sábado, 27 de febrero de 2021

- EL CAMINO Y EL CIEGO. -



¿Aquel fardo mugriento sería acaso un ser humano, o una extraña sombra corpórea en movimiento?, ¿de verdad un hombre trataba de erguirse metido entre el barro encharcado tras una impresionante tormenta de lluvia y viento? Se irá viendo ...

Identificado por el destino. Sí. Un hombre. Difícil saber la causa por la que se hallaba en aquellas penosas circunstancias intentando zafarse con enorme esfuerzo de una muerte probable y olvidada.

Lo cierto es que aquel tipo de ancha espalda y absoluta decisión, logró ponerse en pie. Pero no veía nada. Su ceguera era total. Mas su tesón y deseo de comenzar a caminar hacia donde fuera, una evidencia ...

Le llamaremos inicialmente, "Man". Ciego y sin referencias, atravesando la ausencia e indiferencia de los demás seres, sin visión ninguna, comenzó a caminar. A marchar sin saber nada, pero teniendo el espíritu de un superviviente guerrero, capaz de no rendirse y no sucumbir definitivamente.

"Man", tropezó con unas piedras, y cayó al suelo. Se hizo daño, y no lograba recuperarse de sus lesiones generadas por su caída anterior. Pero el hombre pasó sus manos sobre la superficie de la tierra, y alcanzó algunas ramitas minúsculas que tendían a crecer a pesar de la característica árida y desértica del terreno por donde deseaba avanzar a toda costa. "Man" comió todas las hierbas de las que se sintió capaz a pesar de los dolores, y de súbito se desvaneció y volvió a caer. Inerte. Como ausente o finado.

Hasta que un tremendo rayo rompió el cielo en la noche, y el estruendo hizo reaccionar a "Man". El hombre se removió en el suelo, se sintió malherido de frío, y logró la proeza de no morir de debilidad. Al revés, volvió a levantarse y a seguir caminando.

Además, "Man" tomó mucha moral y aliciente. A pesar de que la noche cerrada impedía apenas bien pocos alardes visuales, "Man" sintió que lograba ver sombras. Aunque fuesen lobos o enormes roedores. Y "Man" escuchó aullidos, pero no hizo el menor caso al miedo. Y siguió y siguió caminando ante la sorpresa de sus depredadores. Y un lobo se acercó con sus colmillos a "Man". Pero, éste, empleó una fuerza hercúlea que logró sorprender al cánido. "Man" le golpeó con tanta dureza en el lomo del lobo, que éste se detuvo aturdido. Y en vez de solicitar estrategia o colaboración de su manada, el citado lobo escuchó la amenaza incesante de más rayos y truenos, y entonces los animales huyeron del lugar para refugiarse. Y "Man" siguió caminando hacia adelante con potente convicción y cada vez menos frío y más optimismo ...

Algunas horas después, "Man" volvió a desvanecerse sobre el suelo a pesar de que ahora ya podía distinguir mejor con la mirada, y no dejaba de alimentarse de vegetales salvajes que brotaban y aparecían en su camino.

Y cuando despertó, recuperándose, un potente sol secó sus ropas, y "Man" comprobó que ya veía perfectamente de uno de sus ojos. Y podía ver al fondo un amago de arboleda que para poder alcanzarla se necesitaría caminar más de una hora. Y, "Man", volvió a hacer camino. Y se alimentó esta vez de animales muertos. De carroñas de carne, las cuales le proporcionaban proteínas y energía. Salud. Y bebía de charcas. Y descubrió un riachuelo en donde se bañó. Y el sol mandó la temperatura hasta los treinta grados. Y al salir del agua, "Man" ya veía perfectamente por los dos ojos. Había recuperado plenamente toda la visión. Pero esa euforia no le detuvo. Y siguió caminando, ¡y caminando sin parar! ... Y mientras caminaba, empezó a recordar quién era. Recuperó que él era James Bircher, director de Banco, que estaba ya bastante cerca de su casa, y que su mujer hacía un año que había muerto de cáncer. 

Pero él, ¡seguía vivo! ... Y alguien le gritó al verle con mal aspecto; - "¡Señor Bircher! ¿Está usted bien? ..."

"Man! James Bircher asintió con la cabeza y le hizo un gesto con la mano para indicarle que no se preocupara por él. Y al llegar a su casa recordó que le habían secuestrado e intentado matarle dándole una monumental paliza y abandonándole al creerle muerto. El móvil era el dinero. Él se había negado a darles ni un centavo a sus captores ...

Y James Bircher, sonrió, porque ¡seguía vivo! ... Y al día siguiente y sin ánimo de venganza acudió a la comisaría de policía a relatar lo sucedido. Y un tanto atónito pudo ver cómo uno de los policías formaba parte del grupo que le había agredido y secuestrado. Finalmente y tras hacer su declaración de denuncia, llamó a su abogado para que le defendiera e informándole de lo que había visto en comisaría. Nada le dio temor a James Bircher. 

-Y SIGUIÓ CAMINANDO CON CONFIANZA IMPARABLE.-
 

martes, 23 de febrero de 2021

- "SABATÉN". -



Sabatén no es un paleto. Ni se siente así. Lo que está, es enfadado consigo mismo. Pero no lo sabe. Ni lo sospecha. Al menos, por ahora.

Sabatén es delgado, larguirucho y marcado por un padre que adora a Franco y por una madre de la que apenas habla y eso es revelador. Aunque marca una prudente distancia, porque su progenitora ya no está. Ni le puede comprender ni proteger.

Sabatén es feo. Pero podría serlo menos si se gustara algo. Su padre no es muy atractivo. Y de Iglesia. Y tradicional. Y cariñoso si le tratas bien. Se le parece en casi todo a su hijo Sabatén. Quizás haya choque generacional soterrado ...

Porque el flaco Sabatén no es que no existiera cuando era joven y adolescente para los otros, pero en casa había demasiado orden y poco oxígeno. Y el cambio generacional ha sido una inercia más que una modificación. Casi de repente, Sabatén se hizo espadachín de ideas propias. Y al hablar, se vuelca mucho y lo da todo. Su lengua golpea en tic nervioso su paladar. Dulcea su discurso y se aja fonéticamente.

Nunca confesará Sabatén que está profundamente enfadado, porque un día la lió en su puesto de trabajo, y allí no le vieron maldad sino extrañeza. Por eso es que le remitieron a psiquiatría, y el bueno de Sabatén pronto recibió una fría carta en la que se le comunicaba que no estaba apto para el ejercicio de la menor función laboral.

Su padre, miró a Sabatén. Que, ¿su hijo estaba loco? ¡Coño!, ¡no lo parecía! Una cosa es que fuese raro y poco agraciado, pero lo de majara nunca lo entendió. Y lo que nunca falta en la mesa del viejo padre de Sabatén es una potente copa de vino tinto, a la cual disimula con un tanto de gaseosa. El vino es cultura y tradición, presencia y hombría. El vino es valor y protege de los fríos. Y tiene muy buena tolerancia si se está curtido.

¿Ciego, Sabatén? No. Solo es que lleva gafas de rencor. Y se siente que sobra bastante. Y ha decidido que su pasión para llenar su tiempo, será la política individual. Porque Sabatén no cree en lo social ni en la fuerza del conjunto. Y eso que sabe que Sancho le dijo al Quijote que no espadachineara a las aspas de los molinos de viento ...

Sabatén piensa que hay mucho cabrón. Y mucha lealtad en el continuismo. Y que la dureza hace fuertes. Y que quejarse es de homos. Y que la mujer ha ido demasiado lejos en sus reivindicaciones. Y que eso del progreso es una filfa. Y decide esconder la verdad de su vida entre los libros monótonos y a la vez profundos de su biblioteca favorita. Le gusta la Historia ...

Sabatén va por la vida con vendetta. Sabe que si se le acerca una moza que le guste, habrán preguntas que difícilmente podrá responder sin fracasar y perderá el posible amor. No se hace ilusiones.

Sabatén vive al contraataque. Se siente tan mal que lo acaba asumiendo como parte de la normalidad. No lucha por cambiarse a sí mismo. Cree que a los cincuenta ya ha podido llegar al final de su vida, y prefiere hacer sus historias y que no le hablen claro.

Sabatén sacó su libro de censuras y lo utiliza en una tablet. Y se va a Twiter a buscar los errores de sus odiados. Le gusta estar informado y meterse en las radios y teles que no traga. Y entonces se reafirma contra todos sus enemigos y aparece una verborrea imparable. Fuerte ruído, el cual solo puede detenerlo su padre al decirle: "¡Coño, joder, déjalo ya y no des tanto por saco, leches!" ...

Sabatén entonces hace que prefiere sonreír y se calla. Tampoco su padre jamás va a creer en él. Tiene noventa años y apenas se ve. Él le ayuda por el qué dirán y porque es generoso cuando quiere, y prefiere no pensar cuando la vida se mueva y todo pueda variarle su cotidianeidad. 

¿Variarle? Será difícil que a Sabatén le varíen. Para eso ya está él. Para ir a cambiar las cosas si es necesario, o para llamar infames a morir a los del coletas y a lo que suene a rojo. Sabatén tiene cara de pellizco por debajo de la mesa. Y es hombre.

-Y SABATÉN NO SE INMUTA EN APARIENCIA-
 

viernes, 19 de febrero de 2021

- ARANCHA S. VICARIO. -



Desmejorada. Así la vi el otro día en la tele. Yo recuerdo que no me gustaba cómo jugaba al tenis Arancha Sánchez Vicario. Y en aquellos momentos yo tampoco me gustaba a mí mismo. Y entonces me sentaba a ver la televisión, y lo que veía eran muñequitas. Una era la genial Nadia Comaneci. Niña y asombrosa. La mejor gimnasta. Una galáctica histórica a la que trata de seguir hoy la estadounidense Simone Biles.

Vuelvo a Arancha y a mi televisión. Arancha era una niña. Seria y decidida. Parecía imposible que abordara a las enormes ases de su época, como a la genial Steffi Graff. Y yo la miraba con la ilusión de que era española, niña prodigio, y quién sabe si lo lograría. Y yo me admiraba ver que por lo menos aquella niña tenía resistencia y no se cansaba nunca. Poseía un motor prodigioso. Muy bajita, pero luchadora y tenaz.

Yo por entonces no sabía que le estaban robando la niñez. Y que no hacía otra cosa que jugar al tenis y muy poca vida social. Y menos mal que le gustaba jugar al tenis. Dicen que le encantaba su deporte. Y parece que se refugiaba en el tenis para sentirse algo.

Tuvo demasiada presión militar y disciplina espartana. La apartaron de los demás y ella se apartó casi inconscientemente del mundo. Y Arancha se exigía tanto del tenis, que recuerdo sus tremendos enfados cuando perdía. No se permitía concesiones. Ella estaba allí para ganar. La muñequita tenía genio. Y en un potente Rolland Garros triunfó y explotó en lo deportivo. En su tenis. Se cepilló a la colosal alemana Graff. Triunfó y levantó a todos los españoles de los asientos. Y ganó dos Garros más, y dos Open Usa. Y muchos más torneos. Y fue finalista en Wimbledon. Y toda una ídola de mi adolescencia y juventud. Hasta ahí todo bonito. Lo que pasa es que la infancia le marca muy bien a la vida de futuro, y comenzó a soltarle pashings y emociones e impactos no deseables.

Recuerdo la cara de su madre. Dura expresión. Un tanto fría y distante. Y al parecer chocaron dos trenes. La madre y la hija.

Porque Arancha se sintió muy herida y se puso el mundo por montera. Le llegó el declive físico de la alta competición, y comenzó a llorar por la calle de en medio. Y se dejó llevar hacia adelante y sin barreras éticas. Quería volver atrás y devolverse el tiempo perdido. Y decidió que, ¡hasta aquí! ...

Errores consigo misma, con sus chicos, con sus padres, con su familia y con los dineros. Aquella muñequita mágica perdía mi soñada sonrisa. Estaba de mala leche, de uñas con todos, extraviada, y demasiado mal aterrizada en el tiempo real. Fue madre, fue esposa, y trató de serlo todo.

Pero el otro día, no la vi bien. No parece Arancha. Dice que solo vive por y para sus hijos. Hacienda la ha apretado, y la sombra penal es alargada.

Su relación con sus hermanos, no existe. Y me apena verla sin rastro de aquella chica muñeca brillante y ganadora, admirada y triunfante.

No me gusta ver juguetes rotos o desordenados. Y me apena verla sin rastro de aquella chica eterna que nos enamoró. Y volver de nuevo a esa adolescencia mágica de expectación e idolatrías. Me hace daño verla tan insegura y fallona. Me gustaría ver de nuevo a Arancha rehaciendo su dolor y haciéndose piña familiar. Quizás porque yo nunca la tuve. Y en aquellos momentos, el ¡vamos! de Arancha era comparable a un hachazo de Perico en el Tour o en la Vuelta a España de abril. Prefiero pensar en lo positivo y ser optimista. Afortunadamente, Rafa Nadal nos protege a todos con su maestría dentro y fuera de las pistas. No va a los líos, sino a la plena realidad. Y en seguida me viene a la memoria su tío Toni, todo un personaje esencial para su persona y tenis. Y me gustaría que también pudiese ser el tío Toni de Arancha Sánchez Vicario.

-LA FAMILIA SIEMPRE EMPERO ES UN AZAR.-
 

domingo, 14 de febrero de 2021

- MALESTAR. -

 



Silencio, mucho silencio. Me siento muy parecido a cuando pasé por lo que aquí se llamó la Fase 0, o principio del confinamiento. Es realmente duro para mí.

En realidad no siento lo de la Fase 0, porque aquello fue una inédita, extraña y acojonante sorpresa. Ahora es una Fase distinta. Ahora ya tengo mascarilla, distancia social, y gel de manos. Pero no consuela aunque ya se camine por un suelo pisado.

Soy vital, ¡coño! Necesito hacer cosas fuera de mi humilde y vieja casa. No tengo tanto miedo como el que pasé cuando todo se precipitó el año pasado, pero le falta seguridad y convicción a mi peripecia cotidiana. Me falta distraerme, reírme, juntarme con unas y con otros; empiezo a odiar lo telemático y lo telefónico. Porque yo soy exterior.

Nunca he aguantado bien el interior. Necesito moverme por las calles, y reír, y jugar a juegos distractivos, y sentir que todo vale más.

Es como un vacío obligado. Como que me estoy portando bien socialmente, pero perdiendo el tiempo. Me llamó la atención que no me daba por escribir y por sacar de mí mis cosas. Eso es revelador. Estoy como hechizado o varado dentro de mí mismo, jodidote, como si no valiera la pena decir mis cosas habituales; como si me estuviera imponiendo un autosilencio extraño y nada saludable.

Hoy he roto esa inercia. Tengo mil millones de cosas de contar y de expresar, las cuales parece que prefieren aparecer constreñidas ahí adentro de mi misterio. Porque escribir también puede ser a veces un misterio revelador, y un termómetro de dinámicas y de emociones. Cuando suena el teléfono, lo cojo para quedar bien o para desahogarme con los del márketing invasor. Pero son días que casi no me nace que me llamen.

Me quedo con la idea de la pereza en el escribir. Creo que no tengo las ganas de soñar de antes, y que bastará con que todo esto se haga menos severo, para poder ser yo ese ingenioso espadachín que no escribe bien pero que llega.

Es una pereza preocupada. Como si quisiera tapármelo todo y apagar la luz. Como si me hiciese cómplice de ese demoledor silencio que pudiera envolverme. Como si tuviera la osadía de contraatacar las cosas imposibles. Como si hubiese pasado algo demasiado raro como para poderlo identificar con dos brochazos simplones.

¡Ésto, pasará! ... Pues, ¡claro que pasará! Pero soy soldado ansioso al que le gustaría ganar bien pronto las guerras, y no esperar demasiadas órdenes de arriba. Es como si estuvieran censurados los enfants terribles, o como si mi iniciativa andara varada a una decepción. Como si las cosas fueran demasiado previsibles. 

Los sueños parecen escondidos en cajas blindadas, y demorados con una lentitud excesiva. Me he acostumbrado a un modo de vivir que ahora no puedo desarrollar como antes. Voy contra mi naturalidad de José Vicente, ese que escribe. Y como decía antes, ésto se me pasará. Con poco, se me pasará ...

Es una tarde calcada a otras, de calor en invierno, y con muchas cosas extrañas a mi alrededor como los contagiados y los muertos. La película es monótona desde el minuto inicial. Pero mi obligación dentro de la obediencia y de la salud, es cambiar esa tendencia.

Me necesito a mí mismo en plenitud. Necesito la necesidad. Que el escribir me devuelve la sangre de mi vida, quererme más, tenerme la paciencia del montañero que no quiere coronar a pesar de estar a nada de la cumbre. Pero yo sé que volveré a la montaña. Al lugar feliz. Al encuentro grato y también inesperado. Y que la ciudad me tomará la temperatura y yo a élla.

-Y ENTONCES NOS DAREMOS UN ABRAZO.-

jueves, 4 de febrero de 2021

- EL PERFIL HUMANO DEL GRAN IÑAKI GABILONDO. -



Junto a su amiga y compañera de la radio, Mamen Mendizábal, el mejor periodista de este país, se veteraniza y abre en la tele su faceta más personal.

Emocionó a much@s. A mí, también. Porque le creía mucho más jefe o pétreo, y resultó que su seriedad no era más que la sonrisa de un padrazo.

Iñaki Gabilondo es actualidad y dignifica al talento del periodismo. Y nos contó muchas cosas de él, dejando a un lado el pudor.

Eran "los Gabilondos", familia numerosa que regentaban una carnicería en el Mercado de la Bretxa de su Donostia natal. Iñaki me impactó porque siempre es verdad talentosa. Y profundamente vasco. Fue la voz de la izquierda aglutinadora en su deseosa y mágica CADENA SER. Y ahí lo ha dejado.

Dice que ya debe ir dejándolo y apartándose, incluso a pesar de sí mismo. Gabilondo ha sido un gudari cordial y comunicativo, marcado por su tiempo cruel y bárbaro, tenso e injusto.

Lo vio todo con su agudo talento de lince. La ETA pasó por en medio de su labor, y también el puto franquismo. Nada fue fácil en su vida. Pero a Iñaki le gusta el análisis y la realidad. Nada de esconder y todo o casi de mostrar.

Iñaki es vasco. Y eso no hace falta que lo jure. Y sabe como nadie lo que es Euzkadi. Y también ese gigante de apogeo muscular y realizador que es Madrid. Adorable, pero "hostil con los vulnerables", definía el periodista a la capital de la Villa y Corte.

Su madre. El matriarcado y la prudencia. Su padre, pillado entre muchas fugas de valor. Marcado por una exquisita educación en la responsabilidad, Iñaki nunca defraudó a nadie. Porque esas cosas nunca van en él.

Iñaki es y será periodismo incisivo, pero nunca entrará en el juego actual del fuego fugaz y futuro, porque eso no vale la pena. El show es una cosa menor y americana de entretenimiento, e Iñaki es profundamente verdadero porque adora su profesión denostada, la cual ya va dejando.

Iñaki parece sentirse mayor y hablar a carne abierta. Su trayectoria profesional es la de la España moderna que caminó hasta nuestros días. Toda mi vida, yo ponía la radio cuando salía la voz fenomenal de Iñaki. Era y es mi referencia de la verdad de las cosas, y después ya sacaba yo mis propias conclusiones.

Este hombre, sufrió mucho. Y veo siempre noblezas en sus palabras. Perdió a su esposa más que pronto, y años después encontró a su nueva mujer, la cual hoy le acompaña.

Pienso en la familia. En todas las familias de los personajes brillantes y destacados como Iñaki. Y entiendo que la familia es un gran termómetro para resistir adecuadamente los embates o embites de la vida.

Iñaki Gabilondo salió de su Donosti, pasó por Sevilla y coronó Madrid. Tenía claro que adoraba todo esto del periodismo. Ayer me miré en su mirada. Tiene cara de inteligente, de haber sufrido, y de responsable. Todo a la vez. Y de haber vivido. Y eso es un éxito descomunal. Porque esto de la vida pasa volando. Y el periodismo es un combate constante y militar.

Se autollamó "vejete" y al lado de demasiado joven que llega. Y teme no estar en conjunción con su nuevo tiempo. Y no parece cansado. Sino que la vida marca etapas.

Iñaki quiere el mar. Siempre quiso el mar cuando estuvo en la cumbre que es siempre. Porque él es cumbre. Y la cumbre siempre desea ver el viento y el sueño de ese mar de su raíz. La vocación y la raíz familiar. Su profesión y su yo. Sus ansias y su presente en el tiempo. Iñaki Gabilondo y mi admiración profunda por su faceta profesional  y humana.

¡CHAPEAU!
 

domingo, 31 de enero de 2021

- LA "VENENO". -



Adra. Almería. Fenicia e histórica. La cuarta ciudad más antigua de España. Demasiado histórica, demasiado arraigada, demasiadas costumbres, demasiada moral, demasiadas certezas ...

¡De Joselito, nada! Ella fue Cristina Ortiz, "la Veneno". Pero en su seno tradicional familiar habría de ser Joselito. Sexo y rol de varón, todo un hombre, sin ruido, obediente y sin media sorpresa.

Un pueblo pequeño. Rural. Poderes. La vieja cotilla, y las dificultades para ser uno o una lo que le dé la gana. Cristina no fue aceptada. Solo sería aceptada si era Joselito. Y ahí empieza a romperse todo. Porque Ortiz fue valiente y nunca renunció a su naturalidad de mujer. Que es lo que fue. Y llegó el sempiterno castigo de la paliza clásica y familiar, si Cristina decidía desobedecer. Dicha violencia la acompañó hasta su final. Nada pudo ser paz ni libertad.

Y Cristina dejó el pueblo. Y se vino a Madrid. Se vino a Madrid con un cuerpo portentoso, con toda la herida y con muchos ganas de sentirse alguien. Y Madrid siempre puede ser una aventura y maldita, si no te atienes a sus férreas reglas. Porque Madrid, como tantos madrides que hay en el mundo, solo es formal. Y amaga, pero no da. También Adra es Madrid. Y Málaga puede ser Madrid, y Andalucía, y Mozambique también puede ser Madrid.

La gran urbe, da para mucho. Los grandes núcleos poblados y de poder, lo dan y a borbotones. Y el celofán rosa pasión de la gran aventura, siempre atrapa, gusta, desarbola, desnorta, ilusiona, saca imaginación de donde no la haya, y puede cronificar heridas y morales, y puede convertir el éxito y la visibilidad en una mazmorra militar y carente de oxígeno.

"La Veneno" era un huracán. Sin medida. Esto de la vida son cuatro días y una vivaracha jungla. Se prostituyó como inversión y sin chulos. Fue valiente y sexual, una máquina de placer, una maravillosa suicida contra todo y contra todos. Un icono trans. Alguien, que dejó huella a su pesar. Alguien que murió demasiado pronto y que lo visitó todo. Una fenicia de su belleza, un  terremoto de brillante desfachatez, un juguete roto distinto o diferente, con un carisma especial para su dictada autoseguridad llamada descaro, para la televisión, para el cachondeo, para la extraodinaria belleza corporal, para el eterno femenino, para romper a cachos una trayectoria siempre violenta que sabía del placer y hasta del amor.

¿No llegó a nada "La Veneno"? Era difícil. Es difícil que se acepte a una trans. Sí. Todavía con cariño los suyos en su Adra la llaman Joselito en vez de Cristina. Nunca se aceptará por ahora su libertad. Será solo una puta de bazofia, peligro y altos vuelos, que cuenta la leyenda que se cepilló a los peces más gordos y ricos de este país. Y que apenas pudo vislumbrar hipocresía y falsedad.

Cristina abrazó la dependencia de las substancias adictivas, y hasta pasó la pérfida asignatura de la cárcel nefasta. Fue almodovariana por real, y cantó, y bailó, y esgrimió una percha potente y en extremo sexy. Y enseñó las tetas porque quiso y cuanto quiso. Y fue bien mujer. Y hasta hembra eterna. Y te clavó las uñas en el corazón, y amó de yogurines y hasta de galanes tradicionales. Amó que la amaran. Y sobre todo, se amó a sí misma de modo siempre compensatorio.

Fue baja pasión y libertad de volcán, alegal más que ilegal, desaconsejablemente ruidosa y peligrosa, como esos niños a los que se abandona a su suerte. Y Cristina caminó por la traicionera pasarela de su vida. Y fue pegada, violada, vejada, desconsiderada, y resistente cual Ave Fénix. Y yo no la admiro. Pero la respeto.

-Y ASÍ LO ESCRIBO-
 

martes, 26 de enero de 2021

- "NEGACIONISTAS". -



"¡Ah, ah, ah, la libertad! El watsaap, no aguanto en casa, días demasiado cortos, una mierda para mí, me niego, no acabarán con nosotros, te cogeré, desnudaré tus mentiras, estoy hasta los huevos, ya está bien de bozal y de no dejarnos vivir, sóis injustos, y no nos quedamos parados ante tanta burda injusticia ..."

"Te manifiesto mi sentimiento en la calle, cobardes, lo doy todo en el fondo de mi verdad, no trago, fumo si me sale de las perillas, recupero antes que tú la esperanza, a saber qué de mierda le habréis metido a esa vacuna que ya te digo yo que no sirve para nada. ¡Sociatas! ¡Comunistas! Me habéis jodido el bar, el negocio y hasta la querida. ¿Qué santo es ésto? Tú te crees que me lo trago todo, pero estás muy equivocado. ¡Cabrón! ..."

"Bosé tiene razón. Sóis mierda. No me creo nada. Qué guapa estás hoy, Rosita, coño. Estoy por las energías y contra el puto G-5. Hay demasiado granuja suelto, pero vamos a vencer a esta pantomima. ¿Nos vamos a creer que un chino que se zampó un pangolín paró la Economía del mundo? ¿El desgraciado feo de un mercado comunista y sin lavarse, es el responsable de que yo esté jodido en casa sin diversión y como un proscrito? ¡Y los cojones! Sé que hay una verdad que nunca tendrán agallas para decírnosla. Quieren acabar con nosotros. Como la escabechina que han hecho con los abuelos. Y lo jodido es que luego irán de santos y de salvadores ..."

"El que los tiene bien puestos es Franco, digo Trump. Donald Trump ha sido el mejor Presidente americano de siempre. De la historia. Porque no se rinde ni se rendirá. Y los cerdos le robaron las elecciones a un tío valiente. ¡Hay que ser canallas! ..."

" Miradlos. Miradnos. Ya estamos ahí. Siempre nos dicen que somos cuatro gatos. Eso es mentira. Y por eso vienen las cámaras de televisión a captarnos y a intentar estigmatizarnos y a amedrentarnos con su presencia cojonera. Todo esos periodistas están conchabados con los políticos y con los tipos que manejan los hilos del mundo. ¡Oh, hijos de Satán! Dios sí que os castigará. Porque tenéis el castigo más que merecido ..."

" Mira la Aurora. También ha venido. Qué guapa es la Aurora, y hasta el bueno del "Pecas", y don Manuel del barrio de Salamanca, y tantas y tantas personas de bien ..."

" Que, ¿cuándo hacen el próximo "Cuarto Milenio", Charo? Creo que hoy. O, pasado mañana. Pero, lo puedes grabar, que hoy se puede todo, ¿sabes? Claro que sí. Sé feliz, aleluya, el futuro es nuestro, la libertad son mis ojos alegres, no te aguanto las leyes, ¡Coletas Cabrón! El chalet. A ver el casoplón. ¿Has traído traca, Ricardo?, ¿sí? Tú eres un fenómeno,¡coño! Y te digo a tí, que esos contenedores hoy vuelan de ahí, porque hoy arde Troya. Mira la Juani con las cacerolas. ¡Ahí tú, cielo! ¡Valiente! Y don Rodolfo. Qué bien habla don Rodolfo. Lo que no hay derecho es que a don Rodolfo lo hayan dejado en la puta miseria después de currar toda la vida. O eso se creen esos malolientes perroflautas que han dado un golpe de mano y se han puesto ellos. Yo no os he votado. ¡Lo pagaréis caro! ..."

"Allí vienen. ¡Allí están! El más pequeño de los mamones mide 1,85. ¿Le váis a dar a la señora Úrsula, a la que yo saqué de la cola de un hospital a tiempo para que no se hicieran con élla? ¡Monos! Temblando estamos como véis. Sóis la violencia y nosotros la verdad. Estáis perdidos. Aquí en la calle se ganan las batallas. Somos energía de infantería y de verdad ¡Esta noche la conciencia intranquila no os dejarla dormir! ¡Jodeos! ..."

"¡Me cago en la leche! ¡No me pegues, cabrón! Dame inmediatamente tu número de funcionario. ¡Ay! Me cago en todo lo que se menea, mamón. No le des a la Sari, golfo malnacido. ¿Me pondré la mascarilla porque me lo digas tú, gili? Me la pongo si eso, porque me da la gana. ¡Ay! ..."

-"¿QUEDA CLARO?".-
 

domingo, 24 de enero de 2021

- NO -



Mi amigo se ha caído al suelo y con todo el equipo. Ha hecho de su habitación su sarcófago, y si alguna vez tenía estímulo ya se le fue.

Más allá de los límites de su habitación, no debe haber nada. Solo la abandona tímidamente cuando le imploramos que camine unos pasos por el pasillo de su casa con el andador. Todo lo demás tiene lugar en su zona terrible de confort y de parada, que es su cuarto. Su gata Puri, lo sabe bien. Yo creo que a veces se extraña de no ver a su dueño, y penetra curiosa en la habitación para dar su felino visto bueno. Mi amigo la ve, pero no le nace acariciarla.

El ictus fue su puntilla. Su vida nunca fue la alfombra roja, sino más bien un extraño infierno. Pero por lo menos, andaba hacia aquí y hacia allá, tomaba los autobuses, de vez en cuando iba a ver las cuentas de la empresa que codirigía, o visitaba a sus amigos los artistas falleros. Por cierto, que cuando llegaban Fallas, había que olvidarse de él. Nunca estaba localizable. Tomaba su cámara de fotos y se recorría una y otra vez todas las calles de la ciudad, y hacía fotos y más fotos de las fiestas falleras y de los monumentos artísticos que se posicionan y plantan por todos los barrios de la ciudad. Y recuerdo igualmente que mi amigo discutía mucho con los conductores de los autobuses urbanos. Ahora veo mejor la perspectiva. En y desde sus trayectos en bus, no consentía errores. En otras palabras: en el itinerario de su vida errática, nadie le iba a existir. Y si existía, ¡se la iba a ganar! Cuando algún pasajero mostraba amago de queja contra el conductor del bus, mi amigo siempre apoyaba a los pasajeros y les decía: - "¿Ése, qué va a decir? ¡Vaya a donde está el lugar y presente una buena queja y ya verá cómo se la carga ese tío! ¡Hágame caso! ..."

Vuelvo al hoy y a su no. El ictus actuó fieramente sobre él. Tiene secuelas en el andar, y en otros puntos clave de su alegría. Pero hay uno, en donde el derrame cerebral se ha cebado, lanzándole algo parecido a bombas de napalm: en sus ganas de hacer cosas. En su deseo de reaccionar. En su capacidad de rehacerse y de no conformarse con su actual situación.

Mi amigo anda tanto por los suelos, que para él lo de la movilidad de las piernas, es secundario. Y se defiende contraatacando como un coronel. Y decide no querer ver. ¿Para qué ver? ..., ¿para qué todo? ...

Lo levantan sobre las once de la mañana. Desayuna. Y, ¡ya está! Ni siquiera mira. No mira a nada en concreto, porque al comprobar que su visión es muy escasa, parece no traerle cuenta la menoridad visual.

Tiene cataratas. Pero en realidad las cataratas es una parte física en sus lesiones o teclas. Su no visión no son las cataratas, sino sus ademanes de haber tirado la toalla para todo. Si se opera de las cataratas y ve mucho mejor, me temo que poco cambiará en su espíritu acomodaticio, dolorido y del no. Porque mi amigo es un no. Su no. El peor de sus enemigos es, su autoorden de no dejarse a sí mismo intentar nada de las cosas.

Soy su amigo desde que éramos adolescentes. Él es inteligente y tiene la carrera de Ciencias Químicas. Y un gran dominio de las matemáticas así como una gran retentiva. Y le sigue apasionando el fútbol como a mí. Es muy inteligente y protector.

Yo, le hablaba antes de su realidad. Monta unos pollos tremendos si le hablo de su verdad. No admite consejos ni sugerencias. Peleé mucho contra su estatismo de derrota y su negatividad. Y lo sigo haciendo. Pero un día me di cuenta de que más allá de sus actitudes casi autodestructivas, mi amigo lo que tiene sobre todas las cosas es un dolor interior infernal. Hay unos vacíos y un sufrimiento en él, que me parece hasta cruel decirle una y otra vez lo que él ya sabe de sobra. Porque él lo sabe perfectamente. Pero tiene tal ceguera emocional,-la cual se la provoca él mismo colocándose las manos delante de sus ojos-, que es mejor no ser demasiado exigente y lógico con él.

De modo que decido hablarle de otras cosas, de entretenerle; de bajar el listón de mis positivas ambiciones. Este hombre ha sufrido mucho, y lo nefasto le ha acompañado siempre. Mi amigo es un no. Y aunque me joda, me hago el sueco y no insisto.

¡MEJOR ASÍ!
 

martes, 19 de enero de 2021

- AHÍ QUEDÓ LA ENSEÑANZA DE VIDA DE LA SEÑORA ANGELINES. -



Acabado mi barrio y siendo substituído por extraños, se me ha ido mi última referencia amable y más que cercana. Porque la señora Angelines, casi centenaria y de Valverde de Júcar, ya no me dará su sabia naturalidad.

Era en el fondo todo curioso. Conocí a la señora Angelines y a su hija María José, en mi maravilloso Jardín Botánico de Valencia y de mi calle de Quart.

Yo, llevaba en los últimos años a dicho Jardín a mi madre desnortada y olvidada, con la silla de ruedas, y ahí se produjo el inesperado impacto de las simpatías.

Yo, necesitaba más. Y seguramente sigo necesitando más referencias de gente mayor y segura de sus cosas. Y desenfadada, y alegre, y vital, y pícara, y capaz de quitarle drama a las coyunturas, y que me enseñara que nunca las cosas serían para tanto.

Mi madre ya se fue, pero yo seguí acudiendo al Jardín y haciendo la gimnasia de mantenimiento con las ancianas que se reunían de lunes a viernes en el seno botánico, en donde superé el duelo de mi progenitora, y en donde topé con esa maravilla que nos acaba de dejar. Sí. La señora Angelines.

Era de pueblo. Pero nunca tendría un pelo de paleta. Jamás. La señora Angelines tenía siempre los principios bien claros. Sin estudios ni complejidades postmodernas, ni toda esa sofisticación de pijos de gran ciudad en la que nos empeñamos en convertirnos.

La señora Angelines, era la vida. Y castellana vieja. Y esa visión lúcida y longeva, me enamoró. Angelines hablaba claro y alto. Había enviudado y guardado eterno amor. Y tenía bien claras sus cosas familiares. Familiares, y sociales.

Por eso hacía chistes. Y, verdes. Porque la inefable señora Angelines era capaz de hacer ruborizar con sus picantes chistes a cualquiera y de la edad que tuviese. Se sabía muchos chistes. Todos los de Arguiñano. Y en esa sabiduría castellana de Angelines, había algo que siempre se reveló como prioritario. Era la sal del sexo y de la naturalidad en la atracción. ¡No pasa nada porque un hombre y una mujer se gusten, coñe! ...

Quien nos veía a los dos charlando por los codos, miraba entre perplejo y sorprendido. ¿Un aspirante a intelectual, charlando animadamente con una señora muy mayor y sin estudios, y de un pueblo pequeñito de Cuenca? ...

No solo había simpatía. Sino que yo admiraba a la señora Angelines lo claras que tenía las cosas. Era alta y fuerte, de izquierdas, republicana, atea, y todo lo que quieras. Pero no hacía gran ostentación ni alarde de estas cosas. Era tremendamente tolerante y también definitiva, a pesar de haber vivido la barbarie de la Guerra Civil, y asistir a las terribles y crueles situaciones de venganza.

Y esa impotencia, y ese obstáculo y ese dolor, jamás lograron detener a la vitalidad, alegría y practicidad de la señora Angelines. Al revés. Yo creo que todo aquella salvaje penalidad, la llenó de estímulo.

Cuando te dabas cuenta y el ambiente apretaba algo, la señora Angelines se lanzaba a bailar. Al baile. Y tejía con sabiduría aderezos y bordados, que mostraba con humildad y maestría artesanal. Lo había mamado desde el ancestro. Y hasta se hacía con paciencia y constancia su propia ropa de vestir, y daba clases a señoras que mostraban interés por aprender su hermosa tradición.

Sí. La señora Angelines solo era alegría y mil ganas de vivir. Y como sabía que la vida caduca, no la buscases mucho en casa si hacía bueno. Y cuando venía frío peligroso, entonces Angelines recordaba a Valverde de Júcar y calculaba con pleno acierto sus tiempos.

Me impresionó cómo esta mujer aceptaba el paso del tiempo. Y era mejor no irle con quejas, o te mandaba con habilidad a la ignorancia. Para quejas, las suyas ... La señora Angelines siempre supo lo que quería, y su ubicación en el mundo fue antológica.

-UN 10 EN VIVIR-
 

sábado, 16 de enero de 2021

- ENTREVISTAS A PERSONAJES ANÓNIMOS: ¡"VALERIA"! -




Tras mucho tiempo, yo reanudo la sección de entrevistas a personajes anónimos, a los cuales respeto su intimidad y su misterio, y les agradezco amablemente su colaboración. Mi personaje,-que es "el mago"-, entrevista a "Valeria". Espero sea de vuestro agrado. Y voy ya con las preguntas.

1. EL MAGO= Veamos, "Valeria". ¿Qué piensas de mi país que es España?, ¿cómo se ve desde ahí? ...

"VALERIA"= No somos como otros países, que los culpamos de lo que fue el pasado. Se pasó la página hace mucho. Tu pueblo nos ha dejado un legado. A nivel cultural, a nivel de una Historia, como los africanos y lo indígena.

2. EL MAGO= Me dice un pajarito, que tú naciste en Puerto Rico. Y que viviste en Estados Unidos. ¿Encontraste racismo o todo fue bien?

"VALERIA"= Nací en USA. Me crié y estudié allí. Soy hija de padre puertorriqueño y madre irlandesa. ¿Racismo? ...Sí. Lo sentí más al ser una mestiza, como decían. El mestizaje me dio lo mejor de dos mundos: la tenacidad de los boricuas y el temperamento indómito de los irlandeses.

3. EL MAGO= ¿Cómo crees que somos los seres humanos? ¿Crees que vamos bien, o que no tenemos remedio? jejejeje ...

"VALERIA"= Pregunta para analizar detenidamente. Conllevaría muchas líneas para responder. Pero, lo diré en unas pocas. El hombre no encaja en este mundo, dicho por mentes pensantes. Lo que no comprendemos, lo destruímos. No hemos demostrado que tenemos la capacidad de gobernarnos. Se ha demostrado a través de los siglos. Todos dicen que hay remedio. Pero en cuanto a mí, no creo que lo vea ...

4. EL MAGO= Explícales a mis lectores qué es el idioma taíno. ¿De dónde procede, y si influyó en el español que trajeron desde mis tierras los antiguos Conquistadores? Adelante, "Valeria" ...

"VALERIA"= Idioma taíno. Es nuestro primer idioma de la isla de Boriquen:  (gente valiente) es su significado. Proviene de los indios Arawak de Venezuela. Ahora conocida por Puerto Rico, nosotros aún la llamamos como en su origen, pero como todo, fue evolucionando. La mayoría de las personas a nivel mundial usan palabras taínas. Como barbacoa, canoa, Caribe, Haití, iguana, y muchas más ...

5. EL MAGO= ¿Te atreverías a definirte como persona, "Valeria"? No hace falta que entres en detalles. Hazlo en una frase. A ver si te sale.

"VALERIA"= Usaré solo una palabra para definirme: honesta.

6. EL MAGO= El impacto de los salvajes del atentado del 11 de Septiembre de las Torres Gemelas lo viviste en primera persona. ¿Qué es dentro del gran dolor de la barbarie lo que más te impactó, "Valeria"?

"VALERIA"= La valentía, la solidaridad de unas personas que en un momento dejaron sus rencores, sus problemas personales, para convertirse en uno, en propósito, en unidad, en acciones... Ya no hubo color, sino dolor. Aún recuerdo las últimas palabras de mi esposo: "Ve, busca a las niñas, comienza a caminar ..." No hubo tiempo de un adiós. En mi corazón sabía que no lo vería más. Se despidió con la típica frase: "todo va a estar bien ..."

7. EL MAGO= ¡Tremendo, "Valeria"! Continuamos. Si te gusta el cine, dinos a mí y a nuestros lectores qué genero de films te gustan más, y cuáles son algunos de tus actrices y actores favoritos, "Valeria".

"VALERIA"= Tengo varias películas. De esas de seres de otras galaxias, pero claro, que tengan sentido. ¿Actores?: muchos. Si pienso me tomaría un tiempo, y no quisiera dejarme ninguno ...

8. EL MAGO= ¿Qué es para tí la belleza, "Valeria"? ¿Le das un valor potente, o es para tí un tema secundario?

"VALERIA"= La belleza es tan efímera, que para mí no tiene ni un segundo lugar.

9. EL MAGO= ¿Qué es lo más bonito que le ha pasado a tu vida, "Valeria"? Confíanos algo de tu experiencia vital, ¿quieres? ...

"VALERIA"= Como toda madre, sus hijos. Pero también muy importante las últimas palabras de mi esposo: "Love you, todo estará bien, eres fuerte, tú sabrás qué hacer ..." No había tiempo para más. Ya todo Manhattan se ponía gris. Había que salir según me lo pidió ... Regresé sobre Enero. Era como si el tiempo se hubiese detenido en mi casa, en nuestras vidas .. Era como si mi hogar dijera: "los estoy esperando" ... Aún conservo ese lugar, pero en 20 años nunca he regresado más. Siempre el tiempo no se detiene. Hay que vivir para tí y para los que amas y los que llegarán a ella ...

10. EL MAGO= Parece que vivimos en una sociedad tensa y violenta, "Valeria". ¿A qué atribuyes tú tal estado de las cosas? Leemos tu opinión.

"VALERIA"= Vivimos en tiempos muy violentos. Lo atribuyo a la religión. No a Dios, sino a los clérigos que controlan las masas, si vemos y leemos porqué el mundo está de esta forma. ¿Quién le dio al hombre el poder de dividir el mundo en facciones? ... Sé que no lo veré y tal vez ni mis nietos lo vean, pero deseo como todos un mundo mejor, en armonía, en amor... Difícil, pero ¿imposible?... A ustedes dejo la respuesta.

11. EL MAGO= Pues mil gracias, "Valeria", por concederme esta entrevista ...

"VALERIA"= Hay un mundo para contar del 11 de Septiembre, desde mi punto de vista y de lo que sufrí. Lo digo, porque ya está en mi pasado.

12. EL MAGO= ¡Itero las gracias, "Valeria"! ¡Te deseo lo mejor!
 

martes, 12 de enero de 2021

- NIEVE, FRÍO, VIRUS, DUREZA, ADVERSIDAD ... -



Ansiedad. Borrasca, frío histórico, dificultades, pandemia, peligro, riesgo y vida no normal. Capitalismo, restricciones, tarde corta. Más frío, frío histórico, inédito, amenaza que parece Siberia en una España urbana más que sorprendida y que no desea pensar demasiado.

Navidades peligrosísimas que se impusieron a la prudencia científica, el coche enganchado al imán de la nieve, colas, separación social, miedo en el metro, sirenas de ambulancias que intuímos lo que llevan adentro, bares cerrados a las cinco de la tarde, mucho cuidado al contagio, la mueca que se pone triste, el festivo que disimula, y las vacunas que parecen llegar a la velocidad de una tortuga.

Más ansiedad. Cuesta. Todo cuesta. División territorial en el modo de combatir el coronavirus, demografía irregular y fatal, la casa como vacuna, y el repliegue social como tristeza. Y el frío glacial que no importa a esos cerriles que siguen cortando la luz a los que nada tienen. Todos somos contagio.

Días fríos en los que cuesta despegarse de las sábanas y romper a vivir en libertad. Hay que tener la cabeza fría y no esperar a los milagros inmediatos. Ahora es mejor ser humilde y repartirse las sensaciones. Enero, 2021. Tercera ola, o como se llame esto.

Adversidad, cansancio, hablar sobre lo hablado, avances muy lentos, y Doña Vacuna que nos irá salvando a tod@s. Médicos por teléfono, gel de manos en las calles, metros llenos de gente que debe currar, hielo, deshielo, trabajadores con palas, caídas y fracturas por hielo, semblantes preocupados, y el impacto de los silencios y de las ausencias. El virus vive parasitado y matador en y entre nosotros, nos acosa y penetra. Y tratamos de defendernos con uñas y dientes, sobre todo cuando nos afecta en carne propia o a nuestra familia más inmediata.

Imperio de estufas en Enero tétrico y desolador, al borde del confinamiento, una ciudad muerta y defensiva allá cuando antes era la tarde, pensamientos paralelos, y poca gente comprando. ¡No me suban la factura de la luz! ...

Media España de blanca nieve, y la otra temblando de frío y de pobreza energética, lloros interiores, preocupación, y mil ganas de que esto pase ya y a toda velocidad.

El panorama está tomado por la dureza y la adversidad, y las UCIS de los hospitales empiezan a ir paulatinamente incrementándose. Vuelven a aparecer noticias falsas al respecto en los watsaps, supongo por el miedo que tienen los jóvenes sanitarios diezmados a que les vuelva a pasar lo de Marzo. Hay ganas de vendetta desde que se sintieron desnudos, cansados y sin equipos de protección. Están moscas. Se les amontona la faena. Y la mili que suena a guerra de sirenas ambulatorias, les hace prever más y más trabajo.

Afortunadamente, Enero ya no es Marzo de 2020 aunque las cifras puedan acercarse. Ahora ya existen las mascarillas, el lavarse a menudo las manos, mucha más experiencia en los sanitarios y la vacuna celestial.

A esa idea hay que agarrarse este año. Que es de transición. A que tenemos muchas más cosas. A que los laboratorios lo han conseguido aunque nuestras costumbres jamás vayan a modificarse. Ahora toca pensar en la vacuna, y en que nos van a llamar a millones de personas y nos la van a poner aunque sea en dos dosis o en las que tenga que ser. Es lo mejor en este tiempo frío de dolor y desazón. ¡Ya no estamos tan solos ante la gran barbarie vírica! Ahora ya hay medicina. Ahora ya es otra cosa. Ahora, y a pesar de todos los fríos y parones económicos ya podemos pensar en que la Ciencia irá diciendo basta.

-CUESTE LO QUE CUESTE-
 

sábado, 9 de enero de 2021

- JOSÉ MOTA, EL MEJOR HUMORISTA ESPAÑOL ACTUAL. -



Como han sido Josema y Millán con su "Martes y Trece", o el sensacional caricaturista Carlos Latre. Ahora, reina José Mota. Hace el humor que más consenso genera entre los diferentes ratios de edad. Se luce los fines de año con su Especial de Nochevieja, pero su magia y su laboriosidad en diversas facetas del humor, es permanente.

Mota dejó a su pareja de espectáculo,-Juan Muñoz-, y avanzó sin notarse esa distancia o responsabilidad nueva. Y eso le engrandece todavía más. Porque José Mota es un fijo y un imprescindible.

Su personaje se inicia en un chaval bajito y delgado. Un alguien poca cosa. Y desde esa casi imprevisibilidad inicial, Mota se presenta y crea. Es un castellano y manchego, que nace desde el humor inmediato de lo rural, cruza los caminos hacia el humor de la gran capital, nunca va a renunciar a ese origen que le proyecta al estrellato, y desde ahí se atreve y se sigue atreviendo al juego humorístico del desahogado pijo, y sigue imparable abriendo su ingeniosa y descacharrante sorpresa del humor de la carcajada.

Es un atleta que imita de cine. No tiene la foto fija del otrora indiscutible Carlos Latre, pero Mota es más recorrido y vitalidad. Mota es locura en acción; personajes disparatados sacados de la verdad más seria y oficial. Es capaz de confrontar a un paleto con un filósofo, o a un despreocupado hacerlo amigo de un ansioso desesperado.

José Mota ya tiene cincuenta y cinco años. Pero su energía no decae. Y cada vez se siente más cómodo en personajes y situaciones mucho más difíciles de explotar en comicidad. Recordamos al "tío de la vara", o a "la vieja del visillo", pero sus parodias avanzan con solidez a argumentos más largos, trabajados, y hábilmente enrevesados.

Lo logra. Nos descojonamos. Su humor siempre será castellano y español, pero eso a Mota no le preocupa. Puede imitar a quien sea, crear una historia abracadabrante pero que nos llega y entendemos, y sobre todo puede abrir el siempre difícil abanico de la versatilidad.

Ya puede estarse muy serio y más detenido en miradas de personajes más profundos y significativos, y sin perder el ritmo y la agilidad habituales. José Mota sabe cambiar los registros a toda velocidad, y parar sorprendentemente de nuevo en la gestualidad hilarante. Logra hacerse el serio, mientras los demás no podemos evitar reírnos a mandíbula batiente.

¡Es el mejor! Hoy por hoy, lo es. Las formas de humor y de éxito actuales, son la tele, la imagen, el impacto, la brevedad, la frescura y la continuidad. Curra y elabora con enorme profesionalidad todos los detalles, y se muestra perfeccionista e imparablemente exigente.

A Mota se le ve tranquilo, como sabiendo bien el terreno que pisa, y aunque la improvisación siempre será él, el actor se ajusta a muchos más registros técnicos para perfeccionar sus creaciones.

No pasa el tiempo para José Mota. Es una máquina de crear acierto, de elegir bien sus personajes, y de darle forma sexy a los gags e historietas surrealistas que se monta y que nos desconcierta favorablemente.

Seguramente la clave es el entusiasmo, las ganas de darle a su modo y estilo cañero a lo imposible, y el confiar en la madurez de su ingenio y autoconfianza. Mientras eso esté en José Mota, salvo sorpresas su liderazgo no peligrará. No hay que olvidar que el género del humor es más que difícil de hacerlo bien. Y puedes pasar en un desliz de la gloria al ridículo. Pero Mota sigue conectando bien. Y nosotr@s con él pasamos ratos espléndidos.

-ESPAÑOL TENÍA QUE SER-

o