3:13
jose vicente ortí
EL MAGO: Hola, "Rapidez". Es casi un milagro poder hablar contigo ...
RAPIDEZ: Siempre que sea una conversación fluída, no hay ni habrá inconveniente en charlar contigo, Mago. ¡Charlemos ya pues! ...
EL MAGO: Y, ¿qué prisas tan extrañas son esas que llevas contigo, "Rapidez". Pareces como ansiosa o hasta poseída, je, je, je ...
RAPIDEZ: No hagas extraños juicios de valor, amigo. Limítate a respetar mis peculiaridades y características, ¿vale? ...
EL MAGO: Espera. Voy a ponerme ropa de deporte. Porque estoy seguro que me vas a hacer sudar y todo con esa rapidez, amiga ...
RAPIDEZ: Ponte como quieras, Mago. Pero, date prisa ...
EL MAGO: ¡Oh, sí, "Rapidez"! Ya estoy. Ya podemos hablar a la carrera ...
RAPIDEZ: Muy bien, Mago. ¿Te ves realmente en condiciones de seguirme el ritmo, amigo?...
EL MAGO: No lo sé, "Rapidez". Espero que sí. Recuerdo que en mi niñez y juventud fuí un deportista modesto pero bastante rápido. Al menos, voy a intentar mantenerte el ritmo ...
RAPIDEZ: Sé que puedes seguirme, Mago. Te veo decidido y audaz.
EL MAGO: ¿Podrías acaso definirte, "Rapidez"?, ¿qué eres y qué pretendes?, ¿por qué eres así?, ¿odias acaso a los lentos? ...
RAPIDEZ: ¡Vaya manera de preguntar, amigo! A ver si en vez de Mago lo que eres es un periodista, je, je, je ...
EL MAGO: No. No soy periodista. No temas. Y, contesta si lo deseas a lo que te pregunté, "Rapidez" ...
RAPIDEZ: Haré lo que pueda, Mago. Verás. La rapidez es una facultad natural, la cual asociamos al deporte y al movimiento físico o corporal. Pero yo soy destacada, por el factor mental. Me gustan las personas inteligentes y con reflejos, Mago ...
EL MAGO: Y, las personas así, ¿son buenas, "Rapidez"? ...
RAPIDEZ: De todo hay,amigo. Hay quien tiene una rápida inteligencia para urdir el mal. Pero ésto es muy discutible ...
EL MAGO: Ajá, amiga ...
RAPIDEZ: Mira, Mago. La rapidez será buena en la medida que sea bien usada. Si uno se excede, puede errar ...
EL MAGO: Pero éso no es aplicable a una pista de atletismo, "Rapidez". Ahí gana el que más corre ...
RAPIDEZ: Pues tampoco es así, Mago. No exactamente ...
EL MAGO: ¿Cómo que no, "Rapidez"? Si eso no tiene la menor discusión ...
RAPIDEZ: ¿Y qué me dices de Usain Bolt en los últimos Mundiales de atletismo? Pues, que se precipitó, no midió bien, salió antes de que marcaran los jueces, y perdió ...
EL MAGO: Éso, es un hecho indiscutible, "Rapidez" ...
RAPIDEZ: O esos jugadores de fútbol, que de tanto correr, acaban saliéndose de los límites del campo y lanzando el balón fuera, desperdiciando así todo el esfuerzo de su carrera ...
EL MAGO: Ajá, "Rapidez". O sea, que hay que ser rápidos, pero precisos y oportunos. Entiendo ...
RAPIDEZ: O, al menos es una característica que ayuda a conseguir el éxito que se persigue, Mago ...
EL MAGO: Oye, "Rapidez", ¿qué cosa ha sido la más rápida que ha tenido lugar a lo largo del tiempo, amiga? ...
RAPIDEZ: No sé, Mago. En general, los procesos en el tiempo que los humanos percibís, son paulatinos y evolutivos. No creo que hayáis corrido mucho desde el inicio de los tiempos del hombre ...
EL MAGO: Comprendo, "Rapidez" ...
RAPIDEZ: Pero, no obstante, habéis progresado muchísimo. Ya sabéis lo que es la velocidad de la luz, véis a los astros desde los telescopios que se mueven a velocidades siderales, sóis capaces de correr cerca de los ocho segundos en los 100 metros, y de las dos horas en el marathón. No es poco, Mago ...
EL MAGO: Okey, "Rapidez". Y tenemos unos potentísimos motores que impulsan a velocidades de vértigo a las motos, autos o aviones. Y no digamos, las naves espaciales que lanzamos en la exploración de otros lugares exteriores, amiga ...
RAPIDEZ: Así es, Mago. Vuestra evolución, parece imparable ...
EL MAGO: Y, ¿somos igualmente rápidos en la inteligencia, en el pensar, en el llevarnos los unos con los otros por el mundo de aquí, amiga "Rapidez"? ...
RAPIDEZ: Ja, ja, ja, ja, Mago. Sabía que sacarías este tema ...
EL MAGO: Y, ¿qué piensas al respecto? ...
RAPIDEZ: Pues que una cosa es predicar, y otra dar trigo. Que una cosa es teorizar, y otra el poner en práctica aquello que se sabe, Mago ...
EL MAGO: ¿Somos los humanos unos perfectos lentos mentales, "Rapidez"? ...
RAPIDEZ: No. Pero tenéis un miedo que os paraliza. Sóis conservadores y poco sociales. Os tenéis mucho temor entre vosotros. Y éso, detiene mucho la paz de vuestra relación aquí, Mago ...
EL MAGO: Yo creo que nuestros cerebros son mucho más lentos que nuestras piernas, "Rapidez". Te apuesto lo que quieras ...
RAPIDEZ: Es posible, Mago. Pero, no peques de vanidoso. El miedo es humano y circula libre ...
EL MAGO: El miedo es de cobardes, "Rapidez" ...
RAPIDEZ: Y también de prudentes, Mago. Ja,, ja, ja, ja ...
EL MAGO: ¿Sabes, "Rapidez"? Estoy sudando. Me has dejado sin resuello. Voy a tener que parar ahí al lado a detenerme y a recuperarme ...
RAPIDEZ: Bien, Mago. Pues yo sigo mi camino y a toda máquina. Fue un placer. ¡Ciao!
EL MAGO: ¡Vaya prisas! ¡Ufff! En fin. Hasta siempre y gracias, "Rapidez" ... Voy a quitarme ya mi ropa deportiva. Adiós.
2:00
jose vicente ortí
Los seguidores del mito Alí, andábamos preocupados. Los fans de Cassius Clay, teníamos bastantes razones para tal deportiva inquietud. Va y resulta que había otro. Sí. Había vida más allá de la galaxia Muhammad Alí.
Era más feo que el guapo de Louisville, y podía zancadillear del ring al bailarín de los pesos pesados más grande de siempre dicen. ¿Quién sería tal amenaza?, ¿quién sería Joe Frazier?
Muy pronto lo supimos. Joe Frazier era una roca pegadora, una máquina de puños demoledores y un boxeador excepcional. Solo el humeante y rancio olor al roto Tyson, nos acerca a su forma de machacar. Lo ganaba todo por k. o. , y sin necesidad de morder orejas. Frazier era deportivo, demoledor y elegante. ¡Danger!
Acabo de ver la mano que le mete en pleno rostro-, y en el último asalto del combate por el título mundial-, Frazier a Clay. El mito, cae como un saco. En seguida, el Ave Fénix se pone en pie. Pero, está desconcertado. ¿Será posible? Acaba de caer por vez primera, ¿quién habrá tenido la osadía y la heroicidad de tirar a la lona al "Más Grande"? Sí. Ha sido Joe Frazier. Hubo varios combates mutuos y antológicos.
Tiempos de los setenta. Los mejores combates del Siglo y de la Historia. América, y los negros reivindicativos. La supremacía del deporte de los puños de oro. La televisión, Don King el promotor del pelo rizado, la mafia, y las ruedas de prensa, y el pesaje rayando o sobrepasando la genialidad y el surrealismo. ¡Se querían pegar antes de hora! ¡El show!
Alí y Frazier parecían odiarse a muerte. Muhammad era el genio destructor de la maraña construída por los blancos, y Frazier, un domado por ellos. ¡Nada! Ni caso. Fueron amigos porque se admiraron como nadie. Vaya par de... boxeadores.
Joe Frazier. Gladiador del ring. Hércules de la ortodoxia, y supermán black de la pegada. Impresionante y americano. El dinero y el talento. El Olimpo. Dicen que los dioses de los grandes pesos solo sueñan preferentemente con Joe Louis, Muhammad Alí, Frazier o Foreman. Hay muchos otros sueños.
Acaban de contar por la tele, que uno de estos dioses se nos ha ido, a causa del puto cáncer. Joe Frazier nos ha dejado. "Altus", fortius, citius, o cómo se llame lo que decían los romanos. Pero la leyenda, continúa y bien viva. Alí, le debe bastante al hércules Joe Frazier. Le necesitaba para maravillarnos en los combates star de la época dorada del gran negocio mundial del deporte del ring y las cuerdas.
Y los asaltos, y los golpes, y las caídas, y las chavalas con el cartel del asalto en la mano, y la época de nuestros padres y de mi adolescencia, y otro contexto, y otros mitos, y otra realidad. ¡Gente vibrando enloquecida y feliz!
Hasta siempre, Frazier. Siempre te admiré tu fortaleza. Al principio fuiste un malo en los tebeos de mis sueños, y luego toda una definitiva admiración. ¡Vaya puños!
-LA MAGIA DE OTRO GENIO QUE SE FUE-
1:44
jose vicente ortí
Corriendo, desordenado, sin tiempo ni libertad, con deuda de oxígeno, y sin saber muy bien el porqué de sus cosas.
Alberto, mareado, empujado por una realidad adversa y apremiante, sin libertad, sudando, envejeciendo en sí mismo, y sin ese mimo de calma y sosiego que todos necesitamos para ser felices.
Muchacho de los recados, segunda división de la vida, subsidiario, segundón, perdedor, excluído de su naturalidad, solo, y apaleado del gusto de uno mismo.
Atribulado Alberto. Sin sonrisa natural, forzando sus sutiaciones para quedar bien, nervioso, inquieto, con una ansiedad de galope, y con un deseo único en su cabeza de la conciencia que se llama una playa serena y enamorada: su esperanza.
Derrotado, o casi. Perplejo y malhumorado, ignorante de cuanto sucede, Alberto trata de recuperar el tiempo perdido entre incomprensiones, y de empezar a escalar ese manantial de agua que es el crecer. Desesperada y necesariamente.
Rosas nuevas y rojas, le miran embobadas. Los hombres hercúleos, le admiran. No puede ser que el castigado y malvestido Alberto, pueda tener tanta fuerza y resistencia. ¿Será de otro mundo y de otra pasta?, ¿será un genio irreductible?, ¿estará más loco que que los genios Van Gogh y Dalí juntos?, ¿será una estrella llena de ternura y virilidad?
Tiempo fresco y desértico, en un Alberto voluntarioso y tenaz como las pinzas de un cangrejo de río. Este pobre hombre, -aparentemente-, parece crecerse ante la mayor adversidad. Se recupera en medio de la gran carrera cansada y dilatada de la vida. Parece un masoca de la utopía, un irreductible con pantalones raídos y fibra de supervivencia africana.
Alberto va siempre por detrás y atolondrado, apresuradamente trata de cumplir con la mayor parte de sus obligaciones, no es de él el hacer daño a nadie, pero su desaliño,titubeos y dudas, generan en los demás el descontento que lleva a la desconsideración y al menoscabo.
Clima borrascosa y variable, inseguridad, nada parece en su sitio, el sol se pone y sale sin consultar a nadie, y no digamos la vida de Alberto. Un caos, sus cargas propias, sus cargas familiares, y toda la incomprensión. Y los cordones de los zapatos se le desatan y se le meten entre sus negros calcetines habituales.
No se rinde Alberto. Cuando le empujan y se cae, ya no se queja tanto. Sabe que no le ven y que no lo hacen demasiado adrede. Y entonces y rápidamente, y sin pararse a pensar demasiado, Alberto se pone de nuevo en pie. No se peina ni adecenta demasiado, pero sigue su camino vital. Solo piensa que nadie le derribará definitivamente. Que, cuando ya no tenga fuerzas, entonces se caerá solo y que llamen al enterrador. Mas su esfuerzo personal solo merece la loa y el aplauso de un luchador.
-HAGA EL TIEMPO QUE HAGA-
2:09
jose vicente ortí
Todas las televisiones españolas y otras europeas y americanas, esperaban la única pelea mediática con voz e imagen, de los grandes aspirantes a la poltrona política del Poder en España.
Fue realmente curiosa la estrategia. En medio de un balance estadístico que da al gallego Mariano Rajoy una muy alejada ventaja respecto al candidato cántabro Pérez Rubalcaba, se produjo un dialéctico debate, que a veces fue más interesante de lo esperado.
Tácticas bien distintas. Mariano Rajoy saltó al ring mediático de la tele, con la seguridad de quien se halla bien sentado en el optimista y cómodo sillón del vencedor. Anduvo inicialmente muy relajado, tranquilo, nadando a favor de la corriente, y caminando entre datos tristes de la ruina real de optimismo entre la gran masa de unos españoles cabreados, decepcionados y desempleados. ¡Indignados!
Rubalcaba, marcó la necesaria pujanza de quien se ve perdedor. El aspirante socialista le ha planteado un combate a Rajoy lleno de ataque, intentando sorprender al gallego popular desde un golpe certero en las cuerdas.
En efecto, Rubalcaba ha actuado como el aspirante. El tiempo era corto, a pesar de que nos han tenido varias horas de asaltos, hasta intercalados por valoraciones tertulianas aderezadoras.
Rubalcaba, se arremangó y se despeinó. Se puso traje de hombre enfadado de la calle, y arremetió con convicción, pensando en una posible derrota desesperada. Sí. Pérez Rubalcaba necesita tomar traje cínico y hasta convincente, frente al poder de Cronos que parece definitivo. Acusó y acosó a Rajoy, intentando una y otra vez abrirle las cejas para que se encontraran los árbitros con un aspirante con urgencias.
Rajoy, trató de ser profundamente esotérico y ambiguo. Si soltaba prenda, no sería la mejor técnica para llevarse al agua a los electores. Necesitaba ser enigmático, hueco y formal. Tranquilo, y hacerse el asombrado ante la caña de Rubalcaba.
Lo mejor del debate fue dicha caña, las interrupciones, y la vidilla. Esa fue la salsa para aguantar a los aspirantes durante un tiempo exageradamente dilatado y en el plató de la "1" televisiva. Televisión oficial.
Rajoy siguió siempre mirando asombrado adrede a Rubalcaba. ¿Sería insolente, aquél que junto a Zapatero llevó a España a los cinco millones de parados?, ¿darle lecciones a él, con lo mal que lo han hecho los otros? ...
Solo puede estar viva la política,-aunque sea formal-, cuando la gente entiende bien de qué cosas concretas hablan sus jefes políticos. Los dos se lo han negado todo el uno al otro. Rajoy, ha tratado de bailar en juego de piernas todo lo posible, para evitar los guantes de Rubalcaba. Ni una sola palabra del caso Faisán, ni de las corruptelas Gürtel. Cada equipo necesitaba su estilo.
Lo peor era la farragosa leyenda de los datos económicos y los porcentajes, y lo mejor es que no nos hemos dormido viéndoles. Ahora pues, los angustiados indecisos han podido ver a dos formas de seguir con el argumento triunfador que les llevará a la Moncloa.
-QUE DECIDA LA JUSTA LIBERTAD-
1:31
jose vicente ortí
Sibenka es el nombre de una bellísima muchacha rusa, la cual acostumbra a llevar una ropa especial y demasiado breve, que hace que se le vean hasta en el invierno sus carnes de deseo y de amor.
Cerca de la calle de Guillém Sorolla, se la puede ver a partir de las séis de la tarde. Puntual. Cada día. Sin descanso. Y ajustando el paso a los demás. Es una de las prostitutas con más caché de lo que queda del clásico y tradicional Barrio Chino de mi Valencia.
Naturalmente, Sibenka no es su nombre real. El auténtico, queda solo para sus dos hijas que tiene en su Moskvá natal. Para sus personas de confianza, y para quien maneja los hilos de la red actual para la que trabaja. La mafia. Su empresa.
De hecho, el actual nombre de Sibenka, se lo apodó un antiguo novio, también ruso como élla, que acabó siendo un chulo sin escrúpulos cuando le dijo la bella meretriz que saliera de su vida. El hombre dijo que no. ¡Y que no! ...
¡Oh, Pawel! Maldito Pawel. Su ex novio. El padre de sus dos hijas, su amor desde la adolescencia, cuando Gobachev rompió el comunismo y les dejó a todos sobre la calle del lodazal y la miseria.
Menudos recuerdos. Moskvá. Moscú, vamos. Pawel Sidenko. El hombre de su vida, para bien y para fatal. Sibenka no puede creer todavía lo que le dijo Pawel: "Palomita, lo siento. O trabajas con tu cuerpo, o ya te apañarás tú y tus hijas. Y te lo digo por nuestro bien de los dos. Solo eres mía. Y yo administraré el dinero, Sibenka. Y que sepas que siempre te querré"...
¡Hijoputa!
Casi no hubo tiempo de replicarle todo el odio y la decepción juntas y en la cara. A Pawel, lo mataron dos semanas después unos rivales suyos por el control del negocio de la prostitución. Sibenka piensa que los dos tiros que le pegaron, fueron pocos. Ahora, quienes le llevan el dinero, afirman que fue élla quien le mató. Y que, si intenta salirse del grupo, le harán kaput a sus dos nenas en Rusia. De modo, que ni lo intente.
A Sibenka, no le gusta mi Valencia. Mi país. Está aquí por vicisitudes del destino. Sibenka ama el frío moscovita, y nuestras costumbres nunca le convencieron. Sí. España no es lo que imaginó cuando niña. Para la mujer, Valencia es una cárcel de amenaza, que nada tiene que ver con las playas libres y mágicas que venden en las postales de las agencias de viajes. No. Esto es una derrota en toda regla, en la que lo mejor es no pensar demasiado que no sea en la seguridad física de sus niñas a través del contacto telefónico casi cotidiano: "Irina, Olga, mamá os quiere" ...
Hoy llueve y es domingo. Poca clientela. Sus clientes fijos, prefieren una climatología más bonancible. Y, Valencia, no es sitio hecho para la copiosa lluvia. De modo que Sibenka habrá de espabilar y apretar su seducción, dado que tiene un dinero que entregar a quienes la llevan y dirigen. La policía la acosa, pero cuando el agua ya está en el cuello, la presión parece menor. Además, ahí viene su chico preferido. Es moreno, valenciano y no toma drogas. ¡A por él!
- ¿QUÉ TAL, GUAPO? -
1:34
jose vicente ortí
La idea de la construcción europea, sugiere el modo de pensar de la esencia democrática como aspiración de desarrollo verdadero y verificable. La idea de una democracia honesta, noble, y como en su génesis, participativa. La soberanía reside en los ciudadanos. ¿Sigue en pie esa premisa? ...
No habrá que recordar, que el pensamiento de democracia no es,-ni más ni menos-, que un reto que paulatinamente debería calar y desarrollarse. Consolidarse. Y los representantes democráticos del Poder,-es decir los Presidentes de los Estados-, tendrían la obligación moral y ética de ser los adalides de una nueva y demográfica fuerza ciudadana, que hiciera frente al atávico y ancestral poder de la Economía, en manos de los bancos y financieros de siempre. Capitalismo y sociedad democrática deberían ir acercando las posiciones, para que una verdadera paz social y bienestar colectivo pudiera tener lugar.
Europa. Con Europa hemos topado, buen Sancho. Sí. Con el Banco Central Europeo, y con los Estados europeos con más fuerza y recursos económicos, como son Alemania y Francia.
No. No se ha podido hacer una Europa de los pueblos. Los líderes de los diferentes países europeos, han optado por una Europa de la supervivencia y de la limosna, y se han plegado a las directrices de quienes tienen el dinero y la capacidad de cortar realmente el bacalao. De marcar sus reglas del juego.
Marionetas. En eso se han convertido los dirigentes europeos. Han aceptado la crisis sin la busca de los causantes, y ahora quieren recortar nuestros derechos básicos como son la Sanidad, la Educación o el Trabajo. Los presidentes europeos, han decidido castigar a los que menos tienen. Y, ¿en dónde se halla pues la democracia, si entendemos que los más pobres son la inmensa mayoría de los ciudadanos de la Unión Europea y de todas las zonas del Globo?, ¿alguien lo entiende?, ¿cabe ésto en cabeza humana? ...
Democracias irreales, formales, huecas, de mentira, de cartón oro, de dinero, que no dudan en cortar por abajo y loar por arriba. En colocar ,- y sin participación popular-, reformas en las Constituciones y bajo amenazas de castigo o exlusión. ¿Qué demonios estamos haciendo?
Papandreu, presidente de Grecia, es el último "malo" de la película, porque ha tenido la honestidad de querer consultar a sus ciudadanos las decisiones importantes que se van a tomar. Papandreu ha sido un dirigente ético y demócrata. En España modificaron la Constitución y de tapadillo, para contentar a los jefes summos de los mercaderes europeos.
Le llaman Democracia, pero no lo es. Le llaman crisis, pero es desprecio a los ciudadanos, le llaman ajustes y recortes, pero son derrotas y lacayismos cobardes frente a quienes deciden. Decepción. Nos han engañado. Nos han tomado el pelo. Vivimos en una sociedad de mercado, en donde solo prima quien opta por la supervivencia facilona y por la corriente prostituída del río favorable.
- ¡IMPOSTORES! -
5:58
jose vicente ortí
Sí. Por fin el otoño valenciano. Y español. Por fin la lluvia que te moja los zapatos aún esquivando los charcos. Necesaria la lluvia para los campos y para los embalses. Bienvenida sea la vida. La vida necesaria.
Paraguas al viento, pocas ganas de pasear, y caras poco iluminadas y nerviosas entre mi gente. ¡Esa luz! Cuando se está en la calle caminando bajo la lluvia, en lo primero que piensas es en llegar a los sitios. Y no digamos, a casita.
Cuando llueve en otoño y está plomizo en mi Valencia de la luz, notas que se está mejor y más a salvo en el hogar. Lo valoras más. Sabes que ese techo de ahí arriba te evitará muchos problemas, y que una vez dentro del habitáculo de tu hogar, entonces será un placer el ver cómo cae la lluvia sobre todo y sobre todos. Os confieso que me encanta ver llover. Sí.Parezco un cotilla tras la ventana, viendo cómo el agua cae sobre la tierra, o sobre la superficie de mis plantas, o cómo limpia el polvo imbatible de la polución.
Llover, es casi más sano que que haga frío. Llover renueva, cambia las cosas, y hace más entretenido todo. El paisaje urbano y cotidiano, se vuelve más excitante y variable. Pasan muchas más cosas que el resto de los días en los que casi siempre está su majestad el sol.
Les ves nerviosas y nerviosos, buscando apresuradamente sus respectivos autos. En Valencia hay miedo a mojarse. Está la idea de la lluvia como molestia coñazo, y la de mojarse como antesala del constipado. Y entonces las calles se llenan de gente en coche, quedando el tráfico todavía más colapsado de lo habitual. No importa. Con coche y lluvia llegarás más tarde, pero socialmente saldrás airoso y aceptado. Y podrás, si tienes dinero, lucir ese cochazo enorme, elegante y negro, que todos deberán envidiar. ¡Oh, pobres sin techo la noche que les espera!...
Lluvia de enamorados con capucha, sin importarles las consecuencias de su amor en una tarde plomiza de noviembre. Romanticismo a flor de piel. Amor sin tiempo ni previsión meteorológica. Tiempo de setas, de senderistas, de nómadas, de culos inquietos, y de desafiadores de la comodidad como ideología. Arriesgados.
Lluvia sobre todo. Lluvia de crisis, que anticipa una navidad bastante raquítica en las grandes superficies comerciales y hasta familiares. Ha llegado el tiempo de comer más. De taparnos las lorzas bajo los abrigos y los chubasqueros, y de ponerse a hacer fritangas suculentas para combatir el fresco que intuye al frío.
Llueve ahora mucho. Demasiado alegremente. La gente siente que la borrasca ha roto al tedio anticiclónico. Y tiene razón. Llueve sobre Europa y sus democracias nacionales. Llueve sobre las Constituciones de las respectivas naciones, las cuales son invadidas de tapadillo por el imperio del dinero de los bancos y del capital. Vil realidad que decepciona.
Sí. Llueve sobre Ángela Merkel y Sarkozy, llueve sobre los discursos de izquierdas y derechas, y sobre todo, llueve sobre el pensamiento único. Llover es democrático e inevitable. A pesar de la sequía de los argumentos.
-LLOVER SON TUS OJOS LLOROSOS-
2:45
jose vicente ortí
Don Antonio es el fiel cura de un pequeño pueblo de Castilla, el cual tiene la simpatía de cuantos le conocen. Y el respeto. Y hasta mucha autoridad.
De cara al exterior, todo le va bastante bien al cincuentón reciente D. Antonio. Hace el bien, cumple la liturgia que manda la iglesia, es generoso y humilde, y trata de ponerse en la piel de los que sufren. Le atraen los retos de la gente sin recursos, y trata de echarles una mano siempre que puede.
Pero, Don Antonio, no se siente bien por adentro. Y ni él mismo, a veces, logra explicarse el porqué. Sí. El porqué de su no felicidad y de su vacío interior.
El Don Antonio del dolor, es desgarradoramente auténtico y real. Se siente sucio y pecador hasta la médula, y en última instancia se considera un perfecto cobarde.
A D. Antonio le gustan los hombres. Le encantan. No le gustan las mujeres. Se queda prendado de los varones, y le entra el deseo. Y cuando éllo sucede, con sus propias manos se golpea el cuerpo, en un afán de apartar dichos pensamientos de sí. ¡Maldita tentanción!
D. Antonio es consciente hace demasiados años, de que es homosexual. No sabe si es una enfermedad, pero es su tendencia natural. Le agradan los varones. Apuestos, menos apuestos, jovenzuelos desinhibidos, y todo lo que tiene que ver con la femineidad en el hombre.
Y siente la carencia de su vida sexual. Se aterroriza al pensar qué dirían de él si lograran descubrir sus pérfidos pensamientos. ¿El placer?, ¿una pareja?, ¿su amor homosexual?, ¿la penetración anal?, ¿la felación?, ¿acaso el ano no está solo para defecar? ...
D. Antonio se coge la cabeza entre las manos, y desconsolado, llora su dolor y su impotencia. ¿Cambiar ahora toda su vida?, ¿ponerse un condón en el pene y hacer el amor en una cama con otro ser de su mismo sexo?... ¡Ay, por Dios!
¿Masturbarse D. Antonio? El cura atribulado, enciende su ordenador, y se equivoca. Su cabeza se va a una página de Naturaleza y animales, pero sus dedos teclean apresuradamente y con sudor nervioso, una página gay. Necesita no dejar de observar el mundo de los valientes, los cuales han sabido y con todo éxito salir del armario. Pocos minutos después, D. Antonio le da al ratón, y la página web desaparece. Otra vez a vuelto a pecar.
Hay un actor que todos ven y aceptan en el pueblo, y otro ser que sufre en silencio, y que además huele cómo la homosexualidad y el lesbianismo no andan demasiado lejos de algun@s curas y monjas. Tiene un olfato especial. Les huele a distancia. Y lo malo es, que está empezando a odiarse a sí mismo y a su maldito destino. Es como si el Diablo le tuviera.
- ¿QUÉ HACER? -
3:04
jose vicente ortí
Antonio "Driver" Burns, salió de su gimnasio habitual de Boston,Massachusetts, con una mueca de tedio en su rostro. De raza blanca, aspirante a estrella del boxeo, y con un golpe de derecha demoledor y absolutamente incontestable. Pero, ¿de qué le valía tanta magna y destacada condición de atleta, sin proyección? Sí. Porque nadie le proponía combates. Pasaban de él. Y su moral, se desvanecía paulatinamente.
Poco a poco, "Driver" Burns empezó a faltar a las sesiones de entrenamientos. A alejarse de su ring de gladiador. A envidiar hasta niveles insospechados a sus compañeros, a los que sí se les daba proyección, empuje y combates de curtimiento. ¡Injusto!
Un día, decidió que no volvía más. Y llenó lo más posible su cartera, y se marchó a un lugar de ocio en el que había licor, y unas mujeres bellísimas, las cuales hacían el mejor streep tees de Boston.
Antonio "Driver" Burns, se sentó cerca de una mujer extremadamente bella, la cual iba paulatinamente quedándose sin ropa, y alegrando su vista. "Menuda mujer", pensó Burns.
Hasta que, de repente, alguien con demasiado alcohol en las venas y con una estatura cercana a los dos metros, se avalanzó sobre la striper, y comenzó a sobetearle el trasero y los senos, de un modo obsceno e impropio.
Los guardaespaldas y porteros del lugar, trataban de reducir con los brazos al osado sobón, pero el gigante les derribaba uno tras otro con un hercúlea fuerza. La striper, observaba todo con una mirada entre asustadiza y asombrada. ¡Menudo animal!
Antonio "Driver" Burns, pensó que había llegado su momento, y se metió por el medio.Golpeó al sobón con su mano derecha de golpe pétreo, y el gigante cayó al suelo casi inconsciente. Y los guardaespaldas, le felicitaron y le agradecieron su colaboración y ayuda.
La striper, se llamaba Candice Vimmer. Le agradeció a "Driver" igualmente su ayuda, y le invitó a tomar un café. Y le habló. Y le terminando confesando, que su padre era promotor de boxeo, y que tenía dinero. Mucho. Y que a ella le gustaba su trabajo, lucir su cuerpo, sentir el deseo en los ojos de los hombres, ser tremendamente libre, y sobre todo, ser rebelde frente a su progenitor enormemente conservador y puritano, el cual nunca jamás aceptaría que trabajase en tal lugar de ocio masculino.
Candice y "Driver" Burns, simpatizaron. O, éso pareció. El aspirante a boxeador, sabía lo que hacía. Fingía atracción. Y dos semanas más tarde, Candice le presentó a su padre las credenciales de su más que amigo Antonio Burns. ¡"Driver"!
Todo un camino de éxito, se abría ante la fuerza de los puños del boxeador. El promotor Andrew Vimmer, padre de Candice, le presentaba en los medios, anunciando su primera pelea. El acuerdo entre los hombres, consistía en que "Driver" nunca más debería volver a ver a Candice. Cosa que "Driver" cumplió a rajatabla.
-Y CANDICE SIEMPRE LE ODIÓ-
3:25
jose vicente ortí
EL MAGO: Hola, "Desesperación". Gracias por dejarme charlar contigo unos minutos ...
DESESPERACIÓN: Ni sé por qué lo he hecho, Mago. Sinceramente te lo digo ...
EL MAGO: Bueno, ¿sabes? Pienso que charlar contigo no ha de ser nada fácil, "Desesperación" ...
DESESPERACIÓN: Pues te aguantas, Mago. Éso, deberías haberlo pensado antes, ¿no crees?...
M: Lo creo. Tienes razón. Y créeme que he meditado bastante antes de hacerlo. Pero como soy un curiosón sin remedio, me he dicho a mí mismo que charlar contigo podría ser interesante, "Desesperación" ...
D: Allá tú, Mago. Tú sabrás lo que haces ...
M: Yo pienso, que la desesperación ha de ser como un caballo desbocado entrando en una cacharrería. Pero, ¿quieres definirte tú misma? ...
D: ¡No sé si podré, Poeta! Lo que sé es que no me gusta demasiado pensar, y que los nervios actúan ante mis emociones. Seguramente,-y no se lo digas a nadie-, hago las cosas siempre al revés, amigo ...
M: "Desesperación", veamos. ¿Cómo naciste tú?, ¿lo recuerdas? ...
D: ¡Ah, Mago! Éso, sí lo tengo bien claro. Yo nací y nazco, cuando no hay amor ni comprensión. Cuando todo es dificultoso, tenaz y puntiagudo. Yo nací cuando sentía peligro, y cuando no tenía respuestas para los retos cotidianos ...
M: ¿Eres mala, "Desesperación"? ...
D: No lo sé, Mago. Lo que sí sé es que salgo a intentar resolver las cosas, como sea. Por el camino de en medio, muchacho. Para mí, el fin justifica los medios. Todo, vale ...
M: Pero, todo no vale, "Desesperación". Hay unas reglas de consenso social que hemos de cumplir, ¿no te parece? ...
D: Mira, Mago. Todo eso que dices, suena y está muy bien. Pero yo hablo de cosas cotidianas y concretas. Hablo de la asfixia social y personal, hablo de cuando te pegan y te excluyen por ley y por norma. Entonces, ¡hay que hacer algo! ...
M: Ya, "Desesperación". Pero el problema surje cuando no tienes en la cabeza nada claro lo que debes hacer ...
D: Aciertas de pleno, Poeta. Esa es la cuestión. El que no se ve salida a las cosas. Y entonces, se vocea, se grita, se agarra uno a clavos ardiendo, y se olvida inesperadamente de las normas de la convivencia ...
M: ¿Tienes la conciencia tranquila, "Desesperación"?, ¿duermes bien por las noches? ...
D: Yo no sé lo que es la tranquilidad, Mago. Ni, la calma, ni el sosiego, ni el descanso ...
M: ¿Entonces? ...
D: Pues entonces, lo que yo hago es limitarme a sobrevivir. ¿Te parece poco? ...
M: Lo que me parece, es que te mueves desde situaciones ciertamente penosas y lamentables, "Desesperación". Incluso en esta charla contigo, te noto nerviosa y hasta desencajada ...
D: Y yo, Mago, no sé muy bien qué hago hablando contigo ...
M: ¿Qué me harías si te dejaras llevar por lo más dentro de tí si pudieras, "Desesperación"?...
D: ¡Me niego a pensar nada, Mago! Pero si me apuras, voy a intentar decirte algo. Verás. Si se te ocurre empujarme, atacarme, hacerme daño o despreciarme, te aseguro que toda mi violencia e ira caería sobre tí. De modo, que no se te ocurra colocarte en medio de mi camino...
M: Sí, "Desesperación". Tu discurso está ausente de jugo. No son argumentos. Eres testaruda y plenamente desconfiada. Y, además, eres fuerte y temible ...
D: Me da igual, Mago. Me es indiferente lo que los demás piensen. Yo solo salgo a impulsos, desde mi camino defensivo. Solo quiero que se me deje en paz. Que me dejen que haga lo que considere, y...
M: ¡Ni hablar, "Desesperación"! Estoy en total desacuerdo. Y te diré porqué. Porque no todo el mundo es malo o agresivo. Hay mucha gente válida y que tiene méritos. Tú lo que estás, es muy sola y resabiada. Estás desconfiada de todos ...
D: Cuidado con tus palabras, Mago. Mídelas. A los seres heridos como yo, siempre hay que temerles ...
M: ¿Nunca tuviste un amor, "Desesperación"? ...
D: Éso, no te importa, Mago. ¿El amor? Ja, ja, ja, ja, ja. No digas tonterías. El amor solo es un cuento de gente feliz. Y yo estoy más que harta de la gente feliz, ¿sabes? ...
M: Ya ...
D: Por cierto, ¿tú eres feliz, Poeta? ...
M: No sé muy bien lo de la felicidad, "Desesperación". Yo creo, que es el equilibrio y la capacidad de encaje en las adversidades. Lo que no soy es, desesperado... Éso, es lo último que haría. El dejarme llevar en la derrota ...
D: Ja, ja, ja, ja, ja, Mago. Eres un ingenuo. Aquí, pocos se libran de caer en mis redes. Algún día te cazaré, y entonces saborearás mejor mi esencia. Ja, ja, ja, ja, ja ...
M: Trataré por todos los medios que no sea nunca así, "Desesperación". Y para éllo, haré los deberes bien hechos y por el principio. ¡Alejándome de tí! ...
D: Ya te dije, Mago, que tus pensamientos y los del mundo, me resbalan. Me dan igual. Así, que haz o piensa lo que quieras ...
M: ¡Hasta nunca, "Desesperación"! Y siento despedirme con esta brusquedad ...
DESESPERACIÓN: Ja, ja, ja, ja, ja, ja ...
EL MAGO: Adiós, o me pondrás nervioso. ¡Ciao!
2:19
jose vicente ortí
1 de Noviembre. Tradición. Los seres que nos dejaron. Nuestro ADN, nuestra raíz, quienes pusieron una cuna en nosotros, y un lecho enamorado.
En medio de la modernez americanada de los sustos de la calabaza de Halloween, dejamos paso entre risas irónicas, doloridas, nerviosas y hasta nostálgicas, a la evocación de un tiempo de nuestro atrás en el que sentimos la repetición de la ausencia, y evocamos los momentos que compartimos con nuestros seres verdaderamente queridos. Nuestros seres de amor.
Es justo y oportuno el recordarles, aunque nos pongamos un poco solemnes, rigurosos o tristes. Es inevitable. Sí. En estos días se antoja inevitable recordar a nuestros padres, a nuestros cónyuges, a nuestros hijos, a nuestros familiares más cercanos en el afecto real, y a aquell@s amig@s que nos dieron calor, presencia y amor.
La muerte, acabó con la vida. Rompió. La vicisitud coyuntural, el accidente, o la natural ley de vida, hizo que se convirtieran casi de repente en seres inanes. Sí. Ya no pueden escucharnos, ya no están con nosotros, y ya no pueden regalarnos su enorme calor como hicieron otrora. Ya no están.
Sí. Nuestros muertos que más quisimos, deben ser recordados y homenajeados en un día puntual. No hemos de olvidarlos. Aunque sea, como en el caso de nuestros padres, porque nosotros estamos aquí y podemos vivir y contarlo, gracias a éllos. Su regalo, somos y fuimos nosotros. Y el nuestro, éllos.
Hay mucha belleza de nostalgia en las evocaciones, y los creyentes apuestan porque irán a un lugar Alto, y porque nos cuidan, vigilan y protegen desde allí.
Yo, soy ateo. Pero nunca voy a olvidar mis compartires con esos seres de entraña y de amistad. Mi infancia, mi adolescencia, mi juventud, y tantas etapas de mi vida con mis padres y al lado de mi único hermano.
O mis abuelos. Como mi abuela materna Carmen, la cual me contaba unos cuentos maravillosos, y me llevaba todos los miércoles al cine Español, que estaba en mi barriada del Botánico valenciano y capitalino. Aquella mujer grandota y tierna ...
Y, los amigos finados. Les recuerdo con ausencia y con nostalgia. Me gustaría que volvieran conmigo, y volver a reírme con ellas y ellos. Y cantar, y emocionarme, y disfrutar, y hablar de fútbol o de política con ell@s, o discrepar, o caminar por las montañas con su presencia y vida como hice, y sentirles junto a mí.
No es triste la muerte. Lo que no tiene, es remedio. La muerte aparece desde el drama del duelo, pero acaba siendo una realidad natural que debemos aceptar.
Hoy en día, la muerte sigue siendo tabú. Es humano que tengamos miedo a morirnos, a la incertidumbre, al dolor o al sufrimiento. Pero no debemos dramatizar demasiado, ni sacar las cosas de contexto. Todos pasaremos por ese trance. Y se reproducirá en los demás nuestros que nos quieren, toda la nostalgia y el sincero amor.
-UN RECUERDO, UN CARIÑO-