miércoles, 27 de julio de 2022

- VENDETTA ESTÁTICA. -



El otro día me senté sobre aquellos banquitos reivindicadores y terribles, que intentaban dar respuesta a mi extraño e incomprendido malestar. En el cercano pueblo de Xirivella me pasaron cosas dolorosísimas e inauditas. Aquel almacén de piezas de lámparas en el que estuve desde 1979 al 92. Demasiado tiempo en la enfermedad de la nada; instalado en el dolor más que desalentador. Con la sensación de ser una pluma que el aire caprichoso se llevaba jugando con ella ...

Era verano. Hacía mucho calor. El techo de aquel almacén era de uralita, la ventilación era una quimera, y la deshidratación arreaba bien. Mis compañeros, obreros de pura cepa, nada podían entender. Y eran muy sumisos y suyos. Lo que pasa es que el temporal exterior puede ser a veces capeable. Pero mi temporal interior, no lo era. ¿Quién lo sabía?, ¿quién podía saberlo?, ¿existían causas aparentemente lógicas que justificaran mi enfado hacia ellos y hacia los jefes? ... Causas, las había y muchas. Otra historia es que fuesen lógicas. Y en aquellos terroríficos años de dolor, yo estaba para pocas lógicas. Tenía dos brazos, dos piernas, era fuerte, hacía deporte y tal.... ¿Entonces? ...

Sí. Era verano. No me sentía capaz de tomar decisiones. Cuando no tienes salud, no puedes ni debes tomar demasiadas decisiones. Todo lo que pasaba conmigo se llamaba incomprensión.

Era Julio. Viernes. Las tres de la tarde. La hora de salir del almacén. El finde. Cuando todo el mundo esperaba esos momentos para planificarse y para disfrutar plenamente de su tiempo libre.

¿Tiempo libre? ¡Qué coño sería eso del tiempo libre y de paz! No había derecho a que nadie entendiera. Tenía que hacer algo. Marcar presencia. Disconformidad y hasta orgullo.

Por eso, cuando se hacían las tres de la tarde del viernes y salía del trabajo, yo decidía sentarme en uno de los banquitos de un pequeño jardín que estaba sito enfrente del almacén. Como queriendo decir: "Yo también existo y me jode que seáis felices y que mostréis indiferencia hacia mí ..."

Ese era el sentido de mi sentarme en aquel banquito de la nada. Para que me vieran, para que observasen de una puta vez mi porte digno y cerrado. Para hacerme visible. Para mostrar que yo no era una puta piedra y que necesitaba ayuda y no solo un salario. Sí. Quería reivindicar mi alma y mi ser.

Mis compañeros del almacén subían a sus coches y se iban a casa. A continuación, los jefes. Y en el fondo era curioso, porque todos vivían en el mismo pueblo cerca del almacén. Pero el símbolo fálico del coche, significaba poder y éxito dentro del cegato capitalismo a veces tan inhumano.

Sentado en uno de los banquitos, yo les miraba con fijeza discontinua a mis jefes y compañeros. Y después desviaba la mirada para evitar que las incomprensiones se fortificaran. Si en aquel momento de gran tensión, alguien me decía algo en tono burlesco, no quiero imaginar lo que podía haber sucedido. De todo, menos callarme. Porque el silencio suponía un enemigo definitivo terrorífico y aniquilador, y el grito o el insulto podían significar el inicio de una violencia nunca deseada ni por mi ni por nadie.

Físicamente estaba quieto, pero interiormente mis emociones de tristeza y desesperación eran un volcán triste y a jirones. Pero no dejaba de ser todo aquello algo defensivo para mi. Como una suerte de extraña sentada, como hacen los que reivindican algo en el espacio público.

Mi "sentada" visible tenía mil ángulos y matices. Y el color del dolor y de la impotencia. Sabía que no estaba bien, pero no cómo salir de ese pozo ...

Y yo continuaba sentado en el jardín a la sombra de un calor fuerte veraniego. Dicho calor, ni lo percibía. Mi cabeza y mi cuerpo estaban a otras cosas. Y completamente en silencio, yo demandaba cosas imposibles. Como que mis jefes y mis compañeros me ayudasen a salir del dolor. Sabía que al llegar a casa, nadie igualmente se interesaría por mis ánimos o por mi estado de salud. ¿Por qué irían a hacerlo si yo era físicamente fuerte como una roca? ...

Yo seguía sentado en el banquito del jardín. Mi expresión contenida y profundamente preocupada y triste, también debía ser un poema. Pero mis jefes me miraban sin curiosidad y sin prestarme atención. Y se iban corriendo a casa a comer. Mis compañeros obreros, ni éso. Entraban en sus vehículos, se iban y ni me miraban.

En el banquito de mi vendetta estática, yo no miraba el reloj. A lo mejor pasaban veinte minutos. El hervor en mi interior, cedía cuando ya todo el mundo se había marchado. Entonces entendía que era absurdo seguir ahí sentado e inmóvil. Y entonces me levantaba y tomaba un autobús. Sobre las cuatro de la tarde llegaba a casa. Mi madre apenas hacía algún comentario.

- "¿Qué tarde has salido, no? ..."

Pero al ver mi cara triste, guardaba silencio. Yo solo tenía dos planes en mi cabeza y mil millones de tristes renuncias para vivir, dado que no me sentía capaz de emprender la aventura vital.

Los dos planes, eran: que se hiciera sábado para ir a correr con los pioneros maratonianos de la Sociedad Deportiva Correcaminos, y por la tarde estar durante horas viendo deportes por la tele hasta caerme de culo. Y el domingo era una transición hueca y absurda. Que daría paso a un nuevo lunes camino a la rutina de terror del almacén de Xirivella.

Hasta que un día decidí no volver más al trabajo. Y no se armó un gran belén. Uno de los obreros me había agredido. Yo no quise repeler las agresiones ni denunciarle. Aquello solo supuso empujarme a decir adiós y por mi cuenta a aquel trabajo. Hasta mis jefes parecieron sorprenderse hipócritamente de mi decisión. Lo estaban deseando.

-AHORA, LOS BANQUITOS DEL JARDÍN TIENEN MÁS LÓGICA- 

 

sábado, 23 de julio de 2022

- PALOMA "LA LOCA". -



Aquella mi adolescencia mágica, siempre traía sorpresas. Por inusuales y siempre significativas. En mi pasión,- como en la de casi todos los niños de mi generación-, se imponía la práctica del fútbol. Siempre cosa de hombres. Terreno blindado y masculinote. La mujer no cabía en los deportes. Ellas debían disimular bailando en las discotecas, y mostrándose modositas. Las novias de los chicos, iban a veces a animarles. Y se llevaban muchas críticas y miradas poco honestas.

Un día, yo no me creí lo que veía. Y me desagradó lo que vi. Estaba siendo educado como todos los chicos, aparte de las chicas. Por eso ahora, cuando paseo cerca de las Universidades afortunadamente mixtas, no dejo de sentir una cierta envidia de los chicos actuales.

A veces me iba a unos campos de fútbol que estaban en la zona de las Torres de Serranos de mi Valencia, y saludaba a colegas, y muchas veces jugaba al fútbol con ellos. Allí solían estar, Tomás, "Pumuki", Balciskueta, Chimo, Miguel, y mil muchachos más. A todos nos apasionaba jugar al fútbol. Y nos sigue gustando. El que puede sigue ahí, dando patadas al balón.

Y entre esa gente amateur que se apiñaba a veces entre dos equipos en unos campos de fútbol con porterías cutres y campos en donde te jugabas los tobillos por las piedras y algunos metros escasos de hierba, alguien un día me dijo:

- "¡Mira! ¿Ves? Je,je,je,je,je ... Es Paloma. Es, tía ..."

Mujer. Chica. Se refería a una adolescente larguirucha y pelirroja, de largas piernas y cabellos, de poca técnica, rápida, resistente, casi incansable, y que se la notaba en extremo apasionada por nuestro blindado deporte masculinón.

- "¿Te das cuenta, nano? ¡Es chavala! Debe ir a por el "Pumuki". Querrá enrollárselo. Lo que pasa es que es fea. O, igual es de la otra acera. No te extrañe, ja,ja,ja,ja,ja ..."

Yo, pensaba que: "una mujer no me gana a mí jugando al fútbol." Lo digo ahora, cuando Julio de 2022, cuando los partidos de la Selección Española y femenina los televisan en la 1. O cuando Alexia Putellas es considerada la mejor jugadora de fútbol femenino del planeta.

No podía en mis pensares haber una cosa más humillante, que una mujer me ganara a mí jugando al fútbol. ¿Jugando al fútbol?, ¿a lo que hacía Cruyff, o luego Kempes o Maradona? ¡Qué raro era eso! Lo de las chicas no debía ser el fútbol. Ni de árbitras. Ni de comentaristas futbolísticas. ¿Qué podía saber una chica de fútbol? ...

Ahora, lo que pienso es en los condicionantes. Paloma "la loca", aquella chica aparentemente extraña que usaba pantalones cortos como nosotros, y que luchaba por todos los balones con su resistencia física, se enfrentaba a un rechazo social de caballo.

Yo, no la rechacé. Y desde mi hipocresía machista, pensaba que podía chocar con ella y hacerla daño, o golpearla sin querer con un fuerte balonazo, o que ella podría estorbar para poder desarrollar un juego lógico y aceptable, o yo qué sé ...

Paloma, era libre. Cuando ninguna chica se atrevía, ella sí. Y me importa un pito si bajaba a ligarse a alguien, o si bajaba porque le apetecía jugar con nosotros, o si tenía una afición extraordinaria por nuestro deporte más popular.

¡Coño, qué mérito! ¡A cuántas cosas estaba renunciando Paloma por ser libre! Reconozco que Paloma nunca fue colega nuestra, y que ella en cuanto se acababa el partido se largaba, y muy pronto la volvías a ver jugando al fútbol ante el machista asombro general.

En los corrillos pre y post partido, ponías a caldo a Paloma. Necesitaba nuestro machismo masturbarse en estereotipos, para así justificar nuestra distancia ante gente así de rara.

Paloma, era lista. Quizás sabía, que si montaba un equipo con todo chicas, las hubieran corrido a risas, menosprecios, insultos, y todo tipo de descalificaciones. Y uniéndose discretamente con el "enemigo" masculino, podría practicar su deporte preferido.

Afortunadamente para tod@s, la mujer ya va jugando a todos los deportes, incluidos a los tabús por sexualidad de toda la vida.

Han pasado décadas desde aquella adolescencia y juventud tan tierna y de blanco y negro. No sé qué habrá sido de la singular Paloma. Pero me la imagino sentada en el sillón de su casa con la camiseta de la Roja puesta, y disfrutando con los suyos viendo por la tele a la Selección Nacional femenina, y hasta evocando con un cierto regusto amargo sus tiempos de jovencita en los que casi tenía que jugar al fútbol de tapadillo, y con los amigos conocidos y protectores que la defendían de los dedos acusadores y de los insultos del machismo general. Y no solo de la desconsideración de los hombres, sino de muchas mujeres reprimidas e igualmente machistas y convencionales. Las de aquel tiempo, que por cierto también sigue sutilmente en 2022 ...

Dejadme recordar a ese misterio pelirrojo del pelo largo y larga zancada. Con su sonrisa defensiva y sus ganas de jugar a un fútbol veloz y constante. A sus necesidades de disfrutar de lo que más le agradaba. De atreverse a ser distinta, de estar dispuesta a que se la pusiera a caldo, de soportar que pensáramos lo que pensábamos de ella ...

Yo, he evolucionado. Es mejor. Renovarse o morir. Ahora ya me parece absolutamente correcto lo que hacen las chicas con sus deportes. Me da igual que hagan rugby, boxeo, fútbol, el Dakar, o cualquier deporte que me pueda parecer arriesgado o límite. Porque la mujer tiene o debe tener la misma posibilidad deportiva que el varón. ¿Por qué no? ...

Algunos bastantes, siguen en la caverna del rechazo o del tabú. Peor para ellos. El mundo y la sociedad avanzan mucho más deprisa que sus cavernícolas cabezas.

Desconozco si Paloma sabrá que fue una valiente. Pero yo estoy convencido. Solo con ponerse una camiseta y unos pantalones cortos, demostraba el valor admirable y abierto de su deseo.

-LOS LOCOS ÉRAMOS LOS DEMÁS-


 

domingo, 17 de julio de 2022

- EL SABIO GALIBIER REVIVE AL GRAN CICLISMO DEL TOUR. -



Tras cerca de dos décadas de pragmatismo y dureza sutil y hasta contenida, monsieur Le Tour nos volvió a recordar que tras su traje oficial de prestigio y oficialidad, estaba su verdad imparable y su cátedra de ciclismo.

Fue el mito alpino del Galibier, quien sacó del cajón escondido y añorado, toda la verdad. El coloso Galibier no sería cosa de cuentos de batallitas de mayores, sino la forma más atractiva y culta del ser del ciclismo con mayúsculas.

Ha sido la gran lección. En este Galibier durísimo y majestuoso, se gestó la épica y la grandeza del deporte de las dos ruedas con pedales. Y los corredores de todos los tiempos, se coronaron y doctoraron en dicho Galibier y su hermano el Télégraphe.

Hinault atacó allí, el caníbal Merckx dejó su portentoso sello, las bestiadas sensacionales de Marco Pantani, "Tarangu" Fuente atacó quince veces a Ocaña en este coloso alpino, y así hasta llenar un libro con muchísimas páginas de gestas, esfuerzos, dureza, sudores y verdad.

El esloveno Pogacar fue censurado por el Galibier. Le suspendió, y le mandó deberes de futuro. El rutilante y maravilloso escalador, se encontró en el Galibier con una dupla brutal de tipos, que le lanzaron tralla en plena ascensión. Y Pogacar, dudó ante tanto ataque. Vingegaard y Roglic-ahora ya fuera de combate por el Covid-, se turnaron para darle cera. Después del Galibier aún quedaba mucha etapa para llegar al final en el Granon. ¿Qué hacer ante tanto ataque?, ¿jugar al orgullo y a la ambición?, ¿a la prepotencia?... Ahora, Pogacar todavía no se explica cómo le pudieron tumbar y hacer daño. La lección del Galibier consistía en dos planes. O dejar que los dos ases del Jumbo se cansaran de demarrar mostrándose conservador de sus fuerzas tranquilas y no ponerse nervioso, o hacer lo que hizo el esloveno  Tadeo Pogacar que fue contraatacar para intentar parar las dentelladas de sus rivales.

Nada hizo bien Pogacar en Galibier. Si ha aprendido la lección, ahora el esloveno será más ciclista y menos temerario. Pogacar, en el Galibier, salió a todos los ataques. Ahora, lo está lamentando. El Galibier le capó las fuerzas posteriormente camino del Alpe D´Huez y en la ya mítica etapa del Granon perdió el amarillo cundiéndole la sorpresa. Ya se sabe que es tradición afirmar que quien llega de amarillo al Huez, suele ganar finalmente el Tour.

¡Oh, aquella carretera maldita y durísima! ¡Aquel sol de verano! ¡Aquel Galibier gigantesco e imperial en donde quien la hace, la paga caro ...!

Ese goloso salir espadachín con muchos kilómetros de ascenso por delante. Molaba que no te atacasen con garra y consecuencias. Sentía Pogacar que aquello no podía estar pasándole a él, que sube las montañas como un juego embalado. Como un conejo imparable. Con un cambio de ritmo inabordable ...

Aún no se sabe si Pogacar podrá recuperar. Porque queda menos montaña y porque le han dado en la crin de su moral. El danés Vingegaard está seguro y crecido, agradece a Jumbo sus apoyos en todo momento, y se cree su victoria. Ahora, cada vez que demarra Pogacar, Vingegaard se cose a su rueda trasera porque se lo cree, puede, tiene confianza, y ha sabido leer mejor la gran lección del mítico Galibier.

Vingegaard vive con el premio a su arrojo y valentía, a su capacidad de creerse que lo puede ganar todo tras el hundimiento de Pogacar en la maravillosa etapa con final en Granon, y sabe que Pogacar también es humano y que el Tour pone a cada cual en su sitio. No basta con ser gran ciclista, ya que el ciclismo tiene muchas más claves que casi habíamos olvidado. El Tour también es academia y estrategia.

-Y DECIDE CON TODO EL RIGOR-
 

miércoles, 13 de julio de 2022

- SILLA. -


Silla blanca, madera de madre naturaleza, silla compleja, delicada, vanidosa, eterna, carismática, chiripitifláutica, heterodoxa y con buen propósito.

Silla de últimos trenes, silla excesiva, silla que siente y ama, silla singular, moderna y solitaria, silla con las patas en el suelo, silla de carencia, silla de Sabina ese que canta, silla de Abril que saca flor, silla de planta y ramita.

Silla sin mesas, sin platos, sin pasado, silla top, silla vademecum, silla de radio, silla de espectáculo, silla americana, silla de kamasutra, silla que epata, silla de Valencia, silla del mundo, silla humanista.

Silla solo para ti y para mí, silla familiar, silla que nunca renuncia, silla de euforia y meditación. Silla resistente como el granito. Silla como una vida, como un río, como un sobreesfuerzo necesario y más que conveniente.

Silla de sueños, silla de tod@s, silla de viento y música, silla de plantas y belleza, silla de la pipa de la paz, silla traviesa pero noble, silla inexperta y genialoide, silla desnuda, silla con todos los sentimientos y de arcoiris de emociones. Silla, silla, silla ...

Me levanto finalmente de la silla. Con fuerza y decisión. Siguiendo la dirección de mi corazón y de mi ser. Sí. Me levanto. Y sigo caminando. Siempre, caminando. Hasta el último segundo, caminando ...
 

domingo, 3 de julio de 2022

- MARCIALITO. -



Bajito, humanote, simpático y mandón. Jubilado. Nacido en Jaén y criado en Valencia. Marcialito, vitalidad sin igual.

Sí. Es Marcialito. Delgado y enjuto. Lleno de energía y de vitalidad. Claro y campechano, irónico y desdramatizador. Apasionado del fútbol. Y del tenis, y del baloncesto, y del pádel, e hincha acérrimo de su Levante U.D.

Marcialito no se complica la vida y la acepta con optimismo. Juega con los sinsabores y con los placeres. E insisto: su pasión es el fútbol. Si quieres saber algo de fútbol o se te ha olvidado algún evento o acontecimiento futbolístico, no dudes en preguntarle. Saldrás de dudas.

Marcialito es educado y de sonrisa agradable. Pero tiene sus ideas sobre la realidad, y lo que piensa raramente se lo calla.

A Marcialito le gusta iniciar las conversaciones y apostillarlas con un asentimiento al finalizar dichos intercambios orales.

Sí. Marcialito está delgado. Es fibroso y no se pierde nada. Y todos los findes se machaca jugando al tenis. Le gusta mucho jugar al tenis con sus más jóvenes amigos. Lo necesita. Marcialito precisa sentir su sudor y sus esfuerzos, y te habla con audacia y decisión acerca de su recién descendido a Segunda, su Levante del alma.

Marcialito afirma que como es de Jaén, de pequeño su equipo era el jienense. Y además el Real Jaén viste como su equipo galáctico. De blanco. Como el Real Madrid, que parece de dibujos animados. "Ganan, porque corren y justifican el dinero que cobran ..."

Se hizo del Levante U.D. al poco de llegar por trabajo a mi ciudad valenciana. Trabajó toda su vida en una empresa de grabados y prensas, y el ambiente laboral le enamoró, le sacó de su precariedad de origen, y sus amigos eran del Levante.

Y cuando Marcialito pisó el Estadio levantinista, ese sabor aficionado le recordó a su tierra humilde jienense de su cuna. Más levantinistas que Marcialito, van a haber pocos. Pero no se lo digas, que hasta se puede molestar. Él será uno más. Y tiene carácter.

Tiene una hija maravillosa a la que adora. Se casó tarde y se separó mucho más tarde. Y el amor a su hija le hace abrazar al fútbol femenino. Su hija, juega muy bien al fútbol. Y nos dice que ya quisieran muchos de los hombres, parar y tocar el balón como lo hacen las chicas.

Si es cosa de adaptarse a la actualidad y a las emociones, se habrá de contar con Marcialito. Tiene mucha vida a cuestas, y aunque es cauteloso y hábil, cuando está a gusto dice lo que le apetece.

Y afirma que el mejor fichaje del Madrid es Florentino, y que los chotos del Valencia prefieren que les malgobierne el chino Lim, el cual ha venido a hacer negocio con el club de Mestalla y que eso nos parece muy bien. Y que no le vayan con cuentos. Donde esté España, los demás países pueden esperar.

- "¿Qué valenciano se ha propuesto coger el club de Mestalla y devolvérselo a los aficionados, que son realmente el club? ..."

- "Marcialito. ¿No crees que el "comandante" Morales no debería haberse ido del Levante hasta que el año que viene vuelva a subir a Primera?..."

- "¡Pues, no! ¡Morales ha dado todo lo que tenía que darle al Levante! ¡Ahora se merece un premio en Primera por lo que ha hecho por nosotros! ¿Vale? ..."

Generoso es Marcialito. Nunca dirás la edad que tiene. Fallarás en el pronóstico. Y sé que difícilmente Marcialito será con el azote de Cronos un abuelo convencional y decaído que acabe con sus huesos en una anónima residencia olvidada.

Marcialito tiene muchísimos amigos y algunas amigas muy privadas. Y esa hija que tanto adora, y ese Barça fenomenal femenino campeón con Alexia Putellas. Y las chicas serán siempre unas fenómenas, porque son el espejo de su hija; su niña de sus ojos.

Marcialito sabe que vivir se hace y no se piensa, juega al dominó como pocos, es un diccionario de cosas que han sucedido y suceden, nunca se queda sentado haciendo la siesta en un comodón sillón, y sus amigos del alma que son como sus hermanos, saben que si le necesitan para cualquier cosa, él estará allí.

-SE HACE DE QUERER-
 

domingo, 26 de junio de 2022

- RUBIA, OJOS MUY VERDES ... -



Delgada y alta, mirada especial. Joven Todavía. Muy joven, a pesar de los peses. Completamente desconocida. La llamaré "Mariposa" ...

Se acercó a la mesa de un bar en el que yo departía con unos amigos. Afuera, en la calle, hacía demasiado calor. Y "Mariposa" nos miró. Se fijó en un anciano que nos acompañaba, y le dijo cosas. El viejo, la miraba cómo solo lo hace un padre o un tío. La sonreía.

"Mariposa" parecía  tenerlo todo para ser feliz. Vestía ropa moderna y veraniega, pero en sus ojos había demasiada demanda de atención. Demasiado guapa para vagar tan sola, "Mariposa" se lanzó a contarnos las miserias de su vida. E impresionaba su crudeza. Sin trabajo, sin ilusión, y con una elegante sonrisa agradecida e impostada.

Tenía un hijo, un ex, la pandemia, y sus dificultades personales, el sentirse apartada, y una salud mental un tanto cuestionable. "Mariposa" nos dijo que había sufrido un aneurisma, y que le habían puesto una cosa desde la ingle a la cabeza. Y no contó mil cosas más, porque se daba cuenta de que debía salir del bar.

Su mirada. Yo, me quedo mucho más con su mirada que con su relato. Porque "Mariposa" buscaba miradas. Buscaba desesperadamente a alguien que le hiciera caso, que la sacara de su pozo, que le diese calor, que la atendiese correcta y dilatadamente. Que la calmara.

¿Buscar la atención entre extraños? A veces la desesperación ser torna demasiado incómoda para quien la sufre. "Mariposa" estaba luchando entre su orgullo y juventud, frente a su vulnerabilidad descarnada. Era como si planteara prostituírse con el primer hombre que la prestase atención, a cambio de paz y de estabilidad personales. 

Yo miré a los ojos a "Mariposa". Fijamente. Y ella clavó los suyos en los míos. Me di cuenta de que necesitaba desahogarse, y por lo tanto ya no me fijé en su fresca y lozana belleza. Puse cara de escucharla muy atentamente, y aún así me atrapaba su dolor.

"Mariposa" estaba llena de dudas. Su comportamiento trataba de ser extremadamente correcto y delicado, pero interiormente era evidente que la mujer presentaba un polvorín de sentimientos desbocados y negativos.

Yo, no podría ayudarla. Un psiquiatra le daba cita para tres meses. "Mariposa" decía que esas pastillas no le permitían ver el mundo, reflexionar o relajarse debajo de una acogedora higuera.

También su peor enemigo era ella misma. Y cuando alguien corregía su discurso intentando sugerirle una solución a sus necesidades, entonces aparecía una "Mariposa" que negaba sin negar la ayuda, pero que era evidente que los consejos le tocaban profundamente las narices.

Porque "Mariposa" quería ser el yin y el yang. O, el alfa y el omega. Creaba dolor, pero ella y solo ella deseaba tener la llave maestra para solucionar sus problemas. Es decir, que estaba perdiendo algo tan importante como es la confianza en los demás.

Ese era y es el gran peligro de "Mariposa". Su decepción y escepticismo ante el mundo conocido, la sensación de ser una mierda olvidada, o que creyesen que ella era tonta.

Y en se doloroso bucle, "Mariposa" salió del bar y se alejó. Quizás ya nunca la veré. Pero sus ojos seguirán siendo duros y atentos. De niña y de super woman a un tiempo. De modo, que espero que el aneurisma, la emocionalidad y su orgullo de chica fuerte, naveguen en una sola y acompasada dirección.

¡SUERTE, "MARIPOSA"!
 

domingo, 19 de junio de 2022

- EL VERANO Y MIS PLANTAS. -



Lucha. En estos días en donde el verano viola sin remordimientos a la todavía vigente primavera, me detengo con apasionamiento en el efecto brutal e histórico de un calor africano, y nos advierte enfadado que lo de estos días será una menoridad para lo que puede estar por venir.

En mi balcón hay una gran batalla. La vida que simbolizan y reflejan las plantas, se ve fuertemente condicionada por el cambio climático y sus efectos sobre dichas plantas.

Hace días que he bajado la antigua persiana que protege de gran parte del sol directo que arrea sin piedad sobre mis macetas. Yo, observo expectante.

Me he dado cuenta de que el motor del aire acondicionado que genera un calorazo en la parte de mi galería, pudre la tierra de algunas plantas que están en fase de crecimiento, e incluso en otras que ya crecieron con esplendor.

Y la tierra se pudre y se pone de oscuro color. El impacto entre el calor y el agua del riego, es verdaderamente peligrosa. Y en el mundo del calor sofocante, y del motor del aire acondicionado más el sol del balcón, me detengo, pienso y decido.

Hay un gran Damocles entre la vida y la muerte. Pudrirse la tierra tiene muy difícil solución. No es suficiente con hurgar para airear y remover. Hay que hacer mucho más además de rezar. Y trato de secar esa tierra podrida, aprovechando el tremendo calor que genera la emergencia climática, y decido priorizar.

Al balcón irán las plantas que mejor resisten el impacto del brutal y veraniego impacto climatológico exterior. Todo incluso puede ser más previsible afuera en el balcón, que aparentemente protegidas del sol pero soportando los potentes efectos demoledores generados por la mecánica presencia y efecto del motor del aparato del aire acondicionado.

Y entonces, decido introducir cambios. Una de las flores del paraíso, comenzaba a quemarse de calor y por la pudrición de la tierra. No sé qué pasará, pero de momento la he ubicado debajo de la persiana que defiende en el exterior a las plantas. Es como si el motor del aire acondicionado, fuese aún más mortífero que el calor del exterior en el balcón. Y en muchas variedades, lo es.

Insisto. La lucha de las plantas por no secarse y morir, es potente. Mas yo las vigilo y protejo todos los días del año, y no digamos con el advenimiento de la temperatura extrema.

Completo con las bellas cintas los extremos del balcón, y blindo la defensa con la posición renovada de los geranios y de las flores de un día. Las primeras sorpresas son potentes. Las plantas están desconcertadas, y yo espero los resultados y las modificaciones cuando cese este infierno climático.

Porque, en el fondo, la lucha por la supervivencia es apasionante. Tremendamente rica y aprendedora. Yo, desde mi jardinería amateur las observo y valoro. Vigilo la evolución de mis plantas. Algunas siguen siendo espléndidas y llenas de flor como los geranios franceses, o como el debut este año de las zinias con sus flores de pompones, y una resistencia tal que te hace pensar que proceden de un origen bien duro y difícil.  Las zinias tienen unas hojas imposibles de acariciar, porque parecen papel quebradizo de fumar. Y en esto, muestran personalidad propia.

Me agrada doblemente el éxito de las espectaculares zinias, dado que este año estarán por vez primera en mi balcón y triunfantes y espléndidas, y habiendo crecido desde semillas. No eran apenas nada, y ahora se pavonean como reinas de mi balcón con sus condicionadas hojas que parecen de frágil papel.

Asimismo, me hace por vez primera su aparición una formidable begonia rex, que substituye a unas begonias clásicas que se me ajaron. La begonia es una planta muy delicada y engañosa. Cuando la crees constituida y que ya puedes jugar con ella a la despreocupación y a la multiplicación en esquejes, entonces la begonia clásica censura tu desinterés y decide morir. Por eso cuidaré con extremo afán de su prima la rex, la cual necesitará poco sol directo, y bastante luz a la par que sombra.

Inexorable el cuidado necesario de las plantas, como seres vivos que son, y que para mí representan el legado del ciclo de la continuidad, del mimo, de la observación aficionada y de la mesura. También del cariño.

El mundo botánico me proporciona placer y hasta responsabilidad. Pero, me gusta. Y prefiero observar ahora la gran batalla de la subsistencia, al momento del invierno en donde parece reinar la quietud y el consenso.

Este tiempo traicionero y fatal de entretiempo entre la primavera que muere y el verano brutal que tiraniza, puede ser un excelente reto para perfeccionar mi técnica botánica y adaptarla a las zonas de mi hogar. Otro año no me ocurrirá tanta bisoñez. Es mi reto de ese verbo mágico, que recibe el nombre de aprender.

-DE APRENDER LA VIDA Y EN LA VIDA-

 

domingo, 12 de junio de 2022

- LUIS ENRIQUE, ¡DIMISIÓN! -



El seleccionador nacional de fútbol, parece desconocer las reglas del juego. Y dentro de estas reglas y de estos consensos, pone en el artículo del sentido común que lo mejor es llevarse bien con los medios de comunicación. Y que para llevarse bien con dichos medios, es absolutamente imprescindible respetar a los periodistas.

Lo del astur Luis Enrique Martínez, es bastante insólito. Porque lleva toda su vida metido como jugador en este negocio, y luego como entrenador. Y ha jugado entre otros equipos, en el Real Madrid y en el Barcelona.

Un seleccionador ha de mostrar,-no como cualquier técnico-, humildad y buena disposición. Y sin embargo, Lucho ha construido un personaje quijotesco y maleducado. Y cual si quisiera crear escuela con sus relaciones con los medios, parece generarse un extraño morbo cada vez que comparece ante los medios. Y esa imagen chulesca más que experimentada que da, le impide seguir ahí en mi modesta opinión.

En el aspecto meramente futbolístico, la Selección Española atraviesa el desierto duro de la transición, tras una maravillosa etapa de éxitos majestuosos. España ya no es Campeona del Mundo ni de Europa, y ya no está entre los favoritos iniciales para ganar las competiciones en las que participa.

Lógicamente, que nadie espere la irrupción de aquellos mitos como fueron, Iniesta, Villa, Iker, Xavi o Puyol, el fútbol de fantasía y la enorme calidad de aquellos portentos. Pero da la impresión de que el fútbol que propone Luis Enrique no es una apuesta a las sorpresas, sino más bien a los resultados favorables. Y para ello se aferra cual una secta extraña, a defender a sus jugadores de las críticas.

Ahí está uno de los puntos clave. Su ego. Su incapacidad para reconocer que de vez en cuando, la caga. De la misma manera que nunca cede frente a los periodistas, con los que juega a ser el malo y el tensionante. Afirma el astur que él sabe mucho de fútbol. Y lo que pretende con estas sobradas es generar un caldo de cultivo de pugna absurda.

Luis Enrique no es inteligente. Solo es listo. Se parecen los términos, pero reflejan mucha diferencia intelectual. Se ponga como se ponga Luis Enrique, lo que concilia, lo que nos pone de acuerdo, lo que nos consensúa es que la Roja pueda jugar un fútbol bonito de ver. Porque la España genial de Iniesta, Luis o Del Bosque, además de victorias, tenía esa característica. Jugar bien. Como aquel Barça inolvidable del Pep Guardiola.

Luis Enrique convoca y alinea a centrales inmaduros como Eric García, elude a goleadores consagrados como Yago Aspas, y nunca se detiene a pensar en aquel fantástico tiki-taka que maravilló, en la necesidad de que un líder en el campo tome la manija y pegue dos gritos, y que el orden y la regularidad no parten exclusivamente del banquillo en donde él se sienta.

Una vez construido el personaje del "malísimo", Lucho afirma que "se tiraría" por un puente por el más que polémico Javier Clemente, e intercambia tensiones con los periodistas con provocaciones constantes.

Luis Enrique no es el capitán ni el alma de la Selección. Es alguien más, que tiene asignada una muy importante función. Pero que olvida que el fútbol es mucho más. El fútbol español es muchísimo más. Son las opiniones favorables y desfavorables, la respuesta medida y serena, la pausa en su extraña audacia altiva, y el espíritu de un hombre modesto que sepa escuchar.

Lucho, está sordo. Muy sordo. Va a la contra, y confunde su libertad con alguna estupidez. Bien es cierto que los aficionados queremos movida y sal, pero hasta ciertos límites. Porque el equipo nacional es el equipo de todas y de todos. De los periodistas, de los aficionados, de los técnicos, de los apasionados y hasta de los eternamente escépticos.

Me gustaría ver a un Luis Enrique reflexivo y abierto; hasta vulnerable. Pero en cada comparecencia se siente por encima del bien y del mal. Porque, antes muerto que sencillo.

-POR ESO PIDO SU DIMISIÓN-
 

lunes, 6 de junio de 2022

¡DECIMOCUARTO REINADO DE NADAL EN EL GARROS!





El putísimo amo. Con el cuerpo y la cabeza de un extraterrestre. Solo quiero disfrutar del tenis sobre la tierra batida, y que no me coman la cabeza con temas de vejeces, lesiones, cronificaciones o decadencias.

Sí. Yo quiero el presente. Como este domingo 5 de Junio de 2022 en la Final de Roland Garros y en la mítica Chatrier. Solo quiero agradecer a Rafa Nadal su tiempo increíble y las maravillosas burradas que ha hecho. Que, me ha hecho. Porque me ha hecho feliz con sus éxitos, sus retos o sus osadías. ¿El mañana? Eso es un futurible, el cual hoy evito hasta con vanidosa elegancia.

Permitidme que me recree con esa paliza que le dio al singular "Nole", y a su capacidad mítica para no darse nunca para no rendirse jamás. Toda una lección de valores.

Rafael Nadal Parera. Un portento físico y mental. una capacidad de sufrimiento que seguramente no haya otra igual en este perro y fantástico mundo del tenis. El tenis es durísimo, cruel, decidido, individual, donde tienes delante a otro tipo con otra raqueta, y dispuesto a machacarte con sus dos metros y sacando a más de 200 kilómetros por hora. De modo que el éxito tenístico es vocacional. Casi paranoico el deseo de estar arriba. Brutal y elegante deporte a un tiempo.

Es igual. Ahora soy feliz. Temí lo peor, porque Nadal arrastra serios problemas físicos desde hace años. Porque los años no pasan en balde. Entonces, ¿qué demonios le pasa al mítico chacal serbio "Nole"?, ¿solo es que su superficie no es la tierra batida?, ¿o lo único que pasó fue que un portento llamado Rafa le pasó por encima?

¿Zverev? El alemán es guapo, altísimo, elegante; buenísimo. ¿El esguince brutal que sufrió fue solo mala suerte?, ¿o la presión que le zumbó el de Manacor le hizo no calcular las consecuencias del fatal sprint final? ...

Con el pupilo de su tío Toni, Félix Auger-Aliassime, ¿nos ganó a todos sus fans el bueno de Súper Nadal porque fue capaz de remontar lo muy difícil? ¡No! Rafa no remonta lo imposible. Rafa se concentra casi como en zen. Y va variando su juego en los primeros sets si se ve con problemas. Nadal está mudo en su juego en los primeros sets. Huye de los líos y de las protestas. Y confía en sí mismo.

Confía en sí mismo a lo bestia. En la final del Garros ha sumado su 14 trofeo, y ha ganado todas las finales que ha disputado. Esa pista suprema debería tener su nombre en vez de el de Chatrier. Lo merece con creces.

Parece que es su jacuzzi, su amuleto, que el sudor es fértil, y que allí la fiera manacorí se siente protegido por las deidades de su Olimpo evidente y genial.

En la final no existió Ruud. Como si fuera un entrenamiento, o como si el danés no fuera el número 8 del ránking. Rafa se entrenó en la final. Se relamió sin hacer ningún gesto extremo o excesivo. Es como si una luz le indicara el camino que merece.

Rafael Nadal asió la bola, se tomó su tiempo para sacar, golpeó con regularidad y precisión, y machacó con su derecha. ¿Cansancio Nadal? No parece existir la palabra agotamiento para el mejor deportista español de todos los tiempos.

Roland Garros es Rafa Nadal. El genial John McEnroe lo sabe bien y le adora. Nunca vio a alguien como al balear. El díscolo y ahora divertido ex tenista estadounidense se deshace siempre en elogios hacia Súper Rafa. Porque es difícil hacer lo que hace el manacorí con sus tics y toallas, con sus voleas increíbles, y con su bestial seguridad en los momentos mentales acojonantes.

¡RAFA EMOCIONA COMO NADIE!
 

domingo, 5 de junio de 2022

- LA SINGULARIDAD DE "ROGÍ". -



Bajito y fuerte. Experimentado y sufridor. Habla mi lengua natal que es el valenciano, de forma natural y huyendo de academicismos. Es cordial y generoso.

En su vida ha sufrido mucho. Tanto, que no aparenta que no llega a los sesenta años. Rogí es un jardinero vocacional y con las ideas bien claritas. Hay que conocerle para entenderle mejor. No es lo que puede parecer si no lo tratas dilatadamente.

El jardinero ama profundamente la vida. Porque tiene ese espíritu. Vital y realista. Y muy desafortunado. Rogí siempre fue nervioso, le pudo el tiempos juveniles y precoces el pronto, y sufrió varios graves accidentes de circulación. De moto y de coche. Y fue en esos momentos tan duros y determinantes de su vida, cuando se dijo a sí mismo que no se iba a rendir.

Porque Rogí vio cómo volvían a crecer las jacarandas, los olivos, y todas las especies botánicas del mundo. Fue un día abrupto de tormenta, rayos, truenos y todo el agua del mundo. Pero el jardinero apreciaba cómo la sequedad botánica se tomaba descansos, y entonces todo brotaba nuevamente. Como la vida. ¡A la mierda sus secuelas! ...

Cojea mucho desde su juventud, y eso aleja a las mujeres. Ha sufrido muchos desengaños amorosos, y afirma que algunas mujeres se aprovecharon de su vulnerabilidad aparente y de su generosidad. Está negativo en este tema.

Pero Rogí nunca pierde el humor. Y la vida le ha servido para aprender mucho. Conoce bien el alma humana. Es campechano y un tanto brusco. No gusta de vestir sofisticado sino cómodo y funcional. Porque su mundo es tierra, y mejorarse, y mancharse. Sudar. Pero tiene bien claro que él se duchará todos los días.

Yo, pregunté a Rogí en un brochazo, que cómo ve el futuro de la foresta y de lo botánico. Y de repente, Rogí me suelta dos o tres ráfagas definitivas acerca del capitalismo, y entonces ya no decido insistirle por ahí. Sé que él piensa que no dejamos de cargarnos el planeta.

También Rogí pasa a hablarme de otros temas. Y de uno, por encima de todos. De la jardinería, su enorme pasión. Se nota su alegría cuando describe con rotundidad y suavidad a un tiempo la belleza del Parque valenciano de la Rambleta.

Y muestra su ego contándome que él contribuyó a la belleza de ese coqueto paraje y con sus propias manos, cuando la empresa de jardinería en la que trabajaba le destinó a aquel lugar. Y en cuanto podía, se salía del guión y cortaba la broza y las malas hierbas que hacen que la contemplación de la belleza en profundidad se difumine.

A Rogí le gusta la belleza. Pero sobre todo, el fondo de las personas. Y no espera grandes milagros. Simplemente, vive, sonríe, se repliega en su pensar, y trata de no ser demasiado protagonista de las cosas. Sabe que en la humildad hay tesoros que se pueden reconocer.

Al bueno de Rogí le noto mucha falta de cariño. Pero nunca se va a lamentar por ello. Apuesta por la absoluta practicidad, y sigue experimentando. Y me confiesa que a veces la tarde se pone demasiado larga, y entonces el jardinero toma su coche y hace la vida por su cuenta. No parece conocer demasiado el miedo, pero siempre la precaución. 

Trata de ubicarse bien, porque conoce el medio. Sobre todo, el medio ambiente y la psicología de las personas. Y para ello, Rogí trata de simplificar la complejidad. Y cuando nota buen rollo en los demás, entonces lo agradece mucho porque en el fondo le extraña, por carente y minoritario.

Rogí propone a su grupo de amigas y amigos, que nos comamos a sorbos lo que nos queda por vivir. Es capaz de pasar una noche durmiendo en una cama en el interior de su vehículo, y disfrutar igualmente como lo hace un niño al ver en el agua de su Rambleta nadar a las aves de agua y a las tortugas.

A Rogí le cuesta exteriorizar. Sigue temiendo que le engañen. Y decide no profundizar en sus sentimientos, no creer demasiado en nadie, actuar con desenfado y utilizar zapatillas para el suelo con tierra. Sabe que está gozando como un regalo el tiempo que le queda por vivir.

-Y TEORIZA SOBRE LA PLANIFICACIÓN DE SU TIEMPO FINAL-
 

domingo, 29 de mayo de 2022

¡COURTOIS LE DA LA 14 CHAMPIONS AL REAL MADRID!



Saint Denis. París. ¡Oh, la, la! Nadie daba una puñetera opción al equipo de Pérez y Carletto, más allá de nuestra Piel de Toro.

Pero en el fútbol también hay magia. Y manías, y amuletos, y ancas de rana en las noches de Champions, de épica, alegrías y San Juan.

El Liverpool de Kloop lo intentó todo, a pesar de no hacer un fútbol demasiado creativo y más que reiterativo. Se fue para arriba desde el primer minuto, y honró su competitividad. En la segunda parte, le entró la ansiedad al equipo rojo, y se dedicó a bombear balones. Y ahí selló su derrota.

Porque entre ese bosque de piernas y de cabezas defensivas madridistas, el equipo blanco se escudó con el mejor portero actual del planeta. El belga Thibaut Courtois, dio un recital majestuoso y lo paró absolutamente todo. Desmotivó a los reds, les desesperó, y les hizo entrar en el archipiélago de las dudas.

La personalidad del Real Madrid impulsó su éxito aun no siendo uno de sus mejores partidos ofensivos ni de control del juego. El Madrid se impuso atrás. Donde todo hace daño y crea incertidumbre.

Velocísimo y espléndido, Carvajal. Valverde, un portento físico. Casemiro, un estratega de la colocación defensiva, Militao, serio y entusiasta, y peleando todos los balones arriesgados y necesarios. Alaba, demostrando lo que se pagó por él, Luka Modric debería estar jugando ahí en el centro del campo hasta que le dé la gana, y arriba metiendo goles, Vinicius y el excelso Benzema.

Fue una final igualadísima, emocionante y de poco juego colorista. Las finales se parieron para ser ganadas ...

El Madrid había apartado de su vista, al PSG, al Chelsea, al City, y ahora termina la temporada despachando al fiero y carismático Liverpool. ¡Soberbio! 

Se acaban los calificativos y las loas en medio de las euforias. 14 Copas de Europa. ¿Alguien  da más? ...

Las claves del Madrid no sorprendieron. Tienen a un tipo muy astuto en el puesto de entrenador. Ha conseguido que los gallitos no se desmadraran. En unos tiempos de competidores casi paranoicos, hacer que los suplentes no sientan celos y se unen a la causa general, no suele ser habitual. Si exceptuamos a Gareth Bale,-al que hay que dar de comer aparte-, el Real es un piña en torno a un éxito.

Y esa finura y esa calma de Carlo, se propaga y cristaliza dentro de los partidos, y se admira especialmente en los choques límites. La serenidad, la paz que transmite el entrenador italiano, tienen un mérito descomunal. ¡14 Copas de Europa! ¡Cinco, consecutivas! ...

Karim Benzema aprovechó el máster de París, para darle consejos e indicaciones al joven carioca Vinicius. Muy rápido y atrevido el brasileño, y el maestro galo debe ayudarle a jugar sin su supersónica velocidad y cratividad. Darle calma.

El fútbol español, con las nuevas hazañas blancas, no está muerto para Europa ni restringido para la competición doméstica. Y lo que está haciendo, es casi imposible. Porque estos récords necesitan un espacio en el tiempo. Por eso es asombrosamente inédito y meritorio lo que sigue ganando el equipo que parió Santiago Bernabéu.

Madrid es ahora pura euforia. El fútbol español está muy contento. Las fuerzas vivas del centralismo futbolístico, inician su elevado nivel económico y del exceso. Los ricos blancos, han desafiado de nuevo con su saber hacer a la fuerza de los petrodólares.

Vuelvo a Courtois. Solo puede ganar un equipo que tenga un guardameta calmo, grandote, y con reflejos soberbios de más bajito. Y que se complementa con el gran Karim o el descaro de Vini. Y la creatividad del mítico Modric y la NBA del fútbol europeo. Porque el gen o como se llame la tradición blanca del Real Madrid, sigue siendo mito y concreción. Realidad, sueños y personalidad.

¿ALGUIEN SE ACORDÓ DE MBAPPÉ?
 

jueves, 26 de mayo de 2022

- MATANZA EN LA ESCUELA DE TEXAS. -



Muy joven. Dieciocho años. Muchos problemas personales y estructurales. Salvador. Se llamaba Salvador. Texas. Estados Unidos. Quizás la vida pueda valer muchísimo más de lo que se cree. Seguro que sí. Y hay un choque cultural entre los Estados Unidos y el resto del mundo. Y vinieron a Europa a ayudarnos para ganar la Primera y la Segunda Guerras Mundiales.

Economía. La Asociación Nacional del Rifle. Las armas de fuego. El Partido Republicano y la Democracia. Tú puedes comprar armas de fuego. Sobre todo, si eres mayor de edad. O, por tradición en el mercado negro. El mercado negro y el mercado legal de las armas, se me antoja que tienen el mismo y peligrosísimo aroma.

¿Identidad americana?, ¿en la mayoría de las películas estadounidenses aparecen pistolas y disparos?, ¿cultura de la violencia?, ¿demasiada distancia social entre unos y otros?, ¿demasiado libertinaje peligroso y demoledor?, ¿sociedad enferma?, ¿dividida? ... ¡¡Que reflexionen quienes saben!! ...

Al parecer, Salvador Ramos mostraba patologías sociales y personales. Demasiado silencioso, demasiado tímido, demasiado raro ...

La vida y las aspiraciones. El sufrir personal. El dejarse ir. El descreimiento sobre la salud mental y sus remedios. Si has de ser algo en Texas, o lo demuestras o serás siempre una menoridad.

Salvador tenía muchísimos problemas silenciosos. Porque los problemas silenciosos, existen. Aunque no hayan estructuras de Sanidad Mental. Los problemas son muy complejos. Todo simplismo está de más. Todo lo complejo es rico. Ayudar a conocer y a hurgar sobre el fondo de las situaciones. La complejidad es la filosofía. Está en la ética y en todas las disciplinas.

Estados Unidos. 2022. Mayo. Salvador ha entrado en una escuela de primaria a tiro limpio. Salvador tenía entre su nebulosa, un premio. O, eso le decían. Iba a ser mayor de edad. Y se sentía una mierda absurda. ¿Por qué no jugar un poco a ser poderoso? Cuando todo es una mierda, no suelen sentirse barreras, y entonces los demás no existen. Salvador miró con curiosidad a sus armas. ¡Ya era mayor de edad! Miró a su rifle y a su pistola. Lo que piensa alguien que no está bien, siempre será sorprendente.

Pronto Salvador se cagó encima. Seguía siendo una nada con las armas de fuego en las manos. ¡Oh, puta rabia! La suerte estaba echada. Alea jacta es. Como decían los romanos. Jaque mate.

La única baza en la cabeza de Salvador, era salir victorioso o luchador de su última extraña aventura nefasta. Salvador ya no respiraba humanidad ni sensatez. Respira a cero. Mata o muere. El superviviente desesperado actuó como un autómata. Cárcel o muerte. O, pena de muerte o inyección letal. Demasiado tarde todo. Salvador tenía armas en la mano. De fuego. Tocaba jugar a morir. La suerte, volvía a estar echada.

¡Un aula de escondite, llena de niños que no tenían armas de fuego, y que no podían defenderse! ¡¡Terrible!! ¡Oh, no!.. Salvador disparó sobre los niños y los profesores. Mató a muchísimos. Todo muy rápido. A Salvador le quedaban escasísimos segundos para dejar este extraño y a veces perro mundo. La policía le disparó y lo dejó seco.

Disparos, disparos, más disparos, siempre disparos, veo continuamente películas de disparos. Disparos que nunca hacen justicia. Porque la verdadera Justicia no es la pena de muerte. Ni la irresponsabilidad de no vigilar la Salud Mental de los ciudadanos estadounidenses. 2020.

El país más simpático y carismático del Globo, lleva centenares de episodios lamentables de muertos y heridos en el transcurso de un solo año en su territorio. Biden y Kamala claman contra los Poderes que consienten o que hacen que la película de los disparos se eternice. El deportista de basket Steve Kerr clamó el otro día en rueda de prensa contra el terrible y constante dolor. ¡Está harto de tantas matanzas caseras! El enemigo parece más próximo y acechante. 

-Y SE SIGUEN COMPRANDO LAS ARMAS-