8:48
jose vicente ortí
Valió la pena el suave madrugón dominical. El gran Fernando Alonso tenía un nuevo regalo en el bolsillo en forma de magia y calidad.
Se ve que había dormido bien la noche anterior a la gran carrera de China de Fórmula 1. Porque salió rutilante desde su tercera posición en la línea de salida. Su genialidad, se abrazaba al calor y al espectáculo formidable. Como un torero en Shangai. Descomunal.
En Maranello, habían tenido lugar una puntería indiscutible. El Ferrari volvía a ser el gran coche bandera e icono. Iba bien por todos los sitios. Y, si a lomos del coche italiano iba un Alonso soberbio, aquello iba a ser tan inolvidable como contagioso. De hacer afición.
Alonso salió como un cohete, y ya no paró hasta el último banderazo que concedía la victoria. Ganó con limpieza y con una claridad de deslumbre. Porque mientras sus rivales se zurraban la badana detrás de él y entraban en choques y problemas, el campeón asturiano solo tenía ojos para mirar hacia adelante. Hacia el número 1.
Sencillamente, no podían con él. Solo se atisbaba alguna opción cuando le tocaba el turno de pasar por boxes para cambiarse de ruedas. Pero ayer todos los sueños de los otros eran pura fantasía. Ayer había en China un majestuoso "Emperador" de este deporte, y los demás parecían frágiles sparrings a su vera.
Fernando Alonso hizo hsta ocho adelantamientos. Les pasó a todos los peces gordos que cuentan para el título. Jugueteó con ellos a través de su imponente superioridad. Ver cómo pasaba en dos ocasiones al alemán Vetel o a todos sus demás contrincantes, es que acojonaba. Les sacaba de quicio y les devolvía a la realidad. Alonso era una máquina infernal.
Se permitió muchos lujos hoy el astur. Parecía dar igual el tema de las ruedas. Aunque se le desgastaban, seguía manteniéndoles e incrementando las distancias. Alonso hubiese ganado en Shangai hasta con ruedas de madera. Es igual. Volvió a boxes, le cambiaron los zapatos al coche, y siguió volando. Y si no lograba la renta suficiente para seguir en el primer puesto tras el cambio de materiales, daba lo mismo. Se acercaba a los de delante, se preparaba, y otra vez en cabeza. Una conducción genial, y un alarde prodigioso de quien se sabe en el fondo superior a todos. ¡De diez! ...
Ni Red Bull, ni McLaren, ni Mercedes, ni nadie. En un momento determinado, casi hubo que pedirle que no corriera tan deprisa o corría riesgo de dejar sin emoción y hasta en apuros a un Gran Premio como el de China con un excelente circuito y una afición feliz y multitudinaria. Gustan los coches allí. En la ex colonia inglesa, y en todo ese país/continente. La gente, se lo pasó en grande.
Los ojos más que bellos de la novia de Fernando Alonso le miraban alhelados, y los aficionados españoles nos quedábamos gratamente atónitos. "¡Qué tío!", "los está dejando en bolas a todos", "¡qué modo de correr!". Es el mejor, ¡coño! ...
Es lo que tiene nuestro país España. De vez en cuando, una individualidad puede cargarse todos los esquemas y las dificultades. Alonso se estaba divirtiendo, se lo estaba pasando bomba, era feliz con su imponente y bello Ferrari gobernando todos los ángulos de la carrera, y sometiendo a sus rivales. Nada de toserle.
Viendo al campeón español, parecía que conducir a esas velocidades era más sencillo, y que los ángeles no tienen choques ni contratiempos, y que alguien de la calle se puede meter en un bólido de esos y aspirar a todo.
Mas, no hay que engañarse. Fernando Alonso arrasó en Shangai porque es grande. Porque es un genio. Especial, inconformista, listo, potente, claro, brusco de ambición, y una maravilla en frente de un volante del Gran Circo de Ecclestone. Preguntarse acerca del porqué de su magia es como si elucubráramos sobre el porqué de Iniesta o del mito Nadal. Lo mejor y más práctico que se puede hacer con Fernando Alonso es verle pilotar. Éso, es un lujo sibarita.
- ¡ENHORABUENA! -
8:09
jose vicente ortí
¿Regular la indignación y el estallido social?, ¿trescientos metros de distancia para decirle a un político que le está arruinando la vida y que a éso no tiene el más mínimo derecho? ...
Represión. No se puede entender en otra clave las medidas como son las multas y las distancias geográficas a las que deberán ser sometidos los ciudadanos de a pie.
¿Un escrache?, ¿qué es un escrache?, ¿el acoso personal?, ¿es que les tienen especialmente manía cuando van a sus casas a decirles de todo menos bonitos? No. Fuera de toda intolerable violencia física, el grito en la casa del político responde a razones nada volubles. Por ejemplo, cuando se trata como en el tema de los deshaucios, de dejar a las personas sin viviendas para dárselas improductivamente a los bancos y con una frialdad que aterroriza. Éso, es "escrache" ...
No. Lo que el famoso y tan de moda escrache plantea, es el fracaso de una relación entre el político y los ciudadanos. Cada uno va a por su lado. Y entonces se produce el choque que pare el producto de la desesperación. ¿Ponerle puertas al campo? Absoluta ingenuidad.
El último argumentario de los políticos es que si van los ciudadanos a la puerta de sus casas, entonces molestan a sus hijos y ancianos. Siendo naturalmente verdad este aserto, habían de pensar que los ciudadanos a los que crujen tienen igualmente hijos y abuelitos que cuidar.
Es la idea de quien no tiene la conciencia tranquila. De quien va con excusas de mal pagador. Como si una especie de casta suprema e intocable, que nada está dispuesta a tolerar: "¿Y mis niños?, "¿y mis mayores?" ...
Todos somos niños y ancianos. Frágiles, frente a unas leyes absolutamente nefastas que solo sirven para que la pobreza general ya no sea solo un umbral, sino una tremenda realidad. No se puede hacer escrache lesgislativo o normativo, y pretender que se les aplauda a posteriori.
Insisto. Nada de agresiones ni de violencia física. Éso, se da por consensuado. Pero, el ejercicio de la libre expresión, ése es básico e inevitable.
Si haces unas leyes que agreden y hacen daño ... Si haces daño, deberás atenerte a las consecuencias. Y quienes hacen esas leyes y les parecen más o menos bien, no son seres etéreos procedentes de extrañas o lejanas galaxias. Quienes hacen esas leyes que llevan al desastre y a la marginalidad, son seres humanos que tienen nombres y apellidos.
Sí. Todo este asunto es en extremo desagradable. Profundamente asqueroso y abrupto. Pero hay una cosa que se llama responsabilidad. El que hace algo que no gusta a los ciudadanos, debe de arramplar con dicha decisión tomada, o sencillamente no hacerla o irse a su casa. El abismo que se ha creado, no es bueno para nadie. No es plato de gusto tener que ir a casa de nadie a decirle las cosas. Pero sucede que la gente no es boba, y no va a tragar así como así.
No valen cinismos frente al escrache. Todo afecta a todos. Cuando uno pierde su vivienda, todos debemos estar en el sufrimiento con éllos, y tratar de meternos en su desesperación. Las lágrimas asépticas del cocodrilo, son risibles e ineficaces.
No se puede gobernar de espaldas al pueblo. Eso es un "escrache" social y en toda regla. El tomar medidas que dejan sin protección a la ciudadanía, es algo intolerable. Cebarse con el frágil es simplón, y es mucho más agradecido masajearle el lomo al que tiene el dinero.
Sí. También la crisis es el desprecio y la sordera hacia los demás. También son agresiones unas leyes que nos dejan sin dinero y esperanzas, y que nos llevan a la exclusión y a las Casas de la Caridad. Es el error. Gobernar no es una caridad, sino un acto de amor y de justicia social. Que, también es amor.
Insistiendo en la idea de que nadie ha de tomarse la justicia por su mano, hay siempre que recordar que las soluciones pasan por los diálogos y los acercamientos, y nunca por las distancias altaneras. Las gentes están muy hasta el gorro de esas leyes que nos asfixian. Cuando a uno le duele una puerna, se queja. Nadie lo olvide.
-GOBERNAR ES UN ACTO DE AFECTO-
10:00
jose vicente ortí
En esta semana llena de pérdidas dolorosas y de frenéticas y opacas noticias referentes a los dineros de la extraña moralidad en mi país y en el mundo, permitidme una pausa en el pulso afilado, y suavizo en este escrito de hoy lo cotidiano desde el viaje a la magia de la ilusión y del por qué no ...
Para éllo, cruzo la retrospectiva en dirección a mi nostalgia, y encuentro y reencuentro el deporte del fútbol cuando ya la Liga de España y en Abril se va encaminando hacia los momentos decisivos, y con un Barcelona como virtual ganador.
Era yo algunos años más joven, y se me ocurrió la sección: "La Quiniela del Mago". Y antes de que termine esta temporada 2012/2013, me he propuesto con vosotras y vosotros imaginar una Quiniela "vencedora".
Sí. Era yo bastante más joven que ahora, y cuando llegaban todos los fines de semana, os proponía una ilusión generosa y casi juvenil. Ese aspecto de querer gustar y de ser generoso, lo sigo conservando como positividad de un pasado que queda siempre presente en las primeras posiciones del acierto.
Sé que "La Quiniela del Mago" era una sección muy seguida y que tenía bastante aceptación. Ahora, algunos de vosotr@s sóis nuevos en mi blog, y quizás no conozcáis la sección. Quienes me seguís de siempre, de los inicios aquí, ya la sabéis.
La idea es que yo sugería la "Quiniela" de la jornada,-los jueves creo que era-, y vosotros y vosotras solo teniáis que copiarla y bajar a que os la sellaran. E incluso se puede hacer creo que por Internet.
Pasó el tiempo, y me di cuenta de que una sección fija podía ser una hándicap para el interés general. Porque mi blog tenía que ser siempre una sorpresa nueva cada día, y si ese día ya sabíais de que iba el tema, entonces la magia se podía volver de blanco y negro.
Mi blog ha de ser siempre inesperado y hasta extraño. A nadie debe dejar indiferente. Como, yo. A mí no me gusta la gente aburrida y predecible, como esos tertulianos de los cuales ya sabes de antemano lo que más o menos dirán.
Rumbo cambiante. Diversificado. Absoluto caos y libertad. Nada de guiones o autoimposiciones. Que huela a libertad en mi escribir y en mí. Que de la tinta de mi boli, salgan cosas que ni siquiera yo mismo pueda esperar del todo. Esa es mi máxima. Ni siquiera mi máxima de éxito. Mi máxima, de mí.
Hoy me ha dado por rebobinar la moviola de los primeros paseos de este modesto y personal blog, y he querido homenajear a aquel muchacho que se parecía mucho a mí, y desde el que surgían ideas de ingenua y bella generosidad.
¡Qué habrá sido de "La Quiniela del Mago"! La "Quiniela del Mago· se fue por otros senderos misteriosos, y dejó paso a otras historias y a otras vivencias. Pero nunca se ha ido del todo, porque de la simpatía y del buen propósito siempre terminamos acordándonos sin saber muy bien el porqué.
Aquello fue bello mientras duró, y no tanto cuando tomó su propio camino. De hecho, la salida suave de esta sección de mi blog, me permite recuperarla hoy para tod@s aquell@s que quieran tomar la ilusión de copiarla con humor, y hasta de soñar en estos tiempos de crisis y de injusticias sociales con los dinerillos que quién sabe y tal ...
Sí. Hoy solo es un juego común, en donde mi "Quiniela" puede permitir que alguien se anime y se lance al sellado. No tengo poderes paranormales ni nada de eso, y en modo alguno puedo garantizar nada. Es posible que se logren bien pocos aciertos. O, quizás, no. Porque el azar es como una dama primaveral y voluble, caprichosa y bellísima. Eterna.
Homenajeada esta sección histórica en mi blog, aprovecho para saludaros a tod@s y para dar la bienvenida a mis nuevos lectores y de todos los lugares y países.
Y para daros igualmente las santas gracias por estar ahí, y por hacerme pensar que hasta puedo ser vanidoso, y todas estas cosas. Ahí va la "Quiniela" mía juguetona 43 de la Liga de España, y que corresponde a este fin de semana. ¡Que todos tengamos mucha suerte!
1. Rayo Vallecano-R.Sociedad=1
2. Málaga-Osasuna = 1
3. Valladolid-Getafe = 1
4. At. Madrid-Granada= x
5. Athletic Club-Real Madrid=x
6. Levgante-Deportivo = 1
7. Zaragoza-Barcelona = 2
8. Las Palmas-Hércules= 1
9. Córdoba-Ponferrada = x
10. Huesca-Sabadell = x
11. Mirandés-Almería = x
12. Murcia-Villarreal = 1
13. Rácing-Girona = 1
14. Lugo-Alcorcón = 2
15. Espanyol-Valencia = x
- ¡GRACIAS, DE CORAZÓN! -
10:00
jose vicente ortí
Que, vienen a ser, los retos de mi futuro personal. Mi casa. Mi casa y yo. Las aperturas y los cambios. Los espacios que aparecen. Mi casa, muta. Como yo. Como mi necesidad de crecer progresivamente y de asentarme en mí. Una misma cosa.
Mi asistente semanal, ve mi casa y me sugiere cosas. El otro día tiramos una vieja y voluminosa nevera, y ha quedado en el salón comedor un espacio nuevo y maravillosamente entrañable para mí. Es como si mi comedor hubiese crecido y fuese mucho más grande.
Como mi perspectiva vital. Se van a ganar espacios en mi casa, en la medida que yo me vaya haciendo mi propio jugar y mi propia convicción personal.
Rosa, ha vivido, y tiene las ideas claritas para cómo tiene que quedar mi casa para el día de mañana cuando yo abandone el lar de mi hermano en donde reside mi madre viejita, y entonces todo estará bien distribuído y diseñado aquí. Yo, estaré mejor diseñado y ofreceré la mejor cara de mí.
Ahí se plantea mi primer reto. Rosa, orienta y sugiere. Pero quien realmente debe mover el barco y el timón de mi vida, seré yo. Yo daré los pasos correspondientes, permutaré mis muebles que ya no pueden servirme, por otros de utilidad. Y el camino seguirá personal e imparable, mío, propio y absolutamente intransferible.
Es mi sino, y el sino de todos cuantos desean seguir creciendo y ganando espacios de libertad y de autodefinición. Solo yo a través de mis decisiones, debo elegir lo que gustará más y lo que no me agrade casi en absoluto. El sendero será duro. La etapa, un tanto nerviosa y bisoña, pero la concreción será inevitable.
Me asusta pensar en los cambios de mi casa. Tiendes a creer que todo es demasiado complejo y te comes la cabeza. Pero, luego, siempre te viene una íntima y plena satisfacción que te dice que vas bien y que es por ahí.
Deslumbra la apertura de mi futuro, y tienta el nervio y el temor. Mas luego hago rápido balance general. Las inversiones en disposición y ubicaciones de las cosas de mi casa, son una aventura apasionante que siempre ha de tener final feliz. Si yo quiero.
Mi yo. Mi yo camina con tiento y con temor a errar, pero se da cuenta de que el mayor error es la dejadez y el mantener las cosas como estaban. Es un temor infundado, que desconcierta y asfixia un tanto. Que, agobia. Pero nadie nació enseñado.
Ésa, es mi idea desde la que todo gravita. Yo, y mi dignidad. La visión alegre y práctica de mi futuro lleno de nuevas, vida y proyectos. Lo que ahora es solo un bosquejo lastimado de un pasado feroz, comienza a transformarse en una preciosa esperanza.
Me queda toda mi vida por aprender, por equivocarme, y por cometer muchos aciertos y errores. Pero os aseguro que regir uno mismo las riendas de su propia vida y de su propia libertad, es seguramente lo más bonito que me ha podido pasar jamás.
Aunque ande dubitativo, asustado, y mirando el escaso dinero que tengo, hay una riqueza que tiene que ver con el rehacerse y aspirar noble y merecidamente a mi tiempo mejor.
Mis muebles dispuestos adecuadamente, mis trucos para estar mejor en mi casa, mi decencia, y ese manantial que tengo en lo más bonito de mi corazón y que me hace brotar ese chorro de agua y de energía fértil y positiva.
Cuando mi casa viejita pero entrañable ya esté bien, entonces me miraré en el interior del espejo de mi alma y me diré que la cosa ha valido la pena. Y que disfrutar de mi patrimonio personal concretado y rectificado, es una enorme victoria de valía y de coraje. Y en ese momento, no solo me querré mucho más a mí mismo, sino que esa naturalidad hará que las demás y los demás admiren mi superación y mi autenticidad.
-LO DARÉ TODO EN MI EMPEÑO-
6:18
jose vicente ortí
Con paz en el hablar. Y con las ideas más claras que el agua. Sin hacer ruído, suavemente, sin el más mínimo estrépito, y con toda la enorme carga del maestro irreductible. Acaba de descansar o como se llame, el humanista admirable y viejo profesor José Luis Sampedro. Escritor, economista, y todo el amor de un ser humano lógico y sabio. Reflexivo y tierno. Sensible y lúcido. Generoso y cabal. Todo un maravilloso referente. Ejemplar e inolvidable.
El autor de "La Sonrisa etrusca" o de "El río que nos lleva", ya era muy mayor. Pero no sentía demasiado miedo a lo otro. A esa cosa de la vida que pone muerte. Porque era inteligente y potencia ideológica.
Dicen que fue uno de los líderes del Movimiento espontáneo y de libertad. Sí. ¡El 15-M! Algo puro, como una rosa que salió de los corazones agredidos y dignos.
José Luís Sampedro no hacía ruído, pero sus reflexiones eran un golpe de Frazier. Hombre bueno, y guerrero del pensamiento. Su sentido del humor era potente, y desnudaba a esos grandes mentirosos sin entrañas que han convertido la dignidad en su negocio, y la prostitución en un aparente neovalor.
El economista y profesor Sampedro no podía entender el despropósito de este capitalismo desfasado y obsoleto; hortera y falso. Afirmaba el viejo profesor que los seres humanos no deben estar al servicio del dinero, sino que es todo lo contrario.
Este hombre entrañable, era lógico y sereno. Certero y especial. Con sus cejas, y tremendamente delgado. Discreto, y a la vez inevitable. Sí. Finalmente lo dijo todo y con claridad. Como siempre. José Luis Sampedro nos dijo que solo había una manera de parar el miedo a la sensación de que salir a la calle o protestar no servía para nada.
Que, no. Que servía, y absolutamente mucho. Que si frente a esta barbarie neoliberal decidíamos callarnos como corderitos, que entonces esos tíos sí que se habían salido finalmente con la suya.
Sampedro, pensaba. Y pensaba mucho y bien sobre las nuevas generaciones. Sobre, los jóvenes. Porque él era joven. Siempre fue joven y claro. Eternamente joven cerca de la centena. Siempre decía que había viejos de veinte años, y que lo importante era la actitud.
La sabiduría del profesor era serena y demoledora. Él, instaba a todos a luchar por lo que es suyo. Por lo que es nuestro. Por lo social. Por lo que es de todos y nunca de los rapiñas.
Mas nunca se crispaba, y tenía una sonrisa como de estar ya de vuelta de todo. Ha muerto sin publicidad. Pidió que no se dijera nada de su muerte. Nunca le gustó ni el gran boato ni la gran loa. No creía en los héroes, sino en la sensatez y en la responsabilidad.
El profesor Sampedro llevaba el talento a los corazones extraviados y dudosos, y decía lo que pensaba con vehemencia pero sin perder los estribos. Por eso era maestro.
Yo quiero destacar aquí su humanidad y su puntería analítica. Su bonhomía de ser inteligente y tranquilo. José Luis Sampedro se levantaba suavemente de su silla, se iba al atril, y desde allí te decía el porqué de las crueles cosas que le pasan a este puto mundo adverso.
Y a continuación, se retiraba pronto e infatigablemente. Sin despeinarse, y con todo el sudor del amor.
Coño, con la cantidad de seres sucios e innobles que nos rodean, bastarían unas decenas de tipos como José Luis, para que las cosas comenzaran a cambiar. No es tan difícil ser bueno y sensato. O, al menos, así lo parecía cuando se escuchaba la mágica conciencia de su hablar de paz e ideas. Cuando escuchabas la voz del maestro, notabas una magia en forma de beso que estaba contigo.
-Y TE RECONCILIABAS CON MUCHA GENTE-
14:31
jose vicente ortí
- Mamá, ¿me vas a dejar ver el programa "Salvados" de Jordi Évole? ...
- ¡Uyss! Sí. Vale.
Lacónica y pícara respuesta de mi madre. Yo, era consciente de que todo sería bien difícil. Mi hermano se acababa de ir al campo de Mestalla a ver jugar al Valencia, y mi misión era quedarme haciendo equilibrios con la situación que mi madre plantea desde su senectud.
Intenté dribarla tímidamente al principio. Puse Telecinco, y desde Qatar televisaban a los chicos de las motos. Pedrosa, Lorenzo, el mito Valentino Rossi, y todos esos imberbes kamikaces. Solo sé que al principio Valentino estuvo a punto de irse al suelo y cedió algo.
- ¿Ya va mi cena?, ¿qué es eso que hay ahí encima, hijo?, ¿por qué no pones ese vaso allá?, ¿qué hace la cuchara ahí?, ¿te acuerdas qué pastillas son las que tomo? ....
-Sí, mamá. No te preocupes.
A hacer la cena y adiós a las motos. Era más sencillo. Y mientras cenaban madre e hijo, la boca de la mujer no cesaba de lanzar órdenes a pesar de los alimentos que ingería. ¿Qué será callarse? ...
- Pero, mamá, ¿quieres dejarme ver al Jordi con estos hombres de los medicamentos, mujer?
- ¡Uyss! ...
Peligroso. No me ha dejado en paz mi santa madre en toda la cena. Apenas he podido deducir o intuír muy distraído, que una cosa es el científico libre y riguroso, y otra el mercader interesado en todo incluyendo prioritariamente a los dineros. En España se hace con la farmacología lo que deciden en gran parte los grandes laboratorios sin fronteras.
- ¿Lo he sintetizado bien, mamá? ...
- ¿Qué dices, hijo? Yo lo que te digo es que eso no me interesa, y que ya está bien de comer que quiero irme al servicio y después a dormir ...
Después del servicio y de sus necesidades fisiológicas, yo ya no recordaba apenas porque no tenía tiempo, de que voy aguantando otra vez con paracetamol el resfriado que tengo.
El siguiente capítulo, es que no se quería tomar la abundante medicación. Y la he dicho que se lo diga al médico y que yo solo soy un mandado. Demasiadas palabras juntas para que asiente y obedezca. Finalmente, logré una victoria parcial. Se lo tomó todo, pero antes me preguntaba por la cama y que quería acostarse ya y sin esperar un solo segundo.
Tuve suerte. Yo también a duras penas había logrado cenar. Mi madre me ha dicho exacta y atropelladamente todo lo que tenía que hacer. Me leía la memoria y no me dejaba un instante para la pausa y el resuello. Y una vez acostada, mi madre seguía con mucha vitalidad.
- Oye, ¿éso que hay ahí al lado del armario, qué es? ...
- Un primo de Drácula.
- ¡Uyss! ¡Cómo va a ser un primo de Drácula! En serio, ¿qué es aquella toalla azul que está ahí y que no sé muy bien por qué es que no la pones aquí? ...
Cómo explicar. Es difícil cuando casi no te tienes en pie. Mi ateísmo se aferraba a los rezos interiores. Porfa, haz que los medicamentos la vayan haciendo entrar en calma y en sueño. ¿Porfa? ¡Please! ...
De repente, un silencio. Leñe, ya se callado y duerme. Pero al minuto y medio, mi madre me llama aunque no quiere nada. Solo desea saber si estoy, y de paso asustarme un poco. Manejo bien la habilidad de hacerme el sordo, y mi tesoro se calla definitivamente. El sueño es suyo.
Aprovecho para prepararme. En ése momento, mi hermano llega del fútbol. Lo primero y único que me dice es que mañana tengo que volver a las nueve de la mañana, a pesar de ser festivo. Estoy tan cansado y deseoso de escaparme por unas horas a mi casa propia y de libertad, que casi no me sale la voz. Solo iba a decir que vale.
- ¡SÍ, BWANA! -
9:38
jose vicente ortí
Concluída la encuesta referente a vuestra opinión acerca del "dóping", os hago saber los resultados finales.
Se reciben un total de 23 votos.
Gana la opción "Se impone una nueva cultura basada en el esfuerzo", con 18 votos, lo que supone un 78% del total de todos los emitidos.
En segundo lugar aparece la respuesta "Son carencias consecuencia de la falta de valores", con 2 votos y un 8% del total .
Y finalmente obtienen 1 voto, un 4% del total por opción, las respuestas: "Algunos creen que el fin lo justifica todo", "Solo se dopan una minoría", y "La trampa en el deporte siempre perjudica a los deportistas".
Agradeceros a todas y a todos vuestra gentil y amable participación, daros las gracias por abusar un poco de vuestro escaso tiempo, y anunciaros que ya está a vuestra disposición una nueva encuesta, que espero que sea de vuestro gusto y aceptación.
¡Mil gracias a tod@s!
9:43
jose vicente ortí
Belleza. Española. Sara Montiel. De la ciudadrealense Campo de Criptana. Ochenta y cinco años. Nos acaba de dejar.
Actriz, bailarina, cantante, y lo que hiciera falta. Fue la española más bella nunca antes imaginada. Y su sexy y ambición, la catapultaron al estrellato y a la fama más internacional y colosal.
¿Una española sexy en la época de Franco?, ¿será posible? Sarita Montiel rompía todos los moldes. ¿Una actriz de España triunfadora en la América de los mitos consagrados? ¡Increíble! Pero, cierto ...
Era tan sensual que no cabía aquí. Necesitaba respirar aventura, y toda la libertad. Y, éso, no estaba en España. Éso, era cosa del mundo mundial e internacional. Concha Piquer ya lo había osado hacer y con todo el éxito musical. Élla, Sara, era más cine, tele y show. También canción. Carne bellísima en un cuerpo pequeño pero majestuoso.
¡Oh, América! Primero, disfrutaron de su charme los espectadores mejicanos. Y, de ahí, ¡ a Hollywood! A la NBA del éxito total y sin precedentes. Cuando las españolas se vestían de negro y con mantillas y peinetas, Sara daba el gran paso. Se casó con el director de cine estadounidense Anthony Mann, y descubrió la manchega otra cultura posible, otra magia, otra posibilidad de ser María Félix o Rita Hayworth; otro modo de entender el sexo sin tabúes ni cortapisas. Hollywood agradó y colmó la gran ambición de la española diosa morena. Icono.
¡Veracruz! ¡Coño, Veracruz! Sara Montiel y Gary Gooper. ¡La leche! Aquello era triunfar. Y Burt Lancaster, y Charles Bronson, y todo cristo a sus pies. Doña Sara seguía derribando moldes y barreras. Era española, pero sobre todo, de muchísimos sitios en donde luce el gran prime time rutilante del éxito.
Libertad. Sara Montiel y la libertad. Los hombres. Todos sus hombres que la vino en gana tener y enamorar. Su sexy y su descomunal belleza. Su sensualidad al abrir la boca y para cantar en tono seguro y grave.
Puros. Sara fumaba puros y hacía con cariño todo lo que quería. Se divorciaba, se casaba, se descasaba, y seguía en el centro de todas las miradas de ambición posible. Pionera, y más que bella. ¡Sexy!
Dejó América y se vino de regreso a España, a la tele, al teatro, y a donde quiso venir y hacer. Creó todo un personaje divo y maravilloso, donde ya es difícil saber en dónde empieza el personaje y en dónde su persona. Les pasa a las grandes estrellas del mundo.
De cultura liberada, no olvidó que era de España y por eso se volvió. Fue la reinona divina y hermosa, y la gran estrellaza de mi país. Seguramente, si preguntas a algún español acerca de su nombre, a todos les suena siempre. Era poderosa, mujer, cariñosa, sorprendente, bellísima, sexy a mil, y decidió que eso del paso de la edad siempre iba a tener remedio. Siempre salía airosa de unas situaciones que ella misma provocaba. Le chiflaba la provocación y el asombro en los otros. La gran aventura de la belleza de la mujer y del triunfo. El estrellato.
En sus últimos años, decidió la ironía en sus recuerdos, y desfiló como una frikie con alguna dignidad, hablando puro en mano de la atracción por los hombres de cualquier edad. Oye, la cuestión era salir en la tele, en los medios, y en donde hiciese falta. O das la nota, o no existes.
Sarita Montiel abrió los ojos a la ambición femenina española, y cambió mentalidades. Ser mujer pecado, también era cosa de gozar de maravillosas recompensas vitales. Ser mujer sin tabúes podía ser una nueva opción de modernidad y de éxito. Ser diva también podía ser genialidad.
- ¡QUÉ GUAPA FUE! -
9:18
jose vicente ortí
Periodista castizo y conquense, veterano, y excelente escritor. Raúl del Pozo. Todo un clásico tertuliano y opinador. Uno de los tipos más sagaces del mundo que parió el gran Larra. Impronta y heterodoxia.
Pelo cano, mirada fija, y talante de bonancible y tranquilo hombre de pueblo. Personalidad clara, y amante excelso de la belleza femenina.
Una frase de Del Pozo es una demoledora ráfaga de contundencia y talento. Su voz es un golpe hilvanado a la cátedra lingüística, pero él nunca será abuelo del Hogar del jubilado. No le busquen ahí.
Raúl del Pozo estará en el campo donde se cuece la vida y la intriga, la pasión y la mesura, el rigor y la palabra, y su independencia de opinador que en el fondo le parece que el mundo está ya suficientemente inventado y que la rabiosa actualidad no es más que un oportunismo seductor y mercader. Las habas y el caldo.
Además de su mirada seria, hay una sonrisa de desdramatización y una mueca de serena normalidad. Nunca pasará nada excesivamente truculento, y si pasa, habrá que saludar con rigor de academia e ingenio de valentía.
Raúl es un gran vividor del buen periodismo. Es modestamente elitista y sibarita, y sabe cuando una mujer ha entrado en contacto con la Primavera o cuando es más fea que Picio.
Del Pozo parte de la cultura, y se proyecta desde la gran experiencia literaria y de la sabiduría de los clásicos eternos y modernos. Si tiene que atizar a alguien, lo hará por igual al Pesoe o al PP, pero sabe que sus pies están ahora en un diario de derechas como es "El Mundo" de Pedro José Ramírez. Nadie hay bobo aquí.
No hay fatalismo en Del Pozo, sino visión no partidista. El planeta de los blancos y banqueros tiene bien poco remedio, pero siempre hay que decir las cosas aún contando con ello. El mundo es el que es. El mundo es sentimientos y misterio por desubrir, geografía y dinero, nuevos ricos y viejos pobres que claman justicia.
Raúl huye de los voceros oportunos, y trata de meter la morcilla de la broma en terrenos inesperados. Y entonces, el veterano conquense se da cuenta de que la sociedad actual es hostil y vana, y que siempre quedará la gran bohemia de la libertad y quién sabe si del socialismo real.
El mundo es fútbol, es fasto y bomba, sabio y verdugo, y todos esos desequilibrios. Pero bien pocos se salvan de la inocencia. Porque Del Pozo sabe bucear como pocos en las razones de la sensatez y de la incomprensión. Suyo es el desencuentro y también la sorpresa, la luz y el almendro en flor, y su elegancia impoluta de su vestir en el mito del Café Gijón.
Raúl del Pozo sabe tanto como los ratones colorados, y por eso pone cara de deseoso de no saber mucho más. Lo más importante para un castellano viejo es la supervivencia y la realidad, unas buenas botas para el frío, y la tierna conversación de lo que sea al lado de una voz cálida al abrigo de una interna y acertada estufa de leña.
Pero, también el mundo es Madrid y el Poder. Es apasionante el Poder porque saca lo mejor y lo peor de los seres humanos. Les pone a prueba y puede también hacerles humildes. ¿Por qué no? ...
Es lo que tiene el periodismo. La naturalidad del estratega que amaga, y luego te da una andanada definitiva y de talento literario. Todo éso, junto a una caja de sorpresas veteranas y lúcidas es Raúl del Pozo. La cultura aséptica hecha periodista y escritor. La sorpresa ácida que te deja perplejo cuando dispara, y la elegancia de quien sabe que nunca puede osar aburrirte sino todo lo contrario.
-RAÚL DEL POZO ES UN MAESTRO-
8:44
jose vicente ortí
Absolutamente vocacional. Y laborioso. Sí. Desde que me levanto por la mañana hasta que me acuesto, yo me dedico a trabajar por mi país, España. Quiero y necesito que mi país mejore, y me preocupa toda la situación general. Soy concejal de una ciudad mediana, y ha de saberse que me enorgullece mi servicio pleno a mi patria.
Escucho a mis ciudadanos, a mis electores, y trato en los plenos del Ayuntamiento y en los despachos y reuniones previas, de ayudarles y de ser canal de sus voces y reivindicaciones. Sí. Me gusta la política pero como representación y ayuda.
Me gusta moverme y estar al tanto de las cosas que pasan y preocupan. Discuto con mis compañeros de partido todas mis ideas, y hago porque mi voz y mi pensar se comparta, y para la satisfacción de la mayoría de las personas. Las más posible.
No estoy en política para ganar dinero. Ésto, me parecería una forma de picardía o de prostitución. Inadmisible, obsceno e impostado. Solo quiero el bien común, el máximo bien, el calmar las cosas, y el que los ciudadanos me tengan en una buena consideración. Lo hago por razones éticas y morales. No podría dormir tranquilo si estuviese en este mundo político para sacar tajada para mí por algún privilegio. Os aseguro que no. No es mi estilo.
No he robado en mi vida ni pienso hacerlo, nunca he tenido que doblar la rodilla ante nadie ni ser servilista, siempre he cuidado mis relaciones de amistad y he tratado de que no influyeran en mis limpias decisiones. Desprecio profundamente toda forma de corrupción. La corrupción es una trampa saducea que sabe golpear en los cimientos de mi santa Democracia con mayúsculas. Mi sueldo es modesto, tengo varias carreras y ofertas del sector privado que si las aceptara ganaría mucho dinero, pero no me da la gana aceptar porque me debo plenamente a mis electores.
Como estoy hace años en política, ya no soy un novato y conozco los caminos y los tipos y tipas de la tentación. Es fuerte el tema. Hay gente que disfrutaría haciendo que cambiara de chaqueta y me lanzara en sus brazos. Son listos y no te lo proponen abiertamente, pero como te descuides una noche con el alcohol o con la fiesta, puedes ser pasto de mácula.
Hay gente buena que se ha ensuciado. Ya véis las televisiones y los períódicos. Que si paraísos fiscales, que si enriquecimiento ilícito, que si yates, que si áticos, viajes, despilfarros y todas esas cosas.
Os aseguro que no es mi caso. A mí me gusta hablar por mí. Yo nunca iría por decencia a esos lugares de lujo, porque creo que el ejemplo es actualmente una excelente idea para ayudar a mis electores.
Como se comprenderá fácilmente, hay que tener poco escrúpulo para irse de juergaza y de viaje, y ver que tenemos séis millones de parados, y que cada vez más nos asfixia la pobreza, que los centros de ayuda están rebasados, y que en mi país la gente escarba en los cubos y contenedores de la basura.
No creo ser héroe por el hecho de mi honradez. Al revés. A mí se me ha votado para trabajar y para estar codo con codo con mis ciudadanos. No se me ha votado para llevar un cochazo oficial, o para tener holguras o dietas excesivas. Yo soy España. De la España real y de la calle, aunque lleve corbata y esas cosas. Es un mero formalismo y una manera de vestir. Soy y voy limpio, y mis cuentas y emolumentos están a disposición de quienes deseen verlos. Mi transparencia es mi máxima y mi seña de identidad.
Me da rabia que nos digan que todos los políticos somos unos sinvergüenzas. No lo somos. Es mentira. Habrá de todo. Habrán chorizos, normales y medio pensionistas. Pero es malo generalizar. Yo, no tengo nada que esconder ni de qué avergonzarme.
Y, os aseguro, que si observara a mi alrededor rechazo contra mí, lo que haría sería recibir a la gente en mi despacho y dejarles hablar con absoluta libertad. Que nadie dude es mi idea. Y yo escucho y soy receptivo, y me da coraje ver a mis compañeros de profesión o de cometido que traspasan la línea de la corrección y se meten en líos y en asuntos turbios y hasta delictivos. En mí, saben que tienen a un crítico que alza su voz ante todos ellos.
No me importan los estereotipos. Soy un hombre normal y corriente. No soy ni mejor ni peor que nadie. Soy uno más. Y en esa idea de inquietud y participación me muevo. No quiero que tiren a la gente de sus casa y que las personas tengan empleo y sueños. Ese es mi reto. Y si es tiempo de vacas flacas como el actual, mi obligación es ser austero y consecuente con la carencia. Y sacrificarme como todos y con todos. Me gusta lo que hago pero no necesariamente tenga que ser para siempre.
-DETESTO SER ETERNO-
6:33
jose vicente ortí
Yo soy Mumba Endiambo. Nada de Tony Burns. El hombre blanco me ha hecho demasiado e injusto daño. Yo y los míos estábamos tranquilamente en mi Kenya del alma. Maldita red. No podían conmigo. Soy demasiado fuerte y mido dos metros de estatura. Solo un disparo de rifle me hubiera hecho flaquear. Ningún hombre puede conmigo. Nadie sabe capturarme con lucha y nobleza. Por eso me tiraron una red. Y entre séis y siete blancos, me ataron y me llevaron a un sucio y maldito habitáculo. Después me raptaron y me maltrataron hasta llevarme a las playas del Atlántico donde me esperaban mil barcos negreros. No llegábamos nunca a América en donde estoy ahora. Y yo soy africano y me han cortado la libertad. Yo quiero volver a mi selva y a mi vida de Kenya. Allí queda todo lo mío. Allá están todas mis estrellas.
- My lord what a morning. ¡My lord what a morning! ¡¡Quiero libertad!! ...
Aquí, en los campos de algodón de América, apenas me dan de comer y están pendientes de mí contínuamente. No van a tolerar que me escape. Al menos, por ahora. Hasta que no me vean que reviento física o mentalmente, no se fijarán en mí. Y una vez muera, me tirarán en cualquier sitio para que no transmita pandemias o enfermedades. Los blancos son listos. ¡Ahhhh! ...
Desde aquí veo la playa. Me gusta ver la playa. Porque es mi límite y toda la única frontera. El mar. Y al otro lado del mar, hay dioses y espíritus que me tienen preparada la gran y maravillosa bienvenida. Porque allá en la playa de África se abren caminos y sendas, y desde la misma orilla podré oler el calor de mi Kenya, y los olores de los míos, y las costumbres de mi tribu, y el amor de mis padres, hermanos y de las mujeres. Quiero volver. Maldita sea. ¡Yo quiero y tengo que volver a mi casa y a mi raíz! A mi cuna. Lo saben todos los seres superiores. Las estrellas y la verdad. ¡Oh, yo no quiero estar aquí! ...
- My lord what a morning. ¡My lord what a morning! ¡Quiero mi merecida libertad! ...
Aquí en la plantación de algodón, hay seres terribles que me castigan y que me quitan la dignidad. Blancos, perros de vigilancia, cadenas y rifles. Tipos armados como leones, los cuales piensan que mi vida y que mis sueños son solo una anécdota loca. Y nunca se quieren enterar de que yo siempre soy nada más y nada menos que Mumba Endiambo. Y que la vida es otra cosa además de sobrevivir. ¡Ahhhh! ...
No me fío de la señora Kirk. Es blanca y ya no cumple cincuenta años. Es viuda y tiene poder y mucho dinero. Pero de mí sé que solo quiere pasar noches de cama y de sexo. Dice que soy muy hombre y muy espectacular, y que sé amar abundantemente. Pero me engaña. Me engaña siempre. Me ha dicho que me sacará de la maldita plantación si la sigo dando placer. Y que me meterá ella misma dentro de un gran barco, y que me devolverá a mi África y a mi Kenya. ¡No me mienta, maldita bruja aprovechada! ...
- My lord what a morning. ¡My lord what a morning! Solo soy un esclavo, ¡maldita Caty Kirk! ¿No lo ve? ¡¡Ayúdeme ya!! ...
No quiero pensar nunca que voy a morir aquí como un nadie. Ni se me pasa por la cabeza. Y no me vale el placer. Y ni siquiera los cánticos espirituales. Esta desgracia tiene que deberse a algún misterio. Y no lo voy a permitir. Voy a luchar contra ese misterio, y soñaré que tuve a una maravillosa mujer negra como yo en Kenya que se llamaba Akuma. Y Akuma y yo sí fuimos el amor puro y apasionado. Esa felicidad, que todos los seres que viven necesitan para sentirse realmente plenos y reales.
Ayúdame, azar. Haz que esta vieja blanca haga magia, y que mañana mismo ya pueda estar dentro de ese gran barcazo que puedo ver allí en la playa de mis sueños. Y esta vez ha de ser un viaje triunfal y lleno de cánticos de pájaros, y de música de caracoles y de sirenas de mar. Ya no puedo aguantar más. Mis hermanos negros se caen en el suelo extenuados. Pero yo soy fuerte y saldré de ésta. Lo dice Mumba Endiambo. ¡Nada de Tony Burns! ¡Ahhhh! ...
Mi sudor es vida, y soy guapo y fuerte. Soy un ganador con una potente voz. Soy África y un león. Soy una maravillosa fiera enjaulada y pegada. Por eso le ruego a la señora Kirk y a todos los oídos sensibles del mundo, que lo que no quiero es morirme aquí a tantos kilómetros de mi Kenya y de mi vida. ¡Por favor! ¡¡Por favoooor!! ..
- ¡MY LORD WHAT A MORNING!-
9:54
jose vicente ortí
Sí. El juez Castro ha llamado a la Infanta Cristina, para que a finales de Abril se presente en su Sala, y declare acerca de las presuntas fechorías de su marido Iñaki Urdangarín. ¡Histórico! ...
Como el juez parece sospechar que la hija del Rey Juan Carlos I estaba al tanto de lo que sucedía en la trama delictiva Nóos, decide llamarla y preguntarle al respecto todo lo que considere oportuno.
¿Hace bien o mal el juez Castro metiendo en el proceso de investigación a la Infanta? Desde luego, lo que hace es uso de la Ley de Leyes que es nuestra Constitución: ¡todos los españoles somos iguales ante la ley! ...
La noticia, ha caído como una bomba en todos los sectores de la Nación. Los comentarios son muy diversos, pero tienen un denominador común. Que nadie esperaba ésto. Que, es fuerte, histórico, novedoso, y hasta insólito el hecho de la imputación judicial a una potente representante y miembro de la Casa Real. De la potentísima e intocable aparentemente Corona.
La mejor noticia,-que sea formal-, es sin duda la audacia. Llamémoslo así. La hija del Rey. Increíble. Un juez llama a declarar a la hija del Rey. Entonces parece ser verdad lo de que la Justicia es igual para todos toditos ...
Los privilegios, la Monarquía y esa aparente fantasía de influencia magna, y los valores que marcaría una institución que asoma como superior, de jefes, de superiores, de mandadores, de privilegiados, y hasta de seres elegidos desde la sucesión y la tradición. Dios, Patria y Rey.
Con la actuación del juez Castro, se hacen añicos los estereotipos que acompañan a esa colosal institución que hunde sus raíces seguramente desde que un hombre tiene un magno Poder en España. Ya hay un contrapoder que le supera y rebasa. Sí. El Poder Judicial. ¡La Democracia!
La Monarquía se ha topado con la Democracia del pueblo y de los ciudadanos, y la idea de la decadencia del supuesto y clásico glamour pierde credibilidad. Ya da igual todo si uno no se porta bien. Se sea Infanta o hija de minero. Un juez te puede llamar a capítulo y meterte en apuros.
Es decir, que la Monarquía pierde disneylandia casi de repente, y se presenta en un mundo real y cotidiano, en donde quienes han de contar son las personas y no sus títulos reales y aristocráticos. Se ha acabado la impunidad. No ha muerto la Corona, pero a partir de ahora sus miembros van a tenerse que estar más quietecitos. La ley les mira, les controla, no les deja; está ahí ...
Los ciudadanos de a pie, sonríen. Parece que realmente está llegando la igualdad. Coñe. Si la mujer de Urdangarín era su mujer, ¿no iba a saber las cosas de su marido con Nóos? Parece que es evidente que se sabe. Porque las parejas hablan entre sí, son inteligentes y actuales, y seres humanos que como tantos otros podemos caer en el error y hasta en ilegalidad actuativa.
Sí. La Democracia Española sale reforzada a través de la imputación del juez Castro a la Infanta Cristina. Sinduda. Y, por otra parte, siempre es de lamentar que la hasta ahora para algunos simpática Monarquía, se vuelva pilla y llena de errores. Los que somos republicanos como es mi caso, no queremos que vuelva nuestra República Española porque en la Corona pueda haber chorizos. Preferimos que vuelva de un modo menos truculento y más natural.
Pero, desde luego, ésto de Castro y la Infanta es el notición del año, y de unas décadas. Mediática o periodísticamente, esto es un filón. Este asunto tiene el gran morbo del intocable que se queda desnudo ante todos, casi de repente. La gran carnaza puede estar servida.
En la medida que se acepta sin rechistar y admirativamente todo lo que de la Casa Real llega, esto del juez Castro le vuelve toda la tortilla a la perspectiva y al gran plano general. Ahora todos o muchos caerán en desgracia, y se cuestionará todo lo que antes usted deseó cuestionar pero temía hacerlo. Se ha caído una enorme puerta de acero.
Se tirarán a degüello en las tertulias unos a otros. Pero, en el fondo, eso será lo de menos. A mí me es igual si tienen amantes o si son monjes de clausura. A mí, como español, lo que me importa es que si han robado, o que devuelvan el dinero o que los metan donde el juez diga.
- ¡VIVA ESPAÑA! -