9:03
jose vicente ortí
A pesar del tremendo caos, todo esto es bello. Mi casa. Hablo de mi casa, la cual parece ahora un pequeño almacén de materiales de construcción. Poca agua, mucho polvo, y mucha alegría interior también.
Mis padres no me ayudaron. La vida les desbordó, y se dejaron ir. No hicieron las debidas y necesarias mejoras en la casa, y ahora yo me encuentro el legado de lo que me encuentro. No les echo la culpa. Sencillamente, les comprendí. Fueron personas nobles pero sin demasiada responsabilidad y con mil penurias económicas y de todo tipo. Y falló la familia, que es un nudo gordiano cuando se necesita ayuda.
En estos días, mi casa está tomada por la espera y la ilusión. Aquí está todo lleno de sacos de materiales de obra. Cuando me disponía a acondicionar la cocina y los obreros se pusieron a picar, saltó la pared contigua que pertenece al cuarto de baño. ¡Horreur! ...
Mas no me asusté. Es mi obligación y mi necesidad el no asustarme. Crecer consiste en no asustarse. Avanzar implica tomar decisiones rápidas y mirar siempre hacia adelante.
Sin victimismos ni milongas. Con claridad y concreción. ¡Oh, los ahorrillos de mi tesoro materno! Gracias a tales ahorrillos y sacrificios pacientes, voy poco a poco y sin marcarme euforias ni disneylandias construyéndome un futuro mejor.
Sí. Tanto el baño como la cocina,-sus paredes tuberías y azulejos-, quedarán saneados y serán mi regalo de continuidad de aceptación y de persona que no se arruga. En realidad, todo son empujones del destino. O saneas, o lo pagas. O innovas, o te arrepientes. O sacas una sonrisa real y hasta de oreja a oreja, o solo estás triste.
Cuando la calurosísima y devastadora ola de calor vaya cediendo, entonces podré gozar de cosas que no podía casi ni soñar. Vendrán los regalos y hasta las felicitaciones. Sufrir ahora, compensa mucho.
Entrar en la cocina y verla nueva, con sus muebles y su nueva disposición digna y hermosa. La decencia de un cuarto de baño como el de todo quisque y a salvo de humedades desde tuberías de plomo y más viejas que el hombre de la tos.
Tímida pero seguramente, me reiré de todo lo actual y de estos apuros. Habré logrado mucho más que unas habitaciones adecuadas y una casa más o menos como las personas. Sí.
Lo que más me gusta de todo esto que me pasa ahora en estos días, es precisamente mi capacidad de reacción y de superación. Mi progreso en el paquete social que implica camisetas de otros colores, y fragancias de otros destinos y procedencias.
Mi casa. Menuda frase tan corta y tan definitiva y concluyente. Mi casa. Yo. Yo soy mi casa. Y por lo tanto, me renuevo, aprendo, sigo aprendiendo imparablemente a autogestionarme, ayudo a quien me ayuda, agradezco las orientaciones a quien me orienta, y me gusta orientar a quien sospecho desconcertado.
La verdad. Sin tapujos. Tirar de mi manta con todas las bellísimas consecuencias. Mi luz y taquígrafos. Mis proyectos hacia un nuevo tiempo en donde las sorpresas gratas pueden terminar siendo una realidad más que evidente.
Estos días son de mucho estrés, con alguna vecina cojonera dando por saco a través de su egoísmo, y el siempre inevitable tránsito de mi nueva ubicación en mí y en mi mejora. En toda mi realidad y sin trampa ni cartón. A voluntad abierta, con todo yo dispuesto a progresar y a nunca decaer, a ser honesto y razonable, y sin buscar en los demás el samaritanismo imbécil.
-TODO ESTO ME EMOCIONA-
14:00
jose vicente ortí
No por previsible o esperado, es menos doloroso. Se nos ha ido a los cincuenta y tres jóvenes años, la periodista 10 Concha García Campoy.
Me dirijo desde la metáfora y la admiración, a su gran amigo y veterano periodista Arturo González.
Admirado Arturo que no sé por dónde andas ahora en esto tan serio de periodismo que la ibicenca Concha cumplió bien a rajatabla, qué suerte tuviste de tener como cómplice y amiga a esa extraordinaria y más que bella señora ...
¿Qué se sentía trabajando en el lado de su periodismo centrado, escuchador, actual y valiente?, ¿qué secreto tenía esa joven y maravillosa periodista de las mañanas de Quatro y del mil millones de programas de la radio y de la tele más, maestro veterano? ...
A veces, notas una ausencia, una pérdida, y una cosa como si los periodistas de verdad y de raza hubieran sido secuestrados por bustos parlantes oportunistas y sin interés.
Qué suerte tuviste, Arturo. Seria, elegante, culta, carismática, y ahora mito por joven muerte y adiós. Sí, Arturo. Os recuerdo a los dos cuando ella te sonreía porque te veía venir, y cuando tú te ponías la melena blanca de tu cabeza lúcida y nos dejabas descolocados a todos. Oye, qué suerte debió de ser el ser acompañado y centrado en una mesa plural y amiga sin gritos pero con toda la verdad, amigo ...
Concha, alta, seguidora de la actualidad, intuitiva, y que gustaba de algo tan escaso hoy en los medios y que se llama escuchar. Sí. Escuchar a los interlocutores y a los entrevistados. Escuchar la sensibilidad democrática de los que sufren, ser consciente de que ser paz era dar participación y no exclusión, que ser periodista era convocar al Maligno si fuese necesario.
Tú, Arturo González, estuviste en sus tertulias como un maravilloso enchufado de lucidez, y te dejaba que soltaras toda tu expresiva traca final. Porque ella era inteligencia y clase, elevación y neutralidad, defensa de lo público, y atención a todas las partes y a los sectores vivos que se mueven en torno a nuestro tiempo eterno.
El periodismo de Concha, era todo menos estático o aburrido. Pero con educación y sin gritos. Sí, Arturo. Hablar no era lo que hoy se hace. Concha cojía la manija y el balón, y tenía como el Barça su dominio del tempo. Hermoso tempo.
Concha y su enorme calidad profesional. Concha y sus oyentes y televidentes. Concha y su capacidad de llegar al espectador sin entrar al detalle obsceno, y dejando su sello y su impronta impecables. Sencilla y sin ruído, mágica y sin abusar del sexy, periodista capaz de situar las prioridades en la concreción.
Arturo González. ¡Oh! Menuda pareja de periodistas. Lujo añorado que ya nunca volverá. El tiempo y la vida corta son crueles y no se puede hacer nada. Pero todo se renovará, entrañable y también mágico Arturo, y vuestro ejemplo calará sin pesimismos en generaciones venideras.
Recuerdo, Arturo, cuando te emocionabas al ver a una niña herida, o cuando a un anciano le hacían daño, o cuando la sensibilidad conducida por esa larguirucha y bella maestra llenaba los estudios y los platós.
Se ha ido en mi Valencia, en el Hospital La Fe, y yo no sé decir sino la palabra emocionante llamada silencio sereno, Arturo.
Gracias a Concha, a tí, y a todos los que hacéis grande la labor de informar y de concitar la verdad y la pelea de lo social y de lo cotidiano. ¿A que es bueno llorar, amigo Arturo González?, ¿a que llorar por Concha es llorar sin la mácula de la impostura?, ¿por qué la queríamos tanto?, ¿lo sabes, Arturo? Sí. Claro que lo sabes ...
La balanguera y la fila, la balanguera filará, cantaba en catalán María del Mar Bonet. La hilandera y el hilo, la hilandera siempre hilará páginas de besos admirados.
¡GRACIAS, CONCHA!
11:06
jose vicente ortí
Menuda apoyada sobre su bastón, y muy independiente. A la señora Chon le gusta hablar por los codos. Se le nota sola y apartada. Su semblante es triste y esquivo.
Si te pilla en un día del corazón de su aburrimiento, debes temerla. Aunque te diga que se hace tarde y que el tiempo pasa que vuela, cuando te des cuenta te sentirás casi preso de su discurso interminable.
De modo, que lo mejor que puedes hacer con la señora Chon, es aprovechar su misterio pausado para intentar captar su verdad que trata de esconder bien. Nunca se abrirá del todo. Odia el mundo que entre todos hemos fabricado, y seguramente odia también muchas partes de sí misma.
El tema hombres, lo saca bien poco. Solo habla de su padre y un ratito de su hijo mayor. Recuerda mucho a sus amigas las otras mujeres, que aman como ella las plantas y la cultura. Sí. Porque para mí la señora Chon es lesbiana de un tiempo imposible que nunca elucubrarás. Un día me dijo que el grupo de amigas que tiene, es paz, y que nunca hay grandes discrepancias. La palabra y presencia de otras mujeres la asocia a una libertad de armario que nunca supo franquear. Es víctima de un tiempo cruel.
Y, lee. Siempre está leyendo. Mide mucho su hablar. Parece culta, y busca siempre la palabra más precisa en sus contares calmos y a veces olvidadizos, dado que su memoria le juega malas pasadas.
Me habla de cuando iba aquí cerca de Valencia al monte de El Vedat, y que a ella le gustaba conducir más incluso que a su marido, y que hicieron un paellero que mutó en caseta y que creció la caseta y ganaron hectáreas, y pusieron hasta una modesta piscina en la que se bañaban aburridos cuando llegaba el estío.
El aljibe. La señora Chon me habla de aljibes y de pozos, y de raíces, y de agua, y de plantas, y de bella humedad, y hasta de potentes tormentas en el chalet de El Vedat cuando bastante más joven. De senderos muy bellos casi vírgenes por entonces.
Aljibe para aquí, aljibe para allá, pozo por aquí, oquedad acuífera por acullá. La señora de hablar bajo y timidón, me cuenta todo lo que quiere y me escruta con sus ojos. Adora los pueblos de la Marina de Alicante. Toda la montaña, todo el sendero, y toda la gastronomía.
Para la señora Chon, el arroz a la costra es el plato más maravilloso que existe. Dice que a ella le gusta comer, a pesar de su cuerpo menudo y hasta apurado. Ama meterse en la cocina y apostar por un gran plato suculento y excelentemente preparado. De lenta y necesaria cocción y elaboración. Es perfeccionista y exigente consigo misma y con los demás.
Si has de preparar un arroz a la costra, o has de hacer un discurso, o has de opinar, te va a escuchar siempre que seas rigurosidad y precisión. Si eres ligero, entonces optará por censurarte y castigarte con su palabrería inacabable. Te va a interrumpir.
Me da la sensación de que a la señora Chon la vida le ha sabido a poco. Desprecia su vejez, y aguanta lo que le echen por el qué dirán y por no hacer sufrir. Su discreción es su corte de mangas.
Pero la verdad y el carácter de la señora Chon, es otra cosa. Élla, se siente siempre una mujer libre e independiente, que lanza orgullo, ironía y hasta contundencia irreductible.
Lo que pasa es que su soledad, además de un hecho claro, es un excelente clavo ardiendo para no gritar su ira a los cuatro vientos. Y a mí me secuestra casi literalmente, y le hacen gracia las cosas de mi naturalidad y espontaneidad. Se siente bien con un hombre más joven que le habla, y que sobre todo, la escucha.
Pienso en la tremenda sordera social que debió decepcionar a la señora Chon. Por eso se hace mucho la tonta y la boba. Porque ya le cuesta creer en los demás. Solo se deja ir, y camina, y sigue, y se sienta en un banquito, y lee, y hasta mira astutamente de reojo.
-PEQUEÑA Y COMPLEJA LA SEÑORA CHON-
13:39
jose vicente ortí
Deja el FC Barcelona el gran David Villa. No parecía ser feliz en Can Barça. El "guaje" siempre ha sido un jugador de minutos y de continuidad. De confianza y perseverancia en una titularidad que no gozaba vestido de azulgrana. El Barça es un mundo especial, de sibaritas, en donde se impone el modelo de la tenencia del balón y del sombrerazo a Su Majestad Leo Messi.
El máximo goleador de toda la historia de la Selección Nacional de fútbol, no parecía tener esa libertad y liderazgo que precisa un kíller de área para ser especial.
Villa hizo herejías en el Zaragoza. Allí, comenzó a sorprender con goles desde todos los ángulos y a modo de loa y magia general. Aquel bajito asturiano, parecía tener un don especial. Decir Villa era decir gol. Y no digamos cuando fichó por el Valencia. Allí, en Mestalla, el guaje hizo los goles que quiso y le dió la gana, se hizo internacional indiscutible, y fue muy grande. Se proyectó hacia la gloria.
El cañonero astur, no necesitaba un guión previo. Pertenece a esa sacra estirpe de pistoleros de área, con espacios, profundidad y toda la dinamita. El "torpedo", suele ser así. Inesperado, participativo, constante y divertido. Ese es el Villa que nos entusiasmó en Zaragoza y Valencia. Un Villa líder y sin prejuicios, capaz de dejar sin argumentario a la estrategia trasera de todos sus rivales.
Villa tiene la facilidad del gol. La enchufa. No hay que preguntarse demasiado ante la andanza de un crack incomparable que agujerea redes. A Villa hay que aceptarlo como es, no pedirle que presione demasiado, y permitirle una laxitud que siempre te acaba saliendo bien. Coge la pelota, toma rabia y olfato, caracolea, y cuando tratas de ponerle alguna pega, entonces el gran Villa estira su pierna y su pie, y toca la red adversaria. El gol tiene lugar. Y entonces Villa es feliz y nunca se sorprende. Sabe de sus recursos y de su capacidad depredadora. Se siente grande sin decir nada. Porque Villa es el gol. Uno de los más grandes goleadores de siempre españoles. Como un "Quini" de nuestros días.
El Atlético de Madrid no es el Barça. Por eso me alegro que cuando el jugador asturiano ya no puede cumplir ha tiempo los treinta años, aterrice en el Vicente Calderón y salga del apremio siempre inevitable que supone jugar en un equipo de fábula. Ahora Villa tiene nuevos proyectos y menos exigencias. Y además, si toma continuidad, podría Vicente del Bosque llevarlo a Brazil el próximo año. El sucesor mediático y real del colombiano Radamel Falcao, es español y de Asturias. Será entretenido y nuevamente excitante verlo en Madrid con la camiseta del segundo equipo de la Villa y Corte.
En última instancia es un gran premio para el valiente y contumaz "pichichi". El crack se sube a un barco nuevo y de ilusión, de minutos, y de añejo sabor competitivo a fútbol. Villa podrá ser titular todo lo que quiera, y se divertirá como un chaval. Será el rey de su equipo casi sin querer, y todo el mundo colchonero esperará ilusionado su chispa innegable del gol.
Porque a jugadores como Villa no te los esperas jamás. Están siempre vivos y nunca te aburren. Llaman la atención de todos los ganadores y de los amantes de las emociones clímax. Seguro que David Villa meterá muchos goles más y apenas se acordará de Barcelona, porque su presente y futuro se llaman gol y huyen de la sombra oscura del banquillo y del tedio.
Villa será feliz y necesario, útil y oportuno, saludará su mágico periplo veterano con salud goleadora y nuevos estímulos como el soñado Maracaná de revancha final al fondo. Creo que es un acierto del equipo que ahora preside Enrique Cerezo. Si en Barcelona querían métodos, en el Calderón esperan la traca imponente del gol. La dinamita final de las botas del guaje.
-SEGURO QUE NO DEFRAUDA-
11:12
jose vicente ortí
Me ha costado. Mi casa es vieja. Emprender una reforma potente de la que en el futuro será mi casa y que en realidad ya lo es, suponía una inversión económica que escapaba totalmente a mis posibilidades. Lo que pasa es que a veces hay que tomar decisiones que no gustan, pero creo que ha llegado la hora en la que me son absolutamente necesarias.
Mis padres no habían cambiado las tuberías de la cocina hacía mil años, y el agua se filtraba a través de esos feos conductos que además iban por afuera, mientras la pared de ladrillos acusaba la humedad inevitable y los despegaba. Hace algunos años me los sujetaron para que no se cayesen, y la chapucilla fue aguantando.
Mi madre,-como sabéis quienes me seguís-, ya está muy mayorcita y no puede casi distinguir las cosas. Yo, que administro su dinero junto a mi hermano, vi sus ahorros y pensé que quizás pudiese hacerse algo. Porque la mujer que viene a limpiarme la casa todas las semanas, me dijo que conocía a un chaval que lo hacía muy bien y quizás por una cantidad más que módica para como están ahora las cosas, podríamos lograr renovar la cocina y sus tuberías, actualizarla y mejorarla en lo posible.
Al principio, la dije que no. Que, era mucho dinero. Élla, sabe que ando bien apuradillo y no quise insistir. Yo la insté a que me luciese un trozo de pared con pintura anti humedad y esas cosas, pero la mujer me dijo que eso no se debería hacer dado que el tema estaba en las tuberías casi podridas por tantos años, y que haciendo parchecitos no íbamos a lograr nada más que pérdidas de tiempo y pocas soluciones reales. Pan para hoy y hambre para mañana.
Me sentí derrotado por una pared infranqueable. Pero, muy pronto, me recuperé. Llamé por teléfono a mi hermano y le hablé del dinero que costaría renovar la pequeña cocina de arriba a abajo y de izquierda a derecha más las nuevas tuberías, y quiso la suerte de que diera su aprobación. Le parecía bien la inversión. ¡Albricias! ...
Llamé de nuevo a la mujer de la limpieza, y ésta me dió el teléfono de un animoso y joven obrero de su confianza. Hablé con él, y ahora en cuanto termine de sustanciar este escrito, me voy a la aventura de la realización de uno de mis sueños. Voy a renovar, a gastarme un dinero de los ahorros de mi madre en algo muy importante y hasta vital de cara a mi futuro. Y si las cosas no se tuercen, mi futuro irá mejor y estará mucho mejor preparado.
Ha sido una decisión personal. Nadie me ha dicho que lo hiciera. No sé el tiempo que hubieran aguantado las tuberías, la pila o los ladrillos, pero había que cambiar y renovar. Había que darle poco a poco a esa casa la impronta de mi decisión y naturalmente de mi cariño. Renovarse, o ...
A ciegas, sin referencias ni familiares que me orienten, sin ayuda de ninguna clase, pero todo esto me importa un pito aunque me dé nervios.
Dentro de un rato, iré con el obrero a no sé qué sitio, y elegiré dentro de las modestas posibilidades unas baldosas convenientes y que me gusten, encargaremos y dejaremos pagados todos los materiales, y entregaré al joven obrero las llaves y mi confianza. ¡Al ataque! ...
Y, en cuanto sea posible, volveré a la casa de mi hermano en donde está mi tesoro mamá, y dentro de toda la nerviosidad, anidará en lo más profundo de mi conciencia una nueva alegría y un nuevo logro. Como el día 21 de este mes es mi cumpleaños, es éste mi regalo. Sí. Voy a tener una cocina renovada y digna, con unas cañerías nuevas y actuales, y con una esperanza que recoge mi amplia sonrisa.
Este es mi Rubicón de mi crecer inevitable. Me muevo. Busco y logro encontrar soluciones. Son cosas modestas pero básicas. Me siento un ser afortunado, no por tener unas condiciones nuevas o una cocinita decente, sino porque he sido capaz de ponerme en pie y tomar las decisiones. He sido valiente a mi manera, y he luchado por conseguir un avance nuevo y personal. No me he rendido. He reaccionado.
El dinero de mamá no era suficiente, ni siquiera las necesidades más que evidentes. Lo único que era fundamental, era mi inconformismo y mi decisión. Mi casa se va concretando porque yo me construyo en mi realidad y desde ella.
-ME ALEGRO POR MÍ-
9:40
jose vicente ortí
El bien y el mal. El rigor y la filosofía. La profundidad y la necesidad de ejercer el pensamiento. La banalización de las personas y de los discursos. El abrir las capas de la cebolla sabiendo todas las inevitables consecuencias. Desnudarse en medio del bosque de la libertad. Hannah Arendt.
Judía y filósofa que marca brillantez en el pensamiento del tiempo. Vive con su esposo en los Estados Unidos y enseña filosofía con la agudeza, la brillantez, y el amor que le propuso su maestro Heidegger. Hannah Arendt.
Un diario americano la elige para escuchar sus opiniones acerca del nazi juzgado Eichman. Arriesgado encargo del que no conoce a una mujer decir todo lo que verá y sentirá con claridad y sin ambajes. No le gusta lo banal y menor a la Arendt. El juicio al nazismo no lo ve como algo contra el individuo, sino como un reproche y vendetta emocional a la terrible historia que sucedió.
Y,valiente, desnuda su verdad. Dice que Eichman no sabe pensar, que solo es un engranaje de un sistema de órdenes, en el que él es un don nadie y en donde las cosas siempre son complejas. Nunca maniqueas. Unos no son tan intrínsicamente malos, ni otros tan radicalmente santos. Todos han contribuído al clima de la gran nebulosa y oscuridad.
Se lía parda. La acusan de nazi, de puta, de atacar a las víctimas del faltal Holocausto, de traidora a su pueblo, la amenazan, y le hacen toda su ritualidad adversa contra élla. ¿Cómo es posible que una mujer de su calado cuestione cosas aparentemente tan evidentes? Dicen que es fea, ruín, y engreída; un demonio nazi que merece tanto o más la horca que el propia Eichman.
Mas la Arendt es valiente porque cree en la justicia de su libertad. Afirma que no toda la fuerza está en el ser humano y que hay cosas que le superan. Se toma poco en serio a las críticas, y sigue desafiando a los cobardes que temen al rigor del pensamiento.
Hannah, sigue. Resiste desde su discurso. El pensamiento y su magma siempre son los grandes aliados. En una conferencia en su Universidad americana, dice todo lo que le sale a su magno pensar. Nunca va a haber demasiada emocionalidad en sus palabras sabias, y se limita a hacer uso de su talento prodigioso.
No elude nada la maestra. Todo lo contrario. Se reafirma en sus posiciones porque ella es una soldado de esa manía que ha hecho progresar al hombre. Le ha quitado trascendencias, normativas, hipocresías o intereses de todo tipo. Ha dicho con la cátedra maestra de su conferencia sin fisuras, un tiempo de placer personal y colectivo. Ha hecho un discurso impecable. Y finalmente, un tremendo aplauso de sus talentosos alumnos, zanja las cuestiones. La han comprendido aquellos que están en disposición de hacerlo. Los banales, se retiran presos del enfado. Hannah Arendt.
Siempre discutida, Con diverso nivel de especulación. Hannah solo es pensamiento sin concesiones. Y también sabe del amor y del placer, de lo que conviene y de lo que se tiene por rechazable. Y por eso le gusta jugar a vivir y a ser coherente, y a intentar siempre ser feliz y a descansar sobre los griegos pioneros que empezaron a crecer a orillas del Jónico. Y Hannah es mujer y moderna, y personal e intransferible. Y respetadora, y rechazada, y cuestionada y alabada. Como todos los grandes personajes de la Historia a los que les da por costumbre el poder pensar y con puntería. Goleadora de la verdad.
-LEER, VIVIR, PENSAR, AMAR... -
9:42
jose vicente ortí
España. Navarra. Pamplona. Sanfermines. La fiesta imparable, loca y tradicional. Los jóvenes y las energías. ¡Viva San Fermín! ¡Gora!
Las calles repletas de turistas y de navarricos con pañuelo dispuestos a la fiesta. El riesgo y la libertad. La locura atlética y el encanto y la atracción por lo primario y excitante.
La calle Estafeta. Las birras, y todo el alcohol. La televisión y el inicial cohete: el chupinazo. El verano de la vacación. Una de las fiestas más buscadas en Google. Un poco la selva spanish en donde casi todo es posible. De nuevo el toro. ¡ Uhhh, toro! ...
Comienza el encierro. Nervios. Pueden pasar cosas feas. Y también muy correctas, hermosas y originales. Los músculos se sueltan, masajes entre nervios y toda la concentración. Hay gritos de reinvindicación y de orgullo. De identidad y de raíz. Y pronto llega la manada.
Los cabestros. Vamos a correr. ¡Ostia, los toros negros! Cómo corren los cabronazos. Menudos bicharracos. Enormes. Estamos corriendo. Casi no hay sitio. Casi imposible el seguirles. Estamos corriendo. Casi no hay sitio. Casi imposible el seguirles. Hay humedad en el suelo. Resbalones previstos. Los de la ambulancia se van preparando. El impacto más que posible, ya llega.
Cuernos muy cerca, torpones guiris semidormidos haciendo el ganso y el suicida. Ésto, es serio. Barreras humanas. El toro y el hombre se van a tocar. Choques y caídas. Cáete al suelo y no tengas miedo. Quédate parado en tierra como una piedra. No te muevas. Saltarán sobre tí, y si te chafa un toro se irá rápìdo. Aprieta los dientes.
Los mozos siguen pastoreando admirablemente la manada fiera camino de la plaza de toros en donde por la tarde se toreará. Cuidado. Hay toros que se quedan atrás. ¡Danger! Pero no pierdas nunca los nervios y la concentración. No hay tiempo para quejas o lamentos. Si la cagas y haces un mal movimiento, tendrás que pagarlo. Sé consecuente y hasta obediente. ¡Riau, riau, riau! ...
No jueges con el toro. Te gana y puede. Déjalo estar y defiéndete. No le desafíes ni hagas el bobo. Si vas a la tuya, la cornada será segura e irás si tienes suerte a la planta del hospital cuando te cosan la herida. Que tengas mucha fortuna.
Los pastores avezados, recuperan siempre el mando de las cosas. Apartan sin miramientos a quien hace el burro, y abren y abren lógicas de paso franco para los astados. Tienen experiencia y saben lo que hacen. Pero su responsabilidad nunca les hace inmunes a los enormes cuernos de los bichos. También para ellos puede venir el revés de su majestad el toro hermoso. ¡Uffff! ...
La televisión de medio planeta vibra a las ocho de la mañana de España. La retransmisión es apasionante, loca, emocionante: una melée de locos entusiastas que sirven en bandeja la gran tradición de la fiesta. El toro y la audacia, el hombre y la fuera, el desafío de lo imposible, el sobresalto y la gran admiración. Peligro, peligro y peligro. Emoción, más peligro y toda la fiesta. Antropología de la fiesta. ¡Eh, toro! ¡Eh, eh! ...
Cansancio. Pasan los días. Pamplona es una locura abarrotada de gente que solo desea desconectar y olvidarse de que el mundo existe. Chicas maravillosos y tipos apuestos, y gente que va allí para que no se lo cuenten los demás, y desean ver con sus propios ojos y oler con sus personales pituitarias un tiempo casi inaudito.
España y olé. El gran toro como excusa. Preservativos y todo el sexo que se pueda. Hedonismo y juventud. Placer. Turismo por entre las calles y plazoletas de la coqueta Navarra pamplonica.
A divertirse y a repetir. A mover las piernas, las mandíbulas y el corazón. El ruído y los deseos, los guiris, y todas las procedencias. El Japón y la mítica. Todo un magma de sorpresas excitantes y siempre rápidas. Comas etílicos y desorden alimenticio. Y cuando ya no puedes más o incluso cuando te quedes con ganas, alguien dirá que todo debe concluír. El, "pobre de mí". ¡Hasta el próximo Julio!
¡VIVA SAN FERMÍN!
9:44
jose vicente ortí
Entre todos los más destacados árboles de aquel jardín casi mágico, existe uno especial y bastante extraño. Es un árbol raro, potente y demoledor, con una tremenda base desde la que se ata imponente y fuerte al suelo a través de sus raíces magnas.
Es un jardín natural y abierto a todos sus habitantes. Una magia, llena de belleza y de flores, de vegetación y de brillantes árboles que se llevan todas las admiraciones. Pero la gente no va solo al lugar a ver a los árboles y a la belleza convencional esperada. No. Van a ver al árbol raro, al árbol enorme y coriáceo, al árbol que crece y crece hasta dejar a los demás casi como liliputienses y menores. Hechiza ese árbol. Nadie sabe realmente qué es ese árbol, y todo son leyendas e inexactitudes en torno a él.
Hay gente que se queda mirando delante de él y le critican y afean la honra. Dicen que sí, que es enorme, que crece imparable y majestuoso, pero que no tiene ramas, ni copa, ni frutos ni flores. Que un árbol que solo es tronco y raíz, quizás sea el resultado caprichoso de una deidad maléfica o hasta un error natural.
Aquello es un enorme palo sin nada más. Un palo gigantesco que crece emulando a una Torre de Babel, pero que nada más. Que su tronco es potente y colosal, pero que le faltan demasiadas cosas. Es casi como un falo de madera que deseara al cielo y quisiera tocarlo y seducirlo. Audacia.
Las gentes dicen que quizás lo mejor es cortarlo ya de una vez y hacerle cachos de leña, pero les sabe mal. Tiene cosas de genio, crece y crece, y nadie sabe ni se explica el porqué de esa vanidad.
Ese árbol es un ego que parece sacado del arte abstracto, y tiene desconcertada a mucha gente. Porque del mismo modo que muchos le desdeñan y critican, hay otras personas con otra sensibilidad que le admiran su porte imparable y todo su ser.
Dicen quienes quieren al árbol romo, que en realidad todo es coyuntura, y que al final dejará de crecer y hará belleza eterna. Mas todo el mundo parece tener dudas. ¿Qué será ese gigante presuntuoso? ...
El gobernador del pueblo ha convocado a sus habitantes. ¡Ya está bien de crecer y crecer! O cambian sus formas, o será talado. Y los habitantes afirman el mandado de dicho gobernador. Lo mejor va a ser talarlo. Ese enorme gigante desafiante y extraño, no pinta nada ahí en medio y haciéndose el rey del gran jardín natural. Queda consensuada la sentencia. Es cuestión de horas.
Quienes sienten gusto por el árbol romo y hasta quieren comprender su misterio, se apenan y apuran. Acuden al lugar y tratan a través de su piadosa y triste mirada, de comunicarle al gran árbol que va a morir. Y el árbol sin ramas ni hojas, que está todavía más alto y como endiosado, decide estarse más quieto que nunca. Al menos, hasta que llegan todos los habitantes del pueblo, y a la cabeza el gobernador y los obreros designados para proceder a su derribo y poda. Expectación.
Algo le pasa al árbol. Algo parece moverse en su interior. Es como si se estremeciera de miedo o como si fuese a pasar alguna cosa. Unos perros deciden ladrar, y la gente se asusta. Algunas personas se alejan de allí.
En el momento en el que una enorme sierra eléctrica se aproxima al tronco del árbol especial, entonces dicho árbol comienza a bambolearse como si tuviera un ataque de sangre. Como si el líquido clorofílico e interior estuviera convulso y mutante.
Y, de repente, una tremenda explosión. La parte de arriba del árbol estalla con estrépito, y a continuación todo cambia y le crecen súbitamente las ramas y hacen copa. Es una inmensa palmera, cuya altura ha menguado y se ha equiparado a la de los demás árboles. ¡Qué hermosura! ...
El gobernador manda parar. Aquella palmera es la más bella que nunca ser humano ha podido ver. Es brillo y amor. El orgullo del pueblo. El árbol romo no estaba poseído. Cuenta la leyenda que únicamente esperaba su momento para abrirse y ser normal y bello.
-EL MÁS BELLO-
10:55
jose vicente ortí
A pesar de que aún soy joven y que el día 21 del presente mes solo haré cincuenta y tres años, pienso acerca de cómo me gustaría verme y tenerme más adelante cuando el tiempo vaya pasando.
Lo que no me haría la menor gracia es vivir muchísimos años, y convertirme en un ser senil y sin apenas dignidad. No me gustaría ser un nonagenario dependiente, de esos que veo en las residencias de mayores sentados en las sillas de ruedas. Lo que pasa es que la longevidad no puede elegirse. Quién sabe si acabaré así ...
Prefiero ir por partes. Camino por los cincuenta y no lo parecería dada mi gran vitalidad. A pesar de mi rodilla izquierda lesa y que ya no tendrá la fuerza de su compañera derecha, como ando deprisa y hago mil cometidos, en ningún momento doy imagen de pausa serena de cincuenteañero. Sorprenden mi vitalidad y mi fortaleza.
Pero, me canso. Me noto que la juventud quedó atrás, y que mi vida entra en terrenos cortos y de recorrido que lleva otro acento. Percibo que debería estarme menos rápido y abrazar otro ritmo y otra actitud. Lo que pasa es que siempre he sido deportista aficionado, soy muy heterodoxo, y no me ubico ante las personas con rapìdez. Me faltan tablas de adaptación.
Sí. Noto que me fatigo un poco más que antes, y que a pesar de que mis analíticas son más que positivas, la juventud es para personas que nacieron bastante después que yo. Lo demás son gaitas ...
Me gustan las mujeres y me gustaría tener una de ellas igual de enamorada como yo de élla, y darnos miradas tranquilas al alba. Pero también nunca renunciar a mi individualidad, y si me apetece levantarme ahora en verano prontito para respirar el frescor de la mañana, hacerlo con plena libertad. Y seguir cantando y teniendo mi propia responsabilidad, y escribir que es mi afición seguramente más natural y que siempre me acompañó, y reírme bien a carcajadas, y recibir la forma vital de humor y hasta de pasotismo que mi padre me legó.
Pasará el tiempo, pero yo seré mucho, yo. Y me cuidaré más, y tendré mi propia casa entrañable, y mis comidas serán nutritivas aunque modestas, y haré como siempre que es que no he fumado en mi vida.
Mi cuerpo comenzará a tener achaques, pero le haré al mal tiempo buena cara. Trataré de mantener mi lucidez esperanzada, frente al devenir inevitable. Y seré aceptador de las adversidades, y trataré de que cuando me cabree, mi salud se afecte lo menos posible.
Seré crítico y no tragaré frente a un Sistema con el que no estoy de acuerdo, y estaré atento a cuanto me rodea. Pero ahí estarán mis amigas y mis amigos, con los cuales compartiré ternura y afecto.
Haré muchas cosas, pero si un médico me dice que no haga excesos, le obedeceré como un alumno al profesor. Y mis recreos serán divertidos e ingeniosos. Seré formal y travieso a un tiempo, y seguiré aldmirando a todo aquello que me enriquezca y sorprenda.
Quiero ser el más joven entre los viejos, y estar a gusto con mis demás para que ell@s lo estén igualmente. Me preocupará el mundo tan cabrón y restrictivo que nos han malpreparado, pero en seguida me habré mutado en un niño eterno que estará ingeniando personajes, viajes o historias, las cuales me defenderán de un oxígeno y ambiente extraño e inhumano.
Mis oídos permanecerán atentos a lo que suceda, y nunca me creeré del todo las cosas a la primera, y quizás me llamen cabezón o no me comprendan, pero espero finalmente dejar a mis vecinos y cercanos una sonrisa en su semblante ya confiado.
De viejo no quiero samaritanismos e hipocresías, sino claridades y ventanas abiertas a la verdad. Me gustaría que mis neuronas se estuvieran quietas y me continuaran dejando libre como siempre para opinar y hasta equivocarme.
Me gustará ser viejo a mi modo, sin que nadie me lo refriegue por la cara, y manteniendo mi yo bien alto y digno. Quiero de mayor ser coherente y a la vez picarón. Morirme admirando a las señoras cañón y a toda la gran belleza del conocimiento y de la sorpresa.
-Y SER SIEMPRE AMIGO DE LA MAGIA-
11:32
jose vicente ortí
El espía americano Edward Snowden acapara todos los top ten de los noticieros de estos días. El hombre de las gafitas es la gran estrella mediática. Para unos es un héroe y para otros un traidor. Un insoportable.
Snowden ha revelado que los americanos espiaron a cerca de treinta embajadas amigas y aparentemente aliadas. Y se ha ido a la prensa y lo ha soltado.
Particularmente,-y no es que yo no me fíe de nadie-, siempre he considerado que los americanos nos espían. Y los rusos, y los chinos, y todo el que puede. Y lo he pensado por una razón que no es otra que el que el mundo de los nuestros y de los amigos se basa en realidad en una gran hipocresía y falsedad. En una filfa convencional.
Pienso que el Poder,-y no digamos el de los Grandes Imperios actuales-, nunca tiene bastante y que es omnívoro por naturaleza. Espiar es un gran vicio general, una necesidad de controlar a los otros para sentirse más fuertes y poderosos, un hacer trampas y guerrillas tecnológicas para conservar el prestigio y no quedarse atrás. Un miedo.
La paz y la armonía. ¿Cómo andará la Paz en el Mundo si Snowden,-que sabe de esto bastante-, nos dice que los americanos espían hasta a los suyos? Me refería a la paz real, a la libertad, a la comprensión, al no miedo, a la hermandad y al respeto entre todas las presencias, Constituciones y posiciones. ¡Ningún respeto! No se fía nadie de nadie. Y si tienen la posibilidad, allá que van a por el dato ajeno. Sea quien sea.
Snowden no está de acuerdo, y dice que se está abusando y que esto actual de espiar se sale de madre, y entonces se salta todas las líneas rojas y decide contárselo a todos los ciudadanos para que sepan cómo se las gastan los espías amigos.
Espiar está muy feo. Es, la no comunicación. El abuso, el allanamiento de las moradas, la lucha larvada económica, y la constatación palmaria de la gran decadencia de la moralidad. Sigue muy vigente la gran desconfiaza global y general. Ya no te puedes fiar ni siquiera de los amigos, porque te descuidas y te miran a través de los sofisticados visillos de las ventanas.
La necesidad de la distancia y del malo, siguen ahí. Esa gran patraña de las alianzas y de la fraternidad camino de un rumbo común, parece que no puede ser dado que vivimos tiempos de predominio claro de los intereses económicos sobre la democracia de los ciudadanos. En realidad, todo se trata del acoso y control del mercader sobre el político que representa a la ciudadanía.
En este caso del espionaje americano a todo quisque europeo, anula toda diferencia entre lo político y lo económico. Lo único que se han dado han sido consignas de los señores del dinero yankee sobre el deseo de controlar el estado de los recursos europeos fuera quien fuera. La idea de los pueblos elegidos.
Espías, Snowden, desengaño, democracias huecas, Obama, Merkel, Hollande, los periódicos, la mítica del espionaje, los buenos que no son tan buenos, el maniqueísmo paroxístico, y la fatal idea de las dictaduras de la desconfianza.
Snowden lo dice claro. Que con él no cuenten para dar por saco. Snowden se chiva, y piensa que debe haber un poder auténticamente de hegemonía ciudadana que impere sobre todo el otro interés y abuso de espúreas naturalezas. Él, espía para ser libre y hacer el bien.
Ahora no saben qué hacer con Snowden. James Bond parece haber traicionado a la Reina, el príncipe se ha divorciado de la princesa, Supermán tiene menos fuerza y vuela a menos altura con su capa de Disney, los mitos se han vuelto feotes y demodés, y hasta la chica de la película tiene celulitis a sus veintiséis años y además es desolladora en su vida íntima. Los policías se han vuelto pelín ladrones, y el emperador se ha puesto la ropa al revés.
¿Y si los malos de verdad no fueran tan cabrones?, ¿y si los gurús de la verdad fuesen unos embusteros?, ¿y si la pregunta fuese una respuesta, o el punto y coma un guión bajo del teclado de un ordenador?
- ¿SNOWDEN? -
9:41
jose vicente ortí
Entre las maderas, a la deriva, el cuerpo ensangrentado por los golpes del mar sobre los objetos en el caos, y sin tiempo para pensar demasiado.
En medio de las aguas feroces como dientes de tiburón, bamboleado como un pelele sin final nada halagüeño, y con la huella de Darwin en el ceño crispado. Sin libertad de movimientos y a merced del desamor. Como una hoja mojada y hasta caprichosa que se mueve esclava al son del viento y de la corriente que le toca.
James Vicks, en medio de un tsunami. Sorprendido en el verano amante de su vacación con su mujer y sus hijos. Tiene dinero. Mucho dinero. Pero el tsunami es tan primario que no piensa en niveles económicos ni en clases sociales.
El ruído feroz parece ceder. Ahora todo es agua que enloquece casi a ritmo de rock. James quiere pensar, y desesperarse, y llorar, y ayudar, y preocuparse por sí mismo y por los suyos, pero todo parece demasiado difícil. No hay ningún conocido a su lado. Todos son extraños objetos que le hieren las piernas, y otros seres humanos igualmente desgarrados a los que de nada conoce. Factor humano. Nada de miramientos. James Vicks se la juega y trata de dar manos a todos los que se cruzan en su mundo a la deriva. Trata de salvar niños, ancianos, damas, animales domésticos, y entrega en cada esfuerzo toda su generosidad en balde. Todo son yerros. No logra ayudar a nadie porque todo es feroz y demasiado inestable. ¿Qué hacer cuando no se puede hacer nada?, ¿limitarse quizás a sobrevivir?, ¿soñar con un contexto mejor?, ¿escapar del terror camino de la tierra firme?, ¿esperar que todos los dioses tengan piedad y paren el infernal meteoro?, ¿tratar de tener suerte? ...
Demasiados preguntas que nada van a resolver. El agua enmaderada y llena de objetos de sangre y muerte no permite elucubraciones filosóficas ni especulativas. Solo se busca la vida y el oxígeno. La integridad, y el salir del lío. Esperar que pasen los minutos y llegue la salvación y la piedad. Algo positivo ...
Cede la presión y aparecen ideas en James. Su mujer es rubia y sus hijos son dos pequeños niños varones. Husmea la corriente ahora menor, y finalmente logra mirar con un poco de calma hacia adelante. Sus ojos no vislumbran pista alguna, pero al menos las neuronas de su cerebro se activan y pueden generarle actividad.
Y, llanto. Porque lo más probable es que su mujer y sus niños hayan sucumbido ante la fuerza de las aguas invasoras, y todo sea dolor y luto. Pérdida y desdicha. Una quimera el pensar que hayan sobrevivido al gran desastre natural. ¿Acaso James Vicks puede cantar vida y victoria cuando camina sobre un barco sin rumbo, desacelerado y sin dirección? Todo es demasiado temprano ...
Sus fuerzas. Vicks está midiendo sus fuerzas hace una media hora. Le duele todo el cuerpo pero es fuerte. Ya puede nadar. Ahora el hombre se rige a duras penas desde su autonomía por el centro de unas aguas siempre equívocas y demasiado tiernas. Pero, sí. Ya puede nadar ...
Y pensar en dónde puede estar, y darse cuenta de que va desnudo y que ha perdido toda su ropa. Y acierta a ver seres estampados literalmente contra los grandes árboles, y que el agua lleva color a sangre y que no huele como el salitre en una playa tranquila.
Sigue Cronos en acción. En plena película de impacto y terror, James se da cuenta de que el nivel de las aguas parece menor, y que aparece más vegetación, y cientos de casas derruídas y desoladas. El tsunami físico parece haberse detenido. Pero, ¿en dónde está todo ahora? ...
Se agarra a un árbol y logra encaramarse a una de las ramas. El primer paso parece dado. Arriba ya se ven helicópteros y movimientos militares. Enfrente hay dos árboles plataneros y gente que se mata por los frutos. Los más fuertes tienden a sonreír. Están sobreviviendo.
Vicks sigue encaramado a las ramas de su árbol salvador. Hay que esperar. Todo movimiento está mal y lo mejor es esperar. Ya le llamarán. Ya le llegará el momento del orden y de la civilización. Ahora ha de resistir y sin la tentación de hacer acopio de víveres, o podrían matarle. En los próximos días le llevarán a un hospital improvisado. Quizás allí le digan que su familia ha muerto.
¡ O QUIZÁS NO !
11:22
jose vicente ortí
Y le lanza un aviso desde su templo deportivo más emblemático, cara al Mundial de Fútbol 2014. Sí. Ayer vibró Brazil en coral con todos sus aficionados con el orgullo herido y entusiasta.
Porque Brazil es un mundo aparte en esto del fútbol. Con Maracanazo o sin Maracanazo, la tradición de la superioridad futbolística en su historia es exhuberante y abrumadora. Han ganado la friolera de cinco Mundiales. Se saben grandes y se sienten los mejores. Y todo eso es alegría contagiosa, aunque su fútbol ya no pueda ser aquel jogo bonito de Pelé o Sócrates que enamoraba. Es igual. Brazil tiene magnitud y solera. Seguramente, incomparables ...
El partido de ayer entre la canarinha y la Roja, fue una película de buenos y malos que empezó con un fallo de Arbeloa en los primeros minutos que no perdonó Fred. Ese 1-0 lo empezó todo. Brazil sacó la totalidad de su músculo, y empujó con una fuerza que recordaba a los tanques alemanes que todo lo paraban y derribaban. Una máquina de vigor.
España no salía de su extraño asombro y de su evidente impotencia y hasta cansancio. Maracaná rugía con el león amarillo y la velocidad hábil y práctica de su ídolo Neymar y demás compañeros. Familia de fútbol.
Los de Del Bosque no hacían el fútbol que llevan dentro, ni maravillaban, ni ofrecían presencia, ni mostraban peligro, ni apostaban por la convicción con un Xavi Hernández abúlico. Solo era una rutina que empezaba en Piqué o en Ramos, y que pronto sacaban los poderosos músculos de Hulk y compañía. La asfixia presionante de los cariocas convertía el choque en un desequilibrio constante que llevaba la impotencia y el desorden al equipo español. Los brasileños marcaron el segundo gol, golazo de Neymar, y aquello ya fue un duradero sambódromo y festivo carnaval unicolor. España estaba de más allí.
Solo Iniesta,-el Pelé blanco-, trataba de dibujar arabescos serios e imaginativos ante aquella poderosa pared amarilla e incansable. Cuando salió Jesús Navas, por lo menos hubo velocidad y profundidad. Pero Ramos falló un penalty y Brazil enchufó el definitivo 3-0, obra también de Fred.
No pasa nada. Solo era la Copa Confederaciones. No era el Mundial. La temporada ha finalizado. Es verano. Son muchos partidos. Los jugadores ya no pueden andar frescos. Están cansados los chicos de Del Bosque, pero aún queda ciclo. Lo de ayer fue un reto puntual, y un guiño para 2014, mas eso es el año que viene.
España juega mejor al fútbol que Brazil, y los brasileiros son un bloque poderosísimo con unos delanteros potentes y veloces. Ambas escuadras pueden ganar el próximo Mundial.
Lo de ayer fue la alegría de Brazil, pueblo castigado por su ayer ausente Presidenta, y una decepción puntual de los chicos de España. Solo fue un partido. Lo que pasa es que la rivalidad de dos colosales potencias siempre parece dejar rastros o máculas a cronificar. Parece que se sacan sesudas conclusiones cuando los mejores juegan entre sí.
En España había expectación y madrugón baladí. Nos pasaron por encima y muy ponto. Pero una cálida noche de verano bien vale un pequeño disgusto. La cita con el fútbol siempre la llevas bien, y sirve para que después del sueño le des con más viveza a la singüeso con los amigos en bares y cafeterías.
El fútbol es un cuento maravilloso y casi teológico. Una película que nos hemos montado y que últimamente tiene un final feliz. El film de ayer lo ganaron los chicos de Felipao, pero en cuanto nos recuperemos volveremos a imaginar y a sonreír. Ni Brazil es ahora tan buena ni nosotros tan débiles.
-MEJOR LOS TÉRMINOS MEDIOS-