lunes, 29 de abril de 2019

- EL CENTRISMO LLEVA AL PSOE A LA VICTORIA 11 AÑOS DESPUÉS. -




Pedro Sánchez. Defenestrado y resucitado para su Partido. Líder light como los del Psoe. Siguen significando dichas siglas: Partido Socialista Obrero Español. Pelín ya exagerado y pomposo. Desde Zapatero en 2008, ningún socialista había podido ganar las Elecciones Generales.
El centro y el miedo. La moderación y el no grito.El, "virgencita que me quede como estoy..." Esa, ha sido la clave del apoyo. Una sociedad temerosa y un tanto indiferente, ha salido a la calle porque ha visto que un lobo a caballo blanco podía liar el futuro. La gente ha contraatacado al franquismo de VOX, y parece haberse detenido la amenaza de involución. En Europa hay fascismo. Nosotros no podíamos quedar exentos. Desgraciadamente ...
El nuevo PP no dio la talla. Pablo Casado ha defraudado claramente las opciones de socarronería interiorizada que tenía Rajoy. Demasiado visceral y varado hacia la inflexión, con poco carisma y nula paciencia. Con una sonrisa que nadie puede creerse, Casado no revitalizó nada de su cuestionado Partido, y además sembró de dudas su propio electorado que huyó hacia otras formaciones y derivas. El delfín de Aznar parece un fiasco. Tendrá que serenarse si es que su temperamento se lo permite.
Y esa falla del PP, le ha permitido al Ciudadanos de Rivera y Arrimadas aumentar su número de escaños, ma non troppo. Rivera se atrancó en los debates de examen televisivo, y perdió punch y penetración. Es simpaticote y listo, echado para adelante y astuto, de derechas como el PP pero sabiéndolo disimular con más gracejo o carisma.
Unidas Podemos, o Podemos, o la Coalición realmente de izquierdas, ha logrado resistir entera, a pesar de los más que negrísimos presagios de los sondeos y de gente asustada y malintencionada que fabricó hasta noticias falsas sobre ellos.
Pablo Iglesias tomó la manija y dominó los debates de la tele con temple y buena estrategia. Está más maduro, acepta su pérdida de tirón electoral, pero se le ve todavía con mucha fuerza. Su posterior posición de no ruido y de no asustar, convencieron a bastante gente e hizo que volvieran. Han sacado cerca de tres millones de votos, y eso tiene más que mérito con todos los medios en contra, enfrentado al Poder del money, y con solo cinco añitos de existencia. El Partido que parió el 15-M, sigue ahí. Afortunadamente para la gente más vulnerable.
VOX, era el gran lobo y la gran cuestión. Pasó la tormenta. "Solo" 24 escaños. Son menos fieros aunque griten mucho. Perro ladrador, poco mordedor ...
En mi país, de tradición catolicista y con un evidente franquismo sociológico no superado, además de un miedo cerval a todo lo que implique cosquillas de cambio real, había ganas de parar y capear un tanto las grescas que se empezaron a gestar desde la mala gestión del Gobierno del PP hacia la cuestión catalana y la aparición de los radicalismos y los separatismos.
Mi país está tan asustado que prefiere la fiesta y el olvido, el viaje y la vacación, el habla baja y el entretenimiento, que lo que venga sea más o menos esperado, ver la tele de las series o de la distracción, que no se hable de política que suele traer disgustos, que los chicos vayan teniendo algunas perrillas con sus trabajos temporales, o que las listas de espera no sean fatales para su devenir. Y, quejarse mucho hablando entre sí. Y los hombres hablando del proyecto de Zidane o de la magia de Messi.
Un "centro" templadote y desapercibido, decidió la asignatura del Gobierno o del voto a meter en la urna. Querían votar, estabilizar a su modo, y que pasado un tiempo, más. Que venga la playa y el verano, y la buena película recién bajada de la plataforma de pago. Gastronomía y sol, y más playa, y no comerse la cabeza demasiado y nada de pensar que hace calvos. Mi país está indolente y dolorido y no quiere meneos. Casi nunca en su Historia reciente lo ha querido. Por eso votan así.
-O A MÍ ASÍ ME PARECE-

viernes, 26 de abril de 2019

- IDEAS -




En el medio de una Valencia soleada de abril con olor a vacación, a playa y a escapada. En el centro del lío electoral, y en el corazón de un gran puente o acueducto de fechas y posibilidades, me golpea la vida con un beso de acción.
Y entonces puedo comprender más cosas y las causas de mi aparente soledad. Las veo más nítidas y seductoras en el centro de los temores. Son éso; temores. 
El no planificarse con audacia los retos. Todo está ahí afuera para jugar con él. Hay millones de cosas para seguir dando mis históricos primeros pasos. Hay que perder el miedo a molestar, hay que acercarse y ganar confianza, tomar audacia y dejar complejos.
Sé que lo haré. Por una razón fundamental. Porque  es mejor y porque vale la pena. Porque llamas y quedas, y hablas, y es mejor, y cambian los huecos y los vacíos, y entonces enraizas de verdad con la tierra social y pueden brotar mil apéndices consistentes de conexión y de continuidad.
Aburrirse es una gran mentira actitudinal. Una estupidez. Aburrirse es tener miedo al error o a la desconsideración. Hay que golpear puertas físicas y encuentros reales. Hay que compartir e invitar a compartir. Jugársela. Los partidos no tiene resultados si no se juegan. Y salir ahí es un gran y necesario aprendizaje. Si sales ahí puedes ser mucho más feliz, y más conocido, y más que te conozcan, y que te rechacen si quieren o que les sorprendas con tus cosas.
Ser desconocido es un repliegue cagón y una estrategia defensiva y equivocada. Bien es cierto que en mi caso puede tener algún mérito especial y de aplauso el caminar. Pero ni mucho menos es el todo.
¡No! Yo voy a seguir caminando, y a visitar a éste y a ésta, y a juntarme con los demás, y a respirar el aire de mi virgen y oxigenante libertad. No hay que huír de nadie ni de nada, sino afrontarlo todo. Es mejor. Es muchísimo mejor. A falta de familia, yo me la voy a buscar. A falta de alicientes, yo los crearé. A falta de sensación sabrosa, yo haré y lograré el elixir dulce de la compañía y del pastel de rosa.
Hay viajes. Y viajes hacia uno mismo y sinceros, como estas ideas que plasmo aquí. El desplazamiento es básico, así como la conexión. Da igual que sean conocidos, o amigos, o desconocidos, o lo que sea. Lo importante es que forman parte del mundo dinámico del vivir y que yo no me queje de los postergamientos o de las ausencias.
La cuestión es montáselo mejor aunque hayan piedras u obstáculos. Hay que saltar sobre ellos, porque al otro lado está la sorpresa y la respuesta vital y conseguida.
Todavía tengo cincuenta y ocho vírgenes años y toda la guerra creativa y satisfactoria que dar. Cada día van a pasar cosas responsables y diferentes, distintas, complicadas, duras, etcétera. Pero también mucha magia personal y mucho legado construído. He de hacer legado y tirar al trasto de la basura y de la nostalgia triste, hacia otro enfoque.
¡No pasa nada! y, pasa todo. Y pasará todo en la medida que yo vaya queriendo que pase. Mi conciencia está limpia, y todo es escuela primma y nueva, e intentarlo constantemente. Hace poco viajé a León. Y vine grande y bien. Aprendí a mares. Sufrí bastante también. Pero todo es un asunto de mi elección. Voy a seguir aprendiendo. Voy a seguir sopesando vigilante lo que no me es mejor y lo que me lo es. Voy a seguir buscando satisfacción y salud, y sonrisa de mujer, y autenticidad conmigo mismo y no ser tan severo con mis cosas.
La vida no es tanto drama si se hace bien. En la Feria del Libro de mi Valencia habia hoy vida a raudales y allí me he ido a observarla y a respirarla un poco. Aún tengo pulmones, y vista, y capacidad de asombro y de reír. Si miro bien, todo es mucho más divertido, real y excitante.
¡SIN DUDA!

martes, 23 de abril de 2019

- NERVIOS DESORDENADOS -




Ella parecía murmurar algo. Y a la vez, se mostraba con la timidez de la desconfianza. Peguntaba algo sobre el autobús, en la misma parada en la que yo estaba tras salir de cuidar a mi amigo convaleciente en el hospital.
Se quejaba de la tardanza de los autobuses, llevaba auriculares pegados al móvil, y seguía murmurando cosas nerviosamente. Yo, le dije que ya llegaba el autobús. La mujer asintió con su cabeza, pero seguía moviéndose nerviosamente en todas las direcciones.
Se sentó en el asiento de al lado mío, y seguía hablando bajo sobre no sé qué. Yo, la sonreí cortésmente, y ella me dijo muchas atropelladas cosas.
Sus ojos eran verdes y bonitos, su cabello bien hecho y bellamente ensortijado, andaría por los cincuenta y tantos, y su menuda figura mostraba delgadez y perfección de formas.
Arrancó a hablarme con la excusa de las paradas del autobús, de las tardanzas y del tiempo extraño y desapacible de demasiados días seguidos en mi ciudad. Pero solo era un preámbulo. Los nervios superaban a sus ideas y era imposible que se relajara, a pesar de mis caballerosos esfuerzos. Me sabía mal verla así tan alterada.
Yo, la dije que no se preocupara, al informarme que vivía en mi barrio. Pero desconfiaba de contínuo. Se levantaba, y se iba a preguntarle al conductor del autobús de una manera demasiado nerviosa como para ser entendida a la segunda o a la tercera.
Se volvió la mujer a sentar a mi lado. Y entonces me confesó que su casero quería echarla del lugar en el que vive ya dos años, y eso que al parecer lleva tales dos años pagando religiosamente todos los meses. Está en una habitación de un piso, compartido con otras personas.
Yo, la miraba. Mi idea era que mi atención le permitiese sentirse mejor. Me dijo que el casero la había llamado puta, y que no la hablaba, y que la estaban haciendo entre todos la vida imposible con el objeto de echarla del piso y en breves horas.
Después, se le escapó que cuidaba a su padre con alzheimer, y que eso de echarla así y sin previo aviso no era justo. Y que si había peligro, tendría que llamar a la policía para poder  protegerse y ejercer sus derechos.
- "Y aún no he comido nada hoy, ¿sabe? ..."
- "Pues, ¡coma! Primero es la salud, y después lo demás ..."
Palabras en vano. El blablablá siempre es sencillo. La procesión que va por adentro es una cosa bien distinta. Seguía al borde de un ataque de ansiedad. Me parloteaba con desesperación en sus bellos ojos, y me repetía las cosas compulsivamente una y otra vez. Le pasaba algo. No sé si alguna afección emocional o el efecto de algún nocivo aditivo. De modo que decidí que lo mejor que podía hacer por ella, era callarme y dejarla con su torrente desordenado y vulnerable de desesperaciones.
Sí. Vulnerabilidad. A veces la vida te pone en tesituras que te sobrepasan y entonces la adversidad puede convertirte en un juguete a merced de cualquier viento.
La mujer pareció relajarse algo, cuando le indiqué que tenía que coger el segundo autobús de enlace hacia mi barriada en el mismo lugar que yo. Miraba y actuaba con extremas dudas y con la necesidad de algún valium o trankimazín. La vida a veces se pone perra, y te convierte en puro dilema de nubarrones en donde se mezclan todas las dudas y todas las urgencias por resolver.
Yo me senté, pero ella estaba tan nerviosa que que se relajaba más estando de pie,-me confesaba-. Si tomaba asiento, se disparaban todavía más los nervios de sus inmediatas inquietudes. Solo le repetí: -" Usted, ¡coma! ..."
A lo que ella me respondió aparentando sin éxito serenarse: - "Sí. Eso haré, porque no he comido nada. Y luego me pondré la tele y me distraeré. Mañana tengo que ir al médico también y ..."
Agotaba su nerviosa energía. Le indiqué dónde debía bajarse, ella se aseguró nuevamente preguntándole al conductor, y a continuación no paró de darme las gracias y a desearme que mi amigo se pusiera mejor. Solo vi preocupante realidad. Vida auténtica. Desesperación desnuda y suelta. Mucho dolor.
-Y ÉSO, NO ME GUSTA-

domingo, 21 de abril de 2019

- CINE= "DOLOR Y GLORIA", DE PEDRO ALMODÓVAR. -




Autoanálisis del propio Almodóvar. Repaso a su cine y a sí mismo. Peculiaridad y diferencia. Los colores de los dibujitos iniciales que abre su film son almodovarianos y clásicos. Ahí empieza todo. Como con su Antonio Banderas, su Penélope Cruz o su Julieta Serrano.
El personaje que propone Almodóvar es evidente que refleja su mismidad. Es su visión de él mismo. Habla de fracasos y de mucho dolor, pero es un dolor preñado de vitalidad y de realidad. Salen sus obsesiones. Los homosexuales, la droga, los condicionantes del poder religioso, su infancia y su entender de la tierra y de su raíz. Almodóvar nunca renuncia a su raíz. Y al final, sale su madre. Todas las madres del carismático y siempre polémico y manchego director.
El desnudo masculino y la belleza. El cuerpo atractivo e inevitable, y la mujer de pueblo brava, enamorada, tierna y laboriosa. Las mujeres en Almodóvar nunca se arrugan. Y taconean. Él parió las "chicas Almodóvar", como Victoria Abril, Penélope, Verdú, Maura, etc ,etc ...
La niñez bien arraigada. El niño inocente y activo, el coro, el cura, la plaza del pueblo, lo rural y hasta las oportunidades.
Sí. A veces se triunfa. A veces se innova. En ocasiones se puede hacer cine diferente que habla de gente que no sale en las películas convencionales. Pedro es un rara avis. Uno de los directores más conocidos en el mundo. Un tipo que ganó un Óscar y que puso muchas picas en el flandes internacional.
En "Dolor y gloria", Pedro se repasa las emociones y se recorre todo en el tiempo. Suelta libre la idea de deseo, y trata de aceptar sin grandes ruídos las evidentes adversidades. Almodóvar trata de hacer mixtura entre su perdón y su creatividad razonable y propia. Enlaza el dolor con los éxitos. Las penurias, con el amor. La pobreza, con la evocación del cante flamenco y popular, y acusa la magia de la admiración a la diosa Marilyn Monroe.
Todo. Almodóvar se ve mayor y hace testamento cinematográfico. Y se sigue centrando en aquello que vivió en su infancia y juventud, y que por tanto le marcó.
Almodóvar es duro y realista, pero también muestra imágenes más que bellas que llenan sus pedazos internos del film. Siempre habrán cosas así. Cuevas e iglesia, homosexuales e ironías, mujeres potentes y atrevidamente bellas y pioneras en su cine distinto.
Sabe que nunca dejará a nadie indiferente. O dirán de él que es un chabacano simplón que saca travestis y drogatas, o que su cine es especial y absolutamente inesperado. Ahora, cuando van pasando los años, ahí va quedando su obra para los discutidores.
Caer bien. Tocar temas delicados que pueden hacer que salten sarpullidos, mojar al espectador con una chica sentada en la taza de un wáter, o con la muestra depilada de un varón bellísimo y musculadamente matador, inocente y sugestivo.
La belleza o la fealdad. Su estética evidente. Como es él. Sin ambages. A toda presión. A toda libertad. A toda su reivindicación. A todo su entusiasmo por el cine. A romper corsés y armarios. A armar otra sociedad invisibilizada pero real. A lanzar temas delicados y agrios que esconden éxito final y glorias. El dolor. El dolor humano del crecer y de tomar las decisiones.
El dolor de los intolerantes que arrean sin miramientos. El azote de los machistas. Quien presenta unos planteamientos desafiantes aunque últimamente le salten altibajos. Que su baja forma final quizás sea la vida y su transcurrir, y que siempre acabará pasando factura. Porque la vida tiene solo un tiempo.
Pero, más allá de Cronos, la inmortalidad del cine de Almodóvar está en su legado y en su valentía. Los cojones que le tira. Su falta de paliativos o miramientos cuando expone su potente humanidad. Su profunda convicción innegociable con las ideas que tiene y que siempre tendrá. Él mismo.
-SU UNIVERSO-

jueves, 18 de abril de 2019

- EL AJAX ACTUAL, SUCESOR DE LOS CHICOS DE CRUYFF. -



Entre tanto equipo formado a golpe de talón y oropel, sorprende el beso al fútbol del Ajax de Amsterdam, en cuya filosofía se encarnan sus valores propios e intransferibles.
Aquellos melenudos que en los 70 dirigía el as Johannes Cruyff y que sorprendieron al mundo con un nuevo modo de hacer el fútbol innovándolo hasta llevarlo a la actualidad y al futuro, tenían además de genialidad y talento por arrobas, la idea ofensiva de la valentía.
El Ajax 2019, ha llegado a las semifinales de la Champions 2019 y acaba de tumbar a la escudería Juve, engordada por el crack goleador Cristiano. Ahora, el luso no se cree nada. En Turín no acaban todavía de digerir lo sucedido. Pero tiene más que muchas experiencias que besan al fútbol y le abren nuevos caminos de sorpresa.
El fútbol ha de ser silvestre y abierto. Trato de comprender a Simeone o al catenaccio, mas nunca los entenderé. En el fondo, la estrategia carece de lógica y de atractivo.
El entrenador del Ajax, Ten Hag, no parece mediático pero sabe lo que tiene que hacer. El histórico equipo holandés, cuenta con jugadores como De Jong, De Ligt, De Beek, Neres o Ziyech. Pero sobre todo, son un equipo fuerte y audaz. No salen a no perder ni a esconderse en su área para salir a la contra. Siguen con su idea matriz que les hizo inolvidables.
Porque es imposible olvidar a Hulshoff, a Haan, a Krol, a Cruyff, a Suurbier o a Neeskens. No se puede obviar la Historia del fútbol europeo. Ha ganado varias Copas de Europa, y a nivel de Selecciones Holanda siempre ha sorprendido con su categoría y fútbol alegre, imponiéndose a equipos con muchísima más demografía y licencias deportivas.
Mucho mérito tiene ser así. Los colores de la camiseta del Ajax son tan populares como las de cualquier equipo de prestigio internacional. Hay en su espíritu algo juvenil, enérgico, vitalista y necesario. El Ajax 2019 parece recuperar el esplendor simple del gran fútbol al jugar sin miedo. El equipo que Cruyff mostró rutilantemente en la puesta en escena del top mundial, apunta con volver por sus eternos fueros.
Porque juegan ese fútbol que nos gustaba hacer a nosotros cuando éramos niños y no podíamos tenerle miedo a nadie sino ilusión. Basados en la frescura y en el amor físico, los chicos del Ajax defienden y atacan sin complejos y buscan el gol. La portería contraria.
La Champions 2019 está más que atractiva. Cristiano Ronaldo y el Real Madrid han doblado sus rodillas y ya están fuera. Queda el Totenham de Pochettino y Harry Kane, que acabó con el City de Guardiola, el cual parece topar en Europa con muros de fracaso. O que el dios Messi pueda cumplir la gran promesa que a inicios de temporada le hizo a su afición en el Camp Nou: que la Champions este año será para ellos ... Y también está el Liverpool de Kloop,  con el egipcio Salah y unos excelentes futbolistas que le arropan. Por eso este año la Champions parece una moza hermosa y rutilante hasta el final.
El fútbol puede ser audacia con calidad y renovación permanente. Lo van a intentar los "hijos" de Cruyff. Y si lo logran, no será una morrocotuda sorpresa. Se les ve frescos y decididos, sin rendirse, y haciendo culto al fútbol de la ilusión y de la lógica eterna. No está basado en supercracks, sino en juventud y brillo de ganas de liarla.
Sigue siendo muy hermosa la camiseta blanca con la franja roja y clásica del Ajax. Representa la posibilidad de los ciclos y de la amenaza sobre los clubs adinerados. Pueden ser los Robin Hood de este negocio de grandes magnates. Y a veces, el fútbol, nos hace sentir que todo no es money.
-VAMOS A VER-

domingo, 14 de abril de 2019

- LA ADMIRABLE SUPERACIÓN DEL GENIO "TIGER" WOODS. -




Veintiún años. ¿Tamaña precocidad? Un chico negro. Un chaval de color, entre la élite de uno de los grandes deportes de los blancos de dinero. Una suerte de intruso inesperado, emergía desde la magia imparable de su talento y se hacía con la mítica chaqueta verde de Augusta. ¡Increíble! Ya no solo ganaba en ese recorrido carismático del golf, sino que su dominio no tenía fin en todos y cada uno de los festivales de la PGA. ¡Oh, la cumbre! La vertiginosa cumbre del genio más grande que ha parido este deporte y que se compara siempre como sucesor del gran "tiburón blanco" Jack Nicklaus.
Éxitos y más éxitos en la cumbre. Héroe, precocidad y orgullo. Serenidad y agresividad, alegría, afectividad y sangre fría frente a la presión. ¡Enorme, Woods!
Hasta que ... El cielo y la cumbre son terribles. Ponen a prueba todas las potencias y recursos físicos y emocionales de la persona que les lleva. Ser un dios poderosísimo del deporte y no verse límites, puede producir angustias de espanto.
"Tiger" se fue al suelo. Al lodo. No dirigió bien el placer del one. Le sentó mal la costumbre y el lujo de los ricos. Es una Disney en donde todo es posible. Eso está  lleno de diosas y de dioses, de azares, de dioses de multidólares, de placer y de exceso. De lujazo y de confort. De facilidad y de seducción. Todo y de lo mejor.
Woods comenzó a tener muchísimos dolores en la espalda a la par que perdía el control sobre todo aquello a través de sí mismo. Su cabeza sufrió acometidas de ideas inadecuadas, y no lograba levantarse de sus problemas. Descubrió su obsesión por el sexo y se sintió entonces una puta mierda. Debe ser para sentirse así. En los mil infiernos que le habían superado, y que le devolvían como una catapulta hacia el interior de un oscuro y durísimo abismo.
Nadie podía dar un centavo por "Tiger". Se caía. Y su rostro demudado, expresaba su tremendo vacío de impotencia. No lo conseguía, su espalda seguía en lo mismo, y el mundo del golf es brutal y nunca entiende de derrotados. Ni tiene paciencia ni nadie cree que se debe tener. Esto es presente de indicativo, y las debilidades son muy acusadas en una sociedad tan exigente e inmediata como la americana.
Woods se fue a la tele, lo contó todo, lloró su pena, y fue obediente y se sometió a todos los tratamientos físicos y psicológicos. Sí. ¡Yes! Pero no dejaba de ser un ídolo caído que nunca ya podría con nada. Porque trataba de recuperar la forma y embocar con aquella facilidad casi mágica y desde todos los ángulos inverosímiles. Mas su put solo era buenismo. No acertaba, y su desesperación desafortunada iba pareja a la crítica mediática y de los deportes. Parecía absolutamente acabado.
¡Now! De éso, nada. Poco a poco, volvió a crecer la semilla. Se fue rehaciendo, y comenzó a acercarse al pelotón de los golfistas competitivos. Lo que pasa es que eso a un dios como "Tiger" le sabía a demasiada comida barata y hasta basura.
Pero Woods parecía llevar kriptonita en el gen, y una cabezonería y tesón históricos y dignos de estudio. El deporte y sus valores. El suyo se ha llamado superación. Y, la ha liado.
No hay un periódico en el planeta que no le saque en las portadas. Presenta la resurrección inesperada de un deportista genial tras muchos años de aciago azar. Siempre demasiados años.
Acaba, a sus cuarenta y tres años, de ganarles a todos los treinteañeros y de todas las edades, el Máster de Augusta. Ahí donde también triunfaron nuestro gran Sevvy Ballesteros o Sergio García. Y en ese 14 de Abril de 2019, el Tigre se ha vuelto a poner su chaqueta verde de ganador. ¡Más que emocionante! Ha aguantado toda la terrible presión y el gran miedo a un nuevo bye, y ha templado sus nervios de dios, a la par que su espalda aguntaba esta vez. Ha puesto en su cabeza la concentración del tenista Nadal, y todo lo que no era darle a la bola no podía existir.
Uno de los más grandes héroes del deporte estadounidense ha hecho una hazaña colosal. Ya ha vuelto. Ya está de nuevo en casa. Todo llanto y sufrir valía la pena. Ese lloro y esa emoción es la gran euforia en la alegría necesaria y real. "Tiger" ha vuelto al Olimpo y ya es más leyenda aún. Nos ha ganado a todos, y hace muy grande al golf. Su épica hazaña le da al deporte gran parte de su esencia. Nunca se dio por vencido. Al revés. Su fe le ha salvado. Y ahora, nuevamente y desde las alturas, el gran mito se vuelve más gigantesco todavía.
¡OH, YES, MR. WOODS!

sábado, 13 de abril de 2019

- EL CALOR YA SE ATREVE -




El calor, penetra y rompe desde la borrasca indecisa de Abril. Y entonces todo lo primaveral se solidifica y contradice. Esa fuerza del sol novedoso, rellena el ambiente y le da arabesco y opiniones encontradas fuera de la estabilidad.
Ese calor audaz y niño, varón y vigoroso a la vez, reivindica su tiempo travieso de reinado sin esperar, ansioso, a la nueva Estación. No. Ha de ser ahora, cuando nadie lo elucubra o intuya, cuando ese trozo de tiempo y de ambiente se adentra en nosotros y puede remover nuestros panoramas esperados.
El sol se entreabre entre la tormenta confiada pero asaz huidiza que dirige el viento del capricho. Se cuela el calor bisoño y deseoso, y la ciudad se vuelve sudor y modificación.
La ropa de abrigo tiende a rechazar ese contraste térmico, pero al final se coaliga con su enemigo y también potencia el aumento de dicho calor. Y entonces se tira rápida y paulatinamente al fondo del armario como castigo de defensa corporal.
El ciudadano toma medidas aún con el paraguas chico en los bolsillos, y logra decidir que ahora el confort es el instante y que sobra muchísima ropa, y la piel reivindica titularidades en detrimento de otras incomodidades acaso más congruentes.
No tiene remedio ese ciclo. Las chicas ven el momento de su belleza y visualizan su playa absolutamente posible al lado de su chico especial, tierno, mágico, deseado, esencial e iniciador de sus nuevas vidas en el amor. La hormona salta como un semillero, y entonces se desmelena el contacto y la atracción, y la seducción, y no importa el riesgo de mojarse sino el de vivir el nuevo bebé calor. Medias, sin medias, minifaldas, femineidad, zapatillas, mangas cortas, camisetas deportivas, cosa ajustada y breve, más candorosa femineidad, y audacia justa y deseable.
Todos somos objetivo de ese solazo tremendo que ataca nuestra piel y nuestro organismo, y que decide que cambiemos el tiempo, y el chip, y que nos ganemos la luz propuesta,y que vayamos al senderismo, al abrirse del halo de un nuevo período, y que tiremos a la basura lo que ya no será pasado.
Ni idea de corto o largo plazo. El sol será inicial y el calor breve de horas, pero ha marcado una dirección. Y si bien es cierto que el verano africano y achicharrador entronizará al sol y nos hará echar pestes y recursos contra ese ozono autotaladrado del cambio climático cuando llegue su hora, en estos momentos se impone la urgencia de la novedad y de la primera sorpresa.
La lluvia es menos fiera si el sol sorprende y el calor mata. Los nubarrones negros son un juego bello e inane ante lo que ha llegado para quedarse entre todos nosotros. Y nuestra piel ya se ha puesto roja aunque ceda la temperatura y vuelvan a llover nuevas nubes borrascosas y juguetonas. La situación ya es nueva e imparable. La luz ha crecido y ha hurgado en terrenos ya posibles. La sequía se seguirá quejando siempre del nervio del dolor porque es una realidad. Pero nos va ese atreverse de la luz y del sol demoledores aparentemente imposible.
Ha nacido hace tiempo la primavera, pero ahora coge músculo y se solidifica. Esto huele a verano de sueño y chancla. Y a la verdad del fresco le queda cada vez menos verosimilitud y credibilidad. A tí, sol audaz, dedico este tiempo de escribir mientras abro las ventanas que  facilitan un refresco.
-VITAL-

domingo, 7 de abril de 2019

- ¿PARA QUÉ? -




Solo siento dolor. No tengo libertad. Me duele hasta cuando debo esbozar una sonrisa. La vida es muy perra a veces. Insoportable. No puede moverme, ni hablar, no sé ni cómo pueden oírme porque me falla todo. ¿Qué es la libertad? Y, ¿la dignidad? ...
A veces salen casos como el mío por la tele. Y hay polémicas, y unos dicen que la eutanasia es un asesinato, y otros que quienes la efectúan solo son héroes valientes y amorosos. Yo os digo que a mí toda esa polémica me la trae al fresco. ¿Para qué estas cosas? ...
Me llamo Eulalia, creo ... Es lo único que puedo tener de alguna certeza. Y casi no me acuerdo de si mi marido que es el único que me cuida, se llama Ramón, o Absalón, o Toño. Ni idea. No me acuerdo nunca. De lo que sé es de lo que sufre. Ha renunciado a todo. Vive por mí y para mí. Y nunca está conforme con nada. Y tenía una maravillosa sonrisa dulce y optimista, y energía avasalladora, rutilante y hasta juvenil. Lo tenía todo hasta que me pasó lo que me pasó, y me convertí en un dependiente vegetal.
Absalón,o Ramón,-disculpad que no me acuerde nunca-, no era así. Quizás por eso me enamoré de él. No paraba. Trabajaba como una bestia, pero no le andaba yo a la zaga. Lo que pasa es que yo era ama de casa y no cotizaba a la seguridad social. Mi pensión es una broma. Por cierto, ¿cómo eran los besos de mi marido?, ¿cómo era sus caricias y su sexualidad conmigo?, ¿cómo era su felicidad?, ¿cómo era la mía?, ¿cómo es la de todos los amigos? ...
No tuvimos hijos. Da igual. Yo ya no recuerdo nada. Soy una cosa que se ha cansado de ser sincera con el hombre de mi vida,-Ramón creo que se llama- ...
Hemos hablado mucho y al principio castrábamos nuestros reales sentires. Pero mi enfermedad fue avanzando. Como mi provecta edad. Llegaron todos los terribles veredictos. Las duras decisiones de la vida. Las facultades se hicieron añicos. Y un día los médicos ya no pudieron andar con ambages. Mi enfermedad no tiene cura y solo definitiva progresividad. Un deshaucio médico palmario. Un nada que hacer como la Catedral de León,o como que dos y dos solo pueden ser cuatro.
Absalón,-quizás es Toño o Ramón-, negó siempre la mayor. ¡Que no y que no! Que no me preocupara porque él siempre estaría a mi lado. Pero mi cuerpo y mi mente se iban en el estar y sin miramientos. Yo, lloraba angustiada por los dos, los primeros tiempos de este raro infierno.
La segunda parte del partido es todavía peor. Yo no lloro por mí. Por quien lloro es por Absalón. No quiero que nos muramos los dos a un tiempo porque no quiero ser una egoísta. Ahora solo quiero dejarle llorar en libertad. Quiero y merece ser libre. Y que me llore a mares lo que quiera, pero que haga su duelo sin culpa alguna.
- "¡Acaba ya de una vez, Absalón!" ...
- "¿Qué coño? ¡Soy Ramón! ¡Y que no te vuelva a oír ya más esa barbaridad! ¡Y tengo la ley encima, Eulalia! ¡¡Me cago en la puta!! ¡¡No me hagas llorar más!! ..."
Llora mucho mi amor. Yo, le veo. Y me siento absolutamente culpable. Pero llega un momento en el que el dolor es un alud imparable y entonces todo lo moralista carece de carne y de sangre. Y se impone la dignidad. Quiero descansar ya. Y que descanse Ramón,-o Absalón o Toño-, o como se llame mi amor eterno. Que viva.
Ahora lo legal es menor. Aunque la ley esté encima de nosotros dos, me es indiferente. Yo le digo a Absalón que no le harán nada de cárcel y que siempre le recordarán con la abnegación y el cariño que siempre me tiene.
- "¡Ponme esa inyección, cariño! ¡Es indolora, hombre! ..."
Absalón ahora ya no dice nada. Hace su rutina diaria. Su espanto diario. Yo le ruego al destino que mi chico tome una decisión y que me libere. Y puestos a pedir, que se legalice de una vez la muerte digna.
-Y SIENTO HABLAROS ASÍ-

viernes, 5 de abril de 2019

¡QUÉ MARAVILLA, ALBERTO CORTEZ!




Cuánta emoción y desnudez en el brillo de tus ojos sentidos al interpretar tus canciones eternas, Alberto. Sentías. Eras un apasionado con el diez a la espalda de la emoción elocuente y significada. Me parecías hasta exagerado, hasta que logré entender tu música. Eras un poeta y yo no lo sabía. Y los poetas son sabios, heterodoxos, mágicos y hasta extraños.
Hace poco leí que decías que no habías sacado el rendimiento económico que hubieras debido extraer si hubieses sido más economista y menos bohemio. Es igual. El genio vive en las dificultades, y el sofá es para los planos y los ceroceristas de la inmovilidad.
Eras argentino de raza,y español y ciudadano del mundo. Eras una persona de otro tiempo que decías cosas que sirven para siempre. Solo te conozco por tus canciones. Obras de arte a tutiplén. Verdaderas maravillas. Yo no puedo ni sé escoger. Todas o casi todas tus canciones me han llegado al corazón. Lo dabas todo. No te guardabas absolutamente ni un gramo cuando te lanzabas a interpretar tus canciones. Por eso te ha pasado como a Carlos Cano. Exponíais tanto el corazón a la intemperie de la emocionalidad, que luego pasaba factura física.
Castillos en el aire. Perseguir a Manuela para ver las estrellas. Verdaderos himnos de vida. Me quedo con esa frase mágica: ser feliz es mi color de identidad, del gran Facundo ...
Te veniste a Europa porque eres muy grande y el mundo hay que ocuparlo y cantarlo en plenitud. Parecías grande y grandilocuente, y nuevamente profundo, y denso, e inacabable, y vividor en el buen sentido de la vida y de sus formas.
A veces dabas el do de pecho y hablabas de los niños y de la familia: "Qué maravilla, Goyo, qué maravilla!" Ahí rozabas el cielo con tus manos de cantor y me secuestrabas llevándome al universo encendido del sueño.
Alberto Cortez. Un maestro. De los que cada vez quedan menos. De cuando la música era Facundo Cabral, o Sabina, o Serrat, o Aznavour o la Piaff. De cuando el romanticismo y el amor. De cuando la mujer hermosa. De cuando se interpretaba y al lado de la voz había un gesto interior que se expelía con desgarro hacia la verdad del público.
Cortez es un clásico. Es titular del mejor equipo de fútbol de cantantes, compositores y músicos. Un seductor cuando sacaba su desgarradora verdad y cuando aquella mueca entre risa y desgracia traspasaba mil tabúes y llegaba nítido el sentimiento a quien tuviese una poca de sensibilidad.
Elegante y clásico. Hoy aún puede llevarse tu música, Alberto. La versionarán y le harán trampas, acentos nuevos o arabescos actuales. Pero tú pensabas la música viviéndola con el apasionamiento de un animal brillantísimo de escenario, y disfrutabas como pocos con tu magia expresada.
Cuando un amigo se va. El poeta es sabio. Pero la vida, también. Y hay que vivirla como tú querías. A mordiscos. Imparablemente. Y de hecho tenías previsto reaparecer con nuevos conciertos anunciados.
A seguidores o admiradores de tí como yo, lógicamente me queda el vacío. Y me pongo de nuevo tus éxitos y contraéxitos por si sales de nuevo en carne romántica. Es igual. Sale tu voz, y tu cara casi extraña diciéndolo todo.
¡GRACIAS, MAESTRO!

martes, 2 de abril de 2019

- IL PAPA FRANCESCO -




Su Santidad. El Papa. Francisco. Como Francisco de Asís. Su habla de relax, su darse cuenta del Poder que su silla conlleva, y su generosidad cristiano/caritativa para conceder un tiempo a la tele. Con Jordi Évole.
Sí. Recepcionista impecable, sereno talante, expeliendo la idea de destensión, con un verbo abstracto y denso. Humilde y realista, repasando su tiempo y el tiempo de la vida, tratándose de abrir hacia lo mundano, profundamente argentino y avispado, listo y mediador. El gran Superministro para asuntos exteriores y diplomáticos en el nombre de Cristo.
Sucesor de Pedro en la Tierra. Cabeza visible vaticana. El Vaticano, como centro de poder psicológico y político, ha de ser un filón para antropólogos y sociólogos. Lo es. Secta universal del amor indiscutible.
El Papa Francisco afirmó sentir un tremendo dolor ante las muertes de todos. Los negros de las pateras o los embriones. Su discurso entre los no natos se vislumbra como conservador y dogmático. Está en contra del aborto. Y en cuanto a la cuestión gay, Il Papa dice que bien con la tendencia, pero que siempre es bueno que antes les vea un profesional. Francisco sonríe a Évole. Desdramatiza. Seda. Trata de ponerse en el lugar de todos, y le duele mucho los exterminios de los "rohingya" y los de todos. Todo dolor le llega.
Évole le pregunta a Bergoglio si esperaba lo que le iba a suceder durante este tiempo de Papa, pero Francisco sigue siendo argentino, de discurso potente y de buenazo en su papel que no elude apenas nada. Aunque su dogma encierra eludes y no compromisos. De Franco, no habla. De la mujer, dice que es maravillosa y que la Iglesia es mujer, y que la mujer es diferente y ofrece unas posibilidades maravillosas y riquísimas en la fe. Distintas y que suman Iglesia.
Bergoglio sigue hablando con sonrisa paternal y con simpatía suave. Siempre talante acogedor. En sus ojos se perciben muchas vivencias. Ha de ser duro estar en la cúpula. Pero Francisco se sabe muy bien su papel agotador y necesario de contactos y más contactos. Para aburrir.
Me dio la sensación de que Francisco anda un tanto desilusionado con las cosas, o de que aquel brillo de gran novedad para las izquierdas que pareció al principio, queda varado por los kilos kriptonianos del Sistema de la fe en Cristo.
Para posicionarse en donde está y decir que no hay enemigos, Francisco vuelve a ser generoso y orador. Ha debido de conocer a personajes abruptos y flacos, a maravillosas personas, a hipócritas, a viciosos, a santos en vida, y a todo un abanico de personas cuyo paso por ellas marcan y dejan huella.
Francisco hace despiste calculado al milímetro y nunca cederá ante la vehemencia. Su personalidad es contenida e interior. Aglutinador, que no desea la chispa mediática. Lo que pasa es que ser Papa ha de ser una de las cosas más mediáticas y mundanas que existen. Dar la cara de una Institución milenaria ha de asustar aunque se diga que no.
Y las intrigas apasionantes estarán invisibles y a todas horas. Es el Gran Poder y se ha de notar. El periodismo es un dación puntual y caritativa por la simpatía de Bergoglio por la insistencia de Évole. Poco más.
La vida es el cada día y el día a día. Ya salió el Papa en la tele, y sabemos de sus ojos y de su sonrisa, y de su papel buenazo con las reglas del juego. Francisco es superado por la figura papal. Porque esa sucesión de Pedro debe ser explosiva, alarmante, atronadora, magna, multitudinaria, excesiva, arriesgadísima y llena de abnegado convencimiento.
Ser el número uno de esa poderosísima Institución, ha de ser el mayor premio y lo peor para el sosiego. Eso es ser un Superemperador, o un magno Superpresidente. Algo durísimo y siempre histórico y a la vez presente.
-LA PAZ SEA CON FRANCISCO-

domingo, 31 de marzo de 2019

- MÁS ALLÁ DE MIS MANOS -




Que nadie me pregunte de dónde me viene ésto. ¿Innato?, ¿tardíamente descubierto?, ¿una fantasía?, ¿un don como otro cualquiera? No pienso responder a esa pregunta. Porque yo soy ciencia. Racional. Comme il faut. Y como no poseo el título de masajista, ni papeles que avalar puedan mi hipotético saber, jamás osaré afirmar algo indemostrable.
Solo parece ser que son sensaciones. Gracia o facilidad. De siempre la tuve. Pero como vuelvo al narcisismo, trataré de centrarme en la narración actual.
Mi amigo Miguel sigue en el hospital recuperándose del fuerte ictus que tuvo a principios de Octubre. No puede andar, aunque yo anuncio y sostengo que lo va a conseguir. Porque para Miguel, quedarse en la silla de ruedas es por su situación y su vida, perder absolutamente toda su libertad y por lo tanto la posibilidad de su autogestión.¡Un espanto!
Especialmente un espanto, para este anárquico amigo de la infancia que siempre hizo lo que le dió la gana y que jamás se cuidó.
Un día, me atreví. Yo creo que ni Miguel sabía de mi presunta faceta escondida. Y audaz, le dije a su hermana si me dejaba hacerle algunos masajes. A todos les pareció bien, y me dejan que le ausculte y ejercite las piernas llevado por mi extraña intuición.
El otro día, fue fantástico. Lo doy todo lo más puro de mí cuando me concentro sobre sus músculos y articulaciones. Algo me lleva. Incluso cierro los ojos buscando más y más concentración. Miguel, me deja. Y allá que le pongo gel refrescante sobre los miembros inferiores, y empiezo a dar rienda suelta a una extraña y hasta sorprendente para mí magia creativa.
Le palpo y le noto. Le percuto y le pruebo. Me relajo más. Y empiezo a hacerle cosas que no sé cómo las hago, pero las hago. Comienzo a verle las contracturas y los bloqueos. Sigo masajeando y le valoro. Siempre mucho más allá de mis manos, están las ganas del bien, de producir satisfacción, desbloqueo articular y energía. Reavivarle lo anquilosado y mil etcéteras y matices.
Mis manos sobre sus muslos, sobre sus cuádriceps, sobre el poplíteo, sobre sus rodillas, sobre las canillas, sobre los pies, y todo sobre mi absoluta concentración.
Ahora veo fuerte a Miguel. Y además le noto muy receptivo, convencido, y ha tirado sus prejuicios al olvido. Decido flexionarle. No es fácil, pero a mí me es igual. Le reto a que si siente la más mínima molestia o dolor, que me avise. Pero no hay temor. Miguel me lo haría saber ipso facto.
A veces siento que voy por delante de los excelentes fisios del hospital cuando baja a rehabilitación. Supe muy pronto que con una de las piernas tenía más dificultades que con la otra, que tiene un tremendo miedo al dolor, y que su gran enemiga que le gana muchas veces se llama señora nerviosidad.
Mis manos y movimientos le dan pistas a Miguel. Cuando me observa dubitativo o expectante, entonces él me mira fíjamente aunque disimule. Poco a poco va sabiendo que la energía de los movimientos de mis manos jamás va a producirle dolor.
Le noto rápido las contracturas y le rebajo los pies hinchados por inmovilidad. Y le insinúo que voy al ataque, pero con una sonrisa ilusionante y seductoramente positiva. Le alzo los miembros inferiores y le sigo valorando, hasta que ya voy a la flexión.
Un ejército de trompetas densas y defensivas me esperan para hacer un movimiento bien contrario, defensivo e instintivo. Hace fuerza y pone los músculos todos rígidos y como juncos.
Pasados unos entrañables treinta minutos,-quizás cuarenta-, Miguel ya ha entregado su resistencia a mi hacer. Ya dobla las articulaciones con bastante facilidad, ya le puedo exigir y hacer más recorrido, y sé que ésto le beneficia y le suma para su mejoría general. Tiene confianza y el estigma se cayó. Yo, le hago hincapié pero no demasiado. Es él el que ayuda a la dificultad y a la rigidez. Tiene mil miedos que perder. Y al final de la sesión, se me vuelca en halagos y yo le digo que no sea pelota. Pero él insiste:
¡UN MILLÓN DE GRACIAS, ORTÍ! ...

viernes, 29 de marzo de 2019

- ROSIÓN Y VESTEL -




Ahí está. Pertenece al pasado aunque esté. Rosión lleva apariencia y camisa de macarrilla. Ya no cumple setenta años, pero su apariencia es jovial, atemporal, desenfadada y con sombrero de playa. Su discurso es previsible. Pero es mejor que se suelte a sí mismo y se ponga a parlotear.
Rosión hizo dinero y no cree en demasiada gente. Lo primero que le notas es que no ha estudiado y que desde su boca puede surgir el exotismo más frikie.
Apenas mira a su mujer Vestel. Hacen un buen tándem cuando pescan a alguien en una mesa, huyendo de su soledad y de sus realidades que no les gustan. Me pasó a mí. No sabía a quién de los dos mirar porque me hablaban a la vez. Rosión olía a Torrente, el personaje de S. Segura. Pero su realidad me impactaba más.
Rosión no mira ni anda con rodeos. No es de matices ni de grises ni de nada de todo eso. Rosión gusta del fútbol y del dinero, pero todo en él puede chirriar. Vacila y te prueba a ver por dónde vas a salir.
Guarda entonces silencio breve y te mira de soslayo. Todo va más o menos pasable hasta que empieza a beber. Rosión se bebe lo que haga falta, y replica muchas veces a una Vestel que no se arredra lo más mínimo pero que le lanza una última mirada por si acaso.
Rosión se come una fideuà, o una paella, y te habla de sus casas que tiene por Albacete. Y aparentemente enarbola un discurso defensor del medio ambiente, y te dice que hay bolsas de plástico a punta de pala en todos los sitios. Y sigue hablando de la paz de Riopar, o de los pueblicos manchegos que están desapareciendo. Mas no insiste demasiado. Y de repente afirma que ayer se fue al bingo, que llegó muy tarde a casa, que no le apetece comer, y que desde su amistad con el dueño del restaurante playero, se siente el puto amo.
Vestel, sigue arreando. Me habla de su familia y me empieza a enseñar fotos de dicha familia y de sus lares preferidos. El matrimonio está de acuerdo en muchas cosas. En que toda la culpa es de los inmigrantes, en que los comunistas de Podemos son lo peor, y que a qué viene ahora mover la estatua de Franco.
Según Rosión, él trabajó mucho. Y dice que si uno quiere realmente currar, acaba logrando su propósito: - "Vestel, ¿qué dices?" ...
Su mujer le contraataca diciendo: - "¡No, hombre, no! No te digo a tí. Solo le digo al camarero que llevo resaca y que me ponga otra buena cerveza fría." ...
Rosión no es expresivo aunque tenga pinta de demodé zafio de carretera y verbo suelto. Pero no logra ser gracioso a pesar de que desea ser el triunfador y lograr que te descojones con sus chistes y con vídeos que muestra desde su móvil.
El móvil es bastante el protagonista del estar. Tanto Rosión como Vestel lo usan una y otra vez. Sé que me empujan a que les siga. Y estarían ahí dándome la tabarra tras comer aunque nos dieran las cuatro, las cinco o las séis de la tarde. Temen su soledad. No quieren volver a casa. Su casa será una trampa y un condicionante.
Es mejor que les aguantes y les observes. Dan para mucha literatura. Y no me encajan estos vulgares paletos en la España de mi 2019. Pero esa España playera de ocio de Rosión y de Vestel, existe. Son, el chiringuito, el atrevimiento, el pedo pisado para que no suene, el egoísmo de quien no estudió, dos personajes quasi de ficción con la pega de que son reales, la vida de atrás que se arrastra hacia hoy, la vida sorprendida que sigue, el no parar, la ausencia de ética y de talento, la vanidad en carne viva, el no complejo que ruboriza a otros, y mil etcéteras. Y todo con olor a fritanga y a previsibilidad.
-MUY CERCA DEL MAR-