1:40
jose vicente ortí
El Presidente del Gobierno de España, acaba de anunciar una serie de medidas que recortan los sueños y las posibilidades de millones de ciudadanos de pleno derecho. Los españoles, están absolutamente indignados con su principal representante. Es lógico. Y ya se anuncian movilizaciones ...
Rajoy fue elegido presidente hace unos meses, cuando los españoles pensaron que el gran malo y responsable del paro y de la cercenación en crisis de todos los derechos, no era otro que el socialista R. Zapatero. Sí. Rajoy fue votado para que se fuera el leonés Zapatero. Ahora, podemos ver las consecuencias del error. Rajoy no tiene en cuenta a la gente con menos recursos, y se ha lanzado en brazos de los mercaderes de Bruselas. No. Zapatero no era el problema. La lupa sobre el ex presidente, solo era una obsesión interesada.
Decía Rajoy, que hay poca libertad para decidir, y que hay que cumplir los deberes que marca Europa, aunque no exista garantía alguna de creación de empleo o de que ésto sea una página tenebrosa pero pasajera para España. Sencillamente, penoso ...
Y, la sensación que hay, no puede ser otra que la de la indefensión. La política, ha cedido. Ese hombre mayor y bueno, nuestro gran padre honorable y receptor de los deseos y anhelos de tantos y tantos sueños españoles, ha demostrado no tener el menor de los escrúpulos. Demasiada dureza.
Rajoy no es el hombre político capaz de hacer y ponerse en la piel de la gente que sufre más. No actúa con compasión. No parece ser el político que observa el lloro desolado y comprensible de sus ciudadanos. Sigue convertido en una marioneta de Merkel y de los mercados. Su función política, es el vacío. Carece de auténtica voluntad de escuchar a las clases de abajo, y es incapaz de pararles los pies a los financieros y bancos que tienen el dinero. Rajoy aparece ante todos como una auténtica nulidad social.
Y al otro lado del Presidente y de su corifeo, el país aprieta los puños, se crispa, se preocupa, se ve desprotegido e impotente, y mira finalmente con asombro a Rajoy... ¿Qué es ésto, señor Presidente de todos los españoles? ...
Seguramente, es la desaparición de la compasión. La desaparición de la política como protección y confianza. La gran decepción. Es como si los políticos fueran una suerte de nuevos banqueros sin escrúpulos, que nos han vendido al gran capital.
Yo creo que más que desolador, es lamentable. Los políticos, se repliegan y hacen el tancredo con las excusas mal explicadas de la crisis y de que no hay dinero. Sí. Hay dinero. Pero al parecer, esos que tienen el dinero se tienen que salir con la suya.
En España comienza la convulsión y la decepción profunda, nos da asco está pseudopolítica, nos han defraudado el futuro por completo, se acabaron las contemplaciones, y vamos a hablar clarito, señor Rajoy. Si tuviera usted una cierta sensación de decoro ante la tristeza y el dolor que ha infringido a los ciudadanos, se iría usted a su casa.
- ¡RAJOY, DIMISIÓN! -
4:13
jose vicente ortí
Atrás va quedando una infancia y ahora va brotando un sueño nuevo, mágico y temeroso. La planta no será árbol, sino que ha de pasar por la palabra arbusto, lo cual no termina de saberse muy bien qué demonios es.
Incertidumbre y sueños vulnerables, fugacidad y toda la vitalidad. Tetas que aún no son de mujer, y músculos potentes y larguiruchos que ni siquiera se parecen a los de la juventud pisada. Hay que esperar ...
¿Esperar en la adolescencia? ¡Lo que faltaba! Esperar. Esperar a que los huesos duelan y a que uno tengo claro más o menos de inmediato qué anhela y que no es otra cosa que afecto, delicadeza y comprensión. Aunque no se sepa bien ...
Padres e hijos, choque generacional, incomprensión mutua, y sonrisa y abrazo al final deseados. Toda la paz. Sí. Adolescentes. Ganas de poder de ser sinceros, y de tener o poseer aquello que ya de antemano se sabe que no es posible. La libertad de la adolescencia. El gran paso en el aire, y los primeros y torpes deseos de irse un poquito de la casa de los padres hacia no se sabe muy bien adónde. Pero un adónde maravilloso, decidido, ilusionante, socializador, personal, creciente, y como una primavera eterna y a la vez fluctuante y caprichosa.
Formarse y aprender a rivalizar. Menudo reto. El golpe y la violencia como solución fácil y más que errada. El imperio de las hormonas se debate entre la complejidad que cuesta entender, o el no calentarse mucho la cabeza y reírse y hasta fumarse un porro compartido. A todo azar ...
El riesgo y el sexo como propuestas. La idolatría hacia el triunfador. La necesidad de tatuarse en el cuerpo que te gustas a tí mism@ y a dos chic@s más a l@s que nunca llamarás por la arcáica palabra novi@. No. La adolescencia es el momento de la pandilla y de los amigos, y de los tebeos y revistas pícaras que nunca te dije, y de salir a la playa con nula ropa en el cuerpo y con un metro de esos que gastan los sastres para confeccionar los atuendos de los mayorotes.
Exceso, da la nota, pon cara de enfado, exhibe tu sonrisa embrujadora, vístete de mayor aunque te ganes la bronca, te saltas el rojo de los semáforos que no entiendes; me voy al burguer y luego me compraré una pizza con mucho ketchup para cenar o lo que sea éso ...
Rebeldía y autenticidad, miradas enamoradas de asombro embobado, líderes de capoeira amiga en una playa de boxeo y acción, series de bueno y malos, deporte y más deporte, cómprate la ropa que no esperan, el piercing desorbitado, y la isla tuya con la que te imaginas haciendo arabescos más allá de la hora que te marca la tiranía de la necesaria autoridad.
Tiempo de reflexión, de preocupación, de contradicción, de experimentar substancias y viajes de futuro, minitiempo personal de ordenador e iphone, de móvil y autolenguaje, de lucir la piel de los sentimientos que envuelve un yo tierno y siempre añorado. De pensar en jardines y quitarse el moco inoportuno, de dormir, y de dejar la responsabilidad en delegación.
-AHORA TOCA ÉSO-
6:47
jose vicente ortí
Benabás bajó como todas las mañanas al horno, y compró los dos panes de todos los días. Y cuando fue abonar el importe de lo adquirido, se quedó pensativo dado que no lo recordaba. Los horneros habituales le miraban un tanto perplejos: - "Pero Benabás, que vale lo mismo de siempre, hombre ..."
Una vez en su casa, un Benabás avejentado y como dejado, se quedó un buen rato meditando. ¿Es que acaso ya el paso del tiempo escurridizo y traicionero le afectaba y seriamente la memoria? ...
Benabás decidió que no podía tratarse de aquéllo. No era cronológicamente tan mayor. Algo extraño le estaba sucediendo, y era su deber el averigüarlo. Pronto, lo fue descubriendo.
Sí. Hacía demasiado tiempo que Benabás no pisaba la calle, que no fuera para las compras imprescindibles o para bajar la basura. Se empezó a dar cuenta, en cuanto se puso a caminar. Demasiado tiempo sin ejercitarse, comenzaba a hacerle malas pasadas y travesuras.
Benabás no hallaba su paso natural. No es que fuese despacio o que se fatigara si adelantaba su ritmo de caminar. No. Era, otra cosa. Como si una extraña descoordinación le impidiera caminar como siempre lo había hecho. Habría perdido su estilo y personalidad propia al andar. Se sentía como raro o anquilosado. Como desentrenado, o con polvo en los huesos. Le faltaba trazo, camino y habitualidad. ¿Qué había estado haciendo en todo este tiempo? ...
Benabás notó muchas más cosas. Apenas recordaba a la gente de su barriada, ni sus vecinos a él. No se podía decir que no supiese quiénes eran, pero les notaba como otros, distantes, quizás altaneros, y sobre todo, indiferentes ...
Benabás se fijó en las distancias físicas a medir, y en la actitud de los unos y de las otras. ¡Coño, la vida! ...
A medida que caminaba, pensaba y observaba, notaba la dificultad que le suponía elaborar las mismas tres cosas a un tiempo. Debía fijarse en los relieves de las calles para no tropezar y caer, debía igualmente contar con que los otros también seguían ahí, y asimismo intentaba reflexionar acerca de las cosas ...
Pero, la vida. Ése, era el tema de Benabás. La vida marcaba las distancias de toda la realidad. Configuraba y disponía toda la actualidad y todo el suceder, le gustase o no.
Sí. Todo cambiaba y había cambiado. Habían pasado vientos y encalmadas, lluvias y sequías, sonrisas y depresiones, nomadismos y sedentarismos, meses y semanas, segundos y lustros, y no había prácticamente nada que se hubiese detenido.
Al llegar cansado finalmente a su casa, Benabás se dijo a sí mismo que todo lo vivido en aquel día, había sido un síntoma y también un acicate para volver a percibir lo novedoso y lo presente en su vida cotidiana.
Y, afortunadamente, Benabás cambió. Salió más veces a la calle, se marcó una disciplina, y aparcó sus perezas. Sacó las telarañas de su cuerpo aburrido, caminó más sobre la vida, y su cuerpo se reconcilió con el cansancio.
-Y BENABÁS SONRIÓ ABIERTAMENTE-
6:42
jose vicente ortí
El gran futbolista de Fuentealbilla, Andrés Iniesta, se acaba de casar. Más de setecientos invitados. Lujo. Todo a lo grande. Jóvenes y millonarios. Triunfadores de hoy en medio de la cotidianeidad. Boda clásica, con frac, y manteniendo el espíritu de la gente rica o neorrica.
Mientras veía por la tele los retazos de la ceremonia nupcial del novio de España y de "La Roja", me venían al cuerpo sentimientos bien encontrados. Y la conclusión máxima que me llegaba al corazón, es que el fútbol toma la categoría de Poder. Y no solo poder económico, sino poder en general y desde muchas perspectivas y recovecos.
Vaya ejemplo. Con la crisis que hay, con séis millones de ciudadanos en el paro, con un país pendiente de un hilo, con políticos desesperados en busca de soluciones urgentes, con los españoles indignados al verse sin futuro y con bien poca esperanza, ¿qué pintaba todo esto del poder del fútbol en medio de la realidad? ...
Enorme contraste. Algunos afirman que los grandes e idolatrados gladiadores modernos que le dan una sobredimensión al deporte fútbol, ganan mucho porque generan dinero. Y como están en medio de una máquina de euros, es normal que ellos disfruten de los privilegios de esa máquina, aunque su único mérito sea que saben y muy bien golpear un balón.
Yo no sé si lo generan o lo dejan de generar. Lo que sí he pensado mientras veía la boda de Andrés Iniesta, es que el mundo está muy extrañamente repartido. Y, de modo bastante arbitrario. Porque una cosa es que queramos mucho a nuestros atletas jóvenes que le dan éxito a la Selección Nacional, y otra que esos triunfos impliquen una mejora real de las condiciones de vida de los ciudadanos españoles.
El fútbol, parece estar protegido por una gran burbuja de emociones. Supongo igualmente, que todos hubiéramos querido con envidia vivir como lo hacen los banqueros, jugar de cine al fútbol, haber fichado por el Barça o por el Real Madrid, y habernos casado con la princesa enamorada más maravillosa. ¿Quién no tiene derecho a los sueños? ...
Pero, lo que sucede, es que me temo que la realidad tiene poco que ver con el lujo y el oropel de la boda de Iniesta. Poco, o nada. El mundo de la realidad no son los lujos de las bodas ni los grandes despilfarros de los poderosos. Sí. Ahora, como ejemplo ético, debería huírse de las expresiones masivas de lujo y cielo.
En consonancia con los tiempos actuales, el mundo del fútbol y sus protagonistas deberían salir de su burbuja cómoda y acercarse más a la calle. Aterrizar, y ver que la gente sufre. Apretarse el cinturón, rechazar contratos demenciales por estratosféricos, y decirle a la gente con hechos que ellos se solidarizan igualmente con la tristeza y con la pobreza que nos embarga a todos.
Ése es el error del poder del fútbol. Que, una cosa tan de todos, sea finalmente selecta y disfrutada económicamente por una minoría de privilegiados. El fútbol no debería funcionar al margen de lo que sucede. Y algunos de los futbolistas nunca deberían olvidar de dónde proceden y de los lugares bien humildes de los que llegaron.
Sí. Sentimientos encontrados y diversos, pero por encima de todo la tozuda realidad. Estamos en crisis. No son momentos para boatos y excesos.
-ASÍ LO PIENSO-
1:13
jose vicente ortí
Moreno, serio, suizo y elegante. Viejo para tenista, y seguramente el jugador de más clase del circuito y con alguna diferencia. Porque ni Djokovic ni Nadal tendrán jamás su virtuosismo y talento.
Ayer, en la pista número uno de la londinense Wimbledon,-que es la capital mundial del tenis sobre hierba-, Roger Federer dió a todos una de sus últimas sorpresas positivas. Cuando nadie daba un duro por él y le consideraban un previsible outsider, el mito del suizo se negó a romperse. Ganó de nuevo.
Roger no es inglés. Pero como si lo fuera. No ama el ruído ni le gusta dar la nota, es tremendamente deportivo, y en cada golpe y gesto se escriben las notas mágicas del fair play.
Sin descomponer jamás la figura, ortodoxo a cien como si sus lecciones magistrales de gran tenis las hubiera dado en las míticas Cambridge u Oxford, Federer se presentó en la final de Wimbledon de este año a la chita callando y sin hacer ruído. Miró a su rival Andy Murray, le jugó y le ganó. A continuación levantó el trofeo, y mostró su exquisita educación tantas veces destacada.
Sí. Federer no es McEnroe o tipos de grito y alarde casi forzado. Federer es talento genial al servicio de las buenas formas y de las maneras exquisitas. Lo que llamaríamos un noble deportista. Un rara avis, en los tiempos que corren.
Porque Federer no se enfada con nada. Apenas. Sabe que lo suyo es una etapa de su vida, en la cual tiene una raqueta en la mano y un talento fuera de lo común.
Roger lo ha ganado todo. Ha recibido todos los premios deportivos habidos y por haber. Wimbledon, lo sabe. El buen aficionado al tenis sabe que ir a ver al suizo es ir a ver que van a pasar cosas maravillosas, gane o pierda. Que, tras verle, habrá valido la pena gastarse el dinero de la entrada.
Wimbledon 2012 mira admirativamente al bello Federer. Lo ha vuelto a hacer. Ha pasado por encima de todos sus rivales y de todas las dudas. Ha aparcado toda su vejez deportiva y toda su previsibilidad, y ha demostrado a todos nuevamente lo que es capaz de hacer.
Y, a continuación, ha tomado la toalla y se ha enjugado el sudor. Se ha puesto una ropa nueva y ha dejado atrás la suciedad del esfuerzo. Y, finalmente, ha agarrado todo su baluarte de raquetas y accesorios, y se ha marchado tranquilamente con una sincera y tranquila sonrisa de satisfacción camino de su ganada intimidad.
Los coletazos geniales del suizo, siguen marcando historia. Va cumpliendo años pero nunca se despeina y cuida su look. Como un lord o gentelman inglés. Como alguien al que ya nada de lo que pase en las pistas hubiera de producirle una frustración irrecuperable. Es maduro y deslinda campos. Ahora toca vivir el presente de su recuperación del nomber one, y saborear su enorme hazaña. Ha vuelto a ganar nada menos que Wimbledon y por séptima vez, y eso tiene un mérito arrollador. Ha vuelto a sacar su educado genio personal e intransferible.
- ¡CONGRATULATIONS! -
23:34
jose vicente ortí
Se veía venir. Estaba cantado. Al estar a caballo entre mi casa y la casa de mi hermano, no había día que no me volvía loco al encarar ambas puertas. Sacaba las llaves de una, y eran las de la otra. Y a pesar de los prácticos bolsillos que tenía un bolso que me había comprado, el no estar habituado a estos avatares de dos casas/ dos puertas, me traía a mal dolor de cabeza. Vaya trajín ...
Pero lo que hoy me ha ocurrido, nunca lo esperas hasta que te pasa. Tras los cuidados a mi madre enferma y en medio de un calor achicharrante, descubro atónito y enfadado que había extraviado las llaves de mi casa.
Lo lógico, los nervios, qué hacer, venga a buscar en todos los bolsillos, y la sensación de que una nube imponente y negra me invadía, amplificando los terrenos de la adversidad puñetera.
Mi pronto, lo primero. Más nervios. Llamo a mi hermano para que busque en los pantalones a ver si me he dejado las llaves en su casa, el móvil me dice que apenas me queda saldo, y mi hermano me llama por segunda vez para decirme que no ve nada. Pero que seguirá buscando a ver ...
Yo, en la calle, sigo hurgando una y otra vez en los bolsillos del bolso masculino, de modo infructuoso y frustrante, y bajo un calor tórrido, pegajoso y de las tres de la tarde.
Mas de repente, me entra la práctica rebeldía. ¡No quiero dependencias de nadie! Se acabó. Me levanto del suelo raudo y veloz, y allá que voy a tomar decisiones. Tomo el bolso en una de mis manos, y decido buscarme yo solo la vida. Mientras camino a grandes zancadas y convicción en dirección a la casa de mi hermano, me baila por la cabeza la idea que que unos duplicados han de estar en la mesita de noche. ¡Coño! ...
Cuando llego a la casa del hermano, éste se sorprende al verme tan decidido, y me insiste en la idea de que él sigue sin ver nada de llaves y que en los bolsillos de mi ropa, no hay nada.
Casi no puedo oírle. Me lanzo sobre la mesita de mi cuarto, y extraigo uno de los cajones, a pesar de estar llenos de papeles y documentos. Coloco los dedos de la mano por los costados, levanto algunos papeles, y me hago con un duplicado.
A continuación vuelvo a cruzar la tórrida Gran Vía valenciana de Fernando el Católico, llego a mi casa, logro abrir la puerta de la calle, y subiendo tres pisos sin ascensor, la puerta mía de arriba. Conseguido. La decisión y no el lamento o las dependencias, me han ayudado en esto del azar. Problema finito. Llamo a mi hermano, y le cuento que en el interior de mi casa está el llavero extraviado. Que todo ha vuelto a la normalidad ...
Y aunque aparentemente es así, yo sé que todavía no se ha dado esa circunstancia. No. Sé que nunca me acostumbraré a llevar dos juegos de llaves que abren dos casas distintas. Me conozco.
Sí. La tranquilidad me vendrá dada cuando solo deba utilizar las llaves de mi casa. Las llaves de mí mismo, mis aperturas interiores y exteriores, el paso franco hacia mi sitio y hacia mi verdad. Y en ese mismo momento seré yo, todo yo, y únicamente yo.
-PUEDO JURARLO-
23:50
jose vicente ortí
George Brel era un ciclista superdotado y parisino. Casi una realidad del ciclismo francés. Lo tenía todo, y veinticinco años. Fuerte y resistente como un ángel hercúleo. Escalador y contrarrelojista. Quizás, la gran esperanza gala para la victoria en la general del Tour. Pero ...
Pero Brel era impulsivo, no tenía capacidad para el sufrimiento, atacaba a lo loco, y no sabía dosificar. Cuando le atacaban sus rivales, una especie de fuego interior le nublaba las facultades, y finalmente acababa presa de su propia ambición. Cedía, y se desfondaba de sobreesfuerzo ...
Alguien, decidió llamar al mítico preparador ciclista "Trainer Star". Se le conocía así, porque era un tipo frío, el cual solía garantizar los resultados. Y, era noble. Cuando veía que su pupilo no era tema de éxito, entonces Trainer se mostraba franco, y era directo afirmando que no había nada que hacer. Y tras escuchar a su misterioso interlocutor, Trainer Star aceptó la idea de intentar centrar a Georges Brel.
- Déjame dos Tours. Quiero verle expresarse sobre la carretera. Si al segundo Tour no hay nada que hacer con él, seré el primero en decírtelo ...
- Okey. Gracias y todo tuyo, "Trainer". Mucha suerte ...
Sí. Trainer Star se acercó mucho a George Brel. Pero no le era nada fácil. Brel no creía en nadie. Y mucho menos en don nadies que no habían sabido triunfar como ciclistas. Mas la profesionalidad de Trainer Star, era un hecho. Bastante antes de comentar el primero de los Tours acordados, George Brel ya era amigo de Trainer ...
Fue un Tour anodino y sin brillo para Brel. Aunque logró terminar la gran ronda francesa, quedó bien lejos de las primeras posiciones. No creía ni en Trainer ni en sí mismo. Y cuando Trainer le decía que ese Tour solo había sido un ensayo, Brel sonreía con algunas ganas de reír. Qué iluso su entrenador ...
Fuera de temporada, Brel y Trainer se dispusieron a subir Alpe D´Huez. Cada curva era un martirio. Y Trainer comenzó a atacar a George. En una de las curvas de subida y herradura, Trainer Star dejó atrás a George Brel. Y, asombrado, vió que le perdía de vista, que se le quedaba atrás, que se bajaba de la bici y que empezaba literalmente a soltar sollozos. Lloraba como un niño ...
- Es lo que eres, Brel. Un "enfant". Un niño. Estás creciendo. Vuelve a tomar la bicicleta y ve conmigo ...
Brel, obedeció, y ambos coronaron unidos. Brel comenzaba a saber dosificar y parar las ambiciones. Trainer Star le trabajó igualmente las contrarrelojes. El periodismo francés, volvía a hablar maravillas de la nueva sensación francesa y parisina. La gran esperanza.
Nuevo Tour. Toda la paciencia. Trainer le dijo a Brel que no leyera la prensa, que durmiera pronto tras cada etapa, y que descansara. Brel no solo obedeció a Trainer, sino que apenas atacó en las veintuna etapas de dicho Tour. Se limitó a ir siempre con los mejores. Y en la última y contrarreloj etapa, Trainer le dijo a Brel que: - ¡¡ Ahora!! ...
Georges Brel ganó el Tour, y los Champs Elysées le aclamaron.
-SÚPER TRAINER STAR SE SALIÓ CON LA SUYA-
1:09
jose vicente ortí
Hemingway y la fiesta, el toro y los turistas del exceso, masa llena de deseo de jolgorio, España, Pamplona, Julio, calor, San Fermín, más fiesta, toda la fiesta. Libertad joven y personal en el trono del placer. ¡Riau, riau!
Los encierros. Las carreras matutinas de los toros por las calles. Resbalones, humedad en el Pirineo de Navarra, las manos de los morlacos que ceden y toro al suelo, veterano corredor de encierros que parece un bombero de botarates suicidas más borrachos que una cuba. ¡Fiesta, fiesta, siempre fiesta!
¡Gora San Fermín! El gran chupinazo. Explosión esperada. Ha llegado el momento de pasar de los problemas cotidianos. Llévate a tu chica y a tus amigos, y sobre todo, cuéntalo. Cuéntales a todos lo que eres capaz de hacer cuando eres salvajemente joven y libre. ¡Young, young, young!
Tiendas de campaña que se improvisan en las zonas de acampada, dormir en donde buenamente puedas, los antitaurinos se repliegan ya delante de la gran tradición. Los taurinos juegan en su campo y se salen con la suya. En la plaza de toros está la jota navarra, el libertinaje y la risa sin control. En las gradas se hace lo que sea y que huela a alegría. Todo el imperio turista del mundo grita la misma esperada palabra. ¡Olé, olé, olé, olé!
Chavalas y birras, japoneses con fotos en todos los sitios, la belleza en las piernas rojas y depiladas, sexo y preservativos, ligues y más ligues con sabor a globalización. Casi todo vale.
Amistad con señas, con gestos, con lengua de risa, y con ojos animados por la cerveza. Vino español, vino que tiene Asunción, vino que no es blanco ni tinto ni tiene color. Cansancio en el rostro feliz. Campeonato mundial de atracción turística. Aunque no sepas dónde está España, vente por aquí. Muchos australianos vienen todos los años. Australianos, americanos y hasta de Camboya. No me llames extranjero sino feliz. ¡Eh, toro!, ¡eh, toro! ¡Viva!
Danger. Peligro. Dos minutos terribles camino de la plaza de toros de Pamplona. Los toros corren como atletas jamaicanos acompañados de la gran multitud. Paroxismo y adrenalina. No te lo pueden contar. Se para el toro en el momento más inesperado. ¡Oh, my Good!
Calma y tranqulidad. El toro saca sus tremendas astas, y las exhibe defensivo muy cerca de las costillas del gentío. Pero lo malo son las caídas o las torceduras de tobillo. Puedes ser gran torero de ocasión. Aunque no sepas muy bien qué es eso, todos te lo van a decir. ¡Torero, torero, torero, torero! ¡Y olé!
Hablarás todo el español que quieras y te dé la gana, y el euskera oirás, beberás un barril de bebida alcohólica, y comerás cuando quieras. Descansarás poco, y pedirás más. Mucho más. Desearás vencer al gran toro, y mostrar la supremacía del sapiens sobre la bestia magna. Emoción, nervios, juventud, experiencia, vacaciones, tiempo libre, España, Spain, Julio, Juillet, más San Fermín, pañuelo típico al Santo y a la nueva fiesta: ¡Typical Spanish! ¡Zorionak!
-ORGULLO Y EXCESO-
0:29
jose vicente ortí
Todo este tiempo mío y actual, de renuncia y jaula, de cuidados exclusivos y bien prolongados a mi madre, y de sensación de que la sombra le gana terreno a mi luz, es sin embargo todo un maravilloso espacio en el que medito, paro, me freno, aprendo, anhelo otros sueños, y soy capaz de aterrizar en mi realidad y sin sobresaltos.
Sí. Todo este tiempo mío, es de banquillo y de alejamiento aparente de mi vida activa y social. Pero solo es una apariencia. Porque en realidad, todo este tiempo que se me va, es un aliado para mi futuro. Y cada día que pasa, os aseguro que estoy más que convencido. Una rica transición.
Es un tiempo de pruebas y de entreno, un período calmo y un tanto anodino, en el que puedo bajar a meditar friamente sobre mí y sobre mi realidad. Nada se pierde. No estoy agazapado en la nada, sino todo lo contrario. Podéis creerme.
Estoy aprendiendo. Y, muchísimo. Estoy dándome sabor y percepción de aquellos momentos en los que vivía y veía realidades prioritariamente erradas. Feliz noticia. Ahora estoy tomando el corcel de mi responsabilidad como persona, me estoy metiendo disciplina en el espíritu, y educando mis prontos y mis actos de euforia y adversidad.
De repente, es como si los dramas y las cosas feas, fueran desdramatizadas por la tozuda y certera ley de vida. Sí. Cuando me quejo y sueño con todo ese espacio de libertad que ahora no me tiene que ser entregado, no soy justo conmigo mismo. Lo que pasa es que mi libertad tiene ahora aroma de preparación y de devenir. Consensos de paciencia, de ánimo, y de estímulo. Convicción y mismidad.
Mi situación actual postergada, es una máquina de experienciar y de encontrarse con situaciones familiares, cercanas, de andar por casa, pero que tienen una dimensión y magnitud que yo antes no lograba valorar.
Este repliegue, esta trinchera, esta retaguardia, esta teoría de mi vida, sirven y muchísimo para mí. Ahora mismo, cuando os escribo estas líneas, las siento reales y auténticas. Sinceras. Porque estoy lanzando mi posición de verdad en el interior de este escrito que podéis leer. Creo que se nota.
Claro que sueño con mi vida propia, o mi chica, o mis amigos, o con mucho más tiempo para el disfrute y el goce. No lo niego. Pero al lado de toda esa vida de futuro y de horizonte, voy obteniendo grandes claves o llaves que me permiten reflexionar en voz escrita a la busca de un mejor crecer en mí.
En este tiempo de mono de faena, de sudor y nostalgia, puedo igualmente respirar y valorar el trino de los pájaros libres, o una mirada de mujer calma. Y entre los improperios seniles que hoy me lanzaba mi madre, me sentía como padre paciente de una nena mayor asustada y traviesa.
Padre de mí, gobernador de mis impulsos de deseos, madurando imparablemente como hombre, ligando con la calma, y flirteando con las pequeñas cosas que están llenas de jugo. Exhuberantes en mi microcosmos.
-OS LO ASEGURO-
1:10
jose vicente ortí
El campo no era rentable. Desde esta sociedad de mercado en la que desgraciadamente hemos convertido los sueños en dinero, los montes y su cuidado eran una cosa menor.
Desde una primavera terriblemente seca, hemos pasado directamente al verano y sin solución de continuidad. De modo que los matojos, la zona seca y propicia al incendio, estaba mucho más proclive que nunca a estallar en cuanto apareciese el fuego.
Las brigadas forestales, no aparecían. Los incendios no se reducen en el verano, sino durante los cuidados en el invierno u otras estaciones. Se saca la parte seca, se limpia el monte, y se le prepara adecuadamente para las duras condiciones que el verano le deparará. Pero no se hace prácticamente nada. No hay un interés real. La prioridad ha sido siempre el ladrillo, y la construcción y venta de los pisos o urbanizaciones. Y el maravilloso verde del arbolado, se ha considerado una simple cosa estética, y para deleite temporal del turismo de estación. Poco más. La zona interior con sus campos y montañas, está abandonada. No trae réditos aparentes. Aunque sea una pulmón natural increíble, con una belleza asombrosa, y cuyo ser y estar no genera sino beneficios en cadena. Pero los necios confunden el valor con el precio.
Ahora está la excusa de que no hay dinero. Las brigadas de bomberos se han reducido. Hacía veinte años que no había tanto fuego en el interior de mi Valencia. Entre la zona de Andilla y la de Cortes de Pallárs, se han quemado más de cincuenta mil hectáreas de bosque. Hasta dentro de cien años se calcula que no podrá regenerarse dicha foresta. Y nuestros descendientes y generaciones venideras, podrían nunca más disfrutar de la superficie ahora quemada. El campo no nos interesa.
Sí. Entendemos que el campo solo es muy poco rentable para los pueblos interiores. Eso de que vayan los domingos y vacaciones unos cuantos senderistas a hacerle gasto al barero del pueblo y luego a caminar por los maravillosos senderos de montaña, aparece entre la marcada realidad económica como algo menor y de poco fuste y beneficio. El turismo de interior, siempre será minoritario, y por lo tanto su rentabilidad.
El desastre del fuego ha sido tremendo. No ha afectado a las personas, salvo a unos bomberos accidentados en los helicópteros que combatían el fuego imparable. Pero dicho fuego, se ha quedado en el monte. Y el monte no interesa. El monte es una cosa que está allá abajo. Lejos. Y es como si fuera el cuarto trastero de la acción pública y social.
No hay voluntad política para acometer las necesarias labores para que nuestros maravillosos y frondosos bosques valencianos vuelvan a darnos el oxígeno, el pulmón, la naturaleza y el esplendor. Sí.
La Naturaleza no nos interesa. Como nuestro hábitat o planeta. Vivimos un tiempo de lo inmediato y de los resultados concretos, y queremos cosas de beneficios y ya. El ser humano está incendiado e irresponsabilizado de avaricia dinérica. Su prioridad no es el planeta sino sus objetivos comerciales. Sin sospechar apenas, que él también es el mismo bosque al que dejan que se queme.
-DEMASIADO TRISTE-
3:26
jose vicente ortí
Copagos, repagos, recetas, medicamentos que hay que pagar, susto social, y recortes para la salud de los desfavorecidos. Farmacias en caos, gente crispada y todo el temor. Colas y más colas para no perder la salud. Nuevo escenario. Insólito ...
Farmacéutico explicándole a una abuela que tiene que pagar, médicos desbordados, lleva suelto en el bolsillo por si tienes que pagar, ¿cuánto pago?, ¿ha de pagar?, ¿me toca a mí?, ¿cuánto es?, oye Pilar,¿y precisamente tú quieres cobrarme a mí a sabiendas de que no puedo llegar a fin de mes?, ¿me decepcionas, o te decepciono? ...
Si me pongo malo, lo voy a tener crudo. Colapso medicamental, no hay, de este no me queda, este otro es genérico, si quiere se lo pido al almacén, no sé sin tendremos, vuelva luego más tarde a ver, es que casi mejor que vaya a otro sitio a ver si allí tienen, vaya usted donde quiera, me sabe mal, no se preocupe, ya pero es un palo. Y yo necesito los medicamentos, y no digamos mis hijos que son lo más grande que tengo en este mundo, ¿y los medicamentos crónicos de la abuela?, ¿qué le digo yo cuando llegue a casa?, ¿la vamos a dejar enfermar?, no exagero, pues exagere usted lo que le dé la gana, tengo un miedo del carajo con esto de las medicinas, ¿qué pasa con las farmacias?, ¿qué culpa tenemos los otros?, ¿es la sanidad un lujo? ...
Farmacia española, dureza, huele a presión, no sabemos muy bien qué hacer, dinero a euros, porcentajes según estado activo del cliente, ¿a quién protestar?, ¿esto es justo?, no me funciona ahora el ordenador, lo haremos a mano, este medicamento no me queda pero este otro es muy bueno que se lo digo yo, tranquilícese, ¿quién es el último?, ¡coño, qué de gente!, vaya cola, con el poco tiempo que tengo, he de esperarme, no tengo más remedio, oiga dese prisa y no charle con el farmacéutico que somos más, no haga mucho caso que la gente está nerviosa, no merece la pena reñir, ¿será posible todo esto que está pasando en las farmacias?, ¿esto es limosna o apuesta por la salud pública?, ¿quién está sacando negocio con todo este sobresalto?, ¿absolutamente nadie?, ¿tan poco dinero hay?, ¿por qué han despilfarrado tanto? ...
Preguntas, respuestas imposibles, consensos interesados, nervios y egoísmo. Salud, sanidad, paz de cuerpo y mente, y río revuelto para la ganancia de los pescadores. La farmacia como pesadilla.
No quiero enfermar, ni ir al médico, ni que el boticario se entere de si soy rico o pobre, que no jueguen con mi salud, comprendo el descontento y la crispación. Darwin y la supervivencia, vuelta a las cavernas neoliberales, y con la mejor y más correcta de las sonrisas. Se acabó el bienestar social, la humanidad y la sensatez. Ya no hay apenas comprensión y sí demasiadas cifras, las personas enfermas tienen ahora el nuevo damocles del dinero sobre sus males, y se nos enseña un nuevo paradigma nada decente.
Caos, teos, cosmos y leches. Realidad y poca ficción, dinero y salud, negocio a costa de las personas, miseria del rico delante del pobre, pobrecito mi patrón que piensa que el pobre soy yo, más gente que entra a la farmacia, nos vamos de vacaciones y algo hemos de hacer, no son fechas para ir al médico y hay que pellizcar y mucho a la diosa fortuna. Sí. Desgraciadamente la sanidad está rota en trozos picudos y los ciudadanos más que asustados. Tiempo de renuncia, sacrificio y toda la indignación. Momentos de rebeldía y de toda la paciencia del mundo.
-PONTE BUENO POR LA CUENTA QUE TE TRAE-
2:07
jose vicente ortí
A veces pienso que lo que acabo de ver, no es real. Y que solo ha sido un regalo de los dioses históricos del fútbol. Sí. Si me cuentan lo que iba a pasar y cómo, nunca podía haberlo creído.
Porque la "Roja" ha renacido de sus cenizas, y ha hecho una nueva aparición estelar. La alegría de la gran magia del "tiki-taka", sigue igual de viva que siempre. ¡Vaya recital en la final de las grandes estrellas de Vicente del Bosque! Cátedra para el Marqués ...
Solo puedo decir que he sido feliz. Y que a veces el fútbol te lleva a otra realidad, se hace grande y divertido, y acabas pensando por un tiempo que la dura realidad del día a día puede irse perfectamente al carajo.
Seguimos siendo los mejores del mundo en esto del fútbol. Ya sé que parece una chulada, pero es que es la verdad. A pesar de todas las dudas y miedos, la selección española nos tenía oculto su gran regalo y su gran traca de fútbol. Y en la mismísima final, y haciendo trizas a la alegre y osada Italia. ¡Qué exhuberancia! ...
Ayer volvió la magia a esos locos bajitos españoles, que son campeones del mundo y de Europa, y ahora otra vez del Viejo Continente. Sí.
Somos y seguimos siendo tan buenos, que hemos escrito una nueva página mágica e inolvidable en el gran libro tierno y entrañable de la Historia del fútbol. Nunca lo olvidéis. 1 de Julio de 2012. ¡Y olé! ...
Lo de ayer no ha sido que hayamos ganado por cuatro a cero y en la gran final a la escuadra azurra. No. Lo mejor de la final es que hemos vuelto a jugar de cine, el jogo bonito, el fútbol alegre y espectacular, el de pausa y ataque, el de dominio total y profundidad terrible. Sencillamente, una máquina. Y yo, como español, solo puedo felicitarme por ver la nueva exhibición de estos muchachos que hacen herejías con la pelota en los pies, que no saben del mal rollo, y que hacen piña desde el mismo banquillo. Me he vuelto a encontrar con mi eterna novia del fútbol mundial: con la alegría de la "Roja".
¡Joder! ¡Qué manera de jugar al fútbol! Una picadora de seda y de carne de fútbol. Un terminator de la creatividad y del buen gusto; una delicia de sorpresa para todos aquellos a los que nos gusta el fútbol cuando se juega bien y de cine. Que es exactamente lo que hace E$spaña. ¡Sencillamente, gracias! ...
Ahí van sus nombres: Casillas,-el mejor jugador del torneo digan lo que digan-, Arbeloa, Piqué, Ramos, Alba, Busquets, Iniesta, Xavi Hernández, Cesc Fábregas, Silva, Xabi Alonso, Pedro, Torres, y absolutamente todos los demás. Todo ha estado de lujo en esta noche finalista de Kiev. España ha ganado con enorme chispa, con calma, autoridad y toda la categoría.
Es un momento en que la palabra queda coja ante tamaña maravilla. Los epítetos se quedan cortos. Y como esto solo es fútbol, aterrizo, pongo los pies en el suelo, y entonces solo puedo dar las gracias.
Ni primas de riesgo, ni bancarrotas, ni bancos, ni rescates, ni Ángelas Merkeles, ni gaitas. La "Roja" ha hecho soñar a millones de españolas y de españoles. Hemos vuelto a soñar y a reír, a tener ese sedante que precisamos más que nunca, y a tener la oportunidad de apartar de nosotros todos los malos pensamientos.
Sí. El fútbol de los muchachos de la selección española, nos ha dado un beso de entretenimiento y de oxígeno para seguir. En serio.
- ¡MIL GRACIAS Y ENHORABUENA! -