo soy ateo, cuando le escucho saltarse todo lo insalvable y soltarlo delante de las cámaras con toda decisión, no deja de asomar a mi rostro una cierta sonrisa inofensiva. Veo a Willy en pelotas, cabreado como una mona, defendiendo la revolución cubana y su posterior dictadura castrista, negándose a acudir a la llamada del juez, cargando contra el verdadero Poder que es el del dinero y de los privilegiados, y asciende incluso verborreando al Himalaya del Olimpo de los grandes tabúes reales. Se descarna solo con su verdad. Se hace daño, porque no se sabe si es un adelantado a su tiempo o si no piensa en las consecuencias de lo que suelta. ¿Liarla es higiene y salud? Pues, depende. Poner el dedo en el ojo al punto más sensible del mundo, es de muy en extremo arriesgado. De hecho, lo metieron en el calabozo, ha salido, y está pendiente de si hay juicio o no. Los sentimientos religiosos.
Willy, ¿es un gran libertario?, ¿un nudista?, ¿un suicida aniñado que no creció?, ¿un salvaje molesto e inadecuado?, ¿un ángel faltón?,¿un diablo?, ¿un maleducado del carajo al que pueden "ahostiarle" en cualquier momento?, ¿es el tío más libre de este país, dado que dice lo fuerte que suelta y se reafirma y es capaz de montar procesiones diciendo que "la Virgen María tiene coño como todas las mujeres?" Y, que para aquí y que para allá ... ¿está loco?, ¿se lo hace?, ¿disfruta haciendo cabrear y tensar a la sociedad que le rodea y ponerle en un desagradable ¡ay!? ...
El mundo se comporta todo lo contrario de lo que afirma y por lo que apunta Willy. Y le dicen de todo menos bonito. No cree en la izquierda de la democracia, menos en la derecha, y afirma que todo es un gran cuento del capitalismo jefe y burlón.
¿Tarzán en Nueva York?, ¿madurará con el tiempo?, ¿moderará el discurso para poder sobrevivir con más sosiego?, ¿morirá "cagándose en todo lo que se mueva, incluidas las trascendencias? ...
Un hombre desnudo y sin pudor. A la carne. Un gran suicida social. Y sobre todo, un personaje que acapara focos de cámaras de televisión aunque sea unos solos segundos de gigantesca y emocional expectación. Un filón maldito y malsonante que piensa unas cosas que no van con su hábitat.
Toda sociedad tiene una manta de consenso que seda unión y paz. De modo que esa manta nunca se ha de mover del sitio demasiado. Si la sociedad se modifica y para bien, hay que utilizar otras estrategias y otros modus. Y pensar un poco en los otros, y sobre todo en que su camino tiene un final negativo y pensable que es el rechazo.
-Y EL ESTIGMA-

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