10:00
jose vicente ortí
Dentro de tres meses, cumplirá cien años. Y, de hecho, si le ves al lado de su cuidadora y en la silla de ruedas, puedes imaginar su provecta edad. Mas D. Emeterio siempre te va a engañar y sorprender.
Porque, claro, le ves ahí con carita de bueno y de despistado, con su espalda con lordosis, y con su cabeza caída siempre hacia abajo, que no imaginas su tiempo y su personalidad reales.
Lucidez. Lo descubrí ayer cuando no sé porqué me puse a charlar con el viejecito ante la mirada extrañada y sorprendidamente divertida de algunos. ¿Por qué iba a mí interesarme una charla con un hombre aparentemente tan avejentado y casi centenario? Nadie o pocos, lo entendían ...
Le saludé, y Don Emeterio alzó su cabeza y aguzó sus orejas de sordete para poder escucharme. Sus ojos son bondadosos y definitivos a un tiempo. Parece inofensivo, pero si escarbas te quedas inquieto.
Es educado, ceremonioso, de Xàtiva, hombre de otro tiempo y contexto, pero a la vez eterno y real. Singular.
La guerra. Le marcó la guerra. Porque a un niño que nace en 1913, la guerra se lo marca todo. Y éso, que el señor Emeterio me la cuenta, aunque me confiesa que no hay nada que deteste más.
Me dice que su tiempo fue la tremenda Guerra Civil española, y que él acabó dedicándose a formar e instruír soldados para el ejército republicano de la Democracia española atacada por los golpistas.
Aunque el señor Eleuterio no es un militar, es evidente que tiene todas las trazas. Seguramente, militar a la desesperada, miliciano, humanista, y con una enorme lealtad.
Me cuenta D. Emeterio, que estaba a las órdenes de un general republicano en Barcelona, y que se chupó toda la tostada de la brutal guerra fratricida. Y que el general, viendo lo valeroso y siete veces leal y obediente como era Don Emeterio, le confesó en un día de sinceridad extrema: "Muchacho, tú hubieras defendido igual de bien a este bando como al de los de Franco..."
Leal y bueno. Emeterio hacía lo que se le mandaba. Estaba en la primera línea de fuego, si había que recoger los cadáveres se hacía, o si había que infiltrarse por lugares de riesgo se sabía que podían contar con él. Porque el señor Emeterio nunca iba a decepcionar a nadie.
A pesar de su delgadez y baja estatura, el setabense Emeterio era fuerte como un roble. Y aguantaba los bombardeos que le caían a cien escasos metros de la oficina de su general republicano en donde también estuvo cuando se supo de su valía. Cada media hora, noche y día sin parar, un enorme bombazo físico y emocional caía sobre las conciencias y las mentes. Pero, Emeterio, con su serena aceptación de las terribles cosas, se rehacía y a seguir.
Me termina hablando con la disciplina y hasta sequedad de un hombre de acción y necesariamente práctico. No había opciones. Y aunque no sufrió jamás una sola herida de guerra, sus secuelas siempre fueron otras.
Me dice que tras acabarse todo, no quería leer nada sobre las guerras, ni escucharlo por la radio, y que incluso no quiso saber nada de mujeres, o de planes, o de gratitudes. Que él había perdido la guerra. Y que lo que más le gratificaba no es que él hubiera podido sobrevivir. A Don Emeterio le preocupaban los demás. Todos los demás. Los heridos y los muertos. El dolor irreparable y evidente de aquella barbarie entre sus amigos y su familia. Yo creo que el señor Emeterio ha sido un humanista más que soldado inevitable.
Yo, le dije: "Oiga, Emeterio, ya me gustaría a mí llegar a los cien años con las cosas tan claras en la cabeza, ¿sabe? ..."
Y el abuelo me contestó a lo militar: "Pero eso tienes que trabajarlo ya, ¿eh? Sí. Desde ahora mismo. Desde el presente. Nunca hay que esperar ..."
-GRACIAS POR LA LECCIÓN, SEÑOR-
10:56
jose vicente ortí
Hola, soy Cristina. Me acuerdo de cuando era una niña. Sí. Pequeña, muy pequeñita. Y, hasta menos peque.
Recuerdo aquellas camisetas que me ponían mis padres. La parte de arriba de mi cuerpo. Todavía no había nada para tapar, y siempre me ponían una camiseta. Como a las otras niñas. En cambio,-por ejemplo en el verano en las colonias y campamentos-, los niños iban a pecho descubierto. Yo, no es que les envidiara, pero nos llevaban ventaja. Pasaban menos calor, y además eran socialmente libres. Les tocaba aquello.
Fue pasando mi niñez. Yo quería ser ya una mujer. Mi cuerpo podía ser una caja de sorpresas. Horas y horas mirándome en el espejo antes de tiempo. Y, poco a poco, empezó a desarrollárseme el pecho. Los pechos, vamos ...
Aquello fue la alegría y hasta la locura total. Me iba con las amigas a las tiendas de las grandes superficies, y comenzábamos a jugar a gustarnos a nosotras mismas.
¡Ah, la llegada del sujetador! Del primero de verdad que me puse. Porque os confieso que antes de que saliera nada, ya me ponía. Pero era para presumir y por incipiente femineidad. El sujetador te hacía femenina y con poder. El infantil y mágico mundo de los tirantes. La moda. Siempre me gusta llevar cosas modernas y que puedan sorprender y gustar.
Os decía, que aquello ya iba en serio. Pezones, coronando ya masas redondas de pechos que iban apareciendo y creciendo. ¿Cómo favorecer este período? De mil maneras y locuras. Minisujetadores que marcaran mucho. Ropa marcando formas. Y lo más importante además de mi primavera arrebatadora: los chicos.
Era nuevo cómo me miraban el torso los chavales. Me buscaban con la mirada mi cuerpo, el cual ya se parecía al de una mujer. Empezaba a gustarles yo a los chicos. Y éllos, a mí, ¿eh? Es natural y muy ilusionante ser coqueta a esas edades primerizas.
Cambiaba todo. La niña se iba replegando. Aparecía Cristina la chica, la mujer, la mujer física, yo ...
La adolescencia se replegaba y aparecía la juventud y todo el desarrollo corporal. Yo, y mis tetas. ¡Casi increíble! Ya podía ser presumida y ponerme a gustar. Ya podía buscar y elegir mis primeros sostenes, porque ya había materia. Verdad, y nada de sueños raros.
Soy de curvas. No os voy a mentir. Mi madre siempre lo fue, de modo que yo lo esperaba. Y mis primeros top-less en la playa al lado de mi pandilla, fueron inolvidables. Además tenía la suerte de que hacer top-less, era ya lo más natural del mundo en la playa. Antes, estaba prohibido y muy mal visto.
Yo, era la reina de la pandilla en la playa. Mis facciones y el resto de mi cuerpo eran agradables, pero mi torso desnudo era lo que más. A Jaime y a Víctor se les caía la baba, y Vanessa y Silvia me tenían envidia escondida. Los demás no decían nada ...
Me llovieron las citas de los amigos. En realidad, solo querían verme sin el suje. Yo, les importaba muchísimo menos que los estudios, el cole, u otras amigas. Para éllos, empezaba la sexualidad, el erotismo, el machito que llevaban adentro, y todas esas cosas de niñatos inexpertos aunque audaces. Sus hormonas les cegaban y arrastraban. Querían tocar, y sus manos se ponían sudorosas y nerviosas.
Ya tengo treinta años, novio definitivo, y vamos a casarnos. Aquella fantasía tan tierna y biológica, fue dando paso a una visión auténtica y real de las cosas. Mi chico me quiere a mi persona. Y respeta si llevo sujetador, si no lo llevo, o de qué color es. Estamos muy enamorados.
-ADIÓS, PASADO-
9:17
jose vicente ortí
Un nuevo clásico del tenis. Un espectacular Barça-Madrid de los dos mejores jugadores del mundo. El especial madrugada y de televisión de pago. La final del abierto de tenis de los Estados Unidos.
Da casi todo igual. Rafael Nadal Parera y Novak Djokovic, se volvieron a zurrar la badana. Como si se citaran en lo más alto del ring del Madison Alí y Frazier por poner un ejemplo. Son los actuales mejores tenistas del planeta. Parece iteración, se ha dicho todo de éllos, pero la mejor noticia es que hacen grande a ese deporte elitista que siempre ha sido el tenis.
Maravillan, golpean la pelota con arte y talento, y hoy por hoy sus principales rivales son ellos mismos.
Sí. El tenis no solo es golpeo brutal, o muñeca de oro, o talento a raudales, o creatividad, o lo que se quiera añadir. El tenis es sobre todo, cabeza. Control de la frustración, aceptación de que vas a pifiarla, asunción de que habrán nuevas ocasiones para rehacerse, y fuerte convicción de que acabarás ganando.
Lo de Rafa Nadal Parera, ya es hazaña y leyenda. Tiene una coraza inteligente en la testa. Aguanta las piedras y las adversidades que le echen. Sabe que Nole Djokovic es otro fiera, y que le va a restar como nadie más, que le va a meter saques que mejor no moverse, o que le va a llegar a pelotas absolutamente indevolvibles para todos los demás. Y, éso, es de astros.
Asumir que tienes delante a un "chacal" maravillosamente enloquecido de tenis y no perturbarte, es más que de premio de mérito. Hay que tener el disco duro, de kriptonita. Has de ser casi un suicida japonés o un fardón del Oeste que puede morir a balazos procedentes de Su Majestad el sheriff. Por eso es que Nadal es tan grande. Por eso ganó ayer en América y en los mismos Estados Unidos y sobre superficie dura, y por éso se olvidó de que su rodilla anduvo imposible un tiempo, y que algunos se dirigían a él como ya a alguien del pasado. ¡Erraban! ...
Nadal se ha cargado otra vez al gran Djokovic. Y en Pekín podría volver a ser el número 1 de este deporte. Este tío es grande, es maravilloso, tiene las ideas asentadas y amuebladas, una fuerza portentosa, y una actitud personal que le permite ganar lo que le dé la gana y ante quien sea. Y no hace dramas ni se pone en exceso tristón. Es realista como un hierro. Vive el presente de indicativo del verbo naturalidad. Tiene los pies en el suelo mucho más que todos. Es coriáceo y cabezón, se pone seriote y concentradísimo, y pelea cada bola como si fuese un juvenil. Disfruta. Sigue teniendo la ilusión de siempre. ¿Qué más se puede pedir? Es un chico feliz y triunfador, con la cabeza madura de alguien de más edad. Djokovic sufre más toda la derrota. Se crispa y se va de los partidos. Y entonces le cuesta más volver a la pista. Se encocorota en que no, y el nervio le puede. A "Nole" le jode la cachaza y serenidad que presenta míster Nadal. Es impasable mentalmente. Es demasiado duro de pelar. En cambio él, se siente más vulnerable tras una imprecisión o yerro. Cosa de caracteres, aún estando en el Everest del Tenis. Son dos estrellas diferentes. La cabeza de Nadal está en el hechizo práctico de la concentración. Nadal nos enamora con su mágica sencillez. Es el mejor, hoy por hoy. El mejor deportista español de siempre, y uno de los mejores en esto del tenis mundial. -¿ES NOTICIA QUE GANE DON RAFAEL?-
11:35
jose vicente ortí
Aprovechando que hoy comienza en mi Valencia el curso escolar para los niños, evoco mi primer día de colegio. Yo, no quería ir. No había estado nunca en el cole. Tenía cuatro años y ya tocaba ...
Pero mi madre-, mi padre se desentendió por completo de mi escolarización-, tenía la idea bien clara. Deseaba que sus hijos estudiaran.Y allá que fuimos mi hermano y yo a un colegio que todavía sigue en pie y en vigor. Es el colegio Teodoro Llorente, de la calle de Juan Llorèns.
Mi hermano iba más tranquilo al cole. Me lleva un año y pico, y le tocaba ya el segundo curso. Pero, para mí era todo una cosa extraña. Recuerdo la cesión. A mi madre le decían los profesores que no se preocupara. Que, no pasaba nada. Lo que sucedía era que yo tenía un tremendo berrinche. Lloraba y gritaba que no: "¡Yo no quiero entrar, mamá!" ...
Se llamaba Doña Josefina la profe de infantil. Sonreía. Recuerdo su sonrisa tierna y mágica. Veía la cara un tanto asustada de mi bella madre, y se ponía en su piel. Era mi berrinche un acto sincero y tierno. El niño, no quería que su madre se fuera y le dejara allí en compañía de extraños. Hasta que finalmente, Doña Josefina rompió el nudo y logró que mi madre se fuera a casa, y que yo entrara todo llorando a la clase. Casi, a rastras ...
Apareció otro profesor, el cual era muy amigo de Doña Josefina. Se trataba de Don Julio. Ambos se miraron, sonrieron, me observaron, se tranquilizaron, y al final yo también me tranquilicé. Han pasado casi cincuenta años de todo ésto, y conservo fresco el recuerdo. Qué disgusto pasé ...
Cuando mi madre acudió a recogernos a mi hermano y a mí, todo parecía ya una balsa de aceite. Ya me había calmado. Seguramente vi que todo era muy natural, y que los demás niños aceptaban aquello con total normalidad. Y no lloraban.
Cuando yo iba al cole, llovía mucho en otoño y en invierno en Valencia, y yo me ponía unas botas de agua de color blanco, y pisaba en juego todos los charcos. Y en el aula no es que se pasara frío, pero calor tampoco. Aún huelo el olor de la goma de borrar, o del plumier o estuche en cuyo interior estaban los lápices y los bolígrafos. Y la cartera con los libros, y es curioso, pero ésa no la recuerdo. No. No me acuerdo,- y éso que soy memorión para las cosas de mi pasado-, de cómo era mi cartera en cuyo interior iban los libros y los cuadernos. Lo que sí estoy seguro es de que no era una mochila. Nada de esas mochilas que llevan los niños actuales. Era una cartera. Pero no me preguntéis más ...
Doña Josefina era además la Jefa de Estudios, y Don Julio debía de ser un tipo importante en dicho colegio Teodoro Llorente. Como un tutor, o algo así. Recuerdo que sacaba todo dieces y en todas las asignaturas. Debía de ser lo que hoy llaman niño superdotado y esas moderneces. Y no era especialmente un empollón. Se ve que captaba los conceptos con rapidez, y su desarrollo me era más fácil que a los otros nenes. Misterios y peculiaridades personales.
Me ponían una banda, la cual era un signo de mérito y distinción. El que llevaba la banda era el número uno de la clase. Y toda mi educación infantil y primaria fue así. El primero de los pupitres para mí, la admiración de los profesores y la envidia de mis compañeros. Eran todo chicos, porque en la época de Franco estaba prohibida la educación mixta. Me hubiera gustado tener niñas compis, pero no pudo ser.
Fue un tiempo entrañable. Me desubrí como un excelente estudiante, el cual no tenía tradición. Todos los míos eran de extracción obrera, y yo debía ser un rara avis. Y cuando mi hermano le soltó a mi madre más adelante que no deseaba estudiar, mi tesoro ahora muy mayorcita montó en cólera, se negó a aceptar, y le mandó en verano a una escuela de apoyo.
Yo, no podía entender nada. ¡Estudiar era fantástico! Te permitía descubrir cosas. Muchas cosas antes veladas del mundo. Aunque, bien es cierto, que el bienestar del estudio y las buenas notas solo son una parte positiva de la infancia.
-ME LO FUI DESCUBRIENDO POCO A POCO-
9:58
jose vicente ortí
España tiene disgusto. Y gordo. Se había hablado en los medios, de que Madrid tenía todas las trazas y bazas para ser la sede de los Juegos Olímpicos a celebrar en 2020. ¿Era euforia?, ¿exceso de confianza?, ¿más sueños que realidad? ...
Los criterios de selección son muy diversos aunque puedan estar pivotando a través del dinero. Y yo creo que Tokio es una excelente elección. De hecho, eran los favoritos. Y se han llevado el gato al agua.
Japón es un gran país y Tokio una capital potente y vanguardista. Tienen tradición y ya les tocaba. Desde los años sesenta que no repetían. Seguro que nos van a sorprender a todos. Son rigurosos, saben lo que se lleva entre manos, y son una apuesta segura del C.O.I. Llevaban demasiados años sin Juegos Olímpicos. La llama del deporte y del prestigio debían regresar a aquel amable lugar. El pero, lo tienen en la central nuclear de Fukushima. Ése será su potente talón de Aquiles. Un toro, azaroso de lidiar sin duda.
Estambul. Otra de las derrotadas junto a Madrid. Turquía. La primera ciudad con mayorías islámicas, se preparaba para la gran aventura. Deberán esperar. Parece que tienen un enorme entusiasmo y muy buenas ideas, pero las infraestructuras andan en mantillas. Estambul ha sido un proyecto apasionante, pero en extremo arriesgado.
Y para riesgos ya está Río de Janeiro. Brazil también es un país emergente y bisoño. Inseguro y arriesgado. Pobre e impredecible. Y el Comité Olímpico ha decidido tomar pausa en las aventuras. Se esperará a ver cómo se supera el escollo brasileiro, para ver las posibilidades de otras presencias aspirantes. Japón y Tokio eran conservadurismo pero seguridad. El marco habitual y transitado. Juntar Río con Estambul parecía demasiado temerario. El deporte ha de abrirse al mundo, pero no a lo loco. Hay que esperar a ver.
Madrid. España. Veo mucha tristeza y mucho enfado en nuestros valedores. Es natural. Quizás venden muy pronto el oso y después no lo cazan. Decepción.
Barcelona está muy próxima. Fue, en el 92. España ha tenido ya Juegos Olímpicos. Debe repetir, porque los catalanes lo hicieron de cine. Pero ahora España es un país económicamente en las cuerdas, que no ofrece al mundo la credibilidad necesaria. Hay que entender al C.O.I.
El circo deportivo y de negocio del Comité, no puede hacer oídos sordos ni la vista gorda ante las realidades. España está hecha unos zorros. Para poco dispendio. Madrid es potente y tiene toda la modernidad que te dé la gana. Pero, ¿y el dinero suficiente?, ¿está España para las inversiones seguras? Me temo que la respuesta no es la mejor. Ahora somos universitarios pero no tenemos un duro. El país no se ha recuperado de la asfixiante crisis. Habrá que admitirlo.
Os confieso, que a mí particularmente me va más la vertiente deportiva. Creo en los Juegos Olímpicos cuando veo a los deportistas en el Estadio o en la piscina. Me seduce menos la cuestión estratégica y política. Pero he de reconocer que ahora y siempre, las sedes han de tener un sentido práctico en el medio de una Economía globalizada y actual. Aunque no crea en absoluto en el mundo del dinero y en las reglas del juego actuales, yo comprendo al C.O.I. No son tan malos.
-ESPAÑA DEBE SEGUIR APOSTANDO-
7:21
jose vicente ortí
De Herodes a Pilatos. En busca de los apoyos imposibles. Intentando por la vía diplomática de la desesperación, lo que logró su antecesor Bush por la calle de en medio y saltándose la legalidad internacional.
Sí. Barack Obama intenta contentar a todos. Y parece que no está consiguiendo apenas nada. La ilusión Obama, empezó a través del color de su piel. El presidente de EEUU ya podía ser negro. Fue la esperanza nueva de un tiempo que quería desmarcarse de radicalidades republicanas y mejorar las tensiones en el mundo.
Mas no lo logró. Al menos, en la medida esperada. Ahora, le ha dado por señalar la necesidad de atacar al tirano y líder sirio Al-Asad, al afirmar que hay pruebas de que ha gaseado con armas químicas a sus opositores los rebeldes en la gran guerra civil que hay en este país.
La osadía de Bush, la paga caro Obama. Ya no se creen los asuntos tanto a pies juntillas. Entre otras cosas, porque en Irak no había armas de destrucción masiva. Nos engañaron a todos. Ahora, la siempre en solfa credibilidad de los presidentes americanos, atenaza a Obama. Le diluye.
El primer Presidente negro del Imperio de las barras y estrellas, ha querido cual joven bisoño justificarse ante los suyos. Ha mirado más que mucho a su política interior. Ha buscado siempre apoyos y más apoyos, consensos, y pactos negociadores. Sus gestos han pasado por loables, pero acaban siendo ineficaces. En su país mantiene una dura lucha por la defensa de la Sanidad pública, pero la cultura general de los americanos y de la tradición, le dice que no. Nada está logrando de relevante. Poco cambia.
Afuera, se constituyó en el justiciero esperado. Capturó al maligno terrorista Bin Laden y lo tiró al mar de la venganza. Pero su pueblo está muy marcado por las heridas, y éso distrae.
Obama, se apuntó pronto a la idea de un enemigo de la libertad. El enemigo. No se ha visto o atrevido a tener un coraje político para acercar posiciones excesivas entre el Islam y los suyos. Entre los que siguen siendo en el mundo, los malos y los buenos. La eterna y hasta absurda Cruzada moderna.
Es posible que sea mucho más cómodo para Obama hacer lo que hace, y tratar de ser más papista que el Papa. De que sus odiadores atávicos no le peguen interiormente más de lo que siempre han hecho con él. Las reglas del juego son, Estados Unidos y el resto del mundo. Aunque Obama trata de que no se le escapen los detalles plurales de la realidad.
Le han dicho lo del gaseo con armas químicas a Obama, y este se ha puesto en pie. Quiere permiso de castigo para el líder de los sirios. Lo ideal es que no se gasee a nadie no con armas químicas ni con tiros de metralleta. Pero el mundo, parece priorizar otras cuestiones.
La Crisis, por ejemplo. Ahora son tiempos de crisis, y un poco menos de luchas de Cruzadas y de enemigos ideológicos. Europa no le ha hecho ni caso. Obama no quiere traspasar la legalidad internacional. Quiere tener buena imagen, y no digamos en el exterior. Pero parece un tanto hilarante que el tipo con más poder del mundo vaya de viaje en viaje para acabar con el rabo entre las piernas de lo inconcluso.
Obama ha sido un gran chasco. Un quiero y no puedo. Desde que llegó a la Presidencia. Y ahora, el día que desee atacará a Al-Asad como castigo y todas esas cosas. Pero solo logrará remover los odios indecisos en el Islam. Podría ser peor el remedio que la enfermedad. Sin duda que es una decisión tan arriesgada como realizable. Mas si lo hace y ataca, será bastante menos demócrata y cada vez más republicano y patriotero.
Así se le verá en el mundo. Lo que pasa es que el resto del mundo es menoridad, y el Poder siempre quiere hacerse valer y exhibir. Obama está autopillado.
-HAGA LO QUE HAGA-
9:04
jose vicente ortí
Acabadas las vacaciones estivales, hoy se reanudan los ensayos de mi Grupo Coral. Tengo ilusión. Fundamentalmente, porque siento que necesito cantar. Expresarme. Soltar de mí.
Es mi segundo año en un modesto coro del Grao de Valencia, y les he ido pudiendo conocer paulatinamente. Ahi hay de todo, como en botica. Gente agradable y menos agradable. Como pasa en todos los grupos del mundo y de la sociedad. Pero tenemos el nexo común de que nos hace gracia cantar. Nos gusta.
Unos cantan por quedar bien con los suyos, otros desean proyectarse y aprender, otros pasan el rato entre sus amigos y su afición, y yo voy a aprovechar estos ratos para desconectar de ese duro estrés que generan los sinsabores del trabajo cotidiano. Cuidar a mi madre es muy bello, pero te carga y te atrapa hacia un cierto desencanto. Por eso la llave de la música y la voz abierta,me potencia las pilas y me da nuevas energías para poder cuidar a mi tesoro con más recursos y descanso.
Mi grupo, me gusta porque es modesto. Son de raíz y de barriada. Pertenecen a esa disposición y carácter valenciano de calle y fiesta. Los Poblados Marítimos están llenos de gente así. Les brota la música. Bandas y Coros. Ruído y armonía. Mi coro es popular. Apenas se notan los divismos. La mayoría es gente trabajadora e inquieta. Y un par de días a la semana, se juntan y hacen voz coral. Es una idea preciosa, que les nace y que es de admirar. Más allá de las ambiciones o de la calidad, mi Grupo Coral tiene decisión y ganas, entusiasmo y mucha afición. La mejor conversación puede estar en los ensayos, entre bromas e ironía valenciana a compartir.
La directora, es una chica joven que todavía anda a punto de licenciarse en la Universidad. Está estudiando. Es inteligente y divertida. Sabe trufar durante los ensayos el rigor y el cachondeo. Pero siempre huye de los apuros. La música no debe ser preocupante sino algo grato. Lo sabe bien. "Si no te gusta la música, ¿qué haces en un Coro?", parece decir. Y, tiene mucha razón.
Y, ¿qué hago yo ahí en el Coro? Lo más importante,-en este mi segundo año-, es que sigo con la misma intacta ilusión que cuando comencé. Estoy deseando, no solo que llegue el momento del canto compartido, sino de ponerme a tomar apuntes. Quiero seguir aprendiendo.
Además, el año pasado me fue una efectiva estrategia. No sé apenas solfeo, el resto del grupo me lleva distancia, y entonces mi posición tenía que ser la de la atención y laboriosidad. La profesora, se dio cuenta. Y le agradó mi actitud.
Solo se sigue cuando hay ilusión. No me asusta la música, porque me gusta. Al principio estoy envarado, como nervioso, me asaltan todas las dudas sobre si lo haré mal o si no podré estar al nivel de l@s otr@s. Pero llega un momento, en el que me vengo arriba, se me iluminan mis ojos, y puedo dar lo mejor de mí. Quiero poder algún día acercarme al nivel de la mayoría. Y me he propuesto conseguirlo de la mejor manera que sé. Que es, ilusionándome y siendo feliz. Estar en el canto y en las cosas, y dejándome fluír con mis aciertos y errores. Siendo, lo más yo mismo posible.
No sé qué pasará este mi segundo año en el Grupo Coral. Pero eso es emocionante y excitante. Éso, se llama deseo de sorpresas. Seguiré y estaré en el Coro mientras sienta las ganas de cantar, que supongo que serán eternas.
O quizás hasta que una dulce y femenina señora me marque otros gratos caminos. Sí. Estaré donde me lo pase bien. El Coro será mi excusa semanal. Mi darle a la singüeso, a través de la armonía musical. Mi sacar a bailar a mi niño interior desde la entraña de la música para que juegue de nuevo con renovados juguetes.
La vida. Mi aventura. Seguir caminando. Marcarme retos y momentos de placer. Objetivos e ilusiones. El mar de la música, me lleva en barca como antes pudo ser el sendero y la montaña.
-MAS NO ME DETENGO-
10:12
jose vicente ortí
Dicen que de muy niño tenía la manía de dar patadas a todo lo que se encontraba en su camino. Y de esas fuertes patadas, no se libraban ni personas mayores ni niños de su edad.
A los ocho años, David ya era el niño más agresivo de su barriada. En el colegio no podía estar. Los recreos estaban hechos para su afición, la cual consistía en golpear a sus compañeros de clase y de todas las clases. Y durante el trancurso de las citadas clases, interrumpía a los profesores, y hablaba constantemente. A veces saltaba a la tarima camino de la pizarra, y se ponía a dar saltos, a incordiar, y a provocar a todo bicho viviente.
Una de sus aficiones, cumplidos ya los diez años, era matar insectos. Cuando David veía un hormiguero, no se conformaba con perder la noción del tiempo matando meras hormigas obreras, sino que hurgaba con pinchos en el suelo para excavarlo y abrir galerías. Lo que pretendía era dispersar y cargarse el hormiguero entero. Y cuando lo lograba,-que era casi siempre-, esbozaba una gran sonrisa y le daba al viento y al mundo varios y eufóricos cortes de mangas.
Le llevaron a un correcional. Decían algunos que estaba poseído. Pero los curas eran bastante reacios a curarle. Temían recibir una mano de palos si se le acercaban con las santas oraciones. Con quince años, con un vigoroso físico, y con una actitud desafiante, los escarceos con los funcionarios del duro correcional son constantes. Unos dicen que hay empate técnico a violencia, y otros le dan una cierta ventaja a David. ¿De dónde diantres habrá salido semejante y agresivo salvaje? ...
Lleva el odio en sus hermosos ojos verdes y claros. El orgullo, y la revancha. Domina las nuevas tecnologías como un experto, y dicen que conduce a más riesgo y audacia que los automovilistas profesionales cada vez que logra fugarse. Pero en el correccional hay muchas dudas. Porque todo lo que aprende lo hace para hacerse fuerte y refinar su agresividad. En dicho centro ya ha herido a más de veinte personas,-incluídos funcionarios-, y su camino franco parece que es el de la cárcel.
Si es que llega. Hay apuestas sobre los años de vida que le quedan a David, ¿lo matarán en cinco?, ¿en séis?, ¿morirá en diez años?, ¿llegará realmente a cumplir veinte años? ...
Insultos, todos. Se ha cagado en todos aquellos que se han cruzado en su camino. Su boca es un fuego imparable. Necesita mostrarse como un lobo líder de una manada. Se cree el mejor, el dios, el más guapo, el que hace las leyes, el que marca territorio, y el que dice ser libre. Actúa sin dudas. Es zurdo y seductor cuando quiere, condicionador y terrible. No cree absolutamente en nadie.
Afortunadamente, todavía no ataca mujeres. Él va de solitario y sobrado, y mira a las chicas como a meras hembras a las que no está dispuesto a dar verdadero amor por no suavizarse y porque no sabe. Él pasa de las mujeres, y cuando alguien le llama despectivamente homo con afán de herirle, cuentan que David llega a abrir la boca y sacar los dientes antes de atacar. Su brutalidad alcanza entonces el cénit, y han de sedarlo durante unos días hasta que se va calmando.
Dicen que no le quiere absolutamente nadie. Pero, no es verdad. Hay una chica veinteañera que le ha tomado una extraña ternura. Y David, lo sabe. Cuando la ve, se hace el loco y simula que no existe. Pero luego y en la realidad anda desconcertado y pensativo.
Y la chica, de nombre Mildred, ¿por qué le pone ojitos gratos?, ¿para tirárselo y juguetear con él?, ¿para seducirle? ...
Porque, querer a una bestia como David es como lamer un rayo o adorar a un cristal puntiagudo. Amar a David es sencillamente una audacia demasiado loca.
¡VE CON CUIDADO, MILDRED!
10:00
jose vicente ortí
Bonito despertar. Espabilar, y comenzar a darse cuenta. Experienciar y vivir. Es en síntesis la conclusión personal desde mi pequeño relato que os ofrezco a continuación.
Solucionado el tema del agua que se me escapaba dado que la ducha carecía de una más que necesaria mampara de protección, seguían pasando cosas en dicha ducha para mí un tanto enigmáticas. Porque al terminar de ducharme, debía esperar unos séis minutos de reloj, hasta que finalmente el agua se metía hacia adentro. Se encharcaba. A los cuatro o cinco litros del termo, ya estaban mis pies en un bebedor de patos. Menos mal que la mampara protectora estaba allí como un dique y hasta soldado, y el agua nunca ya jamás se escapaba. Del mal, el menos ...
Sorprendido, se lo dije a Rosa. La mujer que me limpia la casa todas las semanas. Y, Rosa, me soltó no sé qué rollo de que no pasaba nada ...
Al decirle yo si le parecía normal que tuviera que estar séis minutos acurrucado al lado de la toalla hasta que las aguas mistéricas tuvieran a bien entrar por el novísimo desagüe, la mujer me dijo que eso pasaba siempre. Porque como ahora hacían unas tuberías de cobre más finas y tal, el agua siempre tarda más. Yo, asombrado y triste, le dije que bien, que vale, que sí ...
Élla, no me vio muy convencido. Y me dijo que con el wáter pasaba lo mismo. Que las tuberías finas de cobre y tal. Que, todo estaba bien. Y para infundirme ánimos, me golpeaba con su mano una y otra vez mi brazo y mi hombro. Es tocona y campechana.
Le dejé las llaves como siempre, y me fui a casa de mi hermano para cuidar a mi madre. Traté de no pensar mucho en el tema del agua, y me centré en los esfuerzos cotidianos. Pero finalmente pensé que qué pasaría con la llegada del otoño y no digamos del invierno cuando tuviera que esperar séis minutos desnudo, agazapado y helado de frío, esperando que el agua se fuese por el drenaje. Aquello no podía llamarse otra cosa que constipado seguro al canto. Hice más cara de estupor que de preocupación. Oh, santa bisoñez ...
Rosa, debió de irse a la ducha y también al wáter, y le dio al agua. Cuando vio que allí había un embozo como la catedral de León, debió hacerse cruces.
Cuando llegué yo por la tarde y me duché como siempre hago, los enigmas me rebasaron la paciencia. Al terminar de ducharme el agua ya no se estancaba, se metía toda rapidita, y ya se había terminado el tema de pasar frío y apuros. ¿Qué coñe había sucedido en todo este mes que lleva la ducha nueva obrada y cambiada? ...
Ni corto ni perezoso, llamé a Rosa. Intentó la mujer no dejarme meter una sola frase. Pero me vio tan enfadado y asombrado a un tiempo, que quedó superada. Yo quería respuestas y no al estilo Rajoy, que es ese presidente que nunca contesta a nada de lo que le preguntas.
A lo que iba. Rosa, me confesó que por la mañana había llamado al obrero. El joven albañil había hecho una santa birria y mezclado materiales inadecuados. Élla le había preguntado qué había hecho, y a continuación había comprado unas botellas de desatascador, y ...
Y, se acabó el problema. ¿Por qué Rosa es así de rara? Se me pasó el enfado. El final feliz pasa por aceptar la diversidad. Es bonito el mundo raro. Enriquece conocer y saber que las personas como Rosa pueden ser madrazas protectoras de sus amigos, y que no tiene mala fe. Rosa quiere contentar a todos a quienes tiene en estima, y eso a veces puede ser un juego funambulista.
La buena verdad es que ya conozco mucho mejor a Rosa, y ella a mí y al obrero. Será difícil que yo contrate de nuevo a ese chaval. Pero Rosa no es drama sino cotidianeidad. Me seguirá limpiando la casa. Y mi bisoñez pierde rubor y consistencia.
-QUE SIEMPRE SE AGRADECE-
9:57
jose vicente ortí
Es Bale. Galés. Gareth Bale. Juega al fútbol. Dicen que es rápido y poderoso como una bala. Acaba de fichar por el Real Madrid y por cerca de cien millones de euros. Es la última gran mercancía cara y de luxe que presenta Florentino Pérez a todos sus seguidores que son muchos en el mundo. Del Real Madrid, por supuesto ...
Las finanzas futbolísticas y los dineros, se enfrentan altaneros a la enorme crisis social general. Gana el ocio, y el opio, y el negocio.
Ganan los hombres grises del dinero sin fronteras y sin barreras. Y marcan sus estratégicos y bárbaros objetivos económicos. Lo que haga falta, que el papá está rico. El fútbol parece poder, escondrijo de verdades, y hasta un solemne y descomunal paraíso fiscal en el que se mueve y hasta se cuece el dinero a la busca de los grandes y renovados cebos sexys del mundo. Libertinaje.
Gareth Bale. Apuesto. Con cara de guiri que está realmente contento. Abandona el Tottenham Hotspur para ir al Real Madrid que es el salón de la gran fama y de la alfombra roja. Miles de personas se meten en su presentación para poderle ver. El nuevo gancho ya está aquí después de interminables días de esgrima financiera. Bale quería venir al dinero de Florentino. El Madrid es un poco los Lakers en el baloncesto. Es un escaparate mediático y mensurador. La meca del futbolista que desea llenarse los bolsillos. En el fondo, hace bien. ¿Qué muchacho joven y fuerte no quiere ser rico? Se levante la mano ...
Bale aún no es nadie del todo en el mundo del fútbol. Solo conocemos sus vídeos espectaculares de alardes físicos y de golazos a cañón. Parece que está entre los cinco mejores atletas del fútbol del planeta. Que corre como un gamo. Como el dinero, en el olimpo del gran sedante del pobre que es el euro o el dólar.
En este mundo de mercancías con gladiadores de lujo adentro, se va del Madrid un enorme jugador. El alemán Özil es feo y bajito. Pero ha demostrado ser un sensacional futbolista capaz de crear juego y dar opciones a sus compañeros. No se le ha valorado la calidad. Dicen que Özil pidió aumento de sueldo y que le dijeron que no.
Özil puede ser perfectamente el mejor jugador de Alemania y el sucesor de Günter Netzer, el cual también pasó por el Bernabéu y se vistió de blanco allá por los años setenta. Sí. Al fútbol del Madrid de Ancelotti parece gustarle mucho el atletismo. No pone a Casillas porque se rumorea que le van los porteros altos como Diego López. Después, se desprenden del gran Özil y fichan al "speedy" Bale para que conecte a toda velocidad con el supersónico Cristiano Ronaldo. Hay una clara apuesta por la velocidad y el resultadismo. Al que le guste la paz y la valeriana, que se aguante. Son cosas del fútbol.
Del fútbol del toma y corre. De la imagen y del espectáculo trepidante. Del cine de fútbol. De un fútbol madrileño y de pasta que no se anda con elaboradores o teóricos de la poesía y del talento futbolístico. De números y estadísticas.
Fútbol de sudar y de goles. Fútbol de correr y de ganar. Fútbol desequilibrado de fugaz triunfo y fracaso. El gran brasileiro Kaká, parece una tortuga que ha perdido la seducción y el encanto. Y eso que fue balón de oro y que también llenó el Bernabéu por su belleza y apostura. Como Cristiano.
Enloquecido y extraño, el fútbol se mueve en un tren bala de tipos oportunistas que tienen el juego del dinero para ser casino egoísta. En el fondo, el exotismo es novedad. Es, la nueva temporada. El nuevo traje. La nueva sonrisa.
¡SUERTE, BALE!
10:41
jose vicente ortí
Me llamo Atsiro, y soy un niño japonés. De Fukuoka, concretamente. Tengo once años. Y he de confesaros que estoy estos días más que feliz. Porque se ha cumplido uno de mis juegos urgentes. Sí. He visto a mí ídolo, y fuera de las teles. En directo. Ahora os voy a contar.
Es que me gusta a mí mucho el fútbol, y no es que sea fan o seguidor del Barcelona o del Real Madrid. No. Aunque me gusta el Barça, a mí quien me emociona porque es general, es Messi. Caramba, cómo juega Messi al fútbol. Le adora. Es increíble. Mete goles cuando quiere y se regatea a séis o a siete si hace falta.
Tengo mi habitación llena de pósters de Messi. Y muchos vídeos, y soy de su club de fans aquí en Fukuoka. Y mira que Cristiano Ronaldo es bueno, y tantos otros también, pero Messi es otra cosa. Messi es un mago. Alguien que te hace hasta reír de lo bueno que es y de la facilidad con la que hace las cosas imposibles.
Es un súper crack. Mi número uno. Mi ídolo de ídolos. De mayor quiero ser como Messi. Me identifico con él. Además, no es de esos que presumen por ser tan buenos y esas cosas. Lo sé. Lo sé porque le vi hace muy poco. Lo he grabado todo. Es callado y tranquilo.
Yo lo había dichos millones de veces a mi padre, que por favor ayudadora. Que, tenía un pequeño problema y que él tenía todas las soluciones para ese problema. Le dije que teníamos que ir a España, porque yo quería ver jugar en persona a Súper Leonel Messi.
Pero mi padre me daba largas y le entraba una risilla rara. Me decía que el fútbol no era el mejor de dibujos "Oliver y Benji", que me estaría sentando fatal ...
Mi padre es empresario y tiene dinero. Puede viajar, y no hay problemas de distancias ni nada. Pero no me daba la respuesta que yo quería y necesitaba. Y me provocaba un poco y me preguntaba si me seguía gustando el fútbol o si ya se me había pasado. Pero luego, a continuación, me daba juegos de consola de Oliver y Benji. ¿Se estaría volviendo majareta tras su sonrisa extraña? ...
Hasta que el otro día le dije a mi madre que íbamos a estar fuera de Japón unas horas. Y que se iba conmigo a España. Yo, le escuchaba con ojos como platos. ¡Anda! ¡Mi sueño podía cumplirse! ...
Subimos a un avión, y en nada nos plantamos en Madrid, que como sabéis es la capital de España. Y luego, otro avión nos llevó a Valencia. ¿A Valencia? ¡Pero si Messi está en Barcelona! ...
¡No! Mi padre,-que es un despistado-, no se había equivocado en esta ocasión. Al revés. Había revés. Había acertado. El Barça jugaba en Valencia y contra el Valencia en el Estadio Mestalla. Y había sacado dos entradas para ver el partido. Una de éllas, para mí.
¡Y entramos! ¡Y pude verle! Saqué mi cámara de fotos, y le perseguí incluso desde que salieron a calentar. Ahí estaba mi ídolo. Y al principio le veía bajito y parecía pequeña cosa al lado del portero y de otros jugadores. Pero era una falsa visión. El fútbol se juega por abajo.
Y Messi metió él solito tres goles. Pero, espérate. Dejó al campo mudo, y éso que el Valencia metió luego dos goles. Pero ganó el Barcelona de Messi. ¡Súper Wowww! Es la felicidad. Y luego mi padre me entregó una pelota que ponía: "Para Atsiro". Y, ¿sabéis quien me la había firmado? ¡¡Messi!! Y, antes dije que nos diéramos prisa. Bajamos casi corriendo las escaleras del Estadio. Nos pusimos al lado de donde iban a salir los jugadores del Barça. Aquello estaba lleno de gente de seguridad, policías y esas cosas. Pero, ¡tuve suerte!
Cuando salió Messi camino del autobús, le grité con toda mi alma y le acerqué la mano, ¡y Messi me la tocó con la suya! ¡Woww! ¡He tocado a Messi! Al más grande que hay. Soy el niño más feliz de la Tierra. Y mi padre es el mejor. Mi padre es otro crack.
¡VIVA MESSI!
9:42
jose vicente ortí
Las playas de cuerpos especiales quedan ya a demasiados kilómetros tras la geografía del descanso. La playa eterna se toma un tiempo de reflexión ante las bellezas potentes que orlaron el espacio del asueto y de otra cosa.
Septiembre lo ha roto todo. Lo cotidiano ha derrotado a las aventuras libres, y ahora es el tiempo para compensar las necesarias holganzas. El agua del mar o el sendero de la montaña ya solo son una postal en el internet. Un recuerdo vivo y social que podrás contar a todos los tuyos para demostrarles que en el tiempo del fuego de estío también estuviste más vivo que nunca.
Chiringuitos, pescado frito, paella, Gandía, Benidorm, Cullera, Canet de Berenguer, Lloret de Mar, la Malvarrosa, Valencia, el Camino de Santiago, o el lugar que nunca dirás a nadie porque no le importa nada.
Pero todo ciclo termina con el tío del mazo tiranizando el resto del año. Refugias. Rellenas. Te refugias y proteges en el relleno de las cosas y de tu actualidad. Ahora toca inventar otras playas y otros fiestorros más comedidos en el asfalto duro de lo inevitable.
Las maletas. Trastos definitivos. En las maletas está la piel que muta y se guarda. Tu vida es un armario que se invade y una gran lavadora que va a esconder todo el atrás. La ciudad es otro terreno, el llano sobre la montaña, el anhídrido carbónico sobre el gusto a tomillo; el grifo irrespirable del agua de tu casa frente al manantial inopinado del mapa de tu vacación caducada. Mas no te aflijas. Ya lo sabías cuando partiste. Era un billete de ida y vuelta. Todo iba a ser una experiencia con los días contados. Nada de sorpresas extrañas.
No. La vacación ya se ha muerto. Solo es una vana quimera a desechar. Ahora toca el ambiente del reencuentro del bar, el visionado del fútbol o la vuelta al cine. Y los niños han dejado el campamento y la bicicleta, y hacen consola lúdica entre sus ordenadores y móviles de su generación.
Vuelve la tele y el paseo al gimnasio. Y el metro se llenará de braceros jodidos a las séis de la mañana, y ahora que acabas de aparcar tu coche, lo reaparecerás y te meterás en tu polígono industrial para seguir compitiendo en inferioridad con tu jefe desdichado e inevitable. Te da de comer.
Empezarás a cambiar todos tus relojes y tus prendas de vestir. Los madrugones con atasco te asaltarán, y a las diez o mucho antes no habrá ni rastro del viajero en casa. Como no te llamen al móvil o al fijo de tu oficina, ya no estarás para nadie. Hablarás de obligaciones, de responsabilidades, pugnarás por seguir haciéndote un hueco en el mundo, y asumirás que la vida es superar estos cambios que el capitalismo propone.
Y hablarás mucho de euros, y te meterán en el mundo de los demás, y los vecinos te darán por saco para vomitar su descontento y porque ahora es lo que se estila.
Las sombras de la tarde te reconfortarán. Te darás cuenta de que con menos luz no pueden haber tetas de guiri o tangas de infarto. Más realidad es lo que necesitas. Formalidad, tu mujer, los niños y el colegio, tú mismo y los paseos cercanos.
Si estás en el paro seguirás preocupado, pero tu santa paciencia será tu gran amiga. Aterrizar nunca es fácil, pero poco a poco irás descubriendo tu nuevo mar de la tranquilidad. Olerás más a tu casa, a tu ascensor y a tus escaleras. Y algo nuevo habrá sucedido en tu raíz y en tu ciudad en la que vives.
-PORQUE SIEMPRE HAY SORPRESA-