domingo, 8 de noviembre de 2020

- SILENCIO OSCURO -



Nada se abre. Comienzan las primeras luces matutinas y solo es el silencio inmóvil. Silencio triste y gris. Luz que todavía parece condicionada por los grandes nubarrones que trae la borrasca. Quizás llueva. Y, quizás, el nuevo día nunca traiga nada especial.

Solo es silencio. No se escucha el ruido de nada. No hay ganas, ni deseos, y reina la absurdidad, y la oscuridad apaga las velas de la luz audaz, y el sol sigue velado, y dan ganas de la nada, y la gente parece ausente, indolente, negativa o estática.

Levantarse es una hazaña. La temperatura no es la mejor. El corazón carece de baterías de ilusión. Todo parece perdido. Todos duermen y la vida se antoja abrupta, fea y desagradable. Vivir es muy difícil. Pero a esas horas primas de la mañana, todavía más.

Y entonces los ojos se vuelven a cerrar. Porque hay un cansancio ante lo cotidiano y lo previsible. Y las aves aún no se atreven a salir de sus nidos. Y la penumbra gana todas las partidas y todas las ilusiones.

Se detiene todo lo que no empezó siquiera a moverse. Nada puede oírse. Ni sonidos gratos, ni extraños, ni desagradables. Porque el sonido da parto a la vida, pero entre ese silencio inicial desgarrado del alma, el sonido se descarta y sobra. Y solo vale el triste sinsentido.

Muevo mi cuerpo de un lado a otro. Como buscando la nada. Y rápidamente retorno a la quietud, y noto los latidos defensivos de mi corazón, y no pienso ni en nadie ni en tí.

Ni siquiera en mí. Sencillamente, no pienso. Y trato de sentir, pero me atribula la sensación de dolor y de inercia. Porque nada sucede. Porque nada salta de sorpresa, porque el todo y la nada parecen una misma cosa pequeña y absolutamente deseable. Y el sueño ya pasó, y se quedó el reposo y el descanso, pero en el sonido de la vida el tren siempre deberá arrancar decidido.

Mas si está el silencio oscuro, entonces se nota la ausencia. Las ausencias. Y no hay maquinista que pilote la nao, ni pasajeros llenando los vagones, ni un árbitro vigilando la seguridad, ni billetes, ni viaje, ni vía, ni sueños, ni aventuras ...

Poco demasiado. Demasiado poco. Yerto, derrotado, arriesgado, peligroso, maligno, embustero, sucio, oscuro, embarrado, sin sal ni chispa, sin audacias, reprimido, sin una gota de calor que convierta el silencio en amor, lesiones, agujeros, negatividades, más carencias, dificultades, imprevistos, problemas, mente negativa y su santidad el no.

El no a todo. A ser feliz, a intentarlo de nuevo, a jugar a la bonoloto por si se equivoca y sale, a esperar a ver ... El no silente y extraño por la mañana en la cama al despertar. Siempre el silencio y la lentitud. Y una luz demasiado escasa y nada influyente.

Mientras dura ese silencio oscuro, nunca está tu sonrisa, ni tus piernas depiladas en cruce fastuoso, ni tu palmada de amor en mi espalda, ni un conseguidor haciéndome todas las tareas cotidianas, ni un hada azul trayéndome el desayuno humeante o las magdalenas sabrosas y dulces. Porque la fantasía se niega a existir, y lo agradable es un engañabobos.

En silencio oscuro es catatonia y desnorte. Hechizo maldito, error tras error hacia el vacío inmóvil, unas imágenes en blanco y negro y repetidamente atrasadas que el viento alejó.

En silencio oscuro no existen las campanadas de la iglesia cercana a mi lar, ni tus manos que viven a cientos de kilómetros, y las distancias están capadas e inexistentes, y tus besos son un lloro de berrinche sin compasión.

El silencio oscuro es imbatible y vividor. Un monstruo que te devora y te lleva a su huerto y a su terreno. Y te convierte en marioneta siempre a su disposición. Y a sentirte impotente ante tal silencio.

Y entonces eres su esclavo y súbdito, sus minutos de la basura, su mosca muerta, su anécdota que no debe contar, su drama, su película de terror, su proseguir en la pereza ante la lluvia torrencial, la inacción hecha obediencia obligada e indebida. Y te conviertes en todo lo contrario de lo que realmente eres.

-SIN PODERLO EVITAR-
 

jueves, 5 de noviembre de 2020

- "EMILIANO". -



Finos labios. Ochenta y dos años. Delgado. Enjuto. Viene de un tiempo que ya no existe. Le llamaré, "Emiliano". Vivaz, nervioso, apresurado, insatisfecho, correcto, vacío, y con una sensación de que no pudo ser querido.

- "¿Tú eres casado, Emiliano?, ¿tienes hijos? ..."

- "Soy soltero, jejejeje ..."

Se sienta con nosotros a jugar al dominó. Pensionista, rubicundo debió ser, pelirrojo, ágil, y encerrado en una atmósfera defensiva.

¿Soltero Emiliano? ... Lo que le pasa es que es homosexual. Y yo le gusto porque no le pongo pegas y le trato como a los demás. Y a veces se atolondra y se equivoca en cosas del dominó. Por cierto, que juega de maravilla a este juego de mesa porque está toda la vida practicándolo y juega casi de memoria.

A Emiliano yo le hago algunas preguntas leves e inocentes. Y el hombre se disculpa una y otra vez. Tiene como una suerte de tic defensivo y no se compromete jamás. Reitera las cosas para que quede claro que él no desea hacer daño a nadie, y para que quede sentado que él no ha dicho lo que en el fondo pretendía decir. 

Se dirige de repente a un mutuo amigo llamado Carlos, y le espeta sonriente: - "Tú eres mariquita, jejejeje ..." Y Carlos le mira, y si no se pone Emiliano muy pesado, se calla y no se incomoda. Se conocen ha mucho.

Cuando Emiliano dice lo de mariquita, lo que quiere es lanzar tinta de calamar para que nadie piense que él es homo. Que es en lo que vive el tal Emiliano. Aún no siente la libertad, ni la sintió, ni la sentirá. Se limitó Emiliano a disimular, a no ser evidente, a ser práctico, y a tratar en lo posible pasar inadvertido.

Cuando acabamos la partida de dominó, Emiliano me espera con cualquier excusa para charlar conmigo. Con otro varón como él. Y entonces lo de menos es la charla, y lo de más es que me pone a prueba. Creo que Emiliano no ha asumido la libertad democrática ni sus derechos. Le caigo bien porque me ve tranquilo hablando con él. Querrá evidentemente saber si yo también soy homosexual, y para ello no hay mejor fórmula que abordar y extraer sus conclusiones.

Al viejete Emiliano le faltó mucho amor. Debió sentirse en la tesitura de no salir del armario. Emiliano es de pueblo. De la zona de Teruel. Y vive en otro pueblo de mi zona valenciana. Y en los pueblos, salir del armario exige superar una presión mayor, porque todo el mundo se conoce entre sí.

Los cierres. Sí. Me llamó poco a poco la atención la inseguridad de Emiliano incluso en los actos en los que se sabe destacado. Emiliano basa su éxito en el juego de mesa antes citado, porque usa mucho los cierres. Es decir, que la partida se bloquee o plantee desde dos números iguales ante los que haya que responder. Sí que puede ser una mera estrategia para ganar. Pero yo creo que los cierres son muy familiares en Emiliano.

Porque su vida es un cierre; una impostura. Una vida que no pudo ser plena, y que debió canalizar su deseo como buenamente pudo y en estrategias de guerrilla opaca. Lo que quiere Emiliano es quedar bien. Y cuando logro abrirle la partida para que no cierre, entonces el hombre se desconcierta y sufre más para ganar.

Nunca jamás Emiliano se abrirá. Antes muerto. Le han jodido tanto la vida, que ha decidido ser diplomático y salir de los líos. Y guardar silencio de temor cuando mis preguntas sobre él van directas:

- "¿Conociste al padre de Andrés, Emiliano? ..."

- "Hombre, claro. Era muy buena persona, y su madre, y su hermana. Y todos ..."

Y a continuación se remueve nerviosamente. No se cree nada de que todo el mundo es bueno. Porque seguro que lo que cree Emiliano, es que somos todos unos perfectos cabrones que no respetamos nunca en la vida su orientación sexual.

Pero supongo que conserva en su chip la severidad de antaño y la ley de Franco, en la que si le descubrían podía dar con sus huesos en la puta cárcel.

Emiliano no ha salido de esa idea de desamparo. Como tantos y tantos ancianos homos, que prefieren hacer bromas correctas, mirar disimuladamente, ser eternos niños grandes, y solo reír cuando todos en el grupo empiezan con las carcajadas festeras.

-PERO NUNCA ANTES-

 

lunes, 2 de noviembre de 2020

- PODA INTUÍDA -



Y rápida, y arriesgada. Como todas las podas estratégicas y oportunas. Mi balcón está desnudo ante el futuro. Las plantas de mi balcón llegan al cambio y esta vez de verdad. La luna llena mediterránea me mira irónica desde todo lo alto aunque no haya aparecido en el horizonte, y tras una mañana en extremo veraniega.

Pero hay una verdad. La del cambio. Porque ahora las plantas de mi balcón ya no van a sufrir el impacto de ese calor que ya empezó en Mayo. Ahora ya va todo en serio. No será una poda con paréntesis o de festival. Ahora toca preparar un nuevo sentir que será contrario al calor.

Pero algunas begonias parecen hacer que no saben que va a llover en abundancia y que deben ser comedidas. Y siguen lanzando los rayos de sus flores potentes y rojas, las cuales reinan efímeramente en un tiempo que concluye. Y estas flores begonianas y excesivas, ya no pueden tener consistencia sino vanidad.

Intentan caerse a la mínima, para demostrar que siempre son hermosas. Pero las begonias en noviembre, también tienen su tiempo. Delicadas y coquetas, igualmente reciben el impacto del fresco, y pronto las avenidas de agua exageradas y erróneas del cambio climático. Y lo que deberá quedar, no será su ornamento o su ropa bonita, sino su andamiaje. Porque solo su base deberá contar. Los tallos bajos y sus raíces a salvo de contratiempos. Su tratamiento y presentación, nutriente y esencial. Su resistencia. Que el agua las moje sin riesgos de quiebras en las alturas. Que reciban el agua y el frío con aceptación y sin sobresaltos.

Parecido a las flores de un día. Siguen ahí con sus tallos altos, hasta que decido que esto es Otoño y que eso es excesivo. Le doy decidido a la tijera y al corte. Las raseo. Las echo hacia abajo. Les toca esperar la temporada invernal. Ya crecerán nuevamente cuando llegue la nueva primavera. Ahora toca agachar la envergadura y hacer humildad y defensa de su zona interior. Vendrá el ventarrón y el agua, habrá que replegarlas y hacerlas resistir. Las hago bien pequeñas y les deseo su mejor tiempo primaveral.

Los geranios, vibran. Se notan sobrados, en su tiempo, concentrados sobre sus raíces. No deben esforzarse en hacer hoja hermosa. Son selectivos para éso. Los geranios admiten el nuevo tiempo que viene. Lo agradecen y aplauden.

Siempre me preocupan mis vulnerables y a la intemperie, calas o lirios blancos. Esos tallos van a crecer huérfanos. Se moverán como quiera el viento y el frío, y poco podré hacer por ayudar a esas calas que cuando hacen flor es su magia de belleza blanca. Lo intenté con bridas, tutores y cordeles de hilo de palomar. Pero rechazan las calas los agarres. Porque su fragilidad se llama libertad y riesgo. Las dejaré al azar. Desde los bulbos estaré atento a su deriva. Son plantas de agua y frío, pero sus hojas pronto se bambolean y parten. Lo asumiré porque el balcón es el mejor lugar que tengo para ellas con la luz y los elementos naturales exteriores. Están creciendo vertiginosas. Como en un lucha constante contra su fragilidad.

La azucena grande no me preocupa. Ha enraizado y he jugado con ella a cortes ornamentales prácticamente todo el tiempo del año. Desde uno de sus hijos, logré una azucena hija, que se anima y amplía por esplendor. Es blanquiverde e inefable. Disfruta en todo tiempo aguantando una luz que precisa.

Mi naranjito en maceta, está escorado en un lado del balcón. El cítrico aguantará todo, porque esto es valencia y es una de sus cunas. Está en su hábitat, y esto es una buena garantía de solidez. Bien peor fue el achicharrante calor que ahora solo es nostalgia.

Al otro lado de mi balcón, experimento con el principio de una gran palmera. Le cuesta mucho a esta palmera. Crece lo que quiere, toma personalidad y espacio ajeno, pero con el viento desnudo se abre en abanico y se tuerce y rompe deshilachándose en exceso. La he salvado gracias a la fuerza de unos largos y excesivos tutores que la ayudan para la altura. Deberé esperar. Los tutores alargados seguirán ahí como garantía. Ya veré cómo evoluciona esta palmera.

Lo dicho al principio. El cambio de tiempo ya está ahí, siempre contando con la suavidad valenciana. Y mis plantas del balcón se miden ante el anverso del estío. Será un placer observar su nuevo comportamiento. Y a mis macetas de semillas las entraré cuando llegue la lluvia excesiva.

-NUEVO TIEMPO, NUEVO CICLO NECESARIO-
 

sábado, 31 de octubre de 2020

- VIVIR INSEGUROS -



Te levantas y te pones a pensar. Oyes la radio, y te informas de cómo va la cosa del virus. Y ves que todo va demasiado lento. Y que la guerra no se acaba nunca. Y que otro día más así.

Y tenemos que acrecentar y potenciar cosas inéditas en nosotros. Hacer frente a un suelo extraño y resbaladizo. Porque debajo de nuestros pies no está ahora la seguridad bastante plena de antaño. Y lloramos por adentro, y nos ponemos a cavilar en busca del malo que nos jode la vida. A la busca y caza del chivo expiatorio.

Y va y resulta que no lo hay. En esta película trágica, no hay malos. El único hijoputesco culpable es una cosa tan pequeña que solo se ve por un microscopio. ¿Cómo le vas a dar una buena leche a un virus? ¡Es imposible! ...

Sí. Vivir en el contexto de la inseguridad. Es el momento actual, que pareció precipitarse en Marzo y que aún no ha parado de dar por saco. Vivir inseguros no es lo mejor para el ser humano. Nunca lo fue. Tendríamos que remitirnos a los orígenes del sapiens y leer todo su currículum vitae hasta llegar a nuestros días.

Lo que pasa es que esto es Occidente, el mundo, España, el sol, el buen clima mediterráneo, la calle, la fiesta, el encuentro, la tradición, el ocio, el placer, la libertad y los deseos de mejora en esa libertad.

Estamos en shock interior y colectivo. Y percibimos que se ha perdido la impermeabilidad, y que no hay ropa a adquirir que nos libere plenamente de la lluvia constante del contagioso Covid-19.

Las remisiones a la resistencia del hombre sobre la Tierra, nos pueden ayudar no a hacernos sonreír, pero por lo menos a darnos cuenta de que dentro del tremendo azar que es el existir, hemos sido capaces de resistir a las situaciones más adversas. Y supimos refugiarnos en las cuevas, y plantarle cara a los animales gigantescos y salvajes, ir ganando territorio construyendo grupos y tribus, siendo aventureros del bienestar y de la curiosidad, y culos inquietos que nunca han tirado la toalla.

El ser humano siempre actúa al contraataque frente al gran peligro. Porque es inteligente. Primero se aleja y se esconde, piensa y reflexiona, y luego actúa y sale victorioso. Esto último es casi la definición de la etiología de la Ciencia. De la ciencia y de la supervivencia.

Aquí y ahora, en 2020, nos habíamos vuelto muy prepotentes y lenguaraces en los países ricos. Por donde pasaba el hombre, nadie más se atrevía a rivalizarnos. E incluso tenemos preparados elementos para desviar posibles trayectorias de amenazantes meteoritos con destino terrestre. Es como si aparentemente lo tuviésemos todo controlado.

Y aquí está la Seguridad Social, y nos habíamos preocupado por las enfermedades y todo eso. Lo virológico estaba como la Filosofía, un tanto empolvado en cajones. Pero bueno, bien, vale, oye ...

Ahora puede pasar que enfermemos. Muchos, han fallecido. Otros millones se han contagiado. Y tenemos una prisa de la leche para que esta pesadilla se acabe de una puta vez. Estamos mentalmente cansados. La cuestión es qué podemos hacer cuando nuestra vida no es tan segura como lo era antes.

Y aquí y ahora se impone la lentitud, el talento, la serenidad, el estudio de lo que sucede, y la plena confianza en los científicos, que son los que realmente van a saber manejar toda esta pandemia. En vez de buscar apresuradamente malos malísimos, debemos frenar lentamente y escuchar con confianza y humildad a los que saben de esto porque han estudiado y conocen mejor que nadie estas cosas. Todo es cuestión de tiempo, paciencia, y de obediencia de todos nosotros. Todos a una. Sin negacionistas frikies y de la risa, con los menos enfados posibles, y manteniendo la cabeza fría y la plena concentración sobre la realidad.

Siempre ha sido así. El talento y las soluciones surgen del sufrimiento y de nuestra disconformidad ante tal sufrimiento. Y a partir de ahí las cosas se enderezan y resuelven. Como también pasará ahora.

-Y SIN NECESIDAD DE SER OPTIMISTAS-
 

martes, 27 de octubre de 2020

- UN RATO EN BENIDORM -



Nunca había estado. En Benidorm. Y realmente me causó expectación cuando me aproximaba a la gran sede del turismo nacional y extranjero.

Porque lo primero que pensé es que un pueblo pequeño tiene su propia característica, y que una gran ciudad es una cosa bien diferente. Entonces, ¿qué podría suponer este lugar tan atípico? Porque esto de Benidorm se parecía más por sus numerosos rascacielos, a Nueva York. A algo culturalmente distinto y hasta insólito.

Insisto. Hacía un día de otoño suave y casi caluroso. Y la aproximación al lugar se hacía excitante y expectante. Espectacular. Una especie de lugar nuevo y hasta postmoderno pegado al bellísimo Mare Nostrum.

Sí. Solo estuve unas horas por aquel lugar. Debía volver pronto. Y entonces traté de explorar tímidamente el pueblo. Cosa imposible. A Benidorm hay que ir con tranquilidad y dispuesto a contemplar con detenimiento su sociología. Sus calles están hechas a tiralíneas de arquitectura moderna. Es lo que destaca, que no es todo. La Súper Benidorm de enormes avenidas. La superpoblación de bares y lugares de ocio.

Es pandemia. De modo que había poca gente española del Imserso y sus viajes. Pero mucho nivel económico. Y unas tremendas ganas de desconectar y de entrar a un reality. Y de poder vivir allí en vidas sedentarias y acomodadas. Con pijerío a mares, y con la preciosa playa como enorme icono.

La tarde y la playa estaban deliciosas para el paseo, aunque no mis rodillas. Pero ansioso de sociología me adentré en el Paseo Marítimo de aquel Edén rodeado de la bella montaña alicantina.

Benidorm es un consagrado templo del turismo. El mejor sexy publicitario español, y la mejor estampa comercial. Y una vez contemplada la playa, me adentré tímidamente en sus calles de estilo americano. Todo comercio, todo muy caro, todo abundante, como si no hubiese el mismo virus que en todas partes. Familias, parejas, amigas y amigos apostados en las enormes terrazas de los bares, y todos los etcéteras de un lugar diferente de descanso.

Cuando nunca has estado en un lugar así, pagas la novatada. Allí no parecía haber reinvidicación, nerviosismo, o inquietudes de izquierdas. Allí como mucho la cultura sería de centro ...

Y de centro de jarra y de desinhibición. De sueños. De ganas de otra cosa. Me vino a la cabeza la historia del ladrón Ronald Biggs del tren de Glasgow, que en vez de haber huído a buscar chavalas a Brasil, se hubiese refugiado en una de las impresionantes esquinas que generan los enormes y gigantescos rascacielos.

La de vidas para novela que debe de haber ahí. Me adentré por una calle en la que todos los vecinos hablaban francés, porque eran franceses. Y guiris ingleses por doquier, con esa sonrisa entre atractiva y sobrada. Un mundo feliz y aparte. Feliz, en el sentido de refugio elegido o de destierro deseado. Y de todas las nacionalidades. En otras palabras, una máquina estatal de recaudar divisas y dinero procedente de otros lugares y atmósferas. Sabores detenidos y contenidos en un lugar distinto, inédito, megamoderno, chachi y común.

Aquello no parecía mi cultura de hombre de la calle de España. Aquello era un lugar selecto y privilegiado, y con una temperatura todo el año de ensueño. Un lugar para gente talludita dispuesta a disfrutar a tope de sus últimos rescoldos de juventud antes de pasar a viejos, y de gente joven de finde y de pelas. De chicas y chicos que se lo pueden permitir.

Benidorm es una gran plataforma de la vanidad y del oropel. Insisto en la idea de refugio. De desconectar y de buscar en este lugar otra dimensisón, otros amig@s y otro tiempo.

Este sitio es apasionante desde un punto de vista sociológico. Y también humano y literario. Este lugar me llamó la atención. Y seguramente volveré con más tiempo. Pero desde luego nunca será un enamorado de esta cultura demoledora, vanguardista y velocísima. Y siempre me preguntaré dónde quedó aquel pequeño e inicial pueblo de nativos pescadores.

-WELCOME-

 

sábado, 24 de octubre de 2020

- EL OFICIO DEL MADRID VAPULEA A LA INTENSIDAD DEL BARÇA= 1-3. -



Cuando en las postrimerías del partido, Luka Modric sentenciaba el clásico, Leo Messi debió pensar en ese delantero centro que se fue y en los que no llegan, y en la falta de defensas contundentes y de talento. Debió sentirse un tanto timado.

El Real Madrid sabe jugar con el riesgo encima, pero en cambio esto mismo al Barça le acojona y yerra. Zidane plantó a sus jugadores con el orgullo de su blanca identidad. Y el Madrid se sintió bien y plácido casi todo el tiempo del partido. Se anticipó pronto en el marcador, y la respuesta inmediata de Ansu Fati no afectó a su fe.

El Barça apela con Koeman a la intensidad. Y está muy bien la intensidad. Porque eso significa que corren y que están atentos los noventa minutos. Que hacen dignidad y sudor toreros. Se agradece. Pero dicha intensidad y sus "amperios" nunca lo son todo.

El partido fue demasiado deducible como para que hubiesen sorpresas. Y el Barça las necesita para alegrarse. Y para ello precisa buenos jugadores que sean capaces de introducir esos pequeños detalles que les hagan grandes.

Yo he visto a un Barcelona muy parecido al de otros años. Y encima sin Luis Suárez. Sin un nueve capaz de generar inquietudes y zarpazos en el área. No se debe permitir que un niño como Ansu Fati sea el talismán que abra y rompa los cerrojos. Hay que ser más serios.

Coutinho falló un gol terrible con empate a uno. Si lo llega a meter, a lo mejor el guión de esta crónica habría variado sustancialmente. Este gol que ha fallado Coutinho, es lo que hace que este excelente y técnico jugador siempre suscite polémicas y hasta rechazos. Es una lástima que falle estas cosas. Se pierde un salto de calidad.

El Madrid hizo su partido con su Benzema y tal. Sabe que si juega en campo de su rival y azulgrana, su enemigo se pone mosca, inseguro y fallón. Fue un Real astuto y casi psicológico, al cual se le apareció un V.A.R. de la Champions en forma de Sergio Ramos cuyo penalty puso por delante a los de Zizou. El V.A.R. también juega y a veces es otra flor necesaria.

Sí. Messi está tenso como un junco. A la que salta. Está orgullosón. Y sus genialidades no culminan porque está triste y porque se siente un poco bastante preso en Can Barça. Se quería ir. Y a este paso, supongo que seguirá más tenso.

El juego del mejor jugador del planeta está deslavazado, precipitado, y al final siempre hay un inoportuno pie que le rebaña su olimpo de nomber one. Cronos le mira con el dedo, pero yo creo que el peor enemigo de Leo es él mismo. Y si no se relaja o le relajan con fichajes, el sucesor del "Pelusa" seguirá tenso y muy tenso. Y encima llega el Real y le casca un 1-3 en su campo vacío. Como para ser optimistas en la nueva Liga del virus...

Zidane sonreía a gusto. Es pragmático y no gusta de las sorpresas desconocidas. Sigue haciendo grande a Valverde y confiando en el discutible Varanne. Sabe sacar lo mejor de los suyos. Adormecer las aspiraciones rivales. Parecía mentira que hubiera perdido ante el Cádiz o el Shakhtar en su Bernabéu. Son las grandes cosas de un equipo digno como el Real Madrid. Algo especial en el planeta fútbol ganador.

Koeman la ha pifiado bien. Tenía cara de resignado cuando sacó a dos o tres delanteros más, casi sin tiempo para épicas o remontadas por ahora imposibles. La buena emoción es que ninguno de los dos clubes, está para tirar cohetes. Y la competición liguera impulsa también al Sevilla o al Atlético de Madrid hacia la sonrisa final.

-QUE NO ESTARÍA NADA MAL-
 

lunes, 19 de octubre de 2020

- LA CUEVA INVISIBLE -



Insólita y hermosa. Árabe e inesperada. Dicen que es la cueva del Canelobre,-en castellano Candelabro-, por la forma fálica en que se yerguen un par de brotes rocosos que la dan intensidad y magna peculiaridad e identidad.

Yo me metí entre perfectos desconocidos en aquella cueva turística, y me llamó la atención lo oscura que estaba. Y rústica y realmente peligrosa si pasas de cincuenta años. Y en el fondo todo es agua. Y no solo en las profundidades, en las cuales se explotó la minería y ahora triunfa la espeleología. Cambio de tiempos.

Las paredes de la cueva son para magia, y las formas que aparecen dan para toda la imaginación de los guiones de los buenos y profundos escritores. Son formas terrestres abundantes y mistéricas; surcos a los que tú puedes poner nik, figura, identidad, conjunto y toda imaginación.

En esas extrañas y oscuras paredes, caprichosas y salvajes, cabe todo. Y te sientes preso de su poderío. Porque allí no manda el hombre. Allí mandan siempre los avatares de la Naturaleza. Una cueva, siempre lo es. Y ha de tener antigüedad y leyenda. Pasado que explicar pueda el éxito de su presente. Y todo el riesgo que uno desee echarle. Toda la audacia y alguna irresponsabilidad traviesa que otra.

Yo no me sentí amparado por nadie en aquella cueva tan sin luz, que se me antojaba ceguera ante mis ojos. Demasiada ceguera.

Por la inercia y las indicaciones de un guía tosco y sin refinar, me llevaba a seguir descendiendo por unas escalerillas a las que faltaba suficiente visibilidad. Y yo opté por atreverme. A intentar no dejarme los tobillos en aquel descenso a los imaginativos infiernos. Me pareció una aventura insegura y hasta reclamable. Pero yo ya estaba poseído por el sudor de la ansiedad y el deseo.

Y bajé, y seguí bajando, y para disimular miré en dirección a la luz que proyectaba el puntero verde del guía sabihondo, rápido, atleta y antipático. Sí. Bajé a ciegas, haciendo ver que veía, superándome a mí mismo los riesgos y los miedos de bajada, intuyendo las no caídas y chupándome a tientas las bobas barandillas. Porque el fondo de la Tierra es así y no me gusta. Y soy el primero en amar a ese tesoro hoy casi vejestorio que es la Geología, y que nos dice mucho más de lo que queremos oír en esta mi sociedad sin barreras en la que todo lo individual puede suceder.

No lo pasé bien en la cueva. Nunca lo paso bien en estos lugares. Y solo juego a la adrenalina y al no caerme, pero a mí me agradan las cosas bien claras.

Y pronto salí de allí. O, tarde. Me recordó al útero materno en donde estás a merced de las cosas de mamá porque aún no eres tú y no puedes ver todavía las cosas por ti mismo. La cueva es defensa, vulnerabilidad, el principio de la ceguera; algo que quizás nazca y con riesgos siempre.

Sí. Salí de allí trepando hacia arriba huyendo de mi ansiedad. Necesito luz. Hubiera sido un excelente escalador si de pequeño hubiese tenido salud o dinero para comprarme una bicicleta como las de ahora, y me hubiese probado la libertad en un día suave de sol subiendo el Tourmalet o el Aubisque. Sé que subir es lo mío, y el sufrimiento agónico y la resistencia. Pero siempre, todo hacia arriba.

Cuando salimos de allí, se nos dijo que aquello había sido también un taller de aviones de incógnito cuando la fratricida Guerra Civil española. Lo intuí desde un principio porque me sentí cazado por una bella fotógrafa, sin decirme que aquella foto era de pago. Y cuando a la salida me la dio enmarcada y con la otra mano esperando el dinero, no me pareció tan cálida ni tan hermosa. Me pareció todo una cosa bien diferente. Casi inexplicable.

Una gruta es un fallo o un proceso de la Naturaleza. Algo atemporal, circunstancial y lentísimo. Casi menor. Un queso de gruyère que se hizo piedras hace miles de años y que ahora nos la muestran para hacer negocio. Una cueva es una falta de independencia. Un verso libre de carencia de solidez. Un riesgo húmedo y con goteras que se puede venir abajo en cualquier momento y sin darnos cuenta. Porque la cueva va sola.

Una cueva, no la ves bien. Te domina y condiciona. Te subyuga, seduce y atrapa. Te maravilla, pero te traiciona de belleza insólita. Y cuando salí de aquel útero natural y prodigioso, entonces vi el sol y sonreí. Una cueva nunca nos hará libres. Solo la luz nos dará el conocimiento y la ciencia. Lo otro es un escondite que sirve para que los riesgosos y nostálgicos lo den todo ahí adentro.

-PERO YO PREFIERO SALIR AFUERA-

 

sábado, 17 de octubre de 2020

-"ESPAÑETA", EL CARIÑO Y LA TERNURA EN EL FÚTBOL DE AQUÍ -



A veces, sucede que en el planeta y negocio del fútbol, se cuelan unas energías que solo proceden de los sentimientos. Y eso es muy bueno para el colectivo y el consenso deportivos.

Bernardo España, "Españeta", solo fue un utillero. Pero eso es lo de menos. Lo más importante es que el carismático, laborioso, y padrazo "Españeta", sintió que su deber y su amor sería única y exclusivamente el Valencia Club de Fútbol.

En tiempos actuales, en donde este mundillo y esta sociedad no es más que un coloso de vanidades que se mueve por el dinero, aún están recientes los cariños a un hombre entrañable  que no ocupaba un cargo de relieve en el club suyo y del emblema del murciélago en el escudo.

Todavía existe algo que se llama perdurabilidad. Nada de coyunturas, de fugacidades, de inicios, o de momentos más o menos amplios en el tiempo. ¡No! El ejemplo de "Españeta" seguiría siempre siendo el de un valor atemporal.

Siempre. Dela cuna a la muerte, al ruzafeño Bernardo España se le metió en la cabeza el ayudar a su Valencia. Desde joven, en donde un accidente de tráfico le paró sus sueños de ser jugador de fútbol.

Pero "Españeta" encontró siempre su verdadero camino. Entrar a trabajar en su club de utillero, colmó su realidad. Disfrutó con su carácter de humilde hombre de la calle, y convirtió a su Valencia Club de Fútbol en su templo indiscutible. Y el peso de las décadas no le cambiaron un ápice. Ni el paso de las modos y de los modos futbolísticos pareció influir en él. Estaba "Españeta" autoblindado a su Valencia de su corazón.

Bajito, simpaticote, natural, y hasta poseedor de una técnica con el balón que siempre sorprendía a los que íbamos a verle al campo de Mestalla. Aparecía un balonazo por los aires en dirección a su línea de banda y con fuerza, y entonces "Españeta" dejaba muerto el balón y se lo daba al jugador que fuera para que siguiera el juego. Esa técnica me hace recordar a mi padre, al cual se le ponía cara de niño mientras me anunciaba lo sucedido, y entonces, como todo el Mestalla, nos entraba la sonrisa y la aceptación de aquel hombre sorprendente y lleno de cariño.

Insisto. Pasaba el tiempo. Y más tiempo. Y décadas. Y "Españeta" seguía ahí como siempre. Haciendo que nada faltara en el vestuario a los jugadores del Valencia, hablando con ellos de sus cosas particulares y cotidianas, animándoles, preguntándoles cómo preferían que estuviesen dispuestas sus cosas, y todo lo demás. Mimaba. "Españeta" mimaba al Valencia y a sus soldados cotidianos. Y los muchachos, sabían que podían confiar en "Españeta". Le querían. Le queríamos. Le queremos. Le querremos. Lo logró.

Era un personaje especial e inigualable. Alguien, cuyo amor a su club estaba por encima de cualquier otra circunstancia. Y su romanticismo, a no mirar el dinero. Hasta el punto de que cuando le llegó la edad de jubilación, los directivos de aquella época comprobaron que con lo cotizado no iba a percibir una pensión acorde con sus enormes méritos. Y decidieron que siguiera más años, y luego ya su pensión pudo ser digna.

¿Qué supuso "Españeta? ¿Dónde empezaba Bernardo España y dónde terminaba el Valencia? No se puede saber. Porque "Españeta" fue el Valencia. Y cuando hablamos de los héroes de Mestalla y de todos sus éxitos, no podemos solo hablar de Puchades, o Waldo, o Ansola, o Claramunt, o Kempes, o Valdez, o Albelda, o Fernando, o Voro, o Giner, o Sol, o Antón, o únicamente futbolistas o Presidentes. ¡¡¡Ni hablar!!! "Españeta" fue campeón de Liga, de Copa, y de todos los torneos deportivos conquistados por la gente de Mestalla. 

Sí. Con "Españeta" el Valencia pierde a un trozo gordo del alma del escudo y de la camiseta. Se ha ido una potente raíz  y una solemne tradición local hoy casi menospreciada entre rutinas e itinerancias.

Con la muerte de "Españeta" hay que sacar la bandera del murciélago y de la Senyera, y decir que hubo un tiempo especial, cuyo sabor a puro cariño llega hasta nuestro friote 2020 de la modernidad y del nuevo tiempo. "Españeta" nos enamoró a todos, y cuando nos dijeron que había fallecido, nuestros ojos soltaron potentes emociones líquidas y sinceras. Porque esto del fútbol debería ser como era. Más emocional y puro.

¡PERDEMOS A UNA ENTRAÑA!
 

miércoles, 14 de octubre de 2020

- OJOS MISTERIOSOS -



No me veo capaz de identificar el significado de la mirada de ella por ahora. Prefiero recordar y describir un día maravilloso disfrutando de su gran belleza por la orilla del mar y al lado de un coqueto y hermoso embarcadero.

Sí. A veces, juzgar y descifrar es un quimera. Vera es hermosísima y parece tener afirmación positiva en las ideas, más que resultado totalmente definitivo en sus respuestas actuativas vitales.

Me contó y verbalizó generosamente muchas cosas de ella. Porque no fue un paseo de novios o de follamigos, o de superficial conversación. Hubo contacto inicial, educación adulta y conveniente, mascarillas mutuas, unos pechos generosos que Vera me confió que eran genética de su tierra eslava, y dos modos bien distintos de contarnos las vidas.

Vera me relató sus vivencias. Los impedimentos que atacan a las mujeres de su país. Su ambición y orgullo no desaparecerán jamás. Me desnudó que fue demasiado sumisa, y en su dura mirada que a pesar de sus bellísimos ojos puede dar escalofríos, me confesó que se dejó llevar demasiado y que más pronto o más tarde llegaría la hora de ser ella misma.

Su ex, aún la quiere y le pide que vuelva. Pero si Vera le hubiera planteado el divorcio estando en su tierra natal y a su merced, su vida y su integridad hubiesen corrido más que serio peligro.

Por eso lo abandonó todo en su vida holgada y con lo material colmado. Y, se fue. Y dejó a sus hijos allí en su tierra. Y se vino a España. Y trató y trata de laborarse un porvenir. ¿Una mala madre? ... Vera me confiesa que le costó mucho a sí misma quererse y aceptarse. Y en cuanto pudo, les regaló a sus dos hijas un par de meses de vacaciones aquí. Y otro mes les visitaba yendo a su país y a espaldas de su ex.

¿Quiere Vera todavía a su ex? No. Ella me dice que no ha de querer a quien no le dejó ser una mujer libre y feliz. Y que no le va a dar la más mínima oportunidad de un reencuentro de acercamiento.

Una vez en España, me dice Vera que conoció a un señor, el cual le hablaba constantemente de su ex mujer, y la invitaba incluso a comer con ella. Vera se sintió casi integrante de un extraño trío y de una imposible relación. El hombre español y Vera se detenían casi sin querer en una sola cosa. En la nostalgia de sus respectivos fracasos iniciales de pareja. Por eso se compartían y reían mutuamente. Hasta que Vera siguió creciendo y ambicionando libertad. Le dijo a su chico español que había que elegir. Y, se fue de su lado.

No es que Vera sea selectiva. Es que me confiesa que tiene que serlo. Porque esto son dos días mal contados, y que lo más importante y bonito que existe es el disfrute libre y gozoso de su tiempo de mujer. Que, todo lo demás, es bien secundario.

Vera tomó su coche y disfrutó al volante. Me llevó a una tienda y compró un botecito de pintura para adecentar su balcón desdibujado por el roce de una potente madera. Sí. Vera ama el viaje y la vida. Y todo su trabajo en la academia de estética en la que trabaja como una esclava, y cuyos méritos no son reconocidos suficientemente por su jefa. Y si no llega a acuerdos económicos con ella, la dejará y se montará su otra academia por su cuenta. Y entonces, su jefa lo lamentará.

Con su bella magia pícara, Vera saca una sonrisa tan hermosa que me desarma, y seduce a los hombres como nadie. Y suelta aforismos y más autoafirmaciones, pero no le gusta,-aunque me diga todo lo contrario-, hablar de sus más íntimos sentires.

Lo niego, sí. Y me dice que nuestro encuentro fue hermoso por la cercanía. Pero yo insisto en que su mirada es para mí un misterio y puede que contradictorio. Porque sabe construir un personaje con en el que en el fondo no logro empatizar. Todo lo demás es siempre en ella belleza eslava. Y educación y respeto, y vivir. Porque Vera combate el dolor con el movimiento vital de su labor cotidiana.

¿QUIÉN SERÁ VERA? ...
 

domingo, 11 de octubre de 2020

¡"HURACÁN" NADAL MACHACA A "NOLE" Y GANA SU 13 ROLAND GARROS!



Los pronósticos. Siempre los pronósticos. El apriorismo y la insensatez. En el interior de la mágica pista Philippe-Chatrier se esconde un jeroglífico, que si lo descifras te lleva a la balear Manacor. Y eso significa resuelto, que en esa magia, un espíritu le da grandeza y protección a todo un roi francés.

Sí. Rafa Nadal la ha vuelto a liar. A romper todos los apriorismos, y a apalizar de modo contundente al número 1 del mundo del tenis que es Djokovic.

Rafa, ha ido a por él. Desde el primer segundo. Y jugando de cine. Y el serbio, seguramente, confiaba en otros paradigmas y en otras miradas. Error craso y fatal. El meneo del manacorí a "Nole" ha empezado con un rosco, ha seguido con un segundo set de enorme superioridad de Rafa, y ha concluído con un tercer set de raza y genialidad en la eficacia.

"Nole", solo pudo soñar en este tercer set. Se creyó sus sueños. Pero hoy don Rafa Nadal era un coloso brutal e imparable. Una pared sabia e infranqueable, frente al que el serbio chocaba y escupía error tras error. Impotencia tras impotencia.

Este Roland Garros número 13 del mítico Rafa del ¡vamos!, ha sido más que significativo de la leyenda de un titán. Porque Nadal ha leído el partido con una frescura y precisión envidiables. Ha jugado bien y suelto. Ha sido el gran Nadal que se ayuda con el revés y que te frustra hasta a la impotencia absoluta. ¿Cómo iba a esperar Djokovic ni en pesadillas una cosa así? ...

Rafa Nadal buscó el revés del número 1 del mundo. Machacó dicho revés. Y añadió todo un arcoiris de soluciones ganadoras y definitivas. Rápidas, y determinantes.

Se acabaron los calificativos. El Rey de París leyó el partido como nunca, y sintió que su cabeza es la más poderosa que ha parido nunca el mundo del tenis, y que sigue siendo un atleta y soldado absolutamente incontestable. ¿Es noticia decir que Rafa es un genio? ...

Virus. Coronavirus. Tiempo nuevo y raro. Gente triste. Y en medio del funeral depresor, un muchacho eterno nos da una tarde exquisita y un teatro de excelencias de glamour y de placer tenísticos. Solo cabe pues darle las gracias a Rafa.

Le jodió el revés a "Nole", y se puso la bandera y el galón de líder apoyándose en su servicio, en su cabeza, en su vigor y en su solidez. Rafa estuvo rápido, clarividente, agresivo, alargó el brazo con precisión, corrió como nadie en las bolas cortadas devolviéndolas al otro lado prácticamente todas, y volvió a dar un recital más de frialdad cerebral y de estrategia de sabiduría.

Viris. Revirus y despreocupación en la cuna y el Olimpo del Chatrier. Es el mejor sobre la tierra batida a quien prestigia frente al imperio del cemento. Con diferencia. Y hoy tenía la convicción de que si Djokovic quería ganarle, era cuestión de acertar, de sorprender y de dar tenis de clase y de excelencia. ¡Lo consiguió! Y nos dejó nuevamente a todos con la boca abierta. Porque Rafa Nadal es el rey de las gestas inesperadas. La mayor magia que el tenis ha dado sobre una superficie blanda y de fondo.

Ha ganado con una claridad de pasmo. Ha triunfado donde más le dolió a su rival. Lo ha echado de la pista jugándole con el talento de los mitos y de los elegidos.

Este Garros del fatal virus 2020 pasará a la Historia del tenis por la felicidad con que el "Huracán" Nadal ha hecho añicos a otro genio como el serbio. Ya no sé qué decir más de este tipo. No sé si es de Manacor, de España, del Globo Aazul, o si ha venido de otra Galaxia para hacernos absolutamente felices. ¡Dios bendiga la excelencia de este héroe de la raqueta!

¡LOS DIOSES DEL CHARTRIER SE HAN SACADO EL SOMBRERO ANTE OTRO DIOS DE CARNE Y HUESO!
 

sábado, 10 de octubre de 2020

¡"FÉNIX"!



Orondo, alto, gigantón, equivocado, derrotado, iluso, contradictorio, puñetero, generoso, profundamente individualista, egoísta, embustero, con un yo excesivo y absurdo, listo como un experienciado, cara de bobón; estrategia de vividor a la suya.

Pasión por los galgos, por los cánidos, verborréico hasta la madrugada con palabra hueca y vacía, informático, cabrón, irresponsable, niño grande, pijo, decepcionado con el mundo de su juventud y de su presente absurdo y tierno.

Vulnerable que sabe revolverse bien, informático, herido hasta las trancas, obeso de desesperación y malcomer, acomodado por el dinero que percibe por su trabajo, cincuentañero, cada vez más virando hacia los demás con una pose más que aceptable.

Resentido con el mundo que no le gusta, sabe tratar a las personas que él sabe que puede manejar, autoaislado de sí mismo, avergonzado de no poder superarse, a merced de su anciana madre, peleado hasta el todo con sus familiares más allegados, y teniendo sensaciones de viejo a pesar de que está en la mitad de su vida.

Manipulador, pesado, adolescente eterno, conocedor de toda la ciudad de la noche, capaz de decirte de memoria el teléfono de una amiga a la que no ve hace cuatro años, conflictivo, irrespetuoso, instigador cobardón de líos y grescas de los otros haciéndose como que él nunca fue quien empezó a liarla.

"¡Fénix"! Debería reaccionar y tomarse a sí mismo. Y no marear a chicas desesperadas por el dinero y la precariedad, y no hacerlas ir a su casa a que le den compañía y le hagan la comida casera ocho días si la semana tuviera.

"Fénix" no es nada feliz. Y tiene una madre que se hace mayor, y él se hace el victimista delante de los demás, y el sumiso frente a su progenitora para sí mismo. Odiador y observador, gran jugador de dominó que solo juega de cine cuando ve que va a perder, y parece que se desmarca del juego y entonces es imbatible. Su especialidad es la de fingir pose.

Comedor compulsivo. Si le preguntas, nunca contestará a lo que le indicas, y si le haces reflexionar tratará de ridiculizarte con inexactitudes para de este modo defender su discurso y su honor.

Hijo de futbolista de nivel, nieto de militares y profundamente español de banderas tradicionales por todos los recovecos de su ser, se flagela, renuncia, siempre va renunciando, y afirma que ya tiene una edad.

"Fénix" tiene un tic oral que grita por toda la población donde reside. Y los adolescentes que le ven, entran en su latiguillo y desaparece el silencio que a "Fénix" puede parecerle aburrido y hasta humillante.

A "Fénix" el silencio no puede parecerle sino un rollo insoportable que le lleva a la cabezadita y al sueño, y a algo feo y con malas intenciones, provocador y de temer la lluvia física.

"Fénix" odia mojarse y el frío, y prefiere hibernar y retroceder, y meterse en su casa, y hacerse el grande, y tratar con gente inadecuada y que no le conviene, y renuncia a una galga que adoptaría con ganas, o a unos paseos que limitarían la morbidez de su obesidad.

"Fénix" te da un golpe y se cae solo a pesar de que es gigantote y ancho. Porque sus piernas están hinchadas, flojas y llenas de varices. Y entonces se venga de su angustia y llama a un fisio a domicilio que le masajea todas las semanas como a un marajá de Persia. Y se va de compras a las grandes superficies. Y nunca irá a una conferencia, ni a una charla, y seguirá amando la pose de niño grande que ya no podrá crecer más porque no toca y punto.

Y lo malo es que pasará el tiempo, y seguirá recordando su fallida convivencia de dos años con otra mujer que desprecia. Y "Fénix" le ha cogido especialmente manía a las mujeres vitales, bellas o atractivas. No frecuentarlas es su modo particular de venganza. Si él no va a los eventos, "Fénix" piensa que sufrirán y que le echarán muchísimo de menos. Y si nadie lo remedia, el gigantón "Fénix" acabará haciéndose un viejo de verdad, y su cuerpo aminorará todavía más la velocidad de su vitalidad. Y se irá entre la nada, el lamento y la sorpresa aparente.

¡AY, "FÉNIX"!


 

miércoles, 7 de octubre de 2020

- "ESCICLISMO.COM", UNA WEB DE CALIDAD PARA LOS AMANTES DE ESTE BELLO DEPORTE. -




Admiro esa web. Seguramente la descubrí por azar, dado que me encanta el ciclismo por etapas. Y el ciclismo en general. Os sugiero que la visitéis. Se llama esciclismo.com, y allí váis a topar con todo lo que tiene que ver con el universo de la bicicleta en sus mil ángulos.

Me llama la atención la gran laboriosidad que se desprende de este sitio web. Está lleno de enlaces rápidos que te llevan a la cosa del ciclismo que tú eliges. Me encanta su formato y su diseño. No parece pretender nada impactante o espectacular cuando entras a la página, pero es lo mismo. Porque hay orden y exuberancia. Talento y nivel. Calidad.

Se curran el ciclismo los de la web que os cito. Y hay mil conexiones para todos los sitios ciclistas o relacionados. Dicen que es la web de ciclismo más visitada, y no me sorprende en absoluto. Les veo rigurosos y siempre actualizando.

Sí. Les envidio. Porque eso más que una web es una gran nao ciclista capaz de concretar todos tus sueños. Ahora que durante la pandemia los kilómetros de los deportistas de nivel profesional nos ayudan y entretienen con su competición deportiva que encadena Tour, Giro y Vuelta, agradecemos mucho ese vital entretenimiento y esas constantes sugerencias y vitalidades.

Es, todo. Completísima web. Empiezan con las noticias más frescas de las competiciones en vigor de todo tipo,-desde las clásicas tradicionales hasta las más modestas,- e igualmente se hacen eco de otros mil acontecimientos ciclistas de las diferentes especialidades de este deporte.

Es una web necesaria. Noticias, y almacén de sugerencias y pedidos. Es una gran idea me parece a mí. Yo, me fijo más en los eventos de las grandes Vueltas, porque es lo más llamativo de la competición. Pero además, esta web está llena de enlaces a mil sitios camino de la bici.

Y destaco a esciclismo.es, por algo más. Porque el ciclismo no es el gran deporte mayoritario. Eso es cosa del fútbol o del basket. Y este portal dignifica al deporte de los esforzados de la ruta y lo hace presente y pertinente. Lo ama y lo tiene bien en cuenta.

Os aseguro que no es peloteo. Porque desconozco quiénes confeccionan la revista virtual, ni me une a ellos ningún vínculo. Me agrada cuando alguien potencia y ensalza un deporte menor para las teles y demás plataformas.

Se nota que es gente que ama ésto del ciclismo. Y el de a pie, también. Y se vuelcan en dar ideas y en complacer. La bicicleta,-más allá de los efectos mediáticos-, tiene su cabida en este portal tan vital.

La bici, sí. La bici escapa al hecho competitivo de las grandes estrellas, y la tenemos en las casas para pasear supliendo a los coches o al transporte público. Es una filosofía de vida. Es un mundo social, determinado y en proyección. En algunos países es hasta un estilo de vivir. Porque la bici es un mundo. Y muy atractivo. Casi, alternativo.

Los de esciclismo.com también tienen tiendas y escaparates de primer nivel. Y divulgación sobre los elementos de la "burra". Está todo bien pensado para que nada del mundo de la bicicleta se escape de la web. Si quieres bicicletas de cualquier estilo, aquí las vas a encontrar y con toda la buena información que precisas.

Sí. La verdad es que las webs y los blogs competimos a ver quién lo tiene mejor y mola más. Pero a veces hay que dejar a un lado la rivalidad, y sacar lo destacado de los otros. Y loar a quien lo hace bien. Y mandarles desde mi modesto blog a los amigos de esciclismo.es los elogios que sin duda merecen.

Ésto, es una gran empresa con sello de calidad y de laboriosidad vital. Y seguiré visitando esta web de referencia. Y les animaré a que se lo sigan currando todo como siempre lo hacen.

¡ENHORABUENA!