domingo, 12 de mayo de 2013

- EL FC BARCELONA GANA CON HOLGURA LA LIGA 2012-2013 -



Tras los disgustos, se saborea de nuevo en Can Barça la dulce alegría del triunfo. Se acaba de proclamar Campeón de Liga 2013, el Fútbol Club Barcelona.
Ahora toca darse a la pasión y al fardar. Se lo merecen. Porque el Barça ha dominado a todos sus rivales en la "Spanish Champions", y apenas el Real Madrid y el audaz Atlético de Madrid del colombiano goleador Falcao, han podido verle la estela.
El Barcelona arrancó como un Red Bull. Con un Messi de alarde y fantasía. Con un Leo sin concesiones y con muchísimas sorpresas. Goles a tríos, goles y más goles. Ha   sido       la    temporada de un "Torpedo" Messi, el cual ha tirado del carro tras el adiós del gran Guardiola y de la llegada del enfermizo Vilanova. Campeón igualmente en su primer año el entrenador. ¡Enhorabuena!
El Real Madrid no le puso los puños al Barça como en otros años. Le dejó ir. Y el Barça cogió unos metros que luego se revelaron como insalvables. Fue un Real más cansado, y menos peleón y hasta ambicioso. No fue aquella máquina de miedo capaz de amenazar, en ese gran marathón que es la regularidad del partido tras partido.
El Atlético de Madrid, salió sorprendente gallo. Diego Costa y Falcao, se atrevieron a subir peldaños emocionantes y entusiastas. Craso deseo final, y gran temporada colchonera.
El Barcelona se despide de la temporada con orgullo y con dignidad. No ha fallado. No ha mirado demasiada con nostalgia al maestro Pep Guardiola, y se ha extraviado poco con la enfermedad delicada de su nuevo coach. Han demostrado que siguen siendo muy grandes, y rubrican la temporada con alegría ya esperada hace semanas por su afición.
Leo Messi ha sido quien ha bajado la ilusión al césped, y se lo ha pasado bomba. Su genialidad y su voracidad han sido más que suficientes para que los clásicos campeones levanten el trofeo español veintidós veces ya. ¡Ha sido Leo! No ha sido el entrenador o un banquillo menor. No ha sido un fútbol brillante, sino efectivo y calculador. No ha habido oropel, pero sí más que decencia. El Barcelona ha ganado de nuevo la Liga con una defensa impropia de un grande y con bien contados goleadores que acompañaran al gran as argentino. Ha sido un Barça pegador y goleador, cuyos artistas del centro del campo se han limitado a tener el balón, a llevar la iniciativa y a esperar al gran Súper Messi.
No hubo rotaciones ni relevos. La cosa iba demasiado bien como para jugar a las probaturas. Los puntos de la clasificación han sido el gran termómetro y el gran foco. Practicidad y liderazgo.
Busquets, Xavi, Iniesta, Valdés, Pedro, Alba, Mascherano, Piqué y toda la gran constelación de fenómenos. Y por encima de todos ellos, un jugador de dibujos animados nacido para el espectáculo y el chispazo letal y antológico. Leo Messi ha ganado la Liga casi él solo. Aunque suene a exageración o a forofada. Ha sido la Liga del alarde y del récord del gran Messi. La Liga correcalles y a la par pausada y anodina. La Liga que ha ganado desde la primera vuelta hasta el final el equipo culé de plantilla corta y toda la comodidad. Ha ganado porque siempre creyó en la Liga, y porque el as argentino maravilló más aún de lo previsible.
Por eso y desde esta página modesta y deportivamente, hay que darle la enhorabuena al nuevo y más que esperable campeón, y sin rivales aquí. Ha ganado sin despeinarse y con una plantilla más aún que corta y sobresolicitada. Solo que Messi vale por tres. O quizás, por más aún ... ¡Felicidades!
-TOT EL CAMP, ES UN CLAM-

sábado, 11 de mayo de 2013

- OPERACIÓN BIKINAZO -



Pero ésto es intolerable. Yo, ya me veía rarilla en las últimas semanas.    Coincidiendo    precisamente con la llegada del calor. Me miré al espejo y no supe concluír certeramente. Pero la ropa es como si se hubiese vuelto mágicamente incómoda o algo así. Y no habrá encogido por un excesivo pase por la lavadora, que es en lo primero que pensé.
Hasta que finalmente bajé a la farmacia y me pesé. ¡Increíble! ¡Cinco kilos de más! Pero, ¿yo que he hecho si creo que más o menos hago una vida tranquila y no construyo barbaries locas en mis tiempos libres? Sí. Todo lo anterior me importa relativamente.
Lo único que me importó fue que el otro día nos fuimos las amigas y los amigos a la playa de Valencia, y ahí lo comprobé todo. A mi cuerpo le falta rodaje. No voy a decir nunca que estoy gorda, porque es mentira. Pero los bikinis de mis amigas les entraban como siempre muy que demasiado bien. Envidiaza. Normal ...
Para constatarlo todo, me fui al Carrefour a ver la nueva ropa del veranito, y empecé a probarme tallas. Todo comprobado. En efecto, son cinco kilos de más. Es tema lorzas, no soy yo, estoy más grande y con volumen, y por supuesto que no me voy a rendir porque tengo un gran coraje y una gran energía. Faltaría más ...
Me he recogido el pelo con coleta. Quiero comprobar mis pómulos, que dicen mucho. No están delgados sino prominentes. Y me he puesto manos a la obra. Porque hacía mil años que no me apuntaba a un gimnasio, y siglos que no hacía deporte. Quiero y exijo intensidad. Necesito gustarme a mí misma. Recuperarme del rostro y cuerpo diferentes que llevo, para así ofrecerles a todos la mejor sonrisa del universo.
Aparcada la sofisticación. A sudar tocan. Me he comprado una cinta para el pelo, una visera, y he hurgado en el armario para ver si me quedaba algo de ropa deportiva. Y como no había de éso, me he ido a la gran superficie, me he comprado unas duraderas zapatillas, y todo lo que se necesita para volver a ser la normal y a la vez eterna atleta rutilante que siempre voy a ser y porque quiero.
Una vez apuntada al gimnasio, no han sido fáciles los inicios. Caramba con la competencia y sin hablar solo de los chicos, ¿vale? Menudos tipazos tienen mis amigas y las mujeres que siempre van ahí. Y cómo aguantan, y sé que contienen la risa cuando ven que no puedo subir la pesa o que me detengo cuando le doy a la bici estática. Y sobre todo, cuando se acaban las sesiones. Oye, que no puedo más ...
Y es que una es joven aún, pero las hay más jóvenes todavía. Menudas bestias están hechas esas chicas a los que los tíos adoran y que por cierto, ¡vaya muchachos! Tienen una delgadez y unos músculos que enamoran. Y unos ojos, y unos labios, y casi que prefiero ya parar o no lo haré nunca. Es como si estuviera rodeada de decenas de Rafas Nadales. ¡Cuánta verdad y belleza juntas! ¡Wow! ...
Lo mejor del gimnasio es cuando me ducho y se va el sudor y el aroma a mujer agotada. Esa toalla seca acariciando mi piel y mi futuro, no tiene precio.
¡Tres kilos! Ya llevo tres kilos matados. Peso menos. Los bikinis y la ropa en general me llevan al viaje y a mis nuevas metas vitales. Cuando mañana me llame Rosa, le diré un sí como la playa de la La Malvarrosa. ¡Oh, Valencia! Porque ya empiezo a perder el miedo y a estar presentable y como siempre. Ya estoy fresca y guapa otra vez. Fetén. Miradme, chicos. Y si os gusta, volved a hacerlo.
-BESAZOS-

viernes, 10 de mayo de 2013

- MURIÓ EL GRAN CÓMICO ALFREDO LANDA -



Acaba de dejarnos el gran actor y cómico de la legua, el gran e irrepetible Alfredo Landa.
A pocos deja indiferente el fallecimiento de este actor. Por muchas razones. Porque tenía carisma y agudeza para poner el dedo en el ojo a una realidad ansiosa y de babas como fue el franquismo y el post franquismo.
Dicen con gracejo que se creyó una especie de corriente ideológico-popular llamada el "landismo". Sí. A Alfredo Landa le conocíamos todos. Era, el del cine y de la risa. El cómico que hacía película tras película, dando vida a personajes imposibles que se caracterizaban por su disparate y por su tremenda insatisfacción y represión sexual.
Fue nuestro gran y ligón "Pepito Piscinas", como también José Sacristán. Los españoles, éramos así. Mientras hoy hemos crecido y somos capaces de medir 2´15, jugar en los Lakers y tener las novias y mujeres más bellas e increíbles del planeta mundo, los españolitos de mi generación y la de mis padres, nada teníamos que ver con los gladiadores modernos.
No. Éramos feos y bajitos, muy bajitos, nada sabíamos del sexo ni se nos ocurría preguntar, todo era de la Iglesia y para toda la vida, y los desnudos eran de guarras y libertinas. Censura y censura.
Alfredo Landa hizo la creación perfecta de ese personaje de poca sesera y de cachondeo de lascivia y aventura. La aventura imposible. La soñada libertad. Años cincuenta, y sesenta, y setenta. Y pongamos que muchos más. Todo era un sueño inconsciente e inmaduro. Éramos paletos con boina y muy pobres. Nacía la idea franquista del tópico del macho ibérico y de echados para adelante. Pequeños, pero matones. Sí. Soñar. Imaginar. Ver la llegada de las esculturales bellezas rubias y de bikini a las playas españolas desde el turismo que lideraba Fraga. España, sus tabúes y las osadas turistas maravillosas.
¿Quién no se sintió por un día ese personaje de Alfredo Landa, metido en el agua con rubias bellezas de cine? Desde los tediosos matrimonios que solo Dios separaría, cuando se descuidaba ella, entonces el varón ibérico se ponía aquellos ridículos calzoncillitos y va y podía hacer gracia a las hercúleas y sirenas oníricas y valkirias.
La cuestión era salir de ahí y buscar la líbido del horizonte de libertad. Ser torero y macho, sacar la pequeñez y la casta, y hacer el salto del tigre y hasta el de la rana con la gachí que fuese. El machismo permitía un erotismo hilarante, pero deseable y daba agujeros en las paredes para ver tetas ajenas y culos perfectos. Y en las playas, como en los campos de fútbol, había que ser jóvenes y libres, y ligar mucho y triunfar. Hasta que te llegaba el verdadero amor, que podía ser hasta la cartera que venía todos los días a la barriada o vaya a saberse qué chica menos aparentemente sexy y más que recatada. Pero esa realidad, no solía convencer. Lo oficial del Poder, se comía al caramelo de la alegría. Había que dar la nota e intentar algo. El no, siempre estaba ahí.
Eso fue el "landismo". Y con esa idea de construcción magistral de Alfredo Landa, se quedará el público pegadizo y de poca memoria de cultura y afán. Lo popular y llano. Lo fácil e inmediato.
Lo que pasa es que Landa supo escapar del personaje,-que sería el equivalente del "Torrente" de hoy-, y siempre tuvo talento para estar en mil registros más. Porque aparte de popular y carismático, fue un cómico extraodinario capaz de hacer personajes de gran fuste y potencia. Si había que ponerse serio, Landa no desmerecería de nadie. Por eso fue realmente grande.
Alfredo Landa fue simpático y apacible, y muy querido. No se metió en líos raros, y siempre fue capaz de agradar. Nunca perdió el norte de su enorme éxito, y supo seguir y relativizar. Tuvo genio, personalidad, y todo lo que se requiere para ser grande.
-ESA ES LA VERDADERA ESTATURA-

jueves, 9 de mayo de 2013

- MIS NUEVOS CALORES -



Mientras me doy cuenta y apercibiendo de la llegada a mi Valencia de los primeros calores de Mayo, percibo asimismo mis cambios personales en medio de las nuevas     estaciones   meteorológicas que llegan y se avecinan.
Mi casa. Mi primera primavera en mi casa, implicará nuevos retos y nuevas obligaciones con sorpresas y cambios. Mi vivir se amplía y agudiza hacia la disposición de las nuevas cosas y de la necesaria ventilación. Ha de correr el aire por entre mi lar, a pesar del poco tiempo del que dispongo para estar en mi casa entrañable. Tiempo más que suficiente para probarme y permanecer a gusto. Es necesario estar a gusto aquí,   y       para      ello    he  de introducir   naturalmente algunos ineludibles cambios.
Hay que abrir. Pero con cautela y acierto. Ayer hacía un terrible aire de poniente, y era más aconsejable cerrar todas las puertas. Pero esto siempre será puntual y anecdótico. El calor ya está llegando, y hay que abordarlo sin perder intimidad y con muchas ganas de aprender.
Ropa fresquita, persiana en el balcón que proteja con su sombra del potente sol   de     mi   Mediterráneo, macetas a salvo, mayor frecuencia de riego, más higiene de ducha, bebida e hidratación, y la convicción clara de que mi calor es abordable, superable, y hasta excitante.
Excitante en lo normal y natural, y la duda bisoña de si seré capaz de ordenar todos los reclamos. Soy más que optimista. Puedo ver mejor la realidad de un nuevo calor, el cual no lleva drama sino acción y adecuación.
Mi casa ya no será un refugio obligado, sino que podré gozar de ella con la misma satisfacción personal que gané en mi invierno. Será una excelente oportunidad de acostumbrarme a mí mismo y a mi realidad, abrazando con serena alegría los largos anticiclones y la casi ausencia de la húmeda lluvia. Tiempo al aire libre, pero también tiempo consciente y conquistado a la nebulosa de los pesimismos.
Ahora noto calor bajo mis pantalones vaqueros sin quitar, las zonas más íntimas me indican que la temperatura ha subido, y que la sombra ha de ser un aliado y un perfecto guía de salud.
Elegir los tiempos y los momentos, disponer los lugares de estancia, y adecuar el calor a mi satisfacción y a mi sonrisa, serán mis nuevos acometeres seguramente satisfactorios. Me haré a mi nuevo calor, y combatiré los agobios y los sudores, y no será el tiempo estacional quien me haga jadear o fruncir el ceño. No. La realidad será similar, el fondo será el mismo, y los cambios estacionales se rendirán ante mi astuta actitud acertada.
El invierno me enseñó mucho. Ahora aprenderé desde el verano y su naturalidad, desde la aceptación de los días pesados y húmedos, me dará bastante igual el temporal o la calma chicha exterior, y me daré un beso a mi crecer. Calor conmigo.
Y vendrán momentos de ser amigo de los calores y de mi vida, y me haré a todo, y cumpliré el ciclo de mis primeros años en mis primeras experiencias personales de sujeto activo que afronta sin excesivo temor todo el magno y natural devenir.
Sudaré sereno, me pondré el aire acondicionado o el ventilador cuando no pueda más, aceptaré que mi casa es mayor y que necesita un tratamiento valiente y decidido, y mi primer verano conmigo mismo nunca será un agobio ni un envite de masocas.
Y me compraré una pequeña neverita, y allí pondré mis botellas de agua y de refresco, y le quitaré hierro a los momentos duros, y nunca más me haré demasiado daño a mí mismo.
Y no solo contaré con el calor inevitable, sino que lo expresaré y lo notaré conmigo y como un compañero de tod@s, y no tendré temor a deshidratarme o a coger una insolación    de  irresponsable.
Porque me cuidaré más, y porque acepto la dureza que llega cambiada pero que en esencia es la misma. Lucharé por mi bienestar sin crispar el rostro, y aprenderé a tomarme un helado de alba al lado de una mujer en la noche de San Juan.
-NOCHE DE MAGIA-

miércoles, 8 de mayo de 2013

- TENGO MI CONVICCIÓN -



Hola, soy Lucía. Tengo quince años y mi familia tiene dinero. Bastante. De modo que no es por eso por lo que lo voy a hacer. No. Veréis. El otro día me hice una prueba y salió que estaba embarazada. Sí. Embarazada. Como suena. De más de un mes no debo de estar. Debió ser en la fiesta de Luis. Allí todos los amigos bebimos más de la cuenta, perdimos la cabeza, y nos quitamos la ropa. Como Luis tiene piscina en su chalet, allá que nos lanzamos todos a hacer locuras. En piel y con riesgos.
Y cada oveja, se estuvo con su pareja. Y Luis estuvo conmigo. Se lo dije ayer lo del embarazo y se quedó pálido. Ni él se había puesto el preservativo mientras hacíamos el amor, ni yo me había tomado la pastilla anti baby. Pero yo le dije que no se preocupara, porque lo iba  a solucionar. Y Luis se ha tranquilizado.
Yo no soy siquiera una joven. Todavía soy una aspirante a joven con cara de adolescente y muchas ganas de ser princesa. Pero princesa de pies en el suelo. Y sobre todo, que no quiere que nadie sufra.
La he cagado. Soy consciente. He sido una irresponsable. Pero tengo derecho a equivocarme para poder corregirme. ¿Cómo demonios voy yo a plantearme una cosa tan seria como la maternidad? No toca. Ahora lo que me toca es crecer como chica para llegar a ser mujer. Ahora lo que tengo que hacer es ser menos descuidada e irresponsable, y nunca dejar de tomarme la pastilla del día después. Y decirle a Luis, que todo con condón. ¡Siempre con condón!
¿Madre, yo? Ni hablar. Yo no puedo ser madre. De hecho, ¿qué es y significa ser mamá?, ¿solo parir? Nada de éso. Para ser madre tengo que querer ser madre. Para dar amor y cariño, tengo que desear cuál es el mejor momento de mi vida para poder dar protección y amor a un bebé. De modo que ahora, no.
Estoy estudiando, no soy nada aún en la vida, me gustaría tener una carrera cuando sea mayor, y ahora quiero centrarme en mis clases en el Instituto, y en socializarme con mi pandilla de amigas y amigos, y con Luis. Y viajar, y hacer deporte, y descubrir mil cosas, y ver la luz del mundo sobre mí, y estar tranquila, y que ésto no me afecte demasiado al coco. No solo no estoy preparada para parir, sino que mentalmente no soy una mujer plenamente. No es mi etapa. Y eso que os aseguro que me encantan los niños. Soy muy niñera y me fijo mucho. Ser madre es durísimo. Los críos dan un trabajo grande y merecen una atención casi permanente. Por eso voy a abortar. Lo más pronto que pueda.
No quiero dolor ni dar dolor a nadie. ¿Qué haría yo si me dejara llevar por la irresponsabilidad y pariera? Ni lo quiero pensar. Seguramente se lo endosaría a mi madre. Mi madre debería ser la madre real de mi bebé. Y, a éso, no hay derecho. Yo he de aprender a resolver mis propios problemas y no esperar a que caiga el maná del cielo y todo resuelto y mágico.
Esa es mi convicción. Ya sé que cada caso es personal e intransferible, pero yo creo que los niños no deben tener madres de quince años o cosas así. Los niños deben tener madres más mayores y más reales. Y, sobre todo, madren que deseen serlo. Porque solo así podrán hacer felices a sus nenes.
Yo, no podría hacerle feliz. Y como ni quiero hacer sufrir ni hacerme sufrir a mí misma, interrumpiré mi embarazo. Y que nadie crea que no duele ésto. Es muy grave que me haya quedado preñada. Es un fallo brutal. He sido una niña más que irresponsable. Y voy a intentar que este fallo nunca me vuelva a pasar.
Quiero a Luis y tendré sexo con él. ¿Por qué no iba a tener sexo con el chico que me gusta? Pero la maternidad es una cosa bien diferente. Y yo no debo desde mi realidad y mi libertad dar ese paso. No estoy a favor de quien aborta ni de quien deja de abortar. Cada chica y cada mujer debe decidir por sí misma. Pero yo, también.
He leído esas estadísticas que hay de abortos todos los años, y realmente considero que es un tema muy serio y grave. Somos todos muy descuidados a la hora de practicar el sexo. Nos dejamos llevar por los calentones, y no tomamos medidas preventivas. Yo, soy un ejemplo. Lo he hecho mal. Pero nunca consentiré que mi vida quede marcada y amargada por siempre.
-MUCHOS BESOS PARA TODOS-

martes, 7 de mayo de 2013

- ¿VENCERLE AL CARÁCTER? -



Una cosa es la vejez de mi madre con sus achaques hasta tiernos y personales, y otra cosa es su modo de ser y de interpretar la realidad.
Mi madre guapa, asombrosamente sin arrugas a pesar del tiempo que transcurre, rubia que se nota a pesar de sus canas, y con un genio de mil caracteres.
Yo, estaba hoy confiado. Había gozado de más horas de descanso durante el fin de semana, y mi táctica se había vuelto conservadora y perezosa. Y mi madre no es fácil, es muy estratega, y es muy madre que sabe pues dónde hace daño y dónde no. Para eso me parió ...
A pesar de que me había prometido no liármela de nuevo e insultándome delante de todos los habituales en el mágico  y primaveral Jardín Notánico valenciano, mi madre me ha vuelto a herir con su actitud. Lo ha vuelto a hacer. ¡Fuera las máscaras! ...
Y, ésta vez, he cometido el error de ser un cobardica y de no plantarle la debida cara. Me he despedido de las personas habituales con las que casi siempre coincidimos, he decidido no hacer mayores comentarios, me he limitado a obedecerla y a decirla sí a todo, y ese silencio se ha acabado como era de prever, volviéndose en mi contra.
Mi madre me miraba con la pícara ironía de quien se sabe vencedora de una lid. Hoy todo parecía indicar que podía conmigo, y que yo había mutado en corderito mansote de quien podía abusar y juguetear. Sí. Mi mamacita me miraba con curiosidad y como pensando qué tramaría para el inevitable contraataque mío posterior. ¿Acaso será astróloga o vidente? Absolutamente, ¡no! ...
Yo, soy como soy. Tengo un genio fuerte y claro. Al menos, alcanzo algo a mi progenitora. Soy más ruído y traca que élla y menos efectivo, y mi boxeo es más elegante y a la vez ineficaz para el k.o. Sus armas de ella son de jugadora de ajedrez, y siempre espera que yo mueva la pieza, para así ingeniar más redes defensivas. Y pluridireccionales ...
Al llegar a casa, he seguido callado y más callado que un zorro. Nadie diría que me había herido. Y bien herido. Porque cuando yo parloteo y digo cosas, es que estoy jodido pero menos. En cambio, cuando guardo silencio no soy yo, y puede haber tormenta posterior.
La he mirado fijamente, y la he dicho que, ¡ni una más! Y que no juguetee con la cuerda, y que si sigue sin colaborar y faltándome al respeto, que no cuente conmigo. Y cuando más me ha dolido su actitud es cuando ha musitado: "Pero, hijo, ¿yo? Pero si no te hecho nada..."
Ahí me he encabritado, he levantado la voz, y he perdido las formas y algún papel. ¡Coño, la quiero! Y me jode que se haga la boba, y diga que me pide perdón, cuando ella sabe que me ha causado dolor ...
Su vejez, es poderosa. Es su escudo de protección donde caben verdades, mentiras y aranas. Es un perfecto cajón de sastre defensivo. Pero yo también sé defenderme de las poses. Una cosa es su senilidad, y otra cosa son sus traviesas ganas de fastidiarme.
Por la tarde, no ha sido élla. Ha seguido con su postura de asombro impostado. Es así. Mi madre según ella jamás rompió un plato. Y yo no soy diplomático, sino sincerote. ¿Hacemos buena pareja? ...
La reflexión es clara. Mi madre toda la vida ha sido como es ahora. ¿Estoy dispuesto a asumir la dirección de sus cuidados poniendo su fiero carácter en la balanza de las reglas del juego? ¡¡Debería!! A mi madre no la voy a cambiar su modo de ser a pesar de que la tome las manos, la bese, la masajee, y le dé todo mi vigor, mi tiempo y mi ternura.
De éso, ¡nada! La pelota está en mi tejado. No quiero que me prometa ella cosas que no puede cumplir. Ella seguirá al ataque cuando pasen algunas horas y me vea propicio y confiado. Y ése exactamente será el momento de zanajar mi cólera al inicio y de raíz. No la debo dejar algunos metros de distancia. Si lo hago, luego es peor para los dos. Ella necesita a un tipo fuerte que le cuestione sus cosas y que le hable alto y claro. Lo que más en el fondo la crispan son los tipos sumisos y sin carácter.
- ¿A QUE SÍ, MAMÁ? -

















lunes, 6 de mayo de 2013

- MI PRIMER APAGÓN -



De luz. Qué cosa más extraordinaria. Novedad. En el medio de la tarde de mi casa y en pleno domingo, Iberdrola ha sufrido una avería y no hay luz. Y al principio, no sabes qué hacer porque todo es raro. Es la primera vez que solo en mi casa, debo hacer frente a semejante contingencia. Fueron los otros. Antes siempre fueron los otros. Ahora     me   toca    la  responsabilidad de resolverlo por mí mismo. Aventurero, tierno y entrañable.
Amparo, una de mis vecinas de dos portales más hacia la izquierda, me llama por mi nombre y me pregunta si tengo luz. Amparo tiene una minusvalía. Pienso en todo. En mí, en qué  se hace ahora, y en todas esas cosas.
Nervios y excitación. Tengo nervios porque nunca me he visto en ésta. Algún que otro vecino, de los que se acaba de incorporar a la barriada, se dirige por vez primera a mí.
- Oye, ¿tú tienes luz? ...
- No. ¡Tampoco!
- Ah, ya. Gracias ...
Se apaga la luz en la barriada y la gente se busca y se inquiere. La luz es un bien común. De todos. La oscuridad parece acercar a los seres que nunca hacen por comunicarse. Es lo que tienen los estilos de vida actuales.
Me sabe mal por Amparo y por mí. Lo jodido no es solo que no haya luz, sino que no se sepa a qué hora se va a reanudar el servicio. Llamo a varios teléfonos sin ningún éxito, hasta que al final alguien me da una interesante información. Aún tardarán una hora en reanudar   la  energía eléctrica. Pero por lo menos ya tengo referencias. Me siguen los nervios en el cuerpo. A las séis de la tarde ya habrá luz, pero mientras tanto, ¿qué diantre hacer? ...
Salgo al balcón. Amparo sigue ahí preocupada con su hija Estelita. Desahogo mis nervios dándola la buena nueva a través de dicho balcón.
- ¡Amparooo! Que me dicen que darán la luz a las séis ...
- ¿A las séis? Ah, vale, ya, sí ...
Ya he dado la buena nueva, pero mis nervios siguen en mí a pesar de que no se hará de noche hasta allá a las nueve. Y son las cinco. Pero no es lo mismo, coñe. Las partes interiores de la casa acusan más que ninguna las oscuras sombras. O, mejor dicho, mis oscuras sombras inexpertas, bisoñas y personales. ¿Qué hago, coño?, ¿pensar?, ¿pensar a oscuras?, ¿pensar con nervios? ...
Pues, hale, ¡a pensar con nervios y entre extraños! A pensar por mí mismo   y    como   un superviviente del Vietnam o de Afganistán. Mis nervios son románticos y alegres, pero, ¿a quién demonios le gusta estar nervioso y a oscuras? ...
Las velas. ¡Ufff! Las velas sirven para que tengas luz. Y las pilas de la radio sirven para que tengas la sensación de estar casi en un concierto de Pablo Alborán o de Bruce Springsteen. ¡Cago en diez! Menos mal que hay cerillas en uno de los cajones, porque si tengo velas o cirios pero no tengo nada que prenda, ¿qué más dará todo? ...
Los vecinos se disimulan entre sí y se hacen los vencedores de "Supervivientes". Sí. Es una buena idea para la Primavera y para sentir cosquillas en el corazón cuando te has enamorado plenamente del surco y del sendero de tu vida que crece imparable. ¡Puto gato que no para de maullar en toda la santa tarde! Perdón. Qué culpa tendrá el gato de las averías de la extraña sociedad.
Humor nervioso. Me voy al Jardín Botánico. Estiraré las piernas y el corazón. Es sano. Escribiré antes dc que la guadaña de la adversidad se cebe con todos nosotros y tengamos que ser todavía más responsables. Sin resultados. Subo a casa y sigue sin haber luz. Es una nueva experiencia. Es la adversidad, los tiempos, la vida y yo.
- ¡HÁGASE LA LUZ! -

domingo, 5 de mayo de 2013

- EXCURSIÓN HACIA LOS SUEÑOS -



Hacía por lo menos veinte años que yo no pisaba un campo de fútbol. Alguien el otro día me dijo que este sábado eso del horario de las cuatro de la tarde no le venía bien, y me dijo que si quería ir con su abono. Le dije que sí. Acepté. Porque me serviría para comparar los tiempos en los que yo no me perdía ni un solo partido en Mestalla y lo que viviría a continuación. Yo no fui al fútbol meramente por ver el partido, sino por repasar antiguos olores y sabores. Ya no soy un acérrimo de ésto.
Lo primero que me encontré al llegar a las calles cercanas al Estadio de Mestalla, es a gente con camisetas de la bandera o senyera valenciana. Muchas camisetas. Y mucha gente joven. La identificación con los colores del equipo se exhibe con orgullo y desinhibición. No van a ver fútbol. Lo que van es a ver si su equipo gana, y así poder disfrutar. Van a ilusionarse.
Emociones en acción. Fue el gran denominador común de lo que vi. La gente necesita la película de fútbol de todos los fines de semana. Se van al fútbol, y entran en ese estadio que es una especie de segunda casa común. Es un lugar de encuentro y una convocatoria de segunda posibilidad y sueños. Una gran pasión. Cuando vas al fútbol y al campo de juego, aparcas la racionalidad y prefieres pensar en sueños y en retos inventados. En esa creación conjunta, que es tu club de fútbol.
Y además creo que el fútbol no está en la tele ni en los Carruseles de la radio. No. El fútbol se tiene y se vive sentándose en las sillas de los grandes y medianos Estadios. Y, de todos los tamaños ...
Y en medio de la pasión futbolística de una preciosa tarde de mayo soleado, no cabe el silencio. En todo caso, el pasotismo y que te den el pie para la emoción. Pero, ni éso. Porque en uno de los fondos, hay algunos centenares de jóvenes que crean un fútbol de ambiente libertino y de discoteca. Se pasan los noventa minutos sin parar, con cánticos y gritos. Un no parar. Destacan. Vibran y hacen vibrar.
Una vez me siento en la silla, casi al nivel del césped, puedo ver a veintidós muchachos con poca calidad, pero con hechuras de atletas que se dejan todo el sudor y la pelea en el campo. Desde abajo no se puede ver fútbol de perspectiva, pero lo aprecias todo muy de cerca. Casi, demasiado.
Ves cómo los gladiadores del balón tensan y crispan sus semblantes, y cómo se notan los entrenamientos y el imperio de la juventud.
Ha sido interesante ver al entrenador del Osasuna, Mendilíbar, enchaquetado e impoluto, y siempre de pie y corrigiendo movimientos. Quería decirles a los suyos que nada de bromas, porque él lo estaba viendo y viviendo todo.
El entrenador del Valencia, el vasco Valverde, apenas sacó su traje elegante. Su Valencia ganó 4-0 sin apenas oposición. Son superiores, y todo fue una batalla   de   deportividad desequilibrada.
Vi mujeres que se incorporan al fútbol machista de los hombres. Son sus novias, mujeres, y chicas que tienen una forma novedosa y audaz para que no se les escapen los maridos algunas horas vespertinas del finde. Pero la atmósfera sigue siendo machista. Las cosas de los espectadores no ofrecen sorpresa. Hablan de fútbol, saben de fútbol,   dicen    saber  muchísimo de fútbol, y oye, que el fútbol es su cosa y ya está ...
Me llamó la atención la presencia de una seguidora del Atlético Osasuna, que se enfadaba mucho con algunos de los suyos, y que les defendía del árbitro en voz alta ante masculinas miradas burlonas. Es entrañable que señoras maduritas también opten por el protagonismo copado por los machitos. Eso enriquece el sueño y el espectro.
La gente se pone muy contenta cuando su equipo gana y además mete muchos goles. Es una alegría, sentida interior e intensamente. Realmente, se van a casa distintos y contentos. Y se acuerdan menos del árbitro y de los insultos. Cuando su equipo gana, algo en ellos se vuelve triunfadora euforia.
He podido vivir el fútbol desnudo y real. Nada de sofisticaciones ni efectos especiales. El fútbol se vive en Mestalla como siempre se ha vivido. Como una excelente convocatoria para pasar un rato divertido, aficionado y social.
-ES UN MUNDILLO CON FUERZA-

viernes, 3 de mayo de 2013

- ORGULLO GAY -



Libertad. Naturalidad. Justicia. Eso es lo que representa el día de orgullo gay. Liberación y barreras superadas. Tabúes que caen haciéndose añicos. Necesidad de ser auténticos. Huír de las grandes rémoras religiosas, ideológicas y sociales.
Bella expresión la de "salir del armario". Salir del miedo al castigo de los heteros. La vieja y eterna aspiración que emerge desde la naturalidad y la autenticidad.
No tiene nada de malo o perverso que a un hombre le guste otro hombre, o que a una mujer le agrade otra persona de su mismo sexo. Nada de búsquedas extrañas de pestes maléficas e imaginadas, y que no resisten el más mínimo análisis. La homosexualidad y el lesbianismo son tan absolutamente normales, como el que hombres y mujeres se atraigan entre sí. Exactamente lo mismo.
Lo que pasa es que el mundo actual en pleno 2013, no termina de aceptar esa realidad. Y les prohibe decir su verdad. Y les pegan, y les condenan a cárcel y a muerte en muchos países, y les llaman cerdos y lascivos, y dicen que son promiscuos, viciosos y de poco fiar.
El planeta de los heteros sigue siendo tremendamente moralista y excluyente con otras personas. Les llaman maricones y bolleras, y se les mira con la mala curiosidad y el desprecio del morbo descalificador. Seguimos anclados en esa idea retrógrada y absurda. Cavernícola.
Nos molesta que se besen en público o que se tomen de la mano. No queremos que formen un hogar y un proyecto en común. Les despreciamos y nos burlamos de su característica, y marcamos sobre ellas y ellos unos estigmas inaceptables. Su sexualidad parece que nos insulta y desagrada profundamente. Y, ¿por qué? Sencillamente, porque ell@s son unos valientes, y lo que somos heteros hemos constituído un mundo cerrado y de seguridades en el que no caben esas sorpresas que a tantos fastidian. A los cobardes, fundamentalmente ...
¿Qué daño puede hacernos un homosexual o una lesbiana?, ¿algún daño especial o demoníaco?, ¿qué pasa aquí? Pues, pasa, que no pasa absolutamente nada de dañino y que solo es amor. Y, nuestros malvados y temerosos prejuicios. Éso es lo que pasa.
¿Malos?, ¿son malos los gays y las lesbianas? Lo que son, es personas tan respetables como todos los demás. Malos hay entre los heterosexuales, en los homos, y en todas las opciones. En todas partes cuecen habas, reza el viejo refrán ...
Dicen que eso es contra natura y un error de la Naturaleza, y mil sandeces más. No hay que hacer caso. Lo que es preciso es ser naturales y auténticos, y atreverse a salir de los funestos armarios que asfixian la libertad personal.
Abrir mentes y contextos, luchar contra los rechazos del mismo modo que se descalifica a los negros y a otras razas a las que se les llaman inferiores. ¿Inferiores? Sencillamente, de risa ...
A mí, lo que me produce rechazo es el asesino y el ladrón. El que agrede, o no es tolerante ni demócrata. El nazi o el fascista. Ése, sí que es de miedo. El que está encajonado y bravucón detrás de sus ideas del Medievo, y es incapaz de aceptar los asertos obvios.
Quiero que todo se abra. Que cada uno tenga la libertad de ser lo que sea, y que vivamos en un mundo que respete la diversidad y la diferencia. Un mundo que no encasille,    ni    sea  maniqueo y absurdo. Unas sociedades que no tengan complejos y que no hagan sufrir vil y absurdamente a estas personas.
Deben ser castigados quienes hagan daño a los homosexuales y a las lesbianas, y  quienes pongan rocas puntiagudas en el camino de su sacra libertad. Éso es la libertad. Todo lo demás es miedo y ganas de agredir, entre argumentos infantiles y carentes del más mínimo rigor científico ni auténtico.
En el día del "orgullo gay", recibid un abrazo de vuestro amigo José Vicente. Y divertiros todo lo que queráis y os de la gana.
- ¡ADELANTE, CHIC@S! -

- SOY UN ANCIANO Y NO ME ESPERABA ESTO -



Voy a cumplir setenta años ahora para Junio. Me jubilé hace unos años, y estoy casado con mi señora, la cual tiene dos meses menos que yo. Casi que no lo creeréis. Conocí a Merche cuando éramos dos jovenzuelos, nos casamos, y desde siempre hemos estado y seguimos juntos. Suerte, ¿eh? ...
Pero Merche se empeña en decirme que no me ve tan alegre y hasta pasota del todo como yo era antes. En fin. Es que a veces la vida te depara unas cosas que nunca te esperas. Jamás esperé esto que está pasando aquí en España y en el mundo mundial. Parece mentira que esto esté pasando. Sí. Lo de la crisis y esas cosas. Andamos muy mal de dinero. Vaya noticia, ¿verdad? Sí. Está la cosa pero que muy apretada. Demasiado apretada.
Y el otro día estuve pensando en ahorrar, y a veces me arrepiento de lo que se me ocurre. Pero es que tememos no poder llegar a fin de mes, llevo viviendo en esta casa desde que nos casamos, soy de extracción obrera que creo que no lo he dicho antes, y mi mujer también es pobrecica como yo. Y encima nuestros dos hijos, chico y chica, están en el paro, y se las ven canutas para darles salida a nuestros nietos. ¡Oh, pobres nietos sin futuro! ... Y mira que yo soy optimista, y creo que las cosas irán a mejor y cambiarán para bien. Pero tengo que reconocer que está cayendo una tormenta que se llama impotencia y decepción democráticas. Oye, que nos tratan como si fuésemos sacos o estuviéramos otra vez en aquella dictadura. Parece mentira ...
Perdonad. Me he enrrollado, y no os he terminado de contar las cosas. Soy Miguel, y el otro día fui a crónicos al ambulatorio, dado que tengo las teclas propias de mi edad. Me dieron las recetas, que por cierto cada vez me quitan más a mí y a mi señora, y al ir a la farmacia aquello es que era un gasto. Y como la buena de Paquita, la farmacéutica, nos conoce de toda la vida, se puso tensa la pobre porque era bastante dinero y sabe que nosotros apenas tenemos. Aún así, pagué hasta el último céntimo y subí los medicamentos a casa.
Y pensé seriamente antes de tomar una decisión. Lo que estoy haciendo es que de las tres pastillas, me tomo una y media solo. Porque he pensado que si no voy a la farmacia o al médico, igual me los quitan todos y es peor. Y me pongo malo y tal, ¿sabéis? Así que si me tomo menos pastillas, entonces tendré un poquito de más sosiego económico. Pero Merche no se va a enterar. Nunca debe saber esta pillería desesperada que se me ha ocurrido.
Sé que hay riesgos. Pero más riesgo es que me toque abandonar la casa e irme con Merche a un albergue, o que me deshaucien, o que no pueda pagar la luz y el agua, o los gastos de la escalera, y sobre todo que no pueda darle todos los meses unos eurillos de ánimo a mis hijos en el paro. Detallitos ...
Y el caso es que el otro día me noté unos pinchazos aquí en el pecho que no es que me preocupen mucho porque en seguida se van, pero como nunca los he tenido, me da un poco de cosa. Sin duda, es porque me tomo menos pastillas. Porque cuando llega la noche y me tomo las pastillas, es que se me va todo en seguida. No falla ...
Yo ya soy un viejo de los que no cuentan, y cada vez contaremos menos. Yo lo hago solo por mi mujer y mi familia. Soy creyente y me confieso a veces. Pero al cura no le he dicho de mis pillerías con los medicamentos que no me tomo para así ahorrar, porque sé que D. Vicente el sacerdote no solo no me perdonaría ésto, sino que lo primero que haría sería contárselo a mi Merche. Y no quiero disgustos.
Sí. Me he vuelto un abuelo pecador y poco legal, ahora que me voy haciendo un viejales. No tengo remedio. Y por cierto que ya no hago la Bonoloto, no porque no tenga ilusión de que me toque, sino para ahorrar.
Pero yo os digo que esto es solo experimental, ¿sabéis? Porque si sigo con los pinchazos, prometo que tomaré todas las pastillas otra vez, que no quiero ver sufrir a mi Merche. Y entonces ahorraré por otros sitios sitios que sean menos atrevidos. Pero no tengo más remedio que seguir ahorrando.
- YA VEREMOS, YA VEREMOS ... -

jueves, 2 de mayo de 2013

- PULSOS DE AUTORIDAD -



Llevaba mi madre unos días rarita. Es evidente que el temporal de lluvias y fríos que  ha sacudido España y mi Valencia,-y que han hecho que se juntaran demasiados días sin tocar la calle-, han afectado a mi progenitora. La lluvia y el mal tiempo, le habían venido de perlas para no salir y para evitar a las gentes. No quiere saber nada de nadie, y parece celebrar sus ausencias aunque sean meramente visuales.
Esta inamovilidad de mi madre, le estaba afectando igualmente a la inmovilidad de sus pensares. Llovía, luego mejor y así evitaba salir ...
Tiene que salir. Ha de salir. Acusa los parones habituales. Se potencia su inquietud  y    su  agresividad y su nerviosidad. Llevaba ya varios días muy pesadita. Quería que no me moviera en todo el día de la casa, refunfuñaba, y buscaba dejarme en evidencia ante los demás. Su pensamiento de dominio atávico se disponía a recobrar las posiciones.
Hoy ha vuelto a salir su agresividad en el Jardín Botánico. Se ha puesto muy impaciente y pesada. No quería que hablara ni que me relacionara yo con nadie. Quería irse de allí nada más llegar. Su huída de las y de los demás era un deseo acuciante. Ayer ya me dio la mañana. Y hoy, como veía que no podía por sí misma abandonar el Jardín Botánico majestuoso para abandonarse a sí misma, ha vuelto a la carga del insulto y de la desconsideración flagrante hacia mí. Y me ha dicho que ella no volvía más allí. Ni allí, ni a ninguna parte ...
Quería guerra, y no estaba respetando a su cuidador, que soy yo. Y entonces le he hablado bien claro, recordándole en voz clara y viva, que yo me estaba dando todo a ella en un claro acto de amor afectuoso y filial. Renunciando a gran parte de mi tiempo para dárselo por completo a mi traviesa viejita. Mas no me escuchaba. Iba a la suya, y todas esas cosas ...
He detenido la silla de ruedas en el medio de una de las bellas calles de dicho jardín, y la he mirado a los ojos. Y le he dicho que no. Que, hasta aquí habíamos llegado. Que, conmigo, élla no iba a jugar. Que si quería contienda y rivalidad, aquí estaba yo y que no me asustaba el reto.
Para cortarme el discurso y los argumentos, me ha dicho que se estaba orinando. Y yo, raudo y veloz, y sin bajar la guardia, la he llevado al servicio del bello jardín. Y con rigor y un gran enfado por mi parte, la he ayudado a hacer sus necesidades, y no me he dejado distraer por su truco mental. Ahora mandaba yo de nuevo, siguiendo las indicaciones del médico y las más acordes con su salud. Le he terminado diciendo, que yo soy un ser humano, y que hay disgustos evitables. Que, ¡ya estaba bien! ...
Ha balbuceado entonces que no recordaba haberme faltado, y se ha querido refugiar en el victimismo. Pero lo que verdaderamente ha hecho finalmente ha sido obedecer. Mejor casi que con uno de sus calmantes fármacos. Se ha dado cuenta de que se había pasado de la raya, y sobre todo, que yo la estaba tratando con rigor, y como si no estuviese boba. Como a una persona ...
La ha sabido mal. Sus ojos mostraban pelín de apuro cuando ha llegado a la casa,   la    he desvestido, y me he dispuesto a hacerle la comida.
- ¿Están buenos los fideos, mamá? ...
-Sí, hijo. ¡Están buenos!
Esta tarde mi madre estaba relajada. Su soledad se había distraído. Había sentido que había gente con ella que la había tenido en cuenta y en consideración. Y, éso, la ha serenado. Volvía a ser élla y a aparcar la agresividad absurda.
Me malicio que mañana me pondrá a prueba con nuevos trucos y recursos, pero no con los mismos. Porque los de ahora han encontrado una fuerte oposición. Y como ella me quiere, sabe que no ha de repetir demasiado los pulsos de mando y de poder. Nos queremos los dos.
-PERO YO MANTENDRÉ ALTA LA GUARDIA-

miércoles, 1 de mayo de 2013

- MOU SE VA DESPIDIENDO SIN BRILLO -



Ayer le despidió el Borussia Dortmund, y le eliminó de la gran y soñada por los madridistas décima Copa de Europa. Los alemanes jugarán en vez de los blancos la gran final de Wembley.
Y el Madrid saldrá ganando. El crédito del voraz José Mourinho se acaba en Madrid. Desde un año horríbilis y siempre desagradable, el enfant terrible portugués se va despidiendo. De poco le servirá ganar la Copa del Rey de España. Su año y hasta su despedida, atufan a resquemor y a fracaso. Además, ya tiene otros objetivos. Ha sido un carismático y exótico terremoto de hacer antifútbol, y esta clase de tipos no suelen triunfar en la casa del gran Santiago Bernabéu. Florentino Pérez, parece haber pensado en el prestigioso entrenador italiano, Carlo Ancelotti. Todo pasa, todo queda. El fútbol sale y se va como una centella, y la idea de los ciclos lo arrasa todo como un tsunami.
Mou no ha ofrecido grandes sorpresas. Ha reinado en el equipo blanco. Ha sido el puto amo. Ha hecho lo que le ha dado la gana, ha humillado a todo el que ha osado plantarle cara, y ha reñido con todo el periodismo y con el buen rollo.
Mourinho se va del Madrid. Y ayer contra los alemanes del Borussia, tuvo    su   última   oportunidad para salirse con la suya. Pero los dioses no estaban con él. Lo había   tirado   prácticamente todo en el partido de ida.
¿La Liga? Nada. Se le marchó de puntos el Barcelona, y él confesó y admitió que no había nada que hacer. De modo, que pura rutina hasta su final contra el Atlético de Madrid.
Y por otra parte, si se hace balance, cuesta recordar a un tipo en el banquillo de los entrenadores con tanta pegada mediática. Yo, no recuerdo a ninguno con su capacidad de impacto. Ni Camacho, ni Del Bosque, tuvieron tanta capacidad de atrapar sensaciones potentes entre el madridismo, y entre todo el fútbol español.
Su descaro, su audacia última, fue llevarse mal con nada menos que el mismísimo Casillas, al que ha sentado en el banco traicionando sus sentimientos. Haciendo daño.
Ése, es Mourinho. El hombre que le metió el dedo en el ojo a Vilanova o que cuestionó los éxitos de Guardiola, el tío de la mala leche, el que no salía a las ruedas de prensa, y el ídolo de los forofos de la pacotilla, nunca ha sabido rivalizar ni conocer la humildad.
No obstante, hay que reconocer que su astucia de zorro impecable y su pillería de estratega, le llevaron a darle ilusión y mucha fuerza competitiva y muscular al Real Madrid. Aquel Real Madrid del año pasado y de hace dos, era un peso pesado. Un monstruo colosal y temible, capaz de ganarte por aplastamiento y condición física. Pero el fútbol es muchísimo más que trucos y presencias. El fútbol también es agrado y estética para paladear. También el triunfo es ganar jugando bien y muy bien.Pero, de éso, Mou no quiere oír ni una sola palabra.
Se rodeó de portugueses y afines, y toleró bien al díscolo y genial Cristiano Ronaldo, pero finalmente se ha cansado de cansar a todos.
Yo creo que egoístamente, el Madrid gana mucho perdiendo de vista al luso. Para la prensa y los medios, será un descenso de impacto y ventas. Más líos que los de Mou no los traerá nadie. Y ésto, es al fin y al cabo también un negocio. Enorme negocio.
Sí. Pasarán muchos años, y la gente recordará a un tipo vanidoso que se peleaba con la prensa, y que ponía cara de vinagre. Que reñía con los árbitros, y que saltaba tras los goles y espoleaba astutamente a la afición en los momentos calientes y de éxtasis. Lo mejor de Mou será su literatura y su extraña leyenda. Una leyenda que no se parece demasiado al deporte ni al fair play.
-SINO TODO LO CONTRARIO-