martes, 12 de noviembre de 2013

- TIFÓN DE LEJANÍA -



Filipinas. Estaba todo científicamente previsto. Se iba a producir un tremendo tifón. Las aguas, embravecidas y enloquecidas, barrerían todo aquello que se les pusiera por delante. Todo. Incluídos naturalmente los seres humanos. Se habla de miles de muertos. La catástrofe devastadora ha tenido lugar.
Lo primero que me viene a la cabeza es la idea de lejanía. Qué lejos está geográficamente Filipinas y todos aquellos andurriales. Y, qué lejos anda la protección de aquellos ciudadanos asiáticos ...
Cuánta pobreza, y cuánta indiferencia general. No hacemos nada más que dar imágenes del gran morbo, y ahora llamamos a militares para que hagan lo que puedan después del desastre.
A toro pasado. Se actúa, después. Se va, y nos acordamos de todo ese dolor cuando ya es irremediable y cuando en algunos lugares no queda piedra sobre piedra. Nos acordamos de los filipinos el día de su entierro. Como decía la canción: "que llegamos siempre tarde donde nunca pasa nada".
Porque estos lugares, no cuentan. No nos los presentan. Forman parte de nada que no sea de nuestro desdén y de nuestra indiferencia.
Quizás solo recordamos a las Islas Filipinas, porque también fue territorio conquistado y español, en cuyos dominios imperiales nunca se ponía el sol. Como un trofeo de conquista. Con olor a alguna película de Alfredo Mayo, y bien poco más.
Aquí se ve el lugar que ocupa el científico en el mundo. Es capaz de mirar por una pantalla y de ver venir el tremendo huracán de destrucción. Y ahí parece terminar su discurso. Vaya ineficacia.
Desde mi rincón que trata de ser y estar en el 2013, lo primero que veo es esa sensación de potente indiferencia general. De que no se hacen las cosas que se deberían hacer. Y comienzan todas las preguntas que siempre sepulta el silencio del viento: ¿por qué no se evacúa a la población?, ¿por qué es que se les desprotege?, ¿en qué inseguridad casi permanente deben vivir esas personas de todas las edades incluídos niños y ancianos?, ¿era inevitable todo este horror?, ¿existían infraestructuras básicas para elevarse hacia puentes y lugares pensados para la huída?, ¿las islas están bien comunicadas para poder tomar un carro y largarse bien lejos a un lugar seguro? ...
Me temo que la respuesta siempre es un no. Son países tabú. Son países que nos da igual que estén o que dejen de estar. Nos importa un sano carajo si no tienen confort o preparación de supervivencia. Aunque están en este planeta, ha mucho que decidimos borrarlos del mapa. Parece que bastantes problemas tenemos en el mundo del dinero y del poder, como para detenernos en lugares ni fú ni fá. Éso, es lo que sucede.
Hay otros mundos que están en éste. No hace falta viajar lejos a otros lugares del Sistema Solar. En nuestro Globo hay distancias siderales. Les tenemos como menores y exóticos. Como gente que no aparece y que es mejor dejarla estar. Como sitios donde no hay que perder el tiempo porque no merecen la pena.
Solo son sitios curiosos, para estarse de turismo unos días, para hacer escapadas de aventura vacacional, para decir que has estado allí y presumir entre los tuyos y cosas así. Son sitios que si no existiesen nos daría exactamente lo mismo. Nunca cuentan.
Son una especie de submundos condicionados por nuestra lejanía e hipocresía. Son, los otros. Los diferentes, los extranjeros, los que vaya usted a saber que harán y qué comerán, los que nunca sabremos nada auténtico ni cercano. Son lugares a los que ha condenado nuestra incapacidad para ser sensibles y darnos cuenta de que no deberían ser tan objetos de nuestro desdén y distancia. De nuestro no.
El mundo es una vergonzosa pirámide. Un sálvese quien pueda, que tiene una cúspide potente con sentimientos de cemento y de frialdad. Es una suerte de campeonato mundial y de jerarquía de niveles. Unos somos mejores, y otros andan a la cola o descienden para siempre.
-ES EL SISTEMA CRUEL-

lunes, 11 de noviembre de 2013

- CINE: "VIVIR ES FÁCIL". -



Cine español. Director: David Trueba. Sueños y contextos en la época de Franco. Nostalgias y necesidades. El porqué de la memoria histórica. Recordar quiénes éramos y cómo vivíamos. Cómo respirábamos.
Sin oxígeno es como respirábamos. Te das cuenta de un tiempo agotador y brutal. Sin concesiones, monótono y hasta derrotador.
Por eso tenían un mérito de valientes aquellas y aquellos que decidían salirse de la norma y se la jugaban. Porque en todo tiempo y en toda situación son imprescindibles los sentimientos, la ruptura de los tabúes, y la búsqueda inevitable de algo mágico que se llama libertad.
Por eso tenía mérito jugársela. Porque siendo auténticos era mejor. Ahí tenemos en este film al chico que se va de casa, o a la chica a la que quieren obligar a dar a luz y a casarse, y también al profesor ingenuote pero alegre y animoso que quiere abrazar y comprender un mundo rompedor y necesario. Necesita soñar con lo foráneo, con Lenon, con la esperanza, con los ídolos, y con unos referentes distintos. Quiere vivir, ¡coño! ...
Por éso, y mientras revivía yo sentado en la butaca la película, me venían a la memoria mil vivires que casi no pude tener, y realidades que fueron, y que para las generaciones actuales ya pasan inadvertidas y olvidadas. Y con alguna amenaza de volver ...
Me acuerdo de mis primas y de la moral sexual. María Amparo quería ser moderna y ver los programas de la tele de la música de los yeyés. Y un día nos dijo a mi hermano y a mí: "el hombre le quita las bragas a la mujer y se chuchan". Y mi prima guapa y atrevida Raquel, que le decía a mi hermano toda seria y decidida élla, que un día conoció a un chico y se "metió" con él. El sexo era totalmente tabú. Había que practicar un clandestinismo y un furtivismo más que necesarios.
No era posible la comunicación. La Iglesia y la moral imperante, apretaban más que un zapato pequeño en un pie mayor. Era el tiempo de disimular y de esperar. De practicar la guerrilla cotidiana de la vida sin que se notara lo más mínimo. O, ibas perdido. Si te pillaban, lo podías pasar muy mal. Iniciales rupturas generacionales.
Recuerdo cuando yo me dejé melenita y me puse unos pantalones acampanados. Me hice moderno. Y noté aquello que David Trueba nos repasa en su película. Había gente que tenía miedo. Terror a cambiar. Había gente que nunca entraba en razones, y que se aferraban cazurramente a su subsistencia. Lo más lastimoso, es que no siquiera se planteaban el ser libres. Se autocastraban y se destruían. Sobrevivían al día, y desde el pánico a las porras o a las cárceles. La cruel represión.
Y también había gente que hacía lo posible por hacerse con el póster de una chica sin ropa, o que le hartaban las paciencias y se iba de casa a jugársela, o hacía auto stop hacia donde fuera con el fin de encontrar algo que todos sabíamos que estaba más allá de aquella carretera y de aquella barriada. En nuestro sitio necesario.
No solo eran los dinamismos de los Seat 600 o los Citröen 2 caballos, sino los que se atrevían a hacer novillos y pelarse las clases, a hacer el amor por deseo y pasión, el no tiempo de los homosexuales atados a las cuerdas de la ley de peligrosidad, el momento de la violencia institucional, donde no debías hacerte el placer con la mano porque te contaban que te podían llegar mil calamidades de salud, y más de mil millones de etcéteras. Era una sociedad aplastante, demoledora y vacía. Insoportable e intolerante. Un infierno bobón y cruel.
Ahora valoro más a quienes les decían que no a su manera. Quienes optaban por un desmarque estratégico, los jóvenes que no tragaban la gran mentura social y que avanzaban hacia las cosas inevitables. La vida era otra cosa que nos negaban. La libertad era ser auténticos aunque nos pusieran todas las piedras puntiagudas en el camino y nos hicieran institucionalmente la puñeta.
Aquellos minigamberros tímidos y silenciosos, eran unos héroes rebeldes que pasaban de órdenes y de hostias. Que habían captado la idea y la esperanza. Había que romper moldes y hacer el equilibrio para no caer en las manos de la represión.
-NADA FÁCIL EMPRESA-

domingo, 10 de noviembre de 2013

- MARC MÁRQUEZ, EL CAMPEÓN DE LA PRECOCIDAD -



Un chaval. Mundial de MotoGP. Circuito de Cheste. Valencia. Tres pilotos españoles en el olimpo de la más prestigiosa prueba de motos. El mito Rossi, les mira un tanto tristón. Su Cronos ya parece gastarle extrañas malas pasadas. Su Yamaha está sin calentar ni amedrentar. No cuenta.
Entre Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa, ha surgido otro niño sorpresa. Más joven todavía que estos dos chicos. Es catalán, de Cervera, de Lleida. Tiene el carisma de Ángel Nieto y una calidad descomunal. Y Marc Márquez les quema el terreno y deja boquiabiertos a todos. Es capaz de salir de la adolescencia con el gran premio entre las manos. Es capaz de sorprender. De, emocionar ...
Ya venía de atrás la precocidad en Márquez. Pero nunca nadie tan joven llegó tan lejos. Un niño fuera de sitio y llevándose el gato al agua. Solo un genio puede saber lo que es eso.
Marc es un filo y una aguja. Juega sobre su moto con la elegancia de los exquisitos. Y es capaz de hacer cosas que no se pueden esperar. Sobrepasa a Rossi y el italiano se queda admirado. Osa lucharle, ¡y le pasa! Sucedió algunos grandes premios atrás. Algo grande pasaba.
Marc es frío como un veterano. Y nunca tiene miedo de ganar. Persiguió a sus compañeros españoles y les hizo diabluras. No está loco al arriesgar. Lo que se trata es de ser genialoide. Si ha de correr rápido, ataca y logra fugarse. Si toca escapar de la quema, se calla y se repliega. Trata de meterse en los menos líos posibles. Y si hay lío, sabe salir lo menos escarmentado posible. Porque el novísimo y brillante campeón lo único que hace es jugar y disfrutar a lomos de una motaza. Ganar sus opciones. Ser mayor antes de hora, y desmostrarlo. Su precocidad que hace historia, es fruto de su enorme clase y de su alegría.
Que le vayan quitando lo bailado a Marc. Ya no solo es el nuevo campeón mundial de MotoGP y a la primera, sino que es el más joven y el más feliz de siempre. Ha soñado, se ha puesto el casco y el traje, se ha subido a la moto, y se ha puesto a ponerle imaginación a todos sus sueños. Unos sueños, que contagian.
Su extrema juventud va unida al carisma de este muchacho. Veinte años. Gusta que sea el más joven, el más regular, el más astuto, el más pronto campeón, el más agudo y el más novedoso. El más difícil de ganar, y el más audaz para embolsarse el gran triunfo. Una estrella.
Jorge Lorenzo ha estado brillante. Como Pedrosa. Menos, Valentino Rossi. Un Rossi decepcionante y sin opciones desde las primeras carreras. Las hormonas del catalán Márquez, han hecho llorar y emocionarse a más de un@. Es el nuevo ídolo del motociclismo español. Es alabado y admirado, envidiado y jaleado. Lo que ha hecho, piensan estos muchísimos jovencitos que también se puede hacer. Y eso es sin duda un buen deseo, pero una concreción un tanto utópica.
Parece que Márquez ha nacido para ésto, y que ha pasado de la cuna a los circuitos para ganar y triunfar. Ha llegado y ha besado el santo. Se ha caído como todos y se ha levantado mejor que nadie. Ha cometido errores, pero ha sabido maquillarlos como un mago. Es más que joven y ya ha driblado mil obstáculos.
Marc Márquez está en la nube de su éxito y de su positivo azar. Da gusto verle montar en la bici porque no es monótono y puede inventarse cosas inesperadas en plena carrera. Aunque no le veas o pienses que está lejos, no te fíes. Pronto podrás tenerlo detrás con el cuchillo inquietante entre los dientes. Y el kíller bebé, te suelta una sonrisa natural y te desarma. No ha hecho más que empezar en ésto, y ya estaba derribando barreras y mitos. Ha revolucionado el molde de los límites y su audacia le ha dicho que sí.
¡FORÇA, CAMPIÓ!

sábado, 9 de noviembre de 2013

- PILAR, ETERNA Y LIBRE -



Rubia y delgada, apasionada de la montaña, vitalista e infatigable.
La recuerdo de mis tiempos de senderismo. Era con creces, la mejor atleta. La gustaban siempre los terrenos duros. Sí. La dureza era su amiga y su reto. Qué calidad física ...
Allí que la veía todas las mañanas de domingo con su coche azul y su pequeño perrito. De habla valenciana, Pilar era tímida y siempre cauta. Tenía las ideas claras, era profesora de literatura, y nunca sentenciaba del todo sus opiniones. Tenía carácter fuerte, y vivía y crecía. Auque parecía que todos los domingos era lo mismo, de éso nada. Era un período imparable como la vida. Coyuntural y de tránsito, como tantos y tantos senderos que se entrecruzan y que se multiplican diversificándose entre las montañas.
Tengo mil anécdotas de su amistad y de su valor. Recuerdo cuando los demás senderistas ya acomodados o con años, la criticaban porque decían que sus excursiones eran demasiado duras. A élla, no le gustaban demasiado aquellas críticas.
Por éso y por mil cosas más que ella y solo ella sabrá, dejó de venir al grupo. Pero luego coincidimos en otras pruebas y entrenos. Cada vez era más fuerte a pesar de su escaso peso.
Preparaba con sus amigas y amigos de la Universidad Politécnica, grandes experiencias que tenían que ver con el fondo y los alardes. Treinta, cuarenta, sesenta kilómetros, marathones y media por las montañas, y todos esos fantásticos proyectos de mujer salvaje y moderna.
Yo siempre admiro a Pilar. Admiro su positividad y vitalidad, su valentía, que nunca se detiene, y su tremendo entusiasmo entre el sudor. Orgullosa, independiente, vanguardista, realista, resistente, y con una fortaleza inusual. Una explosión y una pasión por el deporte al aire libre.
Ella y yo nos hablábamos rápida y casi atropelladamente, y comentábamos cosas debajo de un tremendo vendaval con lluvia y truenos. Y los demás, nos miraban. ¿Estarían locos esos dos? ...
Hace ya tiempo que no la veo, dado que mi lesa rodilla es incompatible con las caminatas, y no digamos con las grandes burradas de kilómetros que nos metíamos los más osados y duros entre pecho y espalda. Pilar significaba para mí el entusiasmo y la aventura en la acción. Trepidante. Un manantial y un torrente. Un contagio de naturaleza y de actividad. ¡Qué tiempos! ...
Se enamoró un día la buena de Pilar. Encontró una estabilidad necesaria. Su pareja la complementaba muy bien, y yo me alegré sinceramente de que hubiese acertado en las cosas del amor. Lo merecía.
Siempre tuve el respeto de Pilar. Todos los tipos fuertes y hasta masocas de la montaña, no solemos ser simplistas. Porque nos damos cuenta de que nos gusta exactamente lo mismo, y eso nos da una línea de admiración mutua que aprendemos siempre a mantener.
Luego, me contaron que había parado un poco. Que ya no hacía tantos excesos y que había reducido los kilometrajes. Pero pronto volvió a la carga. Y volvían los treinta, los cuarenta, o los sesenta kilómetros al zurrón. Porque de Pilar todo puedes esperarlo. De este portento físico a quien tuve el placer de conocer, nada previsible y definitivo tengas. Porque tiene hambre de sorpresas y de rebeldía, porque es montaña y sendero con piernas, porque nunca la verás estarse quieta, y porque cuando esté quieta será porque le plazca y además por que le dé la real gana. Porque sabe vivir, y soñar, y hacer, y decidirse, y concretar, y volar, y ser siempre libre y audaz.
-BESOS PARA PILAR-

viernes, 8 de noviembre de 2013

- EL MUNDO CONTRA MÍ -



Son, todos. Es que no me dejan en paz. Cada vez me fío menos de los que me fiaba antes. Porque era un ingenuo. No me quieren. Me han traicionado. No cuentan conmigo y van a la suya. Pues que vayan, y que con su pan se lo coman ...
Mi familia no sé ni en dónde está. Se perdió el contacto. Empezaron a pasar de mí. No sé las razones. Hasta que un día yo me harté y pasé de ell@s. No creáis que les guardo mucho rencor. Sencillamente, paso olímpicamente y sanseacabó.
Mi mujer. ¡Ay, mi mujer! Se casó conmigo por mi dinero y por mi posición social. Decía que me quería al principio de conocernos. Y yo pensé que bueno, que vale, que aceptaba su compañía. Pero pronto me di cuenta de que lo que quería era dar el salto y poder disfrutar de más confort y amplitud. Para éllo, al poco de casarnos, se me quedó embarazada casi sin planificar nada, y la muy lista fue enmarañando la red. Ahí terminó todo mi aprecio por ella, y empezó la pura rutina. Y ella lo sabía, y conoció el cambio y nunca le importó.
A los cuatro años de dar a luz, lo dejamos y me separé de ella. No se podía tener una conversación tranquila, siempre estábamos discutiendo, iba poco a poco haciendo su vida, aparcaba a mi hija en la guardería, y pasaba. Y mil barrabasadas más. Ah, y por supuesto, viajes en mi yate y a donde no era mi yate, y vestidos caros, y un coche potente, y todas las braguetadas de ambición que la dieron la gana. Me puso los cuernos y todo, pero casi que no solo no me importó sino que se lo agradecí. Hacía muchos meses que no compartíamos ya la cama. No había nada más que apariencias. Cuando se fue, se llevó una buena cantidad de millones. Que le aprovechen. La buena noticia es que no la veré más.
Mi trabajo en la multinacional no está mal. Mi cargo está bien remunerado, entre otras cosas porque soy un alto cargo y se corresponden los emolumentos con mi responsabilidad. Hay mucha gente que puede vivir gracias a que yo pienso y tiro hacia adelante para ellos y para todos. Pero me dicen que soy un egoísta y que no comunico apenas las decisiones meditadas que tomo. Y me ponen verde a mis espaldas, y hablan de cosas que no saben, y veo la envidia del mediocre en sus ojos, y que si mira este millonetis, y que si no doy ni golpe, y mil falsedades más. Si no diera golpe, no estaría en el cargo de responsabilidad en el que estoy. Parece, obvio. Pero en este país se odia a todo el que está por arriba y sabe más. Cuando no haces lo que les place, entonces ya eres un desastre, y un ésto y un lo otro. El día que deje mi trabajo y llegue un mediocre a pechar con mis responsabilidades, tirará a la calle a más de uno y a más de tres. Porque los que no curran, son ell@s.
A mí no me gusta el fútbol ni las grandes aglomeraciones. Veo, cuando salgo,-que es raramente a cenas y cosas así-, una superficialidad y una banalidad en los discursos que me aterra. Son simplones y además, engreídos. No me dejan hablar y yo sé por qué es. Porque cuando tomo la palabra y dejo las cosas en su sitio, se quedan sin argumentos y luego va y me cogen rabia. Me borran. Es el mundo de hoy. El que hay. Y éso, o lo tomas o lo dejas. Como las lentejas ...
Me gusta mi soledad. O, mejor, lo que no me gusta demasiado es la gente. Pero no penséis que es solo la gente de aquí. He viajado por medio mundo y las cosas son muy similares. No escuchan. No me valoran. Son absolutamente injustos conmigo. Me llaman antipático y hurón porque no voy ahí a bailarles el agua. Soy serio, y me gusta que la gente que esté conmigo también lo sea.
¿Buscar otra pareja? Es complicado. Hay mucha belleza, pero también mucha superficialidad. Dudo mucho que opte por buscar una nueva pareja. Por cierto que a mi niña, su madre me la deja a cuentagotas.
Y luego te das cuenta de que no tiene valores. Pero yo no pienso hacer el trabajo de los dos. Si ha dimitido la muy lista, allá élla. Y si mi hija no crece recta y empiezan los problemas, que mi ex no cuente conmigo. Ah, y es sindicalista, y antisistema, y no sé cuántas majaderías más. Es tremendamente falsa e hipócrita.
-MENUDO MUNDO ME HA TOCADO-

jueves, 7 de noviembre de 2013

- NO CORRAS -



Hazme caso. A mí me apasionaba la velocidad. Darle al acelerador. Era excitante. Te hacía libre. Todavía hoy, cuando veo a esos pilotos de Fórmula 1 poner el DRS para adelantar a trescientos por hora, algo recorre mi cuerpo. Porque, sí. Porque se llega antes, porque rivalizas con éxito social, porque acelerar es un acto de poder y de alarde, y sobre todo, porque los demás y lo demás nos importa un poco menos. ¡Nada! ...
Yo, no lo sabía. No sabía ni era consciente de lo que significaba calmar el instinto mental. Sí. Yo me introducía en el auto con mi mujer, metía a mi preciosa hijita Andrea, y la carretera y el placer era nuestro. A toda mecha.
Tengo veintinueve años. No solo me gustaba coger el coche y darle tralla. No. Soy joven. Y cuando me pasó todo, era un torrente de vitalidad. Estaba preparando el marathón, corría habitualmente por todo tipo de superficies y deportes, y la palabra quietud me sobrecogía y me desagradaba más que bastante. ¿La quietud?, ¿lo inerme?, ¿lo estático?, ¿ir como una tortuga? ...
Aquella noche de octubre de hace dos años, la había diseñado en un día inspirado Edgard Allan Poe. Volvíamos a casa tras pasar una jornada de campo con los amigos. Y, sobre todo, sobre muchísimo más de lo que me pasó, yo lo que estaba era enamorado de Rosa mi mujer, y hubiese matado por mi peque tesoro Andrea. Lo más grande de mi vida.
Pero, yo siempre tenía prisa. Rosa no se atrevía demasiado a pararme, y la niña pues ya sabéis. Los niños no pueden juzgar demasiado.
Y yo les maté a los dos. No calculé bien una curva, y se me fue el coche. Mil vueltas de campana, y todo a tomar por el saco. Estoy en un sitio extraño. Pasaron muchas horas y cosas hasta que recobré la conciencia. Y cuando desperté, me arrepentí mucho al conocer mi trágica realidad. ¡El horror! ...
Intenté suicidarme en dos ocasiones. Pero no solo porque mi conciencia de culpa de haber matado a mi mujer y a mi hija me desesperaba la conciencia y me hacía la destructividad y el vacío, sino porque yo me había quedado sin piernas.
¿Retomar? Hace dos años. El tratamiento psicológico es permanente. Empiezo a asumir mi realidad. Y que no tuve la menor intención de matar a quienes más quería en este mundo. Perdón: quiero.
¿Asumir que toda mi vida iré en silla de ruedas y seré un puto dependiente a mi edad? ¡¡Joder!! A veces pienso que no lo lograré. Ya sé que hay prótesis y muchos avances médicos, y que soy joven y fuerte, y que fui atleta popular, y todas esas convencionalidades. Pero ...
Solo tengo clara una cosa en mi disco duro del cerebro. Que si pudiera tomar un coche, ya no iría a aquellas velocidades brutales. Y, además, odio las carreteras, los coches, y todo ese extraño mundo de antes. No me interesa. Adiós. ¡A la mierda! ...
Me he vuelto otro, dice mi psicóloga. Yo creo que tien bastante razón. Y me gustará el día de mañana ofrecer mi cuerpo tullido a los jóvenes y menos jóvenes que veo que salen por la noche y que no saben respetar siquiera un paso cebra de ciudad populosa.
Ése, es mi objetivo. Quererme más, ayudar a los demás, aconsejaros que no corráis. Que, no corras. Que pienses que te matarás. Que si verdaderamente quieres a los tuyos, debes de saber pensar antes de soltar un hachazo de prisa. De ansiedad de guadaña.
Solo soy un escarmentado que aún tiene pesadillas por las noches. Años me costará aceptarme que me lo he roto todo, vestido de muerte sobre ruedas. He sido un peligro social, un verdadero hijo de perra egoísta e irresponsable. Ni pensé en los demás ni he pensado en mí mismo. Creía que todo eran tópicos y que nunca pasaba nada.
Mi arreglacabezas dice que lo mío es superable. Lo que pasa es que mi rehabilitación integral es más dura que caminar sobre el fuego. Os lo pido por favor: ¡no lo hagáis!
-DEJAD EL ACELERADOR-

miércoles, 6 de noviembre de 2013

- LAMENTABLE ESTOCADA FINAL A CANAL NOU -



Hoy no son buenos días para mí. No pueden serlo. Acaban de cerrar lo que era un signo de valencianía. Lo mío y lo de tod@s los valencianos. Han cerrado,-dicen que por la cosa de la crisis de los dineros-, la Televisión y Radio públicas de mi Autonomía valenciana. Han roto una importante raíz. Un excelente y necesario árbol de comunicación.
Hace 24 años que empezó todo. El Estatut de Autonomía abrió sus puertas a la libertad. La Ley madre. Nuestras señas de identidad parecían empezar a poseer y disfrutar de un refrendo propio. Ahora, el gran pregonero valenciano audiovisual, ha sido amortajado. Se acabó. Adèu ...
Lo revisten de que no hay dinero y de que hay que suprimir gastos, y todas esas historietas de mal pagador que unas y otros se traen como recurso de latiguillo recurrente. ¡Mentira! Se han cargado Canal Nou porque han perdido ha mucho su raíz y su esencia.
Nuestro idioma vernáculo. El de aquí. El idioma que siempre se habló en mi casa desde mucho antes de mis abuelos. El idioma madre, el mío, el que nos hizo ser como fuimos, el natural, el que me sale del corazón cada vez que me emociono o me euforizo. El que nos han ido robando y descaradamente poco a poco.
Una vergüenza es cargarse Canal Nou. Nuestra pequeña barraca sonora, cercana y amiga. Una maravillosa idea entrañable. Una defensa de nosotros, una proyección de la identidad, una sensación de que somos y fuimos. De que estamos y seremos. Todo éso, representaba la radio y televisión públicas.
En Valencia somos así de guapos. Pasotas, e indiferentes ante lo básico nuestro. Nos cargamos esa magia que es la Huerta, y ahora la Televisión de nuestra lengua.
Aterrizo. Se veía venir. Lo que pasa es que nunca te crees las cosas hasta que te las rompen. Hoy me he levantado con la sensación de que soy menos, y de que me han birlado algo. Y hemos sido nosotros. Los birladores eran de aquí. Y están todos muy serenos a pesar de todos los pesares. Sé que fingen tristezas.
Ya sé que la programación era una basura, y unos chismes, y "Tómbola" y "Parle Vosté", y grandes majaderías. Sé que solo fue un precioso impulso vernáculo. Sé que la sociedad valenciana está obsesionada en que el idioma valenciano es un pimiento arcáico que está de más. Sé que mi alcaldesa no habla el idioma de mi terreta, y que el ex President y murciano Zaplana no tuvo ni el interés en aprenderlo. Sé que pasaron y han pasado de todo. Y que no valoran lo nuestro. Y que no valoramos lo nuestro. Ahí está todo en esta última frase que repito: ¡No valoramos lo nuestro! ¡Res! ¡Nada! ...
Y así, es muy difícil. Solo en los pueblos y en las personas mayores se ve el valenciano y sus maravillosas diferencias. Nuestros niños y jóvenes ya no lo hablan, a pesar de que es una asignatura de obligatorio estudio aquí en mi Comunidad. Una pena y una pérdida.
¡Envidio a Cataluña! Les admiro. Ellos han sabido capear el tremendo temporal castellano y centralista. Los catalanes tienen clara su sacra identidad. No es una moda sino una fuerte y real convicción. Profunda.
En cambio, ya véis aquí. Parece que todo nos la pela. Parece que nos da igual trece que catorce. Que sepultamos nuestra Huerta y enmierdamos el lago de la Albufera, y no pasa aparentemente nada. Hoy siento verdadero asco y también me siento culpable. Porque este escrito lo debería haber hecho en valenciano. ¿A que sí? ¡Pues claro que seguramente! ...
Canal Nou no solo era una televisión y todo éso. ¡No, hombre, no! Canal Nou era una identidad, una bandera, un símbolo, la Senyera, el Valencia, el Mercado Central, La Lonja, mis padres, mis derechos reconocidos, una constatación de nuestra existencia y singularidad, una proyección al mundo, un síntoma de que había vida en el erial, el cine de todos, Joan Monleón, la naturaleza con Xelo Miralles, y mil maravillosos hombres y mujeres bien y auténticamente valencianos a los que tiran miserablemente al puto olvido.
¡ QUINA VERGONYA !

martes, 5 de noviembre de 2013

- JUEGO DE POSES -



Ayer hubo reunión de escalera. Somos séis puertas y dos bajos comerciales. No tenemos administrador porque vale dinero, y tratamos entre todos de solucionar los problemas a través de acuerdos.
Poco más. Mi escalera ya no tiene el sabor rancio y añejo de tiempos de atrás, en los cuales había salsa y vida en tales reuniones.
Echo de menos la familiaridad de aquel tiempo. Y sigo siendo un perfecto romántico de la cercanía intervecinal. ¡Qué utopía! Todo aquello mutó en otro tipo de relación fría y cortés, de individualismos feroces, de demoledores intereses particulares, y de estruendosos silencios posicionales y estratégicos. Cero grados.
Ya no se dicen las verdades desnudas en mi escalera. Porque la comunidad real nunca existe. Solo hay poses y una tremenda lejanía. Exactamente esa es la palabra. Lejanía. Kilómetros.
Mis vecinos son así porque este tiempo es así. Hay clasismos, falta absoluta de espontaneidad, ganas de irse lo más pronto posible de allí, los cojoneros que siempre han de haber, y nada o poco es auténtico.
Sí. Es una relación conservadora y amarrategui, y mucho guión previo. Y además, en una reunión sueles recoger lo que siembras durante el año. Es el partido de la conveniencia y del interés. Del salirse con la suya sin perder jamás de vista la palabra dinero.
Así vivo yo estos encuentros casi furtivos y esporádicos de mi escalera. Os confieso que no me gusta la frialdad ni la distancia. Prefiero los cabrones a los fríos y bienpeinados. Me gusta mucho más el que no piensa demasiado lo que dice, que el que tiene más que adaptado su discurso de enigma bunkerizado.
Ayer, la de siempre intentó llevarnos por todos los medios a su huerto de intereses. Para éllo, toma siempre la palabra y ya no la puedes interrumpir porque si lo haces la lía y te dice que no la dejas hablar. No es noticia que haga esto. Ya son años de esa guisa. Pero, sobre todo, yo os confieso que cuando la escuchaba, pensaba en mis raíces y en 1970, y en cuando mi escalera estaba llena de gente animosa y real. De balones rozando el poste y de goles por la escuadra.
En el fondo me gustó escuchar a la manipuladora de siempre, la cual en sus imprecisiones y embrollos muestra una parte de la vida del atrás. La mala de mi película hacía ruído y dibujaba extraños trazos de tuberías y de planos, a pesar de que no tiene apenas idea de arquitectura y de todas estas cosas.
Los demás, la miraban. Ponían cara de interés, hacían como que la escuchaban más que atentamente, pero todo era un juego de poses y una preciosa y educada mascarada. No eran sinceros ni les daba la gana serlo. No se implicaban en el cara a cara, y rehuían el combate y la salsa directa. Sin concesiones a la literatura.
Serios y perfectos, callados, supereducados, megaexquisitos, policías de su autoestrategia, y atentos a las emociones conjuntas. La idea era salir de allí con astucia y con poca mancha.
Todavía vivo yo esto como una gran pantomima. Me hubiera gustado que alguien discutiera, que se levantara la voz, que nos negáramos claramente las diversas aseveraciones, que hubiera lucha política, que no fuera un mero trámite jodido por el que hay que pasar, y cosas así. Estoy atrás aún. Quiero juntarles pero no lo desean.
La reunión de la escalera había tenido antes lugar. En el interior de cada una de las casas, sí que se tenía todo sabido por auténtica y filosófica verdad. Y de lo que cada vez me doy más cuenta es de que esto es un trámite frío que no merece demasiado la pena.
Es cuestión de dejar los sueños y aterrizar en la realidad. En el hoy. Y el hoy es blindado y silencioso, consenso interesado, puras formas y toda la evasión. Sambenitos, y amaños, y especialmente toda la lejanía.
-PERO ES LO QUE SE DESEA-

lunes, 4 de noviembre de 2013

- ROSA DÍEZ Y SU UNIÓN, PROGRESO Y DEMOCRACIA -



Vasca y española. Rosa Díez. Ex militante del Partido Socialista Obrero español de Felipe González, Zapatero o Rubalcaba. Es la primera mujer en España que lidera y encabeza un gran Partido a nivel nacional.
Se fue del Psoe muy enfadada con la política en el País Vasco, y decidió seguir por unos nuevos caminos. Es un torbellino, Rosa. Con una gran presencia y personalidad. Y con una deriva astuta fundó su partido actual. Unión, Progreso y Democracia se llama, y ha conseguido un extraño y evidente éxito en las últimas elecciones generales.
Rosa es segura, femenina, coqueta y bien dura. Desde élla, busca una emocionalidad. Un camino que lleva desde la ausencia a quien está desengañado con los dos grandes partidos: el PP y el Psoe.
Es la emergencia de una cuarta opción. Es el partido de quienes creen que se nos ha tomado el pelo, es un partido sin aparente ideología clara, y cuya lideresa ha podido conectar con activistas desencantados y cabreados. Gente, que quiere batalla política desde su reducido espacio. Gente ambiciosa y populista, de la calle, de una calle un tanto superficial y de poco matiz. Gente, que reacciona ante las cúpulas políticas tradicionales. Aventureros de la coyuntura entre la crisis. Pescadores de ríos revueltos.
¿Son de derechas o de izquierdas?, ¿cómo es realmente Rosa Díez, o su delfín y bello actor y político Tony Cantó? Depende, que diría un gallego. Nunca sabes ...
A mí me preocupa la deriva de la política en España. Porque la corrupción en el PP y la boba indefinición del Psoe, son quieness abren la espita al oportunismo y a la presencia. Unión, Progreso y Democracia, aparece ahí revestido de opción pero cargado de oportunismo y sin mirar los toros desde abajo del todo.
La libertad, marca las reacciones. Hay gente que adora a Rosa Díez y a su determinación. A su coquetería y singularidad. Cuentan de ella que es capaz de bajar a una cueva en tacones, y de no perderse ni una. Que quiere ser la novia en la boda, el niño en el bautizo, y hasta la reina del mambo.
Rosa, va de seria. Muy seria se presenta frente al periodismo. Y se defiende con tablas y saber estar. Les ata en corto y para los pies. Pero yo veo en sus ojos, dureza. Quizás amargura. Pienso que Rosa siente una deuda pendiente, que se fraguó en su decepción desde las políticas socialistas en su tierra cuna. Se siente traicionada y desconsiderada.
España. La idea de la unidad, la cual está escrita en el nombre de su un tanto desconocido partido. Porque se conoce a muy poca gente de ese mismo partido que ella lidera con pulso fuerte, y solo se sabe de un Tony Cantó que aparece de vez en vez para rectificar twiters e imprecisiones, y algunos que otros errores. ¿Quiénes serán los demás? ...
Yo creo que aunque políticamente va rentable en votos y logros, Rosa Díez se equivoca. Está jugando a algo irreal. Porque la política ha de ser otra cosa. Sin tanto dramatismo, ni excesiva seriedad. La política es un oficio duro pero desenfadado, y es como si Rosa se tomara las cosas casi como lo haría con un asunto personal.
Si en España hubiesen en la cúpula dos Partidos en bonanza y con vientos económicos favorables, Rosa sería un exotismo más. Izquierda Unida debe estar en medio del capitalismo neoliberal vigilando excesos y letras pequeñas, pero UPyD en mi opinión no aporta a mi país nada consistente. Nada especial.
Rosa Diez es su Partido. Si ella se fuera, todo se haría trizas. Todo pivota y gira en torno a su figura. La acaban de reelegir. Sigue ahí con fuerza. Y en una coyuntura general de enorme confusión, a mí no me sorprende en absoluto.
-PERO ME PREOCUPA-

domingo, 3 de noviembre de 2013

- CRISTIANO RONALDO, AUDAZ EN BOXER -



Cristiano es todo un personaje. Un rebelde bello y musculado, que a pocos deja indiferente.
Apagado temporalmente Messi, el portugués se exhibe mediáticamente y hace lo propio de un nervioso muchacho de su edad. Se sabe. Sí. CR-7 se sabe guapo, y sexy, y conoce su atractivo indudable en las mujeres y en homosexuales, y asume su condición de Apolo en apogeo. Rutilante y poderoso.
El hombre bello más allá de su vertiente deportiva. Sus músculos, su cuerpo, y su masculinidad llevada por el hedonismo camino del impacto. El triunfo de la juventud del atleta, de quien sabe que nada le cansa ni le agota, el guapo vitalista que ama el lujo y el glamour, y que accede a todos los reclamos de su imagen. El cuerpo.
Ha causado sensación y envidia a un tiempo la imagen de todo él y de todo su cuerpo mostrado a excepción de unos determinados calzoncillos boxers. El ídolo top-model.
La bestia, el animal, la fiera se suelta y da todas las condiciones que exige el guión de un personaje que le hace resaltar sus formas y sus cachas de atractivo. Se siente ahí, debajo de un gigante de siete metros que también es él, y la imagen potencia las mil palabras. Se rifan el póster. Lo roban.
En tiempos, el gran Alfredo Di Stéfano sorprendió en la tele con estas cosas de la televenta, ofreciendo determinadas prendas femeninas. Concretamente, unas medias. Ya viene de atrás todo, pero muy comedidamente.
En esa línea de libertad y de proyección, el otro día extraordinariamente enfadado contra el árbitro del Barça-Real Madrid, ahora se relaja y se muestra profesional y obediente con sus compromisos publicitarios. Sus gayumbos, lo que insinúa, la virilidad, su varonilidad, sus músculos fajados a golpe de gimnasio, y toda la pegada de un muchacho poderoso y explosivo. Se siente muy grande. En calzoncillos o sin calzoncillos, Cristiano es el icono para muchos chicos actuales a los que les gusta la idea del díscolo y gran triunfador. Estar ahí.
El aniñado sueño de las señoras maduritas o el ídolo de todas las adolescentes que anhelan un roce, o el reconocimiento por parte de todas las edades del espectro femenino de que está como un cañón.
Cristiano, triunfa. Triunfa en un mundo en el que espera bien sus oportunidades. Es el mundo del consumo y de la emulación, de la expectativa o de la nueva sorpresa. Un mundo que consume cuerpos y éxitos, y que alardea de éllos.
No. Un futbolista ya no es un tío bestia que se enguarra en esos campos perdidos de las geografías, sino que ya puede ser un gentelman pijo y advenedizo a la máquina del dinero que huele a colonia cara y que puede relacionarse con aparentes atmósferas vedadas.
El rayo Cristiano sabe que puede pasar. Que se le abren muchos caminos si enseña el torso o el culo, y que en un mercado valen tanto sus goles como su sonrisa o su expresión. Su percha, o su efectividad.
Además, el fútbol es pasión. El fútbol necesita ruído y polémicas, tipos que te hagan enfadar y que se enfaden, que osen y hurguen, que no se conformen nunca con ir al rebufo de nadie, que sean bullidores y pioneros, y que se dejen el pudor al lado de muchos dólares. La modernidad.
El fútbol no es solo lo que pasa pasa en el verde césped, sino también el ruído y la repercusión. Este deporte, es tambor y no piano, velocidad y nunca arcaicismo. Esta locura mágica que llena bares, estadios, casas o charlas, tiene todas estas cosas. Chispa, extrañeza, charme, osadía, aética, modernidad, actualidad, mediocridades, idolatría y todo el mercado. Y el mercado y su sociedad atrapa al fútbol y lo adecúa a sus intereses. Y el boxer abraza al tabú del mito deseado.
-CRISTIANO, SEXY-

sábado, 2 de noviembre de 2013

- MIS PRIMEROS PLATOS -



Hace bien pocas semanas que me decidí. Estaba siendo más que urgente hacer algo. Apenas sé cocinar. Y desde la inercia del ir tirando, yo me negaba a mí mismo una asignatura vital para mi bienestar. No daba el paso. Postergaba por mil miedos y algunas razones más válidas la decisión, y pasaban los meses.
El motivo de todo, tuvo su origen en mi nueva situación y actitud. Empiezo a sentir mi casa realmente como mía y con todas sus responsabilidades. Mi casa de los techos y paredes, y mi casa de mí.
Mi amiga Miren, tiró de mí. Sugirió a su estilo, fue amiga nuevamente, y opinó. Yo, que soy su amigo, la escuché. Me dijo que estaba muy bien lo que yo objetaba, pero que ella era partidaria de otra cosa. Yo, ya lo sabía. Pero algo me paraba. Hasta que, casi con impulsividad e impaciencia, la llamé y le mandé correos electrónicos. Ponía: "pensat y fet". En valenciano. Que, significa: pensado y hecho. Es decir, que si me ponía a pensar y a repensar, no llegaría a moverme dentro de mi crecer y ambición saludable y loable.
Como yo,-aunque tengo familia-, en la práctica no existe, me dije a mí mismo que todo da igual, y que hacia adelante. Sé que he de crecer y seguir sin mi hermano casi, sin mis primos hermanos, sin mis sobrinos y sin nada. Sí. He de seguir, había de seguir, tenía que seguir con la conciencia tranquila y limpia; mi camino no ofrecía dudas. Ya lo estoy pisando. Mi superación ya difícilmente la pararán los ausencias. No lo harán.
A los pocos días llamé a un joven chaval , estudiante de hostelería. Tenía miedo y hasta vergüenza para convocarle. Pero, David, que así se llama el chico, se puso al teléfono y mostró naturalidad y bastante madurez y comprensión para su edad. Y lo que no comprende bien, no hace por insistir preguntando. Debe intuír que mi vida ha sido de todo menos convencional o al uso.
Mis primeras compras, el precio, la variedad en los platos, y todos los etcéteras que se van aprendiendo en otras juveniles etapas de la vida. ¡Oye, qué miedo! Esto es para abrumar. Pero, sí, pensado y hecho. Poca cosa de pensar. El tiempo es oro y corre rápido. David es valencianoparlante, es de un pueblo aledaño a Valencia, y su habla me hace que yo me pase el tiempo dirigiéndome a él en la lengua de mis padres y de mis abuelos. Estoy aprendiendo a cocinar en valenciano. Y éso me tranquiliza y pienso mucho en mi abuela y en mi padre y madre, que lo hablaban siempre. Y en que, en esta casa, solo se hablaba mi idioma vernáculo. El buen y entrañable pasado.
Imaginad el trajín. El Mercadona, la frutería, los precios, los primeros y segundos platos, la dieta equilibrada, el intentar que todo me salga bien a la primera, la falta de tiempo, y mis elaboraciones primerizas.
Ya me sé varios platos. David me dice que la cosa va bien y que no me agobie. Que, me ve suelto y con buena destreza para estar en párvulos de gastronomía. Que, voy bien.
Pasados los sustos y los nervios, cansado y preocupado, me invade una sonrisa de satisfacción potentísima e inexpresable en su verdadera magnitud. Ya tengo las cenas para toda la semana. Mis primeras cenas calientes hechas por mí.
Y eso me da y confiere un nuevo perfil. Esa aparente cosa menor que es cocinar y cuidarme, es en realidad algo que me maravilla y me define bien. Estoy haciendo sólida y sana mi vida, consistente y aceptable. Porque mis sabores no salen malos, porque me supero a mí mismo cada día y eso me llena hasta de grata sorpresa. Me vuelvo autónomo y me autogestiono, me quiero más, y seguro que l@s demás también a mí.
¡A LA COCINA!

viernes, 1 de noviembre de 2013

- LA ELECCIÓN DE DIEGO COSTA -



Elegir una camiseta nacional. Pero no elegirla porque se sienta tal nacionalidad. Elegirla desde criterios deportivos o mercantilistas.
Éso, es lo que ha hecho Diego Costa. "Fichar" por el equipo en el que es posible que tenga más opciones de jugar. En Brazil suelen sobrar jugadores, y en la Roja de Del Bosque faltan nueves.
Lo que pasa es que el Mundial será en Brazil. Y un nuevo maracanazo hipotético y en una final en la que la canarinha pudiese perder por un gol del jugador de Lagarto, supondría muchos riesgos.
La polémica le va a acompañar. Si sigue jugando bien como ahora y metiendo goles, el camino será franco y expedito. O, casi.
Es un jugador sanguíneo y temperamental, de humilde origen, y que a menudo suele perder las formas y entrar en impulsividades. Y en España el racismo es un hecho. Hay gente a la que le hace poca gracia que juegue en mi selección. Es una selección de chicos educados y seguros, y meter ahí a un rebelde con doble nacionalidad y que ya ha jugado en juveniles con la carioca, se piensa que quizás podría afectar o chirriar en la armonía. Llegar el mal rollo.
Lo que está claro es la magnitud y el sin fronteras del poder del dinero. Todo lo puede. Puedes hacer lo que quieras si tienes papeles y legalidad. Saltarte éticas, y juguetear hábilmente con las opciones y situaciones.
A mí me es igual que Diego Costa juegue o no en la Selección Española. Trato de ver en él a un español y enorme jugador, que sumará para que la escuadra nacional sea más efectiva aún y potencie la calidad general. Que la dé más chispa y peligro para descorchar los cerrojos contrarios.
Mientras no haga antideportividades, y muestre madurez y serenidad en el campo y fuera de él, perfecto. Mas la discusión dependerá de muchos factores.
La guadaña racista le aguarda por si yerra. Y la enmascararán de mil excusas para defenestrarle. Desean que en la Selección solo jueguen españoles de nacimiento y costumbres. Nada de moros conversos en tierra de cristianos.
La boca estará sellada mientras nos meta muchos goles y nos haga ganadores y admirables. Pero aún así le harán la puñeta todo lo que puedan.
En Brazil están más acostumbrados a estas cosas. Casi todos los jugadores huyen de la pobreza y se vienen al dinero de Europa y de donde haga falta. Pero la camiseta mágica amarilla brasileña tiene en aquellos lares una dimensión realmente especial. Potente. Le llamarán por tanto, traidor. Será el gran traidor local del Mundial. Su Mundial, su selección, su prestigio, su momento, su desquite del maracanazo, y que encima uno de los suyos venga para fastidiar.
Pero la buena conclusión, es que hoy más que nunca el fútbol es dinero e inversión. Salir de la pobreza. Ser jugador de fútbol y bueno, puede sacarte de todas las crisis y de todas las penurias. Ser jugador de élite europea es llegar a ser rico, y consistente, y aprovechar los pocos años de trabajo en ésto para llenar los bancos con tu dinero. Adiós a las preocupaciones.
El fútbol de élite y poder sabe driblar a todos los inconvenientes y adversidades, aunque a nivel social se lleve recelos y tremendas críticas. El fútbol es un egoísmo y un gran atajo. Y si no eres deportista y bueno, lo puedes pasar francamente mal. El mundo es un desequilibrio que galopa con oropel y olor a money, camino de las emociones y del negocio.
-SUERTE, CHAVAL-