miércoles, 20 de agosto de 2025

- VOLVER. -


Volver. Volver al blog. A mi blog. A mí. Al lugar exacto en el que lancé hace ya muchos años a la aventura del escribir. Y hoy lo hago sin  guión, directamente escribiendo desde el teclado, lanzándome a tumba abierta sobre mi verdad y sobre mis sueños.

Han pasado, semanas, algún mes, y me siento fuerte e ilusionado mientras las yemas de los dedos se apoyan con las teclas generando vida. Bien. Me siento bien haciéndolo, satisfecho, de vuelta a la tarea que más me gusta del mundo, y dándome cuenta que esto es lo que necesito hacer e hice desde que era un niño.

Escribí. Desde mi más tierna infancia decidí expresar abiertamente mis sentimientos, a través de un desnudo deseado y aprendido. Me siento suelto en la vuelta a mi blog. Como si ya poco pudiera frenarme, como si las excusas no fueran más que menoridades, y diciéndome a mí mismo que este es mi camino, mi anhelo, mi placer, mi alter ego, mí mismo sobre mí mismo, una de las cosas que me hace distinto a los demás, la forma y manera de comunicarme con vosotros, la clave de la vida activa, la superación en la creatividad, el tirarme a la piscina de mi verdad. 

En este blog hay de todo. Mis lectores lo saben. Aquí puedes encontrar modestamente, variedad, opinión, actualidad, deportes, y sobre todo el transcurrir de los momentos de mi vida a través de mis opiniones y relatos. Me gusta que me leáis de todas las partes de mi país y de todo el campo de acción de esta plataforma que cubre estos blogs.

Es evidente que yo soy de alma analógica, que acepto pero con cautela el movimiento de la digitalización, pero lo mío son las raíces y las plantas de los sentires. Me engancha esa parte del ser humano que es la pasión, la lucha, la orla, la densidad y la improvisación. Quiero ser un eterno aprendedor de escribir, un tipo corajudo e inconformista con lo que no ve claro, un  quijote placentero de las causas aparentemente perdidas, y un misterio para quienes no me conocen en profundidad.

Sí. Este camino del escribir sigue lleno de aire, de oxígeno, de vida, de placer, de viento que despeina mis cabellos en declive, ese magma que potencia mis pulmones y mi ingenio. No me extravía este camino porque me es familiar. Podría caminar hasta de noche por estas sendas literarias, apoyándome exclusivamente en un rayito de luz y también de amor.

No hay energía más importante que el amor a los demás. Esa energía me dice que escriba, que siga ahí, que piense mucho más en mí m ismo, que avance, que continúe avanzando en dirección hacia todas las rutas de mis sueños. Que, disfrute. Que sigas disfrutando, que no vaya con excusas, que sorprenda, que encuentre desde este blog a nuevos lectores, que me la juegue, que vibre ejercitándome en esta verdad, que me diga moviendo como cuando de pequeño jugaba al fútbol o como de joven corría marathones. 

La energía del escribir es plurifuncional. Vale para muchas cosas distintas. Y una de ellas es la salud. Ser social es estar sano, competir con los demás sin empujar, caminando a mi ritmo, reaccionando con admiración ante la belleza de de las mujeres de cuaquier edad, opinando con absoluta libertad sobre lo que me venga en gana y dejar que los censores se derroten a sí mismos.

Bendita libertad que me devuelve a este blog que se sigue llamando Rincón del mago y poeta, en donde todo cambia y también permanece, y en donde es un verdadero placer reecontrarme de corazón con vosotras y vosotros.

Me siento joven. Soy joven si me siento así. No compito. No pienso competir porque para mí el escribir es un recreo de libertad y un alimento para mi mente. Que compitan los ambiciosos y los insatisfechos, los que nunca tienen bastante y no lo saben, los glotones y los que quieren hacer de este placer de la literatura una fábrica tensa de intereses.

-GRACIAS A TOD@S POR SEGUIR AHÍ.-