miércoles, 25 de enero de 2023

- NIÑO DE FUTURO. -



Algo se ha abierto de repente en la calzada de una pequeña carretera, la cual va atravesando y curveando por el Valle del Fornés. Y no solo se ha abierto el suelo, sino que ha asomado un sonido inclasificable, junto con una mano asiendo un gran cuchillo en punta. Alguien ha visto a un extraño ser, con cabeza parecida a la de una serpiente y mirada similar en agudeza a los seres humanos.

¡Roger! Solo Roger ha visto éso. Y también, cómo, al verse descubierto, el extraño ser ha tapado la grieta y ha sellado toda huella. Ya la carretera presenta un aspecto normal. 

Roger tiene diez años. Está estupefacto. Sorprendido y asustado. Cuando vuelve del colegio hacia su casa, piensa que lo mejor es no decir nada. Así se evitará un millón de preguntas, empezando por las de sus padres y su hermana Marta.

Pasan los días y las semanas, y Roger mantiene la actitud. Hasta que escucha en las noticias que ha habido un accidente de circulación en el citado Valle del Fornés.

Dicen las autoridades que la causa ha sido el reventón de las ruedas de un camión que transportaba sacos de cereales. El camión perdió el control, y embistió a un coche que venía en dirección contraria. Cinco muertos. Roger se pone a llorar y se va a su casa.

Y al día siguiente cuenta a sus padres sus verdaderas causas del reventón de las ruedas del camión. El suceso ha tenido lugar en el mismo sitio en donde vio el extraño fenómeno que nunca a nadie contó.

Los padres del chico lo llevaron al psiquiatra. El médico le prescribió unas pastillas para que pudiera dormir, y le remitió a un psicólogo. Y Roger durmió más tranquilo unos días. Pero pronto volvió a sentirse inquieto. Sobre todo, cuando escuchó en las noticias que a unos escasos cincuenta kilómetros del Fornés, había tenido lugar otro similar accidente de carretera. Tres muertos más, y dos heridos.

El psicólogo escuchó estupefacto a Roger, cuando este le habló de inteligencias de naturaleza extraterrestre y maléfica. Que esto era una invasión. Y que le extraña que los investigadores hubiesen aceptado la tesis de un accidente convencional. Y que la única explicación podía consistir en que los extraterrestres hubiesen procedido tras atacar a las personas, a dejarlo y a transformarlo todo en un nuevo y convencional reventón de las ruedas. Como si lo hubiera sido realmente ...

Roger fue internado en una institución psiquiátrica, y sus padres lloraban el aparente extravío emocional de su hijo. Y cada vez y para no verle sufrir, espaciaban sus visitas hasta que dejaron de visitarle finalmente.

Por intachable conducta, el niño fue puesto en libertad diez años después. Y no había perdido el tiempo. Se había pasado todos esos años estudiando, y tenía enormes conocimientos de psicología, física, matemáticas y química.

Cuando Roger volvió a casa, sus padres habían preferido no estar. Entonces, salió del lugar y se detuvo exactamente en la zona del Valle del Fornés en donde tuvo su primera experiencia con aquella fuerza misteriosa. Y parecieron de repente escucharse unas carcajadas. Horripilantes, pero carcajadas al fin y al cabo. Pero Roger no se afectó, sacó un folio y escribió la palabra Sience, que significa Ciencia ...

El joven, lo comprendió todo. Aquel ser o seres, no solo habrían hecho posible los accidentes y los muertos derivados. No. Habían querido que lo tomaran por loco, y que el único testigo de lo ocurrido se quedara sin argumentos.

Roger marchó a la Universidad y con varios objetivos. Conseguir certificar y concluír sus carreras preferidas, y a prender el mejor inglés. Y en cuanto pudo, se dirigió en persona, correos electrónicos y todo tipo de comunicación, para darse a conocer y ganarse influencias. Militares, políticos influyentes, centros de inteligencia internacional, expertos en fenómenos aparentemente extraños, y gentes que nunca se podrá averiguar lo que saben.

Al principio, no le hicieron caso. Pero cinco años más tarde, Roger sonrió por vez primera tras muchísimos años de rostro sombrío. En una zona de máxima exclusión, unas máquinas están en el Valle del Fornés con todo tipo de soldados y personal laboral y de emergencia. Actúan con explosivos, y todo lo justifican ante la prensa por detonaciones controladas y previstas. Hablan de necesarias actuaciones para corregir elementos orográficos que pueden causar peligro para la población del Fornés y aledaños.

Mas no es verdad. La lucha entre los militares y los extraterrestres es encarnizada. Ya van dieciséis soldados muertos, y varios heridos de distinta consideración. Pero parece que los humanos están ganado la batalla. A algún general, Roger le ha visto cómo se le escapaba una sonrisa de satisfacción, y le guiñaba cómplice un ojo. Acaban de dejar pasar al joven Roger Esvárs. Nunca nos lo dirán los científicos ni las autoridades. Pero consideran a Roger un héroe. Gracias a él, el mundo ha podido despertar de un peligro latente y evidente. Aunque nunca el Poder ni los medios, dirán nada. Es el pacto básico para evitar que las gentes entren en pánico.

¡ROGER ES UN VALIENTE!
 

martes, 17 de enero de 2023

- POBRE PAJARILLO. -



Le recuerdo, le tengo alto, enjuto, larguirucho, de vestir elegante y hasta un tanto pijo y anticuado. Estaba ahí,-parece mentira que no esté-, orgulloso, al lado de su anciano padre, jugando al dominó con nosotros, y siempre interiormente cargado de sí mismo.

En el buen Juan Ángel, he visto muchos contrastes. Podía ser el tipo más atento de las reuniones, y a la vez pasar de todos los asistentes, de mí mismo y de él.

¿De nuevo los enfermos mentales? Apenas nada, en el caso de este pajarillo carente de ayuda familiar. Casi siempre era pacífico. Casi nunca la liaba, y hacía lo que podía para cuidar a su padre. O lo que él creía que podía ... Porque tiene un hermano en Alemania que pasa de él. Y supongo que también tendrá familiares aquí en España, los cuales están a sus cosas diarias y cotidianas. ¡Terrible! ...

El diagnóstico me parece el mismo consenso. Para todos ellos Juan Ángel está loco de remate, y no hay nada que hacer con él. Este consenso es toxicidad para Juan Ángel y para muchos que están en su situación. Eso de, "dejarlos por imposible", acaba marcando y sentenciando las situaciones. Lo mental, nuevamente como estigma.

Sí. Le recuerdo. Recuerdo a Juan Ángel. Hablaba por los codos, no cuando estaba a gusto, sino cuando precisaba de la verborrea para sentirse algo lógico y razonable. Para no sentirse una mierda que va cayendo por un sumidero hacia la nada y el absurdo.

Recuerdo que Juan Ángel era rápido de movimientos. Era, y es. Lo será siempre si no lo sedan.

Este hombre está enfadado con el mundo, porque no es feliz. Y es cierto que la gente que en general se le aproxima, no le muestra un cariño excesivo, y sí mucha palabrería hueca y hasta absurda.

Juan Ángel ha estado en la venganza permanente desde que le incapacitaron para trabajar. Se lo tomó a mal y buscó enemigos. Pero calculó mal, y al final resultó que su principal enemigo era él.

A veces podía elegir algo, pero muy pocas veces. La familia le endilgó el mochuelo de que cuidara a su padre, venía su hermano una vez al año, comían todos juntos, y después, "si te he visto no me acuerdo"...

El padre de Juan Ángel pegó el clásico bajón y todo fue yéndose a hacer puñetas. Los mayores necesitan nuevos y más potentes cuidados, y mucha más consideración para los cuidadores-, aunque puedan tener carencias mentales-, y los Servicios Sociales llegaron aún casi más tarde que el hermano de Juan Ángel.

Fueron a la casa que compartían padre e hijo, vieron que no estaba en condiciones, y se llevaron al padre a una residencia. ¡Lo que le faltaba a Juan Ángel! Su impotencia y su rabia, estallaron del todo. Se pegó con las autoridades policiales, les insultó hasta que se cansó, y se actuó sobre él. Le dieron una paliza para que se calmara. Le hicieron daño, y Juan Ángel perdió por completo los papeles.

Decidió intentar morir. Inició una sui géneris huelga de hambre. Dejó de tomarse la pastilla y esas cosas. Quería morir, jodiendo. Todo era rabia. Impotencia, sensación de injusticia, yo digo que abandono real, y un jueves pareció cambiar la película. Ir concluyendo ...

Entraron las autoridades a saco en su casa, y se lo encontraron en el suelo. Lo han llevado a la Unidad de psiquiatría de un Hospital, y ahora no sé si podré volver a ver a Juan Ángel jugando con agilidad a su adorado dominó, o lanzando salivazos a la escupidera del twiter. Supongo que le vacunarán del covid si no lo dejan bobo con las sedaciones, y prefiero no suponer demasiado más.

Quisiera que volviese a nuestras reuniones, a nuestras comidas, que optara por una nueva ubicación en el mundo, y que desmitificara con su conducta a todos los putos sambenitos de loco o de prescindible que parece llevar socialmente consigo.

Y que se cague en Podemos si quiere, o que defienda a Franco, o que exprese su discurso absurdo y verborréico. Pero, ¡que vuelva! ...

Que no lo metan en un manicomio. Que no se derrumbe todavía más. Que se quede como está. Que no se venza todavía más a sí mismo. Ojalá mi deseo se pueda cumplir. Pero me temo que a Juan Ángel le ha vencido la diosa del infortunio.

¡LO SIENTO, POBRE PAJARITO!


 

domingo, 1 de enero de 2023

- EXCESO. -



No recuerdo nada. Y eso que ya es de día. Estoy cansado, pero debo levantarme porque voy a vomitar. Me va a venir justo. Me he equivocado de sitio. Era una habitación con gente. Por fin encuentro el cuarto de baño y la santa pila salvadora. Lo tiro todo. Y me vuelvo a la cama.

En mi cabeza tratan de abrirse los recuerdos. Era de noche y había mucha música. Era una discoteca plagada de gente. No había chicas sin sonrisa, ni minifalda; todo buen rollete. Todo era alcohol . Y yo estaba estresado. Incómodo. Yo creo que fue una chica la que me tiró burundanga en el vaso, pero mi organismo la toleró y en vez de sueño me cogió más vidilla.

Un camello nos ofreció costo. Porros, y cocaína. Sí. Nos. Éramos una pandilla e amigas y amigos. Pero por ahora no soy siquiera de recordar mi nombre. El móvil no suena, porque no tiene batería y no me da la gana buscar el cable de conexión que debe andar por el suelo. 

Yo creo que esto es España. Creo que sí que soy español. He cogido una cogorza de mil pares de voltios. Y me parece que hemos creado la competición, que consistía en haber quién tomaba más cerveza y cava. ¿Cava? Entonces esto debe ser Barcelona, o Cataluña. Yo, creo que me llamo Andreu. Me suena mi nombre. Me molesta la cama porque se ha deshecho. Me tiro al suelo. No hace frío en mi habitación. ¿Me llamaré Andreu? Me intriga. ¿Quién soy y a qué me dedico? ...

¡Coño!, creo que soy de banca. Soy director de Banco. Qué triste si me vieran así. ¡Ah, sí! Ya recuerdo. Mi chica se largó con otro hace una semana. Sí, sí. Anna. Se llama Anna. Buscaba mi dinero. Era una doña nadie. Y un día les pillé in fraganti en la cama ...

¡Joder, se abre la puerta! Son dos chicas ...

- "Andreu, toma esta copa. Sirvésela, Nuria. ¿A que está bueno, chico nene mío? ..."

- "Eres Elisenda. La rubia y alta ..."

- "¡Coño! No voy a ser tu prima. ¿Nos dejas pasar a tu cama, Andreu? Estamos cansadas. Y nos hemos tenido que quitar la ropa. Hace calor aquí. ¡Y es fiestuki, Andreu! ..."

- "¡Estoy jodido! No podría con vosotras ... Tengo ganas de vomitar ..."

- "¡Aguafiestas! ¡Cabrón! Ja,ja,ja,ja ... Haznos sitio, Andreu, ¡venga! ..."

Me tendré que ir de esta cama, porque estas niñas son incapaces de ponerse en mi lugar. ¿Dónde estará mi cartera, mi móvil, mi DNI, mi tarjeta sanitaria? ¿Dónde estoy?, ¿dónde vivo? ...

Aquí hay más habitaciones. ¡Ahora ya lo sé! Esto, lo reservamos para la fiesta, nuestro grupo de amigos. Por fin voy recordando algo. ¡Estoy en política! Dicen que soy un facha. Pero yo sé que tengo un buen futuro en la política. Que rabien. Vienen elecciones y se enterarán ...

¡Coño, las cámaras! Ya sé. Soy de Vilanova y la Geltrú. Y me siento como el culo. Como si tres camiones me hubiesen pasado por encima. Peor, que cuando me pusieron la vacuna.

Pues yo, a ese cuarto no entro. Están fornicando a base de bien. ¡Ostia! Acabo de ver mi documentación y mi móvil. Están adentro de la habitación en donde están jodiendo. Intentaré ir con sigilo reptando. ¡Uff, ya lo tengo todo! ...

Me llamo Andreu Alex Capdevila. Soy un hombre profesionalmente valorado, alto, distinguido, culto y elegante. Y me están viniendo ganas de defecar. Tengo el estómago destartalado por la noche de desenfreno. Si me han grabado estos hijos de puta, adiós a mi carrera política. Pero, no creo. Ellas y ellos están en peores condiciones que yo ...

Yo no cojo mi coche. Vivo en la Diagonal. Pero daría muchas eses. ¡Ahí veo un taxi! Acabo de subir a él. Es mujer taxista. Casi no me habla. Me lleva a casa, le pago, y adeu. ¡Que se joda! Lo que le pasa a esa tía es que no se divierte. Fijo.

El ascensor de mi casa, no va. Séis pisos ahora, son el Himalaya. Me acurrucaré en el zaguán. Si me caigo por las escaleras, la hemos jodido.

¡Ostia! ¡Un puto perro casi me muerde! Es el del vecino del segundo. No falla. Siempre es el mismo. Y el cabrón del dueño me sonríe. No me queda otra que subir las escaleras. Me caigo tres veces. Esto es el Calvario. Pero llego a mi sexto piso. Que,¿si me volveré a ir de farra? ¡Jodeos! ¡El próximo finde, repito!

¡ALE!
 

viernes, 30 de diciembre de 2022

- UN TROZO DE BRASIL SE VA CON PELÉ. -



Yo no sabía quién era Pelé. Lo que sabía es que yo era un niño y que me gustaba el fútbol. Tampoco sabía muy bien qué era eso de Brasil, su samba y sus mulatas. Lo que sabía era que mi barrio era familiar y valencianoparlante, y que cerca de mi casa estaba el bar "La Pedralvina", que regentaba el padre de Fernandín. Siempre le llamamos Fernandín al hijo del dueño del bar. Era un bar de barrio, modesto, y con el único propósito de trabajar para poder llegar a fin de mes.

Al llegar el verano primero de 1970, yo bajé al bar a ver el Mundial de Méjico. Casi siempre iba con mi padre. Comprábamos las gaseosas y el vino, y luego devolvíamos los envases de cristal. "Los cascos", decíamos por mi Valencia ...

Y estando allí en el bar,-luego se llamó "Casa Fernando"-, la gente mayor hablaba con escepticismo y brevedad, al referirse a Pelé. Ahora sé que era racismo en estado puro. Yo recuerdo, que la figura del negro, tanto en el fútbol como en el boxeo-, siempre ha sido icónica en mi país. Como una suerte de amor/odio. En España triunfaba el cubano Antonio Machín con sus canciones y las mujeres le adoraban. Pero yo creo, que los hombres no tanto.

Yo he visto jugar a Cruyff, a Maradona, a Beckenbauer y a Messi. Pero lo del Pelé televisivo era muy diferente. Yo quería que ganara mi Valencia Club de Fútbol de Claramunt, Sol o Valdez, y después, venía lo demás. Otro de mis ídolos era el madridista José Martínez "Pirri" ...

Ver jugar a Pelé no tiene nada que ver con lo que imagináis. Pelé, desde el verde césped, ha sido el gran padre espiritual de Brasil. Por eso me parece oportuno que la gente le despida el próximo lunes sobre el mismo césped. El campo del mítico Santos de Brasil. El Santos de Pelé. Pelé trascendió el fútbol brasileño. Fue todo en Brasil. La Autoridad.

Yo no me esperaba mucho, lo que pasó en 1970 en Méjico. Pelé ya era un veterano aunque su exquisitez seguía ahí. Era bajito, pero fuerte. Y sobre todo, el rey de las virguerías. He de citar al excéntrico Garrincha, porque fue otro fenómeno. Pero Pelé era más aplicado, siempre concentrado, divirtiéndose con el balón, humilde ante su genialidad, y con una personalidad que llamó la atención.

Viendo jugar a Pelé, te daban ganas de imitarle y salir a la calle luego, a ver si podíamos los niños hacer lo que le habíamos visto crear. ¡Absolutamente imposible! ...

A Pelé,-que es Brasil-, no le dio nunca la gana jugar con la urgencia o con la velocidad que se hacía en Europa. Y le daban unas tremendas patadas, para eliminarlo de los Mundiales. Porque jugar contra Pelé, era mucho jugar. Y además, el mito estaba rodeado de eminencias futbolísticas como Rivelino, Tostao, Gerson, Clodoaldo, Carlos Alberto, etc. Solo viendo jugar a ese jogo bonito que impuso Pelé, se puede entender que el fútbol pudiese ser también un exquisito y feliz divertimento. Mucha más cosa.

Lo de Pelé era pura magia. Sin que nadie le dijera nada, Pelé lo hacía todo. Caños, vaselinas, driblings, controles imposibles y muchísimos goles. Pero no se adornaba para burlarse de sus rivales. ¡En absoluto! Pelé era así. Pelé no se planteaba otro fútbol que no fuera el de la virguería y la brillantez. Si se hubiera planteado otras formas de jugar al fútbol, no hubiera sido Pelé.

En tiempos de estrategias, de planteamientos tácticos, y de todas esas cosas amarrateguis y conservadoras, Pelé era un dios. Un rey. O Rei Pelé. El que levantó tres Copas del Mundo. El que hizo enorme al Santos, el que no se movió de América porque la sociedad era otra, el que anunciaba viagra en la tele, el que fue embajador en organizaciones internacionales, e incluso el que estuvo a punto de optar a la presidencia de Brasil.

Pelé fue una explosión de magia mundial. Un aditivo para el fútbol. Sal, para el competitivo fútbol de Europa. La alternativa al fútbol de escuadra y cartabón. El que desde el verde césped volvió locos a todos. El del gol en la final de Suecia y Méjico, el que dejó en ridículo al portero uruguayo Mazurkiewiz con una genialidad, el mito del niño periodista Julio Maldonado "Maldini", y una figura venerada; un gran papá de esa nación atribulada económica y socialmente que parece más un Continente que un país.

Esperábamos su fallecimiento. Lo que pasa es que hasta que no sucede, no te lo crees. Brasil, llora. Da palo esto. En mi barrio ya no está Fernandín en su bar "Casa Fernando", y ahora hay otros negocios. Pero el espíritu entrañable de aquella gente que dejó mi barrio, sigue conmigo.

-PELÉ, ¡UN INMORTAL!-
 

jueves, 29 de diciembre de 2022

- EL AMOR. -



Tus brazos, tus manos, tu figura, tus ojos, tu mirada decidida. Y siempre mi sorpresa. Y también la tuya. Porque todo en el amor es puro azar. 

Te vi, te hablé, charlamos, quedamos, tomamos unas cervezas, y en algún momento tú sonreíste de verdad. Y yo me sentí realmente a gusto contigo. Y me fui abriendo a ti. Quedamos más veces.

Era un pequeño pub de la calle de San Ramón. Una calle asolada por la especulación urbanística, intimista y oscurota. De atreverse a meterse por ahí. Pero tú fuiste valiente. Y temí lo peor cuando me preguntaste si me gustaba el fútbol, y ante mi sorpresa, me dijiste que también y que eras del Barça.

Yo te dije que era profesor de universidad, y tú que auxiliar de enfermería en el Hospital General, sección Traumatología, consultas externas. Y yo te dije que a mí me tocaba siempre ese mismo Hospital, y tú me miraste, y luego medio reíste como una tonta feliz. Y evitábamos pensar en el presente, y vivíamos al día, y tú a tu trabajo y yo al mío y tal ...

Hasta que un día te propuse ir al cine, y tú me dijiste que creías que te iba a invitar a una entrada para ver jugar al Barça, el cual visitaba al equipo de mi ciudad.

Y después te llamé por teléfono-, me costó mucho tenerlo-, para decirte que ya no quedaban entradas a la venta, y entonces tú me dijiste divertida que si había mirado en internet a los de la reventa, y yo te dije que eso era peligroso, y tú me dijiste que yo era un cagón y que hoy en día no pasa nada y que hay que arriesgar. Y a continuación me colgaste. Y yo te puse un watsap diciéndote ladrona, y tú me contestaste con otro diciéndome que era un caguetas. Y a la media hora, y cuando empezaba a estar pensativo, me mandaste otro mensaje llamándome "noble sacerdote", e incluyendo unos emoticones de risas.

Y al día siguiente me dijiste si era posible que tú asistieras a una clase mía de la Universidad, y yo te dije que bien, que sí, que si querías hacerme pasar un mal rato, o qué era lo que te proponías. Y entonces te pusiste seria.

Y va y me gustó tu seriedad. Porque sé que detrás de esa carita, había sinceridad y atracción de verme. Y te dije que te podías venir a mi clase de las once, y tú respondiste que tú irías a la clase que te diera la gana. Y seguías seria.

Al llegar al Campus, te di una palmada en el culo, y te recuerdo petrificada mientras yo seguía hacia adelante  camino de mi clase de Literatura como si nada hubiera pasado, y con una fina y persistente sonrisa escondida en mis labios. Llovía ...

Fue mi primer contacto físico contigo, y no solo no viniste a la clase, sino que estuve más de tres días sin saber nada de tí, y bloqueado de teléfono y de todo.

El volvernos a ver, tenía el significado de nuestra atracción. Lo de que no te tocara el culo más, de que tú no eras una guarra, o de que yo no era un calentorro, no fue sino algo superficial que nunca enmascarará una realidad. Nos gustábamos. Y mucho.

Y más que mucho. Y bastante más que mucho. Y tú lo sabes igual que yo. Y ya nos besábamos, y te ponía la mano en tu bolsillo del pantalón y tú la tuya en el mío, y dejabas de maquillarte y te ponías feíta, para ver cúal era el efecto en mí. Pero a mí no me trastornaban ni tu culete ni tus tetas, ni tus piernas, ni tus ojos, ni tus minifaldas ni tu modo de vestir. Me gustaba más tu manera de andar y tu espontaneidad cuando estabas a solas conmigo.

Y nos besábamos como locos, y éramos pareja, y tú me diste tu cuerpo y yo a tí el mío, y la cama fue de los dos, y yo te cogí los cabellos. Sí. Me gustaba juguetear con tu pelo, estando vestidos y desnudos. Y en verano, ibas con tanga y suje, hasta que encontrábamos un lugar nada frecuentado, y entonces nos despelotábamos con la empatía de gustarnos y de la plena libertad. Y éramos muy felices dentro del agua muchos minutos.

Yo te dije si regularizábamos nuestra relación auque fuera por el Juzgado. Y tú me contestate burlona y firme, que siempre eras partidaria de la desregularización y que no sentías el más mínimo instinto maternal. Que lo niños era muy majos, pero que en la distancia todavía eran más majos.

Pero esa no fue la razón por la que nos dijimos adiós. La razón la saben los médicos del Hospital General de nuestra ciudad. Un súbito tumor cancerígeno. Un súbito cáncer. Un cáncer en la zona del cráneo. Algo que había aparecido tan de repente que casi lo mejor era no pensar.

Han pasado cuatro años de lo anterior, y todas las chicas no solo tienen exactamente tu cara, sino que no soportan el fútbol, y no te llegan a ti ni a la suela del zapato.

-C´EST LA VIE-
 

martes, 27 de diciembre de 2022

- GOLPE. -



Una imagen destaca por encima de todas. Es la de un ladrón, amenazando con degollar con un enorme cuchillo al subdirector del Subster Bank de Newcastle. Y alrededor de la entidad bancaria, todo parece una película.

Cámaras, coches policiales, sirenas, fuerzas de élite y muy pocos ladrones. La imagen de la televisión, da la vuelta al mundo.

La teniente de policía Farlow, a través de un megáfono, trata de negociar con el ladrón. La mujer policía ha logrado que el atacante se relaje, y han pactado un tiempo de tregua durante el cual, se le entregará al peligroso ladrón,-que lleva tapado el rostro-, algo de comida y de beber. Y tiene que ser la esbelta teniente Farlow, quien hará llegar al caco lo pactado. Sus compañeros, tratan de hacerla desistir:

- "¿Va a hacer caso a ese loco, teniente? ..."

- "¡Sí! ¡Y no quiero ayudas inesperadas! ¿Se ha oído bien? ..."

- "Pero, señora Farlow ..."

- "¿Es que no me oyen? ..."

Rubia como el maíz y delgada como un junco, la teniente Farlow. Treinta y nueve años y un expediente ejemplar. Soltera, hermética, amante de la dureza y de la acción, y enamorada hasta las trancas de su riesgosa profesión.

Y sin ningún tipo de armas, Mariah Farlow entra en el Banco. a continuación, entrega los víveres al ladrón y le dice:

- "Debemos actuar. Yo, le prometo, que no le pasará nada si se entrega de inmediato. Voy a darle un tiempo más para que reflexione ..."

El ladrón, responde en un perfecto inglés sin acento foráneo: - "¿No comprende usted que esto podría acabar mal y ya, señora? Podría matar a este banquero y a usted misma, y de modo inmediato, ¡joder!" ..."

Teniente Farlow: -"¡Y usted sería el tercero! ¡Haga lo que le digo! Reflexione. Y en veinte minutos, quiero y necesito verle salir de aquí. ¡Prométame que lo va a pensar! ..."

- "¡Adiós, señora! ¡¡ Fuera de aquí!! ...!"

Y la mujer sale del Banco. No tiembla. Está concentrada en el deber de lo que tiene que hacer. Que es, esmerarse día tras día en su trabajo. Y vuelve junto con sus expertos compañeros, e intercambian ideas, acciones, opiniones, y sensaciones. Alguien informa a la teniente: 

- "Los de Inteligencia Informática nos dicen algo extraño, teniente ..."

- "¿Y, es?", responde Farlow ...

- "Todas las cajas de dinero están vacías. Lo han robado casi todo. Está ya depositado en un paraíso fiscal recién abierto. Ese sabe de informática. ¡Lo de ahí adentro es una pura comedia, señora Farlow! ..."

A lo que la mujer, informa: - "¡Sí! Sé que el hombre secuestrado es un compinche. Me ha confesado a través de gestos desesperados y sin que le viera el ladrón oficial. Se ha rajado. Y ahora, teme que su cómplice acabe realmente con su vida ..."

- "Qué hacemos pues, teniente? ..."

- ¿"Tienen a los otros seis trabajadores del Banco?, ¿dónde están y qué hacen? ...", contesta la valiente y astuta mujer policía.

- "Están identificados, y retenidos en nuestras unidades policiales, señora. Muy asustados ..."

- "Llévenles a todos a comisaría, pero no hagan mucho movimiento. Lo más probable es que todos ellos sean inocentes, incluido el director. Pero, nuestra obligación es descartar. ¡Vamos! ..."

Transcurrido el tiempo acordado, la teniente se acerca al Banco y entra. Con decisión. Y se dirige al ladrón de la cara tapada:

- "Estoy de nuevo aquí, amigo. ¡Vamos los tres hacia afuera! ¡Venga! ..."

Y en ese mismo momento, el subdirector de la entidad golpea al ladrón oficial haciéndole caer. Y  facilita la labor a Farlow, la cual lo reduce de inmediato. Las cámaras siguen ahí. Están ahí. Demandan estar ahí. Siempre estarán ahí en nuestra sociedad de la imagen.


Ahora, la teniente Farlow, cena con el juez David Storms, que es el designado para llevar este caso y honrar a la justicia con el mayor rigor. El citado juez bromea con la teniente:

- "El ladrón se rindió al ver tus enormes ojos, irresistiblemente atractivos, mi respetada agente Farlow ..."

- "Usted tampoco está nada mal, David. Pero es mejor que hablemos de trabajo, ¿no cree? ..."

- "Este es un acto ilegal, Mariah. Si nos ve la defensa del caso, me quitan de en medio. Y tú lo sabes ..."

- "Lo sé, David ..."

- "Entonces, será mejor que no mezclemos el trabajo con el placer, teniente. ¿Nos vamos a mi casa? ..."

- "No sé qué decir, señor juez. pero es cierto que allí nadie nos vería ..."

-Y LA TENIENTE FARLOW SONRÍE DESLUMBRANTE-
 

domingo, 25 de diciembre de 2022

- ÉBANO Y LAS OSADÍAS. -



Es una coqueta cena de fin de año de uno de los treinta hombres más poderosos e influyentes del planeta. Se trata de una mezcla de cena íntima y de trabajo. Por que así de original es Vens Dessen.

Vens, su mujer Ébano Woods, el hermano de Vens, que se llama Bill, y los dos más altos cargos de la multinacional que preside Vens, completan la mesa. Se trata de Vim Morris y de Liz Fanders. La cena tiene lugar en un lujoso y a la vez discreto y selecto restorán.

Vens Dessen, es en extremo creyente. Católico, votante del partido Republicano de EEEUU, divorciado en dos ocasiones, y casado de nuevo y ahora con la más que bella mujer de color,-veinte años más joven que él-, Ébano Woods.

¿Qué se celebra realmente?, ¿a qué el evento de la cena?, ¿pura tradición?, ¿nuevo capricho del poderoso Vens Dessen?, ¿cena de trabajo?, ¿de amigos? ... Quizá de todo un poco...

Bill Dessen, hermano de Vens, solo es un modesto abogado de Manhattan. Tiene más o menos hecha su cartera de clientes, y carece de la ambición de su hermano. Pero, reconoce, que el poder que otorga el dinero así como el prestigio de una multinacional de éxito, son decididamente envidiables.

Bill está soltero. Es soltero. Quiere ser soltero. Le nace ser soltero aunque tiene muchas amigas. Pero no piensa casarse jamás. Entiende la vida como una aventura, y se siente feliz. Pero desconoce que su hermano Vens, le tiene un odio atroz. Le odia por muchos motivos que confluyen en uno: "¿cómo puede su hermano ser feliz si es un mierda, y él no lo logra a pesar de tenerlo todo o casi todo?..."

Vens Dessen, no se conforma. Desea poner en muchos aprietos a su hermano Bill. Y mientras la cena transcurre, se escucha una acogedora música de fondo, la comida no puede ser más exquisita, se habla de negocios, de sexo y de proyectos empresariales, abundan las carcajadas y los guiños compartidos, y los altos trabajadores de la Compañía parecen cómplices, atractivos y profesionales. Se nota su nivel social y su extraordinario saber estar.

Bill Dessen, hermano del magnate, hace como que sigue todo lo que tiene lugar. Pero en realidad se halla extasiado y abstraído por la descomunal belleza de la joven esposa de su hermano Dessen. En la mesa amplia y confortable, Bill está situado enfrente de la bella Ébano Woods. Y ella no parece en absoluto tímida. Se le ve la ambición a kilómetros, su seducción derrota ajena, y su marido aprovecha para alardear de su majestuosidad.

- "¿Has visto qué pedazo de mujer tengo, Bill? ¡Busca una mejor! Si la encuentras, te doy diez mil dólares ... Ja,ja,ja,ja ..."

Ya van dos veces. Empezando por la primera: Ébano se ha descalzado uno de sus preciosos y carísimos zapatos de fino tacón vertiginoso, y le ha puesto el pie tocando las piernas de Bill bajo la mesa. Y en la segunda osadía de la arrebatadora Ébano Woods, la mujer se ha levantado de nuevo el pie,-que como el resto de su pierna va enfundado en unas medias que solo encontrarás en una tienda de lencería VIP-, y ha subido más y buscado y hasta hallado las partes más sensibles del hermano de su marido.

Si se produce una tercera osadía, Bill Dessen acabará atragantándose. Es aquello toda una excitante tentación, que para saborearla, se precisa la concentración que ahora no ha de poderse tener. Y, acabada la cena, la mujer deposita su número personal en uno de los bolsillos del sorprendido Bill.

"¡No y no!" "Aquello debe ser una trampa!", piensa una y otra vez el hermano del magnate. Y la cena, una puta encerrona. esa mesa, debía estar llena de camaritas y micrófonos por todas partes grabándolo todo. Si él no es nadie, "¿a qué ha venido todo esto?", se pregunta entre perplejo y asustado Bill Dessen.

Tenía razón. ¡Ha picado! ¡Shit! Su hermano el magnate Vens Dessen, le había preparado una trampa. Y dos días después, Bill recibe en su modesto despacho un paquete postal en cuyo interior se puede ver grabado el juego erótico de Ébano, y el momento exacto en el que la mujer introduce su teléfono personal en uno de los bolsillos del hombre. Y suena un teléfono. Es el de Ébano Woods. Y tras Ébano y más que sonriente, está su hermano Vens. Se escuchan a la perfección sus carcajadas de burla...

Bill trata de no perder el tiempo. Toma una avión y busca un sitio seguro. Su hermano ha contratado sicarios que le esperan en el aeropuerto. Mas un ángel parece estar con él. Tiene mucha suerte. Logra subir al avión, y éste despega, se eleva y ya vuela.

¡MUCHA SUERTE, BILL!

sábado, 24 de diciembre de 2022

- EL MENDIGO EDDON. -



Sentado a las puertas de una gran superficie comercial, se encontraba un tal Eddon, un hombre todavía joven. A su lado, muy cerca, había un cartón blanco en el que podía leerse:

"Soy Eddon. Gracias por su ayuda."...

Escueto. Nada de, "estoy en paro", o "tengo hambre", o "debo dar de comer a mis hijos", o "estoy enfermo", o "no tengo dinero", o " me han echado de mi casa", o "soy alcohólico y necesito ayuda", etc, etc... ¡No! Nada de lo anterior. En el anuncio de su cartón blanco, solo había un nombre y un agradecimiento.

Tenía el hombre a su lado, unas ropas demasiado ligeras para el clima de la ciudad, unas mantas ordenadas, y un pequeño perrito silencioso. Nada más.

Pero es mejor describir el físico del tal Eddon. Blanco, afeitado, cerca de un metro y noventa centímetros de estatura, fino, elegante, silencioso, y con una sonrisa educada en los labios. Mirada penetrante y actitud positiva. Parecía un gladiador o un boxeador lozano y en apogeo, al que un mamporrazo súbito le hubiera derribado. Se cuenta, que nunca se ha visto en la escocesa Glasgow, a un mendigo más bello.

A pesar de su posición indigna petitoria, el tal Eddon no podía pasar desapercibido para nadie. Aunque los mendigos asumidos socialmente cual mobiliario urbano no concitan la menor de las atenciones, el caso de este varón bellísimo era el vivo ejemplo que confirma dicha regla de desprecio hacia los desheredados que sobreviven.

Cada sonrisa de Eddon,-que dejaba ver unos dientes blancos y brillantes-, generaba una suerte de imán de compasión y generosidad. Y la gente le echaba monedas y más monedas. Y hasta le daban en mano billetes. Algo totalmente insólito en los tiempos que corren.

Eddon tomaba la onerosa limosna, con elegancia y sumo respeto. Con quietud. Las mujeres jóvenes de cualquier edad, le miraban disimuladamente sin dejar de caminar hacia la caza de sus navideños regalos. Y de vez en cuando, se escuchaba una pregunta, que se hacían las unas a las otras con cierta incredulidad. Y también algunos hombres sin verbalizarlo:

- "Oye, ¿habéis visto a ese hombre que pide en las puerta? ..."

Eddon, al ver su canasto petitorio repleto de libras esterlinas, actuaba con naturalidad, y lo vaciaba en el interior de unas sacas modestas que se veían al lado de sus modestas mantas ordenadas y de su chucho "Orly". El can era un animal de pequeña estatura, blanco, y que mantenía una gran falta de movimientos. Como si estuviera exquisitamente educado.

Y Eddon continuaba mostrando su cartón blanco, y le seguían lloviendo libras. El día estaba muy cerrado, y amenazaba lluvia. El frío era intenso. Mas la sonrisa de Eddon era más atractiva y cálida que una playa caribeña de postal.

Tras llenar casi todas sus sacas, y darse cuenta de que no podría con el peso del dinero, el hombre se levantó y se alejó lentamente de aquel lugar.

Hacia, ¿dónde?... Se desconocerá. Porque unos policías vestidos de paisano, se le echaron encima para capturarle. Y a continuación, dos coches policiales reforzaron la seguridad y acabó el incidente.

El teniente McLennon, se muestra ante las cámaras de la televisión con gesto serio:

- "Hemos capturado a un enfermo mental profundo, y experto en fugas. Había escapado de un penal, y llevábamos un tiempo pisándole los talones y vigilando sus movimientos. Investigaremos la causa por la que este ladrón trastornado, se ha reído de la generosidad de las buenas y caritativas gentes de Glasgow. Pedimos a tod@s, nuestras más sinceras disculpas por lo sucedido. ¡No volverá a ocurrir! Porque si se repite, presentaré mi inmediata dimisión. Gracias, y Felices Fiestas a tod@s ..."

"¿Enfermo mental profundo?", "¿no podía haber dimitido ya el teniente McLennon y no tener que esperar al siguiente error?" ...

Hubo disenso entre las opiniones. La fechoría de Eddon, ¿solo se explicaba a través de su presunta locura? Su elegancia y gran belleza, ¿provenían de una terrible cárcel, o acaso de una educación exquisita y un cómodo lugar? ¿Tendría novia?, ¿de donde habría sacado aquel perro silencioso?, ¿tan escurridizo era Eddon con ese físico absolutamente inolvidable? Y por tanto, toda la mayoritaria negativa femenina y alguna masculina ante las palabras de la autoridad se hicieron patentes. 

-"NOSOTRAS NO CREEMOS A McLENNON"-
 

jueves, 22 de diciembre de 2022

- EL REY BALTASAR. -



El rey mago Baltasar, era mi rey favorito siendo yo niño. Me parecían demasiado parecidos y demasiado reyes convencionales, Gaspar y Melchor. A veces, les confundía.

Siempre he sido un niño explorador de cosa nueva. ¿Un rey negro y mago? Yo nunca veía reyes negros,-ni disfrazados-, y no digamos, magos. Si un negro era un plato de segunda, ¡qué bien que Baltasar tuviera el mismo rango y magia que los reyes blancos! ... Por exotismo y misterio,-quizá solidaridad-, abracé en preferencia a Baltasar.

Lo negros eran esclavos y tenían poco predicamento social. Estaban en África, en Estados Unidos, en Brasil, y en otros países no africanos.

Cuando me dijeron y pude ver que Pelé era el mejor futbolista del mundo, me adentré en la idea aventurera y mágica, de que un negro podía ser hasta mucho mejor deportista que un blanco y en mi deporte favorito. ¡Oh, qué magia la de Edson Arantes do Nascimento! ...

Un día vi una película de Tarzán, y me vino al pensamiento de que ahí había racismo. Tarzán, bueno, alto, fuerte, justo, dominador en tierra extraña, noble, guapo y hasta con novia. ¿Es que no podía existir un negro con similares cualidades que Tarzán, o incluso mejores?, ¿es que no era creíble un negro o un chino con tales virtudes? ...

El primer negro chico de la película que yo vi, fue Sidney Poitier. Ese profesor valiente e inteligente de "Rebelión en las aulas", podía gustar ya a cualquier mujer. ¿Razas?, ¿qué era eso de las razas y de los supremacismos? ¡Absurdo! ...

En otro momento, el cine llegó hacia Denzel Washington. Ahí ya había mucha verdad. Ese hombre ya podía sin duda gustar a las chicas blancas también. Eso es una realidad objetiva. Y Morgan Freeman, y tantos actores y actrices de color. Quizá a alguien pueda no gustarle Beyoncé. A mí me parece una maravillosa reina maga. Como lo fue la cantante Amy Winehouse.

Descubrí finalmente a las protestas del asesinado Martin Luther King, a la magia imparable del enorme Muhammad Alí, a unos tipos bajitos y verdes que eran máquinas tremendas de correr el fondo, como las sucesivas generaciones de etíopes. Y más altos los kenyatas y los súper atletas yankees. Y la alta magia de Magic Johnson, Jordan o Lebron. Entre muchísimos.

Mi mejor rey mago Baltasar de la música fue el niño eterno Michael Jackson, con sus eternas canciones y sus bailes maravillosamente imposibles. Nelson Mandela fue rey Baltasar.

Sí. Gracias a muchos de los personajes antes citados, me seguirá siempre dando fortuna, mi favorito rey mago Baltasar.

Me hizo reflexionar acerca del racismo blanco y los negros. Dicen que huelen diferente, y esas cosas, pero ...

De lo que me di cuenta es de que los negros eran para mí unos grandes desconocidos, que podían regatearse a cinco contrarios como hacía el malinés Salif Keyta, cuando yo iba al Estadio de Mestalla a ver jugar al equipo de mi ciudad. Y aprendo a saber por qué me gusta tanto Brasil y sus gentes. Porque son mi misterio.

Los negros, son lo mismo que los demás blancos. Y por tanto, me llevé una enorme y positiva sorpresa con ellos cuando les vi más de cerca. No eran solo cazadores de leones con taparrabos, o saltimbanquis y rápidos atletas. Lo que ocurría y ocurre es que los blancos nos hemos empeñado en que estén lejos y que no vengan. Que se queden en sus países con sus guerras, calores y hambrunas.

Por eso le doy las gracias al rey Baltasar. Y me dice en su magia, que todavía debo ver mucho más de cerca a la realidad de los negros, que es vergonzosa la fosa de cadáveres que hay en el Nostrum, y que los blancos hemos de ser más magos y menos reyes.

-PARA PODER DARNOS CUENTA- 
 

miércoles, 21 de diciembre de 2022

- LAS MANOS DE ANA. -



Ana es práctica, dulce y vividora. Sana, actual, escéptica y experimentada. De fácil trato y con un genio muy particular. Disimula mucho y se hace la torpe o la desordenada, pero nunca pierde de vista dónde está la vida y su jugo.

Se casó una vez, y ya no lo hará más. Y parece dejarse de hombres, y volcarse de pleno en su trabajo de fisioterapeuta en un ambulatorio público.

Porque Ana cree en lo público, en lo de todos, en la necesidad de repartir juego social, pero no se siente una esclava de los cuidados. Y no es que no le guste su trabajo, sino que el senderismo es una pasión que le permite ver paisajes incomparables, y ejercitar su cuerpo menudo y ágil a un tiempo.

Ana puede ser agradable si te ve sincero, pero también es muy independiente. Y le gusta mandar y llevar los asuntos, pero no quiere demostrarlo y hace como que delega en sus compañeras y compañeros auxiliares.

Hasta que llega, Víctor. Que no parecería un paciente más. Llevan veinticinco sesiones juntos. Víctor se hizo un profundo corte y se afectó algunos tendones de la mano. Y tras ser intervenido, dicha mano deforme y dolorida necesita de la ayuda de un profesional.

Víctor, está contento con la fisio Ana. Pero Ana nunca parece admitir que ella está más contenta que Víctor.

La mujer es juvenil, casi sin edad, coqueta sin querer serlo, y Víctor podría ser su sobrino. El hombre mide un metro y ochenta y tres centímetros, y aparece muy abierto y dulce.

Y en ese tiempo de atención al chico, Ana decide soñar mientras se afana en aplicarle su sabiduría. No son cosas necesariamente compatibles.

Ana, resuelta, imagina que no hay nadie ya en el gimnasio de fisioterapia. Y toma la mano del chicarrón Víctor, y hace como que le evita mirarle a los ojos, y anhela que solo una luz tenue les una en intimidad.

Hay un momento, casi mil instantes, en los que las manos de Ana toman las de Víctor. En el acercamiento previo antes del contacto, Ana imagina un fuego y una copa, una flor y un libertinaje; cuatro manos empatizadas en una bella estampa prolongada ...

Ana nunca abandona la practicidad. Hay más gente esperando, la cual no logra romper el hechizo. Y la fisio toma con decisión la dañada mano de Víctor y acomete las zonas más dolorosas. El hombre no puede sino estremecerse de dolor. Y en ese mismo momento, los ojos tímidos y vivarachos de Ana le miran con fijeza y con una disimulada satisfacción:

-"Te duele mucho, ¿eh? ...

- "Sí ..."

Y entonces Ana baja aún más el tono de su voz, deja que el joven tome oxígeno, y a continuación guía sus dedos de las manos por zonas menos arriesgadas. Cosa que Víctor agradece. Son momentos en los que Ana sonríe, pero no le mira. Y a veces le toma la mano en estática, y le informa de que eso también es un ejercicio aunque pueda parecer un mero detenerse.

Quedan aún diez sesiones. Ana sabe que Víctor partirá. Quizá el médico le dé algunas sesiones más. O, no. Dependerá de cómo el doctor vea la evolución de su mano lesa.

Ana ha disfrutado con la mano de Víctor. Pero, no se obsesiona. El mundo de su trabajo está lleno de gente maja que se hace daño mientras levanta una botella de gas, quedan sus dedos atrapados al cerrar precipitadamente la puerta de su auto, o simplemente un accidente más que desafortunado genera peligro real para unos tendones manuales que van a requerir de sana atención profesional.

Ana, casi no prueba el alcohol. Pero cuando lo hace, parece bajarse de nuevo el telón de la intimidad, con velas y magia. Y, sin público. Y sin pudor. Y con verdad; con toda la verdad en sus manos. Y aparece alguien que se parece más que mucho a Víctor, una llamarada, dos copas de vino, y una madrugada interminable. Y en medio del placer de la vida, suena el puñetero despertador. Toca levantarse y madrugar.

-A ANA LE ESPERA SU TRABAJO-
 

lunes, 19 de diciembre de 2022

- HASTA QUE LEO LEVANTÓ SU COPA DEL MUNDO. -



Leo Messi. Qatar. Diciembre 2022. Deporte, fútbol. Estadio Lusail. Otoño en medio del desierto, y en un Estado autoritario y sin libertades. Lluvias y promociones de petrodólares, y enorme complicidad de los Poderes de todos los sectores. Todos fuimos culpables de que la Copa del Mundo se jugara en Qatar. Quizá, unos más que otros. En la ceremonia de entrega de trofeos final, habían bajado al césped los Presidentes de Francia y Qatar. Macron y compañía habían bajado física y moralmente, a la altura protocolaria y moral de un país detenido y económicamente poderoso.

El fútbol tiene estas cosas. Europa se suele jugar menos que la América futbolística en estos torneos que tienen lugar cada cuatro años. Porque Europa tiene su propia manera de encajar las derrotas y de celebrar las victorias. En Europa todo parece más suave. En otros Continentes se reivindican y desean muchos más anhelos, porque la pobreza es lo habitual, y los alegrones un milagro que hay que festejar con el ruido enfurecido y propio del malestar social. Argentina ya lleva ahora tres mundiales, pero no logra progresar. Por eso las fiestas han de ser bacanales de exceso y desahogo. Todo está mucho más en el aire y en la incertidumbre. Y por eso, seguramente, suelen surgir más talentos futbolísticos.

No contentos con Pelé o Garrincha, surgió de la nada Diego Maradona, y ahora se nos va yendo su sucesor: Lionel Messi.

¡Enorme, Messi! Y para quienes nos gusta el fútbol, ver las cosas de Messi es contemplar que la magia pueda y deba ser posible. ¿Quién no conoce cómo juega y ha jugado Messi, y todo lo que ha ganado? ...

La final Argentina-Francia, tuvo muchas cosas del fútbol y de la sociedad actuales. Porque el deporte también las transmite si uno no se tapa los ojos o los oídos.

Los dos finalistas, lucharon. Fueron veintidós guerreros y algunos relevos, los que se dejaron la piel en el sudor del esfuerzo, y hubo de todo. Derrotas de ánimo, reacciones positivas, la fuerza psicológica del impacto del gol, el no darse nunca por abandonados, el remontar y sufrir muchos goles, tener la cabeza fría y toda la concentración.

El partido plácido para los albicelestes que había sido hasta faltando diez minutos, se tornó otra cosa con un gol. Y se rompió todo, y Messi hizo su gol y sus herejías, y Mbappé imitó a Usain Bolt, y llegó la prórroga, y los cansancios, todavía muchos más goles, y toda la incertidumbre abrió la tanda letal del punto fatídico. 

Leo Messi tenía la conciencia tranquila con un Torneo enorme, y una deuda. No le había dado a su país ningún Mundial. Y ahora, todo iba a depender de la lotto final de los disparos desde el punto de penalty. Un tanto todo cruel ...

Leo, hacía partidos que tenía una cara de concentración, que semejaba a la de su entrenador Scaloni. Es como si intuyera que esta vez tocaba ese sí, que ahora celebra toda la Nación Argentina con su pasión acostumbrada. Y hasta dirán, que ahora sí ha de decirse que Messi ya es mejor que el Diego.

Y, no. Lo que hizo casi fugazmente el "Pelusa", no lo hará nadie. ¡Oh, Napoli! ...Y no es cosa de comparar.

El fútbol está ahora agridulce. Porque se va la última gran estrella de este deporte. El último Jordan, el último Larry Bird, o el último Lebron James. Por ahora ...

En el fondo, el regusto del adiós del astro Leo, es la fuerza de un deporte, el cual seguirá brindándonos a los aficionados emociones y sorpresas. Y saldrán otros dioses sucesores, y ahora, el fútbol de conjunto le dará valores deportivos y exitosos a las plantillas sin estrellas.

Me alegro mucho del homenaje a un Messi que finalmente levantó lo mismo que Pelé, o Maradona, o Beckenbauer, o Torpedo Müller, o Rivelino, o Iniesta, y algunas decenas de elegidos.

A Messi el fútbol le debía un alegrón. ¡Ya lo tiene! Seguro que lo emplea bien. Diego Maradona se derrumbó pronto. Messi no lo hará. Nadie tendrá por qué hacerlo. En realidad el fútbol profesional solo es un maravilloso reallity con dólares.

¡BISHT!

 

jueves, 15 de diciembre de 2022

- MI AMIGO JOSEP. -



Lleva unas melenas largas. Poco usuales. Es como si con este look, mi amigo Josep quisiera reivindicar un tiempo que se fue.

Josep es valenciano, con todo lo que eso supone. Valenciano de pura cepa y habla académica, y tremendamente suave y dulce. Es difícil clasificar a Josep. Porque Josep es cualquier cosa que nunca te imagines, salvo que le hayas tratado y le conozcas bastante. Porque mi heterodoxo amigo nunca sabes por dónde va a salir.

Tiene algunas cosas muy claritas. Y creo que las más importante es que piensa que lo más inteligente que se puede hacer, es no reñir ni discutir con nadie. Que, vale la pena si el otro o la otra se ponen farrucos e intolerantes, guardar silencio, sonreír comprensivo y sin lid, y dejarles hacer y que digan lo que quieran.

A veces no se sabe si Josep habla en serio o si bromea, y siempre se niega a alejar a su niño interior. Dice, que todo el pescado social está vendido hace mucho tiempo, y que no hay que darles vueltas a las cosas. Hay unos que se han llevado el gato al agua, y que otros han de tragar. O, algo parecido asevera Josep.

Mas lo paradójico es, que mi amigo no se siente de ese pretendido bando de los ganadores económicos, sociales y del Poder.

- "Tú, lo que pasa es que eres un idealista y tal ..." Me dice Josep en forma de cariñoso reproche.

Y establece una línea definitiva para tod@s. Serás lo que serás, lo que te pienses que eres, o lo que dejes de pensar, pero mi amigo siempre respeta. Y nunca pierde de vista ni de rumbo a su sonrisa eterna, la cual emerge desde su barba cerrada y de sus bigotes.

Josep es pelo contradictorio, y anda rápido y aparentemente errático. Y no se te ocurra sacarle el dolor interior, porque no lo vas a lograr. Y si te crees que sí, entonces Josep te dará una magistral lección pedagógica. Ve mucho más de lo que crees, y no dice ni la tercera parte de lo que siempre se guardará con celo. Y si alguien osa encresparse, entonces Josep le quita hierro a las cosas y dice algo aparentemente sin sentido, pero que está medido para la risa amable con escuadra y cartabón. 

Josep ha sido profesor de niños y con problemas, y yo creo que eso le ha marcado. Porque para él, los niños son sabios y sagrados. Son su escape. Josep es una escuela de niños, y él no está dispuesto a que le desubiques de ahí.

Sabe, que la alegría natural y la generosidad, son sacras, y vienen procedentes de todo tiempo y lugar. Josep es ilustrado, pero no le llames pesimista. Nunca va a aceptar esa inexactitud. Y te desarmará de nuevo con sus juegos, con su memoria prodigiosa, y con una practicidad que vencerá.

Josep es materia sensible. Detecta con talento las posiciones. No las critica, pero se reserva lo mejor para él. La vida es un mundo de peligros, para que te la amarguen más dando por el saco, ¡che! ...

Y su amistad brota en detalles cariñosos. Te ve o intuye sufrir, y se ofrece a generarte bienestar, y pone su coche a la disposición de tod@s sus amigos, y jamás discriminará a nadie. Siente en las venas Josep, esa presión social hacia la bonhomía, y para que los que estén a su alrededor no se pongan tensos o trascendentes.

Y toma su vehículo engañoso y pequeñín, y te propone alternativas de ocio y amistad. Se da cuenta. Se da cuenta de mucho más de lo que crees. Mas has de tratarle y de conocerle más a fondo. Y si te metes dentro de su auto, es capaz de vestirse cual Mortadelo de monje, y ser Fittipaldi, ponerte una canción de ACDC tras un aria de Rossini, y hacerte descojonar con sus cosas y acelerones de quien ha vivido la vida y el viaje.

Espero que Josep no me lea, porque si lo hace no le gustará ser protagonista de mis cosas. Por eso intentaré que no se sepa quién es Josep aunque corro serio peligro de que me descubra.

¡GRACIES, AMIC!