miércoles, 12 de junio de 2013

- DAVID ALBELDA, QUINCE AÑOS DE VALENCIANISMO Y ÉXITOS -



El capitán. El superdotado jugador del Valencia Club Fútbol deja su equipo tras quince años de lucha, sudor y lealtad a los colores de su camiseta que le hizo futbolista y de los grandes.
De pueblo. De la "terreta". De aquí. Nació en la Pobla Llarga, que es un pueblo valenciano. Llegó joven al Valencia, y pronto destacó por su desparpajo. Corría que se las pelaba, rebañaba todos los balones, y su rendimiento como centrocampista de corte defensivo fue sensacional. Extraordinario.
Se va el último gran jugador de Valencia, de habla valenciana, capitán, y sucesor de muchos mitos algunos olvidados, y reivindica la figura del gran jugador nacido entre nosotros los valencianos. Puchades, Asensi, Monzó, Claramunt, Fernando, etcétera ...
Sí. Un chaval de pueblo llega a la gran ciudad, se curte pronto con el oficio del jugador seguro que raramente te perderá un balón y que además se los quitará a los rivales para oxigenar y retener el tempo del partido.
David Albelda fue el escudo y la lucha. Rechazó románticamente ofertas suculentas   del   mismísimo Real Madrid, y lo ganó casi todo en esto del fútbol.
Fue Campeón de Liga dos veces con el defensivo y discutido Rafa Benítez el entrenador, hizo grande al Pipo Baraja y a Aimar a quienes dio oxígeno a chorros, y fue dos veces finalista de la Champions League junto con Angulo, Ayala o Cañizares como jugadores de sonoro recuerdo y nombre.
Albelda creció y se hizo imprescindible y veterano. Fue muchas veces internacional y jugó dos Mundiales. Ganó también con el Valencia una Copa de la UEFA y una Supercopa Europea.
Fuera del campo fue claro y campechano a un tiempo. Tuvo fama de duro y coriáceo, y su valentía le metió en el foco y el disparadero de los grandes medios de Madrid.
Con la prensa estuvo directo y diplomático a la vez. Pero cuando tenía que decir las cosas para defenderse y defender a su Valencia, no andaba con titubeos y perdía toda timidez. Ha sido un gran valedor de la causa valencianista, y ha tenido fuerte carácter y madera de líder. Honrado jugador.
Sus limitaciones técnicas no le iban a permitir tocar el glamour y el paladar de los aficionados exquisitos. Pero en Valencia, fue un ídolo. Fue el capitán y la referencia valiente. El hombre consistente, y con un enorme sentido de la colocación sobre el verde césped del Estadio de Mestalla. Su campo.
Ha sido el sueño logrado por cualquier chico de pueblo o de la cantera. Subir al Valencia, triunfar, y morir futbolísticamente aquí. Porque Albelda no solo era jugador y líder del Valencia, sino que era valencianista y nuestro muy por encima del interés del dinero. Todo un ejemplo de lealtad. De los que casi ya no se estilan, porque el fútbol está en otro contexto y dimensión.
Cuando recuerdo a Albelda, evoco a toda esa gente que camina por las calles adyacentes al Estadio, camino del partido que habrá en Mestalla. Albelda es también la afición del Valencia; la gente de aquí que se ilusiona con la defensa del equipo. El éxito y la filosofía del menor que siempre va a aspirar finalmente a todo.
¡ADÈU Y GRACIES, DAVID ALBELDA!

martes, 11 de junio de 2013

- LA "ELECTROLISIS" -



Hace semanas que venía haciéndome el remolón. El grifo de la pila de la cocina, aunque no goteaba de contínuo, presentaba algunas irregularidades. Se ve que el agua se filtraba por algún lugar, se hacía una minúscula bolsa de líquido, y acababan cayendo espaciadamente las gotas.
Recuerdo cuando llamé a unos conocidos de la barriada para que me cambiasen los grifos. No eran profesionales y no lo hicieron bien. Pero la cuestión era también esencialmente económica. Apenas me cobraban dinero por realizar el trabajo, y esto me tranquilizó. Estaba hecho mal, pero había resultado barato de acometer.
Mas, poco a poco, se impuso una lógica rigurosa. Era una sensación desagradable el llegar a mi casa tras los cuidados de mi madre, y escuchar al fondo el espaciado goteo del grifo, y el ver cómo en la pila siempre estaba mojado. Nunca seco ...
Ayer, me decidí. Cuando uno quiere conocer algo, ha de mojarse el culo. Y como cerca de donde vivo hay una fontanería, me decidí y hablé con uno de los citados fontaneros. Subió a casa a ver lo que era.
El hombre era bajito, con claro acento andaluz, callado, y con sonrisa picarona. Como si se las supiera todas. Inspeccionó los grifos y las tuberías de la cocina, y me dijo que a pesar de que la tubería era vieja, en realidad el problema estribaba en la mala disposición de la grifería y en la escasa calidad de dichos materiales. Y también me habló de pasada del efecto de  la electrolisis, término que yo recordaba de haberlo estudiado en el valenciano Instituto Luís Vives cuando las clases de física y química.

- Ya. Y entonces, ¿cuánto sería todo esto en dinero? ...
- ¡Setenta y cinco euros, señor! ...
- ¿Setenta y cinco euros? Caramba, caramba ...
- Bien. Podíamos ver que fuesen sesenta euros y se podría hacer, ¿sabe usted? ...
- Vale.
- Pues mañana vendré y se lo hago con este nuevo precio.
- Vale. Hasta mañana. Gracias.
- Adiós, adiós ...

El fontanero, bajó la escalera y se fue. Vaya "electrolisis". Sesenta euros, y con suerte. Pensé en esos banqueros y en ese ex miembro de la Casa Real, y en tantos y tantos políticos de actualidad. ¡Qué modo de robarme! Y, mientras tanto, en la tele seguían hablando de medidas judiciales y de toda la corrupción que sacude a mi España. Pobre país mío.
Pasado un tiempo, me tranquilicé. Pagaría sesenta euros al fontanero, y podría sentirme herido pero más seguro. Llegaré a casa, y en el suelo de la pila de la cocina ya no habrá agua, y todo estará seco y comme il faut. Ya no goteará nada, y ya podré abrir y cerrar el grifo sin reticencias ni contratiempos. La salida del agua estará bien dispuesta, y mi sensación de tranquilidad me acompañará.
Y llegará un día en el que cuando vea el seco piso de la pila de la cocina y me acuerde de la "electrolisis", me hará hasta esbozar una cierta sonrisa de coherencia. Vale el sacrificio. Vale la pena que acometa sobreesfuerzos que se antojan necesarios y básicos para poder vivir en  mi santa casa del futuro y del presente.
Lo que pasa es que no pienso volver a esa fontanería en una buena temporada ni para preguntar nada a nadie. Ahora ya no habrá fontanerías ni grandes dispendios por un tiempo. Necesito mantener mis recursos sin que se mojen o calienten con más "electrolisis" de ésas. Lo juro por el profesor de física y química del Instituto.
-QUE HA MUCHO QUE SE HABRÁ MUERTO-

lunes, 10 de junio de 2013

- CAMINO CON LA AUSENCIA -



En mi sendero personal e inaplazable, decido caminar convencido    de    mí     mismo    y  acompañado de una herida inevitable. Mi madre y su referencia, son cada vez más un deseo  y un recuerdo entrañables, pero no está. Mi madre ya dejó de estar, aunque siga aquí conmigo como un regalo infante a cuidar y a besar.
Y ese caminar con tal ausencia, le da un inédito y audaz horizonte a mi vida. Porque salgo a la calle conmigo y nada más que conmigo en los momentos de ocio y de descanso.    Puedo  encontrarme con una mejor perspectiva de la realidad.
Sí. Caminar así es doloroso y bonito a un tiempo, en donde te das cuenta de tu verdadera personalidad, y haces porque no te domine la nostalgia que frena en dudas un espacio personal más que necesario.
Élla, me deja. Y entonces llega ese relevo que es la vida que continúa. Piensas de otro modo, te das cuenta de lo que pierdes y también de lo que te pierdes, y hasta de lo que puedes ganar.
Es como si te fueses despertando de un largo sueño cada mañana, y entonces ves que en la casa de tu vida ya no hay nadie, y en ese momento se impone el jugar a mayor y a adulto con todas sus consecuencias.
Va a ser mi primer verano así. Todo un reto. Solo, en medio de mí mismo y de mis decisiones. La pelota en mi tejado. Todas las tentaciones de la comodidad. Y también la aventura cotidiana de no pensar demasiado en el largo plazo. Ahora,   en    este   Rubicón  maravillosamente doloroso de mi vida, lo que no he de hacer son proyectos de alcance sino inmediatos y posibles. Masticar mi realidad con la mayor naturalidad. Ir poniéndome a prueba.
Me estoy anticipando al duelo inevitable, y hago bien. Estoy entrenando la dureza del cada día. De la mañana, de la tarde, y de la noche. Mañana no sé bien qué será o qué pasará. No es necesario incidir en esa zozobra que domina la ansiedad.
Ése, es mi camino. Relativizar lo más posible mi dolor, y trabajarme duro para ubicarme en el mejor territorio. Huír de inconsistencias y de fantasías huecas, y centrarme  en     los   calores de mi arrojo y de mi decisión.
Caminar a pesar de todos los todos, y mirar hacia adelante con el orgullo de la coherencia. Aprender a ser yo mismo y a no hacerme demasiados tiquismiquis con mis bisoñeces   y   torpezas de quien no ha tenido apenas la posibilidad de vivir abierta y plenamente.
Es audaz y aventureramente necesario andar con esta carencia y lastre. Todo es pasajero y acabará vencido por mi resuelta vitalidad y realidad.
Mi camino rocoso inevitable, sé que dejará paso a ángeles de trino de pájaro y a sirenas de belleza cotidiana. Todo lo malo y lo bueno de ahora, mutará y no será eterno.   Y     se   modificará, y tomará otras formas y aciertos. Toda esta coyuntura se terminará, y entonces mi rampa de despegue propio quedará franca y atenta al salto de mi personalidad. Al escalón que me permitirá vivir de otro modo y de una verdad mucho más auténtica.
Y, seguiré. Sí. Siempre seguiré contando y hasta cantando las cosas y los vientos que note y vea. Y los colores, y la belleza, y las sorpresas, y los universos, y las estrellas, y las sonrisas, y los saltos, y los llantos, y los nacimientos y los óbitos.
Y la vida caminará conmigo desvaneciendo los efectos de las nieblas y los grises, y me dará calor y ganas, más energía y coherencia, y gozaré más plenamente de todo mí. La ausencia será eterna y superada.
-POR MÍ Y DESDE MÍ-

domingo, 9 de junio de 2013

- OCTAVO ROLLAND GARROS PARA NADAL: ¡MERCI BEAUCOUP! -



Creo que es la palabra homenaje que hay que decirle al gran tenista Rafael Nadal. Merci, que significa gracias. Sí. Hay que sacarse el sombrero y hacer de su colosal octavo triunfo en el magno Torneo de Rolland Garros de París, el agradecimiento por el placer de darnos a los españoles satisfacción y a la vez engrandecer el deporte de la raqueta.
No por esperado, menos emocionante. Justa emoción. El hombre lesionado durante muchos meses en su rodilla, quien nunca ha tenido una mala palabra hacia nadie, quien ha mostrado su contundencia frente al pernicioso dopaje, y quien nos maravilló con su magia  en  las semifinales contra el serbio Djokovic, ha lanzado su puntilla de matador y ha cerrado el Torneo como absoluto vencedor y por octava vez.
La crónica de esta final, no puede ser únicamente la frialdad de unos números y de sus potentes tres sets frente al más que valiente David Ferrer. No. Esta final acariciada suavemente por la lluvia con aroma francés, sirve para hacer la justicia merecida a un hombre humilde y manacorí, un portentoso atleta, genial y exhuberante   con     pinta   de gladiador romano, y mostrando su poderío y supremacía. ¡Un elegido! ...
Jugando un tenis fuerte y talentoso. Siendo práctico y actual, alargando muchísimo   la  velocidad de sus golpes, y manteniendo una fuerza mental muy superior a la de todos sus rivales.
¡Ocho triunfos en Rolland Garros! Tiene veintisiete años, y una madurez de cuarenteañero. Es mucho más mayor mentalmente de lo que marca su DNI,    y     trata    de   quitarle  trascendencia a toda su hercúlea grandeza.
Ha ido de menos a más en este duro torneo sobre tierra batida, y ha completado unos últimos encuentros realmente para grabarlos en vídeo y verlos una y otra vez. Sacando con regularidad y sin fallos estridentes. Y desde ese saque tranquilo y eficaz, ha corrido como los mejores, y ha demostrado unas facultades portentosas. ¡Un toro! ...
Ha angulado las bolas hacia lugares inalcanzables, ha roto los esquemas de los maestros más tozudos, y ha pensado en todo menos en que tuvo la rodilla como castigo y dolor durante muchos meses de dificultad y freno.
Rafa Nadal ha sacado todo el poderío de su maestría física, deportiva y tenística, y ha logrado llevarse el gato al agua. Ha ganado. Ha ganado porque ha puesto toda su concentración al servicio de un tenis de quilates. Solo el serbio Djokovic le hizo sufrir, porque es el único que hoy por hoy puede llegarle. Todos los demás han sido casi meros comparsas a los que ha ido destrozando uno tras otro.
¡Ahí esta de nuevo! Nadal ha resucitado. Ha vuelto al tenis. Ya ha llegado, y con la velocidad del mediático Usáin Bolt que le acompañaba en el glamour de la ceremonia de entrega de premios junto al gran David Ferrer. Más que merecido finalista.
Sí. Nadal sabe que todo ha valido la pena. Que, nos ha dado una gran satisfacción. Nos ha gustado, nos ha emocionado y nos ha hecho divertirnos con su tenis superior. Hemos gozado mucho, gracias al excelentísimo monsieur de la balear Manacor.
Vaya pues desde aquí mi más sentida enhorabuena por su ejemplo, triunfo y naturalidad. Es el mejor deportista español actual. Seguro.
- ¡AQUÍ TIENES OTRO FAN! -

sábado, 8 de junio de 2013

- MAMA, MAMITA, MAMÁ -



Ochenta y siete años acabas de cumplir,
aunque ya no sepas muy bien lo que pasa,
metida entre oxígenos y senectudes.

Mama, mamita, mamá, que mi amor nunca se esconde,
que mi pastel de celebración es un verso sentido,
que tu sonrisa es un guiño de dulzura,
que tu vida sigue, mama, mamita, mamá.

Bajita y rubia, canosa y guapa, mi marimandona,
la cosa más bella que nunca me pasó,
mi tesoro que cuido desde la tu nueva infancia tierna,
apóyate en mi brazo de fuerza, mama, mamita, mamá.

Quisiera que tuvieras más calidad de vida,
que estuvieras lúcida y bien, aguda y eterna,
mas me conformo con que sigues ahí con tu cara de orgullo,
sentada en la silla de ruedas camino de nuestro Jardín.

Cuando tú duermes, cuando canta el pájaro o se pone el ocaso,
cuando los adolescentes descubren su sorpresa y novedad,
cuando el mundo gira y gira sin detenerse,
yo te miro a los ojos quedamente, mama, mamita, mamá.

Y entonces tu fragilidad me enorgullece y tu pañuelo me llena,
y yo me lleno de paternidad hacia tí,
y eres la hija chica que nunca tuve,
y una estrella en el firmamento nos dice que sí.

Y cuando te vayas te seguiré tu estela,
y me comeré los chocolates golosos que a tí te gustan,
y te agradaceré siempre la generosidad de haberme parido,
y les diré a todas y a todos que sean como tú.

Mama, mamita, mamá,
mama, que tu hijo te lleva,
mamita, que tus manos enternezco,
mamá que mandas, que ordenas, que gobiernas a tu modo.

Tu hijo que soy yo te escribe estos versos,
con la única pretensión de glosar tu ser,
con el tsunami de mi verdad de cariño hacia tí,
aunque apenas puedas leer ni entender.

Mama, mamita, mamá, que el amor no se esconde,
mama, mamita, mamá, que el afecto es manantial que brota,
mama, mamita, mamá Carmen, naciste en el veintiséis,
en el siglo pasado, en el lugar de la primavera,
donde está la magia, toda la magia del mundo.

Mama, mamita, mamá, toma ochenta y siete besos,
los más míos del mundo, los más sentidos,
y que cumplas todos los que el destino quiera,
mama, mamita, mamá,
mama, mamita, mamá ...

-DESDE TU ETERNO HIJO-

viernes, 7 de junio de 2013

- EL EXTRATERRESTRE NADAL GANA AL GENIAL SERBIO DJOKOVIC -



En un partido memorable. Uno de los mejores de toda la historia del tenis. Cinco sets y el último, 9-7. Me recuerdan los dos números unos actuales a aquellos magistrales duelos entre Björn Borg y John McEnroe. Hoy ha ganado nuevamente el tenis. El tenis con mayúsculas. El Tenis de la calidad y de la épica, juntos. El tenis que hace siempre grande al torneo parisino de Rolland Garros, aunque haya sido solo una semifinal. ¡Menuda semifinal! ...
Y en el medio de todos los elogios, de nuevo Don Rafael Nadal. Recuperado cual Ave Fénix de su rodilla de Aquiles, el manacorí ha puesto sobre la catedral francesa del tenis en arcilla el valor magno del deportista que nunca se da por vencido y que jamás doblará su cuchara hasta que el punto final cacaree.
Así lo ha entendido el prestigioso público francés que ha abarrotado las gradas del Philippe Chatrier, el cual se ha levantado de sus asientos y se ha quedado con la boca abierta. ¡¡ Increíble partido!! ...
El choque fue casi una película de intriga y de sobresaltos, protagonizado por los mejores actores de este negocio. Nadal mostró la regularidad y el temple, y Novak fue ese látigo genial y desequilibrado que casi le gana. Porque el serbio siempre le puede ganar a cualquiera.
El tenis del "chacal" es extraño y resultadista, tramador y de filo, con una precisión de reloj suizo, y con una voracidad para la victoria fuera de lo común. Por eso figura como número 1 en el ránking de la ATP. Su genialidad es su gran recurso, y sus nervios serán su tumba. Pero, ¡qué grande es Novak! ...
Para loar incluso antes de la gran final del domingo a Rafa Nadal, hay que hacer un esfuerzo magno de síntesis. No se puede casi conseguir. Y, nada de forofismos. Porque Rafa es humilde, aceptador, lógico, consistente, con oficio de sobras, ganador, pura sangre, educado, e igualmente genial.
Pero Nadal es tila de tenis. Se muestra lógico y con la concentración   de    una    cabeza privilegiada de acero. Parece fácil describir su actitud, aunque no lo es. Nadal salta a la cancha, estudia a sus rivales y nunca pierde la serenidad. Y si la pierde, se aguanta con un espíritu de resignación tan positivo como recuperador y esperanzador. A los pocos puntos siguientes ya no se acuerda de si la pifió o si soltó un golpe angulado de antología.
Lo que sabe Rafa Nadal es que hay que jugar al tenis como uno sabe, y no quiere que le impongan una máquina impersonal para extraer lo mejor y lo menos mejor de su juego y de su enorme talento.
Rafa es un genio sin alharacas, sin hacer ruído te gana, sin mayores protagonismos te enamora y te deja seco y feliz. Así es la magia de Rafa. La antítesis de Novak. Otra cosa. Una enorme personalidad ordenada en una cabeza en su sitio y comme il faut.
He tenido la satisfacción de volver al sexy del tenis y de aquellos partidos interminables pero que nunca mirabas el reloj. Hoy Nadal nos ha hecho vibrar, soñar, ganar, y nos ha enseñado por encima de cualquier otra consideración que hacer deporte vale la pena. Le ha conferido en su actitud, grandeza a su deporte. Le ha dado a España brillo y emoción. Y un tremendo bofetón a esos tramposos que se dopan y luego afirman que son campeones. Nadal es natural como los grandes dioses consagrados de la historia y del consenso.
¡FORÇA Y ENHORABUENA, CAMPEÓN!

jueves, 6 de junio de 2013

- POR QUÉ ME GUSTAN MIS PLANTAS -



La verdad es que puede ser un enigma para mí. No tengo todavía muy claro el porqué de mi afición por la tenencia y el cuidado de las plantas de mi balcón. Quizás, como todas la simpatías, no merezca explicación. Me gustan y se acabó ...
De hecho, yo recuerdo que de niño me traían al pairo que estuviesen allí. Mi madre   se   encargaba de ellas. Porque mi madre ha sido muy aficionada a tener plantas en el balcón en todas las estaciones, y aprovechando el clima favorable de mi Valencia.
Tanto le agradaban y las mantenía allí en filas año tras año, que me sorprendió en cierta ocasión ver a las plantas secotas y muy abandonadas. Por cierto, que mi madre apenas me permitía el acceso a dichas plantas. No quería apenas que las tocase, ni compartir conmigo aquel amor tan interesado. Las quería solo para ella y para su placer.
De modo, que me costó mucho hacerla reflexionar. Al decirle que por qué no regaba las plantas y las estaba dejando morirse, ella negaba la mayor y cambiaba de tema. Pero, parecía evidente, que aquella dejadez implicaba que algo en ella también se estaba muriendo. Y, de hecho, ya no salía al balcón tanto como antes, en donde se pasaba horas enteras allí viendo la vida pasar.
Hasta que un día, y casi sin decirla nada, invadí el/su balcón sin previo aviso. Cogí unas botellas, las llené de agua, y allí que derramé el líquido vida sobre las sedientas plantas que eran variadas y diversas. Algunas ya se habían perdido, pero logré salvar muchas otras. Prácticamente todo el balcón estaba lleno.
Aunque al principio me protestaba y me ponía objeciones, mi madre replegó finalmente sus reproches y me dejó estar allí.
Ahí comencé yo mismo a desarrollar mi casi insólita afición a algo que hasta    yo    mismo   desconocía que pudiese gustarme tanto. Y noté que aquello me relajaba y me gustaba, quizás porque me suponía darle un corte de mangas a la dejadez de mi madre y a presentar mis cartas credenciales de una parte de mi identidad. Me dedicaba a algo que me gustaba, y en absoluta libertad. Era feliz, haciendo experimentos de labrador o jardinero en plena ciudad y Centro Histórico al lado mismo de la Gran Vía.
Cortaba los tallos largos que invadían las plantas entre sí, respeté las identidades  y    las  distancias, y logré que cada maceta tuviera su propio universo y su propia mismidad. Lo que le pasaba a una planta, no sería apenas compartido por las demás. Sólo, los lugares comunes de crecimiento y floración. Todo lo demás, fue cosecha y estilo propio. Mío.
Me encantaba regar las plantas de mi balcón. Ver caer el agua sobre las hojas y sobre la tierra me proporcionaba un placer y una paz tan exquisitas, que a veces se me escapaba dicho agua, y a más de un@ que pasaba por la calle le cayeron unas gotas que procedían de mí y de mi balcón. Les pedía disculpas con vehemencia, y afortunadamente nunca tuve mayores problemas.
Ahora, hoy en día, veo las cosas con una renovada perspectiva. A las plantas hay que dejarlas mucho ahí tranquilas, y cuidarlas lo estrictamente necesario. Protegerlas del sol, y respetar su tiempo y características. Y tener mucho cuidado con el fuego que trae el sol veraniego de mi Mediterráneo.
Yo también soy mis plantas. Por éso, a las del balcón les he restado prioridad. Estaba siendo un exagerado, y me estaba olvidando del cuidado de mí mismo. Ahora me importo yo mucho más que antes. Muchísimo más. Yo también soy una planta que crece y que tiene su tiempo y su flor. Y mi madre mira hechizada con el oxígeno artificial, y me recuerda a aquellas plantas secas y a la dejadez.
-TODO ES LEY DE VIDA-


miércoles, 5 de junio de 2013

- EL VIEJO SAN MAMÉS RENUEVA SU CATEDRAL -



En 1913 ya jugaban al fútbol en el gran Estadio de fútbol del Athletic de Bilbao. Un nuevo San Mamés nace para el futuro. La "Catedral" del fútbol vasco y español ya hace historia. Cómo pasa el tiempo ...
Sintetizar en un breve trozo de papel las emociones expresadas durante cien años en un ágora libre de fútbol, es una pretensión que apenas va a tener lógica. Pero, al menos, ha de haber una necesaria mención.
San Mamés es el fútbol. El fútbol inglés de la proximidad geográfica, enamoró a esos pescadores y portuarios bilbaínos a los que el gran fiestón del fútbol podía desbordarles. Sí. Un Estadio es lo que había que hacer. Siempre lo demanda la expansión de un deporte que sigue tan potente y morrosko socialmente como cuando se fundó y constituyó el gran agrado deportivo y mayoritario.
San Mamés y el Athletic Club de Bilbao. El escudo rojiblanco y un pueblo, unidos en la pasión y en el esfuerzo. Al igual que en la entrañable y ya desaparecida "trampa" de Atocha de la Real Sociedad, el viejo estadio bilbaíno dio mucho que hablar.
El Athletic ganó Ligas y Copas del Rey. Se acercó mucho a las grandes Copas europeas, aunque no logró meterlas en sus mágicas vitrinas. Pero San Mamés siempre ha sido una imbatible máquina de leyendas y de mitos vivos.
Qué cantidad de jugadores, y qué olor a tardes de fútbol. Inolvidables. Telmo Zarra, el gol. El portero, Zamora. El "chopo" Iríbar. Y muchísimas más cosas. Los jugadores. La "bala" Gaínza, Panizo, y los más recientes generacionalmente, los hermanos Rojo, Fidel Uriarte, Carlos, Sáez, el actual Presidente y eterno Villar, Clemente el polémico, Sarabia la "pantera rosa", el duro Goicoetxea, Dani, y mil etcéteras.
Más recientemente llegó la remesa del "loco" Bielsa con los actuales, De Marcos, Susaeta, Javi Martínez o Llorente. Inacabable cantera de Lezama. La gran pasión de las ikurriñas banderas del vasquismo, y de su identificación nacional como raíz.
Siempre recordaré aquel campo pesado y embarrado, en el cual nunca nadie,-incluído el gran Real Madrid del dios Di Stéfano-, podía jamás ganar sin embarrarse, ensuciarse, sudar y sufrir. La lluvia fina o sirimiri, que convertía el césped en una cuestión de orgullo y convicción. Hasta de bemoles.
Fieros leones de San Mamés. Los hijos de una ilusión. Sigue siendo siempre muy duro ganar allí. Aunque el césped ya sea verde, y siga siendo ancho y potente. Largo. Los gritos que llenan el sitio, son a veces para taparse los oídos o para dejarse llevar por la gran caldera de las pasiones.
En el viejo Carrusel Deportivo, Antonio de Rojo cantaba los goles y también los "vicegoles". Y siempre había y habrá música en el recuerdo.
Y política, y consignas, pero igualmente toda la gran comunión con una idea. Porque el ya San Mamés que desaparece, tenía el sabor puro del fútbol que todo lo llena. Era el Wembley de aquí, el acontecimiento ineludible, la manifa de casi todos los domingos, la dictadura, la transición y la democracia. Y la decepción y todas las alegrías. Y el euzkera y el airresku, y todos con las camisetas del Athletic a hacer el marino a la gabarra, y soñar con una vida desbordante que simpatiza con mucha gente fuera de Bilbao.
Como esos cromos que salen y se renuevan, y que siempre van a estar ahí ahora en otra plaza, pero exactamente en el mismo corazón y amor.
- ¡ZORIONAK, SAN MAMÉS! -

martes, 4 de junio de 2013

- ESPAÑOL, ASESINO Y "SHAOLÍN" -



Oriente. La juventud del misterio. China y Japón. Las artes marciales. España y el choque cultural. Los guerreros de la sabiduría no deben matar mujeres, incluso en una sociedad universalmente machista. Presuntamente, un tipo enajenado, ha matado a mucha gente y buscan más huesos y cuerpos. Es español, bonito del norte, y maestro Shaolín.
Kung fú y lo que quieras, oye. El sonido del silencio y las cosas del Buda. Guerrero    y  guerrilllero. Las energías mentales y del antifaz. Pasión por Bruce Lee y por las películas de chinos. Maestro.
Lamentable. Hachas y muertes. Filos de sangre y acero. Inconsciencia. Ganas de protagonismo y de ambición fatal. Eminencia en su fantasía personal efectiva que puede permitirle un triunfo facilón creyéndose la masturbación de que en Occidente y en España somos pelín paletos.
Katanas y puntería, dominio de las zonas corporales del bien y del mal, desnortado patán y mágico embaucador. Las energías del silencio del esoterismo. Ésto te puede matar y ésto otro te puede salvar. China me da la cátedra. Es el gran gigante cultural y mercader dormido, pero también inventó la pólvora y se hizo con el opio revolucionario y de terapia.
Un bilbaíno en el país del Gran Khan. El emperador de la autoconvencida estupidez. "El Monje". Seguro que ligaba chavalazas mientras movía sus brazos y su cuerpo en danza ritual y hasta académica y sorprendente. Como un bailarín de flamenco dando vueltas sobre su cabeza averiada. Este aspirante a todo y guerrero para la nada, no parece sospechar  que acabaría matando y siendo prendido por la policía.
Porque él era sabio de la televisión y del lejano Oriente, de otros mundos que están en éste, de otra realidad, de mil fantasías y del negocio del prestigioso y socorrido gimnasio.
Maestro Shaolín y campeón de artes marciales. Oye, un dios europeo y español. Muchas veces, el mejor en combates claros y de concentración. Decía que era el pacifismo. Lo que en el fondo se trataba  era de su violencia larvada interior. ¿No véis lo bien que habla y convence? ...
Concentración y crisis. De nuevo las energías y el escape. Me voy a China que aquí no se puede estar. No hay que levantar trofeos sino ser sutil. La televisión es impacto sin hacer ruído. Te puedes convertir en maestro de la imagen. Maestro siniestro.
La locura también es sabia y cruel. El imperio de la pulsión desbocada se ha hecho realidad y ha tirado de la manta. China y su magia mental, podía ser un cuento definitivamente inesperado.
Y si te fijas bien, los orientales que son prácticos dejan a un lado estas cosas de samuráis y de látigos, y acaban poniendo su paraeta y su negocio competitivo del todo a un euro.   Se   desmarcan de ese pasado suntuoso y esoterista, y te venden una radio o unas pilas, te engañan con tu consentimiento, y todo es breve y fugaz.
El vasco loco asesino tenía otra idea de la magnitud y de la verdad. Pensaba que el medievo orientalista le daría la paz que precisaba, y que la velocidad de la televisión puede hacerte pensar y hasta sacarte de los líos. Senda errada.
Confucio. Confundido el astro de la televisión, que entrenaba hasta policías y buscaba toda la perfección de su ida imaginación. El mundo del loco asesino se había bifurcado en cualquier sala de cine y en una butaca inane en donde todo puede pasarte.
-TENGAN CUIDADO-

lunes, 3 de junio de 2013

- ANA PASTOR TOMÓ CARRERILLA -



Se anunció a bombo y platillo el debut televisivo en la "Sexta" de la joven y punzante periodista Ana Pastor.
Era horario prime time, y un domingo por la noche la gente viene de desconectar, y antes del lunes espera una película de policías o un programa de viajes más reposado. Descansar.
Ana Pastor abrió la ventana y ventiló casi con estrépito. Sin poder estarse quieta, se fue al modelo americano del periodismo de impacto a través de su palabra y personalidad. Tomó carrerilla, pero luego le era muy difícil parar.
Llena de vitalidad, apeló al rigor y al dato, frente a la opinión interesada. Sus ojos vivarachos animaban a seguirla hacia la expectación y la laboriosidad. Al trabajo   y    a    la  dinámica bulliciosa. Me temo que su programa, "El Objetivo", patinó al menos en su precoz todavía puesta en escena.
Ana Pastor, la rebelde y con causa, habla a demasiada velocidad que a veces cuesta saber lo que dice, o al menos digerirlo con la suficiente suavidad. Inspira al comienzo de su programa, y no deja de respirar de esa inhalación a lo largo de todo su espacio. Menuda resistencia fondista, la cual podría confundirse con la pretenciosidad o el alocamiento informativo.
Se rodeó de dos o tres jóvenes economistas y analistas de la actualidad política, y propuso un juego de efectos especiales para atrapar la verdad o la falsedad    de    las    cosas      que   cotidianamente se dicen en política para que nos las creamos. Casi todo pitó falso. Pocos habían sido verdaderos en sus juicios. Dominaba la dinámica y la manía de interesar los datos según conveniencia.
Ana Pastor, y su programa de los domingos en la tele. De izquierdas, y que solo se casa con su marido y con nadie más. Tiene la costumbre de interrumpir y de cortar, y eso a veces tiene sentido. En ocasiones, no. Porque precipita las cosas y no parece tener paciencia con sus contertulios. Cree que si les deja respirar, la harán una estratagema. A veces tiene razón. En otras, yerra ...
El programa de una hora de duración, pasó rápido. La mejor noticia es que fue ágil y no se atrancó ni se hizo pesado en exceso. Lo que pasa es que Ana es una periodista para el contraataque y no para el guión previsto. La Pastor es una luchadora contra el poder, que se crece cuando está en minoría y cuando deja a la gente perpleja por su periodística insolencia de quien no traga.
Cuando se encienden los focos y suenan las fanfarrias y hasta las bandurrias y los efectos especiales, entonces su periodismo pierde sexy y punch. Ana necesita poco guión y mucha improvisación. Relajar más a un espectador al que puede lograr abrumar.
Tiene las ideas muy claras, ha decidido guerrear desde ese cuarto poder que es el periodismo independiente y osado, pero quizás una pausa mayor nos ayudaría mejor a comprender a través de élla, esa realidad neoliberal que está llena de ladrones presuntos y de embusteros redomados. De los no demócratas ...
Quizás, la fuerza de la Pastor no sea el golpe plano de Tyson sino la ocurrencia genial de Alí. Su juventud y sus nervios la convierten por ahora en aspirante a gran periodista. Le queda camino a su evidente inteligencia. Si logra dejar la carrerilla y deternerse al lado de un sitio con agua rica, puede ser esa periodista que lleva en el gen.
No me gustó su primer programa, pero no lo descarto. Tiene clase, datos, y capacidad de reflexión. Su periodismo americano debe acercarse más al mediterráneo. Saldrá ganando élla y todos sus admiradores y seguidores.
-ASÍ LA VI-

sábado, 1 de junio de 2013

- EL IMPERIO DEL CUERPO -



Los primeros calores de Junio paren la actual revolución de la belleza y del hedonismo. Ahora ya manda la piel del cuerpo. Ya es libre y se puede lucir. El tiempo de la playa, ha comenzado. Meses de mar.
Los cuerpos han estado tapados y escondidos por toda la ropa de protección invernal. Pero ahora ya es otro tiempo. Ha llegado y para quedarse el desahogo de la manga corta, y hay que proteger solo de los rayos del sol un cuerpo blanquecino que han parido las lluvias y los fríos, y que queremos mutar en morenez y en libertad eternas.
Adiós, ropa que vela y hasta oprime. Patada hacia las perchas de los armarios los abrigos y las prendas que pican y que están densas por la lana y el impermeable. Ha   llegado    el  erotismo del calor. Es tiempo de picardías y audacias, y de prendas escasas que hacen que el cuerpo se vea y hasta que se estire definitivamente camino de la vanidad.
El  imperio del cuerpo ya es libre. Ya puedes. Ya se pueden hacer dimitir a los calcetines o a las medias, y tras el examen del esfuerzo del gimnasio y el footing, vamos a pasar la nota de la admiración y del deseo recíprocos.
Los senos femeninos se liberan de sus tabúes y se atreven a mostrarse tal y como son, debajo de las camisas o jerseys. Es el tiempo de marcar y de insinuar que el momento moderno acepta el sexy de la verdad, y entonces la ropa se adapta a una coquetería y a un pacto con la tierna y eterna belleza y atracción. Playas y topless, tangas y traseros firmes que se tuestan al sol ante la expectación de la masculina grey.
Piernas largas, depiladas, torneadas, libres, al aire del calor y de la bonanza climatológicas, tiempos de buscar en las grandes superficies y en las boutiques de moda las novedades más originales y epatantes. Tiempos de cambios y renovación. Tiempos de belleza sin trabas.
Sobra la ropa. Molesta. La piel casi se basta por sí misma para sentirse bien. El calor ha terminado por decantar la balanza. Es el momento de la verdad y de la comodidad. De la gordura de la panza cervecera, o de la mujer veterana con tipazo de modelo top.
Lorzas, dietas, kilos, birras, tirantes y espaldas libres, apariencias, seducciones, ajustes en la ropa suave, pantalones cortos, bermudas, sandalias y vista natural y hasta fetichista de los pies. Nada de trampas. Nos enfrentamos a la gran pose social de nuestro cuerpo, en el núcleo de las amistades y de los compromisos. De nos.
Sudamos la gota gorda si no entra el bikini, o si la talla fetén se ha quedado en la nostalgia perdida. Es el tiempo del trasero y de la bicicleta, del deporte al aire libre, de la natación, y de que nos vean físicamente tal y como somos y estamos.
No caben remedios ni vergüenzas. El mundo se desnuda, y entonces te ven y te etiquetan, y te llaman por teléfono para ligar, o bien hacen cuchicheos y corrillos para decirse que estás hech@ un extraño barril.
Botellines de agua y cintas en el pelo, florecillas de hippie en el estampado preveraniego, y camiseta de la selección que tú quieras. Playa y montaña que brotan desde la líbido de la excursión y del viaje. Tiempo para salir, para desobedecer, para salirse de la norma y para estar a la altura que se nos espera. Es el calor.
-Y TÚ-

- EL MITO VALERÓN DEJA EL FÚTBOL -



Como siempre en él.  Fácil. Sin estridencias y sin levantar la voz. Con su sonrisa tranquila y canaria. Sereno y desdramatizador. Don Juan Carlos Valerón, colgará esta última jornada las botas desde su veteranía y ley de vida. Hasta para los grandes genios del fútbol como él, acaba pasando el tiempo inevitable.
Tiene ya cerca de cuarenta años, y en el contexto actual del fútbol español de los Campeones Mundiales de la "Roja" y de su tremenda altura, parecería que Valerón es una isla distinta o de otro relieve.
Pero a quienes nos gusta el fútbol, no nos deslumbran los oropeles y los trofeos maravillosos y reales de emoción. Para mí, el gran placer es ver jugar a un tipo que juega al fútbol como los ángeles, e inventa una y otra vez situaciones adecuadas y admirables en el terreno de juego.
En tiempos del gran Iniesta, Xavi o Silva, ¿es posible detener la mirada en el genial flaco canario de Arguineguín? Sí. No solo es posible, sino que es obligatorio. Y si no lo digo, reviento. Valerón ha sido el mejor jugador de este país, por encima de la cabeza de todos los que tenéis in mente. No sé si seré yo, que soy heterodoxo y esas cosas. Pero lo de valerón ha sido extraordinariamente especial. Ha sido lo más grande que yo he visto jamás. Decían que no defendía, y todas esas maledicencias que afirman esos simplones     de    argumentos  y patológicamente resultadistas. No les creáis. Yo, nunca les creo ...
El espigado y delgado Valerón, saltaba al campo con aquella camiseta del Súperdepor de Bebeto o de Fran, o se enfundaba la del Atlético de Madrid y de varios equipos más. Pero siempre era fútbol. El fútbol canario del talento y de la asistencia, de esos jugadores que no necesitan correr para hacer un juego excelso y lograr que te levantes del asiento. Que, aplaudas.
Yo he tenido la suerte de haber visto jugar al mago de Arguineguín. Valerón, con su talento y frialdad aparente, me ha enseñado otra manera de jugar al fútbol con sorpresa y naturalidad. Ha sacado de su chistera infinidad de pases de gol, ha cambiado la pelota de dirección hacia lugares pacíficos, ha escondido el balón para recuperar el tempo y el oxígeno, y ha valido la pena hacer un sacrificio para ir al entrañable Estadio de Riazor, o sacarse una entrada de fútbol en el campo, o pasarse un rato frente a la tele viendo un juego de quilates siempre imprevisible y naturalmente genial.
Longevo como los grandes, recuperándose finalmente de muchas lesiones, sorteando las presiones mediáticas con esa cachaza sensacional que tienen los aplomos canarios, Juan Carlos Valerón no ha dejado a nadie indiferente. Su clase, su técnica, su humildad y su calidad de fuera de serie, pertenecen desde ya y desde hace tiempo a la leyenda de los sibaritas de este juego mágico del balón redondo.
Cual Curro Romero en los toros, Valerón fue el más grande. Ha sido un mito del talento y de la calidad. Dentro y fuera del campo, Valerón sabe a deporte y a clase. Poco hablador y especial como todos los elegidos. Ya ha hablado durante décadas haciendo magisterio sobre la verde hierba.
- ¡GRACIAS, MI NIÑO! -