sábado, 25 de marzo de 2023

- LUIS VERSÓN, HOMBRE DE MUNDO. -



Luis Versón heredó tierras. Y sus padres le pagaron los estudios. Pero no fue una buena decisión. A Luis no le gustaba estudiar. Lo que descubría en aquellos tiempos holgados de su infancia, es que necesitaba unos referentes prácticos que le permitieran salir de su vida rutinaria e insoportable. Quería ser otro. Debía serlo. Debía intentarlo.

Y buscó mundo. E hizo la mili Luis Versón en el Sáhara, cuando aquel territorio estaba colonizado por España. Luis era fuerte, soldado, atleta intrépido, culo de mal asiento, laborioso y amante del mejor vivir.

Finalmente, Versón halló su cátedra. Probó en una multinacional de los coches, y se convirtió a ese capitalismo que está entre la secta, el éxito y el verdadero Poder. En aquella gigantesca empresa, adquirió sus señas de identidad y su auténtico modo de sentir. En la súper empresa encontró a magos, a soldados de despacho y ordenador, a genios de la venta y de la estrategia, y pudo alcanzar nuevos sueños.

Sí. Luis Versón se subió a su primer cochazo, ya nunca más se quitó la corbata de distinción, y su machismo le condujo a una idea de la mujer complementaria, agradable, pero nunca definitiva. Se casó tres veces. Fracasó en las dos primeras intentonas, y parece haber encontrado la estabilidad en su veterana pero todavía hermosa esposa actual.

Versón le dio siempre a la caza. Sí. Le gusta el fútbol, y el boxeo, y será siempre un hombre informado de la actualidad, pero la caza fue y ha sido una de sus mayores pasiones. La ceremonia de la caza en el monte, puso a prueba sus excelentes condiciones físicas. ¡Oh, disparar! ... Hacer diana en una animal grande, fue una sensación que siempre elevó su autoestima y adrenalina. Y me dice:

- "¿Sabes una cosa? ..."

- "Di ..."

- "Le dices guapa a una mujer, y te puede meter en la cárcel. ¿Será posible? Ja,ja,ja,ja ..."

Luis Versón es contenido. Lo que siempre le han gustado han sido sus correrías con sus amigotes capaces de sorprenderle. Siempre la aventura. Siempre, su vida ...

Está Versón completamente en contra de la Democracia, y especialmente de la ideología de izquierdas. Pone a caldo a todos los políticos. Les considera unos listos y aprovechados de las coyunturas, los cuales solo buscan el voto. Y nada más que el voto.

A Luis Versón le gustan Extremadura y Andalucía. Y los caballos, y las casas y cortijos enormes y blancos. Y también sabe que ya está bastante mayor, y que el hecho de que María esté a su lado, es más que importante.

Por eso Luis no parece enfadarse nunca. Si ve que piensas todo lo contrario a lo que piensa él, te mira con ironía y después guarda cínico silencio. No se ve con fuerzas para levantar su voz y poner sus puntos sobre sus íes.

Ha llegado el momento de recoger velas y de evitar disgustos. Es el tiempo de su jubileo y de su salud. De vivir intensamente más que nunca, y de dedicarse a laborar árboles de sus campos, que es uno de sus hobbies.

Y ante mi sorpresa de verle rural y paletillo, Versón me propone regalarme pequeñas y sabrosas naranjas navelinas que son más dulces que el azúcar aunque su tamaño sea pequeño y el producto ya no sea comercializable.

Pero a Versón le gusta ir de generoso y magnánimo. Y me regala algunos kilos de dichas dulces naranjas. Como si le gustara pagar fantas. Yo, se lo agradezco, y más en los tiempos que corren de tanta precariedad, los cuales a él no le afectan.

Tiene la autoestima por las nubes, y como roza la senectud, aprecia el palique y el ambiente relajado a la par que intenso. Y juega al dominó vibrando como un chaval, llamando nena a su atractiva mujer, haciendo que es un detallista caballero, y de que su experiencia en el juego de conocer mundo pueda conseguir que ya nada de lo que suceda le pueda sorprender. Le veo muy relajado en sí mismo.

-AUNQUE SEA NERVIOSO-
 

viernes, 17 de marzo de 2023

- LA LLAMADA. -



La llamada telefónica fue inesperada, agradecida, sentida y gris. Sinceramente, no la esperaba. Hacía demasiado tiempo que no la esperaba.

Esa es la palabra: tiempo. Tiempo, tiempos y contextos. Realidades menores y mías. Tiempos de nostalgias y de apegos. Tiempos de relaciones de desesperación. Tiempos necesitados. Tiempos que nunca debieron existir. Pero que existieron ...

La voz que  hablaba al otra lado del móvil, era la de la misma persona con la que yo había contactado hacía ya más de quince años. La voz de Magda, la voz de una mujer con muchos problemas y con una inteligencia práctica. La voz de una persona que había sido feliz hasta que un derrame cerebral partió su vida. Porque Magda era contundente, iba al volante de su vehículo mucho antes de cumplir veintitrés años, supo de todos los trajines de la Banca en donde trabajaba, y al quedarse ciega a causa del derrame cerebral vio como su marido Paco se cagaba en los pantalones y se hacía a un lado y le acababa pidiendo el divorcio.

La ceguera de Magda es un mal no resuelto. Ni por psiquiatras ni psicólogos. Ahora solo trata de sobrevivir. Yo la recuerdo siempre, rara. Cambiaba de domicilio como de vestido. Es como si huyese una y otra vez de sí misma y de su mundo y realidad.

Magda tiene una voz educada, fría y atractiva. La vi físicamente por vez primera, acompañada de su perro lazarillo ante una cita que acordamos previamente. Aquello fue triste, de fantasía absurda, de deseo, de novedad y también de patrimonio personal.

Fue la primera vez que yo tomaba el metro de mi ciudad. Aquel sitio del subsuelo que es el metro, me pareció una suerte del film Matrix, lleno de cosas rápidas, inmediatas, desorientadas, ruidosas, y copadas por el mundo de los jóvenes. Porque el metro es una cosa de los jóvenes. De hoy.

Pero por aquel entonces, mi hoy era desubicado y hasta juguetón. Sin una referencia clara, o como una aventura sin mayor pretensión que la novedad o pulsarme a mí mismo el estado de mi ser y de mi tiempo.

Pasaron muy pocas cosas en estos diecisiete años que conozco a Magda. Solo sé que me llama para recordarme que aunque pasa un siglo sin sus noticias, ella sigue ahí. Y se lo agradezco.

Una vez sin su ex, Magda se puso a juguetear con hombres para joder a su paco. Lo ponía verde, e hijo de puta era el apelativo más suave que me decía que era. Ahora, no parecen haber cambiado mucho las cosas. La llamada del otro día parecía tener un guión similar.

- "¿Sabes? Mi hija es una malnacida ... Ahora resulta que no me quiere traer a mis nietos y ..."

- "Vaya ..."

Siempre me contó Magda que su hija tendía a decantarse por su ex. Que, son tal para cual. Y mucho odio de hilo musical. Con su hijo tampoco se llevaba del todo bien.

Sí. La llamada fue en el fondo una creación mía al darle continuidad a los afectos desesperados. Ahora ya le tengo aprecio a Magda, y todo he de matizarlo. Para mi rigor.

Lo que pasa es que la llamada es gris. Nunca lleva alegría. Hasta la risa o sonrisa de Magda tiene el regusto de almendra amarga. Y aunque siempre tuve en ella mucha tutela, ahora he aprendido una buena forma de mantenerme fuerte ante las cosas de la lastimera invidente. He de quererla, pero también mucho a mí mismo.

- "Voy a ver si me voy a una Residencia de mayores, ¿sabes? ..."

- "¡Ah! Ya ... ¿Y éso? ..."

Yo aún soy joven. El ostracismo me aburre. He de vivir con más color. Y lograr que las llamadas sean de personas activas, con hilo musical positivo y sin rencores, seguras de sí mismas, claras, independientes, y hasta profundamente alegres.

Yo, me alegré de la llamada de Magda por lo que tiene de intimidad. Mas insisto. Prefiero otros mundos, otras llamadas, otras voces aunque sean anónimas o inéditas. Alejarme de universos de derrotas o de tonos grises. Y lograr más risas, más actividad, menos duelo y más loca aventura.

-UN BESO, MAGDA-
 

viernes, 10 de marzo de 2023

- VINICIUS JR, GENIO Y LOCURA. -



Carismático y expresivo. Sensual y carioca. Brasileiro de pura cepa. Valiente y osado. Precoz y atrevido.

Era un "menino" cuando los ojeadores del Real Madrid pusieron su mirada en Vinicius. Se lo tomaron a burla. Solo sería exotismo y carne estimulante en una Europa fría y llena de practicidad. Y sus diabluras solo podrían ser folclore en un mundo de estrategas disciplinados y duros peones de brega que juegan desde la escuadra y el cartabón.

Pero Vinicius es ambicioso. No se arrugó y pasó todos los cortes y hasta los choques culturales. Sería chupón y de alardes, pero su calidad epataba y restaba risitas.

Hasta el punto de que Vinicius logró convertir a las dudas burlonas en olés de admiración. Alcanzó la titularidad del Real Madrid y luchó bien por ella. Lo consiguió a pesar del escepticismo general. Su fe, le salvó.

Vinicius tiene mirada absolutamente desnuda, excesiva, de cuna, de Brasil y hasta de África. No solo es piel black, sino acento de otro lugar y verdadera pasión por el fútbol. No puede negar que viene de donde viene. De un sitio, en donde los esclavos juegan al fútbol para no morir en la indolencia indiferente.

El futebol saca al negro de ese tremendo país y Continente, y le pone sueños a su futuro. Y cual inmigrante de lujo, cruza la frontera en busca de la aventura del money esperanzador.

Vinicius no deja la poesía de su juego. Sigue haciendo lo que se le ocurre con el balón y con su enorme calidad creativa. Lo que sucede es que no recuerda que al recién fallecido Pelé, le daban pero se levantaba sin rencor. Y no se metía en líos ni buscaba al culpable de sus heridas de tacos en las piernas.

Eso, no lo caza Vinicius Jr. Y cual nueva sensación del fútbol mundial, como una nueva perla negra sin inhibiciones, lo mental le juega malas pasadas. Porque el fútbol y su continuidad se nutre del equilibrio para alcanzar cobijo y ubicación en el grupo y en los tops.

Vinicius se siente una víctima. Se ha vuelto intocable y soberbio. No quiere que le arreen, porque es muy grande. Su vanidad es ambiciosa y confunde la solidez con el previsto resbalón.

Todos son malos. Todos le llaman negro. Todos le empujan y le tiran. Todos le provocan. Y Vinicius, todo lo protesta y reivindica. Y sus rivales le ven venir los nervios y se ven capaces de sacarlo del partido. Y Vinicius, de perderse en vanas y absurdas reyertas futbolísticas constantes, que a quien perjudican es a él mismo.

No debería Vinicius ganarse la fama de quejica. Porque si se fortalece tal estigma, no podrá salir de ese confuso foso. O, le costará horrores ...

Vinicius Jr. ya ha demostrado con creces que sabe jugar al fútbol, que no tiene miedo y que maravilla su verticalidad y habilidad. Y que la fama de no tener gol, se puede corregir. Ha crecido muchísimo.

Pero se tiene a sí mismo como a su peor enemigo. ¿Superará la presión y sus errores? De momento no parece ser capaz de domar su caballo que se desboca hasta el humorismo. Debe luchar por cogerse las riendas y no empezar a dejar el camino lúcido de Pelé y desviarse por el cruce fatal de Neymar.

En fútbol, la cabeza es fundamental. Cruyff perdió un Mundial por no salir del cabreo contra el árbitro y Berti Vogts en Alemania-74.

Sí. La sesera es la mejor forma de madurar. La única. Europa nunca será Brasil ni viceversa. Y sería una lástima que Vinicius truncara su carrera y su magia por absurdidades de barriada. Para que el mago Vinicius siga asombrando, ha de llegar el momento de su pausa sin que ceda su alegría, ni su creatividad, ni sus bailes festivos. El fútbol es profesional. Y no digamos jugando en el gran Real Madrid.

-VINICIUS TIENE POR DELANTE UN RETO-
 

sábado, 4 de marzo de 2023

- DON RODOLFO, FARMACÉUTICO. -



Don Rodolfo es ancho, alto, corpulento y chapado a la antigua. Es uno de los farmacéuticos de mi barriada. Te da un apretón de manos, y en cuanto cruzas tres frases con él, te das cuenta de que no has hecho un buen negocio.

Lo sabe todo. D. Rodolfo parece un amable divulgador de la totalidad. Lo que pasa es que vive en un mundo que no existe. Ahora la gente es práctica, viene estudiada de casa, y no le gustan mucho las sugerencias o indicaciones iterativas.

Nadie va a dudar inicialmente de los estrictos conocimientos de D. Rodolfo. Porque sabe toda la química y la farmacopea, pero es tan insistente y metódico que puede acabar con tu paciencia. Don Rodolfo es listo, pero también debe dejar paso a los demás. Consiente que le hagas comentarios referidos al vademecum y a los períodos de ingesta. Pero jamás está de acuerdo. Y además, nunca parece tener prisa. Y te acaba mareando tanto, que lo mejor para ser breve es darle la razón. De esta manera no harás tarde a los sitios.

Recuerdo que cuando le conocí, me sonrió. Pero pronto me percaté de los peligros de las personas aparentemente generosas, pero que al final tratan de imponer su visión de las cosas. Nunca se me ocurrió llevarle la contraria. Y mucho menos, argumentarle en contrario. Si hago esto último, no solo lograré tensión y distancia, sino que llegaré fijo muy tarde a mis cuestiones cotidianas.

Don Rodolfo es un clásico. Muy conservador en ideas. Muy obediente con lo establecido, pesado, y muy escéptico con un futuro de progreso y avances. Me temo que cree bastante poco en el fondo de los seres humanos. Quizás por eso parece creer tanto en sí mismo y en su verdad.

Está casado con Mar. Una mujer de mediana edad. Un poco más joven que D. Rodolfo. Mar es engañosa inicialmente. Porque es tímida y a la vez extremadamente profesional. Mar va al grano, y cuando sonríe lanza un encanto femenino especial. Y cuando te orienta, siempre acepta otras opiniones. Eso de las parejas no es otra cosa que un puro misterio.

Don Rodolfo es muy nuevo en esta farmacia de mi barrio. Pero parece un hombre de mundo y con proyectos claros. Sobre todo, sabe de los proyectos que nunca emprenderá. Está muy gordo, pero es evidente que es fuertote.

En el fondo creo que el problema del farmacéutico, es de incomunicación esperable. Por eso necesita clientes y trabajar. Porque le van el palique y la disputa como elementos para saciar su vacío interior que también explicaría el crecimiento excesivo de su barriga.

Preso de mi fantasía, me imagino a un D. Rodolfo con veinticinco años y ya viejo. Idealizo con que nunca fue joven. Quizás, voluntarioso. Pero la juventud del farmacéutico parece castrada por la tradición familiar. Es como si se hubiera abierto paso a manotazos entre personas de Poder.

Lo mejor de su farmacia es su vida, Mar. Pienso que a veces los insuficientes tienen suerte y que son recompensados por la Diosa del azar. En realidad D. Rodolfo quiere ser un padrazo, y un maestro, y un director, y un explicador, y un erudito, y un trabajador, y un triste, y un tipo que se pone la bata blanca e impone férrea disciplina.

A veces tiene gestos de pillo. Y eso que los disimula. D. Rodolfo se disimula a sí mismo, y estoy convencido de que le gustaría quitarse todos los corsés, y ser mucho menos contenido y absolutamente emocional y enérgico. Y regañarnos a sus clientes, y hasta gritarnos que somos unos burros, y recibir el aplauso imposible de su antipatía inoportuna. Y en ese momento, el hombre de la bata blanca farmacéutica podría reflexionar a pesar de su edad asentada.

¡BUEN DÍA, SEÑOR!

 

viernes, 17 de febrero de 2023

- EL HOMBRE DE LOS CABALLOS. -



Las pezuñas del caballo acaban cediendo al resbaladizo terreno por el que transita, llevando a lomos a Josep Espinach.

Mala fortuna. Aunque quizás era previsible el accidente. La localidad de Pinedo es muy húmeda, y los charcos que propician las lluvias continuadas muy cerca del mar, han precipitado lo inevitable en las fiestas de San Antón.

En San Antón bendicen a los animales, pero no el 17 de Enero, sino el fin de semana de tal mes que se decide que es el más oportuno. Un sacerdote sale a la calzada cortada, y bendice a todos los animales.

Josep Espinach no se pierde ningún año la fiesta tradicional. Ha intentado por todos los medios frenar los impulsos imparables de su blanco caballo, hasta que finalmente el animal ha resbalado y caído al suelo de forma brutal. No ha habido más remedio que sacrificarlo.

Afortunadamente, Josep ha heredado una cuadra, en la que habitan varios caballos más. Pero ha sido una putada lo sucedido, porque este caballo del accidente era hermoso y con mucho brío. Su caballo habitual para las fiestas y las correrías en el campo, y en su pueblo. En su Pinedo húmedo y aventurero.

Josep se ha lastimado igualmente. Y los médicos le han mandado a hacer rehabilitación a Valencia. Exactamente al ambulatorio al que yo voy. Y a veces coincidimos en el modesto gimnasio del Centro sanitario.

Josep Espinach es alto y bragado, fuerte como un oso, y muy peculiar. Parece campechano, pero es tímido. Y se dirige con nerviosidad contenida a la delgada y menudita fisio Teresa, la cual le mira con veteranía y practicidad. Teresa, parece un lince. Como si tuviera un alto poder de intuición.

Porque Josep Espinach habla fuerte, como la gente castiza de pueblo, y si no le conoces, parece que esté enfadado. Pero es su modo potente de hablar.

La fisio, le torea bien. Y Josep ahora parece relajado. Y no para de hablar de caballos y de tradiciones. Como lo hace un niño que va a hablar de cosas inevitables.

Observo que Josep no me mira a los ojos. Parece muy tímido. Afirma que vive solo y soltero, y que esto de los dolores en sus piernas es un fastidio. Pero que aún así se toma unos medicamentos mucho antes de caer de su blanco caballo. Cuenta su vida y pormenores, aparentemente sin ambages. Pero en realidad es la soledad la que le invita a explayarse.

Acaba de ver a Inma. Una chica que se ha fastidiado un hombro, y que es natural y extrovertida, y afirma tener mal de amores, y a quien parece gustar la espontaneidad casi infantil del oso Espinach. Inma es coqueta, delgada y sexy. Y muy de capital. Pero el hombre trata de darle carrete a la chica. Nos invita a todos a las fiestas de San Antón de su pueblo de Pinedo. Mas hay mucho postureo en Josep ...

Porque lo que quiere este hombre es hacerse oír. Llenar el gimnasio de fisioterapia con su voz potentísima y parlanchina. Pero en realidad Josep no parece tener demasiadas aspiraciones o expectativas.

Y lo que desea es que caiga la tarde, y en esa tarde no renunciará a su siesta sin horas que le lleva de cabeza a la merienda. Y sus amigos se cuentan con los dedos de una mano. Y siente que el tema chicas le viene grande. Y no sonríe tanto como parece. Porque el mundo es otro, y a lo único que aspira Josep Espinach es a no ser rechazado por demasiada gente.

Y cuando se sube a uno de sus caballos, arrea fuerte y trata de sudar y de mover su corpachón en plena libertad y aunque llueva o sea San Antón. Lo que le importa es moverse. Por eso quiere liberarse de los males que afligen sus extremidades.

-ETERNA ADOLESCENCIA-

 

miércoles, 25 de enero de 2023

- NIÑO DE FUTURO. -



Algo se ha abierto de repente en la calzada de una pequeña carretera, la cual va atravesando y curveando por el Valle del Fornés. Y no solo se ha abierto el suelo, sino que ha asomado un sonido inclasificable, junto con una mano asiendo un gran cuchillo en punta. Alguien ha visto a un extraño ser, con cabeza parecida a la de una serpiente y mirada similar en agudeza a los seres humanos.

¡Roger! Solo Roger ha visto éso. Y también, cómo, al verse descubierto, el extraño ser ha tapado la grieta y ha sellado toda huella. Ya la carretera presenta un aspecto normal. 

Roger tiene diez años. Está estupefacto. Sorprendido y asustado. Cuando vuelve del colegio hacia su casa, piensa que lo mejor es no decir nada. Así se evitará un millón de preguntas, empezando por las de sus padres y su hermana Marta.

Pasan los días y las semanas, y Roger mantiene la actitud. Hasta que escucha en las noticias que ha habido un accidente de circulación en el citado Valle del Fornés.

Dicen las autoridades que la causa ha sido el reventón de las ruedas de un camión que transportaba sacos de cereales. El camión perdió el control, y embistió a un coche que venía en dirección contraria. Cinco muertos. Roger se pone a llorar y se va a su casa.

Y al día siguiente cuenta a sus padres sus verdaderas causas del reventón de las ruedas del camión. El suceso ha tenido lugar en el mismo sitio en donde vio el extraño fenómeno que nunca a nadie contó.

Los padres del chico lo llevaron al psiquiatra. El médico le prescribió unas pastillas para que pudiera dormir, y le remitió a un psicólogo. Y Roger durmió más tranquilo unos días. Pero pronto volvió a sentirse inquieto. Sobre todo, cuando escuchó en las noticias que a unos escasos cincuenta kilómetros del Fornés, había tenido lugar otro similar accidente de carretera. Tres muertos más, y dos heridos.

El psicólogo escuchó estupefacto a Roger, cuando este le habló de inteligencias de naturaleza extraterrestre y maléfica. Que esto era una invasión. Y que le extraña que los investigadores hubiesen aceptado la tesis de un accidente convencional. Y que la única explicación podía consistir en que los extraterrestres hubiesen procedido tras atacar a las personas, a dejarlo y a transformarlo todo en un nuevo y convencional reventón de las ruedas. Como si lo hubiera sido realmente ...

Roger fue internado en una institución psiquiátrica, y sus padres lloraban el aparente extravío emocional de su hijo. Y cada vez y para no verle sufrir, espaciaban sus visitas hasta que dejaron de visitarle finalmente.

Por intachable conducta, el niño fue puesto en libertad diez años después. Y no había perdido el tiempo. Se había pasado todos esos años estudiando, y tenía enormes conocimientos de psicología, física, matemáticas y química.

Cuando Roger volvió a casa, sus padres habían preferido no estar. Entonces, salió del lugar y se detuvo exactamente en la zona del Valle del Fornés en donde tuvo su primera experiencia con aquella fuerza misteriosa. Y parecieron de repente escucharse unas carcajadas. Horripilantes, pero carcajadas al fin y al cabo. Pero Roger no se afectó, sacó un folio y escribió la palabra Sience, que significa Ciencia ...

El joven, lo comprendió todo. Aquel ser o seres, no solo habrían hecho posible los accidentes y los muertos derivados. No. Habían querido que lo tomaran por loco, y que el único testigo de lo ocurrido se quedara sin argumentos.

Roger marchó a la Universidad y con varios objetivos. Conseguir certificar y concluír sus carreras preferidas, y a prender el mejor inglés. Y en cuanto pudo, se dirigió en persona, correos electrónicos y todo tipo de comunicación, para darse a conocer y ganarse influencias. Militares, políticos influyentes, centros de inteligencia internacional, expertos en fenómenos aparentemente extraños, y gentes que nunca se podrá averiguar lo que saben.

Al principio, no le hicieron caso. Pero cinco años más tarde, Roger sonrió por vez primera tras muchísimos años de rostro sombrío. En una zona de máxima exclusión, unas máquinas están en el Valle del Fornés con todo tipo de soldados y personal laboral y de emergencia. Actúan con explosivos, y todo lo justifican ante la prensa por detonaciones controladas y previstas. Hablan de necesarias actuaciones para corregir elementos orográficos que pueden causar peligro para la población del Fornés y aledaños.

Mas no es verdad. La lucha entre los militares y los extraterrestres es encarnizada. Ya van dieciséis soldados muertos, y varios heridos de distinta consideración. Pero parece que los humanos están ganado la batalla. A algún general, Roger le ha visto cómo se le escapaba una sonrisa de satisfacción, y le guiñaba cómplice un ojo. Acaban de dejar pasar al joven Roger Esvárs. Nunca nos lo dirán los científicos ni las autoridades. Pero consideran a Roger un héroe. Gracias a él, el mundo ha podido despertar de un peligro latente y evidente. Aunque nunca el Poder ni los medios, dirán nada. Es el pacto básico para evitar que las gentes entren en pánico.

¡ROGER ES UN VALIENTE!
 

martes, 17 de enero de 2023

- POBRE PAJARILLO. -



Le recuerdo, le tengo alto, enjuto, larguirucho, de vestir elegante y hasta un tanto pijo y anticuado. Estaba ahí,-parece mentira que no esté-, orgulloso, al lado de su anciano padre, jugando al dominó con nosotros, y siempre interiormente cargado de sí mismo.

En el buen Juan Ángel, he visto muchos contrastes. Podía ser el tipo más atento de las reuniones, y a la vez pasar de todos los asistentes, de mí mismo y de él.

¿De nuevo los enfermos mentales? Apenas nada, en el caso de este pajarillo carente de ayuda familiar. Casi siempre era pacífico. Casi nunca la liaba, y hacía lo que podía para cuidar a su padre. O lo que él creía que podía ... Porque tiene un hermano en Alemania que pasa de él. Y supongo que también tendrá familiares aquí en España, los cuales están a sus cosas diarias y cotidianas. ¡Terrible! ...

El diagnóstico me parece el mismo consenso. Para todos ellos Juan Ángel está loco de remate, y no hay nada que hacer con él. Este consenso es toxicidad para Juan Ángel y para muchos que están en su situación. Eso de, "dejarlos por imposible", acaba marcando y sentenciando las situaciones. Lo mental, nuevamente como estigma.

Sí. Le recuerdo. Recuerdo a Juan Ángel. Hablaba por los codos, no cuando estaba a gusto, sino cuando precisaba de la verborrea para sentirse algo lógico y razonable. Para no sentirse una mierda que va cayendo por un sumidero hacia la nada y el absurdo.

Recuerdo que Juan Ángel era rápido de movimientos. Era, y es. Lo será siempre si no lo sedan.

Este hombre está enfadado con el mundo, porque no es feliz. Y es cierto que la gente que en general se le aproxima, no le muestra un cariño excesivo, y sí mucha palabrería hueca y hasta absurda.

Juan Ángel ha estado en la venganza permanente desde que le incapacitaron para trabajar. Se lo tomó a mal y buscó enemigos. Pero calculó mal, y al final resultó que su principal enemigo era él.

A veces podía elegir algo, pero muy pocas veces. La familia le endilgó el mochuelo de que cuidara a su padre, venía su hermano una vez al año, comían todos juntos, y después, "si te he visto no me acuerdo"...

El padre de Juan Ángel pegó el clásico bajón y todo fue yéndose a hacer puñetas. Los mayores necesitan nuevos y más potentes cuidados, y mucha más consideración para los cuidadores-, aunque puedan tener carencias mentales-, y los Servicios Sociales llegaron aún casi más tarde que el hermano de Juan Ángel.

Fueron a la casa que compartían padre e hijo, vieron que no estaba en condiciones, y se llevaron al padre a una residencia. ¡Lo que le faltaba a Juan Ángel! Su impotencia y su rabia, estallaron del todo. Se pegó con las autoridades policiales, les insultó hasta que se cansó, y se actuó sobre él. Le dieron una paliza para que se calmara. Le hicieron daño, y Juan Ángel perdió por completo los papeles.

Decidió intentar morir. Inició una sui géneris huelga de hambre. Dejó de tomarse la pastilla y esas cosas. Quería morir, jodiendo. Todo era rabia. Impotencia, sensación de injusticia, yo digo que abandono real, y un jueves pareció cambiar la película. Ir concluyendo ...

Entraron las autoridades a saco en su casa, y se lo encontraron en el suelo. Lo han llevado a la Unidad de psiquiatría de un Hospital, y ahora no sé si podré volver a ver a Juan Ángel jugando con agilidad a su adorado dominó, o lanzando salivazos a la escupidera del twiter. Supongo que le vacunarán del covid si no lo dejan bobo con las sedaciones, y prefiero no suponer demasiado más.

Quisiera que volviese a nuestras reuniones, a nuestras comidas, que optara por una nueva ubicación en el mundo, y que desmitificara con su conducta a todos los putos sambenitos de loco o de prescindible que parece llevar socialmente consigo.

Y que se cague en Podemos si quiere, o que defienda a Franco, o que exprese su discurso absurdo y verborréico. Pero, ¡que vuelva! ...

Que no lo metan en un manicomio. Que no se derrumbe todavía más. Que se quede como está. Que no se venza todavía más a sí mismo. Ojalá mi deseo se pueda cumplir. Pero me temo que a Juan Ángel le ha vencido la diosa del infortunio.

¡LO SIENTO, POBRE PAJARITO!


 

domingo, 1 de enero de 2023

- EXCESO. -



No recuerdo nada. Y eso que ya es de día. Estoy cansado, pero debo levantarme porque voy a vomitar. Me va a venir justo. Me he equivocado de sitio. Era una habitación con gente. Por fin encuentro el cuarto de baño y la santa pila salvadora. Lo tiro todo. Y me vuelvo a la cama.

En mi cabeza tratan de abrirse los recuerdos. Era de noche y había mucha música. Era una discoteca plagada de gente. No había chicas sin sonrisa, ni minifalda; todo buen rollete. Todo era alcohol . Y yo estaba estresado. Incómodo. Yo creo que fue una chica la que me tiró burundanga en el vaso, pero mi organismo la toleró y en vez de sueño me cogió más vidilla.

Un camello nos ofreció costo. Porros, y cocaína. Sí. Nos. Éramos una pandilla e amigas y amigos. Pero por ahora no soy siquiera de recordar mi nombre. El móvil no suena, porque no tiene batería y no me da la gana buscar el cable de conexión que debe andar por el suelo. 

Yo creo que esto es España. Creo que sí que soy español. He cogido una cogorza de mil pares de voltios. Y me parece que hemos creado la competición, que consistía en haber quién tomaba más cerveza y cava. ¿Cava? Entonces esto debe ser Barcelona, o Cataluña. Yo, creo que me llamo Andreu. Me suena mi nombre. Me molesta la cama porque se ha deshecho. Me tiro al suelo. No hace frío en mi habitación. ¿Me llamaré Andreu? Me intriga. ¿Quién soy y a qué me dedico? ...

¡Coño!, creo que soy de banca. Soy director de Banco. Qué triste si me vieran así. ¡Ah, sí! Ya recuerdo. Mi chica se largó con otro hace una semana. Sí, sí. Anna. Se llama Anna. Buscaba mi dinero. Era una doña nadie. Y un día les pillé in fraganti en la cama ...

¡Joder, se abre la puerta! Son dos chicas ...

- "Andreu, toma esta copa. Sirvésela, Nuria. ¿A que está bueno, chico nene mío? ..."

- "Eres Elisenda. La rubia y alta ..."

- "¡Coño! No voy a ser tu prima. ¿Nos dejas pasar a tu cama, Andreu? Estamos cansadas. Y nos hemos tenido que quitar la ropa. Hace calor aquí. ¡Y es fiestuki, Andreu! ..."

- "¡Estoy jodido! No podría con vosotras ... Tengo ganas de vomitar ..."

- "¡Aguafiestas! ¡Cabrón! Ja,ja,ja,ja ... Haznos sitio, Andreu, ¡venga! ..."

Me tendré que ir de esta cama, porque estas niñas son incapaces de ponerse en mi lugar. ¿Dónde estará mi cartera, mi móvil, mi DNI, mi tarjeta sanitaria? ¿Dónde estoy?, ¿dónde vivo? ...

Aquí hay más habitaciones. ¡Ahora ya lo sé! Esto, lo reservamos para la fiesta, nuestro grupo de amigos. Por fin voy recordando algo. ¡Estoy en política! Dicen que soy un facha. Pero yo sé que tengo un buen futuro en la política. Que rabien. Vienen elecciones y se enterarán ...

¡Coño, las cámaras! Ya sé. Soy de Vilanova y la Geltrú. Y me siento como el culo. Como si tres camiones me hubiesen pasado por encima. Peor, que cuando me pusieron la vacuna.

Pues yo, a ese cuarto no entro. Están fornicando a base de bien. ¡Ostia! Acabo de ver mi documentación y mi móvil. Están adentro de la habitación en donde están jodiendo. Intentaré ir con sigilo reptando. ¡Uff, ya lo tengo todo! ...

Me llamo Andreu Alex Capdevila. Soy un hombre profesionalmente valorado, alto, distinguido, culto y elegante. Y me están viniendo ganas de defecar. Tengo el estómago destartalado por la noche de desenfreno. Si me han grabado estos hijos de puta, adiós a mi carrera política. Pero, no creo. Ellas y ellos están en peores condiciones que yo ...

Yo no cojo mi coche. Vivo en la Diagonal. Pero daría muchas eses. ¡Ahí veo un taxi! Acabo de subir a él. Es mujer taxista. Casi no me habla. Me lleva a casa, le pago, y adeu. ¡Que se joda! Lo que le pasa a esa tía es que no se divierte. Fijo.

El ascensor de mi casa, no va. Séis pisos ahora, son el Himalaya. Me acurrucaré en el zaguán. Si me caigo por las escaleras, la hemos jodido.

¡Ostia! ¡Un puto perro casi me muerde! Es el del vecino del segundo. No falla. Siempre es el mismo. Y el cabrón del dueño me sonríe. No me queda otra que subir las escaleras. Me caigo tres veces. Esto es el Calvario. Pero llego a mi sexto piso. Que,¿si me volveré a ir de farra? ¡Jodeos! ¡El próximo finde, repito!

¡ALE!
 

viernes, 30 de diciembre de 2022

- UN TROZO DE BRASIL SE VA CON PELÉ. -



Yo no sabía quién era Pelé. Lo que sabía es que yo era un niño y que me gustaba el fútbol. Tampoco sabía muy bien qué era eso de Brasil, su samba y sus mulatas. Lo que sabía era que mi barrio era familiar y valencianoparlante, y que cerca de mi casa estaba el bar "La Pedralvina", que regentaba el padre de Fernandín. Siempre le llamamos Fernandín al hijo del dueño del bar. Era un bar de barrio, modesto, y con el único propósito de trabajar para poder llegar a fin de mes.

Al llegar el verano primero de 1970, yo bajé al bar a ver el Mundial de Méjico. Casi siempre iba con mi padre. Comprábamos las gaseosas y el vino, y luego devolvíamos los envases de cristal. "Los cascos", decíamos por mi Valencia ...

Y estando allí en el bar,-luego se llamó "Casa Fernando"-, la gente mayor hablaba con escepticismo y brevedad, al referirse a Pelé. Ahora sé que era racismo en estado puro. Yo recuerdo, que la figura del negro, tanto en el fútbol como en el boxeo-, siempre ha sido icónica en mi país. Como una suerte de amor/odio. En España triunfaba el cubano Antonio Machín con sus canciones y las mujeres le adoraban. Pero yo creo, que los hombres no tanto.

Yo he visto jugar a Cruyff, a Maradona, a Beckenbauer y a Messi. Pero lo del Pelé televisivo era muy diferente. Yo quería que ganara mi Valencia Club de Fútbol de Claramunt, Sol o Valdez, y después, venía lo demás. Otro de mis ídolos era el madridista José Martínez "Pirri" ...

Ver jugar a Pelé no tiene nada que ver con lo que imagináis. Pelé, desde el verde césped, ha sido el gran padre espiritual de Brasil. Por eso me parece oportuno que la gente le despida el próximo lunes sobre el mismo césped. El campo del mítico Santos de Brasil. El Santos de Pelé. Pelé trascendió el fútbol brasileño. Fue todo en Brasil. La Autoridad.

Yo no me esperaba mucho, lo que pasó en 1970 en Méjico. Pelé ya era un veterano aunque su exquisitez seguía ahí. Era bajito, pero fuerte. Y sobre todo, el rey de las virguerías. He de citar al excéntrico Garrincha, porque fue otro fenómeno. Pero Pelé era más aplicado, siempre concentrado, divirtiéndose con el balón, humilde ante su genialidad, y con una personalidad que llamó la atención.

Viendo jugar a Pelé, te daban ganas de imitarle y salir a la calle luego, a ver si podíamos los niños hacer lo que le habíamos visto crear. ¡Absolutamente imposible! ...

A Pelé,-que es Brasil-, no le dio nunca la gana jugar con la urgencia o con la velocidad que se hacía en Europa. Y le daban unas tremendas patadas, para eliminarlo de los Mundiales. Porque jugar contra Pelé, era mucho jugar. Y además, el mito estaba rodeado de eminencias futbolísticas como Rivelino, Tostao, Gerson, Clodoaldo, Carlos Alberto, etc. Solo viendo jugar a ese jogo bonito que impuso Pelé, se puede entender que el fútbol pudiese ser también un exquisito y feliz divertimento. Mucha más cosa.

Lo de Pelé era pura magia. Sin que nadie le dijera nada, Pelé lo hacía todo. Caños, vaselinas, driblings, controles imposibles y muchísimos goles. Pero no se adornaba para burlarse de sus rivales. ¡En absoluto! Pelé era así. Pelé no se planteaba otro fútbol que no fuera el de la virguería y la brillantez. Si se hubiera planteado otras formas de jugar al fútbol, no hubiera sido Pelé.

En tiempos de estrategias, de planteamientos tácticos, y de todas esas cosas amarrateguis y conservadoras, Pelé era un dios. Un rey. O Rei Pelé. El que levantó tres Copas del Mundo. El que hizo enorme al Santos, el que no se movió de América porque la sociedad era otra, el que anunciaba viagra en la tele, el que fue embajador en organizaciones internacionales, e incluso el que estuvo a punto de optar a la presidencia de Brasil.

Pelé fue una explosión de magia mundial. Un aditivo para el fútbol. Sal, para el competitivo fútbol de Europa. La alternativa al fútbol de escuadra y cartabón. El que desde el verde césped volvió locos a todos. El del gol en la final de Suecia y Méjico, el que dejó en ridículo al portero uruguayo Mazurkiewiz con una genialidad, el mito del niño periodista Julio Maldonado "Maldini", y una figura venerada; un gran papá de esa nación atribulada económica y socialmente que parece más un Continente que un país.

Esperábamos su fallecimiento. Lo que pasa es que hasta que no sucede, no te lo crees. Brasil, llora. Da palo esto. En mi barrio ya no está Fernandín en su bar "Casa Fernando", y ahora hay otros negocios. Pero el espíritu entrañable de aquella gente que dejó mi barrio, sigue conmigo.

-PELÉ, ¡UN INMORTAL!-
 

jueves, 29 de diciembre de 2022

- EL AMOR. -



Tus brazos, tus manos, tu figura, tus ojos, tu mirada decidida. Y siempre mi sorpresa. Y también la tuya. Porque todo en el amor es puro azar. 

Te vi, te hablé, charlamos, quedamos, tomamos unas cervezas, y en algún momento tú sonreíste de verdad. Y yo me sentí realmente a gusto contigo. Y me fui abriendo a ti. Quedamos más veces.

Era un pequeño pub de la calle de San Ramón. Una calle asolada por la especulación urbanística, intimista y oscurota. De atreverse a meterse por ahí. Pero tú fuiste valiente. Y temí lo peor cuando me preguntaste si me gustaba el fútbol, y ante mi sorpresa, me dijiste que también y que eras del Barça.

Yo te dije que era profesor de universidad, y tú que auxiliar de enfermería en el Hospital General, sección Traumatología, consultas externas. Y yo te dije que a mí me tocaba siempre ese mismo Hospital, y tú me miraste, y luego medio reíste como una tonta feliz. Y evitábamos pensar en el presente, y vivíamos al día, y tú a tu trabajo y yo al mío y tal ...

Hasta que un día te propuse ir al cine, y tú me dijiste que creías que te iba a invitar a una entrada para ver jugar al Barça, el cual visitaba al equipo de mi ciudad.

Y después te llamé por teléfono-, me costó mucho tenerlo-, para decirte que ya no quedaban entradas a la venta, y entonces tú me dijiste divertida que si había mirado en internet a los de la reventa, y yo te dije que eso era peligroso, y tú me dijiste que yo era un cagón y que hoy en día no pasa nada y que hay que arriesgar. Y a continuación me colgaste. Y yo te puse un watsap diciéndote ladrona, y tú me contestaste con otro diciéndome que era un caguetas. Y a la media hora, y cuando empezaba a estar pensativo, me mandaste otro mensaje llamándome "noble sacerdote", e incluyendo unos emoticones de risas.

Y al día siguiente me dijiste si era posible que tú asistieras a una clase mía de la Universidad, y yo te dije que bien, que sí, que si querías hacerme pasar un mal rato, o qué era lo que te proponías. Y entonces te pusiste seria.

Y va y me gustó tu seriedad. Porque sé que detrás de esa carita, había sinceridad y atracción de verme. Y te dije que te podías venir a mi clase de las once, y tú respondiste que tú irías a la clase que te diera la gana. Y seguías seria.

Al llegar al Campus, te di una palmada en el culo, y te recuerdo petrificada mientras yo seguía hacia adelante  camino de mi clase de Literatura como si nada hubiera pasado, y con una fina y persistente sonrisa escondida en mis labios. Llovía ...

Fue mi primer contacto físico contigo, y no solo no viniste a la clase, sino que estuve más de tres días sin saber nada de tí, y bloqueado de teléfono y de todo.

El volvernos a ver, tenía el significado de nuestra atracción. Lo de que no te tocara el culo más, de que tú no eras una guarra, o de que yo no era un calentorro, no fue sino algo superficial que nunca enmascarará una realidad. Nos gustábamos. Y mucho.

Y más que mucho. Y bastante más que mucho. Y tú lo sabes igual que yo. Y ya nos besábamos, y te ponía la mano en tu bolsillo del pantalón y tú la tuya en el mío, y dejabas de maquillarte y te ponías feíta, para ver cúal era el efecto en mí. Pero a mí no me trastornaban ni tu culete ni tus tetas, ni tus piernas, ni tus ojos, ni tus minifaldas ni tu modo de vestir. Me gustaba más tu manera de andar y tu espontaneidad cuando estabas a solas conmigo.

Y nos besábamos como locos, y éramos pareja, y tú me diste tu cuerpo y yo a tí el mío, y la cama fue de los dos, y yo te cogí los cabellos. Sí. Me gustaba juguetear con tu pelo, estando vestidos y desnudos. Y en verano, ibas con tanga y suje, hasta que encontrábamos un lugar nada frecuentado, y entonces nos despelotábamos con la empatía de gustarnos y de la plena libertad. Y éramos muy felices dentro del agua muchos minutos.

Yo te dije si regularizábamos nuestra relación auque fuera por el Juzgado. Y tú me contestate burlona y firme, que siempre eras partidaria de la desregularización y que no sentías el más mínimo instinto maternal. Que lo niños era muy majos, pero que en la distancia todavía eran más majos.

Pero esa no fue la razón por la que nos dijimos adiós. La razón la saben los médicos del Hospital General de nuestra ciudad. Un súbito tumor cancerígeno. Un súbito cáncer. Un cáncer en la zona del cráneo. Algo que había aparecido tan de repente que casi lo mejor era no pensar.

Han pasado cuatro años de lo anterior, y todas las chicas no solo tienen exactamente tu cara, sino que no soportan el fútbol, y no te llegan a ti ni a la suela del zapato.

-C´EST LA VIE-
 

martes, 27 de diciembre de 2022

- GOLPE. -



Una imagen destaca por encima de todas. Es la de un ladrón, amenazando con degollar con un enorme cuchillo al subdirector del Subster Bank de Newcastle. Y alrededor de la entidad bancaria, todo parece una película.

Cámaras, coches policiales, sirenas, fuerzas de élite y muy pocos ladrones. La imagen de la televisión, da la vuelta al mundo.

La teniente de policía Farlow, a través de un megáfono, trata de negociar con el ladrón. La mujer policía ha logrado que el atacante se relaje, y han pactado un tiempo de tregua durante el cual, se le entregará al peligroso ladrón,-que lleva tapado el rostro-, algo de comida y de beber. Y tiene que ser la esbelta teniente Farlow, quien hará llegar al caco lo pactado. Sus compañeros, tratan de hacerla desistir:

- "¿Va a hacer caso a ese loco, teniente? ..."

- "¡Sí! ¡Y no quiero ayudas inesperadas! ¿Se ha oído bien? ..."

- "Pero, señora Farlow ..."

- "¿Es que no me oyen? ..."

Rubia como el maíz y delgada como un junco, la teniente Farlow. Treinta y nueve años y un expediente ejemplar. Soltera, hermética, amante de la dureza y de la acción, y enamorada hasta las trancas de su riesgosa profesión.

Y sin ningún tipo de armas, Mariah Farlow entra en el Banco. a continuación, entrega los víveres al ladrón y le dice:

- "Debemos actuar. Yo, le prometo, que no le pasará nada si se entrega de inmediato. Voy a darle un tiempo más para que reflexione ..."

El ladrón, responde en un perfecto inglés sin acento foráneo: - "¿No comprende usted que esto podría acabar mal y ya, señora? Podría matar a este banquero y a usted misma, y de modo inmediato, ¡joder!" ..."

Teniente Farlow: -"¡Y usted sería el tercero! ¡Haga lo que le digo! Reflexione. Y en veinte minutos, quiero y necesito verle salir de aquí. ¡Prométame que lo va a pensar! ..."

- "¡Adiós, señora! ¡¡ Fuera de aquí!! ...!"

Y la mujer sale del Banco. No tiembla. Está concentrada en el deber de lo que tiene que hacer. Que es, esmerarse día tras día en su trabajo. Y vuelve junto con sus expertos compañeros, e intercambian ideas, acciones, opiniones, y sensaciones. Alguien informa a la teniente: 

- "Los de Inteligencia Informática nos dicen algo extraño, teniente ..."

- "¿Y, es?", responde Farlow ...

- "Todas las cajas de dinero están vacías. Lo han robado casi todo. Está ya depositado en un paraíso fiscal recién abierto. Ese sabe de informática. ¡Lo de ahí adentro es una pura comedia, señora Farlow! ..."

A lo que la mujer, informa: - "¡Sí! Sé que el hombre secuestrado es un compinche. Me ha confesado a través de gestos desesperados y sin que le viera el ladrón oficial. Se ha rajado. Y ahora, teme que su cómplice acabe realmente con su vida ..."

- "Qué hacemos pues, teniente? ..."

- ¿"Tienen a los otros seis trabajadores del Banco?, ¿dónde están y qué hacen? ...", contesta la valiente y astuta mujer policía.

- "Están identificados, y retenidos en nuestras unidades policiales, señora. Muy asustados ..."

- "Llévenles a todos a comisaría, pero no hagan mucho movimiento. Lo más probable es que todos ellos sean inocentes, incluido el director. Pero, nuestra obligación es descartar. ¡Vamos! ..."

Transcurrido el tiempo acordado, la teniente se acerca al Banco y entra. Con decisión. Y se dirige al ladrón de la cara tapada:

- "Estoy de nuevo aquí, amigo. ¡Vamos los tres hacia afuera! ¡Venga! ..."

Y en ese mismo momento, el subdirector de la entidad golpea al ladrón oficial haciéndole caer. Y  facilita la labor a Farlow, la cual lo reduce de inmediato. Las cámaras siguen ahí. Están ahí. Demandan estar ahí. Siempre estarán ahí en nuestra sociedad de la imagen.


Ahora, la teniente Farlow, cena con el juez David Storms, que es el designado para llevar este caso y honrar a la justicia con el mayor rigor. El citado juez bromea con la teniente:

- "El ladrón se rindió al ver tus enormes ojos, irresistiblemente atractivos, mi respetada agente Farlow ..."

- "Usted tampoco está nada mal, David. Pero es mejor que hablemos de trabajo, ¿no cree? ..."

- "Este es un acto ilegal, Mariah. Si nos ve la defensa del caso, me quitan de en medio. Y tú lo sabes ..."

- "Lo sé, David ..."

- "Entonces, será mejor que no mezclemos el trabajo con el placer, teniente. ¿Nos vamos a mi casa? ..."

- "No sé qué decir, señor juez. pero es cierto que allí nadie nos vería ..."

-Y LA TENIENTE FARLOW SONRÍE DESLUMBRANTE-
 

domingo, 25 de diciembre de 2022

- ÉBANO Y LAS OSADÍAS. -



Es una coqueta cena de fin de año de uno de los treinta hombres más poderosos e influyentes del planeta. Se trata de una mezcla de cena íntima y de trabajo. Por que así de original es Vens Dessen.

Vens, su mujer Ébano Woods, el hermano de Vens, que se llama Bill, y los dos más altos cargos de la multinacional que preside Vens, completan la mesa. Se trata de Vim Morris y de Liz Fanders. La cena tiene lugar en un lujoso y a la vez discreto y selecto restorán.

Vens Dessen, es en extremo creyente. Católico, votante del partido Republicano de EEEUU, divorciado en dos ocasiones, y casado de nuevo y ahora con la más que bella mujer de color,-veinte años más joven que él-, Ébano Woods.

¿Qué se celebra realmente?, ¿a qué el evento de la cena?, ¿pura tradición?, ¿nuevo capricho del poderoso Vens Dessen?, ¿cena de trabajo?, ¿de amigos? ... Quizá de todo un poco...

Bill Dessen, hermano de Vens, solo es un modesto abogado de Manhattan. Tiene más o menos hecha su cartera de clientes, y carece de la ambición de su hermano. Pero, reconoce, que el poder que otorga el dinero así como el prestigio de una multinacional de éxito, son decididamente envidiables.

Bill está soltero. Es soltero. Quiere ser soltero. Le nace ser soltero aunque tiene muchas amigas. Pero no piensa casarse jamás. Entiende la vida como una aventura, y se siente feliz. Pero desconoce que su hermano Vens, le tiene un odio atroz. Le odia por muchos motivos que confluyen en uno: "¿cómo puede su hermano ser feliz si es un mierda, y él no lo logra a pesar de tenerlo todo o casi todo?..."

Vens Dessen, no se conforma. Desea poner en muchos aprietos a su hermano Bill. Y mientras la cena transcurre, se escucha una acogedora música de fondo, la comida no puede ser más exquisita, se habla de negocios, de sexo y de proyectos empresariales, abundan las carcajadas y los guiños compartidos, y los altos trabajadores de la Compañía parecen cómplices, atractivos y profesionales. Se nota su nivel social y su extraordinario saber estar.

Bill Dessen, hermano del magnate, hace como que sigue todo lo que tiene lugar. Pero en realidad se halla extasiado y abstraído por la descomunal belleza de la joven esposa de su hermano Dessen. En la mesa amplia y confortable, Bill está situado enfrente de la bella Ébano Woods. Y ella no parece en absoluto tímida. Se le ve la ambición a kilómetros, su seducción derrota ajena, y su marido aprovecha para alardear de su majestuosidad.

- "¿Has visto qué pedazo de mujer tengo, Bill? ¡Busca una mejor! Si la encuentras, te doy diez mil dólares ... Ja,ja,ja,ja ..."

Ya van dos veces. Empezando por la primera: Ébano se ha descalzado uno de sus preciosos y carísimos zapatos de fino tacón vertiginoso, y le ha puesto el pie tocando las piernas de Bill bajo la mesa. Y en la segunda osadía de la arrebatadora Ébano Woods, la mujer se ha levantado de nuevo el pie,-que como el resto de su pierna va enfundado en unas medias que solo encontrarás en una tienda de lencería VIP-, y ha subido más y buscado y hasta hallado las partes más sensibles del hermano de su marido.

Si se produce una tercera osadía, Bill Dessen acabará atragantándose. Es aquello toda una excitante tentación, que para saborearla, se precisa la concentración que ahora no ha de poderse tener. Y, acabada la cena, la mujer deposita su número personal en uno de los bolsillos del sorprendido Bill.

"¡No y no!" "Aquello debe ser una trampa!", piensa una y otra vez el hermano del magnate. Y la cena, una puta encerrona. esa mesa, debía estar llena de camaritas y micrófonos por todas partes grabándolo todo. Si él no es nadie, "¿a qué ha venido todo esto?", se pregunta entre perplejo y asustado Bill Dessen.

Tenía razón. ¡Ha picado! ¡Shit! Su hermano el magnate Vens Dessen, le había preparado una trampa. Y dos días después, Bill recibe en su modesto despacho un paquete postal en cuyo interior se puede ver grabado el juego erótico de Ébano, y el momento exacto en el que la mujer introduce su teléfono personal en uno de los bolsillos del hombre. Y suena un teléfono. Es el de Ébano Woods. Y tras Ébano y más que sonriente, está su hermano Vens. Se escuchan a la perfección sus carcajadas de burla...

Bill trata de no perder el tiempo. Toma una avión y busca un sitio seguro. Su hermano ha contratado sicarios que le esperan en el aeropuerto. Mas un ángel parece estar con él. Tiene mucha suerte. Logra subir al avión, y éste despega, se eleva y ya vuela.

¡MUCHA SUERTE, BILL!