3:30
jose vicente ortí
Sí. Hace muchos días seguidos que no le veo. Y se me hace un tanto extraña esta nueva situación. Porque yo a mi hermano le veía todos los días de mi vida. Nunca se empancipó, yo tampoco, y ahora con mi madre ya recién desaparecida, yo hace algunos meses que decidí tomar un rumbo bien distinto. Me programé mi independencia personal, crecí y me decidí finalmente a dar el gran paso a una edad a la que ya te dan bien poca credibilidad de rehacerte. Pero lo logré.
¡Lo que no era normal es que nos viésemos todos los días y conviviéramos! ... Mi hermano ya es un juguete roto, aunque aparentemente no se le note. Yo logré,-afortunadamente-, rehacerme paulatinamente de un tiempo anterior de espanto y ausencia, y aposté decididamente por mi autogestión logrando ser sujeto activo de mí mismo.
Alrededor de nuestra madre transcurrió todo nuestro tiempo. Pero en los últimos años yo era alguien bien distinto, y crecía en busca de mí. Pero al hacer una apuesta final y personal por cuidar los últimos años de la salud más que deficiente de la madre,-la cual vivía en casa de mi hermano entre otras cosas porque allí hay ascensor y donde vivo yo, no-, ocurría que inevitablemente hacía actividad y vida gran parte del día al lado de él.
Hace muchos días que ya no le veo. Y es motivo de alegría, porque eso significa que mi vida se normaliza y que mis espacios ya no están invadidos y condicionados por nadie. Ha llegado el momento de ponerme yo en toda la primera línea de fuego de mi responsabilidad y valía.
Mi casa es dura. No hay nadie. Apenas hay calor. Todo está por proyectarse. Cocinar para un solo, no es satisfactorio sino inevitable para subsitir y no tener que bajar a los bares ni historietas de ese cariz. Yo me preparé hace tiempo para cocinar y no tengo problemas. Lo que tengo es una pensión más que modesta, y mi único temor lógico y hasta obsesivo es poder llegar a fin de mes para cobrar tal pensión y ver si me llega el dinero para la mínima seguridad de subsistencia.
Ahí ando haciendo la colada, doblando la ropa y colocándola en el interior de los armarios, fregando el piso y adecentando la casa para que la higiene necesaria nunca se resienta. Es un volver a empezar único y maravilloso, un reto mágico y valiente, y un abrir los ojos de cara a mi futuro. Algo que nunca hice ni pude hacer ...
Sí. Se me hace raro que no esté mi hermano por aquí danzando. Pero confieso que entrar en la normalidad y en la habitualidad, es la cosa más hermosa que a uno le puede acontecer porque se llama: libertad.
Mi hermano no solo pasa de mí, sino que sin decir nada había pergeñado y diseñado ventajeramente mi futuro: ser su siervo. Que él viniese de trabajar y se encontrara la comida hecha, y las gestiones de su casa y de su piso ya completadas. Se equivocaba. Afortunadamente para mí.
Me he emancipado de otro mí mismo que no era yo. Vi venir las intenciones de mi hermano, y entrené duro para que esto de ahora no me sorprendiera negativamente o lo menos posible. Y ahora disfruto de un techo y de un hogar mío y propio.
Como yo mismo. Ahora ya soy yo del todo. Ya no hay nadie más pululando en derredor. Ahora me toca dar mis primeros y firmes pasos siempre con mi bandera de identidad en mí. No sé lo que el futuro me deparará. Pero ahora ya no hay excusas ni motivos. Ahora seré yo en todo. En mis aciertos y en mis errores.
Gestionar mi nueva y todavía bisoña libertad será mi objetivo y mi sentido vital. Seré yo hasta que me muera, y mis cosas serán las mías y de nadie más. Y a lo mejor mi hermano seguirá dando por saco, pero ya habrá una prudencial distancia. Le vigilaré porque le veo muy frágil, pero mi tiempo de mi reloj ya está en mi bolsillo despejado.
-ME TOCA A MÍ-
5:45
jose vicente ortí
Carne y sudor de periodismo de raza, de convencimiento y pasión. El director Tom McCarthy nos muestra un contraperiodismo que huye de sillones excesivos y que siente la convicción y la necesidad de dignificarse a través de lo vocacional y lo vivo.
Esta más que excelente película con un ritmo inevitable e imparable, convierte al periodista en un necesario agente abierto, que desafía todos los temores y magnitudes. Se constituye en un policía que investiga sin desaliento los objetivos y que no mira si su rival es una multinacional o si su trabajo tiene lugar es un staff top o de lujo.
Porque Boston es Europa, raíz, hasta paletismo del bueno, ancestro, división religiosista, los Celtics, y los periodistas son aparentes jugadores de segunda división, como si el nivel se midiese en términos estéticos o previsibles.
El periodismo combativo y convencido, puede surgir en cualquier lugar en donde se tenga ganas de ser velocista y fondista de dicha profesión. Y con cerebro frío para no anticipar un trabajo que pueda enfriar el deseo inmediato de revelar lo descubierto. Un peculiar y seguro director del "Boston Globe", se encarga de rubricar esa firma de prestigio y confianza. De toda la grandeza.
La pederastia y la impunidad en el seno de la Iglesia Católica en Boston. Toda una marca del poder y del dominio emocional, enfrentada a unos entusiastas y jóvenes periodistas de mente abierta.
Han pasado muchos años. Muchos pederastas han salido impunes y oscurantistas. Nadie parece atreverse a defender a los atacados. Ha habido demasiada endogamia y complicidad. El diario rival puede amenazar las ventas y los éxitos periodísticos, y ahí se impone la astucia, la paciencia y el sosiego.
Lo mejor de este film, insisto, es la intensidad y el cómo se toman en serio y jugándose todos los límites estos más que decididos y valientes journalistes. Trepidantes.
Sufren mucho el estrés, la pared, la traba, la regla del juego, la costumbre, la emoción desnuda, la incomprensión y la gran corrupción sistémica. Apenas descansan, descuidan sus horarios en pos de la noticia, y preparan sus armas afiladas para atacar a los monstruos tabúes.
La sociedad no está con ellos. Algunos han cedido en el pasado a las inercias. Pero los tiempos un día han de romperse finalmente y cambiar. La idea del riesgo para excitarles hacia adelante. Son casi suicidas de la justicia y ejemplares protagonistas de ese maravilloso y con precedentes ejercicio del buen periodismo norteamericano. Ya pasó cuando el caso Nixon.
Finalmente, el marathón necesario bostoniano, con nieve y muro, con hachazos desmoralizadores de norte a sur de las acciones, parece encaminarse ya pasado el siempre eterno muro, camino de la puerta final del éxito en la consecución.
En efecto, la pederastia en la Iglesia fue y es pavorosa, y se miró y se mira muchas veces hacia otro lado. Y a pesar de lo sistémico, hay guerreros periodistas en todas partes que se disponen a coger el postrero sueño con la conciencia más que limpia del trabajo bien hecho.
Frente al inmovilismo de un poder que favorece a quien abusa, acaece la velocidad y la energía de un ágil periodismo que sube escaleras a saltos o que se reúne si es necesario con seres peligrosos y poco recomendables.
Es el periodismo de exponerse, de mojarse el culo, de lidiar con palurdos inútiles a la par que temibles, la fuerza de la valentía, y el éxito de gustarte más ser un irreductible culo inquieto que un teórico gandul de la palabra orlada y hueca.
Más que recomendable película de denuncia y siempre de actualidad. Gran film de obligada visión. Reconforta pensar que hoy y en el burguesismo del sillón y de los móviles casados con los ordenadores, sigue el guerrero ávido y veloz de la pluma, el coraje, y la redacción necesariamente estresante y para bien.
-PARA BIEN DE TOD@S-
3:57
jose vicente ortí
Este invierno Leo Messi se relame todavía más de magia y de goles. El número 1 del mundo se exhibe casi con hedonismo. Está en el mejor momento de toda su carrera futbolística. ¿Lo está?, ¿es ahora realmente su mejor momento? ... Tengo tantas dudas que prefiero dejar la pregunta a la vicisitud. Siempre ha sido enorme. Lo que pasa es que en 2016 lo de Messi es un escándalo.
Estoy por renegar de la idea de que fue Diego Maradona el mejor jugador que vi en un campo de fútbol. Incluyendo a Di Stéfano,-a quien por edad no vi-, Pelé o Cruyff.
¿Messi es mejor aún que el dios Maradona? Estoy por decir que, ¡sí! Aún siendo consciente de que no ha ganado ningún Mundial y todo éso, es que lo de Leo Messi es absolutamente gigantesco e insuperable.
Maradona sabía en todo momento lo que tenía que hacer con el balón cosido a la punta de su pie. No necesitaba apenas correr para asombrar y dejarnos con la boca abierta. Fue líder y señor de los campos, y su carácter conflictivo e inmaduro le perdió y le llevó a los derroteros de la soberbia absurda y de la menoridad intelectual. Pero Maradona fue gigantesco porque era capaz y sin meter velocidad de ganar él solo partidos y campeonatos. El 10 nació con el fútbol del acierto en las venas y ya de pequeño maravillaba. Pero es que, Messi ...
Leo Messi no lo ha pasado tan mal o tan disperso. Nunca se ha movido del gran Barça de Guardiola o ahora en el equipo imbatible que aterroriza a absolutamente todos sus rivales y que entrena el astur Luís Enrique. Messi siempre ha sido lineal, y solo su ansiedad y presiones con los manejos del dinero le hacían medio vomitar, o su falta de carácter de líder le hace pasar discutido cuando se pone la zamarra albiceleste de Argentina. Pero ...
Pero es que Messi solo es éxito imparable. Mete goles cuando le da la gana, da pases exhuberantes de escuadra y cartabón, dribla a todos y se queda igual, y vuelve a regatear a todo bicho viviente y no se inmuta, y gana por goleada y quiere más. Y se distrae siendo enormemente asombroso. Salta al campo y los demás no pueden seguirle. No tienen nada que hacer.
¿Ha habido alguien en la historia del fútbol con tanto arte, goles, exhuberancia y habilidad todo junto? Empiezo a creer que ni siquiera el gran "Pelusa" le llega ya. Messi se escapa.
¿Qué más ha de hacer Leo para convencer a los ciegos de su especial grandeza?, ¿multiplicarse por dos y que juegue y gambetee con cuatro piernas? ...
Este escrito parece una loa o un homenaje. Pero solo es rigor. Yo no he visto ni puedo ver nada igual. Es bajito, no es guapo, pasa de los medios y vive su vida más allá de la prensa.
No es un atleta porque no es alto. Pero la pelota y él son una misma cosa donde se avanza junto. Parece poca cosa, es la "Pulga", y tira por el suelo toda la falaz teoría de la superioridad de los gigantismos que por ejemplo llevaron a Brazil a renegar de su identidad.
Leo, es increíble. Ya no es un jovencito y cada vez juega más perfecto siendo ya veterano. Y en ese rigor, solo puedo decir que tengo la suerte de verle jugar, de bajar al bar y verle maravillarme, de hacer que el Barça siga siendo hercúleo y amenazador, que las Ligas siguen y los torneos se apresuran. Y Leo sigue ganando haciendo magia suprema y me hace feliz.
¡TENGO SUERTE!
1:52
jose vicente ortí
Zapato caro, alto, de negro, edad indefinida, poco inexperto, ideas decididas, distante, atractivo, extremadamente calmo, permanentemente exigente e insatisfecho, audaz e inadvertido.
Nunca verás al rey de la noche antes de las cuatro de la tarde por la calle. Raramente le hallarás a las cinco o las séis. Porque para este hombre enigmático la luz es sinónimo de desinterés y hasta de disgusto.
Dos veces separado, el amor que se fue y no volverá, no quiere aventuras ni más heridas, y decide que la vida y el ocio vienen a ser una cosa común y que casa. Solo tendrá y si cabe, líos, jugueteos, flirteos, rolletes, y nunca nada serio con nadie. ¡Ni con él mismo! ...
La noche es larga. Y ahí se siente seguro y confiado. Y camina aparentemente dando vueltas sobre un rumbo claro. Pero en él todo es comercio y aprovechamiento de las situaciones.
Se las sabe todas cuando el sol se pone a dormir y la luz deja paso al neón y al bar, a la disco y al pub, a la chica majestuosa que se ha arreglado para la ocasión y al chico sin edad. El rey de la noche solo es el tiempo de la fiesta.
Entra en un bar y todo es contrario a su sorpresa. Tiene en su agenda personal los teléfonos nocturnos más importantes de la ciudad, en donde no se descartan puticlúbs y todo aquello que la imaginación de la fantasía permita espacio.
La gente habla mucho del rey de la noche. Pero nunca hay nada confirmado y todo son rumores. Afirman que manda más que los antiguos gángsters de las películas americanas, y que conoce los pecados de las personas que le rodean como podría conocerlos un cura cristiano. El peligro es, que él de cura tiene poco.
Organiza eventos, cenas, encuentros, une a gente solitaria, no utiliza nunca el primer plano y delega en otros, corta el bacalao desde los entresijos de su mente experimentada, y hasta quienes desearían verle muerto o en una cárcel con pena perpétua no dejan de profesarle una cierta y nocturna envidia.
Sus chicas son siempre modelos que sobrepasan con creces el metro y setenta centímetros totalmente descalzas, y cuyas curvas epatan en cualquier mirada masculina. Las mejores mujeres del rey de la noche, son top. Las hay hasta aspirantes a actrices, niñas que admiran y emulan a Miley Cyrus, public relations, dominio absoluto de varios idiomas, putillas de poco recorrido, verdaderas escorts de primera línea de fuego, y lo que el Hollywood del porno puede mostrar. Sodoma y Gomorra son sus destinos preferidos y Mesalina su deseo permanente. Adora el sexo.
Sale de un pub, entra en un restaurante, sus pies besan una discoteca, se anuncian viajes turísticos y llegadas de gentes de afuera bien relevantes. Detrás de todos los eventos está él. Sí. El rey de la noche.
Árabes poderosos, ingleses ociosos, americanos despistados o rusos nuevos ricos que necesitan reivindicarse otra vez. Son algunos ejemplos de la diversidad de personajes que él lleva y excita son su tranquilidad y propuestas.
Y el rey de la noche ama a su país, y a su lugar natal, y a la gran industria que él asesora, y llena su bodega ajena y también particular de bebidas alcohólicas y de summa calidad. Todo es potencia y fortaleza, hace mil años que no va al médico, parece que todo le resbala, y cuentan las malas lenguas que cerrado en un cajón con siete llaves esconde la mejor y fatídica pistola acompañada de balas suficientes para irse si se disgusta demasiado.
Pero lo que pocos sospechan es que en realidad el rey de la noche nunca guarda que no sea en el pendrive de su cerebro la imagen y el recuerdo de una mujer que ya falleció y que fue para él mucho mas diosa que las mujeres con las que se casó y separó.
-NUNCA SE LE VA DEL RECUERDO-
11:11
jose vicente ortí
Ahí está Arnaldo Otegi. El gran líder de los abertzales que desean la independencia y tomar su propio rumbo camino a su autodeterminación.
Un héroe en Euzkadi que aparece como un joven Arzalluz lleno de vitalidad y energía renovada diciendo lo que en su tierra se desea oír.
Otegi es la voz potente de un gran desencuentro. Huele a tiempos nuevos que miran con decisión el camino hacia adelante. A Otegi le adoran allí. En aquellos pueblos agrestes y también modernos, con caseríos, cooperativas, ilkurriñas y lucha. Otegi representa a la actualidad que deja atrás un tiempo terrible que también le afecta a él en el resto del Estado. El olor a una ETA que ya no está, seguirá ahí en el inconsciente colectivo. Porque fue mucho el horror y el dolor. Porque hubo una guerra larvada entre predemocráticos y brotes de reinvindicación que deseaban un halo de libertad y de barreras rotas y propias.
Arnaldo es loado allí en su tierra con su cara de carismático niño eterno que sigue su rumbo hacia un futuro decidido. Y en el resto del Estado español, España, le miran con mal rollo y con la sensación de bandido osado y casi impune.
Para Otegi todo el atrás fue guerra, y reivindicación, y represión, y lucha armada, y algo que gestó Franco y que contraatacaron sectores democráticos para poner trabas y pedruscos en la batalla sangrienta del sobresalto y la muerte. Gudaris y terroristas, presos políticos o asesinos con sangre en las manos. En cada sitio ven las cosas de un modo radicalmente diferente. La única noticia relajada es que no hay ni muertos, ni heridos, ni anuncios de que algo gordo se gesta o pueda pasar.
Otegi ya va de civil por la vida y se pone el traje de político y de leader dispuesto a abarrotar plazas y valles de sus zonas euzkaldunas en medio de sonrisas y vítores.
En las batallas siempre hay dos bandos y nunca maniqueos. Lo que pasó en Euzkadi fue culpa de todos. Del miedo y de la falta de comunicación. La guerra larvada fue un terrible fracaso en la que fallecieron personas. Muchas personas y muchos heridos. Y también en el franquismo y en la predemocracia e incluso en la Democracia actual sucedió. Un espanto a rechazar siempre.
Arnaldo sale en loor de multitudes y abraza su bandera ikurriña mientras esboza su sonrisa atractiva de muchacho eterno y con feeling. Es el gran caudillo de la causa vasca. El que hay hoy, el que no se arrepiente de casi nada, y el que da carpetazo y pasa todas las páginas con su orgullo debatido de conciencia limpia y hasta impoluta.
Euzkadi, sigue. Como Cronos y la cotidianeidad. La vida nunca se detiene y allí le adoran. Le quieren, se identifican con él, el que representa la voz de los que sienten la idea de España como algo impuesto o a rechazar. Los que solo son vascos y nada más que vascos. Los que quieren tener terruño propio y autogobernado. Los que no se consideran sino una aspiración de su propio futuro.
Arnaldo Otegi huele a tiempos de ETA. Solo que la organización armada decidió disolverse y constituírse en un tiempo cerrado. Ahora hay otra realidad un poco más grata en el País Vasco. No muere nadie, no hay gritos desgarradores clamando la injusticia de la ausencia por la sangre inmediata derramada e inocente.
Otegi es un punto de inicio que chirría y que indigna. Es el gran diablo, y el gran héroe, el gran cabrón y el gran deseado, el gran hideputa y el gran chico de la película de la indiferencia. La gran discusión en el resto de este país, y la indiscutible maravilla en Euskal Herría.
-ACTUALIDAD-
3:56
jose vicente ortí
Todavía en América pueden pasar cosas. Como por ejemplo que salga alguien y hable de algo que rompa tabúes y proponga libertad y sentimientos imparables. La libertad es eso mismo; como una sorpresa ...
Es significativo el entorno y el contexto. Y al fondo se ven unas trasnochadas teles en blanco y negro y unos peculiares e inevitables años cincuenta de glamour y de realidad. De contrastes, y de unos Estados Unidos diversos, enigmáticos, y también profundamente esperables con sus normas y marcas legales. Con su tiempo de entonces que también suena a bastante de hoy.
Sí. Unos señores hacen la música y hablada de unas crónicas oficiales y esperadas. Ruidosas y presentes. Los locutores de la tele dan noticias y hacen el show informativo/musical. Pero a la vez, hay otros mundos que siempre estarán en éste. ¿Han escuchado las noticias?, ¡pues ahora les contaremos otras verdades más que rigurosas igualmente! ...
Potente y de lujo, la extraordinaria actriz Cate Blanchet avanza sobre su vida de oropel y también de tedio previsible en su personaje "Carol".
Carol lucha contra ese machismo que le imponen los convencionalismos, pero tiene y tendrá siempre las ideas más que claras. Sabe que esto es embustero y duro, y que es necesario apostar por sorpresas y nuevas. Que la libertad y el placer no son un parche que te otorga la sociedad, y que hay mucho más en el planeta vida.
¿Lesbianismo? Lo que sea el sentimiento puro. Un día Carol ve a un preciosa y aparentemente candorosa chica trabajadora, y se queda atrapada en una misma atracción correspondida. No pueden haber clases sociales en el amor. Ese es un invento comodón e inabordado.
"Therese", papelazo de la joven actriz Rooney Mara, se queda agradablemente sorprendido del arrojo adulto y vivido de Carol y acepta sus estrategias tímida, pero paulatinamente. Tiene un novio convencional, se plantean retos de vacaciones y de parejas, pero siempre puede haber unos peros que hay que romper a descubrir.
Carol seduce incialmente y con todo tipo de lujos a su joven y desconcertada pretensión que es mujer como ella. América y los suyos no pueden comprender muy bien qué pasa ahí, pero Carol toma su coche y las de Villadiego, lucha desde la honestidad con su violento ex, puede perder a su hija tesoro, y aún así se va con su nueva experiencia a pasar las navidades con su pequeña y preciosa Therese que le dice que sí y que vale.
Hay. Existe. Es. El sentimiento abre todas las capas en esa huída necesaria y gozosa camino del Oeste y de todos los puntos cardinales de los cuerpos y de las libertades.
Todas las distancias se repliegan hacia su verdad mutua. Carol y Therese se quieren. Se aman. Se desean. Quieren estar juntas y más juntas, y más deseosas, y más destrozatabúes, y más sus cuerpos, y más su cama, y más su placer, y adiós al qué dirán, cautela y acción total a un tiempo, y realidad de gemidos cuando crepita un año nuevo en donde lo exterior lleno de nieve y lluvia desapacibles, son una anécdota estética menor que orla la verdad de las dos mujeres.
Dos mujeres en un amor puro y honesto, fresco y más que arriesgado, disfrutado contra esa adversidad que marca lo establecido y pulverizan dos miradas que quieren mucho más que su hechizo inmediato de atracción. Es, amor ...
Excelente película de momentos y miradas, protagonizada por unas actrices potentes y definitivas que guionizan con fuerza la idea del film. Hay silencios, y dudas, y anhelos, y violencia larvada, y reglas y normas. Pero también vuelan por los aires las ropas y las mentiras, y gana la osadía de la justicia. El lujo se casa con lo cotidiano y no pierde la perspectiva. Y al final de la hipotética partida perdida de los amores imposibles, fallan las barreras y los escrutinios. Y Therese avanza hacia Carol imparable y definitiva. Y Carol lanza su the end de sonrisa de convicción y de aceptación. Ganará el amor.
-SENTIMIENTOS LIBRES Y PUJANTES-
2:49
jose vicente ortí
Dominador, elegante, genial, poderoso, discreto y magno. Músculos más de gen que de gimnasio, potencia justa y puntería de gran maestro.
Triunfador y excelso, consensuador de opiniones de versados, e indiscutible ídolo de masas enfervorizadas porque gana siempre. Un seguro de vida sobre el ring, y un desmoralizador contumaz de sus siempre entusiastas rivales que pronto aspiran a no caer a la lona en los primeros rounds.
Pero, Vixens Jans, no es un campeón al uso porque hace cosas raras. Sí. Está serio y es frío. Parece que el oropel no le interesa, o que quizás no valora la felicidad de su importancia. Vixens es un enigma pétreo y definitivo.
Desconcierta. Lo tiene todo. Dinero y posición, facultades y hasta belleza física. Pero parece haber en su interior algún regusto no digerido que quedó como marca menos mediática.
Muy serio, Vixens. Porque sube al ring y es correcto. Y no hace excesivos aspavientos salvo que el locutor decida gritar su nombre o que las circunstancias le empujen a ser un poquito más cortés.
Vixens se prepara bien en el centro del cuadrilátero, y entonces mira muy fijamente a sus rivales. Les tantea, les observa, les normaliza y les alcanza sus ritmos y movimientos ofensivos y de ataque. Les estudia y les decide cuando ha de llegar su hora.
No mueve un solo músculo de la cara, y sus ojos son los de un pasmado que apenas pestañea. Asiste a la pelea, acude, pero hace trámites y nunca se jacta del gran festín del show. Lo hace todo bien, pero parece cansino por superior, y cuando te suelta una mano ganadora entonces sigue observando hasta que ve cómo su rival evoluciona tras la caída fulminante. Y en ese momento se retrasa y deja que el árbitro aplique sus teorías y el reglamento.
Y si el rival de Vixens logra levantarse, entonces le concede unos segundos de pausa y le importa un bledo si sus seguidores le gritan que lo machaque ya. Porque Vixens no es de esos. No es de prisas ni de alardes excesivos. Porque parece triste incluso cuando le ponen una y otra vez el cetro de campeón mundial.
Vixens levanta entonces sus brazos, y cuando deja de ser secuestrado por los medios, decide poner rostro casi preocupado y busca huír camino de un lugar anónimo y sin frecuentar en donde solo parece sentirse cómodo.
Cómodo, extraño, indiferente, casi dejado, como sin dar relieve a nada en especial, como si no fuese un atleta portentoso o un pegador letal.
Lo que hace Vixens es meterse dentro de su casa con su novia más que bella, y entonces ella le echa en cara que no sonríe apenas. Y Vixens la replica diciendo que no hace falta, que se está bien ahí con ella, y que esto es una profesión y poco más, y que él no es tan grande como se cree, y tal y tal ...
Mireille le conoce, le ama y le aprecia. Tiene mérito. Porque amar apasionadamente al extraño campeón debe ser otro gran combate de sentimientos que pueda durar más de los doce pertinentes asaltos.
Vixens viste como un chico de barrio, y jamás sonríe. Incluso cuando se hace fotos con admiradores chicos, decide mirar fijo a la cámara antes de hacer demasiadas complacencias y concesiones.
¿Traumas de la infancia?, ¿un tipo raro?... Lo mejor es que no se sabe qué diablos le puede suceder al gran y todavía joven as del box.
Por lo demás, Vixens va todos los días a entrenar, economiza todos sus necesarios ejercicios, es como si no le diera importancia al dinero, consume poco y no gusta de grandes carros. Ni siquiera ama abrazar a las grandes marcas de la moda. Se limita a ir cómodo y siempre cerrado y enigmático.
¿QUÉ ESCONDERÁ?
1:28
jose vicente ortí
Sideral. El espacio. El clasismo y la exclusión. Temor en el cuarto oscuro. Si eres pobre y tienes la ocurrencia urgente de meterte en una tienda de teléfonos, has tomado una intensa y nada dulce decisión.
Te ven la cara. El tema es que te ven la cara de pobre y la sonrisa de circunstancias, y entonces se vuelven confiados y se ponen ahí arriba. Piensan que yo voy a restringirles sus negocios en eterna expansión. Como el universo de Hawking. Siempre en expansión.
La chica era menudita y con ojos vivarachos. Me escrutó precozmente y etiquetó, en décimas de segundo. Es fácil. E intolerable. Hoy en día ser pobre es un problema para el sacrosanto y mimado Mercado. Don Mercado.
- "Deseo saber las tarifas de su Compañía para hacerme una composición de lugar y ..."
- "¿Quiere venirse con nosotros, señor?, ¿en que Compañía está ahora? ..."
Cuando le dije atemorizado que mi tema era de preocupación y de pensión mísera, se desató el gran vendaval de la muchacha potente, joven, lista y pizpireta. "¡Es la presa!" "¡Hay que acojonarle!"...
Es el mundo de hoy. Un terrible 2016 español, globalizado y mundial. Y entonces la chica de la tienda de teléfonos se alzaba menuda sobre sus tacones no necesariamente excesivos, y se veía en ella que tenía prisa, y que el capitalismo es una marca que nada tiene que ver con la lógica o con lo real. ¿Creerá la chica en el capitalismo? Yo, espero que todo sea una pose, una comedia, una apuesta por su juventud liberada y ambiciosa, un deseo de ponerse el pelo y los bolsillos muchos más llenos, quitarse las gafas, ponerse rimmel y salir a gozar. ¡Es joven y tiene derecho! ...
- "Tenemos ahora unas ofertas que verá cómo ... "
- "Lo malo es que cuando se acaben las ofertas, vendrá la facturación real y ..."
Fiereza y leona. ¡Ahora! La chica menuda me dice que vale, que bien, que lo que quiera, que sí, que me deja sin móvil y no pasa nada, que le desprecio la oferta y que está bien y tal ...
¡Solo quiere mis datos! ¿Existe la Agencia de Protección de Datos? Claro que existe. Sé que luchan hasta cuando estás en pleno amor con tu chica a las tres de la tarde y tu fijo empieza a ser intervenido por llamadas y más llamadas procedentes del libre comercio. ¿Quién no ha mandado a un ofertante a freír garbanzos en algún momento crítico de su vida?, ¿se levantan manos? ... Los protectores, son sin duda unos maravillosos y hasta literatos quijotes postmodernos. Pelean con leyes menores, pero sudan sus camisetas. No hay dudas.
- "Pero tú tienes todos mis datos, ¿eh? ..."
- "¡¡No sé nada!! ¡Tenga usted este folleto y ahí pone absolutamente todas sus dudas! ...
Me levanta enérgica su voz. Me lo ha sonsacado todo menos los higadillos. Estoy casi desnudo ante la menuda poderosa, y finalmente encuentro ruborizado un punto cómplice. La miro, me entra una media risa, y sé que también sé sonreír yo con seducción. Élla, me devuelve gentilmente la sonrisa. Es ganadora, las empresas son ganadoras, y yo ni siquiera soy una pequeña idea en la inmensidad de un océano. No soy.
Ella ha ganado. Lo sabe todo de mí. Mis familiares tendrían celos de lo que me ha sonsacado. La tía, se lo curra. Es impecable y me tumba en su lona de una atmósfera que nunca entenderé. Sideral. Es el espacio, y yo un Carpanta aparentemente sin resuello ni opciones. Sin ciudadanía, apátrida de contraataque y besando hasta con lengua y tornillo su lona triunfadora. ¡Aquí un amigo derrotado! ...
Mi sonrisa. Casi, mi risa. Éso, hizo dudar a la menuda campeona mundial. ¿Por qué aún reía si estaba acojonado de dinero? Dinero. Sí. Money. Pasta. Monedas y clasismo. Hace tiempo que nos han chorizado la comunicación y nos han mandado a la segunda división de las señales de humo.
-INTENSA Y NECESARIA EXPERIENCIA-
3:16
jose vicente ortí
Responsabilidad y desnudo frente a todo mi deseo y obligación. Mi reto inevitable en medio de mi edad insólita y siempre inesperada. Quedarme solo enfrente de mí y ver aquello que me gusta y lo que me desagrada.
Emanciparme desde dentro de mí. Cursar y acometer mis zonas más reales y sensibles que no admiten las trampas. Mi osadía de crecer a destiempo y comenzar a caminar temeroso y preocupado por caminos expectantes y preñados de dudas y hasta de escepticismo. Tristeza y alegría que se lían y unen como el amor y el odio ante las ganas de vivir.
Ahí está mi casa a los cincuenta y cinco años. Mi casa de mí. Hacer la higiene, la compra, administrar el pecunio de mi supervivencia, renunciar a los descabellado, y juntarse con lo que tiene que ver con esa realidad sana y auténtica. Confesar todos los pecados y abrazarme todas las virtudes. Creer en mí.
Camino de ida en mi más de medio siglo de vida. Cuidarme y abrazar la sorpresa. Cerrarme los ojos ante el estupor de incomprensión de rechazo de quien jamás podrá imaginar de mí.
Dolorido y atolondrado me lanzo sobre mi aparente soledad y sobre el vasto espacio que tras la muerte de mi madre abre mi vida.
Mi horizonte nuevo y por curtir, transitar y seguir caminando rumbo a mi verdad y pugnando por salir airoso de las tentaciones testamentales de cuarenta días y cuarenta noches.Tentación de inseguridad, de miedo a mi conducta, de apuesta positiva y anhelante de que todo saldrá finalmente bien si decido que así sea. Deseo de jubileo sosegado y calmo. Soportable y sonrisa de acción.
Dentro de mi nido y a punto de volar del todo, lanzo mis alas al gimnasio y debuto ejercitándome sobre la hierba. Me mancho solo la inexperiencia, y salto. ¡Salto! Salto con la decisión convencida de que se intenta o se muere. Que hay que dejar atrás las seguridades inanes y probar nuevos alimentos de riesgo e innovación. El cambio de crecer es exactamente éso. Los huesos me crecen a los cincuenta y cinco, y el dolor es tan heróico como necesario para convencerme de las ventajas del estirón casi postrero.
Vuelo. Vuelo con los pies en la tierra y con mis pasos vacilantes y claros a un tiempo. Sin muletas ni aparatos, sin concesiones y como buenamente sé, poniendo lo mejor de mí en mi paso pesado, e intentando llegar a esa gran línea de mi carrera de salida propia. Mi tiempo llega individualizado, personal y absolutamente inevitable. Recargado y simplote, noble y bisoño, activo y rápido, seductor y asumiendo mi tiempo y situación.
Paso sobre todos mis deseos y sueños, y entonces los demás me importan relativamente que no sea para posicionarme con ellas y ellos y caminar con tod@s por caminos absolutamente necesarios. Socializarme cuando parece que ya no toca, seguir cayéndome y levantándome hasta que no quede un grado de energía de mí, y sobre todo confiar y apostar desde mi sino.
José Vicente, cincuenta y cinco sueños, escritor sin título, nobleza en genes, y expuesto a todos los temporales exteriores e interiores que acepto y entrego. Me lanzo al aire y al viento, y a la ansiedad y a la impaciencia, y al placer y al llanto, y a la ausencia y al futuro, y a tí y a mí, y absolutamente a todas esas pruebas y vallas necesarias que pare la inteligencia del seguir.
-ASUMO EL RETO-
4:19
jose vicente ortí
¿Se va?, ¿qué es dimisión? Esperanza Aguirre ha nacido para estar siempre en las cumbres de la ambición. Allá donde los límites saludan nuevos caminos venideros y de orégano. El liberalismo y la aética. Ella. Porque Esperanza es muy ella y de la muerte. Nunca pija, sino sobrada de posibilidades.
Tímida sonrisa aparente y de ultraderecha. Tira motos y recluta aspirantes a paladines de Calabria, es fuerte ante su delgadez, y nadie nacerá que toserla pueda. Dicen que ha presentado la dimisión. Como si la dimisión fuese una rival para Esperanza. La Aguirre está por encima de formalismos y barreras. Un ciclón que baila con los periodistas como una pícara poderosa que se divierte tanto que rompe casi a reír y se contiene porque no está bien y hasta se puede malinterpretar.
La Aguirre es como es. Es así. Como el fútbol. Se siente con el título de escaladora de los ochomiles, y sobre todo, creativa y siempre primera. De siempre, cañí, española, a mí oiga de usted, de "Madriz", chulapa y con olor a bien perfecta en todo.
Atácala dialécticamente y mutará los paradigmas. Búscale los puntos flacos, se volverá pared infranqueable, y luego saldrá de las cuerdas con su vestido azul caro e informal, y le pondrán una alfombra como a las actrices y te lanzará unos contragolpes al hígado que te llamarán la atención por su largura y puntería.
Esperanza, se va. ¿Se va? Nunca. Esperanza interpreta al derrotado como a una mera creación literaria fantasiosa y sin sentido. Ella es una señora soldado que no sabe pasar a la reserva ni a ningún hogar de los jubilados de las playas del Caribe. Aguirre no cumple años, ni le pesan los kilos, ni le sorprende nada, ni las arrugas indican necesariamente algo inconveniente, y sobre todo que las cosas nunca tendrán para ella ni dramas ni romances. ¡Mamandurrias!, ¡mamandurrias!, irá a exclamar.
Madrid. Su cuna. Sus dineros, linajes y posesiones. Me lo merezco, y todo más claro que el agua. Es diva entre las divas, y el poder es su actor favorito. Tiene mundo, planeta, universo, galaxias, y expansiones de la Cuántica que seguro que vislumbró cuando estudiaba inglés en selectos foros en donde solo las magas elegidas pueden tener visa y matrícula.
¿Odias a Esperanza?, ¿la detestas?, ¿eres social y crees en lo público?, ¿votas a Podemos y a Pablo Iglesias o Monedero?, ¿te parece la crisis un eufemismo para no llamarlo atraco de capitalismo resabiado de amiguetes? ... Entonces, si piensas así, no cuentes con el olimpo socioeconómico de Miss Aguirre. ¡Oh, now! ...
Incluso Aznar parece retraído e histórico ante Esperanza. Porque Esperanza anuncia su dimisión y también toda la altanería de quien se siente libre de todo mal.
Esperanza nunca dará explicaciones a nadie. Es la reina del PP aunque se vaya porque observa demasiado ladrón desnudo por donde pisan sus coquetas zapatillas de Zara y pose.
Esperanza, va. Como la nave. Esperanza es la hembra de la España tradicional, y a la vez contradictoriamente inmovilista e innovadora. Esperanza es ese país de la misa que ataca ferozmente a los comunistas y que tiene su búnker particular en el medio de su ego de oro.
Mi consejo es que nunca pierdas de vista a Esperanza aunque diga que adiós muy buenas. Debes mirar por un agujero que pergeña y te olvidarás de que existen cortapisas o condicionantes. Cuando eres vecina y residente en Everest, te dan cosa los sucederes que parecen acontecer muchísimo más abajo y en espejismo. Esas hormigas que se mueven alocadamente y con nervios.
¡ESO NO ES VIDA, REDIEZ!
4:48
jose vicente ortí
Acomodado y ambicioso, vivido y descreído, atractivo y seductor, elitista, ojos verdes y atractivos, intelectual y vital. Profesor de instituto y exigente, de izquierdas, bien vestido, impoluto y resuelto.
Discreto y de voz queda, menudo y listo, estratega y cabronzuelo, profundamente universitario y hombre de hoy. Y de ayer, y de siempre.
A Bento le gusta viajar hacia las raíces del pasado. Le apasiona el atrás, las largas piernas de sus chicas especiales, y las costumbres de los antepasados ganadores y selectos.
Los romanos, los restos arqueológicos, la inteligencia y el legado de los que fueron; la potente curiosidad por entrar en otras civilizaciones que fueron y estaron. Porque para Bento, la civilización de su tiempo no le interesa en exceso. Le aburre, la ve previsible y decepcionada, evidente y de poco fiar. Prefiere indagar acerca de otros momentos y de otras culturas.
Bento sabe ser contradictorio y no es de medias tintas. O le admiras, o le detestas. O te quiere de verdad, o le eres absolutamente indiferente. Y le gusta levantarse como un consumista más y perderse por esas tiendas de dios y del capitalismo, buscando buenas creaciones y favorecedores y elegantes atuendos. Su elegancia y su elección.
A Bento le gusta ser niño grande y jugar a decir exactamente lo contrario de lo que piensa. Porque es travieso, juguetón, irónico, cáustico, excesivo, ligoteón, y siempre imprevisible. Prefiere ser Carlos V a un hombre normal de ciudad. Lo que pasa es que esta última propuesta de elección no es decididamente nada racional. Descartable, pues ...
Bento siente atracción por la estética,-a la que considera tan importante como los nervios serenos-, o tomar un café con una belleza de envidiar. Sí. La estética y la pose también son la referencia y la seña que todo lo indica. Por eso no le encontrarás mota de polvo o mácula extraviada. Porque lo mira todo. Porque la presencia se inventó para no dormir.
Cuando tiras a odiarle y a llamarle prepotente o engreído, frénate el carro. Porque Bento es dibujo creativo y sabe elegir bien. Y entonces emites interiormente un om budista y decides callar y observarle.
Y su gesto y su mirada son bonancibles. Ese es Bento. Más allá de sus virtudes y defectos, Bento es característica sensible. Es hablar bajito y respetuoso, y sabe también dar calor. Tras su severidad y sus ademanes ordenados y hasta desaliñados, se halla su afecto a otorgar.
Lo que pasa es que pocos pueden saber que Bento es tierno. Para eso tienes que pasar muchas cribas. Has de ser inteligente y hasta guapo como él, y dejarle hacer y no agobiarle. No preguntarle apenas nada y dejar que avance desde los puntos cardinales camino de tí. Si es que quiere ...
Bento desea recuperar la libertad que siente que le cortan y que le putean, hablando claro. Necesita irse a la Antigüedad y a los restos, para poder saber y comprobar que existieron. Y entonces se siente interesado y feliz. Y exigente, y veleta, y vuelveloc@s, y a la vez nunca pierde su sonrisa de seductor y hasta de Zara.
Tú mira a Bento cuando está sentado confiado en una silla alrededor de gente que le aprecia de verdad, y te darás cuenta de que su corazón es compasivo, afectuoso, extraño y siempre presente y vivo. Sabe más de lo que él mismo cree y le encanta su pose cínica.
¿CORREGIBLE?
8:40
jose vicente ortí
Alí Babá no podía ser codicioso. No vivía aquí. Valencia. España. 2016. Muchos años de robar. Robar, robar, robar. Ladrones, ladrones, más ladrones ...
Corrupción en España a todos los niveles de la política y el Poder. Intrusos con aviesas intenciones y con derecho de pernada. Infliltrados desde su falta de ética social pata vivir de ésto y con la idea de forrarse a toda costa. Costa. La Costa. Valencia, todos los concejales, alcaldesa, todo Cristo, Alfonso Rùs y la Paella, el garrofón y la playa del turismo y de la Malvarrosa. Olor a golfo por metro cuadrado. Se sabía. ¡Se sabía y todo el mundo callaba! Ladrones, ladrones, más ladrones, cómplices de los ladrones ...
Ritarato. Feudo y cacicato. El bigotes, y el friki Benavent que tiró de la manta. El Partido Popular cual asociación de malhechores. Chorizos de cantimpalo, robaperas del tres al cuarto metiendo la mano en la caja. ¡Socorro, es Valencia! ¡Cuidado con las carteras! ¡Tienen el Poder! ¡Siempre tienen el poder! ...
El Palmar, La Albufera, el esgarraet, el allioli o ajoaceite, el búnker barraca y Berlanga. la foto de Sorolla el genio y los satíricos de La Traca. La luz. Toda la luz que ciega a esos ladrones que ahora se esconden cuando la Guardia Civil ha ido decidida hacia ell@s. Como la FIFA y el FBI. Coincidencia de siglas y de intereses espúreos. ¡Ladrones! ¡Vergüenza ha de daros el espectáculo bochornoso que dáis! ¡Sóis demasiado vulgares horteras ladrones, y de corbatas y de piel exótica! ¡Chusma! ...
Indignación e impunidad. Sustraedores de lo ajeno que es de todos. Se han robado los avaros locos hasta a ell@s mism@s cegados por el vicio del miserable. Su presencia nunca agrada. Su estar genera mierda en el medio de un panorama renovador y saludable. Esperanzado.
¡Sed fuertes, chorizos! La cárcel aún os pilla lejos. Nunca váis ahí, y cuando tenéis apuros, siempre hay manos agradecidas que completan vergonzosas fianzas.
Vito. Reggio Calabria. Mafia. Corrupción en las cejas y orgullosas lágrimas de cocodrilo triste. Esperemos que llegue su tiempo. Valencia está en el punto total del mapa del facineroso. La naranja está manchada de euros hurtados camino de los grandes y mitológicos paraísos fiscales. ¡Ladrones, ladrones, muchos más ladrones! ...
Una gestora lanza piedras de sedación sobre el presente de una verdad. Han robado. Nos han puesto sus sucias manos en el bolsillo y decían ser nuestros gobernadores y representantes. ¡No fueron jamás nunca de fiar! ...
Mordidas, sobrecostes, trampas, despilfarro, lujos del capricho, mentiras, Copa del América, la Fórmula 1, la Ciudad del Cine o de la Luz, el Mestalla mal proyectado en el suelo pudriéndose, y peinetas y más peinetas descontroladas emulando al dios cabrón Bárcenas. ¡Sed fuertes! ¡Más madera que hay money! ¡Tenéis nuestro dinero! ¡Ladrones, ladrones, "lladres"! ...
La cárcel. Ahí debéis estar. Debéis volver a la isla de lo social y cambiar vuestras insanas costumbres. Vuestros trajes y corbatas huelen a mentira y a trile, no sóis especiales sino el rechazo, habéis hecho demasiado daño a mi Valencia que es la tierra. California de la luz y del amor. El mar. La mar. ¡La madre! ¡Cuántos chorizos todos juntos! ...
Había una cosa que se llamaba honradez y no se sabía. La Società, los Prizzi, Sacco, Vanzetti. Sigan poniendo todos los nombres de la gran camorra. Valencia, España, tristeza, 2016.
¡QUÉ BOCHORNO!