martes, 31 de octubre de 2023

- JOE ROWLING, LA INVESTIGACIÓN Y EL AMOR. -



Joe Rowling es un joven investigador que labora en la Universidad de Cardiff. Atractivo, pelo largo, ojos claros y un porte tranquilo.

Es tenaz, laborioso, y posee la virtud de la paciencia y de la perseverancia. Ama su trabajo, y su día a día es la batalla contra la formación de células que causan patologías a las personas.

Pocos saben, que la pasión de Joe Rowling, su hobby, es la jardinería. Y en la terraza de su jardín, cultiva en su tiempo libre todo tipo de plantas. Desde las más conocidas, hasta las más exóticas. Solo Eva Links, su novia, sabe de su afición y a veces se la reprocha. Porque esta actividad le resta tiempo para el amor, el sexo, la intimidad, los amigos, las birras y los pubs.

Joe Rowling anda conmocionado. Como en shock. En su labor experimental frente a los virus y el cáncer, ha decidido introducir una línea nada conocida a través de la adición de la síntesis de un tipo de plantas de cultivo, la cual le está generando resultados tan extraordinarios, que a él mismo desconciertan.

Siente miedo, cuando ve que ha logrado matar a células que se piensan imposibles de eliminar. Ha probado una y otra vez con el mismo afortunado resultado: las células terribles que causan deterioros y muertes, acaban totalmente destruídas. Y la siguiente cuestión y movimiento, es convencer a las autoridades universitarias y médicas, de que sus logros son auténticos y reales. Su novia, Eva Links, también anda entre perpleja y más que asustada. Aunque apuesta por él ...

Si Rowling comunica a sus superiores que está logrando hitos más que revolucionarios en sus investigaciones, lo más seguro es que no le hagan caso y le expulsen de la Universidad al considerarle un embustero estúpido y hasta chiflado. Un día, Joe Rowling abordó a un científico veterano de su Centro de investigación, y se lanzó a la piscina diciéndole:

- "Señor Andrews, tengo algo que puede ser de su interés ..."

- "Coja cita con mi secretaria, joven amigo. Ella le recibirá con agrado ..."

- "Es que se trata de un asunto crucial, señor. De lo contrario no habría jamás osado molestarle ..."

- "¡Qué exagerado es usted, joven! Je,je,je ... Haga lo que le indicado ..."

- "Se trata de algo que puede modificar el paradigma de investigación para células malignas, señor Andrews ..."

- "Pero ese es el sueño de todo investigador, joven. Ja,ja,jaja ..."

- "He decidido hacer algún cambio en el método convencional de investigación, basado en la adición de elementos procedentes de mis semillas y he conseguido que ..."

- "¡Es usted un malote, muchacho! Nunca pretenda ser un aprendiz de brujo. Debería y debe limitarse a investigar como Dios manda ..."

- "Pero, señor ..."

- "Lo he pensado mejor. ¿Es usted Rowling, verdad? Sí. Pues lo siento, pero no me va a contar fantasías. Es mejor que no le pida cita a la secretaria. Porque no le pienso recibir. Y ahora, menos cháchara y a seguir trabajando. Ya sabe que el tiempo y la intensidad son vitales para cualquier científico que se precie. Adiós, joven. ¡Que tenga un más que excelente día! ¡Pero ponga orden en sus fantasías imaginativas! ..."

- "Adiós, señor Andrews ..."


¿Qué hacer ahora?, se pregunta el joven Rowling. ¿Jugarse el prestigio?, ¿dedicar mucho más tiempo a su maravillosa novia Eva Links y renunciar a sus particulares experimentaciones por muy certeras que sean? Un verdadero dilema.

Rowling ha tratado de ser astuto. Ha conectado con un tal Mat Wenders. Es un paciente terminal de cáncer, que reside en Gales pero cuyo origen es libanés. Vive en un barrio marginal, en el cual se suceden las peleas, los enfrentamientos, la falta de tejido educacional, la pobreza, el conflicto, la escasez, y hasta la inseguridad si uno decide transitar por dicho barrio periférico a horas que nunca aconsejaría el sentido común.

Nadie cree en la recuperación del citado marginal Mat Wenders. Salvo el heterodoxo investigador, Rowling. Ha convencido a Wenders para que se someta a un proceso de tratamiento alternativo, que adiciona síntesis de plantas exóticas de su jardín a los elementos tradicionales que abordan este campo de la praxis médica.

Y, sí. Mat Wenders tiene poco que perder, y ha aceptado el nuevo tratamiento. ¡Quiere vivir! Y en su más que delicada situación, no ha tenido el más mínimo inconveniente para ser tratado por Rowling.

Joe, se la juega. Primero, sustrae de un hospital elementos convencionales para los tratamientos antivirales y cancerígenos, y los guarda en un macuto para entregárselos a Wenders, no sin antes proceder al aditivo de sus semillas elaboradas y trabajadas de su jardín.

Toma su flamante Aston Martin, y se adentro en los suburbios del barrio marginal. Son las cuatro de la madrugada y hay muy poca policía. Pero sí algunos malhechores que campan por las calles sin conocer el significado de la idea de la buena intención.

Le salen a su paso. Saben que va casa de su colega de fechorías, Mat Wenders. Uno de los marginales le grita: - "¿Es usted el camello de Mat? Ja,ja,ja,ja ... Lo digo por el cochazo que lleva, je,je,je,je ..."

- "¡Ten veinte libras y protégeme el coche! Me voy enseguida. Pero sé que tú custodiarás bien mi auto en este tiempo ..."

- "No sé lo que ha dicho, pero ¡vengan aquí esas veinte libras! ... ¡Ah, gracias ...!

- "De nada ..."

Rowling penetra en la destartalada casa de Wenders. Sigue vivo. Wenders le dice que cada vez se encuentra mejor, pero si lo que hace es envenenarlo, entonces le matará. Y que si no lo hace él personalmente, mandará a otros muchos contactos a que lo hagan. El joven investigador no dice nada. Por adentro está satisfecho. Ve cómo el marginal Wenders ya es capaz hasta de caminar, cosa que le era imposible desde un dolor absolutamente imposible de ser paliado siquiera por la morfina.

Según Rowling, aquella recuperación iba viento en popa. De seguir ese ritmo, pronto empezarían a pasar cosas mucho más favorables, pensó. Cuestión de perseverancia y fe.

- "Si le curas, llévalo a un hospital, y tendrás un testigo de tu excelente trabajo, cielo ...", le dice su hermosa y coqueta novia Eva Links. Le apoya y le apoyará siempre. Porque lo compartido, es sin duda puro y sincero amor.


Un mes más tarde, Rowling cree que es el momento para intentar reivindicar su éxito a través de la favorable evolución del desahuciado marginal Wenders. No es la mejor manera, pero lo ha intentado todo. Ha hablado con profesores y gentes de influencia, sin el más mínimo de los éxitos. Le dicen que sus teorías no son posibles ni reales, y que no moleste ni incordie insistiendo.

El joven Joe Rowling visita de nuevo a su conejillo de indias, el marginal Wenders. Estaciona su Aston Martin junto a la casucha del marginal, y le insta a que le acompañe al Hospital de Cardiff.

- "¡Ven conmigo, Mat! ¡Te necesito ahora! ..."

- "¡Ni loco vuelvo yo a un hospital, amigo! Ja,ja,ja,ja ..."

- "¡Eres muy importante para mí y hasta para la Humanidad en su conjunto! Sé que vendrás conmigo y ..."

- "¿Y?", le interrumpe súbito Wenders.

- "Te voy a dar quinientas libras por este favor ..."

- "¿En serio? Ja,ja,ja,ja .... ¡A ver ese dinero! ...

- "¡Ten! ¡Tómalo! ..."

Joe Rowling sonríe interiormente aunque aparenta una serenidad que no siente. Wenders parece estar bien. Ha engordado, los análisis que le ha realizado el investigador hablan de una salud impecable, su plena recuperación parece un hecho, y su cáncer terminal diagnosticado un atrás felizmente superado.

Esta vez estaciona Joe Rowling su Aston Martin en una calle próxima al Hospital galés. El investigador y Wenders entran en el interior del Centro sanitario. El personal médico, se dirige sorprendido a Rowling.

- "¿Qué desean?,¿tienen ustedes cita?, ¿ocurre algo? ..."

- "Necesito ver a un médico de oncología de urgencias, señor ..."

- "Ya, ¿y quién es el paciente? ..."

- "Es él", indica Rowling señalando con el dedo a Wenders.


En ese mismo momento, se escuchan disparos. Otro marginal ha seguido al Aston Martin de Joe Rowling. Dicho tipo está furibundo y como enloquecido o lleno de drogas. Dispara sobre Wenders varias veces hasta causarle la muerte. Antes, el asesino ha matado a una mujer de la Seguridad del Hospital. Y grita como un endemoniado dirigiéndose al ya finado Wenders diciéndole: 

- "¡Cabrón! ¡Hijo de puta! ¡Esas quinientas libras que te ha dado ese camello han de ser para mí! Te he leído el waatsap. Ahí lo has anotado. Y eso no fue lo que pactamos, ¡cerdo! ¿Dónde tienes ese puto dinero? ..."

La policía galesa actúa con eficiencia y precisión. En escasos minutos han neutralizado al loco asesino marginal pistolero. Lo esposan tras reducirlo, y lo introducen en el interior de un vehículo policial camino de la Comisaría.

Joe Rowling está en shock. Trata a duras penas de recomponer sus ideas. Todo se ha ido al traste en un segundo. Intenta serenarse pensando en que las plantas exóticas de su jardín están y siempre estarán con él. En el waatsap, Joe tiene otro mensaje. Es de su novia Eva Links. Pone literalmente: - "¿Ha salido todo bien, cariño? Estoy segura de que sí. ¡Por favor, dime cómo van las cosas! Estoy un tanto nerviosa y ..."

Rowling apaga su móvil. Se sienta pesadamente en una silla, cierra los ojos y se tapa la cara con las manos para que no le vean sollozar. Está retenido en el Hospital de Cardiff. Le preguntan acerca de su relación con Wenders el marginal, a quien no han podido salvarle la vida. Pero no todo el infortunio ha terminado para el joven investigador. ¡Ni mucho menos! Y el capitán de la policía Rudold Farrell se dirige a él con rostro muy serio. Le dice a Rowling:

- "¡Habrá de buscarse usted un buen abogado, joven! Las cámaras de seguridad le han detectado varias veces hurtando productos anticancerígenos. Y eso es demasiado grave, amigo. ¡Documentación! ..."

- " Tenga. Me llamo Joe Rowling Dors, y soy investigador en la Universidad de Cardiff en donde trabajo. ¡Ese es mi documento de indentidad! ..."

- "¡Acompáñenos, Rowling! ¡Queda usted detenido! El juez de guardia le está esperando y ha de conocer todo lo sucedido. ¡Vamos! ¡Voy a ponerle las esposas! ..."

La novia de Rowling, Eva Links, llega al hospital y lo ve todo. Intenta acercarse, pero le impiden el paso de forma contundente. Horas más tarde, el juez concede a Rowling un teléfono con el que puede hablar con un abogado. Y también con su novia. Le dice a su amor: -"Guarda y cuida con cariño las plantas, y especialmente las exóticas, amor! ¿Lo harás? ..."

Eva, responde: -"¡Oh, sí, Joe, amor ... ¡Claro que lo haré! Pero quiero que te calmes. ¡Ya verás cómo las cosas se tornan favorables! ..."

- "¡Un beso, Eva! ..."

El juicio es rápido. Gracias a su abogado, solo pasará dos años en la cárcel de Swansea. Rowling está derrumbado, se siente fracasado, traicionado por la incomprensión y el maldito infortunio. La maldita adversidad. Solo quiso hacer el bien y no le dejaron.


Pasa todo el tiempo de castigo en la prisión. Eva Links ha soportado todas las presiones y sigue a su lado. El día de su salida del penal, a las siete en punto de la mañana, ella le espera al otro lado de la verja carcelaria.

Los jóvenes enamorados han hablado mucho, a pesar de las restricciones por la falta de libertad del hombre. Y han decidido que su vida va a cambiar por completo. Los padres del joven investigador tienen una casa y unos contactos de trabajo para que Rowling comience una nueva vida. Trabajará de jardinero en una mansión de unos conocidos de clase alta, que viven en la carioca ciudad de Sao Paulo.

Los enamorados se besan con esperanza y alegría. Seguro que les esperarán tiempos mucho más favorables y menos truculentos y peligrosos. Eva Links sigue mirando embobada a Joe Rowling. Habían ido demasiado lejos y habían sido demasiado desobedientes con lo establecido. Y hay una enorme verdad que va más allá de la Ciencia y de la Solidaridad: ¡su amor! Y ambos saben que en Brasil les espera el gozo y la dicha, el calor y los besos. Tendrán hijos y se casarán. ¡La Ciencia puede esperar" También el amor es ciencia y sabiduría.

-THE END.-


 

domingo, 22 de octubre de 2023

- RISA NEGATIVA. -



Unos ojos exaltados y terriblemente burlescos tras unas gafas redondeadas. Como las de Luis Lubián.

Grande, gordo, extraño, cínico y dolorido. A Lubián se le ponen ojos raros a las cinco de la tarde y se los cubre aparentemente. Pero pronto puede verse que son ojos de provocación y de rabia.

No es feliz ni es capaz de expresar su frustración como debería, el ínclito Lubián. Su madre ya es mayor y mandona, y la incertidumbre de los bajones de la mujer, le superan con amplitud.

Se rompe toda su capacidad de aguante y se siente un mierda. Pero lo va a negar siempre. Y por todo lo contrario, intentará hacerse valer engañándose a sí mismo, y entonces el rostro de Lubián se transforma y adquiere los modos de un payaso menor, humano y de aquí.

Lubián piensa, que se acabaron las reglas y lo adecuado, y su lógica se estrella frente a su odio. Se envuelve el alma con una extraña manta de acero, y comienza a reírse como si no pudiera más. Es una risa negativa y perversa, acaparadora y muy intensamente vivida. Y busca soltar toda su frustración sobre aquellos a quien percibe más vulnerables. Selecciona bien sus presas. Si sabe que le vas a plantar cara, Lubián se hará el sueco y te sacará de su foco perverso. Pero si te cree derrotado frente a la fuerza de su estupidez, entonces será capaz de cosas realmente inesperadas.

Se ríe Luis Lubián a mandíbula batiente, poniendo ojos de santurrón cabrón. Es toda una estrategia de ataque sobre los demás. Por ejemplo cuando se cruza o coincide en el bar con Claudio. Lubián mira a Claudio y trata de desestabilizarlo. Le grita a la vez que sigue riéndose a carcajadas patológicas que tratan de ser contenidas pero que llevan veneno. Y Claudio conoce a Lubián, y ve que trata con sus payasadas de ridiculizarlo y dejarle en evidencia delante de los demás. Cuando la partida de dominó se le hace aburrida y hasta intolerable a Lubián, entonces hurga e insiste hasta hacerle perder los papeles.

Lubián se ríe de todos. A los que genera lástima su vida tratan de hacer como que no ven lo que ven, y se lo consienten todo. Pero Luis Lubián parece absolutamente insaciable y su ira no se domina.

El gordo Lubián tira al suelo y con astucia una ficha de dominó, buscando gresca. Necesita lío y follón. Y acompaña su negatividad con fuertes voces que tratan de emular algo así como gritos de euforia. Parece un niño gigantesco y desatado. Un hijoputa necesitado de agresividad.

Claudio ya no puede más, y le llama payaso. Otros, le frenan. No queremos que la situación joda la partida del juego de mesa. Mas Lubián, no contento con tirar la ficha al suelo aposta, golpea dicha ficha con estrépito y con riesgo de romperla y de machacar toda la armonía posible que haya entre sus amigos y conocidos.

Ríe y sigue riendo Lubián como un psicópata de medio pelo, que domina las situaciones con el aplomo de los forajidos de las películas baratas del Oeste.

¡Nadie tiene razón para Lubián! ¡Todos están contra él! ... Y cuando la cosa parece que se serena y armoniza, el hombre aprovecha el silencio de la confianza para seguir provocando con la oscuridad de su alma a todo bicho viviente.

Sale de la partida, se va al baño, tarda en regresar, hace lo que le sale de los mismísimos, y vuelve a la mesa de juego para seguir incordiando.

Lo mejor,-si le aprecias un poco-, es hacer como que no ves lo que ves. Lubián está fuera de la partida pero no quiere dejar de ser el gran protagonista, manteniendo así un fuerte y descarado pulso contra la sensatez y la paciencia de unos y otros, los cuales para él no sirven ni estarán nunca.

Cuando concluye la reunión del juego, la gente se aleja y dispersa. Lubián se encoje de hombros y busca la compañía más estratégica y favorable, mientras camina pesadamente hacia su casa.

-COMO TODO UN INOCENTE-
 

domingo, 15 de octubre de 2023

- DOS CARAS EN ANAIA. -



Profesora universitaria, cuarenta y nueve años en el DNI, docente hueso, aspecto un tanto hierático y de poco agradar, alta, severa al extremo con sus alumnos, seria, distante, con un vestir clásico, y con dos divorcios y tres hijos que ya vuelan solos y que que a veces se apoyan en sus padres. Se llama Anaia, y la relación con sus vástagos parece haberse vuelto lejana y hasta poco agradable. Se ven, pero bastante para quedar bien.

Anaia nunca se maquilla, y a veces grita cuando quiere tener razón, y argumenta y ata todos los cabos para llevarse el gato a su agua.

Hay un cierto consenso entre alumnos y profesores en que Anaia es desagradable, extraña, feota, dura, poco femenina, que ama casi al paroxismo su Química Orgánica, y que tiene bien pocas amigas en el Claustro universitario.

Anaia tiene fama de amargada, de inoportuna, desagradable, gafas de culo de vaso, y casi siempre viste pantalón con colores oscuros, prácticos, nunca nada de orlas o aderezos, y como si amara la negatividad de la amargura. Su gesto es casi más cerrado que serio. Tiene la mirada impasible de una creída que piensa que difícilmente alguien sabrá más que ella del tema que sea. Es capaz de ponerse unos zapatos de hombre con la excusa del unisex, y quienes la observan están deseando que se haga la hora de salir para alejarse de ella. 

Ha tenido enganchadas con algunas de sus colegas, pero la sangre nunca ha llegado al río. Y Anaia aparece con capacidad de dar sonoro y sutil carpetazo a los conflictos, y sigue, sigue siendo como es sin escrúpulos, complejos y siempre hacia adelante. Anaia nunca volverá atrás ni para retomar su zancada progresiva que nunca parezca que es un parón rico que sirve para rectificar y para aprender de sus errores. ¿Ella, errores? ...

De lo que no se habla porque no se sabe, es de que al salir de su Centro docente, hace un tiempo que dos calles más allá del gran lugar formativo, hay un bar en el que Anaia se ve con Felipe. Felipe, fue alumno suyo el curso anterior. Y aparece como todo lo contrario a lo que ella parece representar. Felipe es un joven veinteañero, tímido, apocado, que va sacando los aprobados con gran esfuerzo; un chico de pueblo al que parece costarle horrores adaptarse a la gran ciudad, altote como ella, inocentón, de buen espíritu, y con un parece que deseo de tomarse las cosas de la vida como un observatorio de reto. Felipe parece la Naturaleza pánfila y la víctima propicia para los descuidos de sus objetos en un ladrón avispado.

¿Anaia y Felipe?, ¿puede ser? ... Aquí no hay que ser augures sino descriptivos. Que no juzgue nadie y que siga real el curso del río de la vida que acontece.

Anaia invade constantemente el espacio personal de Felipe. El joven no puede evitar ruborizarse, y es entonces cuando Anaia se quita sus gafas de sol, le mira con fijeza coqueta, le sonríe, le levanta la copa de cerveza y ambos brindan.

Es un bar con poca luz y mucha intimidad. A Anaia le gana el poco empuje del mozo. Se siente realmente bien con él, y se ven casi todos los días en el citado bar, algunas tardes, e incluso alguna que otra noche de deseo insuperable.

Esta vez la mujer se ha puesto unos finos tacones, y una falda que tiene una apertura lateral que solo Anaia es capaz de regularle a Felipe con acierto, femineidad y ternura. Anaia no parece ser de beso fácil, y se pega el atracón de regalar sus ojos de mujer para que el joven se sienta con absoluto bienestar y confianza. Y paulatinamente, el rubor de Felipe no significa que pase serios apuros, sino que desea que las cosas de Anaia se prolonguen ad infinitum.

Anaia junta y roza su piel con la de Felipe. Y hace muchas más cosas tolerables en un bar. Como soltarse su abundante mata de pelo y dejarlo caer con energía sobre sus hombros, o insinuarle unos grandes y sensuales aros que cuelgan ahora dulces desde sus lóbulos pronunciados.

Anaia ya no es ese ser repulsivo que imparte Química. Porque un milagro de atracción ha cerrado todas las distancias, y todo es lo más parecido al disfrute y al gozo. Y debajo del mantel de la mesa han habido incorrectos toques cariñosos en las piernas de ambos, y Felipe solo sabe que con Anaia se está bien y se compensan los mil malestares que se tienen cuando se ha de madurar y aún no es posible.

Se veía venir. Anaia y solo Anaia, le ha dado a Felipe un franco beso en los labios. Y sin dejarle reaccionar le ha puesto mucha más apertura y toda la humedad en un segundo beso casi descarado, el cual levanta alguna callada suspicacia entre algún cercano a su mesa, cliente del bar. Y después puede haber absolutamente todo lo imaginable y abierto entre dos seres que se atraen con la potente evidencia de la realidad.

Felipe sabe que Anaia no vive cerca de la Universidad, pero sí que ella tiene vehículo propio, y que hay varias líneas de autobús que conectan la casa y la cama de la profe con el barrio obrero en donde está el piso de sus padres con los que vive.

-Y EL DESEO TODO LO FACILITA.-
 

martes, 10 de octubre de 2023

- YO TENÍA MUCHAS POSIBILIDADES. -



No conocí a mis padres. Me abandonaron y tuve que crecer en un orfanato. Eso no es buena suerte. Recuerdo a los curas con los que me crié y crecí. Y sobre todo, aquellos ratos de deporte en el recreo, en donde yo y solo yo, era el rey. Jugaba al fútbol tan bien, que pronto empezó a funcionar el boca a boca. Podía ser  mi salida del ostracismo, y el camino del brillo de las grandes estrellas.

Sí. Yo jugaba bien al fútbol. Medía un metro y ochenta y un centímetros, y era potente y rápido, fibroso y polivalente a mis dieciocho años. Me gustaba jugar de central y mandar atrás, pero poseía versatilidad, regateaba bien, y en cuanto podía subía al ataque. El gol es la gran máquina de los dólares. Se ganaba mucho más dinero en el área contraria que en la que yo defendía. Cosas de esta selva llena de pajarracos que es el a veces muy desconocido mundo del fútbol. Yo, lo conozco muy bien por adentro.

Lo mejor que puede pasarle a un chaval del fútbol, es que le hinchen hablando mucho de él. Sí. Que hablen todo el tiempo hasta que se cansen. Si no sacas la cabeza del anonimato aunque sea a manotazos menores, los  ojeadores no se enteran de lo que hay. A mí me caen gordos los ojeadores. No tienen ni idea. Y lo que es peor: no trabajan. Dicen que viajan y miran, pero nunca les creáis ni un veinte por ciento de lo que digan. Mienten demasiado. Y su falta de moverse, es un escándalo. A veces, se meten en su PC, y no sacan la cabeza de ahí buscando vídeos y estadísticas. Carecen de credibilidad.

A mí, alguien me dijo un día al salir del pequeño taller en donde ayudaba a un buen hombre llamado "Joe el negro", que yo jugaba con la elegancia de  Franz Beckenbauer y que él podía ayudarme a salir de la miseria para después proyectarme hacia sus contactos selectos. La condición que me puso, me ganó. Al acabar mi jornada de trabajo, él vendría a recogerme en su coche y me llevaría a un campo de juego en el que entrenaría y me presentaría al Presidente, al entrenador, y a todo el cuerpo técnico y deportivo. La verdad es que allí había muy poca luz, yo jugaba con zapatillas, y el entrenador con más poder de aquel sitio me tenía manía y siempre me ponía con los suplentes. Todo fue fugaz. Un día vi en la tele a un depredador sexual en serie. Era el hombre que me llevaba a los entrenos. Me dijeron que se suspendía todo lo deportivo, y yo les dije que ahí se quedaban todos y que muchas gracias.

Meses después, un grupo de personas con chaqueta y corbata se me acercaron. Yo, me quedé sorprendido. El que más me sonaba de haberlo visto en la tele, me dijo que el fútbol está moribundo de centrales, y que era una pena que no tuviese equipo y que jugara en un  descampado con un grupo de mozos.

Se lo dije a "Joe el negro", y me respondió diciendo que quizás fuese mi gran momento de proyección. Uno de los tipos encorbatados me peguntó si había jugado en hierba, y yo le dije que algunas veces. Al parecer eran unos figurones aquellos tipos, que debían de venir de una fiesta, y su euforia les llevó hacia mí. Se trataba de un equipo de Regional, de un pueblo a las afueras de la gran ciudad. Uno de los tipos, musitó mirándome a los ojos:

- "¿Conoces que Minguella se fijó en Messi? ¡Pues es mentira! Yo, lo vi antes. ¡Te esperamos  en esta dirección para entrenar mañana a las siete de la tarde! Vales. Pero hay mucha gente que está loca por triunfar. Si no vienes, ¡allá tú! ..."

¿Chulería? En ese momento te entran sensaciones. Yo, traté de concentrarme en mis evidentes posibilidades. Era fuerte, joven y ambicioso. Hasta echado para delante. Esto último suele ser un inconveniente en este mundo de borregos domados. Yo, confiaba plenamente en mis facultades destacadas.

Y así logré la titularidad, y empecé la competición de indiscutible y muy satisfecho. Lo que no esperaba, era lo que sucedió con la mujer del Presidente de este club. Me sacaba veinte años, pero era juvenil, muy guapa, y evidentemente asaltacunas. Y se ve que yo le gusté. Se llamaba Virtudes, pero todo en ella debía ser deslealtad y el pecado. No es que estuviera buena, no. Lo que estaba era súper. Y por lo que vi, muy desatendida. Me tendió mil sexys trampas y yo caí en ellas de bruces y con todo el gustazo.

Compaginar tanta vitalidad era un tanto mareante, pero bendita marea. Un día, su marido nos pilló in fraganti, y no pudo haber excusas. A ella le dijo que seguirían juntos para acallar rumores, y a mí me aseguró que haría todo lo posible en arruinar mi proyección como futbolista. Y que si me volvía a ver en el campo de fútbol, yo iba a correr demasiado peligro físico. Y me mostró un arma, me acojonó y me largué corriendo de aquel lar.

Mi amigo "Joe el negro", me dijo que cuando se es joven hay que tener más ilusión que nunca. Que me buscara novia, que siguiera trabajando en su taller, y que no dejara de jugar al fútbol. Porque me gustaba y el deporte es sano.

Yo era joven y me gustaba el fútbol. Tenía un regate corto que sorprendía, y mi personalidad me hacía parecer veterano al lado de los chicos de mi edad. Juro y perjuro que iba para figura. Y allí, con mis amigos y los partidillos, era muy respetado. Porque yo era rápido, leía el fútbol con cierta velocidad, y metía muchos goles viniendo desde atrás.

Tres meses después, se me acercó un tal Pérez. En realidad, lo de "Pérez" era un apodo. Se decía de él que era ojeador de la zona Centro de España y que se movía entre muchos tipos con poder y decisión de Madrid.

- "¿Sabes tú que conozco a un tal Péndes?  ..."

- "¿El famoso, señor?, ¿el que los dos estamos pensando? ..."

- "¡Ése! ..."

- "¡Coño! ..."

- "Me llamo Juan Roldán. Pero se me conoce como el "Pérez" ..."

- "¿Y? ..."

Convencí a "Joe el negro" para que me dejara intentarlo en los equipos filiales o prefiliales del  Madrid. Esta vez a regañadientes, Joe accedió. Pero no sin antes decirme que todo eso de la zona Centro era una ilusión de bobos. Y que cientos de padres invertían fuertes sumas de dinero para que sus hijos se movieran por allí.

- "¡No fracasaré! ..."

- "¡Ya te apañarás! ..."

"Pérez" me llevó en un cochazo a una céntrica pensión de la Villa y Corte. Me lo  pagaría todo con una condición. Que yo nunca desvelara que era catalán.

Entrené en campos de hierba. Seguía siendo muy joven y con las ilusiones intactas. "Pérez" era gay, y a veces se le iba la mano. Pero yo le ponía cara de central del Bayern, y el ojeador se contenía. Por lo demás, era excitante lucir camisetas caras y nuevas, codearme con lo que luego serían futuras estrellas, e ir logrando cosillas.

Me dejé bigote cuando se lesionó el central titular, y logré debutar en un subfilial del Alcorcón. Marqué bien de cerca al nueve rival, pero se me iba. Pero aquel ariete no me conocía. Me daba igual la técnica que tuviese. De modo que le cuerpeé bien, y le birlé todo su peligro. Pudimos hasta ganar. Porque en el último segundo, me lancé al ataque con un córner favorable, rematé, y un defensa la sacó con la mano. Y va y el árbitro se hizo el sueco y no pitó nada. Protesté, tropezó el árbitro conmigo, se cabreó, me sacó la tarjeta roja y me cayeron nueve partidos. Pero no perdí la fe y seguí entrenando con fuerza.

Allí conocí a una periodista, que luego fue muy popular: Helena. Yo le caía bien a Helena. Un día la vi por el campo y la invité a una cerveza. Ella, aceptó. Era joven y sexy. Sabía mucho de fútbol .... ¿Cómo era posible que una mujer de aquella época supiese tanto de fútbol? Se lo pregunté y ella se rió. Me dijo que era tierno. Y, quedamos ...

Tras cumplir la sanción, "Pérez" el ojeador me dijo que en este club había un respeto y que estaban muy mal vistas las tarjetas rojas. Que daba igual que fueran injustas o no. Que lo importante era la reputación, la educación, la presentación, el buen vivir, el carisma, la modestia y el saberse humilde.

- "¿Eso es el catecismo, "Pérez"? ..."

- "¿Cómo dices? ..."

Mis prontos siempre me han perdido. Me fui a entrenar y lo di todo. Y aún jugué dos partidos más de titular y séis de suplente. Progresaba. Seguía teniendo muchas posibilidades.

Porque yo, tocaba bien el balón, procuraba no subir tanto al ataque como antes, mantenía mi sana y ruda dureza que un buen delantero sabe que ha de sufrir, y tenía fondo para jugar dos prórrogas si era necesario. Y no tenía lesiones. Era fuerte. Fibroso y potente. Buen jugador.

Noté que "Pérez" no buscaba tantos momentos de soledad para venir a mí. Estaba como dolido conmigo porque no le dejaba meterme mano. Sí. Estaba serio y decepcionado conmigo. Yo, se lo contaba todo a mi amiga periodista Helena, y ella no lo podía evitar y se mondaba de la risa. Era y es deliciosa.

No me ponían ni en el banquillo. Un día un niño me tiró sus mocos, otros me insultaron llamándome gay, y una chica me dijo que era demasiado feo para dedicarme al fútbol. Helena, seguía riéndomelo todo. Fue mi mano derecha mientras permanecí en la zona Centro. 

Al acabar la temporada, "Pérez" me dijo que no seguía. Me indicó que subiera al coche y en tres horas ya estábamos en el taller de "Joe el negro". Antes de que se fuera "Pérez", le di un corte de mangas y lo mandé literalmente a la mierda. El ojeador, ni se inmutó. Y hasta puede que esbozara una sonrisa antes de volver al Centro a bordo de su maldito cochazo.

Me desilusioné y ya no quise probar más en esta selva corrupta e injusta llamada fútbol. A veces veía los partidos de la Roja y me enfadaba bastante. Porque esos centrales no eran mejor que yo. Y los centrales son los que protegemos y hacemos grandes a los porteros. No lo olvidéis.

Yo, era realmente bueno. Un rara avis de jugador que venía de bien abajo. Y si no tienes padrinos en este sucio y abarrotado negocio, solo serás una flor fugaz. Y no está en mi ánimo desmoralizar a nadie. Pero si no eres de familia bien, déjalo. Siempre está el rugby, el baloncesto si eres alto, o el balonmano, u otros deportes con menos predicamento pero con mucha más verdad.

Sí. Yo tenía muchas posibilidades. Muchísimas. Pero me di de bruces con una maraña interminable de parásitos, que se llaman ojeadores. Y no penséis que les tengo manía. Pero es que os juro que no son de fiar.

Yo no he triunfado en el fútbol, pero he tenido la oportunidad de bajar a las realidades y cloacas, y conocer sus entresijos. Nadie te dice la verdad. Son puros negocios y necesitas mucha promoción y bombo. Lo mejor, es que conoces gente y tal. 

¡Coño, suena el teléfono! ¡Es Helena! ¿Véis? Aún se acuerda de mí. ¡Claro que me recuerda! ...

- "¿Dígame? ..."

- "¿Eres Joan?..."

- "No. ..."

- "Je,je,je ..."

- "Y tú, ¡Helena! ..."

- "Sí. Ja,ja,ja,ja ..."


"Joe el negro" mira de soslayo al joven. Lo importante es su simpatía, nobleza y saber estar. Esa Helena no le gusta. Lo mejor es que se busque una novia pero de aquí, que las hay bien guapas y buena gente. El chico se proyecta bien en su taller mecánico de coches.

-NO SE PUEDE TENER TODO EN LA VIDA-

 

miércoles, 27 de septiembre de 2023

- YO TUVE UNA NOVIA VAMPIRA. -



Me lo confesó desde el primer segundo. Era vampira, y me preguntó si yo sería capaz de guardarle el secreto. Yo le dije que sí con la cabeza, y ella me dijo que se había enamorado de mí porque me percibía extrasensorialmente como un tierno y noble joven, correspondiente a su amor de otros mundos. Que están en este. 

Me cogió la mano con rapidez, y paseamos durante muchas horas por la gran ciudad. Cayó la noche, y entonces ella me indicó que no soportaba la luz solar y que para sobrevivir se ponía gafas de sol.

Me lo puso a huevo. Le pedí que se quitara ya por fin sus misteriosas lentes, y ella me obedeció y pude ver sus ojos. Nunca podré admirar unos ojos como esos. Aquello era una mirada femenina, dura, penetrante, mágica, empoderada, sutil, demoledora y bellísima. Describir esos ojos y ese modo de mirar, me es más que imposible hacerlo.

Eran un halago sus ojos, y después sonrió y me dijo que ella no tenía nombre y que no se me ocurriera bautizarla con uno, fruto de mi ingenio.

- "¡Te llamaré "Noche"! ..."

Ella me sonrió porque vio la buena intención en mi ocurrencia, y me perdonó. Al lado de aquella calle, en cuyo banquito permanecíamos bajo la mirada alineada y esotérica de las estrellas del firmamento, había una iglesia muy antigua y popular a un tiempo. Y al hacerla ademán de que se animara a entrar conmigo a curiosear el elemento histórico, ella me aclaró que nunca jamás entraba ni entraría en esos sitios.

No le pregunté el porqué. Siendo vampira, sus razones tendría. Y además yo tampoco era aficionado a estos lugares. Solo los visitaba como turista, por no quedar mal, y para admirar sus estilos, cuadros o figuras. Pero, de uvas a peras. No soy creyente y tengo otros lugares favoritos para frecuentar.

- " Noche, tenemos gustos parecidos, ¿sabes? ..."

Ella no dijo nada pero me miró serenamente. Dos días después, mi novia vampira me sorprendió. Hacía mucho frío en Diciembre. Pero cuando hay atracción, el rigor del cambio climático parece querer apartarse para dejar paso a más sensaciones novedosas. Sin decirla nada, la atraje hacia mí. Al principio me sorprendió su fuerza. No conseguía moverla ni un solo centímetro. Y de repente, mi novia se dejó llevar y la besé en aquellos labios de negro carmín. Se puso las negras gafas y empezó a besarme con lengua y como nunca nadie lo ha hecho ni hará. Tenía unos dones que no han de ser de aquí de la Tierra. Esa dinámica endiablada y embrujadora, no  puede ser descrita ni aquí ni en ningún otro lugar. Porque "Noche" y yo pactamos todos los secretos, y porque tal como el Amor, carecen de forma de abordarse con propósito divulgativo o esclarecedor.

Mi novia siempre fue un misterio. Y a mí me encantaba ese misterio. Podía tener veinte años, o treinta o cincuenta. Porque no sé de dónde era capaz de transformar sus formas y facciones sin que por ella se quebrara un ápice de su belleza y de su sexy atractivo nocturno y tentador.

¿Sexo? Es importante en una pareja. Y eso estuvo en abundancia en nuestra vida de relación. Diabluras. Y a veces sentía que aquello sublime no podría ser el Cielo sino algo diferente. Olía a química más que a colonia, y ahí mi chica me engañaba al afirmar que odiaba los perfumes.

Mi novia tenía una larga melena y nunca llevaba móvil. Su mundo no era digital, sino el procedente de la eternidad o de la atemporalidad.

Sí. Bailamos en la disco hasta el amanecer, nos reíamos con algo de Alaska, o pelis de Krüger, o con mucho aguardiente de garrafón. Lucía mi chica unas largas piernas y bonitas, mucho tacón fino, aderezos con medias muy negras, minifalda, piercings en el ombligo, y unas uñas larguísimas coronando sus finos y largos dedos de seda. Nunca me sentí con ella en peligro de nada. ¿Entender el amor? ...

Rompimos pronto. Los horarios diferentes eran un hándicap, y también muchos secretos que no me gustaron. Los que me gustaron, son ciertamente inolvidables.

Un día me dijo que lo íbamos a dejar porque era de Centroeuropa, y debía cuidar urgentemente de sus padres, aunque fuese sacrificando nuestro amor. Seguro que esa noche, la esclava de Drácula, me estarían poniendo los cuernos con dicho Conde y con más gente. No todo fue frío o mal entre nosotros. Debía estar a merced de malas influencias. Y yo nunca entendí nada del todo.

-PERO ME QUEDO CON LA EXPERIENCIA-         




 

domingo, 17 de septiembre de 2023

- NEGRA NUBE. -



La negra nube puede estar un tiempo sin hacer aparición. Al fenómeno le bautizan como negra nube, pero en realidad la Ciencia no tiene la menor noción acerca de qué es eso.

No es una nube negra convencional, sino algo terrible y destructivo a quien hacer frente escapa hoy de las posibilidades humanas tecnológicas, y de lo que se sabe de la nube negra es de su efecto devastador.

Al principio es un puntito en el cielo, el cual parece moverse aleatoriamente y superando cualquier velocidad que la Física contemple. Hay quien dice que en realidad es el enemigo extraterrestre, que descarga su odio frente a los humanos no se sabe con qué iniciales fines que no hayan de ser causar destrucción y mal. Quizás experimenten su fuerza sin compasión ...

La negra nube parece haber logrado un cierto consenso entre la Ciencia de los distintos países. porque el enemigo es común. Igual se forma la nube negra en un Continente que en otro, en una ciudad rica que en un pueblo vulnerable y deprimido en recursos económicos.

Dicen que es fascinante observar a la nube del odio, mostrándose en diferentes procesos formativos. Tiene forma de nube enorme, pero no parece haber nada meteorológico en ella. Desde el  negro punto inicial, crece hasta constituir una bola irregular gigantesca y maléfica. Devastadora por su beligerancia brutal, despiadada e incontrolada.

La negra nube se acerca en su endemoniado proceso a una ciudad o pueblo, comienza a producir una energía que provoca una tormenta pavorosa de rayos y truenos, y finalmente descarga un agua tan torrencial y directa, que hace menores a las que generan las depresiones tempestuosas provocadas especialmente en los últimos años por el cambio climático.

La negra nube actúa con pavorosa impiedad y con agudo efecto de precisión. Al principio hay fuego en la ciudad, pero los bomberos no deben actuar. Los rayos ganan a placer toda la materia con la que impactan y los pararrayos se muestran además, ineficaces e inservibles frente a estos novedosos rayos de la nube negra. Cesan los rayos y truenos con las ciudades abrasadas, y en ese momento cae una densísima cortina de agua que produce la destrucción total de las poblaciones. Los Gobiernos solo pueden aconsejar a las personas, que huyan de allí a la mayor velocidad que les sea posible. La negra nube llega a hacer cráteres en las ciudades y pueblos afectados. ¡Imposible la supervivencia!

¿Explicaciones? Los diferentes periodistas asaetean a las distintas autoridades. Desean saber qué demonios es esa negra nube.

- "¡Sentimos no saberlo por ahora! Solo podemos decirles que los científicos luchan codo con codo para buscar las soluciones a todas las mismas preguntas que ustedes nos hacen y se hacen. ¡Deben confiar en la Ciencia! ¡Porque es el único arma eficaz que existe! ¡Thanks! ..."

La negra nube solo es una forma y unos efectos que se convierten en armas destructivas y funestas. Los ejércitos han movilizado aviones y drones. Han lanzado sobre la negra nube, disparos, explosiones, y todo tipo de impactos. Sin éxito alguno. ¡Es como darse contra la pared! ¡Nada! ...

¿Maldad en los presuntos pergeñadores de la brutal inteligencia de la negra nube? ... Desde un orfanato, alguien le dice a un niño de diez años que se acerque al lugar en donde se está empezando a formar dicha negra nube. No se sabe apenas nada del niño, y en todas las ciudades atacadas existen niños puros y bondadosos, vulnerables y tiernos ...

La única diferencia, es que el pequeño Jonás no huye de la negra nube, sino que camina a paso firme a obedecer la sugerencia en principio alocada de su orfanato.

El niño se pone debajo mismo de la gran negra nube, y de repente se produce un efecto contrario al habitual. Jonás sigue avanzando hacia la amenazadora nube, y entonces el fenómeno se detiene, desaparece y aleja. ¡Parece un milagro! Es como si la inteligencia de la negra nube hubiese reflexionado sobre el hecho de la compasión o de la cobardía.

-ALGO ASÍ ... -  
 

domingo, 10 de septiembre de 2023

- TREPIDANTE, HETERODOXA ... -



Oportuna, la vida como un juego contradictorio, la sorpresa, el salto acompasado, la libertad carpetovetónica, la belleza como azar y grito, Sevilla en la rosa roja, estupefacción, cantos en el aire, soplos que vienen del mito calé, aventura en el coño, pinturas alejadas de la dulzura de unos sueños. Y, ¡se acabó! ¡Se acabó! Se acabó, ¡joder!

Canallas y ruidos tormentosos y silenciosos, el sexo en la calle, la atracción y la transgresión que viene de la valentía y de la represión. Ojos, ojazos, ojazazos, miradas, dureza, revolución, canto heterodoxo, y la vida niña que desapareció del modo inesperado, la hija ausente para siempre, los demonios que salieron a la vida para hacer la muerte, los lloros perennes y las muescas en el alma, la cara tras levantarse de la cama, María Jiménez, ¡todo puede acabarse!

¡Mierda! Aún era joven. Claveles y plantas, flamenco, cuna y raíz, echadores de cartas, batas de cola y colores, creatividad femenina en el atavismo del beso bonito de una mujer y una vida. Juventud y puto cáncer, cuestión de pensar poco y bien; una guerra de inercia y de impulsos.

Cabello largo, grito alocado, vida espontánea y de barrio, cuando las chicas crecen y besan a los mozos, y cuando llega el requiebro y el piropo, y las gentilezas machistas, el amor se hace lengua compartida y placer, atrevimiento y que no te lo cuenten. La carne deseosa hace que sigamos todos aquí porque todo es más simple que una casposa teoría revivida. Solo todo es amor y piernas largas.

Rivalidades y cabrones. Errores y llantos que saben a lejanía y a verdad. Malos tratos, muchas hostias físicas y al alma, recomponer el colorete y la sonrisa, árbol de mujer, ovarios de acero e incomprensiones, serás mala mujer porque tendrás el vicio de no callarte ni el más mínimo pensamiento. ¡Libertad aguda y punzante! ¡Como debe ser!

Legs longs y rodillas de oro. El cuerpo. El cuerpo es tan natural como un paisaje cantábrico o más de punta que la Giralda. La Jiménez hizo lo que pudo y lo que le dio la gana. Ahora, unos flamencos atarantados y bellísimos se tiñen de negro y le honran el adiós. Como hacen los japoneses y el taconeo importado de Híspalis. Averroes el Sabio y el mago Séneca. Triana es el misterio que nunca has de saber. Como la alegría que brota por los bordes de un río que besas y refrescas.

Jiménez fue insultada y pegada. Golpes, brutalidad y complicidad del contexto. Bendita bruja blanca que quiso poner las cosas en su sitio y a su manera. Carros y carretas en su entierro. María se hubiera levantado desde la multitud fúnebre y les habría aplaudido cantando su canción desgarrada. ¡Fue libre cuando no la vejaron! ¡Olé!

¡Acabarse! Todo pasa y todo queda. El caminante que llega a los barrios sevillanos nunca vuelve a ser el que fue. El río camina como un tren que lleva las aguas al pozo de la verdad. ¡Canta, María, cántame, cántanos!

Pionera. Abrir caminos. Partir de copla en copla hasta un bar de chupitos y de Sabina. Los poetas toman los atajos de la belleza para lanzar cañonazos de sinceridad y autenticidad. Y la Jiménez se hizo más hembra todavía y habitó entre nosotros. Al fondo se oyen ladridos que dicen ramera y malísima, imposible y políticamente nunca. ¡Joder! ¡Cabalgamos!

El amor. Delicioso amor de juerga. Todos los baretos del mundo se abren y nos invitan al alcohol mágico de lo que sí es felicidad. Y siempre es levantarse a las tantas y sin horas, y no contar nunca esa intimidad que a absolutamente nadie que no sea chismoso, importa.

¡Dios! ¡Ese Señor! ¡Quien sea! ¡La vida! María Jiménez ha tenido una poca más de setenta años para experimentar trepidante este invento siempre extraño que llamamos vida. Y gracias a élla, otras chicas serán versátiles y verán en el suelo las cadenas que ella rompió.

¡BESOS, MARÍA!
 

jueves, 7 de septiembre de 2023

- ADIÓS A "LA CAMPOS". -



Teresa Campos. Nacida en Tetuán y criada en Málaga. Se forjó en la radio. Era otra sociedad. Pero "la Campos" tenía colmillo y ambición. Andaluza hasta las trancas, alcanzó el olimpo de la televisión, y se hizo eternamente conocida y popular. Era la tele de hombres, y ella fue pionera y puntiaguda, inconformista y peleona, comentarista y presentadora de sus programas políticos de actualidad, de centro izquierda, tradicional, e introduciendo una cara complementaria intentando juntar la seriedad con los personajes famosos y rosas. Ésto, le restó credibilidad.

Sí. Cuando llegó a la tele, Teresa sufrió el acoso varonil de su tiempo. Pero le tiró ovarios en directo a quien fuera y sin arrugarse jamás. Sorprendió por su carácter férreo, y su pasión vital por trabajar ganó la aquiescencia de medio país.

La Campos era un hembra con ovarios. La advenediza no se sentía inferior a ningún varón y quería respeto y lo tuvo. A los tíos les picaba que una andaluza desafiara sus dominios, pero a pesar del Poder, la brava malagueña se hizo su sitio definitivamente.

Teresa campos nunca renunció a su andalucismo y lo acabó siempre haciendo bandera. Con su Bertín, Carlos Herrera, Villacastín, y su familia que metió en la tele como a su hija Terelu. Mezcló sus sentimientos y alabó al varón. Los hombres, los caballeros, los señores, como que no estaban nada mal. Y no se cortó un pelo en alabarles.

Yo la recuerdo como comentarista y presentadora de los programas políticos en sus magacines. A menudo tenía problemas cuando ella discrepaba. Y se ponía tensa, y vibraba pasión, y era quijotesca, y que no pasases de ahí que ella también podía y sabía ajustar sus argumentos y bien fuertemente ceñidos. Al final, se cansó de las guerras y optó por una posición y temática menos visceral y más familiar. Ella podía permitírselo.

Y en aquella habitación televisiva, podía sentarse el atractivo Alessandro Lecquio, o Mariñas, o Parada, o el vidente Rappel, o su Terelu, o el seguimiento de historias de famosos o de hijos de familias intrascendentes pero populares, las cuales también tienen su público.

La "familia" Campos, glosaba la absoluta e imperiosa necesidad de vivir y de moverse por ahí, pero siempre sin renunciar a su faceta familiar. Teresa Campos creó su familia televisiva, y se apartó del faraón Hermida. Nada de "chica Hermida". Nada de subordinaciones. Y así abrió paso a otras mujeres de la televisión, con su pegada y algunas polémicas.

"La Campos" forma parte de una televisión en donde la figura de la mujer lanzaba sus uñas reivindicando y consiguiendo espacios propios. Una guerrera, rodeada de machos masculinos y en aquella época, aquello suponía un gran espíritu y mérito.

Teresa Campos rompió esquemas y sacó su genio de mujer. Tenía y tuvo detractores por ese genio cañí y bien andaluz.

Yo prefiero quedarme con su faceta de aglutinadora de personajes de su Andalucía y de su España de éxito y de tradición. La prefiero a la cañera. Su entretenimiento con su familia de personajes cercano y casi apadrinados. Hubo muchas "chicas y chicos Campos".

Ahora, las familias son de otra manera. Se rompen pronto, se deshilachan, y Cronos les pone poco tiempo de estabilidad. España viaja en velocidad AVE, y se deja de teles y se pasa al viaje, al móvil, al horario disperso y a la digitalización. España sigue y "la Campos" se ha ido con el fatal destino del tiempo y con el reino de los cambios sociales.

Mujer de tacón y filo, valiente, polémica, entretenida, y del sur a mil. Se llevó todos los premios del mundo de su trabajo. Peleona y eterna.

-DESCANSE EN PAZ-

 

martes, 22 de agosto de 2023

- BESOS. -



La televisión nos acerca a unas chicas desconocidas a través del patrocinio económico, y que defienden a nuestra nacional camiseta. Ahora, ya vamos sabiendo que juegan y muy bien al fútbol, que son campeonas mundiales, que es Olga Carmona, o Alexia Putellas. o Aitana Bonmatí, o la negrita Salma, y todas esas cosas.

¡Amarillo y rojo! ¡Banderas en acción! ¡Fiesta! Chicas nuevas y brillantes en mitad de la Canícula en los fríos antípodas. ¡Más fiesta! Furia. El mito de Amberes. Y mil cosas sociológicas más.

La mujer, como plato de segunda categoría. Están muy atrás. Nos ha importado y nos importa poquísimo su libertad. No logramos entenderlas porque el machismo tiene la misma carga cínica que el beso del Presidente de la Federación en la boca de la chica más llamativa y hembra del grupo. El macho del negocio institucional era el Presidente, y lo selló delante de las cámaras y miradas. El hombre, como macho de la tribu en donde ejerce su autóritas sin pensar en la libertad de los otros. Por eso el feminismo siempre es aliado de los varones aunque no lo sepan ...

¡Más fiesta! ¡Chicas fuertes en acción! La Furia de Amberes ¡también podrá ser femenina! ¡Ah, las guerreras! ¡Nuestras guerreras!, mujeres absolutamente cotidianas que tenemos a nuestro alrededor.

Las loamos y las queremos porque nos han regalado un bonito y novedoso domingo, y porque el finde nos ha entretenido con las cosas de las nuevas chicas esas que se pelean como gladiadoras frente a las de la "Pérfida Albion".

¿Una moda todo esto? ¿Qué es todo esto? Es una sorpresa necesaria. Es un paso hacia adelante. Un deseo de equiparación al varón. Mucho camino y mucha paciencia por recorrer. Mucha justicia por hacerse. Mucha conducta social general por corregirse. ¿Lo hará este capitalismo tan denostado? ...

El verano. El final del verano que tanto se desea, para que estas temperaturas de lugares tropicales pierdan el malestar que nos machaca de calor. Esta aventura cual "Verano Azul" debería ser una continuidad en equiparación de sexos. Y para eso hay que tomarse a la mujer en serio y empezar a sacar el dinero de los bolsillos. Una chica "Iniesta" va a necesitar del money para alcanzar la profesionalidad y el prestigio. Y si ganas pasta, la gente te respeta más. Todos admiramos las holguras y la dureza defensiva del dólar.

De momento, ¡más fiesta! ¡Que no acabe la fiesta! ¡Qué fantástica la fiesta! España siempre ha sido la campeona mundial de la risa y de la alegría, de la calle, de la vida o de la terraza de verano a la fresca.

¡Bienvenidas las risas femeninas en medio del neoliberalismo y de los negros nubarrones del fascismo! Que siga todo. Que no se lleven a la sevillana Carmona a la tele de la frivolidad, o que no den por saco con el lesbianismo de las deportistas. De la orientación sexual libre y natural de todas ellas.

Y hablemos con valentía a nuestros niños de sexualidad, para que no la aprendan en la pornografía. Solo es el cuerpo de la mujer. Sin pecados ni falacias. Solo es la libertad de la mujer, presidente Rubiales. Solo es una chica simpática y atleta que juega al fútbol de maravilla. Es su libertad, es su sexualidad, es el derecho de todas y de todos.

Respeto. Es esa la palabra que debería concluír toda esta novedosa sorpresa del verano del fútbol y de la tele. Hacen falta muchos cambios sociales. Una nueva visión de las cosas. Las mujeres, ya no son las sumisas que fueron. Y el Poder no debería ser tan bobo como se mostró Rubiales. El Poder debe pensar en incluír, en valorar, en considerar, y en aceptar unos anhelos más que legítimos que siempre solemos capar. Ese respeto pasa por lanzar las hipocresías a la basura de lo absurdo. Si la mujer avanza, entonces lo hacemos tod@s.

-LO DEMÁS SON BESOS BOBOS.-
 

sábado, 19 de agosto de 2023

- CINE DE ESTRENO: ¡OPPENHEIMER! -



¿Nuclear? ¡No, gracias! ... Avanza la Ciencia. La física se va alzando en su poder de sofisticación. Las cosas son más posibles. El científico está preparado para avanzar. Oppenheimer atisba a crear un impacto potente y prodigioso llamado bomba. Bomba, superbomba, explosividad y magnificencia.

En esta película de Christhoper Nolan, aparece la responsabilidad del científico, y más en un mundo enfrentado por la puta guerra. El monstruo explosivo va a generar en un creador y hacedor de ideas el dilema de la justicia.

¡Guerra! ¡Guerras! No se trata tanto de hacer un artilugio explosivo demoledor y hasta patriótico, como de su posición en donde la Ciencia se tiene que convertir en combate armado.

"Oppenheimer", interpretado por Cillian Murphy, será siempre controlado. Siempre habrá a su lado, poderes que interferirán en su labor de investigación. La Ciencia del nacionalismo o de los buenos, contra un enemigo que sería interior o exterior, el cual mediatizará siempre su espléndida labor del saber y del conocimiento.

Ese malo de afuera. Y entre los malos interiores, estará el Jefe Nuclear de los EEUU. Los sentimientos de "Lewis Strauss", maravillosamente interpretado por Robert Downey, serán de celos y de envidia del eco de la fama y del éxito de Oppenheimer. Le grabará cada paso, la Guerra fría le hará cómplice de los comunistas, y toda una estrategia de profundas emociones negativas y humanas, destinadas a mantenerse siempre en lo más alto del podio del Poder.

El Poder tiene muchas aristas. La victoria sobre los enemigos, y los héroes de la guerra. ¿Héroes en una guerra?, ¿héroes en el veneno nuclear?, ¿éxitos se llama a todo eso inicial? ¡Lucha por la patente y por la cima! El amigo puede ser igual de cabrón que el enemigo. Está McCarthy con su caza de brujas, está la obediencia, la honestidad, la coherencia o aprender de los propios errores.

Oppenheimer no va a ser un alma libre tras lo de Hiroshima y Nagasaki. El genio brillante y vital de los ojos claros y azules, acabará siendo el juguete de las reglas del juego. Y el gran maestro de la Física, será derribado hacia un sitio anecdótico e invisible cuando expresa en voz alta su humana verdad.

Oppenheimer podrá pasar de ser un genio, a mierda cósmica en bien pocos meses. Siente que es la muerte. Un destructor de mundos. Lo va intuyendo todo mientras investiga, y finalmente topa con el mundo del Poder real que le va a decir ciertas cosas.

Héroe y villano. Ganador y despreciado. Día y noche. Amarillo, rojo, azul, negro ... Dolor interior. Impotencia. Puede ser castigado. Es la sospecha total en su país si no se vuelve un borrego obediente. La Ciencia es un arma de desaprensivos mientras no haya consenso mundial. La Ciencia, como destructora del mundo. ¿Cuántos japoneses sucumbieron a la idea de lanzar bombas? ¡Un espanto! ¡El fin no justificaba los medios!

Pero el Poder es quien decide. El físico y el científico recibe un  fenomenal y terrorífico sopapo en su libertad. Abre unos caminos. Pero otros guían esos caminos y errados hacia su propia conveniencia.

-EXCELENTE FILM DE NOLAN. -


 

domingo, 13 de agosto de 2023

- ME HUBIERA GUSTADO TENER UNA HIJA. -



Lo confieso. Ser padre de una niña hubiese marcado y para bien la totalidad de mi vida. Que, me conozco ...

No me he casado ni he tenido hijos, pero siempre puedo soñar. Y si la salud no me hubiera fallado tan precozmente, mil cosas tiernas hubiesen sido posibles. Tener a una niña con mi apellido. No haberla tenido, ha sido un castigo de mi destino. Por lo tanto, me dispongo a soñar acerca de esta ausencia.

¡Una niña! Una niña supone que hubiera consensuado con mi mujer, el modo de mantener y cuidarla lo más adecuadamente posible para procurarla cuidados, atención, educación, protección y felicidad.

¡Los primeros meses de mi niña muñeca! Es tan emocionante, que cuesta describir lo que hubiesen sido los momentos de esas emociones de cariño.

Sí. Lo primero que hubiese venido, es acercarla a mí y darla un suave besito. Hubiese tenido miedo a hacerla daño por el impacto del choque de mis labios hacia sus mejillas, sus cabellos, su toda ella ... Sostener su cuerpo diminuto, mecerla, y asombrarme siempre por ver cómo esa criatura era mía. De su madre y mía. Pero también mía.

Con el paso del tiempo hubiera descubierto el abrir de sus ojos, su crecer suave pero evidente, los pañales y su higiene, el que me despertara con su llorar en el medio de la noche con un calor potente o con un frío amenazador. ¡Nada de amenazador! Si una hija mía hubiese nacido, yo creo que no hubiera habido nada amenazador. Ni para ella, ni para su madre, ni para mí.

En cuanto hubiese terminado mi trabajo de docente en un Instituto o Universidad, se la habría arrebatado a su madre de las manos y me hubiera escapado con ella sin aparente rumbo fijo. No sé qué nombre le hubiésemos/hubiese puesto. Me vale con "María". María es un nombre femenino, con fuerza, con tradición, familiar, un nombre que a pesar de los anglicismos mantiene fuerza de actualidad y de quizás de eternidad. "María" ...

Inolvidables nuestros primeros paseos por la calle. Porque mi niña empezaría a dar sus torpes y maravillosos primeros pasos. Me llamaría papá, y entonces yo le devolvería la mirada embobado y en extremo feliz.

Mi niña "María" llamándome papá, y confiando en mi apoyo por si tropezaba y caía. Aunque los niños rebotan cuando caen, lloran un rato, y al cabo de unos minutos ya pueden estar nuevamente con la sonrisa y con la carcajada.

Cogería a mi niña, y la sentaría alzándola sobre mis hombros, como un trofeo innegociable de felicidad. ¡La hubiese querido como la hostia! Sus primeros regalos de los Reyes o de Papá Noel, hubieran sido lo de menos. Lo mejor hubiesen sido sus reacciones ante los juguetes. Si los hubiese tirado por los aires o inventado con ellos unos juegos personales e indefiniblemente maravillosos.

¡Seguro que hubiera sido una excelente estudiante  la niña mía que no pudo ser! Porque su madre hubiera sido igualmente, buena y valiente. O profesora, o mujer de cuidados sanitarios, o incluso de la pata quebrada y en casa. Pero, de todo el amor sincero ...

Las notas de mi niña serían excelentes. Como las mías fueron. ¿Tratarla con tres, cuatro, cinco, diez, doce años? ... ¡Menudas experiencias para "María" y para mí.

Mi niña que no existió me hubiese ayudado mucho. Sus momentos de calma conmigo, la hora de saltar y de jugar, el adaptarme a su naturalidad de criatura singular que crece con la vida. Yo le hubiese dado la paliza contándole cuentos y ocurrencias, y ella me lo hubiese agradecido de corazón.

Hubiésemos corrido por el río seco como dos niños ante el asombro o colaboración de su madre. Hubiese tenido mi niña todas las comidas sus garbanzos o su comida equilibrada sobre la mesa. Si hoy conservo recursos imaginativos, puedo intuír con treinta años siendo más que feliz con mi niña imaginada.

¿Educar a mi/nuestra María?... Nada fácil. Pero yo hubiese sido muy valiente y clarito con ella cuando la adolescencia, su paso a mujer, la crecida de sus tetas y zonas genitales, y la habría hablado bien claro sobre sexualidad, deseos, placer, libertad, y claves para ser ella misma sin que nadie osara invadir su espacio de nueva mujer.

Mi niña vestiría como le diese la gana, aunque a mí me tocara las narices su cuerpo coqueto exhibido. Se pondría la precoz ropa que se plantan las adolescentes. Su no suje, su tanga, las formas de sus caderas de mujer, la demanda de aderezos o lencería, y finalmente su mundo.

¿Mi niña sería guapa además de inteligente? ¿Quizás alta como una modelo y preciosa como su hipotética madre? ¡Me daría un bledo! Haría todo lo posible para que se comunicara conmigo a través de todas sus demandas de chica que crece y que empieza a mostrarse mujer.

Podrían haber muchísimas cosas. Desde un fatal accidente que acabara con su vida, que le afectara y mucho que yo me separara de su madre, y tropecientas cosas más. Pero mi "María", seguro que no hubiese sufrido nada agorero y que hubiese sido una chica feliz.

Y sobre todo, ¡libre! Libre, gamberrilla, rompedora de las noches de juerga o campeona de Europa de atletismo. Si yo la hubiese visto dotes para la carrera, me hubiera apresurado a apuntarla a un club de atletismo. Y si me hubiera dicho que le encantaba jugar al rugby o al fútbol, me hubiese retirado a meditar un tiempo.

Porque hoy las chicas se liberan con pureza e inocencia. Y le hubiera dicho que,¡perfecto! Que aceptaba que le gustase el rugby o el ciclismo de montaña.

Y si un día llegábamos su madre y yo de sopetón a casa, y escuchábamos gemidos de placer en su habitación y no compartiendo el placer con un chico sino con una chica, entonces ...

¿Un nuevo disgusto?, ¿mi "María" una guarra depravada? ¡Ni hablar! Antes ya hubiese sospechado cosas. O quizás, no. Se hubiera puesto a prueba mi amor por ella. ¿Y qué si era lesbiana? ... ¿Sería mi hija "María" menos importante y menos querida por el hecho de que le gustaran las mujeres? ...

Insisto. Si hubiese tenido una hija, hubiese sido para mí toda una cátedra de saber y de conocimiento nuevos, femeninos, novedosos y reales.

¡Nunca nada debe estar escrito o ser previsible! Estaría maravillado de que la vida me hubiese otorgado a una hija de la condición u orientación sexual que fuera.

No podré demostrar casi ninguno de los deseos y sucederes que he afirmado en este escrito. La vida es un puto azar. La levedad y la vulnerabilidad del ser humano.

Pero intuyo que la presencia humana de mi "María" o "Salvadora", me hubiese sumergido siempre en perspectivas ricas y poco imaginables. Mi hija casi seguro que hubiera sido heterodoxa como yo, y nunca convencional ni esperable.

Sigo soñando. Va y un día me/nos viene "María" y suelta:

- "Papás. Quiero deciros que deseo consagrar mi vida a Dios en el interior de un Convento ..."

Yo hubiera respondido: - "¿No te dije que no debes confundir la creencia con la fe, hija mía? ..."

Y ella me hubiese respondido: -"No soy tonta, papá. Soy libre. Y en mi libertad nadie puede entrometerse ..."

¿Alguien piensa que siendo monja ya no podría querer a mi hija con el terremoto de amor terrenal? Dentro de la hipótesis, todas las apuestas me dicen que la hubiera querido a mares igualmente.

¡COMO SIEMPRE!


 

jueves, 10 de agosto de 2023

¡¡ BAHAMONTES !!



Otra sociedad. Otro contexto. Ninguna libertad. Mucha hambre. La postguerra Civil española. Sobrevivir en el día a día. La ausencia y precariedad como constantes. ¿Qué sería el deporte en esas potentes limitaciones? El deporte en sí no sería nada, a no ser que hubiera dinero por en medio.

La creación de un personaje la daba la vida desnuda y real. El corto plazo, el momento, el día a día, el no poder ir más allá.

"Federico" Martín Bahamontes era un chico toledano que se hizo rarito casi sin querer o sin percatarse. Se sabe que era fuerte, y también que tenía coraje. El coraje que necesita un pobre  para salir adelante. El brío absolutamente imprescindible para no caer en la fatalidad. Éso, le hizo destacar sobre todas las cosas. Su mala leche, para pasar entre la broza buscando sueños.

¿Que fue el primer atleta español carismático de la Historia? E incluyo a Santana, Nieto o a Seve Ballesteros ... Insisto. La genialidad de sus hazañas ciclistas habrían de ser consecuenciales a su situación social.

Se le recuerda como el más grande escalador de todos los tiempos. E incluyo a Gal, Bobet, Coppi, Bartali o Pantani, o al apellido que se quiera. Bahamontes era mucho más y hasta mucho menos que un deportista. Un maravilloso paleto, salvaje, chulito, echado hacia adelante, brusco, impetuoso y sin miedo a la autoridad. ¿Existe algo más peligroso y respetable que no poder comer por falta de alimento? ...  Superada la prueba límite, Bahamontes no atendió a mucha gente.

Le daba todo un pito. En su impulsividad de atleta colosal, no medía las situaciones demasiado. Tenía el genio de la dureza y la fortaleza de los grandes grimpeurs. Fue ciclista como pudo ser otra cosa. No se planteaba ganar o completar el Tour, sino que se centraba en la etapa del día día. Ahí lo daba todo.

¡Héroe en el 59! Ningún españolito había ganado el Tour. Fue el primer ciclista español en muchas cosas. El pionero que nos suena y que se impone a Trueba, Loroño o Berrendero. Fue lo que hoy se llama pionero mediático.

Se firmó con "El Águila de Toledo". Ni siquiera se llamaba Federico. Un día subió las montañas, llegó el primero y esperó a sus rivales tomándose un helado. ¡Mucha mítica! En realidad, le habían tirado piedras y roto los radios de las ruedas. De modo que debía parar a esperar a que llegaran los mecánicos del coche de su equipo.

Bajando, Bahamontes se arrugaba. Y nunca medía las consecuencias de sus actos. ¿Qué era eso de dosificarse?, ¿tener a alguien que decidiera sus deseos?, ¿que los periodistas le tocaran los bajos cuando quien subía la montaña era él y solo él? ... ¡Ni hablar! En el Tour no aceptaba superioridades ni condicionantes de ninguna clase. Como en la vida. Sencillamente, que le pagaran y punto pelota.

El extraño genio era así. Nunca ganó una Vuelta ni un Giro. Solo un Tour. Pudo ganar siete u ocho. Pero a Bahamontes solo le preocupaba la inmediatez y la supervivencia.

El otro día vi un reportaje televisivo, en donde era entrevistado en charla por Perico, Miguel Induráin y el periodista Carlos de Andrés. En un momento dado, el genial toledano, afirmó, mirando a los dos grandes ciclistas:

- "Yo era mejor que tú. Y que tú ..."

No lo decía como boutade de personaje con carisma de generaciones. Bahamontes lo decía todo a la cara. Sin milongas. Lo bueno, lo malo y lo regular. Nunca supo de la suavidad. La vida no le había sido suave. Al revés. La vida le había dado más palos que a una estera, y una fuerza física portentosa. No había podido pensar demasiado que no fuera en los garbanzos del día a día. No es que le costara sonreír o complacer. No. Sencillamente fue la vida que le marcó la supervivencia como camino. Ya había superado con creces los noventa años de edad. ¡Una bomba física!

D.E. P.